Resumo a continuación algunas conclusiones sobre la exhortación apostólica postsinodal Querida Amazonia.
----------Siento tendencia a estar algo fastidiado con los obsecuentes papólatras que automáticamente defienden todas las palabras y gestos del papa Francisco, pero si tratas de dialogar con ellos y les preguntas sobre tal o cual punto de tal o cual encíclica o documento del Papa a quien defienden, te das cuenta que no lo han leído, y que en realidad ni siquiera respetan al Papa como tal, pues ese respeto implica conocer lo que él dice.
----------Similar actitud es la de muchos anti-Francisco, sea que lo reconozcan o no como Papa, sea que sigan considerando o no a Benedicto XVI como Papa o, peor aún, sea que se consideren sedevacantistas o sedeprivacionistas, o lo que se hayan inventado como teoría: es frecuente también encontrarte que han tomado posición y ya ni siquiera se preocupan por saber qué dice o qué no dice Francisco, simplemente "lo suponen".
----------Por lo tanto, le sugiero al lector honesto que haga al menos dos lecturas de Querida Amazonia: una primera lectura, de corrido (no le llevará más de una hora de modo rápido y moderadamente atento) y luego, en la segunda lectura, tomándose su tiempo, en varios días, capítulo por capítulo, reflexionando, y quizás hasta tomando apuntes con las propias conclusiones y personales ocurrencias. Aseguro que de este modo, cuando le pregunten qué opina sobre Querida Amazonia del papa Francisco, se sentirá interiormente satisfecho de saber que estará hablando de lo que realmente conoce.
----------A continuación indico un listado de puntos que, según mi criterio, son positivos, así como existen otros negativos. Ante todo los puntos meritorios de esta Exhortación (si me olvido de alguno, que algún lector me lo recuerde):
- Ha sido buena la idea de impulsar una renovada y más eficaz evangelización de la Amazonia.
- Se promueve una evangelización y una liturgia inculturadas, que utilicen los recursos culturales de las poblaciones indígenas (inculturación que debe ser rectamente interpretada).
- Se condena el abuso y el maltrato realizado contra los pueblos indígenas por parte de agentes o grupos nacionales o extranjeros.
- Se condena el uso y abuso indiscriminado de la selva amazónica y de sus recursos naturales, en detrimento de las poblaciones locales.
- Es oportuno que se recuerde varias veces que la naturaleza forma parte de la creación divina.
- Es oportuno que se recuerde que el hombre debe vivir en comunión con la naturaleza.
- Es oportuno que se auspicie un mayor empeño evangelizador por parte de los laicos.
- Se afirma la necesidad de asumir los elementos positivos de la cultura indígena.
- Muy oportuna ha sido la referencia a la esencia del Sacerdocio como poder de celebrar la Eucaristía y de conferir la Penitencia sacramental, así como la Unción de los Enfermos.
- Hay que considerar óptima la prescripción a los Obispos para cuidar de una buena formación de los seminaristas, según la concepción católica y no herética del sacerdocio.
- Ha sido tranquilizador que se confirme la especial estima de la Iglesia por el sacerdote célibe (al menos transitoriamente tranquilizador).
- Excelente es la referencia a la Eucaristía, confeccionada exclusivamente por el sacerdote.
- Sabia parece la invitación a los Obispos para enviar sacerdotes a la Amazonia.
- Oportuno ha sido haber reiterado que la mujer no puede ser sacerdote, sino que tiene de Dios dones complementarios a los de los hombres.
- Se trata de un documento auto-referencial, como prácticamente son todos los documentos que han emanado de este pontificado, que da la imagen de estar en permanente ruptura con el Magisterio bimilenario de la Iglesia, que prácticamente no cita.
- Se da una visión idílica, optimista de las comunidades amazónicas, como si fueran un modelo de comunidad humana, libre de las consecuencias del pecado original.
- A esa visión exageradamente optimista corresponde comprensiblemente la ausencia casi total de cualquier crítica a la religión, cultura, conducta moral, usos y costumbres de los indígenas amazónicos, como si ellos no hubieran sido tocados por las consecuencias del pecado original.
- Se presenta a la naturaleza como una maravillosa, generosa y bellísima Madre Tierra, pero no se habla de la naturaleza muchas veces hostil y generadora de catástrofes.
- En consecuencia, no se ofrece ninguna interpretación ni racional ni de fe del siempre angustioso hecho de la existencia del mal en el mundo; y como consecuencia, tampoco se alude a su interpretación a la luz de nuestra fe: la Cruz de Cristo que da sentido al misterio del mal.
- Es insuficiente lo que se expresa a modo de justificación del culto a Pachamama, y de lo que podría entenderse como una adecuada inculturación de ese ídolo en la Liturgia Católica. Es el defecto más notorio de este documento, que no lo aleja de los peligros del panteísmo, inmanentismo y animismo, ya presentes en la Encíclica Laudato si'. Estos errores convierten a la presente Exhortación en un peligro para la Fe de todo el Pueblo de Dios.
- En la condena de los abusos y los maltratos hechos a los pueblos indígenas y de la mala utilización de los recursos naturales, se reprende siempre y solamente a los gobiernos de los países involucrados, sin reconocer en ellos ningún aspecto positivo.
- De modo similar, en términos de ecología, se defienden decididamente las tesis ambientalistas, que no cuentan con consenso científico pleno ni mayoritario; con lo cual, este llamado al "cuidado de la casa común", encierra en realidad el sometimiento a los criterios anti-cristianos propugnados desde el llamado "Nuevo Orden Mundial", o la Agenda 2030 de la ONU.
- Se expresa que la cultura indígena no debe ser considerada como atrasada o primitiva, sino simplemente "diferente" de otras. Por consiguiente, no se reconocen niveles culturales.
- Se habla incorrectamente de "sabiduría ancestral" de los pueblos amazónicos, inexistente.
- No es conveniente que un documento pontificio use la categoría de "sueño" para expresar doctrina, ni siquiera en los niveles más bajos del Magisterio pontificio.
- Existen serias dudas de que el documento no comparta en realidad la dialéctica hegeliana del conflicto como condición y factor de una síntesis superior, que identifica los opuestos sin anularlos.
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