domingo, 4 de agosto de 2024

Puntos controvertidos del Vaticano II: la liturgia (1/2)

El Concilio Vaticano II propone una nueva doctrina acerca de la esencia de la Santa Misa respecto a la doctrina enseñada por el Concilio de Trento, si bien la doctrina tridentina está presupuesta. En efecto, para el Concilio de Trento la Misa es el ofrecimiento del sacrificio de Cristo hecho en modo incruento por el sacerdote en Persona de Cristo sacerdote y cabeza, para la remisión de los pecados. El Vaticano II agrega a esta noción el concepto de Misa como memoria ritualizante de la Última Cena bajo forma sacramental, hecha por el sacerdote en nombre del Pueblo de Dios y junto con el Pueblo de Dios como factor de comunión con Dios y entre los hermanos y signo escatológico de la vida futura. [En la imagen: fragmento de "Adoración de la Sagrada Forma", óleo sobre lienzo, pintado entre 1685 y 1690, por Claudio Coello. La obra se halla en la sacristía del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, y representa la adoración de la Sagrada Forma por el rey Carlos II de España].

----------La liturgia católica es el conjunto de las creencias y de las prácticas rituales y ceremoniales atinentes a la administración de los sacramentos. Los sacramentos son signos sagrados que producen la gracia que significan. Se componen de una materia y de una forma: la materia está constituida por personas, objetos, elementos físicos, símbolos, gestos y eventos, que expresan la forma del sacramento y son informados, vueltos significantes y vueltos instrumento y canal de la gracia por la misma forma, la cual depende de las palabras del ministro del sacramento, el cual tiene la intención de hacer lo que hace la Iglesia.
----------Ni la esencia de la liturgia ni la esencia de los sacramentos han sido dogmáticamente definidos por el Magisterio de la Iglesia, sino que son objeto solamente del Magisterio ordinario tradicional. El Concilio no nos da ninguna definición, sino que supone el concepto tradicional.
----------Los siete sacramentos de la Nueva Alianza, en relación con su finalidad, se dividen en tres especies: sacramentos personales (Bautismo, Penitencia, Unción de los enfermos), sacramentos eclesiales (Confirmación, Matrimonio y Orden), sacramentos cultuales (Eucaristía). Este último sacramento es expresión suprema de la virtud de la religión, en cuanto efecto de un acto de culto divino sacerdotal en representación de la Iglesia, instituido por nuestro Señor Jesucristo: la celebración de la Santa Misa.
----------El sacramento del Orden, en cuanto instituye al ministro del culto eucarístico para la remisión de los pecados, es principalmente sacramento eclesial, porque el sacerdote celebrando la Misa, edifica a la Iglesia, pero es también sacramento personal, en cuanto santifica al celebrante, y sacramento cultual, porque la Misa es acto supremo de culto a la Santísima Trinidad.
----------El Concilio Vaticano II, en la constitución Sacrosanctum Concilium dedicada a la Sagrada Liturgia, no da una definición solemne (o sea, definida) sino sólo ordinaria y tradicional (o sea, definitiva) de la naturaleza de la Santa Misa, la cual es el rito litúrgico o servicio divino con el cual y en el cual el sacerdote confecciona in Persona Christi el sacramento de la Eucaristía y lo ofrece al Padre en nombre de Cristo y de la Iglesia, en el Espíritu, para la remisión de los pecados y para glorificar al Padre.
----------He dicho que el sacerdote "confecciona" la Eucaristía. Viene del latín conficere, cum facio. Es un producir poniendo juntos y organizando una pluralidad de elementos, los cuales sustancialmente se reducen al conjunto de la materia y de la forma. Se trata de un latinismo que parecería bien usar en signo de respeto por la acción particularísima que el sacerdote cumple en su ministerio que concierne a los sacramentos.
----------La liturgia, por lo tanto, en su aspecto práctico-ritual-ceremonial, no es materia de dogma, sino de disciplina y de normas jurídicas. Sin embargo, sería ciertamente una gran falta de respeto por la liturgia no ver el fundamento dogmático e incluso de teología especulativa. Así aprendí, en efecto, hace muchos años, en un hermoso libro de Cipriano Vagaggini El sentido teológico de la liturgia (Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1959) que ciertamente concurrió a preparar la reforma litúrgica del Concilio.
----------La liturgia católica, en efecto, está fundada sobre el dogma por dos razones: primera, porque del dogma ella deriva su esencia, si bien, repito, no existen definiciones dogmáticas de la esencia de la liturgia; segunda, porque los contenidos doctrinales, así como las palabras, los eventos, los gestos, los signos y los símbolos mismos presentes en las acciones litúrgicas, son fuente de verdad dogmática: lex orandi, lex credendi. Sin embargo, está claro que la liturgia, sobre todo la eucarística, de por sí no pertenece al campo del pensamiento -y por tanto de la doctrina- sino al campo de la acción o del evento, en cuanto es acontecimiento y ejercicio público y oficial del culto divino cristiano como expresión suprema de la virtud de religión. Tanto es esto verdad que santo Tomás de Aquino reconduce la virtud de religión, si bien de modo no unívoco, a la virtud cardinal de la justicia, que evidentemente tiene que ver con la voluntad más que con el intelecto.
----------Santo Tomás de Aquino reconecta el ejercicio de la liturgia a la justicia, en cuanto la acción litúrgica en Cristo es un acto expiatorio y reparador, con el cual el hombre en Cristo ofrece al Padre la compensación por la ofensa infligida a causa del pecado.
----------Esto naturalmente no quita que también la liturgia tenga que ver con el conocimiento y con la verdad y de modo especial con la verdad de fe y por tanto con el dato revelado y con el dogma. De hecho, es verdad que la sagrada liturgia, en cuanto acción, no viene juzgada directamente con las categorías de lo verdadero y de lo falso, sino de lo bueno y de lo malo. Sin embargo, el bien no puede estar aislado de lo verdadero, ya que el problema del bien es prácticamente el problema del verdadero bien.
----------De aquí el hecho que la fe nos proporciona un concepto de liturgia y de especial modo un concepto de la Santa Misa, que es la acción litúrgica por excelencia, en base a la cual se edifica y se difunde la Iglesia, se escucha la Palabra de la Verdad, se recuerda y se reactualiza el sacrificio del Señor, se nos nutre de su cuerpo y de su sangre, se experimenta la unión de los fieles en la caridad, se recibe la fuerza para proseguir el camino, se es consolado en el sufrimiento, se pregusta la vida futura, se cumple nuestra salvación, se ruega por los vivos y por los difuntos y somos purificados de los pecados veniales.
----------El mencionado concepto de la liturgia y particularmente de la Santa Misa, siendo divinamente revelado a través de la Iglesia, es evidentemente un concepto inmutable, mientras que al mismo tiempo puede ser siempre indefinidamente profundizado y explicitado gracias al progreso teológico y a la experiencia de los Santos, un progreso que puede ser reconocido y canonizado por la Iglesia como progreso dogmático.
----------Así, el concepto de la liturgia y de la Santa Misa, con el Concilio Vaticano II ha estado sujeto a un cambio, que no ha sido traición o desmentida, sino desarrollo y esclarecimiento homogéneo y por tanto confirmación, del concepto precedente elaborado por el Concilio de Trento y por la encíclica Mediator Dei de Pío XII.
----------El Concilio Vaticano II propone una nueva doctrina acerca de la esencia de la Santa Misa respecto a la doctrina enseñada por el Concilio de Trento, si bien la doctrina tridentina está presupuesta. En efecto, para el Concilio de Trento la Misa es el ofrecimiento del sacrificio de Cristo hecho en modo incruento por el sacerdote en Persona de Cristo sacerdote y cabeza, para la remisión de los pecados. El Vaticano II agrega a esta noción el concepto de Misa como memoria ritualizante de la Última Cena bajo forma sacramental, hecha por el sacerdote en nombre del Pueblo de Dios y junto con el Pueblo de Dios (concepto de Asamblea celebrante) como factor de comunión con Dios y entre los hermanos y signo escatológico de la vida futura.
----------En entrambos conceptos, en uno como en otro caso, permanece siempre la esencia de la Misa en cuanto ofrecimiento incruento del sacrificio de Cristo hecho por el sacerdote in Persona Christi. Esta esencia o sustancia permanece inmutada en el Concilio Vaticano II, el cual sin embargo agrega el aspecto comunitario, convivial y escatológico, con una mirada particular a la perspectiva ecuménica.
----------La laudable atención a la ritualidad protestante ha sido sin embargo pagada con una cierta desatención hacia la liturgia de los disidentes orientales. Evidentemente se trata de una precisa elección hecha por el Concilio que podría también ser discutible. Sin embargo es necesario señalar que la simplificación del rito de la Misa operada por el Concilio, conserva en el nuevo rito una alta dignidad, por lo cual es un discurso puramente pretextuoso el de aquellos que quisieran responsabilizar al Concilio, vale decir, a la constitución Sacrosanctum Concilium y al Novus Ordo Missae establecido finalmente en 1970 por obra de san Paulo VI, una cierta banalización hoy lamentablemente frecuente de la celebración de la Misa.
----------Por cuanto respecta a la esencia de la Misa, es así descripta por el Concilio de Trento: "Is igitur Deus et Dominus noster, etsi semel se ipsum in ara crucis, morte intercedente, Deo Patri oblaturus erat, ut aeternam illis redemptionem operaretur, quia tamen per mortem sacerdotium eius exstinguendum non erat (Heb 7,24.27), in Coena novissima, ‘qua nocte tradebatur’ (1 Cor 11,13), ut dilectae sponsae suae Ecclesiae visibile (sicut hominum natura exigit), relinqueret sacrificium, quo cruentum illud semel in cruce peragendum repraesentaretur eiusque memoria in finem usque saeculi permaneret, atque illius salutaris virtus in remissionem eorum, quae a nobis quotidie committuntur, peccatorum applicaretur: ‘Sacerdotem secundum ordinem Melchisedech se in aeternum’ (Ps 109,4) constitutum declarans, corpus et sanguinem suum sub speciebus panis et vini Deo Patri obtulit ac sub eorum rerum symbolis Apostolis (quos tunc Novi Testamenti sacerdotes constituebat), ut sumerent, tradidit, et eisdem eorumque in sacerdotio successoribus, ut offerrent, praecepit per haec verba: ‘Hoc facite in meam commemorationem’, etc. (Lc 22,19; 1 Cor 11,24), uti semper catholica Ecclesia intellexit et docuit" (Denz. 1740).
----------Vertido al español: "Así, pues, el Dios y Señor nuestro, aunque había de ofrecerse una sola vez a sí mismo a Dios Padre en el altar de la cruz, con la interposición de la muerte, a fin de realizar para ellos la eterna redención; como, sin embargo, no había de extinguirse su sacerdocio por la muerte (Heb 7,24.27), en la última Cena, 'la noche que era entregado' (1 Cor 11,13), para dejar a su esposa amada, la Iglesia, un sacrificio visible, como exige la naturaleza de los hombres, por el que se representara aquel suyo sangriento que había una sola vez de consumarse en la cruz, y su memoria permaneciera hasta el fin de los siglos (1 Co 11,23 ss), y su eficacia saludable se aplicara para la remisión de los pecados que diariamente cometemos, declarándose a sí mismo constituido para siempre sacerdote según el orden de Melquisedec (Sal 109,4), ofreció a Dios Padre su cuerpo y su sangre bajo las especies de pan y de vino y bajo los símbolos de esas mismas cosas, los entregó, para que los tomaran, a sus Apóstoles, a quienes entonces constituía sacerdotes del Nuevo Testamento, y a ellos y a sus sucesores en el sacerdocio, les mandó con estas palabras: Haced esto en memoria mía, etc. (Lc 22,19; 1 Co 11,24) que los ofrecieran. Así lo entendió y enseñó siempre la Iglesia".
----------Así define el papa Pío XII en la encíclica Mediator Dei la esencia de la Misa: "En las celebraciones litúrgicas, y particularmente en el augusto sacrificio del altar, se continúa sin duda la obra de nuestra redención y se aplican sus frutos. Cristo obra nuestra salvación cada día en los sacramentos y en su sacrificio, y, por su medio, continuamente purifica y consagra a Dios el género humano" (n.42).
----------Y así el Concilio Vaticano II: "Mediante la Liturgia, sobre todo en el divino sacrificio de la Eucaristía, se ejerce la obra de nuestra Redención" (constitución Sacrosanctum Concilium, n.2). Y asimismo: "Cristo está siempre presente en su Iglesia, de modo especial en las acciones litúrgicas. Está presente en el sacrificio de la Misa, sea en la persona del ministro, 'ofreciéndose ahora por ministerio de los sacerdotes el mismo que entonces se ofreció en la cruz' (Conc.Trid. Sesión XXII, De Missae sacrificio, c.2, Denz.1740)" (Ibid., n.7).
----------Sigue diciendo en el mismo lugar la Sacrosanctum Concilium: "Con razón, pues, se considera la Liturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella los signos sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la santificación del hombre, y así el Cuerpo Místico de Jesucristo, es decir, la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público integral. En consecuencia, toda celebración litúrgica, por ser obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia, cuya eficacia, con el mismo título y en el mismo grado, no la iguala ninguna otra acción de la Iglesia" (Ibid.).
----------"La Liturgia es la cumbre hacia la cual tiende la acción de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su virtud" (Ibid., n.10).
----------Y finalmente, más adelante: "Nuestro Salvador, en la Última Cena, la noche que le traicionaban, instituyó el Sacrificio Eucarístico de su Cuerpo y Sangre, con lo cual iba a perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el Sacrificio de la Cruz y a confiar a su Esposa, la Iglesia, el Memorial de su Muerte y Resurrección: sacramento de piedad, signo de unidad, vínculo de caridad, banquete pascual, en el cual se come a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria venidera" (Ibid., n.47).
----------Es fácil ver la continuidad doctrinal en estos textos fundamentales de carácter dogmático, pero es posible también notar un cambio de visual ligado a la necesidad de los tiempos y a una ulterior profundización obrada por el Concilio Vaticano II respecto al Magisterio precedente.

88 comentarios:

  1. "La laudable atención a la ritualidad protestante ha sido sin embargo pagada con una cierta desatención hacia la liturgia de los disidentes orientales. Evidentemente se trata de una precisa elección hecha por el Concilio que podría también ser discutible."

    No se comprende lo que allí se dice.
    Entiendo que el CVII estuvo preocupado por acercarse a los protestantes. Pero qué quiere decir que esa atención a los protestantes haya sido "pagada" por la desatención a los ortodoxos? Gracias

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    1. Estimado Anónimo,
      la reforma litúrgica de la cual ha surgido el Novus Ordo Missae que venimos usando desde el Adviento de 1969, se había iniciado, a decir verdad por lo menos desde hacía un siglo antes, en los inicios del Movimiento Litúrgico, tan alabado por el papa Pío XII, quien lo calificó de "signo de la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia", y al cual el propio Pío XII llevó adelante, en varios sentidos, incluyendo la reforma de los ritos de la Semana Santa, siguiendo con las modificaciones al Misal, en 1962, por el papa san Juan XXIII. A estas iniciativas reformadoras, siguió la decisión reformadora del Concilio Vaticano II, con directivas muy precisas para la elaboración del nuevo Misal.
      Ahora bien, si usted, a partir de mi artículo, ha entendido la diferencia entre la inmutable lex orandi divina, y la contingente mutable lex orandi eclesialis, entonces podrá comprender que estas reformas llevadas adelante por el papa Pío XII (también deberíamos mencionar, antes, las reformas impulsadas por san Pío X), san Juan XXIII y san Paulo VI, son siempre a nivel de lex orandi eclesialis, como no puede ser de otra manera. Esta lex eclesialis es ley positiva, con la cual la Iglesia legifera teniendo en cuenta motivaciones de gobierno, pastorales, culturales, etc. Estamos por tanto en el ámbito de lo delicadísimamente pastoral, ámbito en el que juega la prudencia y justicia en el gobierno de la Iglesia, y ámbito en que los Papas no son infalibles, y por ende pueden equivocarse, o bien pueden recibir por parte de los fieles un respetuoso disenso (más allá de la obediencia con que debe ser aceptada toda decisión pontificia de disciplina litúrgica).
      Pues bien, la reforma del Misal impulsada por el Concilio Vaticano II estuvo claramente impostada por un acercamiento a la Cena del Señor de los protestantes, acercamiento ecuménico que, sin renunciar en nada ni contradecir la lex orandi divina, implica modificaciones en la lex orandi eclesialis en atención a elementos valiosos en el rito protestante, que podían ser mancomunados por el rito católico.
      Obviamente, esta decisión pastoral, esta opción ecuménica, en favor del acercamiento a los cristianos protestantes, implicó una desatención a los elementos que podían ser asumidos del rito disidente ortodoxo oriental. Se trató de una decisión pastoral, sobre la cual no está prohibido que los fieles ejerzan un respetuoso disenso si así lo estiman oportuno.

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  2. Lo paradójico es que para hacer ecumenismo con los protestantes (adoptando ¨rito protestante¨, como Ud dice, es decir herético, hicieron antiecumenismo con los tradicionalistas. Es un ecumenismo progre, un ecumenismo de dos pesos y dos balanzas...

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    1. Estimado Rubén,
      por cuanto respecta a la doctrina del ecumenismo, efectivamente, es una doctrina a la cual el Concilio ha aportado novedad doctrinal, y que es rechazada por los indietristas lefebvrianos, y malinterpretada por los modernistas (particularmente los rahnerianos). Efectivamente, usted tiene razón en afirmar en que buena parte del ecumenismo implementado en las últimas décadas es "anti-ecumenismo" o, al menos, no el auténtico ecumenismo enseñado e impulsado por el Concilio Vaticano II, y que tan necesario sigue siendo en la actualidad, como parte esencial de la obra de la evangelización del mundo.
      Por cuanto respecta a la consideración que en la doctrina sobre la liturgia el Vaticano II ha tenido por la Cena del rito protestante, efectivamente, se trata de una opción pastoral, por la cual el Concilio ha querido que la reforma del Misal Romano tuviera en cuenta los aspectos valiosos y positivos que pueden individuarse en el culto protestante.
      Por cuanto respecta a la adjetivación que usted hace de la Cena protestante como rito "herético", le hago presente que debemos distinguir a la persona herética o a la comunidad herética, respecto de su herejia en cuanto tal. Una cosa es la persona herética y otra cosa es la herejía, como pecado contra la fe divina. A este respecto, una vez más le hago presente a Ud. que no debemos substancializar el pecado (que es un acto) en el pecador. Todo pecador y todo acto del pecador no carece de aspectos buenos ontológica y éticamente considerados. De modo tal, y en lo que respecta específicamente a la Cena protestante, por más que ese rito sea utilizado por los protestantes para expresar herejías, no carece por ello de aspectos valiosos y positivos, que el papa san Paulo VI ha querido individuar, valorar e implementar también en el nuevo rito de la Misa.
      Por cuanto respecta a los "tradicionalistas", una vez más le hago presente la necesidad de evitar la ambigüedad de una palabra que, lamentablemente, no tiene hoy un uso preciso. Por eso, uno de los modos de aclarar tal ambigüedad es hablar de "sanos tradicionalistas", que son aquellos católicos que, siendo sensibles a la conservación de la Sagrada Tradición y de ciertas tradiciones respetables del pasado católico, son plenamente fieles al Magisterio del Concilio Vaticano II y del magisterio pontificio postconciliar, y claramente distinguibles de aquellos pseudo tradicionalistas o falsos tradicionalistas que, concibiendo mal la Tradición, ni son fieles al actual Magisterio de la Iglesia, ni obedecen a la actual disciplina litúrgica.
      En tal sentido, en el motu proprio del 2021 Traditionis custodes y en la anexa Carta a los Obispos, el papa Francisco se ha referido a estos segundos, a los que también ha llamado en otras ocasiones indietristas, que han usado el vetus ordo como bandera de lucha contra el Novus Ordo Missae, contra el Concilio Vaticano II y el magisterio pontificio postconciliar.
      Tal condena del Papa a los indietristas, y la correspondiente prohibición a éstos del uso del vetus ordo, se inscribe en un concepto de ecumenismo rectamente entendido, el cual, como lo indica claramente el n.3 de Unitati redintegratio implica no sólo el reconocer los aspectos comunes con el cismático, sino hacerle conocer los errores en los cuales el cismático se ha obstinado permanecer.

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    2. Genial. Saco dos conclusiones: 1) ojo con decirles heréticos a los protestantes, sólo es admisible decirles cismáticos y heréticos a los temibles filolefebrianos (ud mismo lo hace continuamente); 2) un rito herético, ideado por Cranmer o Calvino para atacar la fe católica, "no carece de aspectos valiosos y positivos" que pueden ser incorporados a la divina liturgia. ¿Y por qué no otros elementos positivos de otras religiones? Se podría incorporar a la Pachamama por ejemplo, o algún rito budista zen debidamente expurgado.
      No diga disparates.

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    3. Estimado Anónimo,
      comprendo su modo de pensar, y ya he leído muchas veces sus posturas al respecto, que usted repetidamente ha expuesto en este foro, en diversas modalidades. En cada caso, repetidamente le he dado la respuesta adecuada. Pero usted comprenda que es fatigoso para mí tener que repetirle mis argumentos, en fidelidad al Magisterio de la Iglesia. Dado que usted, alejado del Magisterio, vuelve a la carga con sus argumentos de siempre, comprenda que no tengo más remedio que hacer caso omiso a su obstinación. Si la Iglesia no ha podido lograr nada en sesenta años con los lefebvrianos, ¿por qué motivo podría yo esperar un milagro con usted? De todos modos, siempre hay esperanza.
      Por eso, permítame hacerle presente que es la Sede Apostólica (sirviéndose del DDF) la autorizada para declarar herejías en las expresiones públicas de algún fiel católico. No obstante ello, dentro de la competencia de un teólogo está el derecho de cualificar de sospechosa de herejía la doctrina de otro teólogo o fiel católico, a salvo el eventual juicio al respecto de la Santa Sede.
      En tal sentido, supongo que me ha leído a mí calificar repetidamente de herejía a algunas tesis de Karl Rahner, o de la misma manera a las principales tesis disidentes del Magisterio expuestas en la predicación del obispo Lefebvre y de sus seguidores. Ahora bien, esta calificación es simplemente genérica, y en el plano que le compete al teólogo, vale decir, de la "sospecha de herejía", porque, como le he dicho, la cualificación oficial de herejía le compete a la Sede Apostólica. Por ejemplo, en el caso mencionado de Lefebvre, ya se ha expedido al respecto san Paulo VI, en vida de Lefebvre, y lo propio han hecho san Juan Pablo II y Benedicto XVI.
      En segundo lugar, la calificación de "herejía" es adscripta a un católico. Por cuanto respecta a cristianos no-católicos, debemos distinguir la situación en la que se encontraron, por ejemplo, los primeros luteranos, seguidores de Lutero, que abandonaban la fe católica y rechazaban verdades de la fe católica, cayendo en la herejía, y la situación de los actuales luteranos y protestantes en general, que han nacido en el protestantismo y podrían estar en buena fe en sus diversas confesiones. Dígase lo mismo de Lefebvre, sus primeros secuaces, y los actuales lefebvrianos que han nacido en el lefebvrismo. No es nada fácil juzgar de la situación particular de cada uno de estos fieles cristianos no-católicos.
      Por cuanto respecta a su cualificación de "rito herético" atribuida a la Cena protestante, comprendo que para usted sea difícil entender la doctrina del ecumenismo, porque usted rechaza el Vaticano II y sus nuevas doctrinas, como el ecumenismo, y como las demás nuevas doctrinas del Vaticano II, que, al no aceptarlas, lo dejan a usted fuera de la comunión plena con la Iglesia (como Benedicto XVI dijo a los lefebvrianos). Sin embargo, no puedo menos que repetirle que en el culto de estos cristianos no-católicos han aspectos positivos y valiosos, que pueden y deben ser tenidos en cuenta.
      Por cuanto respecta a la Pachamama, como en otras ocasiones le he dicho a usted mismo, y a otros objetantes, una cosa es entender tal creencia como la veneración a la "Madre tierra" en cuanto realidad creada por Dios, y otra cosa distinta es considerarla una diosa a la par de Dios.
      Con respecto a mis "disparates", puedo comprender que sus modos expresivos sean habitualmente la descalificación de los demás a través de los insultos, las befas y el desprecio, porque Ud. lo viene haciendo una y otra vez en sus expresiones públicas en las redes. Sin embargo, una vez más, le pido que modere su lenguaje, y que tenga en cuenta que esta mi respuesta es una muestra de benevolencia, de misericordia (que no de justicia) a quien por sus expresiones irrespetuosas no le debería, en justicia, admitir comentarios en este foro.

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  3. Disculpen pero... veo el Summorum Pontificum, y veo el Traditionis Custodes... ¿Qué veo? Yo veo dos papas... pero uno solo de ellos ha conservado el munus

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    1. Estimado José,
      los documentos pontificios Summorum Pontificum y Traditionis custodes, son ambos actas magisteriales, de tenor en su mayor parte pastoral-disciplinar-gubernamental, con algunos aspectos también doctrinales.
      Son, cada uno, documentos de dos Papas en ejercicio del munus petrino, uno de Benedicto XVI y el otro de Francisco I. Diferentes, sin embargo, en cuanto legiferan de modo diferente respecto a la posibilidad de celebrar el vetus ordo. Y con pleno uso del derecho a legislar en materia contingente (de lex orandi eclesialis), el papa Francisco ha decidido en julio de 2021 modificar lo que anteriormente en 2007 el papa Benedicto había establecido.
      Por cuanto respecta al período en que convivieron ambos en el Vaticano, efectivamente, existían entonces dos Papas: en tal período, el Papa en ejercicio era y sigue siendo el actual Papa en ejercicio, el Papa Francisco, mientras que Benedicto XVI era entonces Papa emérito.

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    2. Solo uno es el verdadero Pedro. ¿Quién será ahora...?

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    3. Aquellos que son capaces de ver más allá de las sombras y mentiras de su cultura nunca serán entendidos, y mucho menos creídos, por las masas.

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    4. Pablo: le informo que yo también, como decía José, veo dos Papas cuando veo SP y TC... Tendré problemas de visión o estaré borracho?

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    5. Filemón: ¿dónde puedo encontrar en el derecho canónico el canon sobre el Papa emérito?

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    6. Hay un solo Pontífice que es guiado desde lo Alto de los cielos

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    7. Estimado Nicolás,
      el caso del Papa emérito no se había producido nunca hasta ahora en la historia. No se puede pretender que en el derecho canónico esté todo. Sino que el Derecho Canónico se enriquece precisamente cuando se presenta un caso nuevo y solo en este punto el código se actualiza.
      De todos modos, tenga en cuanta que el papa Benedicto XVI, en 2012, cuando todavía actuaba como Papa reinante, estableció para sí mismo algunas normas, por ejemplo dónde vivir, cómo vestirse, qué hacer.

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    8. Quizás sea el caso del emérito, pero no el caso de la abdicación de un papa. Juan Pablo II llevó su pontificado hasta el final, mostrando la ternura de su estado de enfermedad avanzada, el papa Benedicto debía hacer lo mismo, y nos habría evitado la desgracia de este pontificado ambiguo y confuso. Porque yo, como católico, criado a la sombra del Papa Juan Pablo II nunca hubiera esperado encontrarme a mí mismo llorando por ese magnífico Papa y su grandioso pontificado. Sabía que el Papa y yo estábamos en el mismo equipo con la mirada puesta en Cristo, percepción que no tengo con este Papa Francisco.

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    9. ¿Por qué no llevó la cruz hasta el final como lo hizo San Pedro? Y se hacía llamar vicario de Cristo, pero también Jesús murió en la cruz, ¿qué ejemplo tenemos? La iglesia está viva por la sangre de los mártires, hoy son todos señores...

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    10. El problema es entender por qué se ha tomado esta decisión en cambiar el Misal, toda la liturgia... una decisión que nadie había hecho en 2000 años. ¿No era más fácil seguir la tradición en algunos casos, aunque limitados, cosa que ya se había permitido? ¿Por qué iniciar algo que no está jurídicamente formulado, generando, como era fácil de prever, una gran confusión?

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    11. Estimado Leandro,
      usted debería tener en cuenta que el martirio es un don especial, que Dios no otorga a todos.
      El papa Benedicto XVI, como he dicho y repetido en muchas ocasiones, durante los años que luego de su abdicación siguió viviendo como Papa emérito, se dedicó a rezar y a ofrecer su cruz cotidiana por la Iglesia.

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    12. Estimado Mateo,
      en dos mil años de historia de la Iglesia ¡cuántos han sido ya los acontecimientos notables que han ocurrido, y que nunca antes habían ocurrido! Y entonces, ¿por qué no ver en la elección del Papa Francisco la novedad del Espíritu Santo?

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    13. ¿Y cuántos hechos se han producido en la iglesia durante los siglos, ejecutados por hombres que, aunque revestidos de túnicas sagradas, estaban palmariamente en el error y han ido contra lo que Cristo había llevado a cabo a través del Espíritu Santo?

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    14. si no entiendo mal, su intervención hace referencia al contexto de los anteriores comentarios de esta fila, vale decir, usted me parece que está criticando la institución del emeritado pontificio como si fuera una claudicación a la misión que le corresponde al Papa.
      Pues bien, tenga presente que la figura del Papa emérito ha sido fijada concordemente tanto por el papa Benedicto XVI, en referencia a sí mismo, cuando era todavía Papa en ejercicio, como por el papa Francisco, en referencia a Benedicto, Papa emérito.
      Por otra parte, tenga presente que un Papa puede caer en todos los pecados, pero no puede pecar contra la fe, es decir no puede caer en la herejía.

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    15. Concuerdo padre, y con dolor escribo todo esto... sin embargo las herejías no deben ser por fuerza escritas , basta que sean dichas y tenemos para oír de todos colores, tampoco deben ser por fuerza escritas, bastan los hechos.
      Y si los hechos no han sido directos en estos años siempre ha habido Obispos y Cardenales que han procesado las opiniones pontificas hasta convertirlas en documentos doctrinales, actas pontificias como Amoris y leatitia.
      Ejemplo llevar a San Pedro ante el altar la diosa Inca de la fertilidad Pachamama con muchos obispos que cantaban y poco antes estaban todos de rodillas en los jardines vaticanos adorándola con la cabeza hasta tierra justo a pocos metros de la cueva de Lourdes. Esa locura pagana sabemos quién la quiso.
      Estas cosas, con la presencia de un Papa ¿cómo tenemos que llamarlas? ¿Son un acto sacro del culto católico romano? Por favor! creo que lo mejor es rezar por los responsables...

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    16. Estimado Tito,
      en mi opinión es mejor no retornar siempre a repasar lo que ha sucedido con el triste episodio de la pachamama (a lo cual ya me he referido, y articuladamente, en artículos publicados en este blog). Conviene mirar ante todo al futuro con esperanza.

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    17. Estimado Juani,
      respecto a los dos Papas, la cosa es muy simple: uno estaba y está en ejercicio (Francisco) y el otro era Papa emérito (Benedicto XVI).

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    18. Padre, estos hechos y afirmaciones están escritos. No se puede cerrar los ojos ante estos hechos.

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    19. Estimado Nicolás,
      el Papa es el legislador del Derecho Canónico. Por tanto, le corresponde a él introducir en el Código un nuevo canon. Si, hoy por hoy, en el Código no existe la figura del Papa emérito, será tarea del próximo Papa insertar en el Código el canon relativo a la figura del Papa emérito.

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    20. Estimado Tito,
      este estado de ánimo suyo, recriminatorio, sin disponibilidad al perdón y a la comprensión, no es conforme al deber cristiano, sobre todo frente a un Papa, que es el Padre de nuestras almas.

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  4. Padre Filemón: usted ha escrito absolutas herejías! Le insto a que se convierta!

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    1. Rita: Pero el padre Filemón tiene razón, es precisamente así como él dice.

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    2. No diría herejías, pero sostener que un rito católico debe aceptar o acepta elementos de un rito herético es ofensivo a los oídos piadosos, malsonante y con sabor a herejía.
      Denzinger

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    3. Estimada Rita,
      pero usted no me dice de cuáles herejía me acusa. Quedo a la espera de que me las indique, para defenderme y responderle.

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    4. Estimado Anónimo,
      como antes le he indicado, le vuelvo a decir que no se puede considerar "rito herético", sin más ni más, a la Cena protestante, por las razones que ya le he argumentado. Se trata de culto a Dios, con aspectos valiosos y positivos, que deben ser reconocidos y valorados, en orden a procurar el retorno de estos hermanos cristianos que se han alejado de la Iglesia.
      Por el hecho de considerar que los cristianos ortodoxos orientales mantienen la enseñanza herética de rechazar la doctrina dogmática del Filioque, yo no puedo calificar de herético al rito que celebran.
      Por el hecho de considerar que los cristianos lefebvrianos mantienen la enseñanza sospechosa de herejía de rechazar el Novus Ordo Missae, las doctrinas nuevas del Magisterio del Concilio Vaticano II y de los Papas del postconcilio, yo no puedo calificar de herético al rito que celebran.
      Dado que usted se ubica en el mismo plano de incorrecta comprensión de la fe católica, tal como sucede con los lefebvrianos, comprendo que a Ud. le resulte "ofensivo a los oídos piadosos, malsonante y con sabor a herejía", el Novus Ordo Missae que ha tenido esta consideración pastoral hacia el rito de la Cena protestante. Pero comprenda que, si Ud. es plenamente consciente de esta su actitud hacia la Misa de san Paulo VI, su actitud es claramente cismática y sospechosa de herejía.

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    5. Padre Filemón: Ellos sólo acusan. Demostrar las razones de sus acusaciones es demasiado fatigoso para ellos...

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    6. Padre Filemón: Ud. me ha hecho pensar, y se lo agradezco.
      Está muy claro que la Misa con el rito que hoy celebra toda la Iglesia de rito romano, es decir la Misa de san Pablo VI, es una misa con aportes que se han reconocido valiosos y fructuosos provenientes del rito de la Cena del Señor protestante. Por lo tanto, es una Misa con intención pastoral evangelizadora-ecuménica (corríjame, por favor, si me equivoco). Por lo tanto, quien tal vez asiste a la Misa de Paulo VI pero a la vez entiende a la Cena protestante como un "rito herético", con todos sus elementos "heréticos" (algunos de los cuales han pasado a la Misa católica actual), entonces... no está entendiendo nada o casi nada de la Mia de Paulo VI, asiste a ella sin comprenderla...

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    7. Estimado Lucio,
      es cierto cuanto dices, pero hay que estar habituados a que se discuta sin discutir, vale decir, sin aportar argumentos (de razón o de fe) acerca de lo que se sostiene, sino sólo lanzando afirmaciones al aire como si se lanzaran escupitajos, o repitiendo siempre los mismos argumentos, sin nada nuevo que responder a las respuestas que les doy a mis interlocutores. Esto sucede muy a menudo, y mucho más en Argentina, donde el diálogo parece siempre un diálogo de sordos, o como un "boca-river" como ha dicho un lector.
      Pero la obra de la evangelización (que incluye la obra del ecumenismo) exige soportar estas cruces, y soportarlas con paciencia y misericordia.

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    8. Estimado Lucio,
      estoy totalmente de acuerdo con lo que Ud. dice.
      Casualmente, en las primeras horas de esta madrugada hemos eliminado una "respuesta" del tal Ludovicus (cuya ideología ya ha sido suficientemente expuesta en este foro) quien, sin responder a ninguna de las respuestas que acabadamente y suficientemente le dí a sus objeciones, simplemente me espetó que él asistía regularmente a la Misa de san Paulo VI, la Misa actual, y que eso era suficiente señal de que él no la rechazaba.
      Sin embargo, podemos preguntarnos ¿con qué actitud el tal Ludovicus va a la Misa de san Paulo VI?
      Y la pregunta surge natural, al advertir que ese lector considera totalmente "herético" el rito de la Cena protestante, del cual la Misa de san Paulo VI ha tomado también inspiración para la reforma litúrgica.
      Dadas las expresiones públicas del mencionado lector (y del blog de su propiedad o en el que escribe o en el que colabora, es lo mismo) acerca de su rechazo al Vaticano II, a la libertad religiosa, al ecumenismo y, en general a las doctrinas "nuevas" del Vaticano II, es dable suponer que va a la Misa de san Paulo VI sin entenderla, sin comprenderla auténticamente, como Ud. dice.

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    9. No puede llamar héretico al rito celebrado por la FSSPX, porque ése fue el rito romano durante siglos.
      Lo mismo lo celebrado por los cismáticos orientales.
      En cambio, la cena del Señor protestante fue concebida como anticatólica y es un rito inválido. No confecciona el sacramento de la Eucaristía.

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    10. Estimado Anónimo,
      nadie llama "herético" al rito celebrado por los lefebvrianos.
      La herejía es la "negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma" (CDC can.751). Eso, y nada más.
      Por tanto, no todo acto que brota de una persona que ha caído en herejía es acto herético. Por eso, le dije que no puede considerarse "rito herético" a todo lo que constituye la Cena protestante, por el hecho de que la celebren eventuales herejes. Del mismo modo, no porque los cristianos cismáticos orientales ortodoxos sean herejes celebran un rito herético; e igualmente, no porque los cristianos cismáticos de la FSSPX sean cristianos cismáticos que han caído en herejía, celebran un rito herético.
      Repito: no todo acto de un hereje es herejía.
      El cristiano que ha caído en herejía, en otros aspectos de su vida de cristiano puede estar actuando el bien. Un ejemplo entre tantos: la Iglesia ha comprendido bastante tiempo después que los protestantes la bondad del método exegético histórico-crítico para la comprensión de la Biblia. No por haber sido utilizado por protestantes, ese método exegético es "herético".
      Del mismo modo, el rito de la Cena protestante tiene elementos valiosos, quizás rescatados y conservados por los hermanos separados desde el culto cristiano antiguo, que la Iglesia ha juzgado, después del Concilio Vaticano II, que podían ser incluídos en la Misa reformada por san Paulo VI.
      No entra aquí para nada, ni tiene nada que ver, que un rito tenga antiguedad de siglos, ni que la Cena protestante no confeccione la Eucaristía, precisamente porque esa es una de las herejías de estos cismáticos.

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    11. No dije que Ud haya llamado herético al rito celebrado por la FSSPX ni al de los orientales cismáticos, todo lo contrario. Me referí a lo que Ud dijo en su mensaje del 6/8 a las 19:24.
      Pero lo que diferencio es las razones por las cuales esos ritos son heréticos y, en cambio, la Cena del Señor sí lo es.
      La cena del Señor protestante fue creada por sus autores para eliminar el sacrificio eucarístico. Esos autores antes de celebrar la cena del Señor, celebraban el Santo Sacrificio de la Misa. Protestaron contra esa y otras verdades católicas y crearon la cena del Señor. La cena del Señor es producto de esa protesta.
      Y la creación de la cena del Señor se hizo quitando lo sacrificial a la Santa Misa, no restaurando algún antiguo culto cristiano.

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    12. Estimado Anónimo,
      en efecto, yo también he tenido en cuenta mi anterior comentario de ayer a las 19:24.
      Pero veo que sigue Ud. sin comprender lo que le he explicado.
      El pecado de herejía es un acto, acto pecaminoso de un católico que niega alguna parte del depósito de la fe. La herejía sólo se adscribe a personas, a fieles católicos.

      En segundo lugar, para entender el punto que estamos discutiendo Ud. debe tener en cuenta lo que comporta la obra evangelizadora del ecumenismo, y la importancia que el ecumenismo tiene para el cumplimiento de la misión de la Iglesia. Por tanto, me remito al decreto Unitatis redintegratio, que Ud. debe tener en cuenta respecto a esto.
      Por ende, en este contexto ecuménico, Ud. debe remitirse al presente de la Iglesia, no al pasado.

      Si es cierto lo que Ud. dice, que el rito de la Cena protestante fue creado para "eliminar el sacrificio eucarístico", entonces debe también admitir que la modalidad ritual de la Misa elaborada por san Pío V fue construida precisamente con una marcada acentuación de las diferencias, para oponerse a las herejías de aquellos primeros protestantes.
      Precisamente por eso el Concilio Vaticano II ha querido dejar de lado esa modalidad de la Misa excesivamente polémica contra los protestantes. Porque el presente es distinto: se trata hoy de cristianos que no han abandonado el catolicismo, sino que tienen una fe en Cristo carente y con errores, por lo cual no están plenamente unidos a la Iglesia (en el fondo es la misma condición, en diverso grado de gravedad naturalmente, de los disidentes orientales y de los integristas cismáticos -los lefebvrianos por ejemplo-, pues carecen de partes del depósito revelado, y por eso no están plenamente unidos a la Iglesia).
      Se trata de mirar el presente, y no el pasado.

      Como Ud. no ha tenido en cuenta mis argumentos, y sólo ha repetido lo que ya me había dicho, entonces, si es su deseo proseguir este diálogo, creo que una pregunta que podría llevarnos a dar algún paso es la siguiente: ¿comprende Ud. la necesidad del ecumenismo tal y cual lo formula Unitatis redintegratio n.3?

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    13. A su pregunta: claro que lo comprendo.
      En esa línea, las iglesias grecocatólicas no usan el filioque en el Credo. Por una parte es ajeno a su tradición litúrgica y por otra rezan el credo nicenoconstantinopolitano tal cual fue formulado en esos concilios. Y eso claramente por razones ecuménicas.
      La modalidad ritual no fue elaborada por Pío V, sino codificada.
      Puede encontrar una edición de un misal de 1474 (96 años antes de la promulgación de 1570) con un texto idéntico. Y si lee a Jungmann, miembro importante de la reforma litúrgica verá que las oraciones de la Misa hasta la reforma litúrgica son muy anteriores en siglos a la reforma protestante.
      Sí, es cierto, que la antigüedad que pide Pío V de 200 es para evitar infecciones protestantes.
      Lutero celebró la Misa católica hasta que dejó de creer en el sacrificio y lo eliminó en su Formula Missae.
      Ahora bien, sobre aspectos sacramentales el tema protestante es muy difícil al no tener ellos Orden sagrado. Seguramente muchos luteranos tienen fe en la Eucaristía, pero no tienen sacerdotes.
      En esto suele ser aleccionador lo escrito por Scott Ham en Roma, dulce hogar, porque él narra en primera persona sus dificultades para abrazar la fe católica. Aunque también dice que Lutero jamás pronunció la expresión "sola scriptura" y que aún sobre el culto de hiperdulía a la Sma. Virgen ningún teólogo protestante supo refutar su argumento bíblico tomado del Magnificat "me proclamarán feliz todas las generaciones".
      Queda claro que los aspectos enunciados por el parágrafo 3 de UR "la Palabra de Dios escrita, la vida de la gracia, la fe, la esperanza y la caridad, y algunos dones interiores del Espíritu Santo y elementos visibles; todo esto, que proviene de Cristo y a El conduce, pertenece por derecho a la única Iglesia de Cristo" pueden encontrarse en comunidades protestantes.
      En la Iglesia no existió nunca una "Sant Cena" que no fuera Misa con transustanciación. Desde Nuestro Señor en la Última Cena hasta ahora así lo es. La cena protestante no es una forma primitiva de la Misa, es la negación del Sacrificio.

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    14. Y agrego: el actual protestante que participa de la Cena protestante (culpable o inculpablemente) niega el sacrificio, porque incluso esos ritos sin ineficaces para el Sacrificio.
      Eso no quita la bondad de esos cristianos, ni la fe que puedan tener en la Eucaristía (que desgraciadamente no tienen).

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    15. Estimado Anónimo,
      dado que Ud. me ha respondido afirmativamente a mi pregunta acerca de si comprende la necesidad del ecumenismo tal y cual lo formula Unitatis redintegratio n.3, entonces debo entender que Ud. comprende que el Concilio haya satisfecho esa necesidad ecuménica también al solicitar que se reformara el Misal Romano también teniendo en cuenta esta necesidad ecuménica (además de otros varios propósitos que se han cumplido al reformar el Misal).

      Por cuanto respecta al resto de su información, referida a la arqueología litúrgica, se la agradezco. Pero aquí ello no entra para nada en consideración.
      Lo que debe ser considerado en este tema es, por un lado de orden teológico, y por otro lado de orden disciplinar.
      Por cuanto respecta al campo teológico, en mi artículo he desarrollado argumentos que demuestran la continuidad entre lo dispuesto por el Concilio Vaticano II en la reforma litúrgica y el magisterio precedente.
      Por cuanto respecta al campo disciplinar, lo único que el fiel católico debe tener en cuenta, es que el Papa dispone del llamado poder de las llaves, en cuya competencia está el cambiar a su discreción las modalidades del divino rito de la Misa, no importa que las pasadas modalidades tengan siglos o milenios de antiguedad.

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  5. Querido padre Filemón: no hará falta que le recuerde a usted, que está habituado a estos "diálogos"..., que no existen peores sordos que los que no quieren oír... Pero admiro siempre su paciencia y mansedumbre, y también su perseverancia por insistir en rescatar a las ovejas perdidas en los escarpados o en los bosques impenetrables... y sus esfuerzos por hacerlas volver al redil...

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    1. Totalmente de acuerdo, Rosa Luisa

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    2. Estimadas Rosa Luisa y Herminia, les agradezco el consenso, y el acompañamiento que ustedes siempre me demuestran.

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    3. Estimada Rosa: Fr Filemón, "predica a tiempo y a destiempo", a los que están bien dispuestos y a los que no lo están, cuando recibe agradecimientos o cuando recibe injurias, cuando es elogiado y cuando es insultado... Se ha hecho para todos, y está disponible para todos. Tenga la plena seguridad. Recemos por él, para que siga cumpliendo con el mismo ánimo de siempre esta utilísima labor de refutar los errores y poner en alto la Verdad de Nuestro Señor.

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    4. Querido Berengario,
      gracias por tu consenso, y tu comprensión hacia mi labor. Te agradezco tu participación en este foro, y sabes que tú más que nadie tienes las puertas abiertas para intervenir con tus aportes, que nos vendrían muy bien, para dialogar con tantos que, no digo que se opongan a lo que escribimos, sino con tantos que ni siquiera leen los artículos ni se detienen a reflexionar sobre los temas que se tratan, sino que simplemente se oponen por oponerse, porque se consideran que están en el otro lado del río. Se trata sólo de ideología.

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  6. Estimado Filemón: por lo visto, se te ha venido encima y con furia... toda la Contra-Reforma!

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    1. ... la Contrareforma y la caballería lefebvriana...

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    2. Sergio Villaflores8 de agosto de 2024, 8:25

      Da pena, y brota en mí un sentimiento de compasión. Son cristianos sinceros, no puedo decir que no estén en buena fe, pero viven atados a una fantasía, a una película de Hollywood que les han puesto ante los ojos y de la cual no se separan, viven apegados al siglo XVI...

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    3. Querido Berengario,
      francamente fatiga bastante repetir las mismas cosas a personas que es evidente por sus intervenciones que ni siquiera han leído mi artículo, o los anteriores sobre este tema. No me hago muchas ilusiones de que les "entren las balas" como se dice; pero nuestra obligación como sacerdotes es predicar la Verdad de Cristo, "a tiempo y a destiempo", oportuna e inoportunamente.

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    4. Querido Ernesto,
      efectivamente, se nota el perfil filolefebvriano de la mayoría de los objetantes.

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    5. Estimado Sergio,
      me complacen mucho sus sentimientos de sincera compasión ante tantos descaminados en su fe y en su vida cristiana. Recemos por ellos, no los olvidemos en nuestras oraciones cotidianas, particularmente en nuestro Rosario, poniendo en las manos de María nuestros deseos de que abandonen de una buena vez y por todas la niebla densa de ideología en la que deambulan lejos de la guía del Vicario de Cristo.

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    6. Estimado padre Filemón: no abandone la tarea emprendida. Lo necesitamos, y necesitamos lo que usted hace. Su paciencia y sabiduría honran al sacerdocio católico.

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    7. Estimado Joaquin,
      gracias por su consenso y sus buenas palabras, que me ayudan para seguir adelante en esta tarea, confiando en que la gracia del Señor sabrá darle sus frutos.

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  7. Hace algunos años, el Estado del Vaticano auspició una mesa de conciliación y mediación en Italia para el llamado proyecto de ley Zan. .... Me parece que quizás.... era el momento de abrir ...antes de una decisión tan importante como la que se tomó con Traditionis Custodes...una Conciliación y Mediación.... un Concilio .... sobre este tema de la liturgia de la Misa... por lo que de una parte hay miedo a un Papa demasiado cercano a los protestantes y paganos... . y por otra parte, un temor hacia los "tradicionalistas" y los "indietristas" y los "rígidos" ! Estoy segura de que se podría haber encontrado un compromiso partiendo de la Iglesia de los primeros cristianos.... los recién salidos del Cenáculo... de Pentecostés... ¡Recemos para que no sea demasiado tarde para encontrar un Compromiso!

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    1. Estimada María Benita,
      creo también yo que el Papa haría bien en organizar una serena confrontación, esperanzadoramente fructuosa, entre los actuales partidarios del vetus ordo, y los que, fieles a la Iglesia de hoy, son partidarios del novus ordo, como debe ser. Un diálogo en benevolente atención a los apegados todavía al pasado, pero también ayudaría a aquellos que, en el sosten del Novus Ordo Missae, sin embargo, faltan a la caridad hacia los primeros, y, por otra parte, no tienen suficientemente en cuenta algunos aspectos todavía valiosos y rescatables del Misal de 1962, que bien podrían ser integrados a la práctica litúrgica actual con el Misal de san Paulo VI, actualmente la única lex orandi eclesialis.

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  8. Bueno, bueno... Ahora espero que la Misericordia se dé cuenta de la heterogeneidad ritualista del otro lado del mundo católico, la de los Obispos con olor a oveja, de las bendiciones alemanas "PROHIBIDAS" y ahora permitidas. Que son abusos hasta que se demuestre lo contrario. De lo contrario, esta atención especial hacia el Vetus Ordo (por otra parte, siempre celebrado según las rúbricas, a diferencia de las muchas carnavalescas hechas con el Novus delante) huele a selectividad ideológica. Parece que tenemos que esperar nuevas emociones y... explosiones... sobre este tema.

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    1. Estimado Antonio,
      el propio papa Francisco ha reconocido que existen los abusos en las celebraciones del Novus Ordo Missae. Pero, a buen ver, precisamente estos abusos confirman que la mayoría de los sacerdotes celebran de manera digna y según las normas.
      Ahora bien, en mi opinión, sin embargo, el problema está más aguas arriba, es decir, se da por el hecho de que los modernistas son herejes.
      ¿Qué es lo que quiero decir con esto? Que quizás algunos celebran también bien, pero ¿dónde está el daño que ellos hacen? El daño está que, aún celebrando bien el novus ordo, sin embargo, pueden estar (y de hecho no pocos están) difundiendo ideas, que te hacen perder la fe.
      Pero tú que frecuentas el vetus ordo (según creo entender por su intervención), ¿estás plenamente en comunión con las "doctrinas nuevas" del Concilio Vaticano II, como nos pidió a todos (pero especialmente a los lefebvrianos) el papa Benedicto XVI?

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    2. Por supuesto que sí, y allí donde yo no pudiera asistir al VO, participo tranquilamente en el NO. Y créame, como yo muchas otras personas. Todas ellas arrojadas al caldero de los cismáticos con una indelicadeza y un desparpajo desconcertantes.

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    3. Estimado Antonio,
      el Papa no es contrario al vetus ordo en cuanto tal, considerado en sí mismo. Esto debería resultar muy claro de una honesta y objetiva lectura, sin prejuicios, del motu proprio Traditionis custodes.
      Pero también es muy claro que el papa Francisco llama a todos los fieles católicos a la unidad, a través de la celebración del Novus Ordo Missae.
      El consejo que te doy, sime lo permites, es el de aceptar de buen grado las disposiciones de Traditionis custodes, sin sentirte un cismático.
      Y si me permites darte otro consejo, abre tu alma a tu Obispo, plantea tus reparos, y escucha lo que te dice.

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    4. Padre Filemón: esta llamada del Papa en TC a la unidad, disponiendo la "concesión" del VO al juicio de los distintos Ordinarios diocesanos (que -y es noticia fundada- estuvieron reaccionando de las formas más dispares, por lo que luego Roma decidió tener todo en sus manos) es por lo menos singular, produciendo de hecho nuevas divisiones, de otro modo no estaríamos aquí hablando.
      Me parece simplemente desconcertante la violenta motivación expresada en la carta a los Obispos de acompañamiento a TC, es decir, limitar el uso del VO en el rito romano debido a los fundamentalismos anticonciliares que produjo. Puesto que esto no es absolutamente cierto, ya que quien rechaza la validez del CVII tiene sus propias comunidades de referencia, ahora no en comunión con Roma, desde la FSSPX a Econe hasta los véterocatólicos y grupos similares, Me pregunto: ¿rechaza más el Concilio quien se atiene a las disposiciones de la correspondiente Constitución Conciliar (que preserva el sistema tridentino en una forma bien definida llamada luego "extraordinaria") o quien en 2021 dispone que 1970 sea el año cero del rito? Lo siento, estoy muy pero muy amargado. Y luego, repito, hay muchos más traidores del espíritu de unidad conciliar entre las filas de los modernistas que "usan" el NO que los notorios rubricistas del VO. Que, según los números, son un porcentaje muy pequeño (y perseguido) de los fieles.

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    5. Estimado Antonio,
      respondo punto por punto a sus dificultades.
      1. Usted dice: "Esta llamada del Papa en TC a la unidad, disponiendo la 'concesión' del VO al juicio de los distintos Ordinarios diocesanos (que -y es noticia fundada- estuvieron reaccionando de las formas más dispares, por lo que luego Roma decidió tener todo en sus manos) es por lo menos singular, produciendo de hecho nuevas divisiones, de otro modo no estaríamos aquí hablando".
      Respondo: Los Obispos son los mediadores naturales del Papa. No es para maravillarse que tomen decisiones diferentes los unos de los otros. No se trata de imponer una única línea de conducta para toda la Iglesia, salvo la voluntad del Papa de que los cismáticos, incluidos los lefebvrianos, retornen a la comunión con la Iglesia. Pero el método concreto para realizar este objetivo está confiado a la prudencia de los individuales Obispos según la diversidad de las situaciones. Existen amantes del VO que aceptan el Concilio y otros que no lo aceptan. Evidentemente, no pueden ser tratados de la misma manera. Si los obispos actúan con prudencia en casos individuales debería haber un movimiento hacia la recomposición del cisma.

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    6. 2. "Me parece simplemente desconcertante la violenta motivación expresada en la carta a los Obispos de acompañamiento a TC, es decir, limitar el uso del VO en el rito romano debido a los fundamentalismos anticonciliares que produjo. Puesto que esto no es absolutamente cierto, ya que quien rechaza la validez del CVII tiene sus propias comunidades de referencia, ahora no en comunión con Roma, desde la FSSPX a Econe hasta los véterocatólicos y grupos similares".
      Respondo: Pero precisamente es evidente que el Papa, al hablar de "recomposición del cisma" se refiere no solo a los anti Novus Ordo, se trate, por ejemplo, en Italia, de Viganò, Valli y Minutella, sino también a los lefebvrianos. No se puede negar que todos ellos (sin hablar de otros, incluso aquí en Argentina, como Peretó, Sosa Laprida, u Olivera Ravasi) consideran el VO como remedio a la Misa NO del Concilio.

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    7. 3. Usted dice: "Me pregunto: ¿rechaza más el Concilio quien se atiene a las disposiciones de la correspondiente Constitución Conciliar (que preserva el sistema tridentino en una forma bien definida llamada luego 'extraordinaria') o quien en 2021 dispone que 1970 sea el año cero del rito?".
      Respondo: Los modernistas rechazan el Concilio en el sentido de que dan una falsa interpretación, que supone una concepción evolucionista del dogma, concepción historicista y relativista. Por lo tanto son peores que los lefebvrianos, quienes al menos aceptan todos los dogmas y el magisterio de la Iglesia hasta Pío XII. Entiéndase bien: aceptan todos los dogmas solamente hasta 1958, porque rechazan todo el desarrollo dogmático hasta nuestros días (por eso los lefebvrianos no son sólo cismáticos, sino también sospechosos de herejía, como los propios Pontífices han expresado).

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    8. 4. Usted dice: "Hay muchos más traidores del espíritu de unidad conciliar entre las filas de los modernistas que 'usan' el NO que los notorios rubricistas del VO. Que, según los números, son un porcentaje muy pequeño (y perseguido) de los fieles".
      Respondo: El Papa no aprueba en absoluto los abusos litúrgicos de los modernistas, quienes además tienen un concepto herético de la Misa. Sino que, precisamente porque los modernistas son mucho más numerosos que los lefebvrianos y ocupan en la Iglesia muchos puestos de poder, el Papa puede fácilmente golpear a los lefebvrianos o minutellianos y no tiene la fuerza para poner en el lugar correcto a los modernistas. Por ejemplo, un hereje modernista como Andrea Grillo, que no cree en la transubstanciación, enseña tranquilamente en la Facultad Pontificia San Anselmo porque está protegido por la masonería, y he aquí que el Papa, como dijo él mismo, "tiene las manos atadas".

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    9. Clarísimo. Hay que ser fuerte con los débiles y débil con los fuertes. Magnífico ejemplo.

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    10. Estimado Anónimo,
      también he dicho que, en mi opinión, el Papa podría ser más enérgico contra los herejes, tanto los modernistas como los lefebvrianos. De todos modos, como ya he dicho, en estas cuestiones de prudencia de gobierno, el Papa no es impecable.
      El Papa no puede pecar contra la virtud de la fe, pero puede faltar en todas las demás virtudes, por ejemplo contra las virtudes de la prudencia y la justicia. De modo que entiendo perfectamente su estado de ánimo, que se sienta en cierto modo escandalizado que el Papa parezca "ser fuerte con los débiles y débil con los fuertes", como usted dice.
      Sin embargo, es muy difícil juzgar estas decisiones gubernamentales del Papa, desde nuestra concreta posición en el llano de la Iglesia, y no en sus vértices. Por lo demás, aún para los más estrechos colaboradores del Papa en la Curia Romana, les es difícil juzgar estas cosas, porque nadie cuenta ni con la visión de conjunto de la Iglesia con la que cuenta el Papa, ni nadie goza de la especial gracia de estado que el Papa tiene para obrar en estos asuntos, no para no pecar, sino para encontrar la mejor solución dada la situación.

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    11. con todo respeto, entonces en esencia está diciendo que un Papa que no puede (o no quiere) defender el corazón mismo del cristianismo, es decir el SS.mo Sacramento porque "tiene las manos atadas" por la masonería (a la luz de la cuestión VO/ NO) es un Papa que se preocupa por la Iglesia. Hemos aprendido algo nuevo. Como decir que Pedro fue un tonto por dejarse crucificar boca abajo, tanto los paganos romanos eran "mucho más numerosos" que los cristianos y podría haber tolerado los cultos neronianos. Un poco temerario como argumento, ¿no le parece?

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    12. Estimado Elvio
      cuando el enemigo es demasiado poderoso no puedes controlarlo, pero como se dice, hay que hacer una cara buena a un mal juego, jugar lo mejor posible con malos naipes, sacar el mejor fruto de una mala situación. Por otra parte, el martirio es un don extraordinario y no todos tienen este valor, incluso entre los Papas. Sin embargo, Cristo ha asegurado a cada Papa que puede conservar la fe y los sacramentos. Si un Papa muestra debilidad, la caridad nos dice que también debemos ser misericordiosos.

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    13. La cuestión, querido padre, es exactamente esa. Dado que tenemos la certeza de que un papa no puede caer en error o herejía, por un caso exclusivamente de escuela, en el momento en que esto sucediera (ya que existe el libre albedrío) ¿qué se concluye? Que esa persona no es el papa, aunque se comporta como tal. ¿O no?

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    14. Estimado Elvio,
      hasta donde alcanzo a entenderte (porque estimo que no te has explicado bien), me parece que retornas a la cuestión de dudar acerca de que el Papa es nuestro indefectible Maestro en la Fe, aunque sea falible en las demás virtudes.
      Por lo tanto, no tengo mejor respuesta que darte que la de remitirte a todas las ocasiones en que ya he explicado en qué consiste la infalibilidad del Romano Pontífice. Con algo de paciencia, podrás encontrar en este blog todas mis explicaciones.
      Por cuanto respecta a la legitimidad del papa Francisco, no debes tener la menor duda. El principal argumento es que ni los cardenales que participaron en el cónclave del 2013, ninguno de ellos, ni la Iglesia universal lo ha rechazado como Papa.

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  9. Usted, Padre, está olvidando que San Pío V codificó el Misal Romano y prohibió en cualquier momento a cualquiera de alterar el Sagrado Rito de la Santa Misa. ¿Cómo se puede decir que la nueva misa, que es protestante, sea la única verdadera misa, cuando la misa de San Pío V tiene sus orígenes en época apostólica? El Papa no tiene poder sobre todo...

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    1. Estimado Diego,
      la manera de expresarse de san Pío V hace cinco siglos tiene un carácter enfático, precisamente de aquel tiempo, por lo que no debe ser absolutizado.
      En realidad, san Pío V sabía mejor que nosotros que un Papa posterior podría cambiar lo que él había decidido, ya que solo al Papa se le permite establecer la disciplina a seguir en la celebración de los sacramentos.
      Por cuanto respecta a su afirmación de que el novus ordo Missae es filoprotestante es una afirmación suya totalmente falsa, y por desgracia Mons. Lefebvre cayó en ese mismo error, al que todavía están obstinadamente apegados sus actuales seguidores.

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  10. ¿Aceptar lo nuevo y dejar lo viejo? ¡Pero qué consejo es éste! Y sobre todo... ¿qué es lo que le hicieron a usted, respetable padre, para inducirle a este tipo de razonamientos?....

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    1. Estimado Mos,
      cuando se trata de cosas cotidianas y no inmutables, tomar lo nuevo y abandonar lo viejo es un principio general de buen sentido común.
      Por cuanto respecta a la cuestión del vetus ordo, mantiene su dignidad (dignidad que está enraizada en su esencia: es el Rito instituido por Nuestro Señor) y todavía se permite (en las debidas condiciones).
      Sin embargo, el el vetus ordo (o sea el Misa de 1962, porque de ningún otro rito estamos hablando aquí al decir vetus ordo) no puede ser puesto al mismo nivel que el Novus Ordo Missae.
      Tienes que preguntarte: ¿Por qué la reforma del Concilio Vaticano II ha querido que se elaborara un nuevo Misal? ¿No será para hacer algo mejor? ¿O quizás no confiamos en la sabiduría de la Iglesia cuando hace una reforma?

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  11. Bergoglio odia el V.O., no puede soportarlo, por eso quiere eliminarlo. Es aberrante como en el N.O. se trata al Santísimo Sacramento del Altar, los sacerdotes parecen más preocupados por decir lo suyo en sus homilías que nada tienen que ver con el Evangelio, que el celebrar lo que Jesucristo ha instituido con la Santa Misa. Es insostenible lo que el Papa ha establecido en Traditionis Custodes, eliminando la posibilidad de que los fieles asistan al V.O. ¿Cómo entender correctamente tales propósitos destructivos?

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    1. Estimado Hugo,
      respondo a sus objeciones punto por punto:
      1. "Bergoglio odia el V.O., no puede soportarlo, por eso quiere eliminarlo."
      Respondo: el papa Francisco no tiene nada en contra de la Misa vetus ordo, tanto es cierto esto, que no ha eliminado por completo el indulto para celebrarla, regulando su celebración bajo estrictas condiciones, eso sí.
      Lo que en esencia sucede -y esta es precisamente la motivación del motu proprio Traditionis Custodes- es que el Papa no puede admitir que este venerable rito o mejor dicho, esta venerable modalidad del Rito Romano, como es el Misal de 1962, sea instrumentalizado en sentido cismático, es decir contra el Concilio Vaticano II y contra el Magisterio de los Papas del postconcilio. El papa Francisco, si se mira bien, no puede admitir que el motu proprio Summorum pontificum del papa Benedicto XVI haya sido instrumentalizado para tales fines espúreos. Benedicto XVI promulgó en 2017 SP para sanar el cisma formal de los lefebvrianos y el cisma virtual de los filolefebvrianos, y ambos sectores le pagaron con la moneda del desprecio, de la hipocresía y de la instrumentalización de su gesto de benevolencia.

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    2. 2. " Es aberrante como en el N.O. se trata al Santísimo Sacramento del Altar, los sacerdotes parecen más preocupados por decir lo suyo en sus homilías que nada tienen que ver con el Evangelio, que el celebrar lo que Jesucristo ha instituido con la Santa Misa."
      Respondo: si usted considera el Novus Ordo Missae de san Paulo VI en sí mismo y bien celebrado, no puede dejar de reconocer que se trata de un rito de alto valor ceremnial, estético, espiritual devocional y pastoral.
      Pero el hecho es que, como reconoce el mismo papa Francisco, desgraciadamente existen abusos en su celebración.
      El consejo que le doy es no centrarse demasiado en estos abusos, sino tener presente que en muchas partes hay muchos sacerdotes, de hecho la enorme mayoría, por no decir la virtual unanimidad, que celebran con dignidad y devoción el novus ordo.
      ¿Es que usted acaso nunca los ha visto? Le doy un consejo, me lo permita o no me lo permita, porque es mi deber sacerdotal decírselo: al criticar los defectos de los demás evite ampliarlos, porque esto no es efecto de caridad, sino de maldad.

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    3. 3. "Es insostenible lo que el Papa ha establecido en Traditionis Custodes, eliminando la posibilidad de que los fieles asistan al V.O. ¿Cómo entender correctamente tales propósitos destructivos?"
      Respondo: le comprendo lo que usted me dice. De hecho, la cuestión de fondo que aborda el Papa en Traditionis Custodes no es la elección entre vetus ordo y novus ordo, porque el Papa no prohíbe el acceso al vetus ordo. Lo que le interesa al Papa es sanar el cisma, es decir hacer que los defensores del vetus ordo, quienes están contra el novus ordo y contra el Concilio, acojan a uno y otro.

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  12. Aviso para los lectores y comentaristas: en la segunda parte de este artículo, al llegarse a los 200 comentarios, parece que Blogger no permite más comentarios. Mientras intentamos solucionar esta limitación, o desbloquearla (aunque no sé si esto será posible), sugiero a los interesados en seguir comentando sobre este tema, lo hagan aquí, en la primera parte, o en cualquier artículo que tenga menos de 200 comentarios.

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  13. Si yo fuera el Papa y leyese estos comentarios muy negativos sobre el propio Papa y la Iglesia universal, excomulgaría inmediatamente a sus autores, si pudieran ser identificados. Es gente así la que arruina el hermoso rostro de la Iglesia. Se pueden leer todos los libros que se quiera, ser muy instruído y tener todos los títulos académicos, pero es necesario recordar que juzgar no es cristiano, es diabólico. Y quienes así juzgan están haciendo bien el trabajo del diablo de sembrar discordia y desavenencia en la Iglesia. Felicitaciones.

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    1. Es muy paradójico Spadoni, termina un comentario condenando a los que juzgan y lo comienza juzgando y diciendo lo que le haría a la gente que le disgusta. Es una reactualización de la parábola del fariseo y el publicano.

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    2. Estimado Máximo,
      ciertamente, todo Papa, por derecho divino, es custodio y conservador de la Tradición. Hablar de un Papa que no conserva la Tradición no tiene sentido, porque es como decir que no es Papa. Lo que significa entonces que el Papa Francisco, Papa actualmente reinante, conserva la Tradición por derecho divino.
      Por cuanto respecta a los Papas del postconcilio y las doctrinas del mismo Concilio Vaticano II, hay que tener presente que para un católico las doctrinas de fe enseñadas por ellos (por el Concilio y por los Papas del postconcilio) son infalibles, por lo que acusarlos de herejía hace herético al propio acusador.
      Ahora bien, lo que he dicho nos indica que actualmente existen muchos que son herejes (al menos materialmente, pues pueden estar en buena fe). Es cierto, como usted dice que serían pasibles de una sanción disciplinar canónica, que bien podría ser la excomunión. Pero corresponde al Obispo diocesano y al Papa juzgar la prudencia y justicia de irrogar esta punición.
      Ahora bien, la medida disciplinar de la excomunión pareciera que en la actualidad podría no tener suficiente sentido práctico. En otras sociedades del pasado, en régimen de cristiandad, donde el ser católico y el obrar católicamente tenía repercusiones civiles y de hecho era necesario vivir según la fe católica, que el Papa o el Obispo excomulgara a un fiel, significa también que moría prácticamente a la vida civil. Esto no ocurre en la actualidad, y la excomunión puede entonces no servir para nada. Por supuesto, como bien sabemos, existen casos en que los Obispos o el propio Santo Padre, entienden que la excomunión es necesaria para que ciertos fieles que han caído en herejía no causen más daño en el interior de la Iglesia, y estos son por ejemplo los recientes casos del padre Minutella o de mons. Vigano.

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    3. Estimado Anónimo,
      tenga usted en cuenta que el señor Máximo Spadoni comenzó su intervención diciendo "si yo fuera el Papa". De hecho también podría haber dicho: "si yo fuera el Obispo".
      Ahora bien, usted sabe que el Obispo en su diócesis, y el Papa en la Iglesia universal, tienen competencia jurídica para juzgar los casos de cisma y de herejía y, por tanto, tienen el poder para irrogar la medida disciplinar de excomunión.

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  14. Antonio Pellegrini12 de agosto de 2024, 15:25

    Estimado padre Filemón, le contesto aquí, porque en el otro post ya no se pueden añadir comentarios.
    Respondiendo a su pregunta... Sí, lo encuentro cambiado, y en muchos aspectos, eso es lo que me parece a mí también, veo que ha cambiado, si es que ha cambiado, en su manera de afrontar ciertas cuestiones. Para nosotros es una sensación, para usted quizás serán nuevas o viejas convicciones.

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    1. Estimado Antonio,
      si usted, al decir que he cambiado en mis artículos y en mis respuesta en el foro, se está refiriendo a las críticas que hago al Papa, le puedo responder he mitigado estas críticas, porque he notado que desde hace tiempo el Santo Padre se controla más, por lo tanto no noto más esa sucesión de frases extrañas que antes sucedían con mucha frecuencia.
      Por otro lado, ahora siento más la necesidad de defender al Papa, porque noto un aumento de críticas resentidas y ataques ofensivos.

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