jueves, 22 de agosto de 2024

¿El Dios de los buenistas? Un Dios dialéctico (4/6)

¿Por qué en la teología que subyace al buenismo, el ser y el no-ser, lo verdadero y lo falso, el bien y el mal, están también en Dios? El motivo es simple: porque esta "teología", si así podemos llamarla, no sabe concebir a Dios sino en cuanto esencialmente conectado al mundo, como dice Hegel: "Dios sin el mundo no sería Dios", en esto en perfecta línea con Lutero, por lo cual Dios no puede existir sino como Dios encarnado. Ahora bien, es evidente que en el mundo existe lo verdadero y lo falso, el bien y el mal. Pero si Dios coincide con el mundo, entonces es claro que verdadero y falso, bien y mal, existen en Dios, más aún, Dios es su principio, si es verdad que es el creador del mundo. [En la imagen: fragmento de "El sermón y las obras del Anticristo", o "La predicación del Anticristo", fresco pintado entre 1499 y 1602 por Luca Signorelli, en la Cappella di San Brizio, en Orvieto, Italia].

La escatología y la soteriología balthasariana
   
----------Si queremos encontrar los orígenes de la escatología y de la soteriología balthasariana, además de Plotino, de la Cábala y del precedente de Hegel, debemos remontarnos a Jakob Böhme, del que Hegel mismo se inspira para su concepto dialéctico de Dios, síntesis del bien y del mal. Para Hegel el ser absoluto, para ser tal, debe contener en sí mismo también el mal, la unidad de los opuestos:
----------"Si Dios es la esencia absoluta, cabe preguntarse: ¿qué Esencia absoluta es ésta, que no tiene en sí toda realidad y principalmente el mal? Por tanto, Böhme tiende por tanto [...] a poner en claro cómo el mal se contiene en el bien, lo que es un problema de la época actual".
----------Böhme tiene "la idea más profunda de Dios, que se esfuerza por llevar o unir en unidad las oposiciones más absolutas, pero no por la razón pensante. Diremos pues en breve que Böhme ha luchado para entender en Dios y de Dios lo negativo, el mal, el diablo, para captar a Dios como absoluto".
----------"La idea central de Jacob Böhme es la tendencia a mantenerlo todo dentro de una unidad absoluta, pues lo que trata de poner de relieve es la absoluta unidad divina y la armonía de todas las contradicciones en Dios. Su pensamiento fundamental, y hasta podríamos decir su pensamiento único, que se percibe y manifiesta a través de todo, consiste en general en concebir la sagrada Trinidad a través de todo, en conocer todas las cosas como su revelación y representación, viendo en ella, por tanto, el principio general en el cual y a través del cual existe todo, y de tal modo, además, que todas las cosas sólo encierran dentro de sí esta Trinidad divina, no como una trinidad de representación, sino como la trinidad real de la idea absoluta. Cuanto es sólo es, según Böhme, esta Trinidad; esta Trinidad lo es todo. El universo es para él, por tanto, una vida divina y una revelación de Dios en todas las cosas, por donde la Esencia una de Dios, que es la suma y compendio de todas las fuerzas y cualidades, nace eternamente el Hijo, quien resplandece en aquellas fuerzas; la unidad interior de esta luz con la sustancia de las fuerzas es el Espíritu. [...]
----------Lo primero es Dios, el Padre; este algo primero, es, al mismo tiempo, algo distinto de suyo y la unidad de ambos. 'Dios lo es todo —dice Böhme—, es las tinieblas y la luz, el amor y la cólera, el fuego y la luz; pero se llama solamente Dios, por la luz de su amor. Entre la luz y las tinieblas hay un eterno contrarium: ninguno capta al otro ni puede ser el otro, y se trata, sin embargo, de una esencia una, pero distinta por el tormento; también por la. voluntad, a pesar de lo cual no estamos ante una esencia discernible. Sólo un principio la separa: lo uno en lo otro es una nada y, sin embargo, es, aunque no se manifieste en cuanto a la cualidad en que es'." (Lecciones sobre la historia de la filosofía, ediciones del Fondo de Cultura Económica, México 1985, vol. III, pp. 233-236).
----------De esta concepción böhmiana de Dios, Hegel ha partido para sostener que nuestra razón puede saber no solo por qué Dios es uno, sino también por qué es trino. Él no pone en Dios solo el uno, sino también el dos, es decir la oposición, que se encuentra en cambio solo en la criatura, como por ejemplo la distinción de esencia y ser o la oposición entre bien y mal. Ahora bien, en cambio, en la naturaleza divina no hay ninguna oposición o composición, porque la esencia divina es simplisísima, es puro acto de ser. Dios en su esencia es absolutamente Uno. Sobre esto Platón, Aristóteles, Plotino y Mahoma tienen razón con Abraham y Moisés.
----------Pero nuestro Señor Jesucristo nos dice que en Dios también está el Tres. Por consiguiente, aquí debemos hacer un acto de fe, porque con nuestra sola razón de ninguna manera podemos entender por qué en Dios exista el Tres, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Pues bien, el error de Hegel, que ha sido engañado por Böhme, fue pretender saber racionalmente, y saber con necesidad lógica, por qué en Dios exista el Tres.
----------Para hacer esta demostración, Hegel ha utilizado el Dos, que en realidad no existe en Dios, sino solo en la creatura, y en la creatura estos dos son los pares o las parejas: esencia y ser, ser-no-ser (ser-nada), sí-no, bien-mal, vida-muerte. En Hegel no se trata de negar el principio de no-contradicción, como muchos han reprochado a Hegel con cierta razón, porque él no se explica con claridad, sino que se trata de oposición conflictual, lo cual puede ocurrir en la creatura, pero ciertamente no en Dios. En cambio, Hegel, utilizando esta dualidad, pretendió demostrar la Trinidad con la famosa dialéctica.
----------De esta visión dialéctica de Dios surge la actual idea buenista, la cual considera que el pecado es perdonado en el mismo momento en que es cometido, sin necesidad de arrepentimiento ni de penitencia, porque Dios no exige que la voluntad de mala se convierta en buena, sino que simplemente considera buena la mala voluntad. En definitiva, Dios mismo quiere el pecado, pero al mismo tiempo lo niega. No es un Dios del puro sí, sino un Dios del sí-no. Es la llamada "justificación forense" de Lutero, un eufemismo ofensivo del juicio forense, lo que sería mejor llamar justificación simulada.
----------Así, si vamos a examinar los orígenes históricos de este Dios más bueno que Jesucristo, nos daremos cuenta de precedentes muy interesantes que nos llevan a descubrir que este Dios super-buenísimo es al mismo tiempo autor del pecado, de la muerte e idéntico al demonio. Veamos esos precedentes.
----------Todo comienza con la interpretación cabalística del pecado original. De esta interpretación resulta que el verdadero Dios, el Dios liberador del hombre, que revela al hombre su dignidad, no es el Padre que está en los cielos, sino la serpiente. Es el demonio que revela a Adán que su creador es un tirano celoso del hombre, al cual tirano es posible arrebatar el poder (véase el mito de Prometeo) precisamente comiendo del árbol del bien y del mal. Es interesante cómo Hegel interpreta precisamente de esta manera el relato del pecado original, en Lecciones sobre la filosofía de la religión (véase también el libro de Eric Fromm, Y seréis como dioses). Satanás como símbolo del Dios liberador es una figura conocida de la masonería esotérica.
----------Según esta interpretación el Dios liberador no es el Dios creador, sino el demonio: es él y no Cristo quien diviniza al hombre precisamente realizando la acción que Dios había prohibido, de modo que el hombre pecando se encuentra desnudo y es castigado con la muerte; pero ya está en posesión del conocimiento del bien y del mal, que le permitirá liberarse de Dios y seguir al demonio, su verdadero Dios.
----------Sin embargo, en este punto es necesario distinguir la interpretación cabalística de Dios, que es anticristiana, de la interpretación gnóstica pseudocristiana que se inspira en Plotino y en el dualismo iraní. Aquí Cristo aparece sí como Salvador, pero no en el presupuesto de un Dios, cual es verdaderamente el Dios bíblico, justo y misericordioso, sino de un Dios bueno y a la vez malo como el cabalístico, que por lo tanto es el autor del bien y del mal y como tal exculpa al hombre, el cual se salva en Cristo sufriendo y pecando: justus et peccator.
----------He aquí, pues, el origen de este Dios buenísimo y misericordiosísimo, que no castiga a nadie. Nos daremos cuenta de que es un Dios imaginario, un Dios de conveniencia, en absoluto nada "bíblico", un Dios in usum serenissimi delphini, es decir, tal como para dejar libres a los hombres de cometer todos los pecados que quieran, y que por lo demás no pueden no querer a causa de la "concupiscencia" o de la "fragilidad" humana, pecados que de este modo ya no son pecados, por lo que no son castigados en absoluto sino que son excusados y perdonados en una eterna felicidad después de la muerte, aquella que ellos llaman "salvación", sin aclarar o admitir que la salvación consiste precisamente en ver en el cielo, puros de todo pecado, el rostro del Dios al cual se ha obedecido en esta tierra.
----------Sucede así que este Dios dialéctico, preparado por la Cábala y por el emanacionismo plotiniano, ya propuesto por el gnosticismo del siglo III, teorizado por Hegel y precedido por el místico luterano Jakob Böhme, aparece hoy en gran estilo en la teología de Von Balthasar, de Teilhard de Chardin y de Rahner.
----------Es necesario decir entonces que este Dios de la misericordia, de la ternura y del perdón, este Dios no solo bueno sino demasiado bueno, se revela al mismo tiempo, al final del círculo dialéctico, precisamente por su estructura dialéctica del sí-no, como estamos viendo, como el Dios de la más grande crueldad y maldad.
----------¿De qué depende este sorprendente aunque inevitable cambio o inversión? De una metafísica que no sabe concebir el puro ser sin negarlo con nada, no sabe concebir el ser sin el no-ser, un bien puro sin el mal, un sí puro no ligado al no, la afirmación sin la negación, algo cierto que no puede ser negado.
----------No sabe concebir una verdad que no pueda ser puesta en duda, no sabe concebir un bien puro libre del mal, un actuar sin sufrir; sino que acto bueno y acto malo van siempre juntos; verdadero y falso, alegría y sufrimiento, vida y muerte van siempre juntos también en Dios. Se trata de un pensar por oposiciones que no sabe liberarse o no quiere librarse de la conflictividad y de la contradicción.
----------¿Por qué estas parejas inescindibles? Porque se confunde lo real con el pensamiento, la metafísica con la lógica. Doy un ejemplo: en el plano lógico de los conceptos, yo entiendo lo que es el bien comparándolo con el mal y viceversa. Es normal que los dos opuestos en mi mente estén juntos: uno llama al otro, el uno se entiende a la luz del otro. Ahora bien, ¿qué puede pasar? Que si yo, como hacen los idealistas, me encierro en mi pensamiento y, como dice Husserl, "pongo entre paréntesis lo real", mis ideas vienen a sustituir la realidad y como se basan en los contrarios, he aquí que veo toda la realidad hecha de pares o parejas de contrarios.
----------Este es un pensar que tiene el gusto de poner juntos cosas recíprocamente incompatibles, un pensar que excluye lo que debería incluir e incluye lo que debería excluir, que contrapone cosas que deberían estar unidas y confunde lo que debería ser distinto. Es un pensar desleal, divisivo, confusionario, viscoso, basado en la doblez, la ambigüedad, la mentira y la hipocresía.
----------Pero ¿por qué el ser y el no-ser, lo verdadero y lo falso, el bien y el mal, están también en Dios? El motivo es simple: porque esta "teología", si así podemos llamarla, no sabe concebir a Dios sino en cuanto esencialmente conectado al mundo, como dice Hegel: "Dios sin el mundo no sería Dios", en esto en perfecta línea con Lutero, por lo cual Dios no puede existir sino como Dios encarnado.
----------Ahora bien, es evidente que en el mundo existe lo verdadero y lo falso, el bien y el mal. Pero si Dios coincide con el mundo, entonces es claro que verdadero y falso, bien y mal, existen en Dios, más aún, Dios es su principio, si es verdad que es el creador del mundo.
----------La tesis sostenida por Karl Rahner de que la Trinidad no existe sino como Trinidad "económica", es decir encarnada, se sitúa en la misma línea de la teología de Lutero y de Hegel. Para estos teólogos es impensable que Dios hubiera podido existir solo, incluso sin crear el mundo. Para ellos, Dios no es creador por voluntad, sino que es creador por esencia. Para ellos, si Dios no hubiera creado el mundo y no se hubiera encarnado, no habría sido Dios. Él mismo se ha completado con la creación.
----------Soloviev da una perfecta descripción del Dios dialéctico de Hegel que, para ser Dios, debe incluir en sí también su negación y por tanto el mal, en cuanto que el mal es concebido como elemento perfectivo del ser, sin el cual el ser sería defectuoso y por lo tanto no absoluto. Dice Soloviev en su tesis del año 1874 contra el positivismo, La crisis de la filosofía occidental:
----------"La necesidad y el principio motor del proceso dialéctico están incluidos en el concepto mismo de lo absoluto. En cuanto tal, no puede tener una relación puramente negativa con respecto a lo que se le contrapone (que no es absoluto, sino finito), sino que debe encerrarlo en sí mismo"; lo finito es concebido como negación no solo lógica, sino real del absoluto infinito, "porque de lo contrario, si lo tuviera fuera de sí mismo, sería limitado y finito, vendría a ser el límite autosuficiente del absoluto, que de tal modo se transformaría él mismo en finito.
----------En consecuencia, el auténtico carácter del absoluto se manifiesta en la autonegación", la kénosis divina como la entiende Von Balthasar, Cristo en el infierno, Dios contra Dios, "en el hecho que él pone su contrario o su otro", es decir el mundo, "el cual, en cuanto puesto por el absoluto mismo, es su reflejo; el absoluto, entonces, este su ser-fuera o ser-otro se encuentra a sí mismo".
----------He aquí el tema böhmiano del sujeto que tiene necesidad del objeto para conocerse, "como unidad realizada de sí mismo y del propio otro", unidad de sí y de no, de bien y de mal, de Dios y del mundo. "Ahora bien, dado que lo absoluto es lo que está en todo, este mismo proceso viene a ser la ley de toda realidad", de aquí el todos salvados y todos condenados. "La fuerza de la verdad absoluta, que se esconde en todas las cosas rompe los límites de las determinaciones particulares, las libera de su inmovilismo, obliga a una a pasar a la otra y a volver a sí misma en una nueva forma más verdadera y libre.
----------Es en este movimiento, que está presente en todo y da forma a todo, que hay que buscar todo el sentido y toda la verdad de lo que existe, ese vivo nexo que une íntimamente todas las partes del mundo físico y espiritual entre ellas y con el absoluto. El cual absoluto, entonces, fuera de este nexo, si se redujera a algo independiente", es decir, trascendente y subsistente por sí mismo independientemente del mundo y del mal, "no existiría en absoluto", donde vemos que la concepción dialéctica de Dios se une al mismo tiempo con el panteísmo y con el ateísmo.

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