miércoles, 14 de agosto de 2024

El cardenal Ejk y la reciprocidad varón-mujer

En la actual atmósfera de sobreexcitación, pero también de grandes oportunidades, que estamos viviendo en la sociedad civil y en la Iglesia, sacudidas por una profusa y nunca vista corrupción sexual, pero al mismo tiempo estimuladas por nuevas sugerencias e incitaciones que nos hacen presagiar y esperar un progreso de la reciprocidad varón-mujer como factor de sinodalidad eclesial y mejora de la convivencia civil, me parece útil citar una importante conferencia del cardenal Willelm Jakobus Eijk, arzobispo de Utrecht, y ponerla en relación con textos del "Instrumentum laboris" para la Segunda Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos a celebrarse durante el mes de octubre próximo.

----------Considero útil para los lectores recordar el texto de una docta conferencia ofrecida por el cardenal Willelm Jakobus Eijk, arzobispo de Utrecht, sobre el tema La antropología cristiana y la teoría del género, ofrecida hace algunos años atrás, durante el Encuentro de las Comisiones doctrinales europeas en Esztergom, el 14 de enero de 2015. La conferencia, en lengua italiana, puede ser encontrada por el lector en este enlace.
----------Aunque las palabras del Cardenal en la citada conferencia son ya de hace algún tiempo, he considerado oportuno señalarlas por el hecho de que todos sabemos muy bien cuál es la atmósfera de sobreexcitación, pero también de grandes oportunidades, que estamos viviendo tanto en la sociedad civil como en la Iglesia, sacudidas por una profusa y nunca vista corrupción sexual, pero al mismo tiempo estimuladas por nuevas sugerencias e incitaciones que nos hacen presagiar y esperar un progreso de la reciprocidad varón-mujer como factor de sinodalidad eclesial y mejora de la convivencia civil.
----------Quisiera que el lector tomara sobre todo en cuenta el siguiente pasaje del Cardenal Ejk en su conferencia del año 2015, donde el arzobispo holandés menciona elogiosamente estudios del docto teólogo dominico padre Giovanni Cavalcoli, en ensayos y conferencias que se remontan a cuarenta años atrás: "Cavalcoli, siguiendo a Maritain (Approches sans entraves, Fayard, París 1973, p.194), asume que hay una cierta diferencia entre el alma del varón y la de la mujer, como una diferencia entre dos subespecies: no puede tratarse de dos especies; de otra manera la unidad de la humanidad se rompería.
----------El alma del ser humano no es una simple forma sustancial sino que es también subsistente, porque puede existir separada de la materia después de la muerte. El alma humana tiene, por tanto, una cierta posición intermedia entre las formas sustanciales que desaparecen después de ser separadas de la materia y los espíritus puros, los ángeles, que son solamente forma sustancial y, por lo tanto, cada uno de ellos una especie.
----------Esta posición intermedia del alma humana ¿no admitiría también la posibilidad de una posición intermedia entre la diferencia material propia del ámbito de la animalidad y la diferencia específica, propia del mundo de los puros espíritus? La diferencia entre el alma del varón y la de la mujer ¿no sería, por tanto, material o específica sino semi-especifica o en las palabras de Maritain "sub-específica"? Si esto fuera así, también habría una diversidad y mutua complementariedad espiritual entre la personalidad masculina y la femenina. Véase G. Cavalcoli, Sulla differenza tra l’anima dell’uomo e quella della donna,” in: L’anima nell’antropologia di S. Tommaso d’Aquino, A. Lobato (ed.), Milano: Massimo, 1987, pp. 227-234".
----------A decir verdad, completando las palabras del Cardenal y en cierto modo corrigiéndolas, las fuentes de aquellas reflexiones del padre Cavalcoli no son solo de Jacques Maritain, el mayor filósofo y teólogo tomista que la divina Providencia nos donó en el siglo pasado, sino también y sobre todo los más amplios horizontes de la ética sexual abiertos por el papa san Juan Pablo II hacia la protología y hacia la escatología en sus famosas Audiencias Generales celebradas desde 1979 hasta 1983. Estas enseñanzas del Papa han sido recogidas y comentadas por Cavalcoli en su libro La coppia consacrata (ediciones ivereIn, Monopoli 2008).
----------Por cuanto respecta a las referencias que en su conferencia hace el cardenal Ejk a Santo Tomás de Aquino, es necesario tener presente que en el Aquinate, acerca de la cuestión de la dignidad de la mujer, se verificó un cambio o evolución de su postura desde su obra juvenil del Comentario a las Sentencias hasta la obra de su madurez que fue la Suma de Teología.
----------En su juventud Tomás estuvo bajo marcada la influencia de Aristóteles, quien, como se sabe, consideraba al sexo femenino, como un sexo masculino no totalmente logrado. Profundizando Tomás en el dato revelado, que muestra la dignidad de la mujer, el Aquinate se dio cuenta perfectamente de que ser mujer es un mérito, y no un defecto, sino que se refiere, como el Aquinate escribe, a la perfección del individuo (pertinet ad perfectionem individui). De ahí su doctrina de la resurrección del varón y de la mujer, que encontramos en las enseñanzas de santo Tomás. Por consiguiente, en su madurez, ya Tomás no consideraba a la mujer un mas occasionatus.
----------Ciertamente, estas doctas consideraciones del cardenal Ejk pueden ser puestas útilmente en relación con las siguientes palabras que encontramos en el texto del Instrumentum laboris para la Segunda Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos a desarrollarse durante el próximo mes de octubre de este año: "La primera diferencia que encontramos como personas humanas es la que existe entre varones y mujeres. Nuestra vocación como cristianos es la de honrar esta diferencia donada por Dios viviendo, en el seno de la Iglesia, una reciprocidad relacional dinámica como signo para el mundo" (n.13).
----------Más detalles sobre este mismo tema acerca de la reciprocidad varón-mujer, puede encontrarlos el lector en mi artículo de este blog: ¿Qué diferencia hay entre el alma del hombre y la de la mujer?.

2 comentarios:

  1. P. Filemon, cuál es su opinión sobre el documento del Papa que manda a estudiar literatura a los seminaristas?

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    1. Estimado Márquez,
      la carta del Santo Padre, del pasado 4 de agosto, es un texto que se refiere, en general a la importancia de la literatura en la formación personal.
      https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2024/08/04/240804a.html
      En línea de principio, para nosotros, católicos, toda expresión del Papa que es dirigida a la Iglesia universal, debe ser recibida por cada uno de nosotros como verdaderos hijos en la fe, entendiéndola como una manifestación de su premura de Pastor solícito por nuestra salvación.
      Ahora bien, tras una lectura, o repetida lectura, atenta, humilde, y sin prejuicios, si el tema lleva algún interés particular para nosotros, entonces debemos profundizar su comprensión con un adecuado discernimiento acerca del valor doctrinal de cada una de las afirmaciones del Papa.
      Le aconsejo proceder de esta manera, en el caso que este documento tenga un particular interés para usted.
      Por mi parte, en una primera lectura, me parece que este documento cuenta con sugestiones muy apreciables acerca de un aspecto de la formación personal, como es la literatura, que hoy ha sido en gran medida dejado de lado en la educación de los jóvenes (a los cuales está particularmente dirigido el texto pontificio).
      Consideraré la oportunidad de publicar una reflexión sobre esta Carta del Papa.

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