jueves, 25 de julio de 2024

¿Por qué todavía atrae Karl Rahner? (2/2)

¿Cómo podemos lamentarnos hoy de la degradación moral, de la corrupción de los políticos, de la difusión del hedonismo y del laxismo, de la impiedad, de la duplicidad y del oportunismo, de la violencia y de la guerra, de la conflictividad intraeclesial, de la caída de la fe y de la práctica religiosa, de la disolución de los valores, si no actuamos para corregir los errores que las ideas de Karl Rahner vienen causando a la Iglesia y al mundo desde hace ya seis décadas? [En la imagen: fragmento de "Las tentaciones de Cristo", mosaico del siglo XII, en la Basílica de San Marcos, Venecia, Italia].

Otros errores dogmáticos, teológicos y filosóficos en Karl Rahner
   
----------Recuerdo al lector que lo que aquí vengo haciendo es solamente reseñar de modo sumario los errores más destacados que muestran las obras de Karl Rahner, no sólo a nivel filosófico y teológico, sino incluso en el plano dogmático, por lo cual algunos de ellos alcanzan la censura de sospecha en herejía.
----------Para Rahner la esencia divina no es objeto del intelecto como para saber quién es Dios y definir los atributos de la naturaleza divina. No tiene sentido para Rahner distinguir los atributos de la naturaleza divina de los de la naturaleza humana, porque los unos pasan a los otros. Con la Encarnación Dios cambia y sufre y se vacía de su esencia (así Rahner interpreta la kenosis paulina de Fil 2,7), mientras el hombre cuyo ser es pensamiento y apertura infinita, alcanza el horizonte de la trascendencia, que es Dios mismo.
----------Por eso para Rahner la teología no es un hablar de Dios que concluye en el silencio místico motivado por la conciencia de la incomprensibilidad e inefabilidad de la esencia divina, que de todos modos sigue siendo inteligible, nominable y conceptualizable y por lo tanto nada en absoluto ininteligible, sino al contrario objeto del intelecto, más aún, su objeto directamente aunque limitadamente visto en la visión beatífica.
----------Por el contrario, para Karl Rahner la teología es la expresión conceptual y verbal de la experiencia originaria trascendental atemática y silenciosa, en la que el concepto no es representación de lo real, sino contingente y mutable modelo interpretativo, sujeto al devenir histórico y diversificado según la diversidad de las culturas, de modo que lo verdadero y lo falso acerca de Dios no se determina en relación con un saber universal e inmutable, sino en relación con los criterios de verdad que son propios de las culturas en base a las cuales se hace una afirmación determinada sobre Dios.
----------Por eso, para Rahner Dios es "el Misterio sin nombre" (como dice en Meditaciones sobre los Ejercicios de San Ignacio). Podríamos preguntarnos entonces por qué Dios ha revelado su nombre a Moisés (Ex 3,15) y qué sentido tiene el mandato divino de no nombrar el nombre de Dios en vano. Y hago presente además que el "nombre" en la Escritura es la esencia de la cosa o persona nombrada. Por tanto, si Dios no tiene nombre, entonces no tiene esencia. ¿Puede existir algo que no tenga o no sea una esencia?
----------Entonces, cuando en 1336 el papa Benedicto XII definió dogmáticamente que la bienaventuranza celestial consiste en la visión inmediata de la esencia divina, ¿nos contó una mentira?
----------Para Rahner Dios no es una Persona trascendente con precisos atributos, la cual, habiéndonos creado, nos dicta las normas de nuestra conducta, en referencia a las cuales un día tendremos que responder a Él de nuestro comportamiento, sino que es un repositorio o armario mental en el cual Rahner ha puesto un montón de cosas de su gusto, sin decirnos cuáles, con el pretexto de la incomprensibilidad e inefabilidad divinas, entre las cuales cosas de vez en cuando transcribe las que le conviene para las necesidades del momento, tanto como para poder arreglárselas en cualquier situación.
----------Sin embargo, preguntémonos: ¿es precisamente verdad que si en el pasado la Iglesia expresaba la verdad de la fe con categorías aristotélicas, hoy, para hacerse entender por el hombre de hoy, debe expresarse con las categorías del idealismo alemán?
----------Además, preguntémonos sinceramente y objetivamente: ¿Rahner nos ha hecho comprender mejor la distinción entre las diversas ciencias, entre las diversas formas y grados del saber en su unión en la verdad? ¿Debemos darle crédito a Rahner cuando nos dice que la cosmología es antropología, la antropología es cristología y la cristología es teología? ¿Debemos aceptar lo que Rahner nos dice cuando nos asegura que no hay teología dogmática distinta de la pastoral y que toda la teología es teología pastoral o que la gracia no se añade a la naturaleza sino que es el cumplimiento de la naturaleza o que el hombre es por esencia apertura a Dios, por lo cual todos, en cuanto hombres, se salvan?
   
¿Qué han logrado conseguir las ideas de Rahner a seis décadas del Concilio?
   
----------Por lo demás, ¿hemos entendido mejor con Rahner el misterio de la Iglesia católica basada en una sola fe, o en cambio, con el pretexto del pluralismo y de la inclusividad, la hemos transformado en un coro de voces disonantes y en un griterio de insultos recíprocos?
----------Hablemos con total franqueza: la Iglesia ¿logra hoy ser luz del mundo y sal de la tierra, atrae a sí las almas en busca de la verdad, de la justicia y de la paz, sabe conciliar entre sí a los adversarios, sabe dar ejemplo de comunidad fraterna, sabe individuar las causas de las guerras y eliminarlas, sabe distinguir entre los que están equivocados y los que tienen razón, puede ser mediadora imparcial y creíble en el milenario conflicto entre Occidente y Oriente? ¿O se limita a piadosas exhortaciones a la paz y a genéricas como obvias condenas de la guerra? ¿Sabe dar consejos concretos sobre cómo resolver los conflictos? ¿O por el contrario, a la vez parece un campo de batalla donde los unos, falsos defensores de la tradición, insultan y maldicen al Papa, mientras los otros, falsos promotores de progreso, lo adulan y lo instrumentalizan, para luego agredirlo despiadadamente si no coincide con las expectativas de los rahnerianos?
----------En base a estos hechos preguntémonos también: la Iglesia, hoy por hoy, ¿sabe suscitar en los hermanos separados el repudio de sus errores y el deseo de la plena comunión con ella y la superación de los obstáculos que todavía impiden la plena unidad? ¿O se limita a la apología del pluralismo, la diversidad, la igualdad, la colaboración y la reciprocidad? ¿Sabe mostrar cuál es el único Pastor en torno al cual todas las ovejas deben congregarse? ¿O en cambio da la apariencia de ser una simple comunidad cristiana particular a la par de las demás, privada de toda universalidad y obligación de guiarlas y ser madre en Cristo?
----------Preguntémonos por lo tanto ahora: ¿la obra evangelizadora del ecumenismo es hoy entendida como un empeño y compromiso de los católicos para conducir a los hermanos separados hacia la plena comunión con la Iglesia romana? ¿O en cambio es como un eterno tergiversar y jugar con el equívoco y la ambigüedad, por lo cual al final no son los hermanos separados los que se convierten al catolicismo, sino que son los católicos los que se hacen protestantes manteniendo una mera etiqueta de católicos? ¿Es esto lo que quiere el decreto Unitatis redintegratio? Intentemos releerlo. Quizás no lo hayamos entendido.
----------Releamos pasajes del n.3 de Unitatis redintegratio: "En los siglos pasados comunidades no pequeñas se separaron de la plena comunión con la Iglesia católica. En ellas, no pocos impedimentos, a veces graves, se oponen a la plena comunión eclesial. Las iglesias mismas o comunidades separadas creemos que tienen carencias. No gozan de la unidad que Jesucristo ha querido otorgar a todos los que ha regenerado. Solo por medio de la católica Iglesia de Cristo se puede obtener toda la plenitud de los medios de la salvación. Solo al colegio apostólico con su cabeza Pedro creemos que el Señor ha confiado todos los bienes de la nueva Alianza para constituir el único cuerpo de Cristo sobre la tierra, al cual es necesario que estén plenamente incorporados todos los que ya de algún modo pertenezcan al pueblo de Dios" (n.3).
----------¿Siguen hoy los líderes del ecumenismo esta línea? ¿Es este el ecumenismo predicado por Rahner? Rahner considera que la Iglesia debería dispensar a los hermanos separados de creer en aquellos dogmas que ellos rechazan, haciéndolos facultativos. Véase el libro de Rahner con Heinrich Fries: La unión de las Iglesias. Una posibilidad real (Editorial Herder, Barcelona 1987). ¿Es este el verdadero ecumenismo?
----------¿El problema ecuménico es, por lo tanto, el de la recomposición de una Iglesia rota en pedazos, o no es más bien el retorno de quien se ha separado de ella? ¿El modelo al cual hacer referencia es el regreso del hijo pródigo, o la alegre reunión de amigos que tienen una buena comida juntos? Y en esto que se ha convertido hoy la obra del ecumenismo, ¿Rahner no tiene nada que ver? ¿Ninguna responsabilidad para él?
----------¿Es para sorprenderse que la contínua alabanza dirigida a los protestantes por parte de los kasperianos confirme a los protestantes en sus errores, de modo que ellos, envalentonados por las adulaciones, sean quienes se sientan censores de los católicos, todavía atrapados en los esquemas abstractos de la escolástica, y sean por tanto ellos los que los conduzcan de san Agustín y santo Tomás a Lutero o a Kant o a Hegel o a Heidegger? ¿Y en esta miserable operación, Rahner no tiene nada que ver?
----------¿Las variadas religiones que actualmente existen en la humanidad, están todas a la par indiferentemente y son todas iguales y suficientes vías de salvación? No hay ninguna religión obligatoria entre todas, por encima de todas, totalmente verdadera? ¿Entre las veriadas religiones, no hay ninguna que sea mejor que otra? ¿La verdadera religión es el resultado de la suma de las religiones como un parlamento es la asamblea de todos los partidos, como sostiene la masonería? ¿O en cambio la verdadera religión es una religión emergente entre todas, libre de errores y en posesión ella sola de la plenitud de la verdad?
----------¿Sabe la Iglesia católica presentarse, tal como nos enseña el Concilio Vaticano II, como la única comunidad de salvación en posesión de la plenitud de la verdad, aunque por cierto en el respeto de las verdades presentes también en las otras religiones? ¿Sabe la Iglesia decir hoy que judíos, protestantes y ortodoxos solo se salvan si pertenecen al menos implícitamente a la Iglesia católica?
   
Los males de los cuales hoy sufre la Iglesia ¿dependen del Concilio Vaticano II,
como dicen los lefebvrianos, o de la interpretación que de él ha dado Rahner?
   
----------Hoy es grave el problema del mantenimiento de las costumbres morales, de la disciplina ascética, del respeto de la ley natural y de la práctica de la justicia social. Rahner se niega a reconocer a la naturaleza humana una esencia precisa, universal, inmutable y determinada, gobernada por precisos fines y leyes establecidos por Dios; sino que concibe a la naturaleza humana como sujeto de ilimitadas posibilidades, esencialmente orientada a Dios como su extremo horizonte de trascendencia; por lo cual la persona como espíritu en la historia plasma su propia naturaleza en libertad según un pensar que coincide con su ser.
----------No debería ser difícil adivinar o imaginar qué efectos puede producir en la praxis y en el contexto social y eclesial esta aberrante concepción del ser y del obrar humanos, donde no se da ninguna ley moral objetiva, indiscutible, universal e inmutable, sino la libertad absoluta de cada uno para plasmar su propia naturaleza según la creatividad extra legem de su propia conciencia o autoconciencia cartesiana. Y sin embargo, muchos son los que se lamentan de estos males y no se dan cuenta de dónde se encuentra su origen doctrinal.
----------¿Cómo entonces lamentarse de la degradación moral, de la corrupción de los políticos, de la difusión del hedonismo y del laxismo, de la impiedad, de la duplicidad y del oportunismo, de la violencia y de la guerra, de la conflictividad intraeclesial, de la caída de la fe y de la práctica religiosa, de la disolución de los valores, si no actuamos para corregir los errores de Rahner?
----------Rahner tiene razón al decir que debemos expresar el perenne y universal mensaje del Evangelio en las categorías y modos lingüísticos de nuestro tiempo. A tal fin él, pensando que la filosofía del idealismo alemán corresponde a la filosofía moderna y tomando como punto de partida el Maréchal, ha hecho pasar por tomista una gnoseología hegeliana, por la cual "la esencia del ser es conocer y ser conocido en una unidad originaria, que llamamos conciencia o transparencia (subjetividad, conocimiento) del ser de cada ente" (Oyente de la Palabra, Editorial Herder, Barcelona 1976, p.66, edición alemana de 1941).
----------Para remediar los daños causados en la Iglesia y en el mundo desde hace sesenta años por las ideas del rahnerismo, es necesario persuadir a los rahnerianos honestos y en buena fe, que tienen percepción de los males que sufrimos, a no insistir en proponer las soluciones rahnerianas, y a comprender que esos males son provocados precisamente por la puesta en práctica de los errores de Rahner, mientras que ello no quita que sea obvia la necesidad de mantener los valores propuestos por Rahner.
----------En particular, hoy es más necesario que nunca empeñarse en proponer la verdadera interpretación del Concilio Vaticano II, tal como se recaba de los documentos oficiales del Magisterio de la Iglesia, del Catecismo de la Iglesia Católica y también del nuevo Código de Derecho Canónico.
   
Cómo salir de esta situación y recuperar la esperanza
   
----------Es necesario proponer modelos de teólogos tomistas que han realizado verdaderamente el modo de ser tomista según las exigencias de nuestro tiempo y en la asunción de los valores del pensamiento moderno a la luz del pensamiento de santo Tomás. Entre todos estos tomistas emerge la figura nobilísima de Jacques Maritain, recomendado por dos Santos Pontífices, como han sido san Pablo VI y san Juan Pablo II.
----------Es necesario proseguir en esta línea, de lo contrario la situación eclesial y civil mundial se agravará aún más, con el aumento de la conflictividad intra y extra eclesial, así como el riesgo de un enfrentamiento apocalíptico entre Occidente y Oriente, por lo demás señalado desde muchos ámbitos.
----------Por el contrario, si la Iglesia se decidiera a indicar con mayor decisión, persuasión y claridad el camino propuesto por el Concilio Vaticano II en su aplicación tomista y no en la falsa rahneriana, entonces, los arrogantes rahnerianos, reavivando sin embargo la cordura y entrando en razón, comprenderán que están construyendo sobre arena y están encendiendo la mecha del polvorín, la humanidad podrá exhalar un suspiro de alivio, disminuir su angustia, y continuar con mayor serenidad y fruto, aunque siempre en las conocidas miserias de la vida presente, su camino hacia el Reino de Dios.

6 comentarios:

  1. Rahner, al haber vigorizado con sus tesis la corriente modernista filo protestante no tiene nada de positivo. Todo lo contrario.

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    1. Estimado José,
      comparto su opinión.
      Sin embargo, también en Rahner debemos encontrar aspectos positivos.

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  2. Con respecto a Rahner y su «axioma» trinitario, la Comisión Teológica Internacional ha dado una contribución equilibrada y precisa con el documento Desiderium et cognitio Dei: Teología-Cristología-Antropología de 1981. Del cual cito algunos pasajes:
    "2. Por ello, el axioma fundamental de la teología actual se expresa muy bien con las siguientes palabras: la Trinidad que se manifiesta en la economía de la salvación es la Trinidad inmanente, y la misma Trinidad inmanente es la que se comunica libre y graciosamente en la economía de la salvación.
    2.1. Consecuentemente hay que evitar en la teología y en la catequesis todo separación entre la cristología y la doctrina trinitaria. El misterio de Jesucristo se inserta en la estructura de la Trinidad. La separación puede revestir una forma neoescolástica o una forma moderna. A veces, los autores de la llamada neoescolástica aislaban la consideración de la Trinidad, del conjunto del misterio cristiano y no la tenían suficientemente en cuenta para entender la Encarnación y la deificación del hombre. A veces, no se mostraba en absoluto la importancia de la Trinidad en el conjunto de las verdades de la fe o en la vida cristiana.
    La separación moderna coloca una especie de velo entre los hombres y la Trinidad eterna como si la revelación cristiana no invitara al hombre al conocimiento del Dios trino y a la participación de su vida. Conduce así con respecto a la Trinidad eterna, a un cierto «agnosticismo» que no se puede aceptar en modo alguno. Pues aunque Dios es siempre mayor que todo lo que de él podemos conocer, la revelación cristiana afirma que eso «mayor» es siempre trinitario.
    2.2. Hay que evitar igualmente toda confusión inmediata entre el acontecimiento de Jesucristo y la Trinidad. La Trinidad no se ha constituido simplemente en la historia de la salvación por la encarnación, la cruz y la resurrección de Jesucristo como si Dios necesitara un proceso histórico para llegar a ser trino. Hay que mantener, por tanto, la distinción entre la Trinidad inmanente, en la que la libertad y la necesidad son idénticas en la esencia eterna de Dios, y la economía trinitaria de la salvación, en la que Dios ejercita absolutamente su propia libertad sin necesidad alguna por parte de la naturaleza."
    (https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/cti_documents/rc_cti_1982_teologia-cristologia-antropologia_sp.html)

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    1. Estimado Jorge,
      le agradezco por haberme hecho conocer estos pasajes muy interesantes de la Comisión Teológica Internacional.
      Efectivamente, yo recuerdo como antes del Concilio, en la predicación moral, la presencia de la Santísima Trinidad era ignorada, mientras que un mérito de la espiritualidad postconciliar ha sido el de poner en luz la dimensión trinitaria de la vida cristiana, acogiendo el enfoque de los Hermanos Ortodoxos orientales y de los mismos Protestantes.
      El punto que la CTI pone en evidencia es, sin embargo, el riesgo, presente en la concepción rahneriana, de concebir la Encarnación no como un acto libre de la Santísima Trinidad, sino como parte de su esencia, según el esquema panteísta hegeliano.

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  3. "Por ello, el axioma fundamental de la teología actual se expresa muy bien con las siguientes palabras: la Trinidad que se manifiesta en la economía de la salvación es la Trinidad inmanente, y la misma Trinidad inmanente es la que se comunica libre y graciosamente en la economía de la salvación."

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    1. Estimado Jorge,
      aprecio estas fórmulas, porque aclaran y alejan el equívoco rahneriano, según el cual parece que la Encarnación sea parte de la esencia de la Trinidad.

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