jueves, 18 de julio de 2024

Ecumenismo, guerra de Ucrania, y cuatro Obispos en Kiev (2/3)

Los cristianos plenamente cristianos en plena comunión con la Iglesia y con el Papa, los católicos, deben llamar a todos según el modelo de la parábola de los invitados a bodas, a la plena comunión con la Iglesia a los hermanos separados pertenecientes a comunidades e Iglesias imperfectas e incompletas, aunque ya en posesión de algunas o de muchas verdades salvíficas, a fin de que, habiendo reconocido y abandonado sus errores, quitados los obstáculos, colmadas las lagunas y habiendo reparado sus carencias doctrinales, abracen la plenitud de las verdades salvíficas conservada y poseída solamente por la Iglesia católica guiada por el Romano Pontífice. [En la imagen: una escena del encuentro los días 4 y 5 de enero de 1964, en Jerusalén, entre el papa san Paulo VI y el patriarca ortodoxo griego Atenágoras I, el primer encuentro de católicos y ortodoxos desde 1439].

El verdadero significado, valor, método y finalidad del ecumenismo
   
----------El decreto Unitatis redintegratio del Concilio Vaticano II promueve y entiende la actividad ecuménica según dos directrices: por un lado la directriz de la verdad y por otro lado la directriz de la caridad. La directriz de la verdad caracteriza al ecumenismo en cuanto tal. La directriz de la caridad vale para la solución de cualquier contraste o desunión entre personas humanas. En efecto, el problema ecuménico, propiamente hablando, no es el de reunificar la Iglesia, sino el de reunificar a los cristianos.
----------No es la Iglesia la que, malentendiéndose como dividida o fragmentada en varias partes, la que debe reunificarse o recompactarse a sí misma, sino que son los cristianos los que, habiéndose separado los unos de los otros, tomando conciencia de los valores que todavía tienen en común, deben reconocer y corregir sus errores y con el perdón recíproco deben reconciliarse entre sí en la plena y común pertenencia a la única Iglesia, plenamente Iglesia, que es la Iglesia católica bajo la guía del Romano Pontífice.
----------Además, es necesario distinguir el ecumenismo como lo concibe el Concilio, del ecumenismo como se lo imaginan algunos hermanos separados. Una cosa es cómo la Iglesia católica se concibe a sí misma y otra cosa distinta es cómo ellos conciben a la Iglesia de Cristo. Mientras que la Iglesia católica es consciente de poseer la totalidad de los valores de los que Cristo ha querido que estuviera constituida su Iglesia, en particular el ministerio petrino, ciertos hermanos separados consideran que esta Iglesia no exista, sino que los valores eclesiales se encuentran en parte en los católicos y en parte en ellos.
----------Algunos hermanos separados no tienen la percepción de que la plenitud de los valores, como dice el Concilio, se encuentra en la Iglesia católica y que ellos, para ser plenamente cristianos y hacer todo lo que Cristo ha querido para su Iglesia, deben asumir los valores que están en posesión de los católicos y que todavía a ellos les faltan, como por ejemplo la sujeción al Papa.
----------Por consiguiente, lo que acabamos de decir significa que no es que a la Iglesia católica le falte algo que posean los hermanos separados y que, por tanto, para ser plenamente Iglesia, la Iglesia católica deba asumir eso que le falta, como por ejemplo la sinodalidad o la libertad o el pluralismo. Estos valores la Iglesia católica los posee ya desde siempre por su misma constitución querida por Cristo.
----------Que nosotros los católicos, como seres humanos falibles y pecadores que somos, tenemos a veces que aprender de la doctrina y del ejemplo de hermanos separados honestos, virtuosos, piadosos y celantes, ninguna duda hay de ello. Pero esto en realidad no concierne al problema específicamente ecuménico de los elementos esenciales que constituyen a la Iglesia como la ha querido Cristo.
----------Debemos tener bien claro que este problema de la honestidad y de la caridad es el problema general de todos nosotros, tanto católicos como no católicos, vale decir, es el problema de poner en práctica las enseñanzas del Señor y de ayudarnos recíprocamente como buenos hermanos en los caminos del Evangelio. Pero este no es el carácter propio, peculiar y específico del ecumenismo. Este es el problema general de la caridad y de la santidad que vale para todas las circunstancias de la vida, no sólo para el ecumenimo.
----------De esto se deduce que el problema ecuménico no está en el hecho de que nos encontremos ante una Iglesia que estuviera desunida y que se trate de reunificarla uniendo la parte de Iglesia en posesión de los católicos con la parte de Iglesia en posesión de los hermanos separados. No es así. El problema ecuménico no radica en la ausencia de cristianos separados o divididos entre sí, sino de hermanos que se han separado de la Iglesia, aunque conservando algunos elementos de Iglesia. No se trata de división entre, sino de separación de. Esto es lo que dice el decreto Unitatis redintegratio.
----------El ecumenismo consiste entonces en el hecho de que los católicos, que en cuanto católicos fieles y celantes, están en posesión de la totalidad de los valores que componen la Iglesia, deben tratar de ayudar a aquellos hermanos dispuestos a los cuales les faltan algunos de estos valores, a adquirir también aquellos valores faltantes, para que su comunión con la Iglesia sea plena.
----------Es ésta la voluntad del Concilio, y los hermanos separados no pueden pedirnos más ecumenismo que éste. Imaginar una Iglesia dividida y particionada en dos o tres o en cuatro, para recomponer como si fuera un vaso roto, es una pura y simple herejía, que contrasta con la fe en la unidad de la Iglesia.
----------Por lo tanto, no se trata de reunificar una Iglesia que estuviera dividida, sino de invitar a los hermanos separados a entrar plenamente en la una y única Iglesia de Cristo, que es la Iglesia católica guiada por el Papa. Mientras los hermanos separados rechacen su guía doctrinal, pastoral, disciplinaria y jurisdiccional, ellos no podrán decir que cumplen plenamente la voluntad de Cristo concerniente a la Iglesia.
----------Tampoco ellos pueden esperar absolutamente que seamos nosotros los católicos los que los contentemos en este punto, aunque nosotros no tengamos ninguna dificultad en acoger la sinodalidad de la Iglesia. Pero sigue estando presente el hecho de que también aquí debemos decir que es el Papa quien guía la sinodalidad y no es la sinodalidad la que guía al Papa. De lo contrario, siempre estaríamos como al principio, rechazando al Papa. El Papa ciertamente recibe de la Iglesia; pero en cuanto católico, para su santificación personal, no como Papa Pastor universal de la Iglesia.
----------Esto quiere decir que los cristianos plenamente cristianos en plena comunión con la Iglesia y con el Papa, es decir, los católicos, deben llamar a todos según el modelo de la parábola de las invitaciones a bodas, a la plena comunión con la Iglesia a los hermanos separados pertenecientes a comunidades e Iglesias imperfectas e incompletas, aunque ya en posesión de algunas o de muchas verdades salvíficas, a fin de que, habiendo reconocido y abandonado sus errores, quitados los obstáculos, colmadas las lagunas y habiendo reparado sus carencias doctrinales, abracen la plenitud de las verdades salvíficas conservada y poseída solamente por la Iglesia católica guiada por el Romano Pontífice.
----------Todo esto quiere decir que el problema ecuménico no es sustancialmente un problema de caridad recíproca, que requiera la reconciliación, el perdón y el completamiento recíproco. El aprender los unos de los otros y el darse los unos a los otros en un plano de paridad e igualdad fraterna, todos pecadores y todos en gracia de Dios, es cosa óptima, debida y necesaria, pero no es todavía esto lo que hace el valor específico y peculiar del ecumenismo, sino que ése es el problema de cómo resolver cualquier forma de contraste, teórico o práctico, entre personas humanas.
----------En cambio, la cuestión ecuménica es una cuestión de verdad salvífica: ¿cuál es la comunidad cristiana que posee la plenitud y la totalidad de las verdades salvíficas? El Concilio responde dogmáticamente y tradicionalmente con absoluta claridad: la Iglesia católica bajo la guía del Papa.
----------Por tanto, la Iglesia fundada por Cristo es la Iglesia católica, fundada sobre Pedro, el cual puede no ser santo y faltar ocasionalmente a la caridad, pero eso no quita que él sea y siga siendo el pastor universal de la Iglesia, Vicario de Cristo, garante, promotor y fautor de la unidad de la Iglesia.
----------Lo fundamental a tener presente es que la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo es esencialmente, inquebrantablemente e inescindiblemente Una: ninguna fuerza satánica la puede agrietar, quebrantar, desunir, disgregar, desmembrar o seccionar o dividir en varias partes. Antes de ser un conjunto o asociación de individuos humanos, la Iglesia es una persona, es la esposa de Cristo, es el cuerpo místico de Cristo. Y una persona evidentemente es una, si no no es una persona.
----------Por eso Jesús se compara a sí mismo con una viña y a nosotros con los sarmientos. La Iglesia es la viña del Señor. Ella es una, santa, maestra de verdad, fuente de vida. No puede suceder que ella se divida en sí misma. Lo que desgraciadamente sí puede suceder es que algunos sarmientos a veces se separen de ella, de modo que, si quieren vivir, necesitan ser insertados en la vid.
----------Otro posible parangón al que podríamos recurrir para comprender qué es el ecumenismo, es la conocida parábola del hijo pródigo: el padre representa a la Iglesia católica; el hijo que se ha alejado de la casa paterna representa a los hermanos separados. Por tanto, la expresión "hermanos separados" no significa "hermanos que se han separado entre sí", sino "hermanos que se han separado de aquellos otros hermanos que han permanecido en la Iglesia y que están en comunión con el Papa".
----------El problema ecuménico, por lo tanto, no consiste en el reunir o volver a unir a una Iglesia desunida, sino en el hacer de modo que los hermanos separados entren en plena comunión con la Iglesia católica. Así, por otra parte, para estar en plena comunión con la Iglesia y con el Papa, no basta con llamarse católicos: un católico modernista, un católico lefebvriano, sedevacantista, rahneriano, scillebeeckxiano, masón, marxista, mafioso, no son católicos, sino que son hermanos separados.
----------Los excomulgados canónicamente son poquísimos; pero son muchísimos los excomulgados de hecho o los excomulgables o que no saben qué es la comunión eclesial, que ocupan tranquilamente y con gran seguimiento cátedras de teología y quizás también alguna sede episcopal o cardenalicia.
----------Recurriendo nuevamente a las parábolas del Evangelio, no decimos que la vid y el sarmiento o que el padre y el hijo pródigo se han separado entre ellos. Esto si que lo decimos de la separación entre dos esposos o dos amigos, donde la reciprocidad es perfecta y paritaria o igual. De los cristianos hermanos separados en cambio, no se debe decir que nos hemos separado entre nosotros, los unos de los otros, sino, como se expresa el decreto Unitatis redintegratio, que ellos se han separado de nosotros.
----------Que luego cada uno de nosotros, incluido el Papa, en muchísimas ocasiones y en muchísimos aspectos tengamos que aprender de ellos, nuestros hermanos separados, ninguna duda. Pero lo que aprendemos de ellos ya se encuentra en otros católicos, mientras que lo que les falta a ellos ya se encuentra en la Iglesia católica, aunque no determinadamente en nosotros, Tizio y Caio, por nuestra ignorancia o por falta de formación.
----------En definitiva, lo que intento decir es que estos hermanos cristianos, que se han separado de la Iglesia, deben convencerse de que en el plano de las verdades de fe ellos no dan nada a la Iglesia que el Papa y la Iglesia no sepan ya, mientras que son ellos quienes deben añadir a las verdades ya conocidas las que todavía les faltan para ser plenamente Iglesia. La cosa en el fondo es muy simple, si no fuera por el polvorín falsamente conciliador levantado por los falsos ecumenistas para dejar las cosas como están.
----------Por otra parte, existe ciertamente una reciprocidad entre papado y sinodalidad de la Iglesia, pero esta reciprocidad está desbalanceada a favor del Papa, el Romano Pontífice. De lo contrario, adiós primado y victoria del conciliarismo, como ya se insinúa en el canon III del Concilio de Constantinopla del 381 y en el canon 28 del Concilio de Calcedonia, que fueron ambos anulados por el Papa.
----------Siendo así las cosas, hay que prestar atención y tener cuidado en el diálogo ecuménico de no confundir las diferencias con las divisiones. Las diferencias son un bien, fuente de caridad recíproca, se plantean de modos diversos en el horizonte de la común verdad y provienen del Espíritu Santo, que es espíritu de unidad en la multiplicidad diferenciada o diversificada.
----------Además, por cuanto se refiere a los hermanos ortodoxos, es necesario distinguir entre la necesidad de que alcancen la plena comunión con Roma, y la recíproca complementariedad entre cristiandad europea latina-occidental y cristiandad europea greco-eslavo-rusa, cosa que, como es sabido, le interesaba mucho a san Juan Pablo II, con su doctrina de los "dos pulmones de Europa".
----------Por otra parte, está claro que, tratándose de un hecho simplemente cultural de diferente mentalidad, la perspectiva de acción en este sentido es la de volver a unir de modo paritario y recíprocamente complementario a las dos partes de un todo: la cristiandad europea.
----------En cambio, tratándose del discurso ecuménico, como vengo diciendo desde hace años, son nuestros hermanos ortodoxos los que son invitados por la Iglesia católica a abrazar con ella la plenitud de la verdad cristiana, como afirma el Concilio Vaticano II.
----------Como nos ha recordado varias veces el papa Francisco, aquí se trata de realizar la unión fraterna y sinodal que resulta, por la escucha del Espíritu, de la convergencia bajo un mismo pastor de una multiplicidad de ovejas, cada una con sus propias cualidades, de modo que, en la comunicación entre ellos se produce un enriquecimiento y un beneficio recíprocos.
----------Otra cosa distinta, en cambio, son las divisiones. Ellas son suscitadas por el diablo (dia-ballo), el divisor y, si pueden tener la apariencia de la variedad y del pluralismo, en realidad impiden la unión y la unidad, y crean una falsa diversidad que es cohonestación y causa de falsedad, de pecado y de desobediencia al Papa.
----------Por lo tanto, las divisiones deben ser eliminadas con sabia prudencia e inteligente gradualidad, pero también con claridad, motivación y decisión, sin oportunismos ni dobleces, y las divisiones deben ser sustituidas por una inteligente y persuasiva obra de desenmascaramiento del error, que ponga en luz la verdad, mientras que el error es fuente de las divisiones, de los conflictos, del odio y de la guerra.
----------A la demostración de la verdad sigue en cambio normalmente, cuando existe en todos el amor por la verdad, la concordia, y la unidad de la fe, la armonía recíproca de los miembros de la Iglesia unidos a la cabeza, que es Cristo en su Vicario el Papa.  Rendir al Papa el primado en el honor, quiere decir concretamente prestarle obediencia en la diligente aunque no siempre fácil observancia de sus directivas pastorales y jurídicas y legislativas canónicas, aunque no infalibles, de lo contrario, la comunión con el Papa es cháchara.
----------Si el hermano cristiano ortodoxo oriental obedece a su Obispo de esta manera, ¿por qué no debería obedecer aún más al príncipe de todos los Obispos, al Siervo de los siervos de Dios? ¿Y qué sentido tiene obedecer a un Obispo que no obedece al Papa, al Vicario de Cristo?

12 comentarios:

  1. ¡Mientras que los muy malos, cismáticos, impreparados Ortodoxos Rusos detuvieron a NAPOLEÓN, a principios del siglo XIX, y al nazi Adolfo en 1942, hoy están deteniendo a los omnipotentes Banqueros judíos askenazi, que querían devorar Ucrania antes y hacer rebanar a Rusia después!
    Mientras tanto nosotros vivimos el desastre del Vaticano, presa de Modernistas, Protestantes, Rabinos Talmudicos y similares. Mientras tanto, Iglesias Católicas vacías, Seminarios vacíos, 4 gatos el domingo para escuchar el ángelus papal etc. Pero Nosotros, los Católicos Argentinos, siervos y colonos de USA o de la UE, nos sentimos los Mejores, Valientes y Buenos !!!! Y así seguiremos....

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    1. Estimado Vicente,
      por mi parte, estoy dispuesto a admitir que exista un imperialismo occidental, pero por otra parte, para frenar la violencia rusa, se puede entender que el Papa esté cercano a los Estadounidenses.
      Sin embargo, el Santo Padre, que es el Padre de todos, ha dicho todo lo que se debe decir sobre la guerra en Ucrania diciendo que es una "guerra fratricida".
      Por eso, como he dicho en mi artículo, encontraremos la paz solo por medio de un ecumenismo sincero y conforme a las directrices del Concilio Vaticano II, y no ese falso ecumenismo oportunista e inconcluyente, que es promovido por los modernistas.

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    2. ¡FRENAR LA VIOLENCIA RUSA!!! ¡Incluso esto! Estoy viendo las lágrimas católicas de Sacristía. Putin está defendiendo a los rusos de la Ucrania de las masacres planeadas por los nazis banderistas de Kiev, solventadas por las finanzas judías mundialistas, es decir, los SOROS, Elkann, Rothschild, Rockfeller, Black Rock y similares QUE USTED NO NOMBRA NUNCA. El Occidente, liderado por las Finanzas Judías, la Masonería Rabínica, el Pensamiento WOKE, Gender, NOS HA LLEVADO AL DESASTRE que los Católicos derrotados y miedosos se niegan a ver. Futuro negrísimo. Iglesias Católicas Vacías, Seminarios Vacíos...y defensa de los hijos de Caifás. PRÁCTICAMENTE la perfección.... que conduce a la derrota.

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    3. Estimado Vicente,
      yo no niego los errores de Occidente y reconozco las razones de los Rusos. Podemos, entonces, decir que hay violencia en ambas partes.
      Sin embargo, no debemos desesperar en la posibilidad de un acuerdo de paz. Cada uno tiene su parte que hacer. Los políticos con los políticos y nosotros los católicos con los ortodoxos.
      Y observe bien que la parte decisiva no corresponde ni a los políticos ni a los militares ni a los diplomáticos, sino a nosotros, los cristianos, en la realización del verdadero ecumenismo, porque los hombres no son como los animales, que actúan en base a puros instintos, sino que son sujetos que actúan en base al pensamiento.
      Ahora bien, los cristianos somos expertos en el gobierno del pensamiento hacia el bien, por lo que tenemos la máxima responsabilidad y las máximas posibilidades de obtener buenos resultados en esta trágica y peligrosísima situación.

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    4. Estimado Padre, no concuerdo en NADA. Hay que llamar a las cosas por lo que son. ¡Sí' SI'... NO! ¡NO! ¡Y aquí las culpas del Mundo Occidental, lideradas por la Finanza judía, son INMENSAS! Con mis 73 años, recuerdo que en el Colapso de la Unión Soviética en 1989, el entonces Ministro de Asuntos Exteriores alemán, el prestigioso Genscher, luego también PRESIDENTE, con la mano en el Corazón, juro que los alemanes, después de la Reunificación, no habrían avanzado ni un metro. ¡¿Cuál fue la Realidad de los hechos?! La OTAN HA INCORPORADO POLONIA, LOS BÁLTICOS, CEKIA, ESLOVAQUIA, HUNGRÍA, RUMANÍA.... Al llegar a Ucrania, Putin dijo: ¡Basta!!! ¡EL ZAR NO QUIERE LOS MISILES ATÓMICOS DE LA OTAN A 5 MINUTOS DE SU SILLON EN EL KREMLIN! Zar malvado y agresor. Y Bla Bla Bla....

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    5. Por desgracia, el rol y la influencia del Catolicismo Romano están a la luz. Me duele decirlo. Pero a los Potentados Occidentales, a los que no les gustaba el Papa Ratzinger, basto cerrar el SWIFT, obviamente judío Rothschild, transacciones internacionales, para obligarlo a dimitir. Y en 2022, los Potentados usaron el mismo sistema para expulsar a Putin. Pensaban que los paquetes de sanciones eran suficientes. 1 2 3 4 eccc Por desgracia para Ellos el Zar bien armado ha hecho partir sus ejércitos y ha hecho alianza con los Chinos y los Musulmanes Chiítas. Y el Mundo Entero está a un paso del Fin. Simple.

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    6. Estimado Vicente,
      puedo entender las razones que usted declara tener contra Occidente, pero tenga presente que si usted es católico no puede dejar de considerar a Occidente como el mayor responsable de la paz en el mundo, dado que Roma, el centro del Catolicismo, evidentemente se encuentra en Occidente.
      Entiendo que los Estadounidenses están influenciados por la masonería y por el capitalismo judío, pero por otro lado tenemos que reconocer a esa gran Nación una comprobada lección de democracia, que hace escuela en todo el mundo.
      También entiendo que la OTAN no ha hecho bien en penetrar en Ucrania, pero por otra parte ¿cómo no reconocer la intolerable violencia con la cual reaccionaron los Rusos?
      Por tanto, reitero la importancia extrema de la realización del ecumenismo católico-ortodoxo, como única y principal vía para el encuentro entre Occidente y Oriente, en una conciencia común de que está en juego el bien común de la humanidad hoy encomendado al cuidado de las Naciones Unidas.

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    7. Estimado Vicente,
      sé que los grandes potentados del mundo parecen estar unidos contra la Iglesia Católica: la masonería, el comunismo, el islamismo, el sionismo y la ortodoxia rusa.
      Esto significa que debemos confiar en el poder de ese Cristo, que ha confiado a Pedro su Iglesia.
      De hecho, el papa Francisco atrae la atención de todo el mundo.
      Esto no quiere decir que haya un visible crecimiento numérico de los Católicos.
      Sin embargo, sabemos bien que Cristo, al difundir su Evangelio, no se centra tanto en el número, sino más bien en la cualidad de los apóstoles.
      Por lo tanto, si usted también hace su parte, como creyente, podrá hacer una contribución significativa a la paz en el mundo.

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    8. Estimado Padre,
      aquí se trata de cosas mucho más graves, por desgracia!!! ¿Qué decimos del Católico USA, abortista Joe Biden, elegido Presidente de manera claramente fraudulenta, con el infame voto postal, después de que los Amigos hayan diseñado y producido el virus del COVID 19?! ¡Qué decimos del Católico Biden, padre e hijo, que llevan a la OTAN a Ucrania, para apoderarse de Kiev, derribar a Putin y hacer pedazos a Rusia, culpando luego a Putin agresor! ¿Y qué hay del presidente Zelensky, judío Askenazita, que se pone a "defender la libertad" de los europeos occidentales? Habría risas si no hubiera lágrimas de amor. Que Dios le bendiga.

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    9. Estimado Vicente,
      es necesario que sepamos calcular aquello que más vale, con una visión amplia acerca de lo que hoy se llama la geopolítica. Quiero decir que, más allá de todos los defectos de los Estadounidenses, el Papa no hace mal en mantenerse cercano a ellos, porque, si miramos a nuestro alrededor, no existen otras potencias mundiales capaces de salvaguardar la paz, aunque, sin duda, el organismo que tiene en última instancia esta responsabilidad son las Naciones Unidas.

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  2. Por supuesto que ante todo debemos rezar y ofrecer sacrificios a Dios.
    El factor religioso no es menor en este conflicto. Pero lo cierto es que las iglesias ortodoxas son iglesias nacionales. Y la Iglesia católica tiene poco peso en la zona.
    El Santo Padre está manifiestamente dispuesto para ofrecer soluciones en busca de la paz. Si tiene que ir a Moscú, lo hará. Si tiene que ir a Kiev lo hará. Información no le falta.

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    1. Estimado Anónimo,
      en mi opinión el Papa debería apoyar mayormente a los Uniatas, en el sentido de estimular en ellos un mayor respeto por los valores de la tradición cristiana rusa.
      Por cuanto respecta al problema nacional, sería necesario que los Uniatas promovieran a un personaje significativo, que pudiera considerarse como padre de la Patria, en torno al cual crear la unidad nacional hoy imposible, porque el personaje que se podría proponer, es decir, Stepan Bandera, es aceptado por los filo-occidentales, pero rechazado por los filo-rusos, que lo acusan de nazismo, porque durante la II Guerra mundial llamó a los nazis a liberar a la Patria de los soviéticos. Pero, por desgracia, acabó enemistándose tanto con los nazis como con los soviéticos.
      Sería necesaria una aclaración histórica sobre aquella que es la identidad del Pueblo Ucranio, en cuanto distinto del Pueblo Ruso. En mi opinión, habría que poner de relieve las similitudes entre los dos Pueblos, recordando que la Iglesia de Moscú ha tenido su origen en la Iglesia de Kiev.
      El problema es que este desarrollo histórico no se ha producido en comunión con Roma, sino en el clima de la cismática ortodoxia oriental y, por tanto, de las Iglesias Nacionales. Quizás la situación trágica y conflictiva, que ahora se ha verificado entre Kiev y Moscú, podría ser para estos hermanos nuestros separados una llamada de la Providencia a volver a la comunión con Roma.

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