jueves, 2 de noviembre de 2023

El concepto del castigo divino en el cristianismo, y el concepto del castigo divino en el paganismo greco-romano (4/5)

Lutero cree haber descubierto en Dios el rostro de la misericordia, y así Dios asume entonces dos rostros: en el fondo de la conciencia permanece el "Deus absconditus", el Dios escondido, airado y castigador, porque el hombre, pecador como es, sigue siendo siempre esclavo del pecado y, por tanto, continúa odiando a este Dios. La otra cara es la del Deus revelatus, sub contraria specie. [En la imagen: detalle superior izquierdo de "Los Embajadores", óleo sobre tablas de roble, de 1533, obra de Hans Holbein el Joven, conservado y expuesto en la National Gallery, Londres. El plano posterior del cuadro está ocupado por una cortina de terciopelo verde con un pliegue en la esquina superior izquierda que apenas permite ver un crucifijo, que a menudo no se ve en las reproducciones debido a su posición en el margen].

El castigo divino en el Corán
   
----------La concepción de la acción divina sobre el hombre, según el Corán, es de tipo sincretista y no del todo coherente. Ella se resiente tanto de las influencias del Antiguo Testamento como de los antiguos mitos paganos. Conjuga el providencialismo bíblico con el fatalismo pagano.
----------De hecho, el Corán presenta un Dios creador, providente, justo, clemente y misericordioso, que da gracia y se preocupa por la salvación del hombre, porque es un Dios que reconoce al hombre como ser racional y dotado de libre albedrío, por lo cual premia a los justos y castiga a los malvados. El Concilio Vaticano II, en la Declaración Nostra aetate (n.3), presenta al Dios coránico desde este aspecto positivo.
----------Pero el Concilio, movido por la voluntad de evidenciar lo que el cristianismo tiene en común con el Islam, guarda silencio sobre el aspecto pagano y peligroso del Dios coránico, que en cambio el papa Benedicto XVI puso en luz en su destacada Lectio magistralis en la Universidad de Ratisbona el 12 de septiembre de 2006. Aquí aparece el rostro de un Dios despótico, intolerante, que no manda lo que es bueno, sino que es bueno lo que manda, que lo determina todo, tanto el bien como el mal, sin tener en cuenta el libre albedrío del hombre. Este Dios viene anunciado mediante la violencia y la imposición.
----------El papa Benedicto XVI se refiere al islamista Theodore Khoury, quien afirma -dice el Papa- que "para la doctrina musulmana, Dios es absolutamente trascendente. Su voluntad no está ligada a ninguna de nuestras categorías, ni siquiera a la de la razonabilidad. En este contexto, Khoury cita una obra del conocido islamista francés R. Arnaldez, quien señala que Ibn Hazim llega incluso a declarar que Dios no estaría obligado ni siquiera por su propia palabra y que nada le obligaría a revelarnos a nosotros la verdad. Si fuera su voluntad, el hombre también tendría que practicar la idolatría".
----------Y este Dios, que recuerda al Dios de Ockham, de Lutero y de Hegel, se acerca indudablemente al Fatum del paganismo greco-romano. Así, en los teólogos islámicos tenemos dos filones o corrientes opuestas, ambas basadas en el Corán, una que destaca un Dios justo y razonable, similar al Dios bíblico, y la otra, que presenta un Dios agresivo y despótico, fautor de violencia, con un rostro pagano.
----------Así, mientras el filósofo árabe Averroes interpreta a Aristóteles en ese sentido fatalista, según el cual existe para todos los individuos humanos un único intelecto, de modo que hay uno que piensa por todos, es decir, el sultán o el califa, y el mundo es eterno, los metafísicos islámicos del siglo XII, influenciados por el cristianismo, sobre todo Avicena y Al Gazzali, interpretan a Aristóteles de manera de reconciliarlo con el rostro del Dios coránico providente y tolerante, y admitían que cada hombre tiene su propia alma, por lo cual cada uno tiene su propia responsabilidad, tanto en el bien como en el mal, de modo que su pensamiento pudiera luego ser utilizado por santo Tomás de Aquino y por el beato Juan Duns Scoto. Este Dios, justo y misericordioso, es anunciado mediante la persuasión y la apologética, y es a él al cual se refiere el Concilio.
   
El castigo divino en Lutero
   
----------Para Lutero, Dios determina todo (principio de Wycliff), y por ende, Dios es la causa tanto del bien como del mal, tanto del pecado de Adán como de la redención de Cristo, tanto del pecado de David como de la conversión de Pablo, tanto de la justificación del hombre como de su perdición.
----------El pecado original, según Lutero, ha sido una desobediencia a Dios, pero querida por Dios mismo, quien sin embargo ha castigado al hombre con la corrupción total de la naturaleza humana, de modo que el hombre ha perdido tanto la luz de la razón, como el libre albedrío. En el terror y en la angustia, el hombre odia a este Dios no confiable, despótico, cruel e injusto, que lo inculpa de un pecado que él mismo le ha hecho cometer y que ahora lo castiga por pecados que, debido a la corrupción de la naturaleza, no alcanza a evitar.
----------Lutero, sin embargo, en un cierto momento, cree haber descubierto en Dios el rostro de la misericordia. Dios asume entonces dos rostros: en el fondo de la conciencia permanece el Deus absconditus, el Dios airado y castigador, porque el hombre, pecador como es, sigue siendo siempre esclavo del pecado y, por tanto, continúa odiando a este Dios, quien le corresponde cordialmente.
----------La otra cara es la del Deus revelatus, sub contraria specie respecto a la del Deus absconditus. Él es el Dios de Cristo, todo ternura y comprensión, es más, perdón y "justificación"; es el Dios que le dice a Lutero: "Quédate tranquilo, sigue pecando, no te castigaré, de hecho te garantizo que estás predestinado a la salvación; basta que tú creas firmemente en salvarte, y serás salvo".
   
El pecado original según Kant
   
----------Immanuel Kant [1724-1804] toma de Lutero la doctrina de la corrupción radical de la naturaleza humana: "la universalidad de la tendencia al mal en los hombres está íntimamente ligada a la naturaleza humana"; "el hombre es malo por naturaleza"; "existe en el hombre una tendencia natural al mal" (son pasajes extractados de su libro: La Religión dentro de los límites de la sola razón). Sin embargo, Kant, contra Lutero, reconoce a la razón un valor de verdad y admite el libre albedrío.
----------Por eso Kant concibe esta maldad del hombre en modo diferente a Lutero. Se trata de una maldad intrínseca, que no impide la posibilidad de la buena voluntad, -simul iustus et peccator- la cual, sin embargo, debe convivir con esta misma maldad. Para Kant, creer en una futura humanidad libre del mal es una ilusión, es una "extravagancia". El hombre es esencialmente una mezcla de bien y de mal.
----------Kant luego observa cómo en esta vida sucede que la virtud no es premiada, mientras que el pecado no es castigado. La justicia, sin embargo, quiere que a la virtud corresponda el premio y que el pecado sea castigado. Por consiguiente, es necesario pensar en una vida futura, en la cual este orden sea respetado. Sin embargo, esta vida futura, para Kant, no es una realidad después de la muerte (recordemos que Kant es un idealista y no un realista), sino simplemente un ideal racional, una "idea de la razón", que es útil a la razón práctica, para estimular la voluntad en la búsqueda del grado máximo de la virtud.
----------Para Kant, por lo tanto, no hay necesidad de preguntarse dónde se origina el mal y por qué se origina el mal. El pecado, para Kant, es el simple hecho de que la voluntad se cambia a sí misma de buena a mala. Por tanto, la explicación que da la Biblia acerca del origen de la maldad humana, reconduciéndola hasta un hecho ocurrido en el pasado, es completamente errónea y descartable.
----------Dice Kant (también en La Religión dentro de...): "Cualquiera que pueda ser el origen del mal moral en el hombre, es cierto que entre todas las maneras de representar la difusión del mal y su propagación en medio de todos los miembros de nuestra raza, la más inconveniente es aquella de representarnos el mal como algo que nos viene por herencia de nuestros primeros progenitores".
----------Por consiguiente, el "estado de inocencia", del cual nos habla la Sagrada Biblia, para Kant debe ser interpretado simplemente como la posibilidad innata, dada a todo hombre, de hacer el bien. En tal sentido la posición kantiana se avecina a la de Jean Jacques Rousseau [1712-1778], con la diferencia de que, mientras para Rousseau el hombre nace puramente y simplemente bueno y luego es estropeado por la sociedad, para Kant el hombre es constitutivamente una mezcla de bien y de mal.
----------En definitiva, para comprender el método adoptado por Kant para explicar el origen o la causa de la tendencia del hombre al mal, debemos leer las siguientes palabras: "la determinación del albedrío a producir el mal debe ser planteada en vinculación con un principio determinante del efecto no en el tiempo" [es decir, en el pasado, como en el relato del Génesis], "sino sólo en la representación racional".
----------En definitiva, mientras que Lutero todavía creía, por fe en la Biblia, en la historicidad del hecho del pecado original, en cambio, Kant transforma esta fe de Lutero en un principio racional. Vale decir, la fe de Lutero se convierte en la razón de Kant. Y Hegel no hará aquí más que seguir a Kant.
   
El "Dios de este mundo" de Hegel
   
----------La teología de Georg W.F. Hegel [1770-1831] es una racionalización panteístico-gnóstica de la teología de Lutero. En efecto, también para Hegel, Dios determina todo y justifica todo, tanto el bien como el mal. En Dios existe el bien y el mal. Todo lo que sucede es bueno por el simple hecho de que sucede. Todo está bien tal como está. El mal es sólo una apariencia que se resuelve por sí dialécticamente. Buenismo absoluto. Todos son perdonados, también aunque no se arrepientan. Dios es misericordioso y no castiga a nadie. Se trata, en el fondo, de un resurgimiento del Fatum pagano.
----------Sin embargo, Hegel retoma la concepción estoica del Logos. Todo es racional. Todo es necesario y no puede no existir. Todo es Logos. "Lo que es real es racional". Ahora bien, el mal es real; y por tanto si es real es racional. Por tanto, el mal no puede no existir; es necesario al bien; el mal es necesario, es "lógico", es "racional", porque es el polo dialéctico, opuesto al bien, es una contradicción, sin la cual no existiría la dialéctica, que es la ley de lo real y del Absoluto, dialéctica, sin la cual el devenir, la historia y Dios mismo no podrían existir, porque como dice Hegel, "Dios sin el mundo, no es Dios". Pero en el mundo existe el mal; y por tanto, el mal y el bien se hacen guerra en Dios. Reaparición del maniqueísmo en clave panteísta.
   
El Dios misericordista de Rahner
   
----------En la teología del jesuita alemán Karl Rahner [1904-1984] no hay espacio para la acción punitiva de Dios. En Rahner, la acción castigadora de Dios es admitida sólo como una posibilidad, que de hecho no se realiza. El concepto del Dios castigador del Antiguo Testamento es, según Rahner, un concepto arcaico y superado de la divinidad. Dios en Cristo es misericordia y perdón.
----------Por otra parte, el pecado existe, pero según Rahner no se lo puede conocer con certeza, ni existe una ley moral objetiva y universal, que pueda hacer de criterio inmutable de valoración del pecado. Para Rahner el pecado original no ha sido el pecado de una pareja primitiva, transmitido por generación, cuyas consecuencias penales afectan a toda la humanidad, sino que representa el pecado de la humanidad (negación del dogma del pecado original. Herejía). Es, como dice Rahner, un "mito etiológico".
----------Por consiguiente, según Rahner no es posible saber si una acción mala ha sido hecha intencionalmente o involuntariamente. Para Rahner no existe acción tan santa, que no pueda a la vez ser sospechada de hipocresía. Esencial y suficiente para la salvación no son tanto los individuales actos categoriales, sino sobre todo la opción fundamental, por la cual todos, incluso los ateos, se proyectan en Dios, al menos de manera inconsciente y atemática. Esto es lo que Rahner llama el "cristianismo anónimo".
----------El mismo pecado, para Rahner, no tiene consecuencias penales ante Dios, por lo cual no tiene necesidad de ser expiado, reparado o cancelado por Dios, porque el pecado es simplemente un acto fallido o abortado, sin efecto, que se destruye por sí solo (aquí se niega el poder divino de la remisión de los pecados). El hombre es ciertamente pecador, pero pecador perdonado. Rahner hace suya la tesis luterana: iustus et peccator. La sanción penal se refiere únicamente a los actos de la magistratura civil o eclesiástica.
----------Según Rahner, la gracia está siempre en todos y todos se salvan. Rahner entiende el famoso pasaje de san Pablo en 1 Tim 2,4 en el sentido de que Dios, de hecho, salva a todos, sin que Rahner en absoluto se preocupe de conciliar estas palabras con todos aquellos pasajes donde es evidente la existencia de los condenados; por lo cual, para resolver la contradicción, no le quedaría más que quitar esos pasajes de la Escritura, o si no quiere quitarlos, dejar que la Escritura entre en contradicción consigo misma.
----------Dios, por consiguiente, para la concepción de Rahner, no pide satisfacción por el pecado, por lo cual Cristo no satisface al Padre en nuestro lugar por nuestros pecados (esta tesis está directamente opuesta al dogma tridentino: "satisfecit pro nobis", Denz.1529, y, por tanto, es herética), sino que simplemente nos obtiene la gracia, el perdón y la misericordia del Padre. Hablar, por tanto, de "expiación", de "sacrificio", de "redención" o de "rescate" a propósito de la obra salvífica de Cristo, quiere decir, según Rahner, usar un lenguaje anticuado. Mejor hablar de liberación, justificación, divinización, reconciliación, humanización.

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