martes, 11 de enero de 2022

¿Alienígenas?

La pregunta es: ¿pueden existir personas humanas en otros planetas? Al respecto, la confusión y falsificación que se viene produciendo en las ultimas décadas acerca de lo que implica el ser católico, ha hecho que existan hoy diversos calificativos de "católicos", y entre ellos, católicos new age o católicos esoteristas o católicos masones, o también los católicos ufólogos, y un sinnúmero de apelativos más. Naturalmente, estos calificativos no son una particularidad del ámbito modernista, sino también del así llamado tradicionalista.

----------A fines de diciembre pasado, a través de varios periódicos del mundo, incluídos los mendocinos, nos hemos enterado de que "veinticuatro teólogos de las religiones de todo el mundo han sido llamados por la NASA para responder a una difícil pregunta: ¿cuáles serían las consecuencias para la sociedad humana si se llegara a saber que los extraterrestres existen? La reunión está programada en el Center for Theological Inquiry en Princeton, un organismo financiado por la agencia espacial americana".
----------A decir verdad, si se hubiera recurrido a cualquier teólogo católico, se habría tenido una respuesta segura sin necesidad de molestar con relativos gastos a los teólogos de otras religiones. De modo que, por mi parte, quisiera en esta breve nota satisfacer el interés de la NASA, proporcionando la respuesta buscada, intentando darla con la mayor claridad y sencillez, para que sea comprendida por cualquier lector atento.
----------Ahora bien, lo que primero e inmediatamente debo decir, sin embargo, es que para tener tal respuesta, no basta la ciencia, sino que se debe tomar informaciones de la enseñanza de la Revelación cristiana en la interpretación que de ella ofrece la Iglesia católica, a través de su Magisterio.
----------En efecto, la ciencia puede llegar a determinar la existencia de otros planetas en los cuales existan probablemente las condiciones físicas que vuelven posible la vida humana. Existe un conjunto de disciplinas científicas, las llamadas Ciencias del Espacio, que tienen interés en esta temática: la Astronomía, ya sea la Astronomía observacional, la Astrometría, la Astronomía Teórica, la Astrofísica, la Mecánica Orbital, la Astrobiología, la Exobiología, la Astronomía Estelar, la Astronomía solar, las Ciencias Planetarias, la Astrogeología, la Astronomía galáctica, la Astronomía extragaláctica, la Cosmología física, e incluso las ciencias aplicativas derivadas referentes a la Ingeniería Aeroespacial, la Exploración espacial y la Colonización del Espacio. Efectivamente, todas estas ciencias, en su conjunto, pueden llegar a formular la bien fundamentada hipótesis de la existencia de otros planetas en que la vida humana sea físicamente posible.
----------Sin embargo, no existe ninguna evidencia de que esta vida humana efectivamente exista en tales planetas, y esto también debido a la inmensa (inimaginable) distancia desde la tierra a estos planetas, lo que convierte en extremadamente difícil la posibilidad de una verificación segura de tales hipótesis.
----------Ciertamente, existe una riquísima documentación acerca del registro de insólitos objetos voladores (UFO, OVNI), documentación (fotografías, vídeos, testimonios personales, etc.) que son materia de apasionamiento para los ufólogos, ya sea tanto aficionados como más o menos profesionalizados. Sin embargo, toda esa enorme coleccion de registros no nos aporta ninguna prueba de que se trate de máquinas construidas por extraterrestres. En muchos casos pueden ser simplemente inusuales cuerpos celestes.
----------Por otra parte, la ciencia en cuanto tal no excluye la posibilidad de la existencia de otras personas humanas en otros planetas. Pero debe recordarse que la ciencia experimental no se interesa por aquello que puede existir, sino por aquello que existe efectivamente y de lo cual se tiene certeza ya sea por experiencia directa o indirectamente mediante pruebas demostrativas objeto de observación empírica.
----------Sin embargo, la respuesta decisiva, como he dicho, proviene del dato divinamente revelado, en la interpretación de la Iglesia católica. Y quiero ser muy preciso en ello: Iglesia católica, por lo cual el no-católico, aunque sea cristiano, no está en posesión de los medios suficientes o adecuados para obtener del dato revelado todo lo que este revela y que este aporta efectivamente al saber, un saber que en tal caso es un saber de fe, la cual permite alcanzar un saber que supera cuanto puede ser conocido por la sola ciencia, porque es un saber revelado por Dios y no simple conquista de la humana razón. Por eso, con la fe el católico posee ese adecuado conocimiento del hombre, de las cosas y sucesos humanos y del cosmos, que permite dar una respuesta segura a la pregunta planteada al inicio. Repito, entonces: aunque se trate de cristianos, los no-católicos (cualquiera sea el grado de su separación del bimilenario Magisterio de la Iglesia que llega hasta el magisterio actual de los últimos Papas) no está en grado de alcanzar este saber de fe.
----------Ahora bien, un dato de fe necesario para iluminar el problema y llegar a la respuesta es la doctrina de la creación del hombre, del pecado original y de la dinámica de la salvación.
----------El relato bíblico de la creación del hombre y de la mujer en el Edén, tal como nos ofrece el libro del Génesis, hace referencia a esta tierra en la cual vivimos, con la aclaración precisa de que se trata de una tierra incontaminada por el pecado, en la cual la pareja primitiva gozaba de un estado de inmortalidad, de altísima virtud y de perfecta inocencia, es decir, un estado feliz, que se pierde con el pecado original.
----------En el relato bíblico de la creación del hombre no hay espacio para la teoría poligenista, según la cual Dios habría creado una cepa o tronco de la humanidad en esta tierra y otra cepa o tocón en otro u otros planetas. Por esta razón, la teoría poligenista ha sido positivamente excluída por el venerable papa Pío XII en la encíclica Humani generis de 1950. En efecto, la teoría poligenista viene a negar la doctrina de fe según la cual la culpa original que proviene de la pareja primitiva en esta tierra se ha propagado por generación a toda la humanidad, la cual es en su totalidad residente sólo en esta tierra.
----------Toda la humanidad, en definitiva, se reúne y concentra en la humanidad que está en esta tierra y solamente en esta tierra. No existen hombres aparte de aquellos que viven en esta tierra. La culpa original se transmite a esta humanidad. Y según la fe tal humanidad es salvada por la redención obrada por Nuestro Señor Jesucristo, redentor de esta humanidad, la que habita esta tierra, no de otros extraterrestres.
----------Tampoco hay que hipotetizar la existencia de otra humanidad en otro planeta que no esté infectada por la culpa original. Si así fuera, ¿cómo y cuándo habría llegado a ese planeta? ¿Habría llegado antes de que Adán y Eva pecaran? Pero el caso es que ellos no habían engendrado a nadie antes de caer en el pecado.
----------Algunos especulan e hipotetizan que el hombre haya llegado a otro planeta en un pasado lejanísimo. Pero, ¿acaso se puede hipotetizar que el hombre primitivo, caído del estado de inocencia, haya podido organizar con los medios de la época un viaje espacial tal como para atravesar las distancias siderales para colonizar otros planetas? ¿Distancias que conocemos sólo hoy con los modernos medios visuales? ¿Distancias que estamos muy lejos de poder cubrir con los más avanzados medios de transporte? Francamente, esto es absolutamente impensable. Si no lo conseguimos hoy, con el inmenso progreso científico y tecnológico que hemos logrado hoy, ¿qué podría hacer el hombre primitivo con la maza, la clava, y la piedra focal?
----------En base a las premisas, podemos, por tanto, negar con certeza la hipótesis avanzada por algunos, según la cual ciertos complejos de esculturas en piedra, como la antigua fortaleza de Sacsayhuamán, las líneas de Nazca, las pirámides egipcias, Stonehenge, la Pirámide del Sol en Teotihuacán, las estatuas de Isla de Pascua, o monumentos similares, acerca de los cuales no llegamos a comprender para qué servirían o qué representarían, serían el testimonio de la presencia en antiquísimos tiempos de hombres extraterrestres.
----------Por lo tanto, toda la humanidad existente está sobre esta tierra. El divino mandato genesíaco "sed fecundos, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla" (Gén 1,28) sigue siendo válido, todavía hoy. El pecado original ha debilitado la fuerza del hombre. Pero la gracia de Nuestro Señor Jesucristo restaura gradualmente a lo largo de los siglos y de los milenios la fuerza perdida. Y aquí tenemos la historia del progreso humano en el campo de la ciencia, de la técnica y de las fuerzas humanas.
----------Ciertamente, el universo, el inmenso cosmos, ahora, en sus distancias prácticamente ilimitadas y en sus energías gigantescas y descomunales, nos asusta, nos estremece, y nos hace sentir sumamente pequeños e impotentes, no obstante los avances cientificos y tecnológicos realizados. Si el hombre no hubiera pecado, ya habríamos colonizado todos los planetas habitables. Pero todavía estamos a tiempo. No nos rindamos a nuestra debilidad, sino que, fortalecidos por la gracia de Nuestro Señor Jesucristo, podemos recuperar aquello que hemos perdido y obtener, con la resurrección final, un mundo nuevo aún más bello que el de los orígenes.

6 comentarios:

  1. Resulta curioso lo que se lee en este artículo: que sin el pecado original hubiéramos tenido un mayor desarrollo tecno-científico. Pero me pregunto: ¿en el paraíso terrenal, con todos sus bienes, qué necesidad había de esforzarse, de preocuparse, de competir por escasos recursos, si no era el caso? Sin un motivo o impulso "económico" no hay necesidad de progreso tecnológico; donde todos los deseos están correspondidos de modo natural, la situación se estabiliza.

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    1. Estimado desconocido,
      por cuanto se refiere a la producción técnico-científica, ella es una actividad natural del hombre, por la cual el hombre expresa gradualmente su creatividad, se hace cada vez más señor de la naturaleza, construye progresivamente medios de comunicación cada vez más rápidos, cómodos y eficaces, a través del trabajo aumenta su bienestar con la construcción de objetos que favorezcan su salud y la alegría de vivir.
      Ahora bien, en el Edén, la naturaleza humana se encontraba en un estado de altísima perfección e integridad, por lo cual todas sus potencialidades y virtualidades podían ser puestas en acto progresivamente. De ahí la alta significación de todas las formas antes mencionadas de progreso, de desarrollo y de perfeccionamiento de la vida humana.
      En el paraíso terrenal, efectivamente, no existía la fatiga, porque la fatiga es un castigo del pecado original. Por cuanto respecta a los recursos, no eran en absoluto escasos, sino abundantísimos, por lo cual el progreso no estaba motivado por la necesidad de satisfacer necesidades derivadas de un estado de miseria, sino que estaba motivado por el placer de aumentar el bienestar, la comodidad, la prosperidad y la alegría de vivir de los individuos y del género humano, en una vida inmortal.
      Ciertamente se puede admitir la competición, pero no en el sentido de las rivalidades, sino con un cierto espíritu deportivo, que proviene de la alegría de confrontar y admirar recíprocamente las propias capacidades.
      La satisfacción de las necesidades no habría conducido a una estabilización, por el hecho de que la naturaleza humana habría mantenido permanentemente necesidades vitales, derivadas no de deficiencias o defectos, sino del placer de vivir en plena salud.

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  2. Las observaciones contenidas en este artículo (que, en gran medida, comparto) se refieren a la escasa o nula posibilidad de relacionarnos con seres inteligentes alienígenas a causa de la inmensidad del universo, pero no me parece que hagan referencia de ningún modo a su existencia. El hecho de que nunca podamos conocer su existencia no quiere decir que no existan. No somos idealistas hegelianos para quienes lo que no es pensado no existe.

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    1. Estimado anónimo,
      el método del conocimiento es impuesto por el objeto; si un objeto no comunica su existencia a través de la sensibilidad física o a través de un modelo matemático predictivo cierto (como lo fue para el bosón de Higgs) es fantasía para "2001: Odisea del espacio", o para la serie "Expedientes X" o para la serie "Alienígenas ancestrales" (es decir, es para un acto de fe) el hipotetizar su existencia, y sería engaño cuando se encubriera la existencia con argumentaciones pseudocientíficas.
      ¿Usted cree en el multiverso? Yo no hoy, porque no tenemos ninguna comunicación física y porque los modelos matemáticos que lo hipotetizan son creíbles solo porque alguno pretenda jactanciosamente que baste la belleza de su simetría para creerlos confiables.
      No entiendo la lógica de la afirmación "El hecho de que nunca podamos conocer su existencia no quiere decir que no existan": este tipo de frases se puede usar para las verdades de fe, pero aquí estamos hablando de física. La existencia de un objeto físico se conoce sólo a través de los dos métodos antes mencionados: si ni siquiera el método matemático predictivo cierto es capaz de suplir la falta de confirmación experimental, ¿de qué "existencia" estamos hablando, del Hyperuránion tópon platónico?
      Nada prohibe que dentro de algunos años aparezca en nuestra Tierra un mensaje inteligente enviado por alguna civilización alienígena; nada prohibe que dentro de algunos años se llegue a formalizar un modelo matemático predictivo cierto (no simplemente probabilístico) de la existencia de civilizaciones extraterrestres; pero hasta ahora... ese "nada prohibe" tiene el mismo poder que "nada te prohibe dejar volar la fantasía".
      El hecho de que usted y yo estemos AQUÍ AHORA para hablarnos aunque sea a través del foro de este blog, es un milagro desde el punto de vista probabilístico respecto a los órdenes de grandeza antes mencionados: no lo digo por mí, uso las palabras de un físico de fama internacional como José Gómez Cadenas, español, de 61 años, que dirige el experimento Next sobre los neutrinos en LSC, el laboratorio subterráneo de Canfranc, en los Pirineos ibéricos. Cadenas ha trabajado por todo el mundo, desde los Estados Unidos hasta Japón, pasando también por el CERN de Ginebra, llevando adelante sus estudios en Física de las partículas. No es un creyente. Dice así: "Se puede decir –postura nihilista– que nada tiene sentido, que el hombre no importa, que forma parte de una especie irrelevante en un mundo irrelevante, etc. O bien se puede contemplar la posibilidad de que usted y yo, por ejemplo, estemos AQUI, AHORA, hablando como lo estamos haciendo. Si la perspectiva es la historia del universo, con todas las variables que están en juego, la PROBABILIDAD es CERO. Pero entonces, ¿por qué estamos aquí? Es un MILAGRO. ¿Milagro de Dios? No lo sé, no creo. Pero me siento increíblemente afortunado" (la entrevista completa la puede encontrar en: https://espanol.clonline.org/historias/encuentros/2021/10/25/el-milagro-de-existir).

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  3. Padre Filemón,
    usted ha considerado la cuestión acerca de si puede haber "otros seres humanos" en otros planetas, refiriéndose a eventuales migraciones del género humano.
    Por el contrario, la pregunta de la NASA alude a eventuales otras vidas conscientes de un género diferente al género humano.
    Existen quienes han indicado algunas reflexiones que parecen pertinentes: en las cuales, de hecho, vienen hipotetizadas "infinitas hipóstasis", es decir, "infinitas encarnaciones del Verbo", como obvia consecuencia de la necesidad de redimir las culpas derivadas de la imperfección de eventuales otras formas creaturales conscientes. Por lo tanto, tal profundización resultaría (es solo mi humilde opinión) pertinente a la pregunta de la NASA.

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    1. Estimado Mauro,
      tenga presente que los vivientes corpóreos dotados de conciencia son los seres humanos. Por lo tanto, no pueden existir vivientes de ese tipo, que sean de otro género con respecto a la persona humana. El viviente corpóreo consciente es el hombre. El concebir un viviente consciente, que no sea hombre es, por lo tanto, una contradicción. Por consiguiente, la pregunta planteada por la NASA está viciada desde su punto de partida por este tipo de contradicción.

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