miércoles, 27 de mayo de 2020

Escritura, Tradición, Magisterio (2/4)

Basta con introducir en conversación con los fieles católicos el tema de la Tradición, para advertir que, salvo excepciones, la idea que tienen de ella no es clara y distinta, no tiene límites definidos.

----------De las tres frases que cité en mi nota anterior: 1) "Según lo indicado por la Tradición esa afirmación debe ser considerada herética", 2) "La Tradición estuvo también presente en la masiva concentración pro-vida reunida en la plaza central de la ciudad", 3) "La feligresía asistió en gran número a la novena del Santo Patrono, honrando piadosamente esa Tradición", en las que se usa la misma palabra Tradición en ámbito católico, sólo la primera la usa en su sentido primario y fundamental. Tratemos de explicarlo:
 
Qué se entiende en general por una tradición
   
----------Hablando de modo general, una tradición es un evento, una práctica o una doctrina o una costumbre o usanza, que se repiten o se evocan o se representan indefinidamente idénticos a sí mismos, eventualmente a cadencias o plazos fijos, para mantener la memoria de hechos o de personajes importantes, como formación o alimento periódico del espíritu, para conservar valores preciosos o perennes. Así podemos referirnos a: "un desfile de la tradición el 10 de noviembre", "la tradicional Fiesta de la Vendimia", "el locro que por tradición cocinaba mi madre en fiesta patria", o "la tradición del asado de los domingos en familia".
----------La palabra española Tradición proviene del latín tradere, que quiere decir entregar, transmitir, sobreentendiéndose algo a alguien. Si lo que viene entregado es algo precioso, que se intenta preservar, mantener íntegro y custodiar, entonces el entregar es un transmitir algo que debe permanecer inalterado, es un confiarlo a persona de confianza o, como se suele decir, a buenas manos. Si en cambio se desea entregar algo que se desprecia y de lo cual no le preocupa si es cambiado o incluso destruido, el entregar, el tradere se convierte en un tradire, traicionar, como, por ejemplo, entregar a alguien en manos de los enemigos.
----------Lo que debemos retener por el momento es que Tradición, en el sentido más amplio de la palabra, es específicamente un acto, el acto de transmitir, o sea, es la transmisión oral o escrita de un hecho histórico, una costumbre, una enseñanza, o una doctrina cualquiera.
 
Qué se entiende por Tradición Apostólica o Sagrada Tradición Católica
 
----------Ahora bien, debemos recordar que Cristo ha entregado de voz a sus apóstoles su mensaje de salvación. Tradición, por lo tanto, ha sido el acto de esta entrega o asignación, por parte de Cristo, de su mensaje de salvación, a sus Apóstoles. Sin embargo, por Tradición también se entiende el contenido de este acto, o sea el conjunto de las verdades salvíficas reveladas por Cristo a los apóstoles y a ellos por Él entregadas para transmitir a su vez inalteradas y con el máximo cuidado a sus sucesores hasta el fin del mundo.
----------Bien pronto, sin embargo, los apóstoles consideraron oportuno, de hecho necesario, poner por escrito las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo, que ellos habían recibido y que contenían todo lo que Él les había revelado en nombre del Padre. En ese llamado depósito de la Fe no había nada más que agregar. Las verdades eran esas: ni una más, ni una menos. Por eso se dice que la Revelación terminó con el último de los Apóstoles. Las tareas que restaban de allí en más eran: 1) un conocimiento cada vez más avanzado o profundizado del depósito revelado y 2) su transmisión y difusión en todo el mundo.
----------De esta decisión de poner por escrito los dichos y los hechos del Señor, han nacido los Evangelios y todo el Nuevo Testamento, siguiendo el modelo de la Escritura del Antiguo Testamento, que precisamente puso por escrito la historia de Israel, los mandamientos y las grandes obras del Señor, los salmos, las sentencias de los sabios de Israel y la predicación de los profetas.
----------De modo que la Tradición, aquel acto por el cual Nuestro Señor Jesucristo entregó a sus Apóstoles su mensaje de salvación, la Palabra de Dios, mensaje que es el contenido de verdades salvíficas reveladas por el Señor, el depósito de Fe, incluye ahora la Escritura del Nuevo Testamento. Pero la sagrada Tradición comprende también las obras de los Santos Padres, es decir, las obras de los sucesores de los Apóstoles en las primeras generaciones cristianas, obras en las que los Santos Padres y Doctores de la Fe han tratado de profundizar en la comprensión del dato revelado. Sus obras son también Tradición, al menos en cuanto ilustran las verdades fundamentales de la fe, aún cuando la filosofía platónica, que ellos utilizan, no siempre se presta a una buena interpretación del dato revelado a causa de su tendencia dualística o a causa de su exégesis, por su carencia de información histórica, que le hacía exceder en el alegorismo.
----------De modo que, con lo que acabamos de decir, podemos entender la Tradición en el sentido más estricto en el que en la Iglesia se usa primaria y fundamentalmente: es la transmisión oral de la doctrina revelada por Jesucristo a los Apóstoles, y luego por los Apóstoles a la Iglesia, en el decurso de los siglos, independientemente de que esa doctrina conste o no en la Sagrada Escritura. Por lo tanto, puede muy bien contenerse una verdad en los sagrados libros y, al mismo tiempo, constar por tradición. No hace falta decir que lo que acabamos de señalar es impugnado, en general, por los protestantes, que dicen que solamente se admite la Escritura Sagrada como fuente de la revelación hecha a la Iglesia.
 
Distinción entre Sagrada Tradición Católica y tradiciones eclesiásticas
 
----------En la Iglesia, es necesario distinguir la Sagrada Tradición de las tradiciones eclesiásticas. La Sagrada Tradición Católica es única, expresa la Palabra de Dios o mensaje de salvación del Señor, es de institución divina, debe ser aceptada con fe divina, tiene validez universal para toda la Iglesia, y es perenne e inmutable.
----------A diferencia de ella, las tradiciones eclesiásticas son múltiples, a menudo son de iniciativa privada y representan modos diversos y particulares de rendir honor y culto a Dios y de expresar las verdades de la fe y la bondad y santidad de la vida católica. Su recepción puede muy frecuentemente ser un deber disciplinario en signo de respeto por la autoridad de la Iglesia. A veces la recepción y cumplimiento de esas tradiciones puede ser solo facultativa u optativa. Son tradiciones que nacen con aprobación eclesiástica, están bajo su tutela, son de variada duración, pueden ser antiguas o recientes y pueden extinguirse.
----------La diferencia entre ambas realidades es neta, y debe destacarse particularmente que sólo la Sagrada Tradición es de institución divina. Es la Tradición Apostólica, que se remonta a Jesucristo mismo que, lo repetimos, les dio de viva voz a los Apóstoles su doctrina. En el Evangelio encontramos que Jesucristo envía a sus Apóstoles diciéndoles: "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado" (Mt 28,19-20), y no consta que dejara escrita una sola palabra; sino que les dio su doctrina de viva voz. Y de viva voz sus Apóstoles difundieron la Buena Noticia, el Evangelio, la doctrina de Jesús.
----------Al respecto, de los Apóstoles, sólo dos, san Mateo y san Juan, escribieron sus Evangelios, que podrían describirse como una breve biografía de Jesús; con algunos de sus milagros y parte de su doctrina. Aparte de eso, escribió san Juan tres cartas y el Apocalipsis; san Pedro dos cartas; Santiago una; san Judas otra; y san Pablo catorce. También escribieron acerca de la doctrina de Jesús y de los Apóstoles san Marcos en su evangelio y san Lucas en el suyo y en los Hechos de los Apóstoles. Todos estos escritos constituyen el Nuevo Testamento. Ahora bien, todo lo demás, que enseñaron en sus predicaciones y en sus obras, tanto Jesús como los Apóstoles, de algunos de los cuales nada absolutamente se conserva escrito, lo transmitieron a los fieles, como Jesús se lo había enseñado, es decir, de viva voz.
----------La conclusión es obvia: siendo voluntad de Nuestro Señor Jesucristo que se enseñara a la Iglesia (en todo tiempo y lugar) toda su doctrina, es señal evidentísima que en la Tradición se contiene la verdadera Revelación. No sólo en la Escritura, como dicen en general los protestantes. Tradición y Escritura, ambas a su modo, y mutuamente implicadas, son las fuentes de la Revelación.
 
Relación entre Tradición y Escritura
 
----------De modo que hay que tener bien presente que no todo lo que Nuestro Señor Jesucristo ha transmitido de voz ha sido puesto por escrito: por ejemplo las enseñanzas que Él impartió a sus Apóstoles durante los cuarenta días que estuvo con ellos después de la resurrección y hasta su ascensión. El mismo Juan dice que "hay además otras muchas otras cosas que hizo Jesús" (Jn 21,25) y "otras muchas señales, que no están escritas en este libro" (Jn 20,30). Por esto existe una tradición oral, que desde el tiempo de Jesús llega hasta el Magisterio vivo de la Iglesia de hoy, tradición oral que es más amplia de cuanto ha sido escrito.
----------Se puede decir entonces que el contenido de la Tradición es más amplio que el de la Escritura, aunque en ésta implícitamente está contenida toda la Revelación. Sin embargo, sin la explicitación que se deriva de la Tradición, la Escritura por sí sola no nos da todo el contenido de la Revelación. Tradición y Escritura, tal como nos son entregadas (tradere) por el Magisterio viviente de la Iglesia, son las fuentes de la Revelación, los medios por los que hoy podemos conocer el mensaje de salvación del Señor.
----------El cardenal Giovanni Battista Franzelin, teólogo del Concilio Vaticano I, ofreció una bella definición de la Tradición: "Es la doctrina de la fe en cuanto fue manifestada oralmente por Cristo o por el Espíritu Santo a los Apóstoles, predicada por ellos de viva voz, y que ha sido conservada sin alteración, y transmitida hasta nosotros, por una sucesión ininterrumpida en el curso de los tiempos, bajo la asistencia del Espíritu Santo" (citado en Yves Congar, La tradición y las tradiciones, San Sebastián 1964, p.132).
----------El padre Giovanni Cavalcoli OP, a quien en gran medida he seguido en los presentes apuntes, también se expresa bellamente cuando dice: "El depósito de la Revelación que se expresa en la Escritura y en la Tradición, es como un cofre que contiene perlas preciosísimas, que el Esposo ha entregado a la Esposa antes de retornar al cielo, con el encargo de extraerlas una por una y admirarlas, en memoria del Esposo, hasta su Retorno".
   
Algunas conclusiones provisorias
   
----------Sin haber terminado todavía de examinar la cuestión, sin embargo podemos, con lo que hemos reflexionado hasta aquí, distinguir los sentidos de la palabra Tradición en las frases citadas al inicio: 1) "Según lo indicado por la Tradición esa afirmación debe ser considerada herética", 2) "La Tradición estuvo también presente en la masiva concentración pro-vida reunida en la plaza central de la ciudad", 3) "La feligresía asistió en gran número a la novena del Santo Patrono, honrando piadosamente esa Tradición".
----------En la primera frase, la palabra Tradición es usada en el sentido primario y fundamental que hemos explicado, es la Sagrada Tradición Católica, que nos permite conocer el mensaje de salvación de Jesucristo, el depósito de nuestra Fe, que nos permite distinguir la verdad del error, la verdad católica de las herejías. En la segunda frase se usa la palabra Tradición simplemente para hacer referencia a una comunidad, grupo o sector que pretende custodiar, proclamar y difundir los valores de la Fe católica. Y en la tercera frase, la palabra Tradición es usada en el sentido de tradiciones eclesiásticas.
----------En lo que seguirá, abordaremos la cuestión de la relación de Tradición y Escritura con el Magisterio, y las consecuencias problemáticas que esta cuestión ha producido y sigue produciendo en algunos sectores tradicionalistas, particularmente la Fraternidad Sacerdotal San Pío X.

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