martes, 12 de mayo de 2020

La comunicación de los predicados como método para la interpretación del dogma (3/5)

En esta serie de notas (en realidad una larga "clase" escolar de teología dogmática en la que abordamos la cuestión de la communicatio idiomatum) terminábamos en la segunda parte planteándonos la siguiente pregunta: ¿qué sentido tiene decir que Jesús es Dios?

----------Diciendo, por lo tanto, que un hombre es Dios, la Iglesia no intenta decir, como afirma Hegel, que la naturaleza humana es la naturaleza divina (cf. Lecciones sobre filosofía de la religión). ni que el hombre en general es Dios. De hecho, un hombre no es el hombre. Un hombre es un singular individuo de la especie humana. El hombre, en cambio, es la esencia del hombre, son todos los hombres. Ahora bien, el dogma de la divinidad de Cristo no quiere decir que todos los hombres sean Dios o tengan la naturaleza divina, sino que un solo singular hombre en toda la humanidad "es" Dios, en el sentido de que Jesús es ese hombre, en cuya naturaleza humana, hipostáticamente unida a la Persona del Verbo divino, esta Persona subsiste en dos naturalezas, humana y divina, en modo tal que se puede predicar la divinidad del hombre y la humanidad de Dios, donde sin embargo el predicado supone para la persona y no para la naturaleza.
----------Es, de hecho, la única Persona en dos naturalezas que permite las proposiciones dogmáticas cristológicas obtenidas de la communicatio idiomatum. De hecho, la comunicación de los dos predicados es comunicación de dos formas o esencias, mientras que el único sujeto o supuesto es la persona. Y es precisamente la unicidad de la persona, sujeto lógico de ambos predicados, lo que permite la comunicación de los predicados, por lo cual se puede predicar un predicado del otro, tomándolo como sujeto de la proposición.
----------Entonces puedo decir que Jesús es Dios, como si el sujeto de la oración fuera Jesús hombre, mientras que el sujeto real es la Persona del Verbo. De modo que aquí el término "Dios" supone no para Jesús, sino para el Verbo, porque Jesús como hombre no puede ser Dios y como Dios no puede ser hombre. Pero es Dios solo porque el Verbo subsiste en el hombre.
----------Cristo no es Dios devenido hombre, porque Dios sigue siendo Dios y como Verbo simplemente ha asumido en la unidad de su Persona una naturaleza humana individual, que es la humanidad de Cristo. Sin embargo, podemos decir que Dios "deviene" según la communicatio idiomatum, haciendo referencia a la humanidad de Cristo. Pero está claro que la naturaleza divina en sí misma es inmutable y sería herejía decir que la naturaleza divina cambia.
----------También está claro que ningún hombre, como tal, puede tener una naturaleza divina, de lo contrario confundiríamos al hombre con Dios. Alguien ha dicho impíamente que Jesús ha sido el primer hombre en haber tomado consciencia de ser Dios y que el hombre es Dios y por tanto Jesús nos enseñaría cómo tomar conciencia de nuestra divinidad y cómo ponerla en acción. Y los ateos lo creen. Ellos niegan al Dios trascendente bíblico, pero afirman la divinidad del hombre. El verdadero Dios es el hombre. Basta leer Feuerbach.
----------Pero esta es evidentemente una horrible blasfemia, aunque el demonio tiente al hombre en este sentido. En cambio, el hombre tiene una naturaleza humana, nobilísima, sí, pero finita y limitada, infinitamente por debajo de la infinita e ilimitada naturaleza divina. Sin embargo, la afirmación dogmática de que Jesús es Dios no podría, si se malinterpreta, sugerir esa blasfemia? ¿Qué quiere decir entonces que un hombre, Jesús, es Dios?
----------Para mostrar en qué sentido se puede decir que un hombre es Dios y que Dios es un hombre, santo Tomás de Aquino hace uso de la suppositio y de la communicatio idiomatum. De hecho dice:
----------"Dando por supuesto, de acuerdo con la verdad de la fe católica, que la verdadera naturaleza divina se unió con una naturaleza verdaderamente humana, no sólo en la persona, sino también en el supuesto o hipóstasis, afirmamos que la proposición Dios es hombre es verdadera y propia: no solamente porque los términos son verdaderos, es a saber, porque Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre, sino también porque la predicación es verdadera."
----------"Efectivamente, el nombre que significa una naturaleza común en concreto puede designar cualquiera de los supuestos incluidos en la naturaleza común; así como la palabra hombre puede designar a cualquier hombre particular. Y, de esta manera, la palabra Dios, en virtud del mismo modo de su significación, puede designar a la persona del Hijo de Dios, como demostramos en la Primera Parte (q.39 a.4). Ahora bien, de todo supuesto de una naturaleza puede predicarse verdadera y propiamente el nombre que designa a tal naturaleza en concreto; como se predica la palabra hombre, verdadera y propiamente, de Sócrates y de Platón. Luego, por ser la persona del Hijo de Dios, significada por el nombre Dios, el supuesto de la naturaleza humana, la palabra hombre puede predicarse, verdadera y propiamente, del nombre Dios, en cuanto que tal nombre significa la persona del Hijo de Dios" (Sum.Theol., III, q.16, a.1).
----------Esto quiere decir que como Jesús es un individual hombre, un individuo concreto de la especie humana, cuyo supuesto es la Persona del Hijo, y dado que el Hijo subsiste en la naturaleza humana de Cristo, "verdadera y propiamente este nombre 'hombre' se puede predicar de este nombre 'Dios', en cuanto supone para la Persona del Hijo de Dios" (Sum.Theol., III, q.16, a.2). El nombre de la singular naturaleza humana de Cristo significa un concreto creado, que supone para ese divino concreto, que es la Persona del Hijo.
----------Tomemos otro ejemplo de la aplicación de la suppositio en orden a la communicatio idiomatum. Si digo "Dios ha muerto", la frase puede ser verdadera o falsa según la acepción del término "Dios" según la suppositio del término. Si con el predicado "ha muerto" entiendo referirme a ese hombre que es Dios, es decir, a la humanidad de Cristo, en la cual subsiste la persona del Hijo, entonces el predicado supone para la persona divina de Cristo. Por tanto, quien propiamente ha muerto, no es la divinidad de Cristo, sino Cristo como hombre. Pero dado que esa persona divina que es Dios también es hombre, entonces el predicado "ha muerto" se puede transferir del hombre a Dios. En cambio, sería una proposición falsa, si se entendiera decir que ha muerto la divinidad.
----------Continuaremos...

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