La comunicación de los predicados como método para la interpretación del dogma (1/5)

Abundan hoy los blogs de "pensamiento católico", pero... ¿sus autores piensan como católicos?... Mis lectores habituales ya lo han leído de mí en otras ocasiones, pero repito la conocida afirmación: el pensamiento católico propia y específicamente tal nace de la conjunción de dos oficios: el oficio del Magisterio de la Iglesia, y el oficio de los teólogos. Ya he explicado detalladamente qué significa esto. Pero aquí sólo quiero inferir la sencilla consecuencia de que para "pensar en católico" hace falta la teología. Por ende: ¿se sabe hoy tanta teología como para que abunden de tal manera los "blogs de pensamiento católico"?...

----------Por un lado, el Magisterio de la Iglesia es para nosotros la mediación auténtica por la que se nos ofrecen las dos fuentes de la divina Revelación, Sagrada Tradición y Sagrada Escritura; por otro lado, la labor teológica, esa fides quaerens intellectum, es la búsqueda de la comprensión cada vez más clara de la divina Revelación, es decir de la Palabra de Dios, no escrita y escrita; búsqueda en plena armonía, obediencia y colaboración con el Magisterio. De esas dos actividades u oficios, del Magisterio y de los teólogos, nace el pensamiento católico. Pero para hacer teología es necesario el instrumento de la filosofía, ancilla theologiae. De ahí que para entender la Palabra de Dios es necesario el recto uso de la lógica, porque la fe está en armonía con la razón.

----------La Iglesia, al formular los dogmas, se sirve de las reglas de la lógica del lenguaje, reglas que deben ser conocidas y aplicadas correctamente, pues de lo contrario se arriesga malinterpretar el significado del dogma y caer en la herejía. De modo que sí, el teólogo debe ser ducho en filosofía y, de hecho, los estudios teológicos en cualquier ámbito educativo católico que se precie, debe comenzar por varios años de estudios escolásticos de filosofía, comenzando por supuesto, por el dominio de la Lógica y sus reglas.

----------Una de estas reglas de la lógica es la denominada regla de la communicatio idiomatum, que bien podríamos traducir como "comunicación de los predicados", la cual consiste en la comunicación o intercambio de dos predicados de un mismo sujeto, de modo que la atribución de un predicado a ese sujeto denominado con el otro predicado, aunque los predicados tienen significados recíprocamente excluyentes, no obstante sigue siendo válido y legítimo, porque es predicación válida y legítima de aquel sujeto. Con un término técnico de la lógica, se dice que el término significa aquel predicado dado o esa atribución "supone" (suppositio) para el sujeto o persona, a la cual viene atribuido aquel predicado.

----------Como explica Anthony John Maas [1859-1927] en la Original Catholic Encyclopedia: "En el lenguaje ordinario todas las propiedades de un sujeto son predicables de su persona, en consecuencia las propiedades de las dos naturalezas de Cristo deben ser predicadas de su única persona, desde el momento que tienen un solo sujeto de predicación. El que es Verbo de Dios, en razón de su eterna generación, es también sujeto de las propiedades humanas y Él que es el Cristo hombre, habiendo asumido la naturaleza humana, es el sujeto de los atributos divinos. Cristo es Dios, Dios es hombre.

----------La communicatio idiomatum se basa en la unicidad de la persona subsistente en las dos naturalezas de Jesucristo. Por lo tanto, puede ser usada siempre que el sujeto y el predicado de una afirmación hagan referencia a la persona de Jesucristo o presenten un sujeto común de predicación. Porque en este caso nosotros afirmamos simplemente que Aquel que subsiste en la naturaleza divina y posee las propiedades divinas es el mismo que subsiste en la naturaleza humana y posee propiedades humanas".

----------En el lenguaje ordinario, todas las propiedades de un sujeto son predicables de su persona. En consecuencia, tomando en consideración la aplicación principal de la suppositio en teología, se debe decir que las propiedades de las dos naturalezas de Cristo deben ser predicadas de su única persona, desde el momento que ellas tienen solo un sujeto de predicación. Él, que es el Verbo de Dios, en razón de su eterna generación, es también el sujeto de las propiedades humanas y Él, como Verbo divino, habiendo asumido la naturaleza humana, es el sujeto de los atributos divinos que le son asignados a Cristo hombre en virtud de la suppositio, que a su vez es instrumento de la communicatio. Por tanto, podemos decir que Cristo es Dios, y que Dios es hombre.

----------La suppositio de hecho permite la práctica de la communicatio idiomatum, la cual se basa en la unicidad de la persona subsistente en las dos naturalezas de Jesucristo. Por lo tanto, puede ser usada siempre que el sujeto y el predicado de una afirmación hagan referencia a la persona de Jesucristo o lo presenten como sujeto común de predicación. En efecto, en este caso nosotros afirmamos simplemente que Aquel que subsiste en la naturaleza divina y posee las propiedades divinas es el mismo que subsiste en la naturaleza humana y posee las propiedades humanas.

----------En este tratamiento de la communicatio idiomatum también veremos cuán importante es distinguir la significación de un término del modo de su significación. Pongamos un ejemplo. La palabra "Dios" significa ciertamente el concepto y la realidad de Dios. Sin embargo, yo puedo usar el término "Dios" en dos significados diversos: en sentido concreto, para significar un sujeto que tiene la divinidad, o bien en sentido abstracto, para significar la misma divinidad, o sea la naturaleza divina. Por consiguiente, el nombre concreto sirve para decir que Jesús es Dios, o sea es Persona divina; el nombre abstracto sirve para indicar la naturaleza divina de Cristo.

----------Dios en concreto en sumo grado es el Dios personal de la Santísima Trinidad, el Hijo encarnado; Dios en abstracto es el Dios Uno de la naturaleza divina, aunque sea al mismo tiempo concreto, en cuanto identidad de ser y esencia, ipsum Esse per se subsistens. Cristo es nombrado tanto con el nombre de Dios concreto, la Persona divina, como con el abstracto: su divinidad.

----------Continuaremos...