domingo, 3 de mayo de 2020

La cuestión de los Franciscanos de la Inmaculada

Un amigo lector me ha preguntado por lo que ha venido sucediendo en los últimos años, durante el actual pontificado, con los Franciscanos de la Inmaculada.

----------Indudablemente, mantengo mi sorpresa y mi dolor por lo que viene sucediendo con el comisariamiento que años atrás fue encargado por el papa Francisco frente a los Franciscanos de la Inmaculada, aunque debo añadir que ni bien sucedió aquello, me sentí edificado por el comunicado que inmediatamente emitió el instituto con el cual se profesaba plena obediencia al Santo Padre.
----------Tengo la certeza de que este problema, cualquiera haya sido puntualmente y en su esencia, se resolverá con el debido tiempo y satisfactoriamente, dada la notoria obediencia al Papa que siempre han puesto claramente de manifiesto los Franciscanos de la Inmaculada.
----------La cuestión de la Misa novus ordo o vetus ordo, que en conexión con este comisariamiento han ventilado las diversas corrientes tradicionalistas, no enfoca debidamente el quid de la cuestión, y parece más bien un pretextos de los sectores del conservadurismo extremo para llevar agua para su molino. Por lo demás, la cuestión del Rito de la Misa (sea el rito de san Pío V o el rito de san Pablo VI) no es una cuestión dogmática, donde nada puede cambiar, sino una cuestión disciplinaria o pastoral, donde los Romanos Pontífices pueden decidir a su discreción según las circunstancias y las oportunidades, cambiar o mantener. "Chi bolla sbolla", dice el proverbio popular italiano. No hagamos dramas excesivos.
----------Está muy claro que siempre debemos estar atentos a no hacer de temas pastorales, o disciplinares o de gobierno, cuestiones de principio que vengan a crear divisiones artificiales y precisamente a propósito de la Santa Misa, tema en el que debemos estar todos unidos en fidelidad al Vicario de Cristo. Los Franciscanos de la Inmaculada, aunque en el sufrimiento, están dando un ejemplo de ello.
----------Sin embargo, aprovecho la ocasión para recordar que en la Iglesia tenemos cuestiones mucho más graves y serias que deben llamar la atención del Papa a fin de poder ponerles remedio y, lamentablemente, hasta ahora el Papa no ha dado ninguna señal significativa, si no vagas sugerencias, con respecto a ellas.
----------Pero esperamos que esto suceda pronto, dada su extrema urgencia y dado que el Papa parece estar seriamente decidido por la reforma de la Curia y por eliminar los males más graves y de urgente necesidad de remedio en la Iglesia. Pero mientras se encuentre con modernistas a sus pies, no podrá hacer mucho.
----------De hecho, los graves problemas a resolver (problemas que son causados por los mismos modernistas) no son en modo alguno la celebración o no celebración de la Misa Tridentina, la cual por cierto es un testimonio de alta devoción a Dios y fuente de copiosos frutos espirituales, sino ante todo la difusión del modernismo en puestos de mando en la Iglesia, la falta todavía de condena de los errores de Rahner, las divisiones dentro del colegio cardenalicio, la desobediencia a las directivas de la Iglesia por parte de los obispos, de los teólogos, de los moralistas, de los religiosos, de los seminarios, de las instituciones educativas de la Iglesia en todos los niveles, la falsa interpretación del Concilio Vaticano II, la necesidad de una reforma de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que asegure la presencia de funcionarios de especialísima y rectísima fe católica, el reclutamiento de colaboradores del Papa verdaderamente fieles y fiables.
----------Es aquí donde esperamos ver actuar al papa Francisco aún más que en intervenciones como la concerniente a los Franciscanos de la Inmaculada, que al fin de cuentas están entre sus más fieles, fervientes, seguros, sabios, celosos, ejemplares y sinceros colaboradores.

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