Qué pensar acerca de los "secretos" de Medjugorje

Respecto a los así llamados "secretos de Medjugorje", debemos insistir en afirmar a clara letra que, el advertir y el juzgar a la humanidad, no corresponde a una revelación privada, por otra parte siempre necesitada de ser verificada por la Santa Sede Apostólica, sino que le corresponde solo a nuestro Señor Jesucristo, cuyo mensaje evidentemente no tiene necesidad de ser supervisado, a no ser por la gnosis de aquellos (que lamentablemente nunca faltan) que creen saber más que Jesucristo. [En la imagen: fragmento de "La Jerusalem celestial", extraído del Tapiz del Apocalipsis del Château d’Angers, Francia].

----------Cito el siguiente pasaje del blog de la Editorial Shalom: "El tercer secreto está relacionado con un evento que demostrará la veracidad de todos los secretos. Habrá un acontecimiento extraordinario en la Colina de las Apariciones, visible para todo el mundo, que no dejará dudas sobre la presencia de la Virgen en Medjugorje y sobre las profecías ocultas por los secretos. Será 'visible, indestructible, duradero, bellísimo y de claro origen divino'. En ese momento la humanidad se dividirá en dos claros bandos: los 'apóstoles del amor', llamados a seguir a la Inmaculada en la lucha contra Satanás y aquellos que han elegido rechazar a Cristo".

   

¿Estos secretos son creíbles?

   

----------Comienzo ante todo por señalar que indudablemente Dios puede realizar milagros, cuya huella mantiene su permanencia y por eso también ella misma es milagrosa; y de hecho en muchos casos esto se ha verificado. Pensemos, entre los ejemplos que se podrían dar, la impronta de los rasgos de Cristo sobre la tela de la Sábana Santa o los rastros de la sangre de Cristo en el milagro de Bolsena. Pensemos en ciertas imágenes sagradas calificadas de milagrosas porque por ellas Dios concede gracias extraordinarias.

----------Es el caso también de la imagen de la Virgen de Luján, Patrona de la Argentina, que se encuentra en el Santuario al cual el papa Pío XI elevó en 1930 a la dignidad de Basílica, motivando su decisión en los milagros cuyo recuerdo mantiene la devoción de nuestro pueblo. Pero advirtamos que un milagro no puede ser signo de credibilidad de un hecho que no se concilia con el dato de la divina Revelación pública.

----------Ahora bien, hay que decir que todos estos hechos notorios son absolutamente inexplicables con causas puramente naturales y, por consiguiente, es necesario de necesidad -salvo lo absurdo- admitir la intervención de la omnipotencia divina, que es como decir de lo sobrenatural.

----------Esto que acabo de decir no crea dificultad. Lo que crea una dificultad insuperable respecto a estos llamados "secretos" de Medjugorje, es la pretensión de que el "milagro" anunciado por esos secretos pueda ser signo de credibilidad del mensaje contenido en los secretos, mensaje que no parece creíble en sí mismo y que, por lo tanto, no puede ser probado por signos sobrenaturales.

----------Observamos, en efecto, que el tono del mensaje de estos "secretos" parece demasiado pretencioso y sobrepasa la autoridad de una revelación privada. En los así llamados "secretos de Medjugorje" parece que la Virgen estuviera sustituyendo a a nuestro Señor Jesucristo. Es verdad que dice hablar en nombre de Cristo. Pero el mensaje en realidad no parece concordar con cuanto san Juan nos refiere sobre Cristo en el Apocalipsis, el único libro (más allá del llamado sermón apocalíptico de Jesús en los Sinópticos, y los textos apocalípticos en san Pablo) en el cual están contenidos las exhortaciones, los castigos, las advertencias y las promesas finales divinamente creíbles en cuanto son Palabra de Dios.

----------Ahora bien, el mensaje de estos llamados "secretos de Medjugorje" parece casi querer ser un duplicado o anticipar lo que solo sucederá con la Parusía de Cristo, sin tener su autoridad: la autoridad de la Parusía. El evento de la Parusía y solo ese evento, como se desprende del Apocalipsis, será el tiempo en que Cristo dará las últimas advertencias y mandará los últimos castigos. Da la impresión que el mensaje de los "secretos de Medjugorje" pretenda presentarse, por así decirlo, como un apocalipsis de tono menor, un apocalipsis de algún modo preparatorio al Apocalipsis de san Juan.

----------Pero la Escritura no prevé nada de este tipo, el Apocalipsis es uno solo y es el anunciado por Juan. La Virgen puede revelarnos cómo debemos prepararnos para este Apocalipsis pero no puede anunciar otro apocalipsis más cercano como preparación al último. No parece, por lo tanto, aceptable que una revelación privada, y tales son siempre los mensajes de la Virgen, tenga casi la pretensión de ponerse al nivel del libro del Apocalipsis o al menos de ser una copia suya en tono menor.

----------Por supuesto, todos sabemos bien que existe toda una antigua, prolongada y venerable tradición de predicación apocalíptica, que es totalmente respetable. Pensemos por ejemplo en san Vicente Ferrer, quien fuera llamado el "Ángel del Apocalipsis", o pensemos también en Girolamo Savonarola, ambos sacerdotes dominicos. De este género de predicadores, la Orden de Frailes Predicadores ha tenido muchos, pero ellos no soñaban jamás con anunciar un apocalipsis que fuera una duplicación intermedia más cercana y próxima que la revelación de san Juan, sino que simplemente anunciaban la de san Juan, y punto.

----------Algunos objetan: ¿pero acaso en los mensajes de Fátima la Virgen no se ha puesto sobre el plano de la apocalíptica? ¡Ella en Medjugorje no hace más que ponerse en la línea de Fátima! Pues bien, a tal objeción puedo responder que, sin embargo, en Medjugorje lo hace de manera equivocada; por lo cual el mensaje no puede provenir verdaderamente de la Virgen. Por lo demás, es necesario entenderse bien y recordar qué es lo que ha dicho verdaderamente la Virgen en Fátima y dentro de qué límites Ella se ha situado.

----------En efecto, la Santísima Virgen María, en sus apariciones en Fátima, ha tenido, sí, un tono apocalíptico, pero en un sentido históricamente circunstanciado como es totalmente acorde a las revelaciones privadas, y por tanto no en una luz o universalidad, que es propia de la revelación pública, a la cual parecen pretender los secretos de Medjugorje, casi para sustituirse a las palabras apocalípticas de nuestro Señor Jesucristo, vencedor final de las fuerzas satánicas y juez de los vivos y de los muertos.

----------En efecto, recordemos que en Fátima la Virgen se ha limitado solamente a hablar del destino histórico próximo de Europa y de Rusia. No se ha referido al destino general de la humanidad como lo hace Cristo en el Apocalipsis, sino que alude a una perspectiva limitada a los mencionados países. Quien interpretara de otra manera, aun cuando ciertas palabras de la Virgen pudieran hacerlo pensar, se equivocaría.

----------El hecho de que la Virgen en Fátima predice un período de paz en el mundo después de la conversión de Rusia, hace comprender claramente los límites históricamente condicionados de la advertencia mariana y de la profecía mariana de Fátima, que se ha cumplido tan sólo en parte, porque es cierto, sí, que Rusia ha retornado al cristianismo, pero no al catolicismo, como era antes del cisma de 1054.

----------Ahora bien, si de apocalíptica hoy se puede hablar, entonces podemos eventualmente referirnos a la Venida final del Señor, de la cual parecen existir ciertos signos diagnósticos o premonitorios. Pero una temática de este tipo es totalmente extraña a la predicación del actual Pontífice, quien en cambio nos asigna para el día de hoy, a nosotros católicos, más bien la tarea de la plena realización de la reforma conciliar. Dicho esto, digo también que no está prohibido de por sí imaginar como próximo el fin del mundo, pensando en las terribles armas atómicas que están en posesión tanto del Occidente como del Oriente actualmente en guerra entre ellos. Pero no hay que ceder al catastrofismo de ciertos grupos pasadistas para temer razonablemente y fundadamente el desencadenamiento de un momento a otro de una catástrofe nuclear.

----------Quien hoy pone de relieve con ánimo afligido y agudeza crítica, en línea con las enseñanzas del Concilio Vaticano II, el hecho de que en lo interno de la Iglesia católica se está produciendo un enfrentamiento durísimo entre pasadistas y modernistas, enfrentamiento al cual los católicos normales fieles al Romano Pontífice asisten impotentes recibiendo insultos de los unos y de los otros; quien denuncia con datos a la mano y ponderado juicio el cúmulo de desviaciones morales y doctrinales así como las divisiones internas, cuya gravedad la Iglesia no ha conocido nunca en sus dos mil años de historia, no es ese fastidioso "profeta de desventura" desalentador y pesimista, del cual hablaba el papa san Juan XXIII en la inauguración del Concilio, sino que es un profeta verdadero y saludable, totalmente en línea con la tradición bíblica y con el mismo Concilio, es hombre de Dios, que en medio de las persecuciones sufridas por los mismos hermanos en la fe, indica, con buen ejemplo y a la luz de la Palabra de Dios, aquellos que son los caminos de la conversión, de la penitencia, de la reconciliación y de la paz, considerando también el hecho de que en vano la Iglesia se propone al mundo como maestra de paz, cuando ella misma es la que en sus hijos no es ejemplo de un vivir en la paz.

----------Por lo tanto, repito, nada nos impide ver en la actualidad signos de la cercanía del fin de los tiempos. Sin embargo, parece que el Papa, confiando en la gracia divina, nos sugiere más bien que con la oración, la práctica de la esperanza, del diálogo, de la misericordia, de la acogida de lo diverso y de la fraternidad, podremos superar este difícil momento, aunque, obviamente, debemos estar siempre dispuestos para la Venida del Señor.

----------Lo que en cambio podemos esperarnos de Medjugorje es un paso adelante o un nuevo impulso en el proceso de reunificación de los cristianos iniciado por el Concilio Vaticano II, pero siempre en los límites de la situación histórica presente, sin la pretensión de proponer esa palingénesis universal y definitiva, que es de exclusiva competencia del Apocalipsis joanneo, cuyo momento o día de realización no es posible datar y nos es ignoto, a cuya realización no seguirá un simple "período de paz", sino la paz eterna de los elegidos en los nuevos cielos y nueva tierra y la eterna condenación de los réprobos. No es con la revelación de los "secretos", sino con la Venida final de Cristo que la humanidad hará su elección final o por Cristo o por Satanás.

----------Por lo tanto, no hay que confundir el inicio actual de la paz escatológica, posible ya desde ahora, aunque siempre entre muchos males y sufrimientos, y posible objeto de revelaciones privadas (es éste el caso de Fátima, y también es el mismo caso de Medjugorje, aunque debidamente interpretado) con la futura paz plena final, que es solamente objeto de divina Revelación pública.

----------Por consiguiente, debemos insistir en decir que el advertir y el juzgar a la humanidad no corresponde a una revelación privada, necesitada por otra parte de ser verificada por la Santa Sede, sino que le corresponde solo a nuestro Señor Jesucristo, cuyo mensaje evidentemente no tiene necesidad de ser supervisado, a no ser por la gnosis de aquellos (que lamentablemente nunca faltan) que creen saber más que Jesucristo.