Rahner habla de una "pre-inteligencia", en cuanto que precedería a la conceptualización. Pero hay que decir que una inteligencia de tal género en el hombre en realidad no existe. Antes de la conceptualización la inteligencia está en potencia, no en acto. Ella sólo se actúa cuando, informada por la especie impresa del objeto, forma en ella, con el concepto, la especie expresa. Sólo la mente divina está en acto antes de la conceptualización, en cuanto creadora de la conceptualización humana. [En la imagen: fragmento de "La Entrega de las Siete Copas de la Ira", de Apocalipsis 16,1-16, iluminación de Matthias Gerung, de alrededor de 1531, para la Biblia de Ottheinrich, conservada en la Biblioteca Estatal de Baviera].
La experiencia trascendental
----------Permanece de todos modos en Kant, Heidegger y Rahner la concepción del "trascendental" como precedente al "categorial". El trascendental, para los tres mencionados, no es el ente extra animam, sino que es la autoconciencia o "sujeto" de origen cartesiano. El trascendental kantiano es el "Yo pienso sobre todo" (Ich denke überhaupt), mientras que las "categorías" son apriori. En cambio, en Heidegger y Rahner, el trascendental es la "precomprensión" atemático-emotiva del ser (como "fenómeno" en Heidegger, como ser pensado en Rahner), mientras que el categorial es aposteriórico.
----------El trascendental rahneriano, por consiguiente, no cubre toda la extensión del ser real, sino que se limita, con pretensiones totalizantes y exhaustivas, al área del pensamiento o de la autoconsciencia. De esta indebida reducción del área del trascendental se resiente naturalmente también el área trascendental de la verdad como verdad del ser real extra animam. Con la reducción idealista del ser a la consciencia o al pensamiento, el ser real no es ya la regla, la fuente y el fundamento de la verdad del pensamiento, sino que la consciencia gira sobre sí misma cerrándose en sí misma en un absoluto subjetivismo.
----------De aquí la grieta o fractura rahneriana, que examinaremos a fondo, entre "trascendental" (intelecto) y "categorial" (sensibilidad), no ya conectados por una visión analógica del ser y de la verdad, no ya entrambos pertenecientes analógicamente al horizonte del ser y de lo verdadero, sino en oposición entre sí, y además, por explícita declaración de Rahner, entrambos necesarios para la existencia del hombre, de la consciencia y de la libertad. El hombre se encuentra así irremediablemente dividido en sí mismo, privado como está precisamente de una visión analógicamente unitaria de su propia existencia y de la vida espiritual.
----------Indudablemente aquí Rahner, discípulo de Kant, se resiente del mismo dualismo gnoseológico y antropológico que su maestro. Si hubiera seguido a santo Tomás, no se habría metido en este problema. ¿Cómo resuelve Rahner este dualismo? Simplemente negando la distinción entre alma y cuerpo en nombre de la "concepción bíblica del hombre". Veremos este concepto más adelante.
----------La concepción rahneriana del conocimiento oscila por otra parte entre el idealismo hegeliano de la identidad de ser y pensamiento -objeto del pensamiento es el pensamiento- y la concepción ontologista, para la cual el pensamiento es distinto del ser, pero lo intuye aprióricamente e inmediatamente -lo "experimenta", dice Rahner- sin pasar ni a través de la experiencia sensible ni a través del concepto. Experiencia y concepto vienen después, como "categorización" u "objetivación" de la originaria, inefable e inconceptualizable experiencia del ser como ser pensado. El pensamiento aquí tiene por objeto el ser, pero en modo inmediato y preconceptual.
----------Expresión de ontologismo, y todavía más de kantismo, es el pasaje siguiente: "La estructura de ser -dice en otro lugar: Espíritu en el Mundo, Herder, Barcelona 1963, p.111- de una esencia cognoscente es la ley apriórica de sus posibles objetos. La estructura de un ente [...] es siempre la estructura de su obiectum proprium y, por tanto, también la condición a priori para todo aquello que, de una u otra manera, va a ser conocido por él [...]. Dado que el a priori del conocimiento [N.d.A.: entiende el contenido apriori] radica en la estructura del ser, y dado que una unificación ontológica [N.d.A.: entiéndase bien: ontológica, no intencional] del conocer y lo conocido debe necesariamente respetar la óntica legalidad interior de lo conocido; el a priori del conocimiento no encubre la naturaleza de los posibles objetos, sino que ya siempre la ha desvelado".
----------El acto intencional originario del conocimiento no es aposteriórico, sino apriórico. Dice Rahner, pero en Teología de la Experiencia del Espíritu (Ed. Paoline, Cinisello Balsamo, 1978, p.718): "Es pensable que el acto intencional originario sepa ya de un 'objeto' o de sus estructuras necesarias precisamente en virtud de su sola intencionalidad apriórica"; ese "ya", como veremos mejor luego, quiere decir "antes de la experiencia sensible".
----------El conocimiento apriórico constituye el inicio del conocer, es conocimiento originario, que Rahner llama "atemático" y "trascendental"; a ese conocimiento sigue el conocimiento conceptual, llamado "categorial" o "reflejo", a veces también lo llama "objetivo" y "posteriórico": "El conocimiento originario -dice Rahner en Curso Fundamental sobre la Fe, Herder, Barcelona 1998, p.35- incluye también un momento hecho de reflexión y por tanto universal y espiritualmente comunicable, aún cuando ello no agote tal unidad y no la traduce de manera adecuada en la conceptualidad objetivante".
----------El conocimiento originario y apriórico es inefable en sí mismo, y puede ser de algún modo, pero siempre inadecuadamente, traducido e interpretado en conceptos sólo subsecuentemente, "reflexionando" sobre la experiencia realizada. Se debe notar que, si bien Rahner llama "reflejo" al conocimiento categorial, es en el conocimiento trascendental que se verifica la actuación originaria del conocimiento, ya que es éste el conocimiento o percepción previa del ser entendido como ser de consciencia.
----------El conocimiento "originario" alcanza verdaderamente la realidad, no el conocimiento "reflejo": "El conocimiento reflejo y la decisión correspondiente tienen que ver inmediatamente con el concepto de una realidad, mientras que el acto originario del conocimiento y de la libertad, por más que contenga siempre un elemento conceptual, tiene que ver con la realidad misma" (Nuevos ensayos, vol. II, p.378).
----------La tesis de Rahner podría ser correcta si el conocimiento originario no fuera apriórico y consciencial, y si el elemento a posteriori no estuviera pospuesto al conocimiento "reflejo"; en cambio él hace un gran pasticho, asignando los caracteres propios del conocimiento conciencial al originario, que es en cambio el conocimiento directo empírico de lo real (el que los escolásticos llaman "primera intención"), y poniendo la experiencia sensible en el conocimiento reflejo (la "segunda intención"), cuando en cambio éste es un puro replegamiento del espíritu sobre sí mismo, después que la experiencia sensible ya se ha actuado en el conocimiento directo originario.
----------Se debe decir en cambio que el conocimiento directo no es todavía consciencia, no es reflexión; la consciencia y la reflexión vienen después, precisamente como reflexión sobre cuanto, aposterioricamente, ha sido adquirido por el conocimiento directo, que es un contacto directo con el ente real, el cual no es, como cree Rahner, "ser conocido", sino que es ente en sí, ente extramental, ente como ente. El ente conocido es objeto del conocimiento reflejo, no del originario. Rahner, entre los dos tipos de conocimiento, hace confusión en la tentativa absurda de poner juntos el idealismo de Kant con el realismo de santo Tomás.
----------El conocimiento originario y apriórico se presenta, en la visión de Rahner, no como concepto sino como "experiencia"; es por eso que él dice: "Deberíamos adquirir un saber conceptual cada vez mejor -si bien en un movimiento que en todo instante sólo consigue su fin asintóticamente [N.d.A.: Esto quiere decir que el concepto se avecina indefinidamente a la realidad, pero no llega a alcanzarla nunca. ¿Cómo hará para captar lo verdadero?]- sobre lo que se experimenta y vive antecedentemente a tal conceptualización, aunque no con plena independencia de ella" (Curso Fundamental..., op.cit., p.34).
----------También aquí podemos notar que es cierto que en nuestro conocer la experiencia precede al concepto; pero se trata de la experiencia sensible, no de una inexistente "experiencia trascendental" entendida como conocimiento no-conceptual apriórico de las estructuras trascendentales del objeto de todo posible conocimiento nuestro, o sea del ser. Esta "experiencia" no existe y de hecho ella, similar casi a una simiesca imitación de la ciencia divina, crea en nuestro espíritu graves ilusiones e intolerables presunciones.
----------Al respecto, si somos realistas, debemos tener en cuenta que la mente humana es sujeto de un conocimiento intelectual no conceptual sólo en especiales circunstancias, en las cuales el concepto, que sirve para proporcionar el objeto al intelecto, no es necesario, como cuando se trata de contenidos de consciencia: si por ejemplo aparece a nuestra consciencia un concepto o un recuerdo o un proyecto o un deseo, no es necesario hacer de eso el concepto, precisamente porque se trata de objetos conformes a nuestro espíritu. La conceptualización en cambio es necesaria para representar la realidad externa.
----------También el conocimiento o experiencia mística puede denominarse "no conceptual", pero, aparte de que surge al término y no al inico del dinamismo del conocimiento, es no conceptual no en los contenidos sino en el modo, en cuanto que, tratándose de contenidos infinitos (teológicos), nuestro modo finito de conceptualizar no es proporcional al Objeto. También puede ser llamado no conceptual en cuanto hace referencia al hecho de que ignoramos lo que está más allá de lo que comprendemos, y por eso callamos. "Mística" viene del griego myo, que significa "callo", "hago silencio".
----------El "conocimiento trascendental", como percepción previa del ser, funda el saber metafísico y no es más que la forma objetivada del "conocimiento originario" del ser, que es la experiencia trascendental. Ella es la "experiencia de la apertura [N.d.A.: El concepto de "apertura" (Offenheit), de origen heideggeriano, ha hecho una enorme fortuna en la gnoseología contemporánea; pero es equívoco, porque no aclara si se trata de una apertura en potencia o de una apertura en acto. En efecto, el hombre está por esencia abierto al ser y a Dios en potencia, pero no necesariamente en acto] subjetiva e ilimitada del sujeto. En tanto él se experimenta como condicionado y limitado por la experiencia sensible, [...] ya ha superado esta experiencia sensible y se ha afirmado a sí mismo como sujeto de una anticipación, la cual no tiene ningún límite intrínseco" (Curso Fundamental..., op.cit., p.38).
----------"La conciencia concomitante del sujeto cognoscente, con-consciencia subjetiva, atemática, presente en todo acto espiritual de conocimiento, necesaria e insuprimible, y su carácter ilimitado, abierto a la amplitud sin fin de toda realidad posible, recibe aquí el nombre de experiencia trascendental. Es una experiencia, pues este conocimiento de naturaleza atemática, pero de tipo ineludible, es momento y condición de posibilidad de toda experiencia concreta [N.d.A.: es decir de la experiencia sensible] de cualquier objeto".
----------"Esta experiencia se llama trascendental porque pertenece a las estructuras necesarias e insuprimibles del sujeto cognoscente mismo [N.d.A.: "formas a priori", diría Kant] y porque consiste precisamente en la superación o el rebasar [N.d.A.: he aquí la "trascendencia"] un determinado grupo de objetos posibles, en la superación de categorías" [N.d.A.: es decir, conceptos aposteriori, que presupongan el apriori trascendental. Las categorías rahnerianas no son apriori, como las de Kant, sino a posteriori: corresponden a lo que Kant llama "conceptos empíricos"]. "La experiencia trascendental es la experiencia de la trascendencia [N.d.A.: De tal modo la mente humana, según Rahner, trasciende los entes y llega a Dios no con el aplicar el principio de causalidad partiendo de la experiencia de los entes sensibles, sino mediante una "experiencia", que es precisamente este trascender, el cual no sigue sino que precede a la experiencia sensible de los entes, y está en contacto inmediato y apriorico con Dios mismo, atemáticamente y originariamente experimentado]. En esa experiencia se da en una unidad e identidad de estructura del sujeto [N.d.A.: es decir, el ser humano, el yo] y con ello también la estructura última [N.d.A.: es decir, el ente en cuanto ente] de todos los objetos pensables del conocimiento" (Curso Fundamental, op.cit., p.38). Hay que señalar los tres objetos de la experiencia trascendental: el sujeto, el ser y, como resulta de los pasajes subsiguientes, Dios. Se mezclan juntos tres objetos que en realidad vienen alcanzados por el intelecto humano sólo sucesivamente: primero el ente, luego el yo, y finalmente Dios.
----------La experiencia trascendental es una "pre-inteligencia de lo no-representable, de lo inconcebible, de aquello que no es una parte del mundo y de su imagen, sino que está detrás de toda la realidad múltiple como una infinitud incomprensible" (Teología de la experiencia del espíritu, op.cit., p.265). Es una "anticipación atemática y no objetiva de la plenitud inconcebible e inaferrable de la realidad, que en su unidad originaria es al mismo tiempo condición del conocimiento de la singular cosa objetivamente conocida" [N.d.A.: se trata evidentemente de Dios] (Curso Fundamental, op.cit., p.93).
----------Rahner habla de "pre-inteligencia" en cuanto que precedería a la conceptualización. Pero hay que decir que una inteligencia de tal género en el hombre en realidad no existe. Antes de la conceptualización la inteligencia está en potencia, no en acto. Ella sólo se actúa cuando, informada por la especie impresa del objeto, forma en ella, con el concepto, la especie expresa. Sólo la mente divina está en acto antes de la conceptualización, en cuanto creadora de la conceptualización humana.
----------La experiencia trascendental está "originariamente e insustituiblemente presente en cada hombre y constituye el punto de partida y la premisa de toda reflexión y para todo conocimiento subsiguiente y sistematizante del ser humano [...]. Una tal experiencia trascendentalmente necesaria [...] viene implícitamente afirmada también en el acto de su negación de la duda" (Nuevos ensayos, op.cit., vol. V, pp. 176-177).
----------Rahner asimila la experiencia trascendental al principio de no-contradicción: en efecto, es sólo este principio que no puede ser negado sino sobre la base de su afirmación. Sin embargo, este principio se funda sobre la noción del ente recabada de la experiencia. En cambio, la experiencia trascendental de Rahner, como experiencia apriórica y preconceptual del ser, como se ha dicho, no conviene al hombre sino a Dios.
----------En cuanto a la "trascendencia", ella es, tal como la entiende Rahner, "lo que es más originario frente a los conceptos particulares de tipo categorial y unívoco; pues la trascendencia -esta intrusión en el horizonte ilimitado de todo nuestro movimiento espiritual- es precisamente la condición, el horizonte, el fundamento sustentador a través del cual comparamos y ordenamos entre sí objetos particulares de la experiencia" (Curso Fundamental sobre la Fe, op.cit., pp. 96-97). "La trascendencia, cual condición de la posibilidad de un conocimiento juzgante apriorístico de objetos del mundo de la representación sensible, debe ser una trascendencia que va más allá de tal mundo y que en consecuencia se pone y está presente como tal en todo conocimiento intramundano" (Nuevos ensayos, op.cit., vol. V, p.41).
----------Llegados a este punto, hay que hacer la observación de que la mente trasciende los objetos empíricos después y no antes de haberlos experimentado. En efecto, el movimiento de la trascendencia, que corresponde al proceso gnoseológico inductivo por el cual el intelecto pasa del efecto a la causa, supone la percepción de la realidad del efecto (las cosas del mundo). Sin esta percepción, la mente está vacía y está sólo en potencia. Para que ella se ponga en movimiento y trascienda el plano de las realidades empíricas, es necesario que venga estimulada por el contacto con ellas, porque sólo llegándose a este punto la razón puede interrogarse sobre su causa y por tanto ascender a Dios causa primera.
----------Acerca de la experiencia trascendental rahneriana, algunos intérpretes han dicho que el trascendental rahneriano, propiedad de la autoconsciencia, sería el trascendental "moderno", de origen kantiano. Hago la observación que, para ser justos, es necesario decir que no es el trascendental, sino que es un trascendental equivocado. En efecto, como enseña la metafísica, el trascendental es propiedad del ente y no del sujeto espiritual, y existen varios trascendentales: lo uno, lo algo, lo real, lo verdadero, lo bueno, lo bello: mientras que en Rahner y en Kant el trascendental es uno solo y es propiedad de la autoconsciencia o, como dice Kant, del "yo pienso". Ahora bien, el yo o el sujeto pensante no se identifican sic et simpliciter con el ente, porque el hombre es sólo un ente especial: ente viviente de vida racional.
----------Ciertamente, el espíritu humano está abierto a la totalidad del ente. Y es esta aptitud del espíritu la que funda los trascendentales relacionales (algo, verdadero, bueno, bello). Pero el trascendental, como he dicho, no se refiere al sujeto, sino al objeto, al ente, porque "trascendental" quiere decir que trasciende todos los géneros. Ahora bien, el espíritu no cubre toda la extensión del ser, sino que abraza solo un género, precisamente el del espíritu. En efecto, más allá del ser espiritual, existe el ser material.
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