lunes, 26 de febrero de 2024

El mundo del espíritu y la conciencia humana (1/2)

La conciencia humana es una realidad inmaterial que pertenece al mundo del espíritu. Por ende, el dinamismo de la máquina no es el dinamismo de la vida consciente humana, sino sólo el de los movimientos propios de la materia. Por esto, la conciencia no puede ser reducida a ser un mero fenómeno cuántico como el mecanismo propio de una máquina, sino que es un fenómeno inteligible según las categorías de la cualidad y de la acción inmanente vital, las únicas adecuadas para comprender el fenómeno de la conciencia. [En la imagen: fragmento de un Mosaico del siglo III con la representación de Eros durmiendo mientras Psique está a punto de robarle su carcaj. Obra conservada en el Museo Arqueológico de Hatay, Turquía].

Un físico que quiere definir la conciencia mediante la física
   
----------El pasado 10 de febrero apareció en el diario italiano Avvenire un artículo de Roberto Italo Zanini con el título "Il fisico. Faggin: La coscienza è un fenomeno quantistico" (El físico. Faggin: La conciencia es un fenómeno cuántico), dedicado al congreso "Por una nueva antropología. Encuentro entre ciencia y mística", que vino a desarrollarse al día siguiente en la fundación cultural San Fedele en Milán, organizado por la Fundación Nova Cana, siendo protagonista Federico Faggin, físico cuántico, inventor de sofisticados dispositivos electrónicos al servicio de la robótica y de la informática, quien desde hace muchos años investiga cómo la física puede abordar el problema de la existencia y del funcionamiento de la conciencia humana.
----------Zanini se refiere al relato hecho por Faggin sobre una extraordinaria experiencia interior que tuvo hace muchos años, que dio un giro a su vida y que Faggin llama "mística".
----------En su conferencia en el mencionado congreso, Faggin declaró que esa experiencia implicó "el nivel espiritual en el cual una persona es toda una con el mundo. Un conocimiento directo, más fuerte que la certeza ofrecida por la lógica. Un conocimiento desde dentro y no desde fuera, que había involucrado todos los aspectos de mi conciencia: físico, emotivo, mental y espiritual".
----------Y prosiguió explicando Zanini, el autor del artículo en Avvenire: "Una experiencia que, como explica anticipando los contenidos de su ponencia en el congreso 'Por una nueva antropología', 'me ha revelado que soy el Todo que se observa y se conoce a sí mismo con mi punto de vista. Tal conocimiento fue una combinación de amor, alegría y paz nunca antes por mí experimentada, de una intensidad imposible de imaginar y con un sentido profundo de verdad del cual no se podía dudar. En lugar de estar separado del mundo como creía y como la ciencia nos define, yo era tanto el observador como el observado'...".
----------Se trata, al parecer, de una revelación que ha cambiado el curso de la vida de Faggin y también la misma dirección de sus investigaciones científicas en física cuántica. Comienza, como nunca había hecho antes, a explorar su mundo interior para ponerlo en diálogo con el saber de la ciencia.
----------Después de veinte años, revela: "llegué a la única hipótesis que podía explicar la naturaleza de la realidad sin negar la enorme mole de evidencia teórica y experimental acumulada por la ciencia. La hipótesis es que la conciencia y el libre albedrío deben ser fenómenos cuánticos que existen desde el inicio del universo. ¿Pero, cómo se hace para encontrar evidencia en la ciencia misma que hacer plausible una hipótesis que dice exactamente lo opuesto de aquello que afirman los científicos más autorizados?".
----------Esa es una pregunta esencial que lo conduce a "dedicarse por completo" a buscar un contexto conceptual que pudiera explicar "tanto el mundo físico como el mundo interior, llevando luz sobre aspectos de la realidad que la ciencia aún no es capaz de explicar, y al mismo tiempo haciendo más comprensibles las mismas teorías físicas que son todavía controvertidas entre los físicos". En definitiva, cómo es científicamente teorizable el hecho de que, para decirlo con las palabras de su libro, ha sido posible "mantener mi identidad no obstante haberme experimentado a mí mismo como si fuera el mundo. Me sentí 'mundo' con mi punto de vista".
----------Faggin lo explica con una teoría de la conciencia usando conceptos de la física cuántica: "La conciencia y el libre albedrío existen y son fenómenos puramente cuánticos existentes en una realidad más vasta que aquella que los instrumentos y el cuerpo humano pueden detectar. Esta realidad sólo se puede explorar uniendo profundamente ciencia y espiritualidad y poniendo fin al trágico dualismo que hoy las separa".
----------Y Zanini sifue comentando: "Son palabras que abren a una nueva lectura científica de la humanidad y sobre todo a una comprensión del ser humano y del estar en el mundo, por tanto a una nueva antropología que se acerca muchísimo, de hecho, casi retoma y sigue la historia de la mística cristiana y se acerca mucho al análisis espiritual y psicoanalítico de Jung, quien tenía en el físico Wolgang Pauli a un asiduo interlocutor. No es una casualidad que Angela Volpini haya encontrado en Faggin el equivalente científico del gran mensaje de esperanza contenido en sus experiencias místicas: la posibilidad para todo ser humano y para la humanidad de emprender el camino hacia la felicidad en la tierra".
----------En su libro, al relatar la para él sorprendente experiencia de la cual ha sido protagonista, Faggin precisa: "Yo era contemporáneamente el observador del mundo y el mundo. Al mismo tiempo entendí que el mundo está hecho de una sustancia que sabe a amor y que yo soy esa sustancia. En otras palabras, la esencia de la realidad es una sustancia que se conoce a sí misma en su autorreflexión y su auto-conocerse es vivido como un amor irreprimible, dinámico, pleno de alegría y de paz". Y Zanini termina comentando: "El relato bíblico de la creación y el Prólogo de Juan han estado allí durante milenios para recordárselo".
   
Tomemos las frases centrales y comentémoslas
   
----------"Por primera vez en mi vida había experimentado la existencia de otra dimensión de la realidad: el nivel espiritual en el cual una persona es toda una con el mundo". "En lugar de estar separado del mundo como creía y como la ciencia nos define, yo era tanto el observador como el observado". Esta experiencia "me ha revelado que soy el Todo que se observa y se conoce a sí mismo con mi punto de vista".
----------"Había arribado a la única hipótesis que podía explicar la naturaleza de la realidad sin negar la enorme mole de evidencia teórica y experimental acumulada por la ciencia. La hipótesis es que la conciencia y el libre albedrío deben ser fenómenos cuánticos que existen desde el inicio del universo". "Fue posible mantener mi identidad no obstante experimentarme a mí mismo como si fuera el mundo".
----------"Me sentí 'mundo' con mi punto de vista". "La conciencia y el libre albedrío existen y son fenómenos puramente cuánticos existentes en una realidad más vasta que aquella que los instrumentos y el cuerpo humano pueden relevar o detectar. Esta realidad sólo se puede explorar uniendo profundamente ciencia y espiritualidad y poniendo fin al trágico dualismo que hoy las separa".
----------Esta experiencia "casi sigue la historia de la mística cristiana". "Yo era contemporáneamente el observador del mundo y el mundo. Al mismo tiempo entendí que el mundo está hecho de una sustancia que sabe a amor y que yo soy esa sustancia. En otras palabras, la esencia de la realidad es una sustancia que se conoce a sí misma en su autorreflexión y su auto-conocerse es vivido como un amor irreprimible, dinámico, pleno de alegría y de paz" (cf. el mencionado artículo en Avvenire).
   
Algunas observaciones necesarias
   
----------La observación que no se puede evitar hacer a estas expresiones de Faggin, y a los comentarios periodísticos de Zanini, es que la identidad del yo con el Todo no es mística cristiana sino experiencia brahmánica o budista. En esta experiencia el sujeto tiene la doble subjetiva impresión, por una parte, de ser el Todo existente ab aeterno, por lo que siente que su conciencia abierta al Absoluto deviene una con el Absoluto, pero, por otra parte, el Todo se restringe dentro de los límites de su conciencia, al punto de que ella deviene calculable en cuanto "fenómeno puramente cuántico". Lo finito deviene infinito, lo infinito deviene finito. La materia deviene espíritu y el espíritu deviene materia. En el fondo, estamos ante una forma de panteísmo.
----------La exigencia de unidad entre espíritu y materia, entre saber científico y saber metafísico es comprensible, pero el profesor Faggin, para evitar el dualismo cartesiano, termina por negar la distinción filosófica y cristiana entre alma y cuerpo, materializando la conciencia, y así termina por disolver el yo empírico en el Yo absoluto a la manera de los panteístas idealistas alemanes o de los panteístas indios.
----------Pero a la vez lo interesante es que Faggin, en otros contextos no citados aquí, parece lanzar un desafío a los físicos materialistas que quisieran explicar el origen de la conciencia a partir del cerebro e imaginan la posibilidad de una máquina dotada de conciencia, tal como para guiar al hombre, sin comprender que es el hombre, constructor de la máquina (y él algo sabe de ello) quien gobierna la máquina y no a la inversa.
   
¿Cuáles son las funciones de la conciencia?
   
----------Tengamos en cuenta, ante todo, que la física cuántica se ocupa del mundo físico y, por lo tanto, no puede saber qué clase de ente es la conciencia humana. Es cierto que la física cuántica puede estudiar las funciones electromagnéticas de la neurología cerebral, la cual es ciertamente la base material que hace posible la actividad de la conciencia. Pero esta actividad no se ejerce en el espacio como lo que es objeto de la física y, por tanto, no es mensurable ni cuantificable según parámetros matemáticos.
----------La conciencia humana tiene una actividad inteligible, interior, no espacial, inextensa, inmanente, reflexiva supratemporal, intencional, libre, imponderable, no cuantificable y no mensurable, una acción infinitamente superior y más poderosa que la actividad meramente física, material y corpórea, una actividad completamente imposible para la materia, cuya acción es transitiva, espacial, ponderable, extensa, cuantitativa, determinista, mensurable, sensible, imaginable, temporal.
----------Ciertamente existe una conciencia animal, que conlleva la intencionalidad y por tanto la inmaterialidad, pero no la espiritualidad. Aquí la materia queda unida al acto de conciencia, porque el sujeto del acto es sólo el alma sensitiva y no es como en nosotros el espíritu que actúa por sí solo y por cuenta propia. También la poseemos nosotros a nivel psíquico. Pero tampoco ella es cuantificable y, por tanto, no puede ser considerada un fenómeno cuántico, aunque no abandona completamente la materia.
----------Pero en el animal esta conciencia se sitúa sólo al nivel de la imaginación y de la memoria, sin que el cognoscente llegue a abstraerse completamente del dato concreto, aunque sea conocido en su esencia. Cuando el perro reflexiona sobre el hecho de que ha sido golpeado por su dueño porque ha desobedecido, posee la conciencia de haber sido golpeado, pero no tiene el concepto del golpear, porque la experiencia individual del golpe que ha recibido es tal que no es capaz de abstraer completamente de esa experiencia para formar, como hacemos nosotros, el concepto de la esencia del golpear.
----------Es necesario decir por otra parte, que la actividad consciente humana es la actividad de aquel ente que, como dice santo Tomás de Aquino, es apto para convenir con todo ente. Y esto es el espíritu. El hombre, como dice Heidegger, es ese ente cuya esencia es la de interrogarse sobre el ser. ¿Y con qué facultad lo hace sino con la conciencia? Para entender qué es la conciencia no basta la física; es necesaria la metafísica.
----------La conciencia tiene espontáneamente relación con la verdad, el bien, lo absoluto, lo eterno, lo infinito, lo universal, la totalidad del ser. ¿Qué sabe el físico de todo esto? Cuando el físico forma estos conceptos, con ello mismo ha abandonado el campo de la física para entrar en el de la metafísica.
----------El físico tiene ya por cuenta suya, en el ámbito de su propia competencia, un vastísimo campo de interés y de intervención, en neurología, en informática, en robótica, en astrofísica, en ingeniería, en medicina. El físico tiene que saber contentase con su propio campo y dejar al filósofo, al psicólogo, al metafísico, al sacerdote, al moralista, al místico, al teólogo, a la Sagrada Escritura, al Magisterio de la Iglesia, que se ocupen de este delicadísimo ámbito de la existencia y del destino del hombre.
----------Distinguir en el hombre el espíritu del cuerpo no implica ningún dualismo y no provoca ninguna tragedia, a condición siempre que, por supuesto, se conciba espíritu y cuerpo en el modo correcto, no como ha hecho Descartes entendiéndolos como dos sustancias completas y subsistentes cada una por cuenta propia, sino entendiéndolos como partes esenciales de una misma sustancia. La existencia en el mundo de espíritus y cuerpos provenientes de un puro Espíritu que es Dios es un dato de hecho conocido por la metafísica y por la teología natural, así como por todas las religiones de la humanidad.
----------La conciencia presupone un sujeto viviente y cognoscente. La máquina puede reproducir los circuitos cerebrales y el funcionamiento electromagnético del cerebro, mensurable con la física cuántica. Pero la semejanza de la actividad del computer con los mecanismos cerebrales no basta para hipotetizar la posibilidad de una verdadera y propia actividad cognitiva y consciente del computer, porque la máquina, careciendo de alma y no siendo un cuerpo natural sino un simple ensamblaje artificial de partes, carece de la potencia cognoscitiva y en consecuencia motriz, afectiva o volitiva, que es propia del sujeto viviente. El dinamismo de la máquina no es el dinamismo de la vida, sino sólo el de los movimientos propios de la materia. Por esto, la conciencia no puede ser reducida a ser un mero fenómeno cuántico como el mecanismo propio de una máquina, sino que es un fenómeno inteligible según las categorías de la cualidad y de la acción inmanente vital, las únicas adecuadas para comprender el fenómeno de la conciencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios sin debido respeto hacia la Iglesia y las personas, serán eliminados. Se admiten hasta 200 comentarios por artículo.