viernes, 9 de febrero de 2024

La esencia de los Sacramentos: materia y forma

En la Nota "Gestis verbisque" del Dicasterio de la Fe, podría decirse que se pone en luz la diferencia entre quienes, en su celo por la Sagrada Liturgia y por los Sacramentos, son sinceros, y quienes no son sinceros, porque el cardenal Víctor Fernández, en su documento, sale al encuentro tanto de los modernistas como de los lefebvrianos y filo-lefebvrianos en cuanto ellos tienen de positivo. Lo que con razón les pide a todos ellos es estar en sincera comunión con la Iglesia, bajo dos aspectos diferentes que corresponden a la diversidad de los dos partidos opuestos. [En la imagen: Grupo escultórico en piedra, que data de 1549 y que representa el bautismo de San Agustín. Catedral de Saint-Pierre-et-Saint-Paul de Troyes, Champaña-Ardenas, Francia].

Una sabia intervención del Dicasterio para la Doctrina de la Fe
   
----------El cardenal Víctor Manuel Fernández, actual prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ha hecho pública, en representación del Romano Pontífice, el 2 de febrero pasado, la importante Nota Gestis verbisque sobre la temática de la validez de los sacramentos.
----------Lo interesante de notar en este Documento es el retorno de los dos términos tradicionales materia y forma del Sacramento: "la Iglesia sabe que su potestas sobre los sacramentos termina antes de su sustancia" (n.11). "Es cierto también que la Iglesia no siempre ha indicado los gestos y las palabras en los cuales consiste esta sustancia divinitus instituta. Para todos los sacramentos, en cualquier caso, parecen fundamentales aquellos elementos que el Magisterio eclesial, en escucha del sensus fidei del pueblo de Dios y en diálogo con la teología, ha denominado materia y forma, a los cuales se añade la intención del ministro" (n.12).
----------La materia es alguna cosa material, por ejemplo la pareja varón y mujer en el sacramento del Matrimonio, el hombre varón en el sacramento del Orden Sagrado, el agua en el sacramento del Bautismo, el pan y el vino en el sacramento de la Eucaristía. En cambio, la llamada forma es una fórmula verbal ritual fija e inmutable, a la que se le llama forma en cuanto en filosofía la forma representa alguna cosa espiritual o intencional, que da forma a la materia y normalmente viene expresada en la palabra o en el lenguaje.
----------Estos dos términos, materia y forma, están presentes en el texto del Catecismo de San Pío X, cuya primera edición es de 1905. Por el contrario, en el actual Catecismo de la Iglesia Católica (1992) estos dos términos están ausentes. En su lugar encontramos el adjetivo "esencial". ¿A qué se refiere el actual Catecismo? Evidentemente a aquella que es la esencia o sustancia del Sacramento, sustancia que ha sido instituida por nuestro Señor Jesucristo, como lo afirma el Concilio de Trento.
----------El término sustancia deriva indudablemente de la filosofía de Aristóteles y se refiere a un compuesto de dos elementos que son la materia y la forma. En Aristóteles estos dos elementos tienen un carácter ontológico-cosmológico, así como nosotros decimos que una cosa material está compuesta de materia y forma.
----------Ahora bien, el Sacramento no es una sustancia natural, sino que es un compuesto artificial, por lo cual la Iglesia usa los dos mencionados términos, materia y forma, en un sentido traslaticio, como por ejemplo cuando se habla de materia de estudio, donde materia representa un conjunto de cosas o una cosa material o una persona, como por ejemplo el penitente, el confirmando, el enfermo, el agua, el pan, el vino y el aceite, sobre los cuales viene pronunciada la fórmula ritual.
----------Podríamos preguntarnos por qué motivo este documento del Dicasterio de la Fe vuelve a poner en auge la distinción que encontramos en el Catecismo de San Pío X. En mi opinión, la respuesta a dar es que la distinción entre materia y forma nos dice con mayor claridad cuál es la esencia o sustancia del Sacramento tal como para asegurar su validez, porque, como ha señalado el cardenal Fernández, lamentablemente hay que constatar que en muchos casos, ciertos Sacramentos son administrados inválidamente.
   
La reacción de los modernistas contra la Nota Gestis verbisque
   
----------Si tal vez el lector ha podido seguir a través de la red telemática, aunque más no sea a vuelo de pájaro, las diversas repercusiones que ha tenido esta Nota del Dicasterio de la Fe, tanto en los ambientes filo-modernistas como en los ambientes lefebvrianos y filo-lefebvrianos, habrá podido constatar que ambos partidos han rechazado o ignorado o despreciado o ironizado acerca de este documento. Una vez más el modernismo y el lefebvrismo, como en otras tantas ocasiones, están de acuerdo.
----------Ahora bien, a manera de ejemplo de cuanto ha sucedido en los ambientes del neo-modernismo, vamos a considerar brevemente la reacción del teólogo y liturgista italiano Andrea Grillo, quien en un artículo del pasado 4 de febrero, habla de la "inmoralidad" de este documento (remitiéndose a aquella carta del Papa de julio de 2023, enviada a Fernández, al comunicarle su nombramiento como prefecto de la Fe, y donde el Papa hacía referencia a que en otros tiempos el Dicasterio de la Fe había practicado métodos "inmorales").
----------Dice Grillo: "Parece decididamente inmoral una fidelidad eclesial que demoniza la creatividad sobre fórmula y materia, y no ve la demanda de creatividad en el resto del lenguaje verbal y en todos los lenguajes no verbales. [...] Es mezquino pensar en salvar la tradición en el plano de las 'fórmulas' y de las 'materias', sin tener en cuenta que las fórmulas evolucionan y que en los últimos cien años hemos conocido un cambio tanto en la fórmula de la eucaristía, como en la fórmula de la ordenación, como en la fórmula del matrimonio".
----------En un pasaje posterior, se pone en evidencia que Grillo está muy contrariado por haberse retomado la categorización teológica tradicional entre materia, forma y ministro, reduciendo el alcance de los "abusos" a las faltas cometidas por el ministro, como si existiera sólo un celebrante de los Sacramentos. Dice Grillo: "En este plano, me parece, nos encontramos en una condición pre-moderna tanto en el modo de pensar la acción (con las formalidades abstractas de 'fórmula', 'materia' y 'ministro') como en el modo de pensar la sanción, donde los niveles de reacción se refieren ya sea a la 'invalidez' del acto o a la 'cualificación' del sujeto ministerial. Los sujetos de los sacramentos -que desde hace sesenta años concurren a la celebración- son tratados como meros 'súbditos', que padecen las consecuencias de los abusos de los ministros. Focalizar el acto solamente en las palabras formales dichas por el único ministro sobre la materia es la perspectiva limitada e inmoral con la cual se piensa abordar y resolver el problema. Esta es la segunda inmoralidad".
----------Pero, al parecer no satisfecho con su artículo, Grillo al día siguiente publicó también una carta abierta dirigida al cardenal Fernández. Personalmente tengo la impresión de que, en su inocultable arrogancia, Grillo esté profundamente enamorado de sus propias opiniones sobre teología litúrgica y teología sacramentaria, y de su interpretación de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, y quiere que el Romano Pontífice y los prefectos de los dicasterios romanos le sigan a él, Grillo, a pie juntillas.
----------Los mencionados pasajes del artículo de Grillo son muy interesantes. Para ser franco, me esperaba este género de reacción por parte de los liturgistas modernistas, por el hecho de que el cardenal Fernández, en su Nota, golpea precisamente el principio modernista de la Liturgia, entendida como creatividad sobre la base de la mutabilidad del dogma, según la gnoseología idealista de Rahner. Tratemos entonces, de responder a cuanto dice Grillo en los pasajes a los que líneas arriba he hecho referencia.
----------1. Dice Grillo: "Parece decididamente inmoral una fidelidad eclesial que demoniza la creatividad sobre fórmula y materia, y no ve la demanda de creatividad en el resto del lenguaje verbal y en todos los lenguajes no verbales". Esta acusación es injusta. A continuación, los motivos:
----------Primero, porque el espacio de la creatividad permanece intacto en cuanto ella se refiere a los elementos accidentales del Sacramento, que por su naturaleza pueden cambiar según la iniciativa del celebrante o de las exigencias provenientes de los tiempos y de los lugares, así como de las exigencias particulares de los fieles. La distinción entre lo sustancial (esencial) y lo accidental sirve para distinguir lo que en el Sacramento es inmutable, y por tanto de Derecho Divino, y lo que es mutable o de derecho positivo y por tanto de competencia ya sea de la autoridad eclesiástica o bien del individual celebrante.
----------Segundo, la dualidad propuesta por el cardenal Víctor Fernández no es la de fórmula y materia, sino la de forma y materia. La fórmula es solamente la fórmula verbal, que el ministro pronuncia sobre la materia. En cambio, la forma del Sacramento, en sentido propio, es el aspecto espiritual o intencional, que da forma al Sacramento como signo sagrado, mediador de la gracia santificante.
----------Tercero, por cuanto respecta al lenguaje verbal y no verbal, es necesario ante todo distinguir el lenguaje verbal oficial del lenguaje verbal espontáneo. El lenguaje verbal oficial es el de la fórmula sacramental, que forma parte de la esencia o sustancia del Sacramento. Este lenguaje verbal normalmente puede ser acompañado de la iniciativa del propio celebrante, que añade a la celebración del Sacramento algunas palabras suyas explicativas de lo que hace, explicación que también puede ser hecha por un laico. Por cuanto respecta en cambio al lenguaje no verbal, el cardenal Fernández trata en la Nota, con la debida amplitud, del lenguaje gestual, el cual por otra parte debe ser también regulado por la autoridad competente, sin caer, no obstante, en esa fastidiosa meticulosidad que había sido uno de los defectos del ceremonial preconciliar.
----------Cuarto, la acusación que Grillo hace de "inmoralidad" es gravemente ofensiva, como si el cardenal Fernández, con este Documento, hubiera cometido un grave acto de injusticia o de imprudencia. Grillo, a este respecto, debería estar obligado a justificar tal acusación. De lo contrario, podría a su vez ser acusado de difamación o de insulto a la autoridad eclesiástica, si no al propio Sumo Pontífice, o cuanto menos a la persona del cardenal Fernández, con el riesgo de ser Grillo sometido a un proceso penal.
----------2. Consideremos ahora la otra afirmación antes mencionada, de Grillo en su artículo: "Es mezquino pensar en salvar la tradición en el plano de las 'fórmulas' y de las 'materias', sin tener en cuenta que las fórmulas evolucionan y que en los últimos cien años hemos conocido un cambio tanto en la fórmula de la eucaristía, como en la fórmula de la ordenación, como en la fórmula del matrimonio".
----------Por cuanto respecta a la fórmula del rito, que es la que expresa la forma del Sacramento, no es en absoluto cierto, como en cambio afirma Grillo, que las fórmulas hayan cambiado en el curso de la historia, porque estas fórmulas tienen un carácter dogmático y, por tanto, inmutable.
----------Si ha habido un cambio, tal cambio no se ha producido por autoridad de la Iglesia, sino en cualquier caso por la iniciativa arbitraria de liturgistas y de celebrantes modernistas, que constituyen precisamente aquellas personas hacia las cuales el cardenal Fernández dirige un severo reclamo a fin de que se adecuen a aquella que es la verdadera disciplina de los Sacramentos y sobre todo a fin de confeccionar (conficere) válidamente el Sacramento, de modo de garantizar la validez del mismo Sacramento.
----------La postura de Grillo favorece una acción litúrgica que produce sacramentos inválidos. De los efectos de esta acción disgregadora, nosotros tenemos hoy amplio conocimiento, y a ella es a la que el cardenal Fernández se refiere precisamente con la intención de que se detenga cuanto antes esta acción sacrílega que tiende a corromper a aquellos que son los medios de la gracia, medios instituidos por nuestro Señor Jesucristo, difundiendo entre los sacerdotes y los fieles conceptos erróneos acerca de la validez de los Sacramentos.
----------Los cien años, de los cuales habla Grillo con manifiesta arrogancia, no son cien años de historia del Magisterio de la Iglesia, sino que son los cien años transcurridos desde el nacimiento del modernismo, condenado en su momento por san Pío X en la encíclica Pascendi.
   
La reacción de lefebvrianos y filolefebvrianos a la Nota Gestis verbisque
   
----------Es comprensible el por qué esta vez ambos partidos, los modernistas (Grillo) y los pasadistas, se han unido para criticar un documento del Papa o de sus representantes. La razón de esta coincidencia es muy simple: ante un documento ambiguo, ambos partidos hubieran tenido, como frecuentemente ha ocurrido, la posibilidad de rechazarlo (los lefebvrianos), o de instrumentalizarlo malinterpretándolo (los modernistas), pero esta vez, ante un documento que habla claramente y sin equívocos, no hay ninguna escapatoria posible: los modernistas se revelan como tales, rechazándolo, y los lefebvrianos, si no encuentran la quinta pata del gato, como último recurso pueden reírse del Papa, como hizo la FSSPX, diciendo que frente a los abusos, el Papa no tiene mejor salida que retornar al preconcilio y al Catecismo de San Pío X.
----------De hecho, ciertamente, los lefebvrianos se han reído de la Nota Gestis verbisque, del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. En su sitio web oficial citan una frase de Bossuet, diciendo que el Papa, defendiendo lo que ellos llaman la "causa" (el Concilio Vaticano II), cuando deplora los abusos litúrgicos, no ve que sean "efectos" de esa "causa". Dicen así: "Los miembros de la Curia tal vez deberían meditar sobre estas palabras: “Dios se ríe de los hombres que deploran los efectos cuyas causas aprecian”, adaptada del gran obispo Jacques-Bénigne Bossuet (Historia de las variaciones de las iglesias protestantes, libro IV)".
----------Acaso se sorprenda el lector y se esté preguntando por qué motivo me preocupo por lo que opina una comunidad cristiana cismática acerca de un documento del Magisterio católico. Pues bien, básicamente por dos motivos. Primero, porque se trata de hermanos nuestros alejados de la comunión católica, y está claro que nuestro deber ecuménico es insistir con caridad y claridad, reconociendo los aspectos positivos de sus instancias y señalándoles oportunamente los errores en los que obstinadamente se mantienen, y les hacen permanecer en cisma y sospecha de herejía. Segundo, porque la propaganda lefebvriana llega a los sectores filo-lefebvrianos de la Iglesia, y los alejan cada vez más de lo que debería ser un sano tradicionalismo.
----------Por cierto, esta vez la Iglesia va al encuentro de las justas exigencias de los defensores de la Tradición y, de un cierto modo, también de las justas instancias de los filo-lefebvrianos.
----------Tras un documento tan claro e inequívoco como el emanado por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ahora veremos si entre los filo-lefebvrianos existen personas verdaderamente sinceras (yo creo que las hay). Sin embargo, ellos deberán dar prueba de su existencia si ahora elogian este Documento doctrinalmente muy importante, que demuestra la necesidad de retornar a un cierto lenguaje tradicional, para evitar los equívocos provocados por la falsa renovación propagandeada por los modernistas.
----------Indudablemente Fernández ha retomado los términos materia y forma, usados por el Catecismo de San Pío X. Sin embargo, la idea de retornar a la Liturgia preconciliar es una idea cismática, que los filo-lefebvrianos no tienen ningún derecho de sostener para criticar el Documento de Fernández.
----------Al contrario, lo que la Iglesia les pide a los filo-lefebvrianos (y de hecho también a los cismáticos lefebvrianos) es mantener la sustancia de los Sacramentos, donde ellos demuestran que son fieles a los dogmas. Pero está claro que esto no basta para estar en plena comunión con la Iglesia. De hecho ellos, como se les ha dicho muchas veces, deben saber ver el valor del Magisterio postconciliar hasta el actual Pontífice, porque en este Magisterio no hay ninguna contradicción con el Magisterio preconciliar.
----------El retornar sic et simpliciter a la Liturgia preconciliar (como abogan lefebvrianos y filo-lefebvrianos) no serviría en absoluto para resolver la crisis moral que estamos viviendo hoy, porque a tal fin debemos tener confianza que sea de utilidad la Liturgia actual y el Magisterio moral y pastoral postconciliar.
----------Los abusos litúrgicos a los cuales se refiere el cardenal Fernández, obviamente no son abusos solamente relativos a la sustancia de los Sacramentos, de los cuales habla el Magisterio preconciliar, sino que son también los relativos a la actual Liturgia reformada, en cuanto es aplicada de una forma desviada, que no corresponde a las verdaderas intenciones de la Reforma del Concilio, sino que refleja su enfoque modernista.
----------Es entonces comprensible que los filo-lefebvrianos no comprendan este segundo aspecto del reclamo hecho por el cardenal Fernández en su Nota, porque, como es bien sabido, lefebvrianos y filo-lefebvrianos rechazan la reforma litúrgica del postconcilio y continúan sin reconocer que el Concilio está en el origen de la esa renovación de la Iglesia, que, realizada del modo correcto, es la que produce los frutos de bien presentes en la Iglesia actual. Por consiguiente, la mencionada cita de Bossuet es completamente inapropiada.
----------Las dificultades planteadas por los lefebvrianos en sus artículos de análisis a Gestis verbisque aparecidos en sus sitios oficiales, son efectivamente reales. Esto quiere decir que se impone una delicada tarea encaminada a individuar los casos acerca de los cuales es necesario intervenir. Sin embargo, esto no les autoriza a ellos a tomar estas dificultades como pretexto para insistir en su crítica cismática frente a la reforma litúrgica.
----------En definitiva, se podría decir que esta Nota del Dicasterio de la Fe, pone en luz la diferencia entre quienes, en su celo por la Liturgia, son sinceros, y quienes no son sinceros, porque el cardenal Fernández, en su documento, satisface tanto a los modernistas como a los lefebvrianos y filo-lefebvrianos en cuanto ellos tienen de positivo. Lo que con razón les pide a todos ellos es estar en sincera comunión con la Iglesia, bajo dos aspectos diferentes que corresponden a la diversidad de los dos partidos opuestos.
   
La influencia de las teorías de Rahner para la eventual invalidez de los Sacramentos
   
----------Me permito un apartado final, en el que podríamos preguntarnos si en este documento emanado por el Dicasterio de la Fe existe, al menos implícitamente, alguna condena, rechazo o negación de las enseñanzas de Karl Rahner sobre los Sacramentos. No es difícil dar una respuesta clara y firme: este documento está ciertamente contra la teoría rahneriana de las fórmulas dogmáticas y litúrgicas, porque Rahner, en la línea del historicismo modernista, no admite la inmutabilidad de los dogmas, en cuanto que, a nivel gnoseológico, no admite la inmutabilidad de los conceptos mismos y por tanto de las esencias.
----------Por consiguiente, ¿cómo concibe Rahner la acción litúrgica y la práctica sacramental? Dado que él, a la manera de los idealistas, no admite una realidad objetiva a la cual nuestra mente deba adecuarse, sino que considera las cosas materiales como pura materia manipulable por la libertad, de estos principios rahnerianos depende la praxis de la creatividad subjetiva y arbitraria, condenada por el cardenal Fernández.
----------Hay que añadir, por otra parte, que la constatación hecha por el cardenal Fernández en su Nota del 2 de febrero, acerca de la existencia de Sacramentos administrados inválidamente, como por ejemplo es el caso del Bautismo y del Orden Sagrado, ciertamente reclama en nuestra mente la referencia a la teoría rahneriana de las fórmulas sacramentales, que acabo de mencionar. La invalidez de tales Bautismos y de tales Ordenaciones sacerdotales se puede explicar muy bien por el hecho de que, al administrar estos Sacramentos, no se atiene a aquello que hace la Iglesia, sino que se piensa en las ideas de Rahner.
----------En precedentes artículos de este blog he venido exponiendo al detalle y con toda la claridad que me es posible, el pensamiento de Karl Rahner, no sólo en el plano de la filosofía, sino especialmente de la teología, en todo el ámbito de la dogmática y sistemática. Pues bien, teniendo en cuenta todo lo que llevo diciendo sobre esta temática, no puedo menos que observar que, desgraciadamente, hoy son muchos los sacerdotes que, quizás dotados de buenas cualidades, sin embargo no se comportan como verdaderos y auténticos sacerdotes en el ámbito de la liturgia, en la administración de los Sacramentos, y en la comunión con la Iglesia en el campo doctrinal. Por tal motivo, ya desde hace algunos años vengo teniendo la grave sospecha de que estos sacerdotes no hayan sido ordenados válidamente, debido al hecho de que la ordenación no se ha basado en el recto concepto católico de sacerdocio, sino en el concepto rahneriano, que es herético.

12 comentarios:

  1. Sergio Villaflores9 de febrero de 2024, 18:08

    Gracias, padre Filemón, gracias por sus publicaciones, siempre totalmente claras y exhaustivas. Las leo todas de una vez, y siempre son clarificadoras en todo.

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    1. Estimado Sergio,
      le agradezco de corazón por estas buenas palabras.

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  2. Estoy muy sorprendida, no sabía que existiera una tal situación, especialmente durante el rito del Bautismo... El Bautismo, morir y resucitar en Cristo y con Cristo... es tan evidente... y sin embargo, ¡cuántas veces estamos ciegos, cuántas veces nos apropiamos de lo que no nos pertenece!... pero la Santa Madre Iglesia interviene para corregir, animar, hacer volver a las almas vacilantes a la luz de la fe, a la luz de Cristo.

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    1. Estimada Rosa Luisa,
      estoy plenamente de acuerdo con sus observaciones. También a mí me ha sorprendido mucho saber que existen Bautismos inválidos, mientras que esto sucede a menudo en el caso de los Matrimonios y, por mi parte, ya sabía al menos de la posibilidad de la invalidez de la Ordenación de ciertos sacerdotes.

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  3. Me alegra que volvamos a hablar de los Sacramentos y su importancia en la Verdadera religión. Frecuentemente materia y forma parecen separadas a los ojos de los fieles, pero desde la perspectiva de la verdadera fe, precisamente esta misma conjunción permite al cristiano que recibe los Sacramentos, que pueda disponer de una armadura frente al mundo y sus tentaciones... Creo que debemos continuar en este camino, valorizando los cada vez más los Sacramentos en el camino de los fieles...

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    1. Estimado Cristian,
      estoy de acuerdo con cuanto usted dice. Le animo a que se haga difusor de las sabias palabras contenidas en la Nota del Dicasterio de la Fe. Lamentablemente tenemos una reacción negativa por parte de los liturgistas modernistas, pero no perdamos el ánimo y esperemos que ellos también escuchen las cálidas palabras del cardenal Fernández.

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  4. Me acuerdo perfectamente las fórmulas catequéticas (materia y forma de los Sacramentos) que mi párroco me hizo aprender en la escuela primaria del catecismo de San Pío X: no me desagrada volverlas a escuchar.
    Estoy de acuerdo en que la fantasía de ciertos supuestos profetas haya abusado de las fórmulas sacramentales, aunque no me corresponde a mí saber si han abusado de ellas hasta el punto de invalidar incluso el Bautismo.
    Me entristece leer que Andrea Grillo, profesor de teología sacramental en la Universidad Pontificia San Anselmo, detesta de ese modo la Nota Gestis Verbisque: "demoniza la creatividad sobre fórmula y materia... parece decididamente inmoral... documentos tan vacíos aplican un rostro mezquino de la Iglesia..."
    Comento sobre el tema haciendo dos preguntas:
    ¿Un golpe a la tradición con Fiducia supplicans y ahora un golpe al progresismo con este Gestis verbisque?
    ¿Y ello para consolidar las duelas o para destrozar el tonel?

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    1. Estimado Carlos,
      la intervención del cardenal Víctor Fernández acerca de la validez de los Sacramentos es un golpe durísimo contra la liturgia modernista. Por tanto, no sorprende la reacción de Grillo, que es el exponente principal de los liturgistas modernistas.
      Esta corriente ocupa en la Iglesia una posición de tal manera fuerte que el propio Papa no tiene actualmente los medios suficientes para obtener que ellos se sometan a disciplina.
      Por consiguiente, no se trata de un doble juego por parte del Santo Padre, sino de esa tolerancia necesaria que también un buen superior debe implementar en estos casos.
      Nos corresponde a nosotros, comunes fieles, comprender esta situación y dar el buen ejemplo, dejando a la justicia divina la tarea de intervenir en el momento oportuno.

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    2. Manuel Roberto Corcello12 de febrero de 2024, 15:59

      Ya sería un buen paso adelante remover a Andrea Grillo de sus puestos académicos, y quitarle la posibilidad de hacer más daño formando gente igual a él.

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    3. Estimado Manuel,
      evidentemente, si el Dr. Andrea Grillo permanece en su puesto, no obstante el evidente escándalo que está dando a la Iglesia y el daño que está haciendo a las almas, quiere decir que se vale según mi opinión de poderosos apoyos filo-masónicos, los cuales limitan fuertemente la posibilidad de una intervención del Papa.
      Por lo tanto, es necesario que nosotros tengamos paciencia, apoyemos la obra esclarecedora y curativa iniciada por el cardenal Víctor Fernández y, por nuestra parte, nos empeñemos con todas nuestras fuerzas por limitar los daños causado por Grillo y por otros como él.
      Ciertamente, tampoco podemos perder las esperanzas, y nuestra confianza en la divina Providencia, y por eso no debemos dejar de pensar que si Grillo recupera el buen sentido común y acepta las enseñanzas del Magisterio, podrá ser no sólo un buen docente, sino también un óptimo apologista.

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    4. Gracias padre Filemón, estoy de acuerdo.
      "Esta corriente ocupa una posición tan fuerte en la Iglesia que... No se trata de doble juego... A NOSOTROS, comunes fieles, nos corresponde comprender esta situación…".
      ¡Perfecto! PERO los pastores tienen una RESPONSABILIDAD mucho mayor que la nuestra, en el GUIARNOS: ¿por ejemplo?
      1) evitando desorientarnos con documentos que por su equívoco "habría que reescribir", como dice un ex prefecto de la Doctrina
      2) evitando dar respuestas superficiales (tanto efectivas como equívocas) a entrevistas ocasionales: ¿por ejemplo?
      Haciendo PARALOGISMO entre la posible BENDICIÓN dada a dos gays por un sacerdote bendiciente, que sabía muy bien cómo los dos mantienen relaciones sexuales sin arrepentimiento (de hecho, orgulloso de publicar en la web que son una bendición para la Iglesia; ¿por ejemplo? Los dos a quién se ofreció una misa de Acción de Gracias inmediatamente después de su "matrimonio" en el municipio de Budrio, con el consentimiento de Zuppi), y la posible BENDICIÓN dada a un EMPRESARIO que tal vez le pide una bendición en el confesionario llorando porque se ve obligado a EXPLOTAR a los trabajadores, para no arruinarse y dejarlos sin trabajo.
      3) teniendo la valentía de tomar posición para alejar de la enseñanza oficial a ciertos "rema-contra" como el mencionado Grillo, en lugar de dar un mandato al prefecto, diciendo que ciertas actitudes adoptadas por sus predecesores que "perseguían eventuales errores doctrinales" eran inmorales.

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    5. Estimado Carlos,
      la tendencia de Grillo ha adquirido un tal poder en la Iglesia que el propio Papa se encuentra en notables dificultades.
      Sin embargo, hay que reconocer en el Santo Padre un esfuerzo por obtener disciplina, especialmente en los ambientes directivos de la Iglesia, a veces infectados por esta tendencia.
      La intervención del cardenal Fernández respecto a la validez de los Sacramentos es evidentemente un reclamo a la corriente de Grillo.
      ¿Cuál será el efecto?
      Pues bien, nada nos impide pensar que el Señor toque esas conciencias, para que estos personajes puedan arrepentirse.

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