jueves, 29 de febrero de 2024

Fascismo y nazismo: orígenes, doctrina y actualidad (1/9)

Jacques Maritain, iluminado y solicitado por la condena por parte de Pío XI a la Action Française, abrió los ojos sobre la insidia fascista de Charles Maurras, trampa en la cual el gran filósofo tomista en un primer momento estuvo a punto de ceder a causa de la aparente seriedad de la propuesta maurrasiana de promover la grandeza de Francia, operación que, sin embargo, si se mira más de cerca, no estaba inspirada en la consideración de sus raíces católicas, sino más bien en un nacionalismo pagano, que habría alimentado el fascismo mussoliniano. [En la imagen: Benito Mussolini haciendo el saludo fascista en un acto].

Los motivos del resurgimiento actual del fascismo y del nazismo
   
----------Es hoy un hecho la reaparición y el crecimiento de corrientes y partidos políticos de extrema derecha, no sólo en Europa sino en todo el mundo, incluido nuestro país. Los ejemplos abundan. La semana pasada, la Conferencia Episcopal Alemana emanó una declaración en la que advierte a los fieles que las posiciones ultra-derechistas y el nacionalismo racista no son compatibles con la visión cristiana del hombre y que los partidos de ese espectro político (mencionándolos) no deben ser votados por los cristianos.
----------El renacer de los partidos de extrema derecha (con reminiscencias del fascismo, falangismo, nazismo y otras vertientes totalitarias que han tenido lugar durante el siglo pasado) parece tener una explicación tanto en la psicología social como en la sociología, explicación que ha sido ya repetidamente ofrecida por sociólogos e historiadores competentes en el tema. Aquí y en otros subtítulos de esta serie que hoy iniciamos, cuando llegue el caso, tan sólo intentaré ofrecer un breve resumen, al menos de las que me han parecido las más convincentes hipótesis sobre el tema, salvada por supuesto una mejor opinión más informada y fundamentada. Pero, aparte de estas ocasionales citas de sociología, el interés de mi reflexión es filosófico y teológico.
----------Ahora bien, los primeros brotes del fascismo propiamente dicho aparecieron, como sabemos, hacia el final de la llamada Gran Guerra, la primera guerra mundial. Para comprender el surgimiento de las ideas fascistas en esos años, hace ahora precisamente un siglo, se debe analizar el turbulento desarrollo de las diferentes democracias liberales que desde entonces pretendieron dar solución a los problemas de las sociedades de la posguerra de aquel entonces. Indudablemente la democracia liberal había sido la vencedora en la guerra de 1914-1918, pero el triunfo, el entusiasmo y las renovadas esperanzas duraron más bien poco.
----------Por una parte, la fuerza de las corrientes y los partidos políticos de izquierda se había visto fatalmente afectada por la escisión entre socialistas y comunistas. La disolución por Lenin de la asamblea constituyente rusa en 1918, a pesar de que el partido bolchevique era minoría, puso fin a las esperanzas de una democracia no capitalista en ese país. Así las cosas, a finales de los años veinte, los debates políticos estaban dominados por una derecha que, precisamente desde aquel 1918, aparecía como más anticomunista que democrática. A esta situación social contribuyeron la preeminencia y la división de los parlamentos, la inestabilidad política y la incapacidad de hacer efectivos los nuevos derechos sociales frente a la ideología económica liberal dominante, el dominio de los grandes financieros privados y la persistente crisis económica. Todo ello implicaba una conclusión que parecía obvia a muchos: si el poder real residía en la poderosa patronal y en los sindicatos, la conclusión popular era que los parlamentos servían más bien de poco y nada.
----------Finalizado el drama de la guerra, la población europea quería paz, seguridad y mejores condiciones de vida (en particular la de los campesinos, que querían una reforma agraria). Pero el hecho fue que la democracia liberal había traído consigo la polarización social, y su desprestigio iba in crescendo. Hacia 1930 la democracia estaba siendo abandonada como concepción política predominante, tanto por aquellos que no veían en ella una contribución a la mejora de sus vidas como por aquellos, especialmente los jóvenes, para quienes el liberalismo había perdido el contacto con el mundo contemporáneo.
----------En aquellos años contestatarios frente a los fracasos de la democracia liberal, despertaron entusiasmo a nivel popular dos propuestas políticas contrarias: por un lado la corriente del comunismo y por otro lado la corriente del fascismo (italiano y español) con su derivado, el nazismo. Esta segunda corriente, se combinaba a veces con un catolicismo conservador cuya componente colectivista consistía en la defensa de la familia. Ambas corrientes, comunismo y fascismo, proponían un "nuevo orden" y un "hombre nuevo", pero esta nueva mística escatológica no ejercía tanta fascinación por sí misma, sino sobre todo debido al fracaso de las democracias liberales, a la debilidad demostrada por el Estado liberal y al aparente suicidio en el que se había derrumbado el capitalismo (hiperinflación, desempleo, y finalmente la gran depresión).
----------Las propuestas ultraliberales (más tarde llamadas neoliberales) de los economistas austriacos Friedrich August von Hayek [1899-1992] y Ludwig von Mises [1881-1973] fueron muy minoritarias en las primeras décadas del siglo pasado, e incluso ridiculizadas, y sólo serían rehabilitadas cuarenta años más tarde, hacia principios de los años 1970s en el Chile de Augusto Pinochet [1915-2006], convirtiéndose desde entonces y hasta la actualidad, en la ortodoxia económica dominante. Pero, como he dicho, en los años treinta estas ideas eran minoritarias, pues el liberalismo glorificaba el individualismo egoísta y descuidaba el sentimiento de comunidad y las exigencias de una nueva era solidaria que latían en Europa y en el mundo. Un ambiente autoritario dominaba Europa y se decía recurrentemente que la era de la democracia había terminado.
----------Por supuesto, en los años 1930s y 1940s estas ideas ultra-derechistas también enraizaron en la sociedad argentina. De hecho, existió en nuestro país un fascismo autóctono que permeó a distintas ideologías y en distintos momentos de nuestra historia, desde el peronismo al anti-peronismo, y desde el nacionalismo católico a la concepción represiva de la última dictadura militar. Así, el fascismo en su versión argentina se vincula con el llamado nacionalismo católico y fue concebido como un instrumento sagrado para "salvar a la Nación" de lo que se solía describir como "las calamidades provocadas por la democracia liberal, el socialismo y el capitalismo". Pero por el momento no me referiré a ello, privilegiando más bien la mirada hacia las ultra-derechas y los nacionalismos europeos, de los cuales en otros aspectos depende el fascismo argentino.
----------Pues bien, volviendo ahora con nuestra mirada a Europa, tras la segunda guerra mundial, la democracia retornaba triunfante, aunque ahora en otro contexto político europeo, el de la llamada "guerra fría", vale decir, Europa dividida entre el bloque capitalista occidental y el bloque comunista soviético.
----------Llegados a este punto, la pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿y qué sucedió con el fascismo y el nazismo? Por supuesto, tras la segunda guerra tanto en la Europa capitalista como en la Europa comunista, se buscó hacer desaparecer al fascismo y al nazismo, pero esa eliminación fue mucho más eficaz en el bloque soviético que en el occidental. Además los gobiernos conservadores occidentales fueron mucho más duros con la extrema izquierda (algunos partidos comunistas fueron ilegalizados y todos vigilados) que con la extrema derecha (los partidos neonazis fueron ilegalizados, pero muchos nazis, sobre todo técnicos, se integraron en los nuevos gobiernos alemanes o fueron contratados por agencias estadounidenses).
----------En cuanto al perfil adoptado por las democracias posteriores a 1945, fue en cierto modo distinto al de las democracias liberales posteriores a la primera guerra mundial. La democracia era ahora diferente: se intentaba orientarla al bienestar de los ciudadanos (nacían así las teorías económico-políticas del "estado de bienestar"), con fuerte intervención del Estado en la economía, donde las palabras clave eran: tributación alta y progresiva, negociación colectiva, crecimiento económico y prosperidad, con una intención de fondo: hacer desaparecer la lucha de clases. Las democracias de la nueva "sociedad de consumo" representaba una cierta americanización de Europa, pero la intervención del Estado en la economía y los derechos sociales marcaban la diferencia entre el capitalismo europeo y el capitalismo estadounidense. De todos modos, había una similitud en un punto por cierto fundamental: obviamente, ambos capitalismos eran colonialistas.
----------Ahora bien, en el curso de las dos o tres décadas de aplicación de las teorías del "estado de bienestar" y "sociedad de consumo", hubo un punto de inflexión a partir de los años setenta, donde todo empezó a cambiar. El extremo liberalismo económico del laissez faire, que parecía enterrado en la primera guerra mundial, volvió para quedarse, difundiéndose las ideas del dúo Hayek-Mises, con lo que obviamente se reavivó la lucha de clases, pero esta vez como una lucha de los ricos contra los pobres y las clases medias.
----------Surgió entonces popularmente en décadas recientes la corriente político-económica del anti-estatismo, combinado con una mentalidad autoritaria (pasando del Estado protector al Estado represor), la derecha empezó a dominar otra vez la opinión pública y a fomentar la polarización social, con lo que la democracia volvió a entrar en crisis. Este es el contexto en el que hoy precisamente nos encontramos.
----------Llegados a este punto, y habiendo realizado esta breve referencia histórica y sociológica, ahora pasemos a los aspectos que nos interesan, particularmente la doctrina fascista y nazi. Comencemos en primer lugar con la doctrina del nazismo, lo que nos llevará varias notas.
   
¿Qué quería ser el fascismo en Italia?
   
----------No es inconveniente para la Constitución de un Estado prohibir la adhesión a una determinada doctrina, si su puesta en práctica ha causado grave perjuicio al Estado. Este es el caso de la doctrina del fascismo, cuya puesta en práctica ha conducido a Italia a la tragedia de la segunda guerra mundial.
----------Sin embargo, nos podríamos preguntar ¿cómo ha podido suceder que un país civilizado como Italia, heredero de la gran civilización romana, con antiquísima tradición católica, hasta el punto de albergar el centro directivo de la Iglesia católica, haya podido aceptar durante veinte años un régimen político basado en una doctrina, que la misma Constitución Italiana rechaza por considerarla peligrosa para el Estado?
----------Debemos decir que los italianos habían asumido, en aquella ocasión, como es sabido, un concepto de Estado, influenciado por el hegelianismo, que concibe al Estado no como organismo al servicio del bien público y privado de los ciudadanos, una parte al servicio del todo social, sino como persona absoluta, encarnada en el Duce, respecto del cual el ciudadano es totalmente relativo y funcional, persona como sustancia divina de la multitud de los individuos, de modo que la voluntad del líder viene a coincidir con la misma voluntad. de la multitud, voluntad en la cual la multitud se reconoce como su propia y única sustancia absoluta (para un recto concepto del Estado, véase J. Maritain, El hombre y el estado, Editorial Kraft, Buenos Aires 1952).
----------Una exposición autorizada de la doctrina del fascismo se encuentra en la Enciclopedia Treccani, ella misma expresión de la cultura fascista, bajo la voz "Fascismo", firmada por el propio Benito Mussolini. Se trata de una original y amplia síntesis histórico-teórica escrita con contenida pasión especulativa, sentida inspiración moral, habilidad estilística y eficacia expresiva. La preparación de la Treccani se inauguró en 1925 y la obra fue terminada en 1937 en 35 gruesos volúmenes. Ella sigue siendo hasta el día de hoy una de las enciclopedias nacionales más vastas, si no la más vasta y rica, a nivel internacional.
----------En ella Mussolini, sin ser él mismo filósofo ni escritor, muestra sin embargo una extraordinaria capacidad para hacer suyos los temas más importantes del idealismo alemán conjugados con la visión del renacimiento italiano y los ecos de la romanidad clásica. En suma, se trata de un escrito fascinante y se comprende cómo haya podido abrir brecha en la mente y el corazón de la clase intelectual italiana, si no fuera porque sólo un ojo sutilmente crítico sería capaz de encontrar, entre los pliegues de esta cautivadora exposición, los venenos del idealismo de Hegel, del egocentrismo cartesiano, del superhomismo nietzscheano, del voluntarismo fichteano, del actualismo gentileano, del moralismo kantiano, del accionismo blondeliano, de la política maquiavélica, de la teoría de la muerte heideggeriana (sein zumTode).
----------Tomemos en examen las tesis más significativas del escrito mussoliniano, acompañándolas de mi comentario (el texto de Mussolini en cursiva; y a continuación, mi comentario).
   
Concepto general del fascismo
   
----------Comienza diciendo Benito Mussolini: "Como toda concepción política sólida, el fascismo es praxis y es pensamiento, acción a la cual es inmanente una doctrina, y doctrina que, surgiendo de un determinado sistema de fuerzas históricas, permanece inserta en él y opera desde dentro. Tiene, por tanto, una forma correlativa a las contingencias de lugar y de tiempo, pero tiene a la vez un contenido ideal que la eleva a fórmula de verdad en la historia superior del pensamiento".
----------Mussolini pretende presentar el fascismo como dotado de una forma y de un contenido ideal que "eleva la doctrina a fórmula de verdad en la historia superior del pensamiento". Para él, el fascismo no es simple práctica política, sino que es radicalmente una concepción del hombre, de la vida y de la existencia, tal por lo tanto como para dar sentido a toda la vida, de modo que le parece capaz de satisfacer las necesidades espirituales del hombre, sin que sea necesario recurrir a la moral cristiana.
----------"Por tanto, concepción espiritualista, surgida también ella de la reacción general del siglo contra el débil, desganado y materialista positivismo del siglo XIX. Concepción antipositivista, pero positiva: no escéptica, ni agnóstica, ni pesimista, ni pasivamente optimista, como son en general las doctrinas (todas negativas) que ponen el centro de la vida fuera del hombre, quien con su libre voluntad puede y debe crearse su propio mundo. El fascismo quiere al hombre activo y empeñado en la acción con todas sus energías: lo quiere virilmente consciente de las dificultades que existen, y dispuesto a afrontarlas".
----------Según Mussolini, entonces, el fascismo está contra las doctrinas que ponen el centro de la vida fuera del hombre, quien con su libre voluntad puede y debe crearse su propio mundo. El hombre, entonces, no depende de un ente superior a él, sino de sí mismo, que debe aspirar a una vida superior. Y por lo tanto, ¿qué es de Dios como fin último del hombre? Parece que encontramos aquí un atisbo de ateísmo, aunque se quiera sostener una concepción espiritualista de la vida. Pero ¿qué es este espíritu? Todo hace pensar en la concepción hegeliano-gentiliana del espíritu como absolutización del yo cartesiano.
----------La igualdad humana es cosa sagrada, pero ella se refiere sólo al hecho de que todos nosotros, personas humanas, tenemos la misma inmutable naturaleza humana específica de animal racional, y hemos sido creados a imagen de Dios, somos, en cuanto personas, varones y mujeres, cualquiera que sea el pueblo de pertenencia, la nación, la raza, la estirpe o linaje, la edad, la condición social o económica o el grado de salud, de virtud o de cultura, de igual dignidad ante los demás, ante Dios y ante el Estado, gozamos de los mismos inviolables derechos fundamentales y estamos obligados a los mismos deberes absolutos y universales, que se derivan de los fines mismos de la naturaleza humana.
----------Mussolini olvida también que un buen régimen político que salvaguarde la libertad, debe admitir una pluralidad de partidos, porque es sólo a través de la discusión parlamentaria que se resuelven los problemas del país, incluso si está claro que corresponde al gobierno legislar y decidir lo que se debe hacer, con derecho a ser obedecido, y sancionar a aquellos que desobedecen.
----------La necesidad de orden y de unidad social es correcto, pero debe ser realizado con el método de la persuasión, de la votación y de una legítima pluralidad. La exigencia de tranquilidad, seguridad y justicia social es sagrada, pero debe ser satisfecha mediante el diálogo o, cuando no sea posible una vía negociada o pacífica, con un moderado uso de la fuerza, sin violencia ni prepotencia.
----------Por otra parte, a Mussolini, a causa de su concepción totalitaria del Estado, le falta la percepción del hecho de que el Estado que rige una particular nación no goza de una soberanía absoluta, sino que le es requerido, como miembro de la comunidad internacional, junto con los demás Estados, el contribuir al bien común de la sociedad internacional.
----------"El fascismo no cree en la 'felicidad' sobre la tierra, como fue el deseo de la literatura economicista del siglo XVIII, y por lo tanto rechaza todas las concepciones teleológicas según las cuales en un cierto período de la historia se produciría una sistematización definitiva del género humano. Esto significa ponerse fuera de la historia y de la vida, que es continuo fluir y devenir. El fascismo políticamente quiere ser una doctrina realista; prácticamente, aspira a resolver sólo los problemas que se plantean históricamente por sí y que por sí encuentran o sugieren su propia solución. Para actuar entre los hombres, como en la naturaleza, es necesario entrar en el proceso de la realidad y dominar las fuerzas en acto".
----------Mussolini asigna aquí al fascismo no una meta escatológica, como podría parecer al haberlo presentado como suprema realización del hombre, casi imitando la prospectiva cristiana y los utopismos del siglo XIX, que en cambio rechaza. Aquí el fascismo aparece como simple proyecto político terreno, finalizado o dirigido al bien común temporal. Pero he aquí que sin embargo no renuncia en absoluto a la prospectiva del Estado totalitario y de la total sujeción de la persona al Estado, cosa que hace aún más intolerable la funcionalidad de la persona a una realidad como el Estado, para nada capaz de satisfacer a sus aspiraciones trascendentes y escatológicas, las cuales, por lo tanto, parecen ser negadas, para aprisionar la tan cacareada espiritualidad del fascismo en los límites estrechos de la presente terrenidad.
----------Las ideas de Mussolini encontraron favor y aceptación también fuera de Italia, en Francia, en Inglaterra, en España y, naturalmente, en Alemania, porque los idealistas alemanes comprendieron bien -y estaban muy complacidos con ello- que el fascismo estaba fuertemente inspirado en Hegel. La primera guerra mundial había sido inspirada sustancialmente por desconfianza en la inteligencia (véase Bergson y Blondel), que parecía no tener control sobre la realidad y ser incapaz de cambiarla, y las sociedades se dejaron vencer por una necesidad espasmódica e irracional de acción y de eficacia.
----------Después de la primera guerra mundial, se sentía horror por lo inmutable como si fuera sinónimo de muerte o de rigidez y se resolvía todo el ser en la vida concebida como puro devenir o movimiento sin el sujeto que lo sustente, porque decir sujeto hubiera querido decir estabilidad o solidez o permanencia o firmeza, cosas hacia las cuales se tenía horror. Es evidente aquí la caída en el sensismo y en la emocionalidad, no obstante las sinceras apelaciones al espíritu, a la conciencia y a la libertad.
----------Maritain pronto se dio cuenta de estos inicios del fascismo e intervino con el precisar que lo espiritual (Primauté du spirituel, Plon, Paris 1927), supremo destino del hombre, es el dominio elegido por la autoridad de la Iglesia, y sólo incoativamente aquí abajo podemos pregustar los beneficios celestiales, mientras que lo temporal, dominio de la política y espacio de acción del Estado, no debe ser inflado y enfatizado (he aquí el fascismo), como si pudiera sustituir lo espiritual en el satisfacer las máximas necesidades del hombre, sino considerado en su alta dignidad de tomarse cuidado de los bienes temporales de la sociedad para dejar espacio a las más libres elevaciones del espíritu en la relación existencial con lo Trascendente.
----------Además, Maritain, iluminado y solicitado por la condena por parte del papa Pío XI a la Action Française, abrió los ojos sobre la insidia fascista de Charles Maurras, trampa en la cual en un primer momento estuvo a punto de ceder a causa de la aparente seriedad de la propuesta maurrasiana de promover la grandeza de Francia, operación que, sin embargo, si se mira más de cerca, no estaba inspirada en la consideración de sus raíces católicas, sino más bien en un nacionalismo pagano, que habría alimentado el fascismo mussoliniano (véase de Maritain Une opinion sur Charles Maurras et le devoir des catholiques, Plon, Paris 1927 y también su contribución a la obra colectiva Pourquoi Rome a parlé, Aux Editions Spes, París 1927).

28 comentarios:

  1. Mucho de la influencia de Bergson y Blondel se nota en Francisco, con sus continuas apelaciones contra la ¨rigidez¨, la inmovilidad y el indietrismo y su invitación a las ¨novedades del Espíritu¨. El horror de las esencias es un legado manifiesto de la primera posguerra mundial, que nutrió el fascismo, el existencialismo, el vitalismo y hoy día la filosofía de Jorge Bergoglio, a tal punto que hay quien lo llama ¨Bergson primero¨ (cf. Higinio Fernández, ¨La metafísica de Jorge Bergoglio¨, pág 67).

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    1. Estimado Anónimo,
      he leído un interesante estudio de Massimo Borghesi, "Jorge Mario Bergoglio. Una biografía intelectual", del 2017.
      En él Borghesi habla de las relaciones de Bergoglio con Blondel cuando Bergoglio era estudiante en Alemania.
      Hay que tener cuidado en distinguir el pensamiento de Bergoglio joven del pensamiento del Papa actual. No es de extrañar que haya rastros de modernismo en el joven Bergoglio.
      Yo mismo he publicado en este blog un estudio sobre algunas notas metafísicas que Bergoglio hizo al finalizar sus estudios en Alemania.
      En cualquier caso, lo que debería interesarnos a los católicos es el pensamiento actual del Papa, respecto del cual no podemos pensar que existan errores de Blondel.
      Se podría hacer una observación sobre cómo habla el Papa sobre el pensamiento abstracto. Aquí uno podría tener a primera vista la impresión de una tendencia existencialista, pero, si prestamos atención, nos damos cuenta de que el Papa discrepa del abstraccionismo típico del idealismo y del gnosticismo.
      Me gustaría que me diera las referencias bibliográficas del libro sobre el papa Francisco que usted ha citado.

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  2. Se nota también ese vitalismo en la apología permanente del "Espíritu" versus la ley, no sólo los preceptos positivos eclesiásticos (como en san Pablo respecto de la ley judía), sino incluso frente a la ley natural, donde es inadmisible tal oposición. Hay un pensamiento tributario del vitalismo existencialista.

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    1. Estimado Anónimo,
      creo que estas expresiones del Papa representan un esfuerzo por acercarnos a los protestantes en el diálogo ecuménico. De hecho, es bien conocida la oposición que Lutero instaura entre el Espíritu y la Ley.
      Sin embargo, también a este respecto es necesario hacer un esfuerzo de interpretación benévola, porque de lo contrario corremos el riesgo de acusar al Papa de herejía, lo que no está permitido.
      En realidad el Papa, sobre todo en años recientes, ha recuperado el discurso del papa Benedicto acerca de los valores no negociables. Además, no hay duda de que el valor de la fraternidad, sobre el cual él insiste, está estrechamente vinculado a la ley natural.
      Por otra parte, también debemos tener presente la insistencia con la que el Papa se refiere a los derechos humanos, sobre todo en referencia a aquellas inmensas categorías de personas que de las más diversas formas son víctimas de la injusticia, como por ejemplo los inmigrantes, las mujeres, los pobres, los niños, los enfermos, los ancianos.
      Finalmente, debemos recordar la recomendación que hizo del pensamiento de Santo Tomás de Aquino, cuya ética se basa notoriamente en la ley natural.

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  3. ¡Cuántas afirmaciones falsas! ¡Es una verdadera pena! Ni siquiera me tomo el trabajo de discutir: lo peor es que aquí se está reclamando derechos para el estado-dios, que excluye a Cristo, y reclama todo para sí, ¡y no se avergüenza! No creo que usted sea un ignorante, de modo que entonces lo que dice aquí es plenamente consciente, ¡qué vergüenza!

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    1. Estimado Pío,
      pero usted ¿qué ha entendido de mi artículo? Tengo la impresión de que usted considera que yo he asumido la defensa del Estado totalitario y divinizado, a la manera del fascismo. ¡Dios me libre y guarde de caer en semejante error! ¡Vuelva a leer mis escritos con más calma! por favor.
      La intención de mi escrito (y de los demás artículos que conformarán la serie) es precisamente refutar la concepción fascista del Estado, como entidad divina, superior a la Iglesia. Se trata de un Estado que finge respetar a la Iglesia, y por tanto a Cristo, pero en realidad quiere servirse para sí, esclavizar, a la Iglesia, para convertirla en instrumento de su dominio sobre la Nación.

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  4. Estimado padre,
    usted dice que: "Maritain, iluminado y solicitado por la condena por parte del papa Pío XI a la Action Française, abrió los ojos sobre la insidia fascista de Charles Maurras, trampa en la cual en un primer momento estuvo a punto de ceder a causa de la aparente seriedad de la propuesta maurrasiana de promover la grandeza de Francia, operación que, sin embargo, si se mira más de cerca, no estaba inspirada en la consideración de sus raíces católicas, sino más bien en un nacionalismo pagano, que habría alimentado el fascismo mussoliniano".

    Entonces ¿se podría decir que la entera concepción de Charles Maurras era germinalmente fascista?

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    1. Estimado Dino,
      conozco este acontecimiento, como conozco la historia de la vida y del pensamiento de Maritain, pero debo decirle que no conozco a fondo a Maurras. Sin embargo, puedo decirle con certeza que el movimiento de Maurras tenía simpatías por el fascismo debido a la común tendencia a poner el valor de la Nación como un absoluto al cual venía subordinado el cristianismo.

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    2. El problema con Maurras es que no era creyente, sería lo que hoy llamaríamos un ¨sano laicista¨ que admiraba y fomentaba la religión cristiana, no porque la estimaba verdadera, sino porque formaba parte de la grandeza de Francia. En esa época nadie discutía la doctrina del Estado confesional, explicitada por el mismo Pío XI en Quas Primas.
      Quantum mutatus ab illo...
      Arcadio

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    3. Charles Maurras tuvo (y sigue teniendo) una gran influencia en el pensamiento católico fundamentalista sudamericano (lo que me interesa a mí en particular).
      Ciertas corrientes actuales, que el Papa califica de indietristas, suelen ser llamadas "contra-revolucionarias" y tienen claramente vínculos con Maurras, Plinio Correa de Oliveira y otros filo-lefebvrianos.

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    4. Estimado Dino,
      le agradezco también estas informaciones, y yo también creo que cuando el Papa habla de indietristas se refiere también a América Latina.

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    5. Estimado Arcadio,
      concuerdo con sus opiniones sobre Charles Maurras.
      Con correctísimas razones, Maritain se distanció de él tras la prudente intervención del papa Pío XI.

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  5. Gracias, seguiré leyendo su artículo. Noce escribió que el nazismo es la respuesta a Stalin de la filosofía alemana (por así decirlo), así como el fascismo fue la respuesta a Lenin.

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    1. Me gustaría tener la cita precisa de Del Noce, y si fuera posible también el contexto. Respeto demasiado a Del Noce como para pensar que escribió semejante estupidez.

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    2. En Occidente durante el así llamado bienio rojo (biennio rosso) existía el peligro de revoluciones comunistas, como en Rusia, por lo que la élite occidental puso en el poder a fuerzas anti-comunistas, aunque luego les han creado problemas.

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    3. Lucio: tengo que mirar... pero podría ser en "El problema del ateísmo", de Il Mulino, o bien en "La era de la secularización y Giuffre". Ya diré...

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    4. Estimado Dino,
      tenga presente que el nazismo, el fascismo y el marxismo, tienen el mismo origen en Hegel. Por eso su contraste es, en el fondo, una disputa dentro de la familia, litigio que no produce nada bueno, sino que más bien exacerba la conflictualidad. No se puede responder a un extremismo con el extremismo opuesto, sino que para poner paz se necesita una posición de equilibrio por encima de las partes.

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    5. Estimado Marcos,
      ¿qué quiere decir usted con "biennio rosso"?

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    6. Padre Filemón: nunca dije lo contrario, son diferentes aspectos del proceso revolucionario, además de los libros citados de Del Noce, están G. Ritter, G. Mosse, Nolte que se equivocó en las tres caras del nazismo y después de leer a Del Noce cambió. Otro libro útil de Del Noce es El suicidio de la Revolución, y de Gianni Vannoni: Iglesia católica, fascismo y masonería, escrito en los 70.

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    7. Sugiero buscar "Biennio rosso" en Wikipedia (italiano). Hay buena información.

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    8. Los historiadores llaman biennio rosso a los años 1919-1920, en los que se produjeron diversos intentos de insurrección, toma del poder, huelgas, ocupación de fábricas, revolución, por parte de movimientos comunistas en diversos puntos de Europa, impulsados ​​también por la III Internacional liderada por Lenin. En Italia dijeron "debemos hacer como en Rusia". En todos estos países llegaron al poder movimientos autoritarios de derecha. La élite capitalista internacional, que controla los Estados, ha mantenido así el control. Esto explica también el comportamiento del entonces Reino de Italia frente al fascismo. Está históricamente atestiguado que Mussolini fue financiado, y se le permitió hacerlo, antes de ser puesto en el poder.

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    9. Estimado Dino,
      le agradezco por la información sobre el Biennio Rosso.

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    10. Estimado Marcos,
      gracias por estas informaciones, las cuales presentan una de las causas que han dado origen al nazi-fascismo.

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    11. Gracias a usted, padre.
      Mi respuesta no pretende ser exhaustiva. De hecho, en mi opinión, debemos considerar cuidadosamente lo que Jesús dijo sobre Mussolini a la beata Elena Aiello, quien le escribió dos cartas para convencerlo de no ir a la guerra en 1940, basándose en las revelaciones recibidas. Detrás de los acontecimientos y de las causas históricas, como sabe Ud. mejor que yo, está la dimensión espiritual de la realidad.

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    12. Estimado Marcos,
      es muy interesante lo que me cuenta. Desafortunadamente, no es la primera vez que hay profetas no escuchados.

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  6. Simone Weil escribió que los comunistas alemanes bajo las órdenes de Moscú antes de 1933 colaboraron en algunos ataques con los nazis y obstaculizaron a los socialistas y al Partido Popular en la construcción de un muro contra Hitler antes de 1933. Parece que Hitler también recibió dinero de los EE.UU. (no del Estado, sino de financieros privados).

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  7. Padre Filemón: la historia la escriben los vencedores... para comprender el fenómeno del fascismo y nazismo necesitamos acudir a las fuentes de la época anterior y durante la guerra...
    Lo que se hizo después de la guerra son en su mayoría especulaciones y "versiones propagandísticas de los vencedores" (que encubrieron sus propios crímenes, glorificando los crímenes reales y presuntos de sus adversarios...)
    En eso hay que prestar mucha atención...
    Aquí no se puede compartir nada, incluso la censura histórica en plataformas como Facebook o YouTube es despiadada...
    "Dime a quién no puedes criticar y te diré quién te gobierna" Voltaire

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    1. Estimado Matías,
      reconozco que los vencedores muchas veces son prepotentes, pero tengamos presente también el hecho de que, por mucho que los aliados defendieran intereses egoístas, no podemos negar que su victoria fue la victoria de la civilización sobre la barbarie, por lo cual, con su victoria, se pudo ver que la justicia divina no sólo se realiza en el más allá, sino que también se puede realizar en esta tierra.

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