jueves, 15 de junio de 2023

¿En qué consiste la llamada "inteligencia artificial"? (2/3)

Hay que ver qué se entiende por Inteligencia Artificial. Si por Inteligencia Artificial se entiende un mecanismo de información y ordenación de datos inteligibles, esta inteligencia ya existe. Si por el contrario se entiende una inteligencia espiritual construida por el hombre, es decir, una inteligencia humana, sabemos ya desde ahora que ella no puede ser jamás construida por el hombre, porque ella, en cuanto facultad del alma humana, es sólo creada por Dios. Plantear la hipótesis de que en un mañana el hombre pueda artificialmente producir una inteligencia humana es el antiguo sueño de la Cábala (el "golem") y la pretensión de arrogarse un poder que pertenece sólo a Dios. [En la imagen: Lazare Carnot visitando en 1801, en Lyon, el taller de Joseph Marie Jacquard, quien había inventado un sistema de tarjetas perforadas para intentar automatizar sus telares. La imagen es un fragmento de una ilustración para "Le Petit Journal", del 6 de enero de 1901].

La actual abundancia de noticias sobre Inteligencia Artificial
   
----------La Inteligencia Artificial es tema recurrente en los medios de comunicación social, periódicos y redes sociales de todo tipo, y en los discursos hay de todo, lo serio y lo necio, lo fundado y lo fantasioso, lo sensato y lo delirante, todo depende del fundamento que se busque en la sana filosofía o al menos en el buen sentido común, que es la primera filosofía, universal, a disposición de todos los seres humanos. Aquí mismo, en Mendoza, en la Facultad de Educación de la Universidad Nacional de Cuyo, comenzará mañana, viernes 16 de junio, una serie de conferencias sobre el tema a cargo de exponentes argentinos y extranjeros, bajo el título "La irrupción de la Inteligencia Artificial: mitos y posibilidades", y si el propósito de los coloquios es distinguir mitos y posibilidades, esto es por lo menos una buena señal, pero si nos fijamos en los discursos que circulan en los mass media, no podemos estar seguros, ni siquiera en ámbitos universitarios.
----------Por todas partes parecen surgir hoy supuestos "especialistas en IA": uno de ellos ofreció días atrás una conferencia organizada por la Municipalidad de Mendoza y la Universidad Marcelino Champagnat. Los artículos sobre inteligencia artificial aparecen casi diariamente en los diarios, lo que parece indicar que hay buen número de consumidores de este tipo de información, aún cuando se la presente sin firmas ni fuentes, como en el diario Los Andes del 12 de junio, donde en un artículo sobre el tema se anuncia en un título la intención de definir "qué es la inteligencia artificial", pero enseguida se hallan frases delirantes como éstas: "¿Te imaginas dotar a un computador de la capacidad de imitar a la inteligencia humana? En resumidas palabras, esa es exactamente la razón de ser de la inteligencia artificial... otorgar al ordenador la cualidad de razonar...".
----------Textos como estos no pueden sino poner en alerta a los lectores sensatos. Aunque hay peores, como el artículo aparecido en diario Perfil del pasado 4 de junio, donde el físico Max Tegmark afirmó muy suelto de cuerpo que "existe un 50% de probabilidad de que estas tecnologías acaben con la humanidad en caso de que se vuelvan más inteligentes que la especie". Ni Charles Darwin hubiera podido sospechar desarrollos de sus teorías, como los que imagina Tegmark, quien siguió afirmando: "la historia ha demostrado que las especies más inteligentes de la Tierra son responsables por la desaparición de aquellas que son menores, como en el caso del dodo... La humanidad podría esperar fácilmente el mismo destino cuando las IA superen en inteligencia a los humanos... Alrededor de la mitad de todas las demás especies en la Tierra ya han sido exterminadas por nosotros, los humanos. Como éramos más inteligentes, ellas no tenían control. Sobre lo que estamos advirtiendo ahora es que si los humanos perdemos el control de nuestra sociedad ante máquinas que son mucho más inteligentes que nosotros, entonces las cosas pueden ir igual de mal para nosotros".
   
El software de la computadora y el cerebro humano
   
----------No hay ninguna duda de que cuando se carece de sanos principios de filosofía realista se puede acabar en las conclusiones más fabulosas, dignas de ser presentadas como guiones para las películas estadounidenses de ciencia ficción. Pero, dejando por un momento los diarios argentinos, me gustaría presentar hoy una conversación, en términos un tanto más razonables, que he mantenido a través del Facebook con uno de mis lectores, el cual había leído mi artículo anterior dedicado a la Inteligencia Artificial. Este lector quiso plantearme sus observaciones, y comenzó expresándome: "Desde el punto de vista técnico-científico, el término inteligencia artificial, por ahora, no tiene ningún sentido (véase el test de Turing). Los actuales ordenadores son casi completamente deterministas, no porque no se puedan realizar máquinas no deterministas, sino porque, para los usos que de ellas hacemos, deben garantizar un perfecto comportamiento".
----------Ante tal observación, lo primero que quiero hacer presente es que las leyes físicas son, por su naturaleza, deterministas. Esta característica es la que nos permite utilizar las fuerzas de la naturaleza. De hecho, la naturaleza, siguiendo estas leyes, actúa siempre del mismo modo, de manera que nosotros, utilizando estas leyes, somos capaces de obtener de la naturaleza lo que deseamos, porque somos capaces de predecir lo que sucederá, al menos bajo ciertas condiciones. Este hecho es lo que ha inducido a Galileo Galilei a decir que nosotros podemos dominar la naturaleza, a condición de que la obedezcamos.
----------Si, por el contrario, las leyes de la naturaleza no fueran ciertas, y fueran mutables, permaneceríamos desorientados, la ciencia física sería imposible y, en consecuencia, sería imposible el dominio tecnológico de la naturaleza. Como ya he explicado anteriormente, la indeterminación de los fenómenos físicos no es un dato objetivo del fenómeno, sino que corresponde a nuestra incapacidad cognoscitiva para determinar con precisión y certeza cuanto sucede en la multitud de fenómenos naturales.
----------Siguió diciendo mi interlocutor: "El materialismo del siglo XIX debe sin embargo adecuarse porque las computadoras procesan la información, tal como sucede en las células del mundo viviente y en nuestro cerebro, y la información no es materia aunque tenga un sustrato material, como todo en el mundo".
----------Respecto a tal afirmación, hay que reconocer que es cierto que hoy conocemos mucho mejor los procesos neurológicos cerebrales de cuanto fueran conocidos en el siglo XIX. Lo que sabemos hoy y lo que no se sabía entonces es que las actividades cerebrales, reguladas por procesos electromagnéticos, hacen referencia a huellas o marcas o señales físicas presentes en las neuronas, huellas que constituyen el correspondiente material de funciones intencionales, por lo cual con el uso de la voluntad nosotros podemos recabar de nuevo  de esas señales neuronales la intención de la cual ellas son la huella.
----------Esas huellas o marcas físicas constituyen el patrimonio neurológico de la memoria. A este respecto, el acto del recordar es un acto intencional, dependiente de la voluntad. Sin embargo, a fin de que la intención de la voluntad sea satisfecha, es necesario que ella, en el sistema neuronal, rencuentre el signo neuronal requerido, de modo tal de recabar de nuevo de ello la intención que ello significa.
----------Sin embargo, estas pistas (o trazas o huellas o señales) tienen una duración limitada. Después de un cierto tiempo se agotan, por lo cual si la voluntad va a buscarlas, ya no los puede encontrar o bien pueden estar ocultas y resurgir. En este caso la voluntad, después del primer fracaso, logra recordar lo que quería.
----------Algo similar ocurre en la computadora, cuando ella se pone a la búsqueda de un dato acerca del cual le interrogamos. Detrás de nuestro comando, se activa un mecanismo selectivo automático, el cual, a semejanza del esfuerzo del recordar, que requiere un cierto tiempo, también ese mecanismo de la computadora toma un cierto tiempo, hasta llegar al dato requerido.
----------En este fenómeno cerebral tenemos un ejemplo de cómo se produce en nosotros el contacto del espíritu con el cuerpo. Nosotros, con nuestra voluntad, imprimimos en el cerebro un conjunto de modificaciones neuronales, las cuales conservan las huellas de lo que queremos recordar.
----------Estas huellas son los signos de datos intencionales, los cuales, por su esencia, son inmateriales; sólo que nuestro intelecto, mediante la voluntad, revisitando estos datos neuronales, rencuentra en ellos la huella física que corresponde al concepto memorizado. De este modo el intelecto puede recordar el concepto, o sea puede reconstruir ese concepto, cuya huella o traza neuronal ha sido preservada por el cerebro.
----------Es necesario tener presente que la intencionalidad es una actividad propia del viviente sensitivo o intelectual y no de la máquina. En efecto, la intencionalidad supone un poder superior al de la materia, es decir, la capacidad de abstraer un contenido inmaterial (imagen o concepto) del dato sensible, es decir, de la neurona. Se trata de una acción inmanente al sujeto, una acción que la máquina no conoce y que ni siquiera es ejercitada por la actividad fisiológica del cerebro.
----------Por tanto, la máquina, incluida la computadora, da información no como lo hace el cerebro, que contiene las intenciones que son abstraídas y conocidas por el intelecto, sino en el sentido de que contiene las partes materiales que constituyen la registración de signos representativos de los conceptos, de modo tal que, cuando el hombre interroga a la computadora, la computadora responde no expresando las intenciones, cognoscibles sólo por el intelecto, sino poniendo en evidencia, mediante señales visibles o acústicasle, las señales físicas que nos sirven para comprender lo que la computadora pretende decirnos y recordarnos.
----------Mi interlocutor continuó expresando en su comentario: "Si para los filósofos platónicos existen las ideas en su mundo hiperuránico (algo de por sí imposible de demostrar), para los ingenieros informáticos existen las ideas en el software (precisamente soft para evidenciar su no materialidad)".
----------Al respecto, respondo diciendo que la teoría platónica de las ideas tiene un fundamento en nuestra propia experiencia interior, que nos hace comprender que existen modelos universales, inmutables y absolutos, no sensibles, de los valores morales, valores perceptibles solamente por el intelecto, como por ejemplo la idea de la virtud, de la justicia, de la bondad, de la belleza.
----------La visión de estos valores nos permite dar una evaluación de los diferentes modos concretos con los cuales estos valores son realizados en nuestra vida cotidiana. ¿Cómo hacemos para juzgar si un hombre es honesto? En base al ideal de honestidad que hemos intuido con nuestra mente, considerando cuál es el fin y el bien de la naturaleza humana.
----------Por otra parte, hay que señalar que indudablemente el hardware es un sistema de elementos, cuya materialidad cae bajo nuestros sentidos. El hardware es directamente responsable de las prestaciones visuales y auditivas de la computadora, así como de las informaciones escritas.
----------Por cuanto se refiere al software, no se puede decir que sea un sistema inmaterial. En realidad siempre se trata de energía física de carácter electromagnético ondulatorio, la cual, por obra de la técnica humana, viene transformada en esa forma de materialidad que cae bajo nuestros sentidos en la computadora.
----------En tal sentido podríamos utilizar las famosas categorías aristotélicas de materia y forma, por cuanto la tecnología del hombre, en la actualidad, transforma la energía electromagnética, que es materia bajo la forma electromagnética, en energía sonora y luminosa, que es capaz de alcanzar nuestros sentidos (oído y vista) de modo tal que esta energía, que utiliza un sistema simbólico de signos, es capaz de comunicarnos mensajes sonoros inteligibles e imágenes dotadas de sentido.
----------Por lo tanto, la misma materia que antes estaba bajo la forma electromagnética, en la computadora asume la forma de lo sonoro y de lo visual. Esta materia, de la cual hablo, no es la materia que constituye el hardware. A este tipo de materia Aristóteles la habría llamado "materia formada". En cambio esa materia de la cual he hablado, que es sujeto primero de la forma electromagnética y luego de la forma visual-auditiva, Aristóteles la llama "materia prima".
----------Lo que mi interlocutor llama "las ideas en el software" claramente no son las ideas en el sentido platónico. Sin embargo, es interesante que mi interlocutor utilice el término "idea". De hecho, los signos simbólicos del lenguaje de la computadora, registrados en los programas software, son signos físicos convencionales establecidos por el constructor y programador, a cada uno de los cuales corresponde un término del lenguaje y, como es sabido, los términos del lenguaje son signos de las ideas o de los conceptos. En este sentido podemos efectivamente decir que en la computadora se encuentran las "ideas".
   
Jamás una máquina podrá ser "inteligente"
   
----------Sigue diciendo el lector: "Por tanto, se puede creer o no creer en la existencia del alma, tanto en el sentido aristotélico como en el modo idealista, si por alma se entiende el software de nuestro cerebro".
----------¿Qué es el software de nuestro cerebro? Es efectivamente un sistema energético determinista, que se asemeja al mecanismo de una computadora. De hecho, como es sabido, también el cerebro utiliza las ondas electromagnéticas para realizar, bajo el mando de la voluntad, las actividades del cerebro destinadas a la formulación del pensamiento y de las intenciones de la voluntad. La diferencia entre el software del cerebro y el de la computadora está dada por el hecho de que, mientras la computadora entra en acción mecánica sólo bajo el comando de la voluntad humana, realizando lo que el hombre desea de ella, el software del cerebro humano funciona determinísticamente según las leyes fisiológicas del cerebro.
----------Sin embargo, la voluntad tiene la posibilidad de utilizar estos determinismos para recabar de ellos la actividad del pensamiento, actividad que no pertenece al cerebro, sino que depende del intelecto y de la misma voluntad, de modo tal que los comandos u órdenes cerebrales son comandados por la voluntad.
----------Los neurólogos han constatado experimentalmente que los centros cerebrales actúan detrás de una moción o movimiento no experimentalmente verificable. Lo cual es el signo de que ellos están comandados por una fuerza superior a la materia, que el filósofo identifica en la libre actividad del querer o voluntad, movida por el intelecto, dos facultades que tienen su sede en el alma espiritual.
----------Es necesario agregar aquí, que la filosofía ha llegado a demostrar la existencia y el poder del alma espiritual precisamente para dar suficiente explicación a las manifestaciones físicas del cerebro, que se traducen en el fenómeno del lenguaje y del actuar inteligente, dos actividades sensibles, las cuales, siendo signos de contenidos inteligibles (conceptos y acciones morales), no pueden ser causadas por el cerebro, sino por un poder inmaterial superior, que es precisamente el poder del alma.
----------El cerebro, ciertamente, no es la causa del pensamiento, sino que es solamente la condición que lo hace posible, así como la lectura de un libro no es el efecto de la luz que permite ver el libro, sino el efecto de la vista del lector. Una máquina no puede ser inteligente y, sin embargo ella, gracias a su sistema informático operado mecánicamente, alimentado por la energía eléctrica, desarrolla una labor de información capaz de instruir el intelecto de la persona humana.
----------A continuación sigue diciendo mi amigo lector: "En cuanto a la posibilidad de que un software sea de algún modo comparable a una persona pensante, no hay más remedio que esperar a los avances de la informática. En la evolución de nuestro mundo viviente sabemos que han pasado varios cientos de millones de años desde los primeros organismos dotados de cerebro hasta la aparición del Homo sapiens sapiens; ahora bien es cierto que el desarrollo tecnológico va cada vez más rápido, pero el salto a hacer es verdaderamente notable, y hasta donde sabemos no es imposible".
----------La distinción entre la actividad del pensamiento y la actividad de la máquina es tal que una máquina, por muy evolucionada que sea a imitación de la evolución del pensamiento, siempre permanece en sus prestaciones por debajo del poder del pensamiento. Y esto es así por el hecho de que, mientras en la actividad del pensamiento actúa el espíritu, la máquina es movida solamente por las fuerzas de la materia.
----------Por otro lado, las fuerzas de la materia son infinitamente inferiores a las del espíritu y, por lo tanto, no pueden causar nada en el mundo del espíritu. Doy un ejemplo. Un hombre lee un libro a la luz de una lámpara. El efecto de esta lectura es el aprendizaje de los conceptos expresados ​​en este libro por parte del intelecto del lector. Preguntémonos por qué es causada la lectura del libro. Evidentemente es causada por la actividad abstractiva del intelecto del lector. La presencia de la luz es un hecho físico, que está por debajo del acto abstractivo operado por el intelecto. En efecto, la operación abstractiva permite la concepción de un universal, que es inmaterial y por lo tanto espiritual, universal bajo el cual hay infinitos particulares materiales. Por este motivo no es en absoluto pensable que en el futuro pueda ser construida una máquina pensante.
----------Finalmente dice mi buen amigo lector: "Obviamente, para quienes creen que en cada persona hay un alma creada directamente por Dios, esto plantea no pocas dificultades, sobre todo teológicas, pero me gustaría señalar que en el mundo palestinense de Jesús, el alma era un concepto muy vago e incluso inaceptable para los saduceos, sin embargo invitaría a los teólogos a reflexionar un poco porque si verdaderamente sucediera que un software se comportara como una persona con el alma espiritual, muchas de las actuales concepciones teológicas necesitarían ser revisadas profundamente".
----------La doctrina de la inmortalidad del alma se puede recabar de las Sagradas Escrituras ya desde el Antiguo Testamento. Las referencias bíblicas son innumerables. Ahora bien, la doctrina bíblica sobre la inmortalidad del alma corresponde a la doctrina filosófica establecida por Platón y Aristóteles.
----------Por cuanto respecta al Magisterio de la Iglesia, existen tres dogmas acerca de la espiritualidad y la inmortalidad del alma. Está el dogma del Concilio Lateranense IV de 1215 (Denz.800), el del Concilio Viennense de 1312 (Denz.902) y el del Concilio Lateranense V de 1513 (Denz.1440).
----------Todo esto significa que estas verdades, absolutamente ciertas tanto en base a la razón como en base a la fe, no podrán nunca ser negadas por ningún progreso que pueda ser cumplido por la ciencia en campo tecnológico, con particular referencia a la producción de máquinas o sistemas mecánicos.
----------Por cuanto respecta a lo que afirmaban en tiempos de Jesús los Saduceos, ellos eran claramente materialistas, los cuales, como tales, no pueden absolutamente ser considerados como fuentes de la Revelación bíblica. Por el contrario, como he dicho, existen en la Sagrada Escritura fuentes autorizadas, entre las cuales se encuentran los mismos Fariseos, que corresponden, como he dicho, a la verdad filosófica, y que son fuentes de las cuales la Iglesia ha extraído los dogmas sobre la naturaleza del alma humana.
----------Ahora bien, una hipótesis que bien podríamos hacer es que en el futuro, como prevé la misma Sagrada Escritura (Mc 13,22 y Ap 13,13), dado que los poderes satánicos son capaces de conocer las leyes de la naturaleza mucho mejor que el hombre, pueden instruir al hombre sobre estas leyes de modo tal que el hombre, aplicando estas leyes, podría llegar a construir dispositivos mecánicos que fueran capaces de proporcionar prestaciones asombrosas, que podrían asemejarse a manifestaciones del espíritu.
----------Por otra parte, debemos recordar que esta manera de proceder del hombre constituye lo que la ética bíblica llama operación mágica, que también puede expresarse por medio de instrumentaciones mecánicas; y además, siendo una operación inspirada por el demonio, el producto no es solamente sorprendente, sino que también está dirigido en detrimento del hombre y del mundo.
   
Una referencia a las computadoras que juegan al ajedrez
   
----------El mismo interlocutor de los anteriores comentarios, me planteó un tema muy interesante, en el que quizás muchos no piensen. Se trata de la posibilidad de una competencia en el juego de ajedrez entre un hombre y una computadora. Por supuesto, esto ya se ha dado, desde los años 1980s, y las computadoras de ajedrez o los programas informáticos de ajedrez hasta llegaron a participar en torneos de modo habitual, incluso aquí en Mendoza. Hoy ya esta práctica se ha abandonado, precisamente porque se ha llegado a tomar conciencia de que el ajedrecista humano no es capaz de vencer al ajedrez a la computadora, pero no porque la computadora o el programa de ajedrez sea "más inteligente" que el ajedrecista humano, sino porque su capacidad de cálculo es superior al cálculo humano. Vale decir, la razón es la misma por la que un atleta no puede enfrentarse en carrera, por ejemplo, a un prototipo de la Fórmula 1 internacional, y ni siquiera a un ciclista.
----------Me escribe mi amigo lector al respecto: "Científicamente no se puede hablar de inteligencia y mucho menos de conciencia, que son ideas irreductibles y no mensurables, ni se está de acuerdo en dar una definición operativa, con todos los límites del caso. Sin embargo, para la ciencia que conocemos no existen impedimentos para la creación de máquinas con particulares cualidades como el reconocimiento de las imágenes, o la capacidad de escribir resúmenes, o jugar al ajedrez u otras, mientras que para la inteligencia, similar a la humana, por ahora, solo se cumple el así llamado test de Turing".
----------Respondo diciendo que, por cuanto se refiere al juego del ajedrez, una competencia entre dos personas debe distinguirse de una competencia entre un hombre y una máquina, como puede suceder en el juego del ajedrez. En el primer caso las intervenciones son causadas por dos sujetos dotados de intelecto y de libre albedrío, por lo cual cada jugada de los dos es decidida libremente en base a un acto del intelecto, por ejemplo en una partida de tenis o en una partida de naipes.
----------En cambio, cuando se trata de una competencia entre un hombre y una máquina, el hombre debe ponerse al nivel del funcionamiento de la máquina y competir como si fuera otra máquina, es decir, hacer lo que puede hacer, como en una carrera de automóviles, se trata de ver cuál de ellos es el más veloz.
----------Esto quiere decir que en nuestro caso el hombre debe tratar, aunque sea voluntariamente, de proceder como procede la máquina para sus propios objetivos, que obviamente no podrán ser intelectuales ni morales, sino simplemente técnicos, que es precisamente cuanto puede hacer una máquina, en el respeto de las reglas del juego, que también pueden ser seguidas por una máquina porque actúan leyes físicas que regulan procedimientos deterministas, y no actos del espíritu o de la voluntad como para ponerse en un plano de realidad vital al cual la máquina no puede elevarse.
----------Además de esto, se debe tener presente que las intervenciones de la máquina no son decididas por actos del libre albedrío, sino que son solicitadas por intervenciones del hombre y causadas de modo automático y determinista por la ejecución del programa ingresado por el hombre para el funcionamiento de la propia máquina. Una vez que la máquina se inicia con un programa que tiene por propósito la victoria en el ajedrez, ella utiliza un patrimonio de datos inmensamente superior al que que puede estar acumulado por la memoria del hombre y por su capacidad de previsión.
----------Una cosa que podemos notar es la posibilidad del error tanto en la máquina como en el hombre. ¿Cómo se producen estos errores? Mientras que en el caso del hombre hay un acto de imprudencia, en el caso de la máquina tenemos un mal funcionamiento, por lo cual la máquina no hace aquello para lo cual está programada. Esto puede depender de un defecto de fabricación o del mismo programa o bien de factores externos.
----------Por cuanto respecta al proceder de la máquina, está estructurado según un orden lógico-matemático; sin embargo, no podemos decir que la máquina razona, porque la razón supone el intelecto. En cambio, podemos y debemos decir que la máquina memoriza, registra, calcula y ejecuta de modo conforme a los programas según un cierto lenguaje, fijado por el hombre, según el cual ella hace lo que el hombre desea.
----------El hombre, si quiere vencer, debe por lo tanto tratar de obtener voluntariamente lo que la máquina hace mecánicamente. Entonces será derrotado por la máquina si ella hace mejor que él lo que él ha intentado hacer usando de su voluntad. Pero es necesario prestar atención en que si vence la máquina, ello no es la prueba de que ella pueda vencer a la inteligencia humana, sino que ella ha vencido al hombre sólo en cuanto el hombre se ha puesto en el actuar al nivel de la máquina. Si hubiera usado la inteligencia no para vencer al ajedrez, sino para competir en filosofía o teología, ciertamente la máquina no habría estado a la altura de la acción que debía cumplir. Sin embargo, si queremos estar informados sobre la filosofía de Aristóteles, la máquina nos puede dar una gran cantidad de informaciones, incluso superior a las de un experto en el pensamiento de Aristóteles.
----------Dice a continuación mi interlocutor: "Si más tarde, a lo largo de varios años, a pesar de muchos intentos, no fuera posible desarrollar una verdadera Inteligencia Artificial, científicamente se deberá preguntar el por qué no se ha podido lograrlo, e intentar averiguarlo".
----------Respondo diciendo que necesitamos ver qué se entiende por Inteligencia Artificial. Si se entiende aquello que entendemos ahora, es decir, un mecanismo de información y ordenación de datos inteligibles, esta inteligencia ya existe. Si por el contrario se entiende una inteligencia espiritual construida por el hombre, es decir, una inteligencia humana, sabemos ya desde ahora que ella no puede ser jamás construida por el hombre, porque ella, en cuanto facultad del alma humana, es sólo creada por Dios. Plantear la hipótesis de que en un mañana el hombre pueda artificialmente producir una inteligencia humana es el antiguo sueño de la Cábala (el "golem") y la pretensión de arrogarse un poder que pertenece sólo a Dios.
----------Luego comenta mi interlocutor: "Un tema importante es entender que la ciencia informática (quizás sería mejor decir ingeniería informática) no es materialista, el objeto es la información codificada y su elaboración, es decir, algo completamente abstracto, precisamente como es el pensamiento humano".
----------Respondo diciendo que la información codificada involucra símbolos matemáticos que ciertamente suponen las entidades matemáticas que son abstractas. Pero esto no quiere decir todavía que la máquina pueda ella misma realizar un acto abstractivo propio del conocer. Por el contrario, la máquina realiza acciones físicas muy concretas, como corresponde a cualquier máquina. Solo que estos mecanismos han sido regulados por el hombre de modo de ser signos del lenguaje y funcionan según una legalidad matemática sin embargo perceptible por el hombre, que los ha construído, y no por la máquina misma.
----------Finalmente dice mi amigo lector: "Una última nota es un hecho que tiene que ver con el aspecto técnico-comercial: por ahora estamos obligados a crear sistemas que den respuestas basadas en reglas precisas, y nadie usaría una computadora que a la mañana funcionara de un modo, y por la tarde funcionara de otro modo. Técnicamente esto equivale a distinguir, en el software, las instrucciones (programas) de los datos, y no queremos que los datos se conviertan en programas de modo automático".
----------Respondo diciendo que se trata de una cuestión práctica totalmente legítima, que deja intacta la cuestión delicadísima de si el hombre tenga la posibilidad de construir máquinas inteligentes o si las funciones cerebrales puedan homologadas con las funciones de la inteligencia.

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