jueves, 1 de junio de 2023

El pueblo judío: identidad y misión (7/7)

Se podría pensar que la shoah, el holocausto judío, ha sido, por una parte, un signo de los dolores del Mesías y, por otra, un fuerte llamado a la conversión de aquella parte de Israel que no ha acogido al Mesías. En efecto, en su advenimiento hubo una pequeñísima parte que lo acogió y de la cual, bajo la guía de Cristo, procede el mérito de haber fundado la Iglesia como nuevo Israel del Espíritu, que acoge no sólo a Israel, sino también a todos los pueblos a participar de las promesas hechas por Dios a Israel. [En la imagen: vaciamiento del Gueto de Cracovia; con familias judías que se dirigen en dirección a la estación ferroviaria de Prokocim para su "reasentamiento". Destino de las mismas: Auschwitz, marzo de 1943].

El debate sobre la identidad del Mesías
   
----------Pero la piedra de escollo en referencia a la cuestión del Mesías siempre ha sido y es la cuestión de la divinidad de Jesús. Jesús es el hombre que más que ningún otro suscita en torno a su identidad discusiones, a veces feroces y violentas. No lo hace con su intención, porque Él sólo ha venido a traer la paz, sino que esto sucede a causa de la litigiosidad de los hombres.
----------Sin embargo, ante esta conflictualidad, Jesús, a tenor de las narraciones evangélicas, no la resuelve de inmediato sino que afirma haber venido a traer una espada (Mt 10,34), porque precisamente usando esta espada, que es la espada de la Palabra, vence al demonio y nos otorga la paz. Por eso Isaías preanuncia que el Mesías "con el aliento de sus labios matará al impío" (Is 11,6).
----------Jesús aparece, por tanto, como dice el anciano Simeón, como signo de contradicción (Lc 2,34). Él sin embargo, declara que son bienaventurados quienes que no se escandalizan de Él (Mt 11,6). Jesús cumple milagros por su voluntad y por su autoridad, poderes que son propios y exclusivos de Dios. A la samaritana le dice sin más que Él es el Mesías (Jn 4,26). Afirma su omnipotencia tanto como la posee Dios Padre (Jn 5,21). El que oye su palabra, tiene vida eterna (Jn 5,24).
----------Otro aspecto del Mesías es que Él libera al pueblo de sus pecados. Si el pueblo hace penitencia, Dios lo perdona. Israel tiene consciencia de ser un pueblo pecador. Al mismo tiempo sabe por la Biblia que es hijo de Dios, pueblo predilecto entre todos los demás. Sabe que Dios lo castiga más severamente que a los demás pueblos, precisamente porque lo ama más que a los demás y le exige más a él porque puede hacer más, y por eso sus pecados son más graves que los de los demás, pero el premio que recibe si obedece es mayor, precisamente porque Dios le da la posibilidad de hacer más obras meritorias.
----------El Mesías es también un salvador. ¿Salvador de qué? Salvador de sus enemigos que lo odian, le tienen envidia y quieren exterminarlo. Israel sabe que está compuesto por hombres mortales. Sin embargo, aspira a la vida, aspira a estar con su Dios. El Mesías lo hace resucitar de la muerte, recompone sus huesos resecos y volviendo a dar carne a sus huesos, hace revivir a Israel (Ez 37,1-7).
----------El Mesías viene descripto bajo una doble forma. Por un lado, es un hombre manso, humilde, simple, pobre, que no se enciende en rabietas, sino que anuncia el derecho con firmeza; un hombre que comprende bien los sufrimientos de los que sufren, porque él mismo es maltratado y acosado. Él es un siervo de Dios sufriente, un cordero manso que se deja conducir al matadero para redimir los pecados de su pueblo (Is 53).
----------Pero por otro lado, de modo completamente opuesto, Él es el rey de Israel, hijo de David, que hace triunfar a Israel sobre sus enemigos (Sal 110). Es el hijo del hombre, el hijo de Israel, del cual habla Daniel (cap.7), destinado por Dios a gobernar eternamente a todos los pueblos.
----------Como se sabe, la dificultad que siempre muchos en el pueblo de Israel han encontrado y encuentran hoy en día para aceptar a Jesús como Mesías, está dada por el hecho de que Jesús no se les apareció a sus ojos como ese triunfador del cual hablan las Escrituras, se les apareció no como triunfador, sino como alguien condenado a muerte por las autoridades, como blasfemo. No logran conjugar los dos aspectos del Mesías, los cuales también están presentes en la Biblia. Quieren un Mesías misericordioso, liberador, revolucionario, inmediatamente triunfante con la fuerza contra los opresores, no un Mesías que pida renuncias, quieren un Mesías para un reino de Dios en el más acá y no en el más allá.
----------Estos hebreos no han entendido que la Biblia no engaña al preanunciar al Mesías triunfante. Tienen razón al esperar el advenimiento de un tal Mesías. Solo que el Antiguo Testamento no aclara que la venida del Mesías habría de ocurrir en dos tiempos de la historia: un primer tiempo, que ha sido hace 2000 años con la historia de Jesús de Nazaret narrada por los Evangelios, y un segundo tiempo, en un futuro indeterminado y definitivo, descrito por el Apocalipsis, en el cual el Mesías triunfador aparecerá en toda su gloria y mostrará el primado de Israel sobre todos los pueblos: los 144.000 del c.14 del Apocalipsis.
----------En definitiva, Jesús se presenta como un hombre que pone en juego nuestro destino eterno, algo que sólo Dios puede hacer: "el que no está conmigo, está contra mí, y el que conmigo no recoge, desparrama" (Lc 11,23). Advierte que quien no cree que Él Es, muere en sus propios pecados (Jn 8,24). Declara ser el "Hijo de Dios" (Jn 10,36) y de hecho ser "uno con el Padre" (egó kai o Patér en esmen, Jn 10,30).
----------Ahora bien, estas son todas las cosas y todos poderes que convienen solo a Dios, cosas que solo Dios puede decir de sí. ¿Cómo lo entendemos? ¿Es Jesús un impostor o es verdaderamente Dios? ¿Pero, cómo es posible que un hombre sea Dios? ¿No es una tonta presunción creer ser Dios? Sí, pero si un hombre revela secretos divinos, habla palabras divinas y cumple obras divinas, ¿qué dice el principio de causalidad? ¿Qué conclusiones se deben racionalmente extraer? ¿No estamos obligados a creerle?
----------Por otra parte, Jesús, siendo un hombre tan sabio, leal, equilibrado, confiable, veraz, humilde, tan misericordioso, virtuoso, benéfico, justo, ¿acaso puede ser considerado un exaltado? ¿Un megalómano? Y un hombre que obra milagros ¿puede ser solamente un hombre?
----------Uno de los méritos de la Biblia hebrea, desde el libro del Génesis hasta los libros sapienciales, es la clarísima distinción que hace entre naturaleza humana y naturaleza divina. Aunque hombre y Dios son ambos personas, y el hombre sea creado a imagen y semejanza de Dios, de modo que puede existir un diálogo entre ellos, sin embargo los atributos del Dios personal y del hombre persona son atributos opuestos: Dios existe ab aeterno y para siempre, es el mismo Ser subsistente por sí mismo, Dios es el creador del cielo y de la tierra, Ser infinito, altísimo, inmutable, impasible, perfectísimo, purísimo espíritu, sapientísimo, omnipotente, inocentísimo, fidelísimo, infinitamente justo y misericordioso.
----------El hombre es una simple creatura, compuesta de espíritu y cuerpo, existente en el tiempo y en el espacio, frágil pecador, mutable, pasible, mortal. Pero por otra parte, Jesús es un hombre que da prueba de poseer no sólo propiedades humanas, sino también propiedades divinas. Por otra parte, está claro que la persona humana es distinta de la persona divina. Por otra parte, sería absurdo imaginar a Jesús como compuesto de dos personas. Está claro que Jesús es una sola persona. ¿Pero persona cómo? ¿Humana o divina? Hay que elegir.
----------Tanto san Pablo como san Juan, ambos de modo especial, se dieron cuenta de que Jesús, a pesar de ser hombre, tenía una naturaleza divina. Pablo lo dice claramente: Jesús era de "naturaleza divina" (en morfé theú yparcon, Flp 2,5), por lo cual era "igual a Dios" (isa Theú, Flp 2,5). En cuanto a Juan, él llama a Jesús Logos, evidentemente logos divino, traduciendo así el hebreo dabar, palabra, sabiduría, concepto, idea. Jesús es Hijo de Dios de modo similar al cual el concepto es concebido por la mente. Es engendrado por el Padre en modo similar al cual la mente engendra el pensamiento o el pensante pronuncia la palabra.
----------Posteriormente nosotros, los cristianos, por tanto, investigando el misterio de Jesús, en el año 325, en el Concilio de Nicea, hemos llegado a una primera conclusión directamente extraída de san Pablo y de san Juan: la Iglesia ha definido que Jesús es de la misma sustancia o naturaleza que el Padre (homoúsios a Patrí). Sin embargo, ahora quedaba otro problema: si Jesús es de naturaleza divina y evidentemente también es de naturaleza humana, entonces tiene dos naturalezas. Pero por otra parte, a la persona corresponde normalmente una naturaleza. ¿Entonces, Jesús son dos personas? ¡Absurdo! Hemos entonces comprendido que la noción de persona no es la misma que la de naturaleza.
----------También una persona humana puede tener de algún modo dos naturalezas. Por ejemplo, una misma persona puede ser médico y pintor. Hemos entonces entendido dos cosas: primera, que Jesús no podía ser una simple persona humana, aunque a primera vista pudiera parecer tal, porque de otro modo no podía ser una persona divina. Ahora bien, era ya cierta su divinidad de Hijo divino del Padre. Así en el año 451 llegamos al Concilio de Calcedonia, en el cual la Iglesia declaró que Jesús es una persona divina en dos naturalezas, no dos naturalezas accidentales, como en el ejemplo que he dado arriba, sino dos naturalezas sustanciales. Por lo demás, para indicar la naturaleza, la Iglesia usó el término griego fysis.
   
¿Qué sentido tiene a la luz de la fe el exterminio nazi de los hebreos?
   
----------Al abordar ahora la cuestión del título, hay profecías que resuenan con misteriosos significados: "Por la iniquidad de sus ganancias, yo me irrité, y lo herí, ocultándome en mi irritación, pero el rebelde siguió el camino que quería. Yo he visto sus caminos, pero lo sanaré, lo guiaré y lo colmaré de consuelos" (Is 57,17-18).
----------Somos muchos, y desde hace muchos años, quienes nos hemos estado preguntando cómo un pueblo tan civilizado como el pueblo alemán, con una historia de cristianismo iniciada en el siglo VIII y un pasado tan rico en santidad, haya podido ser seducido por una fuerza diabólica como la del nazismo para desencadenar la segunda guerra mundial y el exterminio de seis millones de hebreos.
----------Sin embargo, algo similar había sucedido antes, aunque de parte de un pueblo pagano. De hecho, los egipcios eran una civilización avanzadísima, hecho que es testimoniado por la larguísima duración de su reinado, por los imponentes, antiquísimos, estupendos monumentos, por su cultura y por su arte, que desafían los milenios. Sin embargo, el faraón tuvo la perversa idea de querer destruir a Israel, que se salvó por una milagrosa intervención de la divina misericordia, con el famoso pasaje del Mar Rojo, todavía recordado en la liturgia judía, evento memorable, que está en el origen de la Pascua cristiana.
----------Y así la Biblia nos narra las numerosas infidelidades de Israel a la alianza, las intervenciones punitivas de Dios, el arrepentimiento y retorno a Dios de Israel. Pero con la venida del Mesías hace 2000 años esta vez Israel, no en su totalidad, pero sí en su gran mayoría, se ha comportado verdaderamente mal, rechazando a su Salvador y Redentor. Dios ha castigado más severamente, cuanto más grave es el pecado de su hijo predilecto, Israel, porque sabe que, teniendo mayor conocimiento, tiene mayor culpa.
----------Se podría pensar que la shoah ha sido por una parte un signo de los dolores del Mesías y por otra un fuerte llamado a la conversión de aquella parte de Israel que no ha acogido al Mesías. En efecto, en su advenimiento hubo una pequeñísima parte que lo acogió y de la cual, bajo la guía de Cristo, procede el mérito de haber fundado la Iglesia como nuevo Israel del Espíritu, que acoge no sólo a Israel, sino también a todos los pueblos a participar de las promesas hechas por Dios a Israel.
----------Sin embargo, podemos, horrorizados e incrédulos ante las empresas de los nazis, preguntarnos qué ideas perversas pudieron haber sido, aquellas que han engañado, oscurecido y envenenado, en ocasión de las decisiones de Hitler, la mente de decenas de millones de personas para querer un régimen político, el cual, aunque persiguiendo cruelmente a los opositores, seguía siendo aceptado por libres elecciones.
----------Para quienes venimos estudiando el idealismo alemán desde hace ya varias décadas, no nos resulta demasiado difícil rastrear en ello las raíces ideológicas del nazismo, en su panteísmo dialéctico, donde ser y no ser, el sí y el no, lo verdadero y lo falso, la vida y la muerte, el bien y el mal, se entrelazan y se reclaman entre sí con tal férrea necesidad, que no puede existir el uno sin el otro.
----------Añádase a esto desde siglos el nacionalismo religioso luterano, que hace del alemán el pueblo elegido por Dios para la difusión en el mundo del supuesto "verdadero Evangelio" contra el papismo romano y la deicida nación hebrea. Maritain, en sus ensayos sobre El Misterio de Israel, con sutil intuición de hombre de fe, ve en el odio nazi anti-hebreo la envidia del alemán luterano-idealista por el verdadero pueblo elegido, el pueblo hebreo, y se sabe que donde se quiere dominar sin oposición, no se soporta la coexistencia de ningún rival.
----------El exterminio de los hebreos llevado a cabo por los nazis es señalado por los historiadores con dos nombres, uno, de asonancia laica, el término shoah, que significa destrucción, por tanto el puro y simple hecho material; y el otro término, olah, holocausto, de asonancia religiosa, es decir, sacrificio total, que en la religión judía implica la combustión total de la víctima.
----------Esto recuerda la idea del sacrificio de Cristo. Nos preguntamos, sin embargo: ¿podrían las pobres víctimas de los nazis haber muerto con este sentimiento? Difícil saberlo. No se lo puede descartar. Si es así, han sido recibidos por Cristo en el cielo. Es comprensible que los hebreos, tanto observantes como no creyentes, no acepten esta interpretación que hacemos los cristianos, pero que hizo, sí, por ejemplo, la judía conversa Teresa Benedicta de la Cruz, mártir, como se sabe, en Auschwitz.
----------Ante la tragedia ocurrida en Auschwitz, algunos se preguntan: ¿dónde estaba Dios? Ahora bien, no es precisamente el caso de hacernos una pregunta de ese género, sino que ante todo deberíamos preguntarnos: ¿dónde estaba el hombre? Dios estaba en su lugar. Era el hombre que estaba fuera de lugar. El proceso, el juicio, debemos hacerlo no a Dios, sino a los nazis, como correctamente se intentó hacer en Nuremberg.
----------No debemos descargar sobre Dios nuestras culpas. Pero los primeros responsables no son ni siquiera los nazis. Ellos no han hecho más que poner en práctica ideas venenosas, que ya desde siglos han estado causando daño en Alemania. La primera responsabilidad recae en esas falsas filosofías que, partiendo de Protágoras, Heráclito, Ockham, Lutero y Descartes, dieron a Fichte, Hegel, Nietzsche, Marx, Gentile y Heidegger. Es en estas falsas ideas donde encontramos las fuentes inspiradoras del nazismo.
----------Ciertamente, si Dios hubiera querido, habría podido impedir que surgiera Auschwitz, habría podido impedir que surgiera el nazismo, habría podido impedir que surgieran esos personajes o hacer que ellos se convirtieran en santos. En esta línea también podríamos añadir que Dios, si hubiera querido, habría podido impedir el pecado original. ¿Por qué no lo ha hecho? Preguntémonos, sin embargo: ¿es ésta una pregunta para hacer a Dios? ¿Tiene sentido, es legítima una pregunta de ese tipo? No, porque es un preguntar lo que no podemos saber y lo que sólo Él sabe en cuanto Dios.
----------Hitler, en su famoso libro Mein Kampf, en el cual declaraba su programa político en el caso de que pudiera guiar a Alemania, declaró abiertamente su propósito de hacerse promotor del exterminio de los hebreos. En 1933, como es bien sabido, pasó al gobierno con elecciones regulares. ¿El pueblo alemán había leído correctamente lo que decía Hitler en su libro? Edith Stein escribió entonces inmediatamente al Papa para advertirle de lo que estaba preparando Hitler. No hubo ninguna respuesta. ¿Por qué?
----------También en 1933 fue estipulado un Concordato entre la Santa Sede y el gobierno alemán encabezado por Hitler. Pero poco después el gobierno nazi inició una persecución contra cristianos y hebreos. En 1937 Pío XI, que ya había condenado desde 1928 el racismo que se extendía por Europa, denunció con vigor en la encíclica Mit brennender Sorge esta abominable violación del Concordato con las siguientes palabras:
----------"En los surcos donde nos habíamos esforzado por echar la simiente de la verdadera paz, otros esparcieron -como el inimicus homo de la Sagrada Escritura (Mt 13, 25)- la cizaña de la desconfianza, del descontento, de la discordia, del odio, de la difamación, de la hostilidad profunda, oculta o manifiesta, contra Cristo y su Iglesia, desencadenando una lucha que se alimentó en mil fuentes diversas y se sirvió de todos los medios. Sobre ellos, y solamente sobre ellos y sobre sus protectores, ocultos o manifiestos, recae la responsabilidad de que en el horizonte de Alemania no aparezca el arco iris de la paz, sino el nubarrón que presagia luchas religiosas desgarradoras" (capítulo 1, n.5).
----------El 13 de abril de 1938, el papa Pío XI volvió a condenar el racismo en una Carta dirigida a la Sagrada Congregación de Seminarios y de Universidades, en la que condena el principio materialista según el cual los valores morales y religiosos están subordinados a la "ley de la raza como bien supremo". Según Hitler, como refiere Maritain en la obra citada, "de todos los deberes que competen al hombre, el más noble y el más elevado consiste en mantener la raza que procede de Dios".
----------En 1939, como es sabido, Eugenio Pacelli, que anteriormente había sido Nuncio en Alemania, ascendió al trono de Pedro. Pero Pío XII evitó culpabilizar el comportamiento del gobierno alemán. ¿Por qué? No entraré aquí en la debatidísima cuestión relativa al juicio que se ha de dar sobre la conducta de Pío XII respecto a la persecución nazi de los hebreos, sobre todo en la pregunta que nos hacemos: ¿pero el Papa no sabía de los campos de exterminio alemanes que empezaron a funcionar en 1941?
----------En este punto conocemos la respuesta de los defensores del Papa: Pío XII calló para no provocar a Hitler a peor crueldad. De hecho, ahí estaba la lección que venía del episcopado holandés, residente en una Holanda que se había mantenido neutral, que, tras haber publicado una carta colectiva de protesta contra las persecuciones nazis, tenía que ver su patria invadida por las tropas nazis como señal de represalia Y entre otras cosas, esta fue la circunstancia que hizo posible a los nazis secuestrar de su monasterio a Teresa Benedicta, en el siglo Edith Stein, para llevarla a morir en el famoso campo de Auschwitz en 1942.
----------Sea como sea que haya sucedido, el papa Pío XII en el curso de su pontificado dio muchas pruebas de valentía, y de variados modos, ayudando durante la guerra a numerosísimos hebreos que buscaban refugio junto a él y en los institutos religiosos, aun a riesgo de su vida (como se sabe, el Papa también había tenido en cuenta ser hecho prisionero por Hitler, y había dado instrucciones para un eventual vicario suyo), y oponiéndose previamente con agudeza de doctrina al renaciente modernismo que se escondía tras la así llamada "nouvelle théologie", y sembrando todo el curso de su sabia conducción pastoral de la Iglesia y de su magisterio con enseñanzas inequívocas y solidísimas acerca de los fundamentos de la moral, la verdad objetiva de la ley y del derecho naturales, las bases esenciales de la igual dignidad del hombre y de la mujer, los deberes del individuo hacia la sociedad y las relaciones del Estado con la Iglesia.
   
Conclusión
   
----------Los cristianos hemos desarrollado ese legado de doctrina que nos han dejado los judíos. ¿Por qué ellos siguen detenidos ante el misterio de Jesús? Lo que puede parecer escandaloso en él puede recibir una explicación razonable. Las afirmaciones que Jesús hace sobre sí mismo, atentamente examinadas, por más blasfemas que puedan parecer a primera vista, corresponden efectivamente a la verdad, porque nosotros los cristianos hemos comprendido que él era verdaderamente Dios y hombre.
----------Algunas de sus enseñanzas sobre la cruz, sobre la Eucaristía, sobre el Espíritu como Persona divina enviada por él y por el Padre, consideradas en su verdadero significado, se presentan como provenientes de una divina sabiduría, poder e infinito amor. Su colocarse por encima de Moisés no ha sido presunción ni rebelión a la Ley, sino que, por el contrario, Jesús ha confirmado los diez mandamientos e hizo más exigente y perfecto su cumplimiento al mandarnos ponernos a disposición de la moción de su Espíritu de santidad.
----------Con la fundación de la Iglesia, Jesús no ha puesto en absoluto a los hebreos en una posición inferior a la nuestra, los paganos conversos, sino que, como muy bien lo explica san Pablo, ha confirmado la elección del pueblo de Israel. Al principio la Iglesia estaba guiada por nuestros hermanos mayores, los judíos. ¿Pero, por qué entonces se han retirado? En la Iglesia les espera a ellos el primer lugar, porque Jesús, fundando la Iglesia, ha querido sobre todo reunir a "las ovejas perdidas de la casa de Israel" (Mt 15,24). La sinagoga a la que todo el pueblo de Israel es convocado es precisamente la Iglesia.
----------¿Acaso desagrada a los judíos el doloroso episodio de la cruz? Pero Jesús ha perdonado a sus crucificadores. ¿Y además, no ha podido ocurrir un error judicial? Entonces, coraje, ¿acaso los paganos somos infalibles? Por tanto, los hebreos deben venir con nosotros, los cristianos, como un día quisimos ir los paganos hacia ellos. Vale entonces para nosotros aquello que ha profetizado de los hebreos el profeta Zacarías:
----------"Así habla el Señor de los ejércitos: Vendrán asimismo pueblos y habitantes de muchas ciudades. Los habitantes de una ciudad irán a otra, diciendo: 'Vamos a apaciguar el rostro del Señor y a buscar al Señor de los ejércitos; yo también quiero ir'. Pueblos numerosos y naciones poderosas vendrán a Jerusalén a buscar al Señor de los ejércitos y a apaciguar el rostro del Señor. Así habla el Señor de los ejércitos: En aquellos días, diez hombres de todas las lenguas que hablan las naciones, tomarán a un judío por el borde de sus vestiduras y le dirán: Queremos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes" (Zac 8,23).

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