Una evaluación centrada y equilibrada del pontificado del papa Francisco, debería incluir el análisis de las cuestiones centrales que se han agitado últimamente en el seno de la Iglesia y la enseñanza del Papa en estos nueve años, reconociendo con franqueza y objetividad cuáles podrían ser los puntos oscuros en su acción pastoral y de gobierno, pero a la vez individuando las buenas iniciativas del presente pontificado, y finalmente advirtiendo, con justicia, que el papa Francisco ha venido demostrando que sabe corregirse.
Las cuestiones centrales del actual pontificado
----------La cuestión de fondo, de la cual derivan todas las demás, y que correctamente debe ser planteada en primer lugar, es la cuestión doctrinal. Al respecto, es conveniente poner en foco ante todo el nudo central a resolver, que consiste en aclarar si el papa Francisco es verdaderamente, como quisieran hacernos creer los Jesuitas rahnerianos de La Civiltà Cattolica, un cripto-rahneriano. La respuesta del fiel católico es clara, cierta y segura: no, porque Rahner es un hereje y un Papa no puede ser un hereje. El papa Francisco, con fino discernimiento, ciertamente hizo suyos algunos aspectos positivos del rahnerismo, que están en línea con la renovación conciliar. Pero al mismo tiempo el Papa ha condenado el error de fondo de Rahner, que consiste en un idealismo panteísta de perfil hegeliano, condenando el idealismo y el gnosticismo.
----------La sospecha de rahnerismo en el pensamiento y las enseñanzas del papa Bergoglio viene de algunos que todavía insisten en recordar que ha sido elegido gracias a la contribución de la así llamada y bien conocida "mafia de San Galo", que en su momento estaba compuesta en su mayoría por rahnerianos, como los cardenales Martini, Lehmann, Kasper, Danneels, Silvestrini, Murphy O'Connor.
----------La misma dimisión del papa Benedicto probablemente estuvo condicionada por una presión ejercida por los rahnerianos, de los cuales Benedicto se había convertido en enemigo desde el inmediato postconcilio, cuando, tras haber sido colaborador de Rahner durante los trabajos del Concilio, tomó conciencia de la tendencia hegeliana de Rahner y puso las debidas distancias, llegando en 1982 a una durísima acusación de hegelismo en su libro Les principes de la théologie catholique (Téqui, Paris 1982, pp.179-190).
----------Ahora bien, de la cuestión de fondo del rahnerismo deriva el problema pastoral central del pontificado del papa Francisco: la reconciliación entre pasadistas y modernistas, haciéndolos entrar a entrambos en el lecho de la ortodoxia. Porque, como ya lo hemos dicho, todo católico es libre, según su sensibilidad subjetiva, de orientarse preferentemente en las obras de la Iglesia hacia el conservar o hacia el innovar, siempre que no se salga nunca fuera del guard-rail de la ortodoxia y de la disciplina eclesial.
----------Salvo que, desgraciadamente, desde hace sesenta años, desde el final del Concilio Vaticano II, la Iglesia ha estado atormentada por esta división interna, originada por dos opuestas interpretaciones del Concilio: una interpretación, de tipo modernista, que instrumentaliza al Concilio para su ventaja; y aquí juegan sobre todo los rahnerianos; la otra interpretación, originada por el movimiento de mons. Lefebvre, y hoy ramificada en varias corrientes pasadistas, que se diferencian entre sí por una mayor o menor distancia de la comunión con el Santo Padre. En tal sentido, en estas posturas pasadistas, se va desde la Fraternidad Sacerdotal San Pío X de los lefebvrianos, los cuales reconocen a Francisco como Papa, pero no aceptan el magisterio inspirado en el Concilio (vale decir, reconocen que Francisco es Papa, pero lo tienen por modernista, por lo cual se niegan a aceptar su magistero; o sea, aceptan al Papa de labios para fuera, pero no en los hechos); a los seguidores de Roberto de Mattei, los cuales aceptan a Francisco como Papa, pero lo sospechan de herejía; o a los seguidores de mons. Carlo Maria Viganò, que considera a Francisco incapaz de gobernar la Iglesia, por lo que debería dimitir, mientras que las enseñanzas del Concilio deberían ser anuladas, o a los seguidores del padre Alessandro Minutella, quien sostiene que Francisco ha sido elegido inválidamente, y que Benedicto es el verdadero Papa y que los cardenales están excomulgados, o a Andrea Cionci, que se limita a rechazar a Francisco como Papa, y apoyar a Benedicto, absteniéndose de considerar excomulgado al Sacro Colegio, o al padre Serafino Lanzetta, que reconoce a Francisco como Papa, pero rechaza las doctrinas del Concilio.
----------Tal como ha sido expresado en muchas ocasiones, creo que el papa Francisco es demasiado indulgente con los modernistas y demasiado severo con los pasadistas. Pero el problema es que los modernistas han adquirido un tal poder en el campo de la cultura teológica, y de las instituciones y organizaciones eclesiales, que a los Papas del postconcilio, el contener su intrusismo les ha parecido una empresa superior a sus fuerzas, considerando también los lados buenos que los modernistas tienen, y que quizás los Papas habrían debido ser más perspicaces en exponerlos y más enérgicos en tomar medidas hacia ellos.
----------Por supuesto, nadie puede poner en duda que el Santo Padre ha seguido enseñando en el ámbito de la ética familiar y sexual los principios morales cristianos, como no podía ser de otro modo, pero que quizás por una excesiva tolerancia parece faltarle energía para reclamar y corregir a aquellas personas y movimientos, cuya conducta y cuyas ideas ofenden gravemente las buenas costumbres y provocan perturbación y escándalo, y esparcen desorientación en el ámbito de las convicciones morales y religiosas.
----------También en el campo de la liturgia, el papa Francisco parece ser demasiado autoritario frente a la práctica (en modo extra-ordinario) de la Misa vetus ordo, mientras que parece no preocuparse lo suficiente por los graves desórdenes litúrgicos y profanaciones que tienen lugar en los ambientes modernistas.
----------Se puede observar entonces, en suma, que el Papa insiste en el decir que la Iglesia no debe estar replegada sobre sí misma y que ella no es fin en sí misma. De ahí su temática de la Iglesia en salida, de la Iglesia evangelizadora, abierta a toda la humanidad. Cosas que son todas correctísimas. Sin embargo, el vigor misionero de la Iglesia y su poder de expansión, tienen su origen, sacan su impulso y obtienen su credibilidad y capacidad para persuadir al mundo, del hecho que la Iglesia da un ejemplo de unidad y coherencia interna, pacífica y convencida, ciertamente diversificada y no monolítica, y sin embargo sólida y compacta, armoniosa y concorde, algo que lamentablemente ha ido viniendo a menos desde el final del Concilio debido al surgimiento de disensiones y conflictos internos, y de obstinadas contraposiciones, que los últimos Papas, por más Santos que hayan sido, no han logrado apaciguar y remediar.
----------Si bien se mira, el conflicto interno a la Iglesia entre modernistas y pasadistas es el reflejo de un drama que hoy la misma humanidad está viviendo en la división entre el Occidente católico mayoritariamente modernista y el Oriente ortodoxo pasadista. La raíz profunda, espiritual, "metafísica", diría el patriarca Cirilo, del actual conflicto ruso-ucraniano, es esta oposición de modernismo-conservadurismo.
----------Para comprender las raíces históricas de este conflicto, es necesario remontarse incluso a la fundación del Sacro Imperio Romano Germánico, creado por Carlomagno y bendecido por el papa León III en el siglo IX. Poco después, Carlomagno propondrá una adición al Credo, el famoso Filioque, que posteriormente fue aceptado por el Papa. Se trató, por tanto, de un progreso dogmático, que encontró el rechazo del Patriarca de Constantinopla, que vio en ello una traición a la Tradición y que estuvo en el origen del desafortunado cisma de 1054. El cisma de Constantinopla tuvo las mismas características del cisma de mons. Lefebvre: el ver en lo nuevo la pretensión de cambiar lo que no debe ser cambiado.
----------En conclusión, suponiendo todo lo dicho respecto a la cuestión doctrinal de la que deriva el mayor conflicto en el actual pontificado, o sea el enfrentamiento modernismo vs pasadismo, la pregunta central que debe plantearse es: ¿cómo se sale del rahnerismo?
----------Pues bien, es necesario que el Romano Pontífice, en la línea del Concilio Vaticano II y de los Papas desde hace ya ocho siglos, es decir, desde 1274, el año de la muerte de santo Tomás de Aquino, renueve la recomendación a los teólogos y filósofos católicos de tomar como modelo no a Rahner, quien ha sido el más astuto falsificador del pensamiento tomista, sino al mismo santo Tomás, hoy representado de modo excelente por el pensamiento de Jacques Maritain, al cual san Paulo VI entregó el Mensaje del Concilio a los Intelectuales; el mismo Maritain que fuera recomendado por san Juan Pablo II en una carta personal dirigida en 1982 a la Universidad Católica de Milán. El papa Francisco ha hecho ya algunos reclamos a filósofos y teólogos para que abreven en santo Tomás de Aquino; de hecho ayer mismo, en su discurso a los participantes del Congreso Internacional de Teología Moral de la Gregoriana, ha alabado "la doctrina viva de Santo Tomás".
Puntos oscuros en el pontificado del papa Francisco
----------El pontificado del papa Francisco está ciertamente en la línea del Concilio, pero tiende a mantener el enfoque o impostación buenista de la parte pastoral de los documentos conciliares, mientras que, correctamente, mantiene las novedades doctrinales. Por el contrario, Benedicto XVI ya había dicho que la parte pastoral puede ser discutida, en cuanto ella tiene una tendencia buenista que afloja el aspecto ascético y agonístico de la vida cristiana, y tiene una actitud demasiado optimista frente al mundo moderno, bajando la guardia contra sus errores y considerándolo con una cierta ingenuidad como si el mundo moderno estuviera todo compuesto por hombres de buena voluntad a la espera de acoger el mensaje del Concilio, y como si para hacer aceptable el Evangelio a los hombres de nuestro tiempo bastara con adoptar un lenguaje adecuado y todos estarían dispuestos para aceptarlo. En cambio, desde hace sesenta años estamos constatando que este no es en absoluto el caso. Se necesita mucho más que eso para atraer a las almas. Se necesita: plegaria, sacrificios, plena ortodoxia, auténtico testimonio de fe vivida personalmente y comunitariamente.
----------No obstante el máximo cuidado por la comprensibilidad del lenguaje (piénsese, por ejemplo, en la lengua vernácula en lugar del latín en la Misa), los resultados son escasísimos, cuando no es el caso que debemos registrar una gran disminución de los católicos y un gran número de deserciones y de apostasías.
----------La pastoral conciliar parece olvidar que en la vida presente la naturaleza humana, herida por el pecado original, no conserva sólo las buenas inclinaciones originarias, sino que también tiende al mal, lo que exige medidas de contención no sólo de tipo dialógico, sino también coercitivo y represivo, es decir, la misericordia debe ser acompañada de severidad, en las costumbres y en la guía pastoral.
----------En sustancia, el Concilio, al reaccionar a la excesiva severidad de la Iglesia en el pasado, ha caído en el defecto opuesto, de la remisividad y de la debilidad frente a los asaltos y a las insidias del mal. Por lo tanto, es necesario recuperar una moderada severidad sin volver a los excesos del pasado. Ahora bien, el defecto pastoral del actual Romano Pontífice parece ser el de insistir en este buenismo, en lugar de corregir el enfoque o impostación conciliar, corrección que, por otra parte, ya había sido intentada por san Juan Pablo II y Benedicto XVI, después de la ingenuidad de san Juan XXIII y el buenismo de san Paulo VI.
----------Este defecto del Papa actual se manifiesta de varias maneras. En primer lugar, se trata de un defecto de lenguaje, que a veces es un lenguaje o ambiguo o reticente; y no está claro si lo es por oportunismo o por defecto de expresión o por impropiedad de lenguaje. Por supuesto, es sólo un defecto pastoral, ámbito donde el Papa puede equivocarse, especialmente si habla de improviso o en modo extemporáneo, un defecto que de ninguna manera afecta a la doctrina; y sin embargo puede ponerla en peligro, porque quien lo escucha puede malinterpretar o caer en equívocos o creer que está siendo negado lo que sólo es silenciado. Este punto no es siempre adecuadamente considerado, o bien es omitido, en las evaluaciones del actual pontificado que se han publicado hasta ahora, pero a mí me parece importante. Tomemos algunos ejemplos.
----------Como bien sabemos, el papa Francisco ha venido hablando a menudo del deber de los católicos individualmente y de los Estados colecticamente, de acoger a los inmigrantes. La directriz es correcta. Pero no siempre el Papa ha precisado o especificado que algunos de ellos son peligrosos porque o bien son fanáticos islámicos o bien criminales o bien son personas que quieren vivir a espaldas de la sociedad.
----------En cuanto al problema de la relación con los luteranos (lo cual tiene consecuencias en la relación con los protestantes en general), el Papa ha expresado un juicio sobre Lutero que ha desconcertado a muchos, no tanto porque fuera erróneo, sino porque no lo ha precisado o especificado como era necesario. Ha dicho: "Era un reformador... En ese tiempo la Iglesia no era precisamente un modelo a imitar, había corrupción en la Iglesia, había mundanidad, había apego al dinero y al poder. Y por esto él protestó. Luego, era inteligente, ha dado un paso adelante justificando porqué lo hacía… Pero él ha hecho una medicina a la Iglesia, y luego esta medicina se ha consolidado en un estado de cosas, en una disciplina, en una forma de creer, de hacer, en un modo litúrgico" (conferencia de prensa del 26 de junio de 2016, durante el vuelo Armenia-Roma).
----------Hubiera bastado que el Santo Padre especificara que se estaba refiriendo a los inicios de la actividad reformadora de Lutero, cuando el agustino alemán daba buena impresión también a los hombres de Dios. Fue sólo más tarde, en efecto, que Lutero asumió ese tono arrogante y rebelde, que lo condujo a la herejía y a la separación de la Iglesia. Pero está claro que el Papa, expresándose de tal modo, da la impresión de querer dar un juicio global sobre Lutero, un juicio que sería profundamente injusto si se lo interpretara (como han hecho tanto los modernistas, como los pasadistas) como si se estuviera justificando la rebelión herética de Lutero, cosa que no puede ocurrir en los labios de un Papa, quien es maestro de la verdad.
----------Por otra parte, el Papa, tratando temas de interés ecuménico con los luteranos, se muestra demasiado preocupado por no disgustarlos, por complacerlos, por lo cual, al tratar de la doctrina de la justificación, habla de la gracia sin hablar del mérito; habla de la fe, pero no de las obras; habla de la misericordia, pero no del castigo; habla del amor pero no de la ley; habla de la persuasión, pero no de la coerción; habla del perdón, pero no de la expiación; habla de la mística, pero no de la ascética, habla del cielo, pero no del infierno.
----------Tratando de temas ecológicos (en el ámbito de la moral y, por ende, en su competencia docente), exalta la belleza y la providencialidad de la naturaleza creada por Dios y puesta por Él a disposición del hombre a fin de que la cultive y se nutra de sus frutos, y saque de ella, mediante el trabajo y la técnica, instrumentos siempre más avanzados para sus desplazamientos en el espacio, para las comunicaciones, para producir obras de arte y para el cuidado de la salud. El Papa exalta la investigación científica, que nos permite explorar los secretos de la naturaleza y el gusto estético, que nos permite admirar sus bellezas.
----------Sin embargo, el papa Francisco omite hablar de la hostilidad de la naturaleza hacia nosotros, como castigo por el pecado original y como ocasión para hacer penitencia por nuestros pecados. El Papa ve, claro que sí, la naturaleza como creada por Dios, exhorta a la solidaridad en ocasión de calamidades naturales, pero no dice nunca que Dios se sirve del sufrimiento que la naturaleza nos inflige para corregirnos y convertirnos y para que ofrezcamos sacrificios por nuestra salvación y por la de los demás. El Papa es muy compasivo con los que sufren, pero es evidente que encuentra dificultad para explicar el por qué del sufrimiento y la utilidad del sufrimiento, sólo para hablar entonces con fervor del misterio de la Cruz.
----------Otro ejemplo: en ocasión del Sínodo de Obispos sobre la Amazonía, hace algunos años, hemos asistido al desagradable y escandaloso episodio del culto a Pachamama en el Vaticano y en una iglesia de la ciudad de Roma. Aquí tampoco el Papa ha sido del todo claro, ya que, por una parte, es cierto que ha querido asegurar que no se trataba de practicar la idolatría, pero, por otra parte, ha asistido a un acto de culto al ídolo en los jardines vaticanos y ha permitido la colocación temporal de la estatuilla en una iglesia romana.
----------En esa ocasión, le hubiera bastado al Papa hacer con claridad la distinción entre inculturación e idolatría: la estatuilla podría ser considerada como símbolo o imagen de la madre tierra en cuanto creada por Dios, y bajo este aspecto se podría considerar como ejemplo de inculturación de la fe cristiana en la creación de la tierra, madre y nodriza providente. Pero al mismo tiempo es necesario evitar considerar la estatuilla, según las creencias animistas amazónicas, como símbolo de la Madre Tierra entendida como diosa, objeto de culto idolátrico. En aquella ocasión, el cardenal Brandmüller habló acertadamente de panteísmo.
----------Como repetidamente ha sido señalado, también existe falta de claridad y ambigüedad en la enseñanza de la exhortación apostólica Amoris laetitia con respecto a la cuestión de la licitud de la Comunión para las parejas divorciadas que se han vuelto a casar. En efecto, el único punto en el cual el Papa trata de tal eventual permiso es la nota 351, en la cual se usa el condicional ("podría ser"). Pero, como es bien sabido, una norma no se hace jamás en modo verbal condicional, sino en modo imperativo o en modo indicativo.
----------No me parece pertinente el preguntarse (como ha ocurrido) si ese documento pontificio pone quizás en peligro la verdad inmutable acerca de la indisolubilidad del matrimonio, porque no es en absoluto necesario que la existencia de la nueva pareja suponga la disolución del matrimonio precedente. Es claro que si se habla de "divorciados", la referencia es sólo a un divorcio ante el Estado, mientras que si los dos estuvieran válidamente casados por Iglesia, es claro que el vínculo permanece válido, aunque no sea respetado.
----------Una cosa a tener en cuenta en Amoris laetitia, es que en todo caso el Papa reconoce la existencia de este tipo de parejas, y que no les intima a que se separen, sino que simplemente intenta regular su conducta ante Dios, dejando entender que aunque no reciban los sacramentos, no por esto no pueden quizás estar en gracia, pero siempre a condición de que se preocupen por un camino de conversión.
----------Por otra parte es interesante que, siempre en lo expresado en Amoris laetitia, el Papa observa que la culpa puede estar sujeta a atenuantes a causa de la violencia de la pasión. En cualquier caso, el Romano Pontífice rechaza la tesis rigorista, según la cual la pareja estaría permanentemente en un "estado de pecado", y por tanto, privada de la gracia. El Papa da a entender la posibilidad y tal vez la inevitabilidad (dada la situación) de que se caiga en el pecado grave y por lo tanto se pierda la gracia, pero se la puede recuperar confesándose directamente a Dios, que perdona incluso sin los sacramentos.
----------Por cuanto respecta al acuerdo o concordato firmado por el Vaticano con la China comunista, se deben tener muy en cuenta, por ejemplo, las preocupaciones y advertencias que correctamente le ha hecho llegar en su momento al Papa el cardenal Zen (muy conocedor del tema, y que en estos últimos días ha sido detenido fugazmente, junto a otros, por las autoridades de Hong Kong), y también en este caso la elección hecha por el Santo Padre no deja de suscitar dudas, también por el hecho de que los términos precisos del acuerdo se hayan mantenido secretos. ¿Cómo puede ser secreto un bien que interesa a todos?
----------Surge naturalmente, por tanto, la sospecha de que la Santa Sede esté ocultando a los ojos de la Iglesia algo poco limpio o deshonroso y, por consiguiente, comprometedor. ¿Es el Papa realmente libre de elegir los Obispos que quiere para la Iglesia en China? ¿O está constreñido a elegir a semi-comunistas? ¿Ha conseguido acabar con la oposición entre católicos filo-comunistas y católicos marginados? Entre los fieles al Papa y los católicos súcubos del régimen (naturalmente llamados "patriotas" por el régimen), ¿acaso antepone los católicos filo-comunistas a los católicos contrarios a los errores del comunismo e integralmente fieles al Papa y a la doctrina de la Iglesia? ¿El Papa prefiere ser obedecido más por aquellos que por éstos?
----------También con respecto al tema de la fraternidad, tan repetidamente enseñado durante este pontificado y particularmente en la encíclica Fratelli tutti, el pensamiento del Papa debe ser aclarado. Cuando el Romano Pontífice dice que "todos somos hermanos", claramente se refiere a una fraternidad de carácter meramente natural, correspondiente a la común posesión de la razón, que caracteriza la esencia del hombre, y por tanto de todos los hombres, todos sujetos a las mismas leyes de la ética natural, todos llamados por Dios a esa superior y sobrenatural hermandad, específicamente cristiana, que es ser hijos de Dios Padre, hermanos de Cristo, a imagen de Cristo, Hijo del Padre en el Espíritu Santo.
----------En este nivel de la hermandad cristiana está absolutamente claro que los hermanos son sólo los cristianos bautizados, incluso si quien no conoce el Evangelio y sin embargo vive en honestidad de conciencia, es ciertamente hecho hijo de Dios por el Espíritu Santo sin que tenga consciencia de ello, también porque sin la filiación divina es imposible la salvación y Dios quiere salvar a todos.
Buenas iniciativas en el presente pontificado
----------En algunos de los análisis y evaluaciones que se vienen haciendo del actual pontificado, no siempre se mencionan algunas importantes y diría históricas intervenciones del papa Francisco, que resultan ser totalmente nuevas en toda la historia del Papado y por lo tanto de gran interés. Ellas son: la ya mencionada condena del gnosticismo; la catequesis sobre la lucha contra Satanás y el acuerdo de Abu Dhabi con los musulmanes. Repasemos, aunque más no sea de modo resumido, esas tres buenas iniciativas.
----------Es necesario recordar que ningún Romano Pontífice antes del Papa actual había condenado jamás el gnosticismo, doctrina filosófico-esotérica surgida en los primeros siglos del cristianismo a partir de la mezcolanza de doctrinas orientales, neoplatónicas y pitagóricas, y mitos paganos órficos, teogónicos y hierogámicos, con las doctrinas cristianas, todo ello inspirado en la perspectiva de un saber absoluto, es decir, la "gnosis", que reaparece en el idealismo panteísta alemán y en la masonería. Ahora bien, Karl Rahner abreva de aquí. De lo cual tenemos la prueba clarísima de la oposición del papa Francisco a Rahner. Además, debe recordarse que el gnosticismo es uno de los nombres del modernismo, vale decir, el gnosticismo es la concepción gnoseológica de fondo del modernismo. Por lo cual se entiende que el papa Francisco, con su condena al gnosticismo en la Gaudete et Exsultate, ha dado un duro golpe al modernismo; con lo cual se podría explicar por qué razón el poder modernista "ha archivado" (como dijo recientemente el Papa) tal documento.
----------En segundo lugar, ningún Papa hasta el actual nos había dado tantas sabias y útiles indicaciones sobre cómo combatir al demonio y vencer a sus tentaciones. De hecho, en base a una estadística realizada sobre Papas precedentes, hasta donde sabemos y nos es posible saber, mientras la cantidad de intervenciones es insignificante en Pontífices anteriores, en cambio, en el caso del Papa actual han sido contadas ya 187 intervenciones y podemos esperar más. Días atrás, volvió a mencionar, muy de paso, el tema, en el discurso a los profesores y estudiantes del Pontificio Instituto Litúrgico, el 7 de mayo, cuando dijo: "cuando la vida litúrgica es un poco una bandera de división, ahí está el olor del diablo, el engañador…"
----------En tercer lugar, por cuanto respecta al acuerdo de Abu Dhabi, es la primera vez desde el nacimiento del Islam, hace catorce siglos, que un Papa firma un acuerdo de colaboración y de paz con un alto representante del Islam. Lo que sorprende y da gran satisfacción y esperanza es el reconocimiento, en el documento, de la universal hermandad humana bajo la obediencia al Dios uno, creador y Señor del cielo y de la tierra, hecho asombroso, en cuanto que en la tradición islámica, hasta ahora la categoría "hermanos" era solamente aplicada a los fieles del Corán. El hecho de que, a diferencia de lo ocurrido en ámbitos católicos pasadistas, no haya habido significativas reacciones negativas o de disenso en el mundo islámico, siendo ese mundo islámico tan irregular y complejo, es otro motivo de consuelo y esperanza. Este acontecimiento histórico se puede considerar uno de los más bellos frutos del diálogo interreligioso promovido por el Concilio Vaticano II.
El papa Francisco también sabe corregirse
----------Por cierto, el papa Francisco, elegido por la corriente filomodernista, era objeto de sus grandes esperanzas; y de hecho al principio parecía ser el Papa "revolucionario", el Papa del "nuevo paradigma" y del "giro epocal". Sin embargo, los modernistas han quedado decepcionados, porque el Papa, habiendo advertido su gravísima responsabilidad como Vicario de Cristo, no podía tomar el camino de la herejía, y los modernistas deberían habérselo esperado, si no estuvieran cegados por la ambición y la sed de poder.
----------Así el Santo Padre, escuchando la voz de su propia conciencia, y cerrándose debidamente a los halagos y a los engaños de los aduladores, ha logrado desvincularse de su insincero abrazo para actuar libremente en su altísima misión. Es interesante notar entonces, algunos actos del Romano Pontífice, donde aparece evidente este acercamiento del papa Francisco a Cristo y no al mundo. Hagamos un elenco de ellos.
----------1. El Papa, con su firme intervención disciplinaria sobre Enzo Bianchi ha puesto un clarísimo freno al falso ecumenismo, a la difusión del profetismo protestante, a la liturgia del "hágalo-usted-mismo", al carismatismo antijerárquico a la Kiko Argüello, y a las Misas de la empanación luterana del profesor Andrea Grillo, así como al igualitarismo católico-ortodoxo propalado por Alberto Melloni.
----------2. Al precisar y especificar que para ser perdonados por Dios y recibir su misericordia es necesario arrepentirse de los pecados, recibir la absolución en el sacramento de la penitencia, hacer obras de penitencia reparadoras, el papa Francisco ha corregido su inicial tendencia al misericordismo, que parecía excluir el ejercicio de la justicia divina, negar que Dios castigue el pecado (esta es una verdad de fe claramente enseñada por la Biblia y por la sana razón, y confirmada por el Concilio de Quierzy del 853, Denz.623, y por el Concilio de Trento, Denz.1523) y que existan condenados en el infierno; por otra parte, en nombre de la gratuidad de la salvación, el Papa parecía negar la necesidad de los méritos, de la observancia de los mandamientos y de las buenas obras, todas ideas que en Rahner son explícitamente profesadas.
----------3. Al enviar a uno de sus representantes a Medjugorje, el Santo Padre ha corregido su inicial ironía sobre ese santuario mariano, y ha emprendido una investigación seria, como la que había iniciado el papa Benedicto XVI. Por su parte, el papa san Juan Pablo II no había tenido nunca objeciones contra las apariciones en Medjugorje, aunque, por consejo de Ratzinger, se abstuviera de pronunciarse sobre ellas.
----------4. Con sus intervenciones docentes firmes y claras contra el aborto, el divorcio, la eutanasia, la fecundación artificial, la sodomía, la pedofilia, el concubinato, por la familia, por el incremento de la natalidad y por el respeto de la sexualidad como "don de Dios", el papa Francisco ha corregido su excesiva indulgencia inicial (recuérdense los elogios a Bonino y a Pannella) frente al desenfrenado hedonismo, la rampante corrupción sexual, la degradación moral y el desprecio por la ley moral natural, debido a la concepción rahneriana de la libertad de la persona. De ahí la desaprobación del Papa a las herejías de los obispos alemanes favorables a la sodomía, al matrimonio de los sacerdotes y al sacerdocio de las mujeres.
----------5. Después de haber comenzado su pontificado con una exaltación exagerada de la misericordia divina, posteriormente el papa Francisco ha precisado y especificado que la divina misericordia beneficia sólo a aquellos que, arrepentidos de sus pecados, no la rechazan, y a su vez se comportan con misericordia hacia el prójimo. El Santo Padre ha admitido que el irrumpir del sufrimiento no es ciertamente signo de la misericordia divina, la cual de por sí alivia el sufrimiento y no lo causa, sino que es consecuencia del pecado.
----------Sin embargo, también la posibilidad que se nos da en Cristo de redimirnos del pecado mediante el sufrimiento, es efecto de la misericordia del Padre. De hecho, los propios Obispos argentinos lo indican en su Carta al Papa, cuando hacen referencia al sufrimiento que el Papa recibe a causa del maltrato por parte de sus detractores: "...vos sabes bien que ésta es la manera más preciosa y misteriosa que el Señor Jesús tiene de asociarte a su Cruz redentora". Al respecto, el Papa, si bien ha mostrado admiración por el libro de Kasper sobre la misericordia, sin embargo no ha aprobado la tesis herética marcionita (a la que se pliega Kasper), según la cual Dios sólo castigaba en el Antiguo Testamento, pero en el Nuevo ya no castiga.
----------Es cierto que el Papa, manifestando cierta reticencia o negligencia pastoral, no habla jamás de la delicada cuestión de los castigos divinos, un tema que a decir verdad, sin embargo, es también uno de los conceptos fundamentales de la Biblia y de la religión natural. Pero sobre el término "castigo divino" existen equívocos, que deben ser aclarados, para explicar qué entiende exactamente la Biblia y la doctrina católica. El Papa tampoco dice nunca que haya condenados en el infierno. Esto ha llevado a algunos a creer que él adopte la teoría buenista de Rahner y Von Balthasar, según la cual todos se salvan. Pero el Papa nunca dijo esto tampoco. De hecho, ha advertido repetidamente sobre las consecuencias de la desobediencia a los mandamientos divinos y a la negativa de unirse a la cruz de Cristo peeeeeeeeeeeeeara la propia salvación.
----------6. Respecto a la expresión "valores no negociables", que había sido usada y explicada por el papa Benedicto XVI, si bien al principio de su pontificado el papa Francisco dio la impresión de rechazarla (por ejemplo en la entrevista de marzo del 2014, en Corriere della Sera: "Nunca entendí la expresión ‘valores no negociables’. Los valores son valores y basta. No puedo decir cuál de los dedos de la mano es más útil que el resto, así que no entiendo cómo podría haber valores negociables"), en la última parte de la exhortación Fratelli tutti (nn.211, 214) retoma la expresión "valores no negociables" para referirla a un "sólida y estable validez universal de los principios éticos basilares", cancelando así esa impresión de relativismo moral, que podían dar algunas de sus expresiones, que acentuaban excesivamente la influencia de las situaciones, de las circunstancias y de los condicionamientos históricos y ambientales, así como la diversidad de las culturas.
Algunas conclusiones y sugerencias
----------Ya para ir finalizando, y volviendo a la cuestión desde la que partimos en este artículo (al inicio de la nota de ayer), podría suponerse que en cierta medida los Obispos son también responsables (repito: en una cierta medida) de esas malas valoraciones ("maltratos", según dicen en su Carta al Papa, los Obispos argentinos) que los fieles católicos hacen del actual pontificado.
----------Como ya he dicho, es un deber para el buen fiel católico (al menos para el católico culto y que quiere comprometerse más con la Iglesia, "sentire cum Ecclesia" como decía san Ignacio de Loyola), conocer y valorar este pontificado. La recta actitud del fiel hacia el Papa supone cumplir dos tareas: 1) conocer exactamente el programa de su pontificado, para poderlo ayudar según las posibilidades de cada uno; y 2) conocer las actuales necesidades de la Iglesia, para suplir y compensar las eventuales carencias del Papa en tal sentido. Pues bien, no se pueden cumplir estas dos tareas sin valorar el actual pontificado.
----------Entonces, habría que plantear algunas preguntas: ¿de qué modo los Obispos ayudan a los fieles de sus respectivas diócesis a cumplir la tarea de evaluar rectamente las enseñanzas y las obras del Papa? ¿En qué medida los Obispos argentinos, que acaban de denunciar, con toda la razón, los "maltratos" hacia el Papa, ayudan a evitarlos, guiando a los fieles a una recta evaluación del actual pontificado? ¿Los ayudan a distinguir en el Papa su "oficio" y su "persona", tal como los propios Obispos argentinos distinguen? ¿Los Obispos ayudan a los fieles a distinguir lo que puede ser criticado en el Papa y lo que jamás puede ser criticado? ¿O no será más bien, que la mayoría de los Obispos dan la impresión de que en el Papa todo está bien?
----------Quizás no falten fieles que probablemente piensen que algunos (o muchos) Obispos dan la impresión de ser los primeros "papólatras", por temor a represalias de parte de Roma. No sé hasta qué punto sea verdad este juicio que suele escucharse. Sea como sea, ¿qué orientación podría darse a los fieles católicos que así piensan? Intentemos dar algunas sugerencias, aunque aquí ya en el ámbito de lo opinable.
----------Por mi parte, trato de mantenerme informado, en la medida de mis posibilidades, sobre lo que ocurre en la Iglesia, y particularmente en la Iglesia en Argentina, y lo que enseñan y hacen nuestros Obispos. Leo todos los días la información que nos brinda AICA sobre el quehacer de nuestros Obispos, y a través de la internet, puedo estar al tanto de lo que piensan los periodistas católicos, aquí y en otras partes del mundo. En fin, vivo en una comunidad con hermanos también informados sobre estas cosas.
----------Pues bien, si debo dar mi parecer en este tema, aunque aquí ya sin pretensiones científicas, mi impresión es que a nuestros Obispos no les sobra el tiempo y, de hecho, están muy ocupados. Sin embargo, acerca de la precisa cuestión de cómo valorar la actividad de este Pontífice, no noto que alguna vez nos den criterios de evaluación, tal como para poder distinguir lo que un buen fiel puede criticar de lo que no puede criticar. A lo sumo lo que sabemos es que esos pocos obispos, de los que habla la prensa, se limitan a repetir, a veces en modo servil, todo lo que dice el Papa. En sí misma, esta última actitud no es mala, aunque quizás algunos Obispos argentinos se hayan quedado en los primeros años del actual pontificado, y debieran tomar debida nota de las correcciones que el propio papa Francisco ha hecho a sus primeras sentencias.
----------Me parece que en algunos Obispos existe una actitud excesivamente obsecuente o tal vez demasiado temerosa de ofenderlo. Por el contrario, estoy seguro de que una crítica filial le haría bien al Papa, y también estoy convencido que este Papa estaría dispuesto a aceptarla. De hecho, tal como vengo siguiendo la obra del papa Francisco desde el principio, he notado que escucha algunas observaciones.
----------Para cumplir esa tarea de ayuda al Papa, incluso en el ámbito de la corrección filial, naturalmente además de los más cercanos colaboradores del Papa en la Curia Romana, no veo a otros con mejores posibilidades que los propios Obispos argentinos, que lo conocen al papa Francisco muy de cerca. Al mismo tiempo, los Obispos, al enseñar a los fieles cuál es la actitud correcta hacia el Papa, harían una labor altamente educativa y quitarían pretextos a los pasadistas para instrumentalizar, como lo hacen, ciertos defectos del Papa a fin de "maltratarlo" del modo que lo hacen, atacándolo de manera ofensiva e incluso cismática.
Estimado padre Filemón:
ResponderEliminarEntiendo perfectamente la expresión "la ingenuidad de san Juan XXIII", pero me cuesta aceptar su expresión "el buenismo de san Paulo VI".
Sin embargo, tratando de interpretar su texto de la mejor manera posible, entiendo que el término "buenismo" admite grados de gravedad: desde una inclinación inicial o vaga tendencia buenista (como podría ser el caso del papa san Paulo VI) al buenismo entendido en el sentido herético, como derivado de la herejía marcionita de los primeros siglos cristianos.
Estimado Ernesto,
Eliminarestoy perfectamente de acuerdo con tu argumentación acerca de los grados del buenismo.
Los errores doctrinales morales son como los niveles de gravedad de una enfermedad: pueden tener una forma leve, una forma media y una forma grave.
Estoy de acuerdo en considerar que el buenismo del papa san Paulo VI no era cosa grave, como en cambio lo es el buenismo de tendencia rousseauiana, que ignorando el pecado original acaba por negar la existencia del pecado o bien concibe ideales utópicos irrealizables en la vida presente.