sábado, 16 de noviembre de 2024

El "Papa Emerito" según el papa Benedicto XVI

Dejemos a los indietristas o a los sedevacantistas o a los lefebvrianos o a los historiadores a la manera de Roberto de Mattei (filolefebvristas), que discutan y clamen a voz en cuello todo lo que quieran acerca de la no existencia del Papado Emérito. No hay que maravillarse de su rechazo de este progreso doctrinal, en línea y coherencia con todo su negacionismo del concepto de divina Revelación y de Tradición tal como lo enseña la Iglesia. Todo lo que tenga para ellos algún sabor a novedad respecto al momento del pasado en que ellos han cristalizado "su" Iglesia, será negado también por ellos. Por tanto, no es para maravillarse de su actitud. El cauce de la Iglesia católica, su verdad y su vida, sigue corriendo lejos de sus delirios fijistas y restauracionistas. [En la imagen: fragmento de "Benedicto XVI", óleo sobre lienzo, de 2013, obra de José Luis Castrillo].

----------Cuando nos referimos a la "cuestión del Papa Emérito", usando estos términos, o bien hablando de la "cuestión del Papado Emérito", debe quedar claro que no nos estamos refiriendo a este tema como a una cuestión de libre discusión teológica en el sentido de si existe o no existe el Papado Emérito. A partir de la Declaración de dimisión de Benedicto XVI, en el Consistorio público del 11 de febrero de 2013, está claro que el instituto del Papado Emérito es una verdad dogmática, vale decir, una explicitación del carisma petrino que el papa Benedicto ha enseñado en la plenitud de su potestad apostólica.
----------Por lo tanto, cuando se habla de la "cuestión del Papado Emérito", teniendo en cuenta que este instituto existe en la Iglesia como derivado de un dato de fe acerca del lugar y misión de Pedro y sus Sucesores en la estructura eclesial tal como fue instituida por Cristo, de lo que se trata es de una tarea teológica en orden a la comprensión, la explicitación y la profundización cada vez mejor de esta verdad de fe acerca del Sumo Pontífice. Esta es la tarea teológica que debe ser ahora desarrollada, para ser presentada luego al Romano Pontífice, de modo que él tenga la palabra final sobre el asunto, dándole a este instituto su perfil acorde a los tiempos, y así el Papado Emérito pueda ser entonces normado canónicamente.
----------Dejemos entonces a los pasadistas o a los sedevacantistas (surgidos de posturas pasadistas) o a los sedeprivacionistas o a los lefebvrianos o a los historiadores a la manera de Roberto de Mattei (filolefebvristas), que discutan y clamen a voz en cuello todo lo que quieran acerca de la no existencia del Papado Emérito. No hay que maravillarse de su rechazo de este progreso doctrinal, en línea y coherencia con todo su negacionismo del concepto de divina Revelación y de Tradición tal como lo enseña la Iglesia. Todo lo que tenga para ellos algún sabor a novedad respecto al momento del pasado en que ellos han cristalizado "su" Iglesia ideal, será negado por ellos. Por tanto, no hay nada de qué extrañarse en su actitud. El cauce de la Iglesia católica, su verdad y su vida, sigue corriendo lejos de sus delirios fijistas y restauracionistas.
----------Estando así las cosas, he abordado la cuestión teológica del Papa Emérito desde hace años. Señalo aquí algunos enlaces en este blog: ¿Se debería legislar sobre la figura del Papa emérito?, Cuestión disputada: sobre el título de Papa "emérito" (1/3), Cuestión disputada: sobre el título de Papa "emérito" (2/3) y Cuestión disputada: sobre el título de Papa "emérito" (3/3); La debatida cuestión del emeritado pontificio (1/3)La debatida cuestión del emeritado pontificio (2/3)La debatida cuestión del emeritado pontificio (3/3); El Papa en funciones es FranciscoNota breve: ¿puede o no puede hablar el Papa emérito?Novelas sobre la ilegitimidad del papa Franciscoy por último las publicaciones más recientes: Respuesta a lectores: sobre la renuncia del papa Benedicto XVIAclaraciones sobre la Declaración de dimisión de Benedicto XVIDiscusión y aclaraciones sobre la dimisión de Benedicto XVI (1/3)Discusión y aclaraciones sobre la dimisión de Benedicto XVI (2/3), Discusión y aclaraciones sobre la dimisión de Benedicto XVI (3/3).
----------Disculpen los Lectores si en la lista anterior he pasado por alto algún enlace. Por otra parte, es de notar un progreso en la reflexión, con correcciones, matices, aspectos que son mejor comprendidos con el paso del tiempo y el esfuerzo reflexivo teológico. En esta tarea, ha sido de indudable ayuda la colaboración de los Lectores, quienes a veces con sus aportes e hipótesis, a veces con sus preguntas y dudas, a veces con sus objeciones, me han ayudado enormemente al desarrollo del pensamiento sobre el instituto del Papado Emérito o Emeritado Pontificio. Ahí quedan sobre todo las últimas tres publicaciones, de días atrás, con la recopilación de algunas de las intervenciones de los Lectores y mis correspondientes respuestas.
----------Para poner de alguna manera punto final (al menos por ahora) a este tema, he considerado conveniente y útil para los Lectores la publicación de algunos pasajes de la interesantísima entrevista concedida por el Papa Emérito Benedicto XVI en el año 2018 al periodista Peter Seewald. En esta entrevista el Papa ilustra con una argumentación propia la novedad absoluta del título de "Papa Emérito", que Dios le ha hecho comprender como un aspecto esencial del Supremo Pontificado hasta entonces desconocido.
----------En tal entrevista (en los pasajes seleccionados) el Pontífice Emérito se detiene a mostrar no sólo el significado doctrinal del Papado Emérito, sino que también cuenta de qué modo, como gran teólogo que era, él, a través de una rigurosa meditación, con referencia a la figura del "Obispo emérito" sugerida por el Concilio Vaticano II, había descubierto este aspecto espiritual del "Papado Emérito", que implica la ausencia del ejercicio efectivo y jurídico del gobierno de la Iglesia, que en el ínterin había asumido el papa Francisco.
----------La importancia de estas palabras del Papa Emérito viene dada por una clara y definitiva respuesta a los interminables debates, a los que hemos asistido en estos últimos años, debates a veces pretextuosos, que ocultaban la intención blasfema de negar la legitimidad del Pontificado del papa Francisco, pero también debates comprensibles por parte de personas serias, las cuales permanecían comprensiblemente perplejas ante esta novedad, que podía dar la impresión de una especie de desdoblamiento del carisma petrino.
----------En las palabras que transcribiremos, el Papa Emérito Benedicto XVI demuestra con claridad tanto el significado del "Papado Emérito" como apoyo espiritual del Papado en ejercicio, como el significado de este Papado en ejercicio en relación al "Papado Emérito".
----------En este punto se impone la necesidad que yo he sostenido muchas veces de elaborar un proyecto jurídico del status (o estatuto) de Papa Emérito, para proponerlo al Santo Padre, de modo que con su aprobación pueda ser insertado en el Código de Derecho Canónico.
----------Los pasajes que serán citados de la entrevista son tomados de un libro que llegó el lunes 4 de mayo de 2020 a las librerías alemanas; una obra de Peter Seewald titulada "Benedicto XVI. Una vida": más de mil páginas de biografía con la mencionada entrevista de 2018 en el apéndice.
----------En mayo de 2020 se conocieron anticipaciones  del libro y de la citada entrevistas en los medios, pero eran avances que nos dejaban muy insatisfechos, porque procedían por frases separadas. Meses después apareció la edición del libro en lengua española, de la que extraigo las respuestas a seis preguntas que reporto aquí a continuación (aclaro que los textos están algo modificados -espero que mejorados- al haber comparado la versión en español con las versiones en inglés y alemán, elaborando así la que aquí presento. Pongo a cada extracto un título mío que resume lo que Benedicto argumenta en detalle, ejemplarmente, sobre el hecho y el título del Papa emérito. En el volumen la entrevista se titula así: "Mi amistad personal con el papa Francisco no solo perdura, sino que es cada vez más profunda".
----------Considero que este texto, que, como ya he dicho, data del otoño de 2018, despeja el campo de todas las especulaciones sobre la colaboración que ha existido entre los dos Papas y sobre la continua participación del Emérito en el carisma petrino. Afirma aquí con total claridad que su relación con su sucesor es puramente espiritual e interior, tal y como la de todo Obispo emérito con su Obispo sucesor. 
   
1. Qué hubiera dicho de ello el papa Wojtyla
   
----------Juan Pablo II escribió en 1989 que no descartaba renunciar al ministerio petrino en caso de enfermedad grave. Cinco años más tarde llegó a la conclusión de que "no hay sitio en la Iglesia para un papa emérito". ¿Se ha preguntado Ud. alguna vez qué habría dicho su predecesor sobre su renuncia?
----------Es cierto que tanto Pablo VI como Juan Pablo II firmaron muy pronto una declaración en la que disponían su renuncia en caso de que una enfermedad les imposibilitara el ejercicio adecuado del ministerio. Lo hicieron pensando sobre todo en las diferentes formas de demencia. Siguiendo su ejemplo, también yo firmé relativamente pronto una declaración idéntica. Que son posibles asimismo otros modos de incapacidad para un ejercicio adecuado del ministerio se me evidenció al final de mi pontificado.
   
2. Pero ¿puede haber un Papa emérito?
   
----------Con su renuncia usted ha colocado la piedra fundacional de una nueva tradición en la Iglesia católica. Es el primer sucesor de Pedro que se llama a sí mismo "Papa emérito". Hay historiadores de la Iglesia que afirman que no puede haber un Papa "emérito", como tampoco puede haber dos Papas.
----------No es fácil entender y no veo ninguna razón para suponer que un historiador de la Iglesia, es decir, alguien que estudia el pasado de la Iglesia, debería sabe mejor que otros si puede haber o no un Papa emérito. Me gustaría decir algo al respecto desde mi punto de vista: hasta después del Vaticano II tampoco los obispos renunciaban a su ministerio. Cuando por fin, después de vehementes debates, se introdujo la renuncia obligatoria de los obispos por motivos de edad, enseguida surgió un problema práctico en el que nadie había pensado: uno solo puede ser obispo en relación con una específica y determinada sede episcopal.
----------La ordenación episcopal es siempre "relativa", es decir, está vinculada o asociada a la asignación de una sede episcopal. Este carácter relacional inherente al sacramento, constitutivo del sacramento del ministerio episcopal, implica o tiene como consecuencia para los obispos no residentes, que no están a la cabeza de diócesis (hoy en día se trata sobre todo de los llamados por regla general obispos auxiliares) que debe encontrárseles al menos una sede ficticia. Para ello estaban disponibles varios centenares de sedes episcopales de la Iglesia antigua que, principalmente a causa de la islamización de los territorios concernidos, ya no podían ser asignadas a obispos residentes en ellas.
----------Según esto, y en consecuencia, resultaba necesario encontrar también para todo obispo dimisionario que dejaba de ser obispo de una diócesis concreta que había ocupado hasta el momento de su renuncia (por ejemplo, Múnich, Berlín, etc.) una sede titular (pongamos por ejemplo, Cartago, Hipona, etc.). No tardó en hacerse manifiesto que, habida cuenta del creciente número de obispos dimisionarios y demás obispos titulares, el número de estas sedes crecía rápidamente y se hacía previsible que llegaría un momento en que no se encontrarían ni se dispondría ya de más diócesis titulares.
   
3. Una idea que vino desde Passau
   
----------¿Qué significa eso?
----------Hasta donde yo sé, la solución fue encontrada por el entonces obispo de Passau, Simon Konrad Landersdorfer, que era un hombre muy decidido y culto. Él decía que, después de haber ocupado una sede episcopal real, no deseaba tener una ficticia. Decía que debía bastar con que fuera obispo emérito de Passau.
   
4. No es pura ficción
   
----------¿Qué es un Obispo emérito o un Papa emérito?
----------Este término, "emérito", emeritus, significaba, tal como lo entendía Landersdorfer, que ya no era titular en ejercicio o sea no era un activo poseedor de la sede episcopal que había ocupado, pero conservaba con ella una relación especial, la de antiguo obispo de esa diócesis. En este sentido, por un lado, esa calificación respondía a la necesidad de señalar o definir su ministerio episcopal por su relación con una verdadera diócesis, pero sin hacer de él un segundo obispo de esa diócesis.
----------El vocablo "emérito" venía a significar que había renunciado por completo a su cargo, había cesado totalmente en el ejercicio de su ministerio, pero la vinculación espiritual con la que había sido su sede ocupada hasta entonces se reconocía ahora también como realidad canónica en el título que legítimamente iba a asumir. Mientras que, en general, las sedes titulares implicaban una pura ficción canónica, en cambio, a partir de entonces, con el título de emérito se tomó en consideración la especial relación con una sede en la que un obispo había desarrollado el trabajo de toda una vida.
----------Esta relación con la sede anterior donde uno se jubila como obispo, relación que hasta entonces, a despecho de existir realmente, no se contemplaba en el derecho canónico, es el significado nuevo que el Vaticano II imprimió a "emérito". No implica ni crea participación alguna en el contenido jurídico concreto, en la realidad concreta canónica, del ministerio episcopal, pero entiende cómo el vínculo espiritual puede tener su propia realidad. Por consiguiente, no hay dos obispos, sino un mandato espiritual, cuya esencia consiste en seguir sirviendo (desde dentro de uno mismo, desde el Señor, a través del acompañamiento y la solicitud participativa de la oración) a la diócesis donde se ha ejercido el ministerio episcopal.
   
5. Así hacían los campesinos bávaros
   
----------Pero ¿vale eso también para el papa?
----------No veo por qué esta figura canónica no deba aplicarse asimismo al Obispo de Roma. En dicha fórmula conviven los dos elementos: por un lado, la cesación de toda potestad concreta canónica, no se detenta ya ninguna autoridad canónica concreta, pero, por otro lado, perdura un vínculo espiritual, si bien oculto o invisible. Precisamente esta forma canónico-espiritual excluye el pensar cualquier alusión a la coexistencia de dos papas: una sede episcopal únicamente puede tener un solo titular. Y al mismo tiempo, se expresa una vinculación espiritual que en ningún caso puede ser borrada o suprimida de ninguna manera. Le estoy sumamente agradecido al Señor por el hecho de que el bondadoso y cordial afecto del papa Francisco me ha permitido llevar a la práctica esta idea.
   
----------Contra la jubilación de los obispos se objetaba antaño que el obispo es un padre y a la paternidad no puede renunciarse
----------En ello hay algo de verdad, pero también algo erróneo. Ciertamente, un padre sigue siendo un padre, y las implicaciones humanas y espirituales de la paternidad persisten hasta la muerte. Pero la paternidad no es solo ontológica, sino que también es funcional. Existe la sucesión de las generaciones, y en ese proceso el padre cede o renuncia a su posición jurídica; no posee ya la patria potestad, sino que, en dicha sucesión generacional, debe ceder al hijo el timón en el momento adecuado. Me parece que este cambio se expresa en una forma muy bella en una antigua costumbre de los campesinos bávaros. Allí existe el llamado Austrag, una suerte de parcela de reserva en la herencia representada espacialmente por una sencilla casa que se alza junto al gran patio de la vivienda principal. Era la llamada entrega del mando: el padre "transfería" su hacienda o propiedad al hijo, al trasladarse de la gran residencia campesina a la pequeña casa secundaria y recibía además la "porción reservada", una asignación de bienes materiales (dinero, comida, etc.). Así quedaban garantizadas tanto la independencia material del padre como la transferencia de los derechos concretos y el mando al hijo. Todo esto viene a significar que el aspecto espiritual de la paternidad permanece, mientras que cambia lo relativo a derechos y obligaciones concretos de la situación, en consonancia con las nuevas circunstancias. No es difícil ver, así me lo parece, que esta estructura y dinámica valen también para un obispo emérito.
   
6. La amistad con Francisco
   
----------El 23 de marzo de 2013 tuvo lugar en Castel Gandolfo el primer encuentro entre el Papa recién elegido y el Papa que había renunciado, una novedad absoluta en la historia. ¿Qué ideas le vinieron a la cabeza en aquel momento?
----------Conocía al papa Francisco desde su visita ad limina a Roma, así como por diversos contactos por carta que mi Congregación había tenido con él. Sabía además que había intentado hablar conmigo por teléfono inmediatamente después de su elección como Papa, antes de presentarse a los fieles desde el balcón de la Basílica de San Pedro. Así que esperaba con gozosa anticipación el encuentro con mi sucesor y me sentía agradecido por tal oportunidad, estando seguro que sería un buen encuentro entre hermanos. Por lo demás, reflexioné con cuidado, por supuesto, qué debía decirle, intentando no robarle demasiado tiempo. Este primer encuentro quedó grabado y permanece en mi memoria como una buena luz. Como Ud. sabe, mi amistad personal con el papa Francisco no solo ha perdurado, sino que es cada vez más profunda.
   
----------Cuanto viene atribuido por Seewald al Papa emérito en la entrevista a la que me he referido, lo considero auténtico, y creo que responde tanto a la mente como al lenguaje de Joseph Ratzinger.

4 comentarios:

  1. La Iglesia ha aceptado invalidamente al "Papa Francisco", defenestrando al verdadero Papa, bajo las órdenes de los masones cardenales de la Mafia de S. Gallo y Obama, Clinton y Soros. Imposible ser fiel a uno hecho Papa por estos satanistas, a menos de una pérdida de la fe católica

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    1. Estimado Emilio,
      la fe católica requiere precisamente la fidelidad al Papa, hoy al papa Francisco.

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    2. Emilio: Esta es la suerte de quien confía en sí mismo, el futuro de quien se complace de sus propias palabras...

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  2. Pero el hombre en la prosperidad no entiende... es como los animales que perecen. (Salmo 48 o 49).

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