Nota breve: ¿puede o no puede hablar el Papa emérito?

Al parecer, para ciertas corrientes del renovado modernismo vigente hoy en la Iglesia, el actual Papa emérito Benedicto XVI, debería permanecer inactivo y mudo en el recinto en el que hace vida retirada en el Vaticano. Los nuevos inquisidores que han aparecido en la Iglesia machacan una y otra vez en los poderosos medios de comunicación en los que gozan de poder, que el papa Ratzinger debería estar cumpliendo a pie juntillas su promesa de retirarse del pontificado, como efectivamente lo ha hecho, pero sólo para orar, manteniendo la boca cerrada referente a todo lo que se relaciona con las enseñanzas y acciones de gobierno del papa Francisco. Sobre esta cuestión, expresando mi parecer, sólo diré dos cosas:

----------1°) Si la cuestión planteada pudiera reducirse a la pregunta: ¿puede el Papa Emérito expresar sus opiniones?, en tal caso, lo que debe responderse es que Benedicto XVI ya no posee la autoridad magisterial pontificia, la cual pertenece únicamente al Papa reinante, Francisco. Solamente el papa Francisco recibe de Nuestro Señor Jesucristo la gracia magisterial, que lo habilita para ser infalible en el creer y en el enseñar la Palabra de Dios. En Benedicto XVI, este don permanece in radice, pero ya no es ejercitado. Por supuesto, Joseph Ratzinger conserva esa sabiduría teológica, bien conocida y valorada por todos, sabiduría que había adquirido antes de ser Papa y que incluso puede aumentar en su actual condición de Papa emérito. Y en este aspecto bien puede realizar un excelente servicio de consejo, sostén y consuelo al Papa reinante.

----------2°) Por lo demás, Joseph Ratzinger tiene actualmente plena libertad para enseñar la doctrina católica a cualquiera y para expresar sus opiniones religiosas privada y públicamente, oralmente o por escrito, con publicaciones. En tal sentido, puede escribir correspondencia, puede participar, con el consentimiento del Papa reinante, en conferencias, congresos o encuentros públicos. Puede recibir visitas de parientes, amigos y admiradores e incluso de extraños, y tener relaciones con quien quiera, consintiéndolo el Papa reinante. Puede realizar dirección espiritual y dedicarse al ministerio de la confesión.

----------Como suelo decir, sé que en una nota breve se escapan detalles y matices, y quizás serán necesarias aclaraciones; pero la ventaja es que en la brevedad de esta nota me he esforzado por sintetizar lo esencial de lo que opino sobre la cuestión, y he aquí que lo ofrezco a los lectores para quienes sea de interés.