sábado, 5 de abril de 2025

¿Cuál es nuestra esperanza si no todos se salvan? (1/2)

Estamos viviendo el Año Santo de la Esperanza, pero ¿qué es la esperanza cristiana? ¿En qué consiste la virtud teologal de la esperanza? ¿Cuál es el objeto de nuestra esperanza cristiana? ¿Qué es lo que nos permite esperar esta virtud que se nos ha infundido en el Bautismo junto con la fe y la caridad? [En la imagen: fragmento de la acuarela "Capilla del Rosario", obra de Daniel Púrpura, representando la Capilla Nuestra Señora del Rosario, en las Lagunas de Guanacache, Lavalle, provincia de Mendoza].

viernes, 4 de abril de 2025

El infierno y la cuestión de la predestinación

No compartimos las palabras de quien dice que en el ámbito de la salvación o de la condenación "en último análisis decido yo". No, esto vale sólo para mi condenación. Por cuanto respecta a la salvación, la cosa es más compleja: fundamentalmente y originariamente, o sea en último análisis, existe la decisión divina (predestinación), la cual sin embargo causa mi libre y meritoria decisión. Por consiguiente, no es que Dios me salva porque yo quiero salvarme, sino que yo quiero salvarme porque Dios quiere salvarme, o sea, me ha predestinado. Ciertamente, si yo quiero salvarme, él quiere salvarme; pero es Él el que causa mi acto con el cual me salvo, porque es Él que me salva. [En la imagen: fragmento de "Infierno", una de las 120 ilustraciones en acuarela, realizadas por William Blake para la Divina Comedia, de Dante Alighieri].

jueves, 3 de abril de 2025

La cuestión del Infierno: ¿acaso todos se salvan?

La salvación podemos y debemos esperarla para nosotros mismos, se entiende a condición de que de ello tengamos fundada razón con el ejercicio cotidiano de las virtudes cristianas. No podemos garantizarla para los otros: cada uno tiene su responsabilidad y Dios deja libre a cada uno. Nuestro querer, nuestra voluntad, está en cambio en nuestras manos: por lo cual de nosotros mismos podemos responder y en tal sentido podemos y debemos esperar por nuestra salvación. Ciertamente debo obrar para la salvación de los demás y mi misma salvación está ligada a este obrar, pero no puedo constreñir a nadie a ir al paraíso del cielo, y tampoco Dios lo hace. [En la imagen: fragmento de "Judas", óleo sobre lienzo, obra de Edward Okun, pintado en 1901, conservado y expuesto en el Museo Nacional de Varsovia, Polonia].

miércoles, 2 de abril de 2025

Conviértete y cree en el Evangelio (2/2)

En esta Cuaresma del Jubilar Año Santo de la Esperanza, buscamos la paz y sabemos que la paz está cercana. Sabemos bien que nos espera la paz eterna y celestial consecuente a la victoria de nuestro Señor Jesucristo sobre Satanás. Negarse a combatir con Cristo no es verdadero espíritu de paz sino lúgubre presagio de eterna guerra infernal, y no nos permite llegar a la paz eterna, esa paz inefable que pedimos a Dios para nuestros queridos difuntos y que preparamos desde ahora para nosotros combatiendo contra el pecado y que pedimos para nosotros a Dios más allá del umbral de la muerte. [En la imagen: fragmento de "Contraste", acuarela de Antonio Aragón, que representa el Parque General San Martín, Mendoza, Argentina].

martes, 1 de abril de 2025

Conviértete y cree en el Evangelio (1/2)

¿A quién hay que dirigir este llamamiento: "Conviértete y cree en el Evangelio"? ¿A qué clase de personas le debe ser dirigido? ¿Es un llamamiento que debe ser dirigido a toda una ciudad, a cualquier ciudad? ¿A todos sus habitantes? ¿Asumiendo cualquier riesgo de incomprensión o de mayor obstinación en rechazar el mensaje? No parece ser esto lo que hizo nuestro Señor Jesucristo ni lo que nos invita a hacer. Ni parece lógico ni de buen sentido común. Por lo tanto, ¿bajo qué condiciones debe ser proclamado este llamamiento a la conversión y a creer en el Evangelio? [En la imagen: fragmento de una acuarela de autor anónimo, representando los portones de ingreso al Parque General San Martín, de la ciudad de Mendoza, Argentina].