El marasmo de inaudita gravedad en el cual se han precipitado la Ortodoxia rusa y en general todo el mundo cristiano ortodoxo oriental dando lugar incluso, como ha dicho el papa Francisco, a una guerra que amenaza con transformarse en conflicto nuclear, nos da la medida y el cuadro claro y dramático, para quien sabe mantener los ojos abiertos y aprender de la historia, de lo que produce separarse de la sede de Pedro. La guerra en Ucrania cesará cuando Moscú se someta a Roma. [En la imagen: fragmento de "Zar Iván Vasílievich el Terrible", óleo sobre lienzo de 1897, obra de Víktor Vasnetsov, conservado y expuesto en la Galería Tretiakov, Moscú, Rusia].
Una sucesión apostólica sin la guía de Pedro
----------Un hecho que no deja de sorprendernos en la Iglesia ortodoxa es la existencia de un episcopado sin el Papa. Hay sucesores de los apóstoles, pero no hay sucesores de Pedro. Este hecho, si por una parte permite la presencia de los sacramentos, por lo cual es posible la vida eclesial, la fe, la vida de gracia y la santidad, por otra es fuente de una infinidad de divisiones, controversias, recíprocas acusaciones y condenas, excomuniones, exclusiones, divisiones, litigios, desobediencias, cismas y herejías. Es evidente que falta ese factor de unidad, de reciprocidad, de comunión, de diálogo, de concordia y de paz que es el Papa.
Falta el progreso dogmático
----------Nuestros hermanos ortodoxos, ya se trate de la Segunda Roma o de la Tercera Roma, se han quedado detenidos en 1054. Tienen una mentalidad similar a la de los lefebvrianos, que se han detenido en 1959, fecha del inicio de ese "nefasto evento", al decir de ellos, que fue el Concilio Vaticano II.
----------Es interesante notar que en nuestros hermanos ortodoxos no falta sin embargo la idea de progreso. Según ellos, ha ocurrido con el pasaje de la Primera a la Segunda y con el pasaje de la Segunda a la Tercera. Pero en realidad no ha sido un verdadero progreso, sino una decadencia y un alejamiento de la verdad.
----------De algún modo los cismáticos Griegos a lo largo de los siglos desde 1054 hasta hoy mantuvieron contactos con el progreso cultural, científico, filosófico y social que se desarrolló en la Iglesia católica en concomitancia con el progreso dogmático ocurrido con la sucesión de los Concilios que fueron dedicados a temas antropológicos y eclesiológicos, durante los siglos XII a XVI. De tal modo, en el Concilio de Lyon de 1274 y en el de Florencia de 1439 fue incluso rencontrada la unión entre los delegados de las dos partes, aunque lamentablemente esa unión no fue ratificada por la generalidad de los ortodoxos orientales. Sin embargo, después de la caída de Constantinopla se mantuvieron los contactos aunque solamente esporádicos entre católicos y ortodoxos hasta el Concilio Vaticano II, con la promoción del ecumenismo. Por ejemplo, la República de Venecia siempre tuvo estos contactos publicando obras de autores orientales.
----------En cambio la ortodoxia rusa, firme en su orgulloso tradicionalismo ante 1054, como es sabido, ignoró deliberadamente, considerándolo subversión, todo aquel progreso dogmático católico de contenido antropológico y eclesial, asociado al Humanismo y al Renacimiento, así como a la reforma científica cartesiano-galileana que tuvo lugar en la Iglesia católica y en la cultura europea occidental desde el siglo XII al XVI.
----------Sólo en el siglo XVIII con Pedro el Grande y luego con Catalina II, la sociedad rusa y la Iglesia ortodoxa, conscientes de la medida en que habían quedado atrás, se lanzaron a recuperar el tiempo perdido, pero lo hicieron con la fragor de quien comiendo con avidez y apresuradamente no digiere bien el alimento ingerido, además del hecho que la elección de los valores a asumir no recayó sobre los valores católicos, lo cual hubiera sido sólo para total ventaja de Rusia, sino sobre temas tan modernos pero también tan corrosivos del liberalismo y del iluminismo, no ciertamente útiles, por su facciosidad, para conciliar Occidente y Oriente.
----------De ahí el desordenado amasijo de los temas asumidos por la Rusia de aquel tiempo desde Occidente, la agitación afanosa y tormentosa de la que fue recorrida la cultura rusa del siglo XIX, con el nihilismo, el marxismo y el anarquismo, que fueron preparando para el siglo XX el colapso del sistema zarista y la subsecuente funesta experiencia del comunismo soviético.
Un cristianismo instrumental a la propia identidad nacional
----------El mundo cristiano ortodoxo oriental, para establecer la verdad de fe, dado que carece de la referencia al Papa, al Sucesor de Pedro, principio de la unidad universal de la Iglesia y garante de las verdades de fe, recurre a la fe anterior al 1054. Se ha detenido y apegado a las doctrinas de fe precedentes a 1054 como salvaguardia y al mismo tiempo expresión de la propia identidad nacional.
----------El Ruso cristiano, por ejemplo, considera la doctrina de la fe cristiano ortodoxa anterior a 1054 como salvaguardia de la identidad y de la existencia del pueblo ruso. Aceptar el catolicismo, para el creyente ortodoxo ruso, sería como negar la identidad del pueblo ruso.
----------El fiel ortodoxo no comprende que el cristianismo no está hecho para fundar o garantizar la identidad de los diversos pueblos, y por lo tanto no puede pretender encontrar en la revelación una misión excelente para el pueblo ruso, aunque naturalmente no se excluye que cada pueblo pueda haber recibido de Dios una especial misión. Tan sólo basta con pensar en el pueblo judío. La conciencia de la propia identidad nacional es cosa ciertamente importante; pero ella tiene una base simplemente histórica; no se funda en la revelación cristiana.
----------En cambio, el ortodoxo ruso conserva la fe pre-1054 como garantía y defensa de la identidad del pueblo ruso, considerando como ya hacía Constantinopla tal fe como superior a la católica que se ha desarrollado después de 1054. De ahí que el ortodoxo ruso considere el catolicismo como enemigo de su identidad nacional.
----------¿Pero es esto una verdadera fe cristiana? ¿O es instrumentalización de la fe para fines nacionalistas? ¿O es idolatría de su propia nación y de su propio pueblo? Lo que sustancialmente le interesa al ortodoxo ruso no parece tanto la verdad que conduce al cielo, sino la salvaguardia de su propia identidad nacional. La ortodoxia es el presidium y la expresión propia de esta identidad.
La Iglesia ortodoxa ucraniana y la Iglesia ortodoxa rusa
----------El pueblo ruso, el pueblo que está en la base de la actual nación Rusa, ha surgido en el siglo XIII del pueblo ucraniano, cuando éste, cristianizado desde y por el patriarcado de Constantinopla, se expandió hacia el noreste y al mismo tiempo se separó, como siempre sucede en la formación de los pueblos, de esta nueva formación, la que habría de dar lugar al pueblo ruso propiamente dicho, distinto del ucraniano.
----------Esta distinción-separación inicialmente fue pacífica y se desarrolló a la par de la formación de la Iglesia moscovita por obra de la Iglesia de Kiev, hasta que en el siglo XIV Moscú, habiendo adquirido importancia política como principado, comenzó a prevalecer sobre Kiev, dando inicio a lo que se convertiría en la situación actual por la cual la Iglesia de Kiev está sujeta a la de Moscú. Así, en 2018 se ha verificado una desagradable separación-oposición entre Kiev y Moscú, que está en el origen de la guerra en Ucrania. ¿Qué es lo que ha pasado?
----------La Iglesia ortodoxa de Ucrania nace el 15 de diciembre de 2018 durante el "concilio de reunificación" celebrado en la catedral de Santa Sofía de Kiev, tras la decisión unánime de los obispos de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Kiev y de la Iglesia ortodoxa autocéfala ucraniana de unir las dos Iglesias ortodoxas ucranianas en una nueva Iglesia, sobre la base de la completa independencia canónica, como fue declarado oficialmente el 11 de octubre precedente por el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé. Adhirieron al nacimiento de la Iglesia ortodoxa de Ucrania también dos obispos de la Iglesia ortodoxa ucrania del Patriarcado de Moscú. Estas decisiones fueron sancionadas el 5 de enero de 2019, día en el que el patriarca Bartolomé concedió el tomo que reconoce la autocefalía de la Iglesia ortodoxa de Ucrania.
----------Estas decisiones han sido fuertemente impugnadas por la Iglesia ortodoxa rusa, que reconoce a Ucrania como territorio canónico perteneciente a su única y exclusiva jurisdicción, y por lo tanto ha denunciado el "desbordamiento" o "intrusión" del patriarcado de Constantinopla. Esto ha llevado a la ruptura de las relaciones y de la comunión eclesial entre Constantinopla y Moscú, que considera ilegal el concilio del 15 de diciembre y cismática la Iglesia ortodoxa de Ucrania. Esta crisis religiosa, llamada "cisma ortodoxo de 2018", tiene sus raíces también en motivos políticos, la ocupación rusa de Crimea y la consiguiente anexión de Crimea a la Federación Rusa. La autocefalía de la Iglesia ucraniana ha sido en efecto fuertemente deseada y apoyada por el presidente ucraniano Petro Porosenko, situado en posiciones filo-atlantistas y filo-europeístas.
----------En el concilio del 15 de diciembre de 2018 fue elegido "metropolita de Kiev y de toda Ucrania" Epifanio, nuevo primado de la Iglesia ortodoxa de Ucrania. El 13 de diciembre de 2019 se ha completado el procedimiento para la supresión legal de las dos Iglesias ortodoxas precedentes, la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Kiev y la Iglesia ortodoxa ucraniana autocéfala.
----------Poco después del reconocimiento de la autocefalía de la Iglesia ortodoxa de Ucrania, Filarete, último patriarca de la "Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Kiev", entró en conflicto con el nuevo metropolita Epifanio (aunque inicialmente lo apoyaba) por cuestiones internas de naturaleza jurisdiccional. El 20 de junio de 2019 organizó un sínodo con sus partidarios anulando la unificación establecida el 15 de diciembre de 2018 y volviéndose a poner al frente de su antigua Iglesia. El 4 de febrero de 2020, el Santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa de Ucrania suspendió a Filarete de sus funciones.
¿Qué sentido tiene la autocefalía?
----------Un instituto tradicional en las Iglesias ortodoxas, al cual se aferran con tenacidad, pero que no tiene ningún fundamento evangélico ni de natural buen sentido común, es el de la autocefalia, causa comprensible de infinitos equívocos, lagunas o vacíos legales, escapatorias, falsas libertades, desórdenes, controversias, falsas sumisiones, reales cismas y desobediencias.
----------Con la concesión de la autocefalia el superior manda y no manda. El súbdito depende y no depende. Si el superior manda, ¿dónde está la autocefalía del súbdito? Si no manda, ¿en qué sentido sigue siendo superior? Si el súbdito obedece, ¿dónde está la autocefalía? Si desobedece, ¿cómo sigue siendo súbdito?
----------Lo extraño es que la Iglesia ortodoxa, manteniendo el instituto divino del episcopado, no carece de sensibilidad jurídica y sentido de la jurisdicción, por tanto conoce el valor del mandar, del obedecer y de la dependencia canónica, que no excluye en absoluto una justa y razonable autonomía, pero siempre regulada, limitada y vinculada por la obediencia; de lo contrario ¿dónde irían a terminar la disciplina eclesiástica, la administración de la justicia, la concordia y el orden jerárquico de la comunidad?
----------En cambio, por desgracia, los cristianos ortodoxos orientales, con este instituto híbrido y contradictorio de la "autocefalía" a causa de la falta de la referencia jurídica suprema, la del Sumo Pontífice, se encuentran siempre en una vía equívoca entre la anarquía confundida por libertad y el orden jurídico, garantía de la verdadera libertad, de la justicia y de la paz.
La "martirizada Ucrania"
----------Aquí en Occidente oímos hablar a menudo de la "martirizada Ucrania", expresión sin duda veraz, porque los sufrimientos que los rusos están causando a Ucrania son inmensos, pero aún así no dice toda la verdad; y para resolver los conflictos hay que poner en obra toda la verdad. Por lo tanto, hay que tener en cuenta que presentar a Ucrania como víctima inocente de una agresión injusta no es toda la verdad. También Ucrania tiene sus errores ante la Iglesia, ante los católicos como ante los ortodoxos y ante la comunidad internacional.
----------Ucrania, como hubo de decir san Juan Pablo II, tendría una misión privilegiada y paradigmática en el campo del ecumenismo católico-ortodoxo solo si se decidiera a poner en práctica las indicaciones que en este campo nos ofrece el Concilio Vaticano II, porque desde hace siglos una comunidad católica y una ortodoxa en ella conviven, y se encuentra precisamente en el punto de contacto y unión entre Occidente y Oriente.
----------El problema, por no decir la tragedia, es que, mientras otras naciones europeas que permanecieron divididas en el siglo XVI entre católicos y no-católicos, después del dramático período de las guerras de religión, luego encontraron un modus vivendi entre las opuestas comunidades, Ucrania ha vivido siempre esta división de manera sangrienta, en la incapacidad, por consecuencia, en la incapacidad de alcanzar no solo la interna paz religiosa, sino también una unitaria conciencia e identidad nacional.
----------Ucrania podría ser parangonada con una mujer hermosa pero ligera y voluble, que guiña el ojo a la vez a dos pretendientes sin decidirse por ninguno de los dos, al mismo tiempo engañándolos a ambos y manteniendo en suspenso a ambos, quienes, obviamente, empiezan a discutir entre ellos por la posesión de la mujer. Pero quien se ve involucrada en estas situaciones es precisamente la mujer tonta y frívola, porque, aunque deseada por ambos, termina siendo odiada por ambos por su doblez, mientras que ellos mismos, como he dicho, discuten entre sí por la posesión de esta mujer.
----------Es necesario, pues, que Ucrania, en un supremo esfuerzo de valorización leal y coherente de sus propios recursos religiosos y nacionales, se decida una vez más a elegir entre la Primera y la Tercera Roma sin tener dudas al respecto, pero volviendo a la Ucrania de su fundador como Iglesia y como nación: san Vladimiro, Rey de Kiev y de los Rusos en comunión con la Iglesia romana.
No hace falta una Tercera Roma; basta y sobra la Primera
----------El marasmo de inaudita gravedad en el cual se han precipitado la Ortodoxia rusa y en general todo el mundo cristiano ortodoxo oriental dando lugar incluso, como ha dicho el papa Francisco, a una guerra que amenaza con transformarse en conflicto nuclear, nos da la medida y el cuadro claro y dramático, para quien sabe mantener los ojos abiertos y aprender de la historia, de lo que produce separarse de la sede de Pedro.
----------La gravísima fractura que nunca había ocurrido en el mundo ortodoxo es ya evidente y está ante los ojos de todos: la Segunda Roma, que nunca ha estado en buenas relaciones con la Tercera, que ha querido sobrepasarla, hoy se ha puesto con ella en tal contraste que es evidente el alineamiento del Patriarca Bartolomé y de los otros Patriarcas ortodoxos, con los enemigos de los rusos: los americanos y la Unión Europea. Parece haberse retornado a las guerras de religión del siglo XVI, con la diferencia que entonces no existían las armas atómicas. ¿Y el Papa? Tiene contactos con Zelensky, pero su deseo sería poder encontrarse con Cirilo.
----------Es evidente que Constantinopla nunca ha digerido la doctrina de la Tercera Roma, aunque ha sido Constantinopla la que inventó la doctrina de la Segunda. Pero, por otra parte, Constantinopla debería reflexionar: el cisma que ella practicó contra Roma, Moscú lo ha practicado contra ella. La misma soberbia que Constantinopla ha usado hacia Roma, Moscú la ha usado hacia Constantinopla. Y ahora los nudos se reducen en el peine, y aparece más trágica que nunca la insensatez tanto de la Segunda Roma como de la Tercera. Roma es una sola: la sede del Obispo de Roma, sucesor de Pedro, Pastor universal de la Iglesia.
Es quizás gracioso lo que voy a decir, pero no puedo evitar comentarle, Padre Filemón, que el modo descomunalmente asombroso como aquellas fantasiosas ideas del monje Filoféi acerca de la Tercera Roma se desarrollaron hasta Ivan IV el Terrible, y hasta hoy, con Cirilo y Putin, me ha traído a mi mente el modo asombroso como las fantasiosas ideas de Karl Rahner acerca de la fe cristiana se han venido desarrollando en estos últimos sesenta años....
ResponderEliminarNo tiene esto nada que ver con su artículo, salvo el mero hecho de que una ilusión, una fantasía, una novela, podría tener enormes consecuencias en la vida de los hombres... ¡Qué seres estúpidos que a veces somos los seres humanos!
Sergio Villaflores (Valencia, España)
Estimado Sergio,
Eliminarusted toca un tema misterioso y de la máxima importancia, que concierne a la historia humana y a la historia de la Iglesia, es decir, se refiere al surgimiento de vez en cuando de personajes dotados de un extraordinario poder para influir negativamente sobre la gente, tanto que estas ideas se transmiten a través de los siglos, sin que ocurra nunca un arrepentimiento ni un cambio de postura.
¡Cuántos ejemplos se podrían dar al respecto! ¿Cómo es posible que suceda algo de este género?
Hay que decir que la paciencia del Señor es grande hacia nosotros. La Escritura nos hace presente los engaños del demonio.
Y luego están las consecuencias del pecado original. Finalmente hay otra consideración a hacer y es que muchos pueden estar en buena fe y por lo tanto son excusables.
Estimado padre, me parece haber leído en otro artículo suyo, afirmar que Pedro y sus sucesores están en Roma en misión, y que podrían estar en otra ciudad... La ciudad definitiva será Jesuralem.
ResponderEliminarEstimado Anónimo,
Eliminaruna cosa que me llama la atención en la Biblia es que Jerusalén es la única ciudad cuyo destino escatológico es un dato revelado. Este hecho es ciertamente un signo de la predilección de Dios por el Pueblo de Israel.
Ciertamente el Papa es Obispo de Roma, por lo cual si debiera también trasladar su sede a otra ciudad, sigue siendo de todos modos Obispo de Roma.
Reitero y confirmo mi convicción que Pedro haya ido a Roma en misión, ya sea porque él mismo se sintió enviado por Dios o bien, como es de hecho posible, porque fue enviado por el mismo Cristo Resucitado durante los cuarenta días de permanencia entre nosotros.
Finalmente reitero y confirmo mi opinión de que en todo caso Jerusalén es más importante que Roma, en cuanto que Jerusalem es la ciudad del Apocalipsis, mientras que me parece evidente que Roma también mantendrá un lugar especial en el cielo, ya que también se menciona en el Nuevo Testamento.
Estimado padre Filemón,
ResponderEliminarel tema tocado por el Sr. Sergio, es sumamente interesante. He estado reflexionando un poco sobre el asunto.
Usted menciona como causas del obstinado mantenimiento de las herejías el surgimiento de personajes con gran poder de convicción, o las consecuencias del pecado original... Si me lo permite, yo añadiría otro elemento, de carácter psicológico, como la auto-sugestión, o lo que podría llamarse, a falta de otro nombre mejor, la sugestión comunitaria que se retroalimenta sucesivamente entre los miembros de la comunidad sugestionada por las ideas erróneas.
Entre nosotros, en la Iglesia, y en la actualidad, podríamos mencionar la autosugestión o sugestión comunitaria en los ambientes modernistas, y particularmente los indietristas, cuyos adeptos da la impresión que pasan su tiempo visitando blogs y páginas de internet, en la que ven confirmadas sus ideas, repetidas una y otra vez por otros, con lo cual mantienen viva su auto-sugestión, obstinadamente apegada a las herejías.
Este fenómeno psicológico, me ha hecho recordar lo que leí en un viejo tratado de Cristología hace unas cuantas décadas atrás, cuyo autor, para tratar de explicar la distinción entre la naturaleza humana de Cristo y la persona divina del Verbo, entiendo a ésta como centro y raíz última de responsabilidad de todos los actos del sujeto, recurría a lo que verosímilmente sucede en el fenómeno de la hipnosis, en el ámbito de la psicología experimental. Al parecer, el hipnotizados produce un fenómenos de puesta entre paréntesis o suspensión de la "personalidad", y entonces los actos del individuo hipnotizado, precisamente por sugestión, no vienen a ser actos de persona, por lo cual son actos de los cuales no es responsable.
Parangonando esto con el fenómeno social de la sugestión comunitaria, ciertamente no quiero decir que todos los herejes son irresponsables de sus herejías en cuanto son víctimas de sugestión comunitaria (su responsabilidad, su eventual buena fe, no podemos juzgarla con certeza). Simplemente lo que quiero decir es que, al modo de la hipnosis, puede darse un fenómeno de pérdida de personalidad, en los fenómenos de sugestión comunitaria.
No tengo dudas, por mi parte, que la auto-sugestión comunitaria es un instrumento eficaz en manos del demonio.
Estimado padre Serafín,
Eliminares necesario que hagamos aquí una distinción importante entre lo que es la relación en Cristo entre la voluntad divina y la voluntad humana y los grandes fenómenos de sugestión colectiva bien conocidos, que también pueden desembocar en formas de psicosis o fanatismo colectivos, que se producen por la influencia de personalidades excepcionales, capaces de influir de una manera casi hipnótica sobre las masas. Ejemplos bien conocidos de personajes de este tipo son Hitler y Mussolini.
No me es ajeno el considerar que un poder semejante en el plano espiritual y no político lo hayan tenido también grandes personajes religiosos, como Mahoma o Lutero.
Por cuanto respecta en cambio a la persona de Cristo, ella ciertamente da subsistencia a la naturaleza humana, pero es necesario prestar atención y tener cuidado de no considerar a la Persona como el centro de responsabilidad de la conducta moral de Cristo, de otra manera corremos el riesgo de caer en la herejía del llamado monotelismo, el cual, con el pretexto de la unicidad de la Persona de Cristo, olvida que Cristo no solo tiene una voluntad divina, sino que tiene también una voluntad humana, que no es una simple irradiación de la primera, sino que es una entidad ontológicamente distinta, aunque subordinada.