lunes, 29 de agosto de 2022

El gnosticismo de Giuseppe Barzaghi (1/2)

La formal condena del papa Francisco al gnosticismo en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, condena confirmada en otras repetidas ocasiones por el mismo Sumo Pontífice, clarifica nuestros criterios para evaluar esta nociva tentación del espíritu, que ha aparecido muchas veces en la historia del cristianismo, pero que nunca antes había sido condenada formalmente por el Magisterio de la Iglesia.

Las raíces gnósticas del pensamiento de Giuseppe Barzaghi
   
----------Hemos tratado ya en este blog, y extensamente, la obra del teólogo dominico padre Giuseppe Barzaghi [n.1958], aunque lo hemos hecho desde enfoques particulares, como el de su concepción gnoseológica y el de su concepción ética. En esta ocasión, en cambio, volveremos sobre algunos de los puntos considerados, pero tratando de dar el perfil completo de su caracterización gnóstica, ayudados por las bien conocidas enseñanzas del papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, en la que el Romano Pontífice describió acertadamente la tentación gnóstica, y la condenó formalmente.
----------Uno de los primeros en calificar de gnósticas las ideas del padre Barzaghi fue monseñor Antonio Livi [1938-2020], ilustre epistemólogo del saber teológico, quien en una de sus últimas obras (Vera e falsa telogia. Come distinguere l’autentica "scienza della fede" da un’equivoca "filosofia religiosa", Casa Editrice Leonardo da Vinci, Roma 2012, pp.239-240) toma brevemente en exámen, entre los otros autores reseñados, la obra de Barzaghi. Sobre tales presupuestos, he pensado en que sería útil ampliar y enriquecer con más precisa información crítica, las notas sobre Barzaghi realizadas por mons. Livi.
----------Al respecto, monseñor Livi tiene el indudable mérito de tomar en consideración un caso de falsa teología, del cual todavía se habla demasiado poco y que lamentablemente está teniendo éxito en su difusión. Mi deseo, por lo tanto, es que aquella intervención de Livi pueda ser retomada y confirmada por otros teólogos, en la esperanza de poder corregir este tipo de desviación teológica.
----------Ilustraré brevemente el cuadro general del pensamiento de Giuseppe Barzaghi, en el cual los errores denunciados por Antonio Livi encuentran su explicación de fondo. Lo primero que debe tenerse en cuenta, es que antes de hacerse dominico, Barzaghi se graduó en la Universidad Católica de Milán. Ello ha sido bajo la influencia de Gustavo Bontadini [1903-1990], como lo ha sido Emanuele Severino [1929-2020]. Luego Barzaghi se doctoró en teología en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino, de Roma.
----------El gnosticismo de Barzaghi aparece a partir de 1997 con su libro Soliloqui sul divino. Meditazioni sul segreto cristiano (Ediciones ESD), mientras que en precedencia sus obras reflejan el pensamiento tomista. Esta tendencia gnóstica había permanecido en él latente, ya que, como diré, ella ya había sido parcialmente absorbida durante sus estudios en la Universidad Católica de Milán.
----------En efecto, Barzaghi asume la visión bontadiniana de la relación entre pensamiento medieval (santo Tomás de Aquino) y pensamiento moderno (Hegel). Según Bontadini, el pensamiento moderno idealista no contradice al pensamiento medieval, sino que por el contrario revela su alma originaria y profunda, que Bontadini se encarga de poner en evidencia o resaltar. En este sentido Bontadini, con aparente elogio a Tomás, dice que el pensamiento de Tomás es "más moderno que el moderno".
----------Es así que Barzaghi, siguiendo los pasos de Bontadini, pretende proponer una nueva interpretación de la metafísica tomista inspirada en el monismo parmenídeo mediado por Bontadini y por Severino, confundiendo en santo Tomás de Aquino el esse con el ipsum Esse, vale decir, el ser analógico con el Ser divino. De ahí que venga a la luz un tomismo panteísta, que es lo más opuesto que se pueda imaginar el verdadero tomismo, que todos saben que se basa en el realismo y no en el idealismo.
----------En cuanto a Gustavo Bontadini, él ve esta alma originaria de santo Tomás en el cogito cartesiano subsecuentemente desarrollado por el idealismo alemán hasta Giovanni Gentile [1875-1944], del cual Bontadini ha sido discípulo, aunque él haya tratado de mitigar el idealismo de su maestro.
----------Sin embargo, aunque moderando, como he dicho, el idealismo gentiliano, permanece en Bontadini la identificación del ser con el pensamiento, que es el dogma fundamental del idealismo. Sobre esto se basa la doctrina bontadiniana de la "Unidad de la Experiencia", que no es experiencia sensible, sino experiencia del ser. Nada es presupuesto al pensamiento, el ser es inmanente al pensamiento, el cual es "intrascendible". Estas ideas se rencuentran en Barzaghi. Así, siguiendo a Bontadini, Barzaghi sostiene que no se da ser no pensado, porque en el momento en el cual lo pienso, deviene pensado.
----------En cambio, siguiendo a Bontadini, Barzaghi interpreta la gnoseología y la metafísica del Aquinate en sentido hegeliano-severiniano, con la mediación de Giovanni Gentile, maestro de Bontadini. En esta visual, el punto de partida del pensamiento es idéntico al punto de partida del ser.
----------Barzaghi interpreta en sentido idealista el axioma aristotélico-tomista según el cual en el acto del conocer "anima est quodammodo omnia", aplicándolo sobre el plano del ser: resulta que el alma es ontológicamente todo, es decir, en último análisis, Dios, como en la filosofía india.
----------Como para Severino, también para Barzaghi no existe un verdadero progreso en el conocimiento de la verdad, sino que la verdad o se la conoce toda entera desde el principio o no se la conoce, y esto siempre en nombre de su metafísica parmenídea, para la cual o el ser es el Todo, o no existe nada. No hay ninguna multiplicidad, sino que todo es Uno. No hay ningún pasaje de la potencia al acto, sino que todo es acto. No existe lo contingente, sino que todo es necesario. No hay término medio: ninguna idea de participación ni de similitud ni de analogía. Por consiguiente, el "progreso" no es otro que el desarrollo conceptual de cuanto el pensamiento capta originariamente y pre-conceptualmente en su totalidad.
   
Falsificación del pensamiento de santo Tomás de Aquino
   
----------Sabemos en cambio cuán diferente es el punto de vista de santo Tomás de Aquino. Para el Aquinate, Dios no es el primum cognitum si no con respecto a la misma ciencia divina. El punto de partida de nuestro conocer no es el Ipsum Esse, sino que está en la experiencia sensible, por la cual el intelecto capta la quidditas rei materialis, por la cual subsecuentemente se puede recabar la afirmación de la existencia del Ipsum Esse, es decir, de Dios, aplicando el principio de causalidad.
----------El Ipsum Esse, para santo Tomás de Aquino, es el punto de partida del ser, pero no del conocer. En efecto, como enseña el Aquinate, de Dios Ipsum Esse proviene el ente causado, análogo y por participación, es decir, el mundo, fuera de Dios, distinto de Dios, por debajo de Dios y creado por Dios de la nada, de modo que el tiempo de este mundo tiene un inicio y un fin.
----------Para Barzaghi, en cambio, que aquí sigue a Severino, el tiempo es mera apariencia. "El tiempo no existe". De aquí él saca la consecuencia de que "todo es ahora", que no existe un "antes" del inicio del tiempo y que la resurrección no es futura sino que es ya ahora en el instante de la muerte.
----------Siempre influenciado por la idea severiniana del ser, Barzaghi atribuye también a santo Tomás la tesis según la cual el ser "no puede no ser", o sea que no existe lo contingente, sino que el ser, objeto de una experiencia originaria preconceptual, es necesario, uno, único, unívoco, eterno, infinito y absoluto. No se ve, observo yo, cómo este "ser" debería distinguirse de Dios. Y, de hecho, para Barzaghi "sólo Dios existe", por lo cual el mundo no está fuera de Dios, sino "en Dios". Pero no en Dios en el sentido paulino del "in ipso sumus", sino precisamente en el sentido panteísta de que Dios es el ser de los entes. Los entes no son más que un "aparecer", una "teofanía" de este único "ser", el único verdadero ser.
----------Esta experiencia apriorica del ser es entonces "condición de posibilidad de la experiencia", de la cual el intelecto humano recabaría el conocimiento de las cosas y de la misma existencia de Dios.
----------Pero debería quedar claro que este "ser" no es para nada el verdadero esse tomista, el cual en cambio es afirmado por el intelecto no en virtud de un simplex apprehensio o una "autoconciencia" cartesiana, sino en el acto del juicio, sobre la base de una precedente concepción del ens como id quod habet esse.
----------El esse tomista, por lo tanto, según el padre Barzaghi, no se remonta a Aristóteles o al realismo bíblico, sino a Parménides, con su característico principio de no contradicción: "el ser es, el no ser no es", fundamento de la univocidad del ser y por tanto del principio idealista ya expresado por el propio Parménides: "la misma cosa es el ser y el pensar" (to autòn to einai kai to noèin). "La nada no existe", por lo cual no tiene sentido para Barzaghi hablar de una creación "de la nada", sino que la creación no es otra cosa que la "dependencia" de los entes de Dios en el sentido de que los entes son la "teofanía" de Dios. No existe ningún pasaje del no ser al ser, sino sólo manifestación del Ser, que entonces es Dios.
----------Por el contrario, la observación que debemos hacer, es que la dependencia de Dios no es el acto del ser creado, sino que es el estado de criatura, que es consecuenta el ser creado, porque el ser creado es efecto de la divina causalidad eficiente, mientras que la dependencia se agrega como accidente a la sustancia de la creatura. En efecto, como enseña santo Tomás de Aquino, la "creatio in creatura" -es decir, el ser creado como estado de la criatura- "non est nisi relatio quaedam ad Creatorem, ut ad principium sui esse", Summa Theologiae, I, q.45, a.3. Ahora bien, la relación es un accidente de la creatura.
----------Se podría decir que es correcto conectar el Ipsum Esse (Dios) a Parménides, porque el ser de Parménides está más cercano que el de Aristóteles al Nombre del Dios bíblico (Ex 3,14), pero el error de Barzaghi, como se ha dicho, es el enfoque monista y univocista que confunde el ens ut ens tomista, análogo y participativo (ens in communi vel universale), con el Ipsum Esse, o sea confunde el ente de la metafísica (ser analógico) con el ente teológico (Ser divino), Dios mismo.
----------En definitiva, el esse tomista no es unívoco sino analógico, y es subsistente sólo en Dios, acto puro de ser. Giuseppe Barzaghi, en cambio, considera que el esse tomista "originario", que puede ser rastreado en Severino, sea unívoco, mientras que el esse analógico del tomismo tradicional sólo sería "derivado", así como lo humano deriva de lo divino.

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