jueves, 28 de enero de 2021

Infalibilidad del Concilio Vaticano II: preguntas y respuestas (3)

Completaré en esta tercera parte de mi reflexión mis respuestas a los cinco temas en los que he esquematizado las objeciones y cuestiones planteadas en la primera nota de esta serie.

----------Tercer tema: ¿cómo se relacionan estas doctrinas nuevas con la Tradición? Tema conectado con los anteriores, pero con características particulares. Pues bien, si es tan verdadero, como es verdadero, que la Tradición tiene por objeto verdades de fe y las doctrinas del Concilio son materia de fe, se sigue que ellas están en continuidad con la Tradición, la confirman, la explicitan y la desarrollan. De lo contrario, deberíamos decir que la fe está en contradicción consigo misma o refutada por sí misma, lo cual es absurdo.
----------Ahora bien, y en este mismo tercer tema, respondo a otra pregunta de uno de mis lectores: ¿Es o no la "Tradición de la Iglesia, metro del desarrollo dogmático"? Ciertamente. La Tradición, de por sí infalible, es efectivamente metro y fundamento del desarrollo dogmático, así como metro o criterio para evaluar la misma autoridad de las doctrinas del Concilio, precisamente porque ellas son un desarrollo infalible de la Tradición.
----------Sin embargo, entonces esto quiere decir que el criterio de la infalibilidad proporcionado por la Tradición no está ni temporalmente ni axiológicamente "antes" del Concilio, sino que se encuentra en el Concilio mismo, y por tanto está dado por el mismo Concilio, en cuanto el Concilio constituye un estadio más avanzado de la Tradición, y es a partir de este estadio más avanzado que se juzga la Tradición precedente y no a la inversa, como hacen los lefebvrianos, quienes muestran así, como a ellos les señalaron san Juan Pablo II y Benedicto XVI, hoy Papa emérito, una idea de la Tradición irrazonablemente bloqueada en el preconcilio.
----------Por consiguiente, es el mismo Concilio, es todo Concilio de la historia de la Iglesia y, por ende, también es el Concilio Vaticano II, el que es intérprete de la Tradición, como lo es de la Escritura. Es la Tradición presente en el Concilio la que da garantía de sí misma y se interpreta a sí misma, arrojando luz sobre la Tradición pasada. Por ende, y repito la idea que debe quedar bien clara a los lectores: el criterio de la infalibilidad proporcionado por la Tradición está temporal y axiológicamente en el mismo Concilio, no antes.
----------Es por lo tanto erróneo el método de aquellos que pretenden juzgar al Concilio poniéndose antes, fuera o incluso por encima del Concilio, en un improbable y presuntuoso contacto directo con la Tradición precedente, sin la mediación del mismo Concilio, ya que para nosotros los católicos es el Magisterio y por lo tanto el Concilio el que nos media la Tradición y por consiguiente no estamos autorizados a juzgar al Magisterio y por tanto al Concilio mediante un contacto personal y directo con la Tradición, como si fuéramos nosotros y no el Concilio jueces y custodios infalibles de la Tradición. ¿O acaso pensamos, entonces, que el Concilio es falible y somos nosotros los que somos infalibles? ¿Pero no ha sido esta la actitud de Lutero?
----------Es cierto que la Tradición, considerada en sí misma, está por encima del Concilio, pero también es cierto que es el Concilio mismo el que nos dice y nos explica cuál es la Tradición. Y si en alguna ocasión nos parece encontrar un contraste entre el Concilio y la Tradición, no quiere decir que efectivamente exista ese constraste, sino que somos nosotros los que no entendemos o la Tradición o el Concilio. Es aquí que caen los lefebvrianos, con su pretensión de ser los intocables custodios de la Tradición contra el Concilio.
----------Cuarto tema: ¿cuáles son las doctrinas nuevas? Aquí solo daré un breve listado de algunos ejemplos de estas nuevas doctrinas del Concilio Vaticano II, listado que necesitaría de las oportunas precisiones y matices, pero ahora no contamos con el espacio para hacerlo. De todos modos, a algunas de estas doctrinas nuevas del Concilio ya nos hemos referido en notas anteriores de este blog, y no faltarán seguramente las ocasiones en que trataremos en detalle de cada una de ellas, cuando sea necesario u oportuno.
----------Son ejemplos de doctrinas nuevas del Concilio: el concepto de liturgia, el de Revelación, el de la relación entre Escritura y Tradición, el concepto de Tradición, de conocimiento implícito de Dios, de santidad, de sacramento, de Iglesia, de historia de la salvación, de laicidad, de vida religiosa, del primado petrino, de colegialidad episcopal, de ecumenismo, del monoteísmo común al cristianismo, al judaísmo y al islamismo, de libertad religiosa, de escatología, de mariología. Todos estos conceptos son verdades divinas mejor conocidas, o bien doctrinas teológicas confirmadas, o bien datos de fe mejor iluminados y enriquecidos.
----------Quinto tema: ¿cómo se diferencian las doctrinas dogmáticas de las doctrinas pastorales? La distinción, a nivel de principios, es simple: las doctrinas pastorales son aquellas que enseñan a los pastores cómo guiar el rebaño de Cristo, y en este caso particular, como es sabido, la pastoralidad del Vaticano II ha pretendido ser la enseñanza de cómo hoy debemos evangelizar el mundo en un lenguaje adaptado y comprensible y con un testimonio creíble. La pastoral, por lo tanto, como actividad, es la obra del pastor y, al mismo tiempo, como doctrina, forma parte de la teología moral. La doctrina dogmática o simplemente la "doctrina" en cuanto distinta de la "pastoral", en cambio, presenta a nuestra inteligencia de fe los misterios revelados objeto del símbolo de la fe, de la teología dogmática y de la contemplación.
----------Es necesario guardarse de la confusión que hacen los rahnerianos y los modernistas entre dogmática y pastoral, bajo pretexto de que el Concilio es un Concilio "pastoral". Siendo ellos relativistas y escépticos respecto de las nociones dogmáticas, reducen todo, teoría y práctica, a factores contingentes, subjetivos, discutibles, incoherentes, históricos, evolutivos, "existenciales", reducen todo al "acontecimiento", como ellos dicen, sin dar a nada, ni siquiera a la doctrina, un carácter de certeza, de infalibilidad, de universalidad y de perennidad. Debemos guardarnos con sumo cuidado de este engaño desastroso, que también seduce a muchos, pero que en realidad -y sus frutos se ven en los hechos- es la ruina de la doctrina y por tanto de la moral.
----------Por lo tanto, cuando se habla de "pastoral", una cosa son las finalidades y las actividades pastorales y otra cosa son los contenidos doctrinales o las enseñanzas de la pastoral, o sea las directrices prácticas. Y sobre este plano la Iglesia no es infalible, y la historia lo demuestra ampliamente. Respecto luego a los contenidos, la pastoral se distingue de la dogmática, mientras que desde el primer punto de vista se puede decir que toda la enseñanza de la Iglesia, teórica o práctica, tiene finalidades pastorales.
----------En tal sentido, el beato Duns Escoto, más atento a la praxis de la Iglesia, decía que toda teología es "pastoral", mientras que santo Tomás de Aquino, más atento al aspecto intelectual, amaba subrayar o enfatizar la distinción entre la dogmática y la moral (pastoral). Pero los dos puntos de vista pueden integrarse muy bien mutuamente, como la amistad entre Francisco y Domingo. Incluso los modernistas dicen que toda la teología es pastoral, pero en un sentido falso, completamente opuesto al de la tradición escotista.
----------Por consiguiente, es claro que incluso la enseñanza dogmática de la Iglesia tiene finalidades pastorales, en cuanto tal enseñanza sirve para conducir a los hombres a la salvación y por lo tanto en tal sentido entra en la práctica pastoral y, sin embargo, la dogmática, en cuanto cultura y ejercicio de inteligencia especulativa orientada a la contemplación y, en último análisis, a la visión beatífica, se distingue de la teología pastoral dirigida a guiar la acción y es superior a ésta, así como el actuar, en el cristianismo, está ordenado a la contemplación.

4 comentarios:

  1. Excelente resumen, padre Filemón. Claridad expositiva, precisión conceptual, distinciones suficientes. Para el creyente es poco lo que se necesita para rebatir las estupideces de los preconciliaristas.
    Hay algo que duele, y que debe doler a quienes aman de veras la Iglesia y a sus hijos alejados: ha transcurrido ya más de medio siglo desde el Concilio, es ya más de medio siglo de Magisterio postconciliar: una enorme riqueza doctrinal que los preconciliaristas no conocen, y que, a mi entender, nunca recuperarán, a menos que ocurran milagros muy puntuales y rarísimos.

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  2. Ross...no se haga problema por ese milagro que ud espera para la "vuelta" de los preconciliares. El mismo Vaticano II dice que todos se salvan,también los protestantes,incluidos los que protestaron contra el concilio o no?

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  3. Estela ha dicho: "El mismo Vaticano II dice que todos se salvan,también los protestantes,incluidos los que protestaron contra el concilio"

    ¿Podría indicarme la/las cita/citas donde el Concilio Vaticano II dice lo que Ud. dice?

    Federico

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  4. Federico: No se preocupe Ud. con quienes citan los documentos del Vaticano II sin haberlos leído nunca en toda su vida. Sólo rece por ellos.

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