miércoles, 15 de julio de 2020

Vaticano II, papa Francisco, y evangelización de los Islámicos

¿Qué es lo que quiere el papa Francisco? Esa es la pregunta que ha quedado latente tras el Angelus del "molto addolorato". Porque el Papa del pasado domingo al mediodía es el mismo Papa del documento de Abu Dhabi 2019, y el mismo Papa de "evangelización sí, proselitismo no". Y aún más importante: hemos venido escuchando el incansable latiguillo de que el papa Bergoglio es quien está llevando el Concilio Vaticano II a su plena aplicación. ¿En serio?... Porque el caso es que el Vaticano II quiere la evangelización de los musulmanes, como siempre lo ha querido la Iglesia en toda su historia.

----------Como dije en mi nota de ayer, ha sido suficiente que el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunciara que la Basílica de Santa Sofía volvería a ser mezquita, para que de nuevo se agitaran los conocidos fantasmas de que algún día Europa será islamizada. Incluso algunos con veleidades proféticas ya están anunciando que algún día la Basílica de San Pedro se convertirá en una mezquita, como sucedió con Santa Sofía en 1453 y como volverá a suceder este próximo 24 de julio.
----------Tales previsiones, por cierto no infundadas, en realidad no son nuevas. Sabemos bien cuántas veces los musulmanes han intentado la empresa, penetrando Europa tanto desde Occidente, a partir del siglo VIII (a través de España y Francia), como desde Oriente, hasta llegar a las puertas de Viena en el siglo XVII, cuando fueron detenidos precisamente el 12 de septiembre de 1683, curiosamente el día después de un... 11 de septiembre, día de clímax de terror en la Viena invadida por las tropas de Mahoma. Una fecha que sin duda nos recuerda otro 11 de septiembre, el de 2001, cuando era New York la que estaba aterrorizada. ¿Quizás fuera porque los terroristas de las dos torres de Manhattan habían fijado esa fecha no por mera casualidad? Es posible... quizás como venganza, pero quizás también como amenaza para el futuro.
----------Como dijo en cierta ocasión Obama, Al Qaeda no es el Islam en su conjunto, porque el mundo islámico cuenta también con muchos moderados en cuestiones de política internacional. Y, en lo que respecta a lo religioso, mucho menos Al Qaeda representa el Corán, el cual, si es más bien drástico al inducir a los infieles a abrazar el Islam, sin embargo no hace la apología del terrorismo. No puede haber ninguna duda: Al Qaeda es sinónimo de crimen. La religión no tiene nada que ver con eso.
----------¿Y qué debemos pensar los católicos acerca de estas cuestiones? ¿Qué ha enseñado Nuestro Señor Jesucristo? ¿Qué nos enseña el Magisterio de la Iglesia? ¿Qué nos dice el Concilio Vaticano II acerca de estas cuestiones? Aunque no hay duda de que los Padres conciliares del Vaticano II estuvieron muy lejos de prever el mundo que vivimos sesenta años después: ¿la doctrina y la pastoral (ambas con distinto grado de autoridad) de los documentos del Vaticano II, tienen algo para decirnos en la presente situación?...
----------Por lo pronto, algo que creo que es de la mayor importancia: la libertad religiosa de la que nos habla el Vaticano II (y que ya hemos largamente explicado en este blog) no debe significar debilidad hacia los musulmanes y no excluye en absoluto nuestro deber como católicos de encontrar formas de anunciarles también el Evangelio, cumpliendo con el mandato de Cristo: "Id y enseñad a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mt 28,19).
----------Nosotros, los católicos, debemos aceptar ese desafío. Los islámicos nos quieren convertir y nosotros los queremos convertirlos a ellos. En definitiva, se trata de un noble concurso, una digna lid, en nombre de aquel mismo único Dios que nos ha creado a nosotros y a ellos. Ese Dios que es suyo y nuestro, aunque ellos lo conocen mal, mientras que nosotros, gracias a Nuestro Señor Jesucristo, lo conocemos bien, porque de hecho, en Jesucristo es Dios mismo quien nos habla de Sí mismo.
----------Incluso admitiendo hipotéticamente (y por supuesto, no concediendo) que Mahoma haya recibido, en la cueva de la Hira, en la montaña Jabal Al-Sur, una revelación del arcángel Gabriel, ¿acaso vamos a comparar lo que un ángel puede conocer acerca de Dios con lo que Dios conoce de sí mismo? Y si Gabriel anunció a María la Encarnación, ¿cómo podría haberle dicho a Mahoma que él sabe más acerca de Cristo?
----------El indudable hecho es que nosotros y los musulmanes hemos sido enviados por nuestros respectivos Fundadores, Nuestro Señor Jesucristo y Mahoma, a la conquista del mundo. Pero el Señor del mundo no puede ser sino uno solo. De ahí la lid que ha durado ya catorce siglos entre Cristianos y Musulmanes. ¿A quién pertenecerá el mundo?... Y cuando hago esta pregunta no pongo de ninguna manera en duda la absoluta Reyecía de Nuestro Señor, dogma de Fe, sino que hago la pregunta sólo y simplemente en el plano histórico, contingente y terrenal, porque sabemos que este mundo un día terminará, y que su término será precedido de una gran apostasía y una gran tribulación, y a ellas sucederá el advenimiento de Nuestro Señor Jesucristo y de su Reino, el cual no ha de tener fin.
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----------Si bien permitiré comentarios a esta nota, si los lectores lo desean, sugiero demorar las preguntas y cuestiones hasta haberla leído completa, pues concluiré este tema con algunas entradas más.

3 comentarios:

  1. En realidad yo no sé lo que quiere el Papa Francisco. Porque un día parece que está contento con que los musulmanes sigan siendo musulmanes, y los protestantes protestantes, y los budistas budistas; y otro día se muestra celoso porque los islámicos vuelven a tener su mezquita en Estambul como la tuvieron por siglos y siglos. ¿Debería entonces estar enojado el Papa porque la Catedral de Córdoba ahora sea de los católicos? ¿Qué dice el Papa que debería hacerse con la Catedral de Córdoba? ¿Convertirla en Museo?

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  2. Lo que quiera el Papa en cuanto a política internacional o política interna de otros países, es una cuestión personal del ciudadano Jorge Mario Bergoglio, y no del Papa en cuanto Papa. Claro que afecta al devenir de la Iglesia, como afectó la Ostpolitik del papa Pablo VI, continuada del mismo modo por el papa Juan Pablo II, o como afectó a la Iglesia la política de Pio XI en relación al comunismo y el fascismo, o la de Pio XII sobre lo mismo, o la de León XIII respecto a la política de Francia, etc., etc.
    Pero son todas cuestiones personales, que no afectan a la indefectibilidad docente de la Iglesia, y de la Cátedra Petrina en las cuestiones que realmente le competen en cuanto Obispo de Roma-Papa-Sucesor de San Pedro.

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  3. Disculpen, pero, me da la impresión que ciertas expresiones o actitudes del Papa hacia los musulmanes y otras religiones, no quedan sólo en lo opinable, porque parecen llevar implícita doctrina.
    No estoy seguro de ello, es sólo mi opinión.

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