Al finalizar esta serie de notas, y teniendo en cuenta lo hasta aquí dicho, nos debemos preguntar acerca de la actitud del papa Francisco hacia la Curia Romana. Por supuesto, como toda institución humana contingentemente ubicada en el tiempo, la Curia debe ser reformada de tanto en tanto. Por eso, la pregunta que me preocupa no es la reforma en sí misma, sino la actual reforma de la Curia, o sea: la pregunta es si el Papa actual, con su prometida Constitución Praedicate Evangelium está acercando a la Curia Romana en fidelidad a su verdadera vocación eclesial, o bien empujándola aún más lejos de sus correctos fines.
----------No discuto, pues, la necesidad de reformar los organismos de institución humana de la Iglesia; lo que se debe discutir son las características que esas reformas asumen en fidelidad o no a su misión divina. Al respecto, a lo largo de la historia de la Iglesia surge de hecho periódicamente la exigencia de reformar o corregir la Curia Romana (institución humana), mientras que está claro para todos que el Colegio Episcopal, con el Papa y bajo el Papa, es inmutable e inviolable en virtud de su divina institución.
----------Si queremos recurrir a algunos ejemplos históricos de lo que he enunciado, podemos citar una famosa reforma de la Curia Romana: la promovida por el Concilio de Trento para corregir la "reforma" de Martín Lutero [1483-1546], quien, sin embargo, al inicio de su actividad reformadora no se equivocaba del todo al denunciar los abusos, injusticias, impiedad y mundanidad existentes en la corte papal.
----------Otra reforma importante ha sido la promovida por el Concilio Vaticano II, la cual recogió entre otras algunas instancias provenientes del mundo protestante y ortodoxo. Sin embargo, en algunos aspectos, en particular por cuanto respecta al ministerio de los obispos, como he dicho en otras ocasiones, esta reforma parece presentar algunos defectos, aún cuando en general ha sido providencial. Pero el problema es que ha sido interpretada mal, o mal aplicada, o no aplicada, debido al continuo resurgimiento del espíritu mundano en lugar del evangélico, de modo que hoy se siente la necesidad de una nueva reforma.
----------El defecto que hoy se nota en la Curia Romana es el hecho de que, en lugar de favorecer la comunicación del Colegio Episcopal con el Papa, más bien obstaculiza esa comunicación y la complica, con el riesgo de malentendidos entre el Papa y los Obispos. En el pasado se han verificado casos famosos de este tipo, como, por ejemplo, el malentendido entre Girolamo Savonarola [1452-1498] y el papa Alejandro VI [1431-1503] debido a maniobras de la corte papal que obstaculizaron el acuerdo, tanto que el Papa, después del martirio de Savoranola, se arrepintió y dijo que, si hubiera sabido la verdad, lo habría hecho santo. Al respecto, si los lectores desean profundizar en la historia de Savonarola, les recomiendo leer las obras de Fr Giacinto Scaltriti, OP, que pasó toda una vida en el estudio del famoso dominico. Un movimiento a favor de la beatificación de Savonarola siempre ha estado vivo en la Orden Dominicana.
----------Otro ejemplo ilustre fue el malentendido entre san Pío X [1836-1914] y el beato cardenal Andrea Carlo Ferrari [1850-1921], ambos de probada santidad. El Cardenal había sido maliciosamente acusado por los curiales de modernismo ante el Papa, quien ingenuamente creía en los detractores, de modo que cuando Ferrari le pidió al Papa que lo recibiera para darle explicaciones, el Papa se negó.
----------En la actualidad, y pese a la reforma del Concilio Vaticano II (por las razones ya apuntadas) tenemos pruebas, especialmente desde la época del papa san Pablo VI, que el Pontífice Romano no tiene una buena colaboración de parte de su Curia. Por cuanto respecta en particular con el Magisterio pontificio, debe decirse, lamentablemente, que sus documentos a menudo quedan sin efecto y son criticados, disputados e incluso rechazados, por teólogos y obispos. Esto es señal de que la colaboración entre el Papa y los Obispos se ve obstaculizada. Este problema ha sido muy notorio en el pontificado del papa Benedicto XVI, y también es evidente en el actual pontificado del papa Francisco, aunque al parecer por distintos motivos, uno de ellos, y no el menos importante, el diferente modo de cumplimiento (o incumplimiento) de la misión docente, tanto por parte del Papa como del Colegio Apostólico y la Curia.
----------En esta delicada materia, la función docente Magisterial, parece urgente un mejoramiento en el servicio prestado al Papa y al Colegio Episcopal por la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, en la cual, si bien en otros organismos el personal también parece excesivo, en ella sería necesario aumentarlo considerando la cantidad de trabajo que se debe abordar para remediar los "graves problemas de la fe”, según la expresión que usó el papa Benedicto XVI precisamente en la declaración con la cual anunció su dimisión, y que ha repetido el papa Francisco en su primera encíclica, Lumen Fidei.
----------Por lo tanto, la reforma que se impone es la de reducir el personal de la Curia, poner personas más competentes, prudentes, piadosas, confiables, honestas y fieles al Magisterio, para que la colaboración entre el Papa y los Obispos sea más fácil, lo cual es esencial a la Iglesia. La Curia Romana debe favorecer este intercambio, de lo contrario, faltará gravemente y al final perderá su razón de ser.
----------Está claro, sin embargo, que los actuales problemas de "comunicación" entre el papa Francisco, la Curia Romana, y el Colegio Episcopal, no se deben exclusivamente a defectos propios de una particular forma de Curia necesitada hoy de re-forma, sino más bien a las características personales del papa Bergoglio. En tal sentido, ante las noticias acerca de la inminente reforma de la Curia, los comentaristas no han tardado en señalar que, para el observador externo, parece que el actual Papa está tratando, con ella, de prevenir o eliminar la existencia de fuertes focos (lobbies o grupos de presión) dentro de la Curia. Así como me referí líneas arriba a las debilidades humanas de un Alejandro VI o de un san Pío X, o como lo hice de un san Pablo VI (en varias notas meses atrás), ahora me voy a referir a la idiosincrasia humana del papa Bergoglio, con sus evidentes defectos, que la verdadera devoción a la Cátedra Petrina no impide reconocer.
----------La impresión (siempre para un observador externo) es que Francisco parece incapaz de trabajar con cualquier prelado al frente de Dicasterio que no sea un hombre servil y obsecuente (un "yes-man" como dicen los ingleses). Por supuesto, esa característica del actual Papa no tiene nada que ver con su gracia de estado, nada que ver con la fuerza sobrenatural de un Sucesor de Pedro, sino que es más bien una señal de su humana debilidad. ¿Un ejemplo? Lo sucedido con el cardenal Gerhard Müller, o que el Papa no pueda trabajar con la colaboración de un hombre tan gentil pero de principios como el cardenal Robert Sarah, sin considerar necesario humillarlo ante el mundo. ¡Y eso que Sarah fue uno de sus propios nominados! En mi opinión, tras presentar Sarah su renuncia al cumplir 75 años, su reciente confirmación en el cargo por el Papa dice poco: a mi entender, lo que quiere decir es que la próxima "constitución reformadora" será la que excluirá a Sarah de la Curia Romana, sin necesidad de que el Papa acepte su renuncia.
----------Fue también el papa Francisco quien nominó a Raymond Burke para que fuera el Patrono de la Soberana Orden de Malta. Pero tan pronto como surgió un problema en la Orden, lo humilló y lo dejó de lado. Cualquier persona con buen sentido común puede entender que un Papa, cuando designa personas para que le sirvan como colaboradores suyos, debe o bien respaldarlas cuando las cosas se pongan difíciles o bien confesar que usted mismo cometió un error al hacer la nominación.
----------El caso del cardenal Gerhard Müller tiene otras connotaciones. Müller fue heredado como Prefecto de la Congregación de la Fe, no designado por el papa Francisco. Pero Bergoglio lo confirmó en el cargo, y el cargo de Prefecto de la Fe es máximamente significativo. No digo nada nuevo si afirmo que Bergoglio no es erudito ni inteligente. Para que la Congregación de la Fe cumpla su finalidad se necesita alguien que sea precisamente estas dos cosas: erudito e inteligente. Müller lo era y lo es. Recordemos que primero lo humilló enviando a Schönborn al frente de la conferencia de prensa de presentación de Amoris laetitia; luego lo humilló despidiendo a tres de sus colaboradores sin siquiera notificarle; y por último, lo humilló una vez más al excluirlo de su cargo sin previo aviso e invocar un principio que no había mencionado ni a Müller ni a nadie antes: que los titulares de los Dicasterios no continuarán en su cargo más allá de su primer quinquenio.
----------Por cierto, y lo digo aquí sólo de paso, será interesante ver si este principio invocado para despedir al cardenal Müller, será aplicado por Bergoglio a medida que todos los Cardenales curiales van llegando al final de sus períodos. Los Franciscanos de la Inmaculada deben estar perplejos al notar que su atormentador cardenal Bras de Aviz todavía sigue en el cargo. El cardenal Parolin debe estar comenzando a temblar (sobre todo si pierde su "inmunidad diplomática" cuando le empiezan a caer denuncias judiciales). Quizás en el futuro próximo haya unos cuantos cardenales "jóvenes" subempleados...
----------Si la Curia Romana realmente necesita una reforma radical, repito lo que ya dije líneas arriba: lo que necesita son trabajadores más fuertes, con poder en sus respectivas competencias, hombres de principios, y más capaces, y lo que menos necesita son hombres sin principios. Sin embargo, las noticias que llegan de Roma sugieren que esta no es la forma en que nuestro Santo Padre parece ver las cosas.
----------Las idiosincrasias del papa Bergoglio han sido obvias desde su elección. Durante los primeros años hizo una exhibición diaria de sí mismo por ese flujo constante de obscuros y abusivos epítetos que parecían estar dirigidos al clero. Sobre todo, recordemos lo que ha venido sucediendo cada fin de año en su Discurso Navideño a la Curia Romana: Francisco es el Papa que considera que el mejor regalo de Navidad para dar a sus colaboradores curiales es un torrente de invectivas.
----------En esta reflexión a la que ya pongo punto final, he puesto el acento en la específica función Magisterial del Papa y de la Curia Romana. Pues bien, al respecto, los comentaristas parecen pensar que es poco probable que el cardenal Ladaria, nuevo ocupante de la silla del cardenal Müller al frente de la Congregación de la Fe, oponga mucha resistencia a las rabietas bergoglianas. No sé si están o no equivocados. Rezo para que lo estén, porque el cardenal español tiene competencias muy importantes bajo su órbita.
----------No lo conozco tanto a Ladaria, sólo conozco sus libros. ¿Cuál es la idiosincrasia humana del cardenal Ladaria? No lo sé. De lo que podemos estar seguros es de una cosa: si Ladaria resulta tener principios y agallas, entonces el papa Francisco, si la Providencia permite que este pontificado continúe según sus líneas iniciales desarrolladas hasta el momento, lo humillará o lo despedirá, o ambas cosas.
----------¿Ponemos punto final a esta serie? Depende. Veremos si se cumplen las promesas de que en el próximo futuro contemos con una nueva Curia Romana, reformada según las ideas de Francisco. En tal caso, será el momento de retomar la presente serie, que espero haya sido de utilidad a los lectores.
Fr Filemón: Es cierto, el papa Francisco no es ni erudito, ni inteligente.
ResponderEliminarPor consiguiente, creo que para él, precisamente para él, lo que puede aportarle una buena Curia Romana, es de vital importancia Sin embargo, lo que hemos visto estos siete años...
Creo que cada vez es más evidente para todos los observadores que el papa Bergoglio arrastra mucho lastre "personal", mucha "idiosincrasia" como Ud. dice.
Por supuesto, soy consciente de lo que me corresponde hacer como fiel católico ante cualquier palabra o acción del Romano Pontífice. Primero: escucho o leo; en segundo lugar, mi inevitable primera impresión, me la callo, es decir, soy consciente que debo reservarme el juicio, antes de cumplir otros pasos. En tercer lugar, le doy el beneficio de la duda; y por consiguiente, cuarto, interpreto sus dichos o sus hechos en sentido católico, vale decir, ortodoxo, armónico con la Fe de siempre. Pero luego me surge el problema: espero a que llegue el segundo paso, si es que el primer paso ha sido algo ambiguo o ha generado confusión, esperando que este segundo paso del Papa nos muestre lo que no ha mostrado claramente en la ambigüedad de su primer paso. Pero a veces este esperado segundo paso no llega tan rápidamente como espero y, frecuentemente, este segundo paso del Papa nunca llega.
En el caso particular del sacerdote Jorge Mario Bergoglio, también creo que ha sido muy influenciado por su formación en la Compañía de Jesús, en un tiempo muy caótico (el postconcilio). Creo tener una visión objetiva sobre los Jesuitas, reconociendo todas las virtudes de muchos de sus miembros, pero creo que al pobre sacerdote Jorge Mario Bergoglio no le tocó la mejor parte de la Compañía...
Vergara: No tema Ud. exagerar hablando de los Jesuitas. Lamentablemente, creo que toda exageración se queda corta.
ResponderEliminarDebe recordarse que desde los tiempos de San Ignacio hasta el comienzo del Vaticano II, los Jesuitas nunca han tenido oración litúrgica comunitaria diaria o Misa conventual! (a lo sumo se han reunido solo el sábado por la noche para las Letanías de la Virgen).
Ha sucedido así porque San Ignacio optó por la Cadena de Mando Militar como modelo para su Orden, haciendo que todos los miembros de la Compañía, además de los votos solemnes agreguen un voto personal de obediencia al Papa, y que la eficacia del apostolado individual no decline por el tiempo que pudiera consumir la Liturgia Comunitaria. De modo que, entonces, el Provincial es el "top dog", el jefe, y la obediencia que se le debe al Provincial es como la obediencia de un soldado a su oficial superior: el proverbial "lo mío no es cuestionar el por qué; lo mío es hacer lo que se me ordena o morir".
Como dice el padre Pacwa, jesuita norteamericano, visto con frecuencia en EWTN, cuando se le pregunta directamente sobre las confusas declaraciones del Papa Francisco, y responde: "-Esa es una pregunta para la oficina de administración; yo estoy en la sección ventas". Respuesta típica de un Jesuita.
Poldark: Es cierto. Y no es por casualidad que al frente de la Compañía hay un Prepósito, que no es como los Superiores Generales de las demás órdenes. Es el Comandante en Jefe de toda la Compañía. Es el "Papa Negro", que está por encima de todos los Provinciales.
ResponderEliminarPor supuesto: además toda la Orden está sujeta por votos solemnes al Papa mismo, al Papa de Roma. Cadena de mandos militares para estar seguros de que las órdenes de arriba se cumplen a rajatabla. El superior no tiene que justificarse ante el subordinado, quien debe obedecer "tamquam cadaver", obediencia ciega. Creo que eso explica el modo como el papa Bergoglio ha tratado al cardenal alemán Müller, el de la Congregación de la Fe.
Sr Ernesto Vergara: ¿No se ha cansado Ud. de cumplir todos esos pasos en estos siete años de Papa Francisco?
ResponderEliminar¿No se ha cansado de que le fallen todos los "beneficios de la duda" que le regala a Bergoglio?
Ross Poldark: El problema es que el resto de la Iglesia ¡no jura los votos jesuíticos! y yo, como todos los fieles católicos de a pie, y como todos los que han alcanzado la segunda edad de razón, que no somos jesuitas, tenemos derecho a que el Papa nos explique las razones que tiene por sus acciones o palabras, claro, con las habituales excepciones para el bien común.
ResponderEliminarVergara:
ResponderEliminar"Piensa mal y acertarás", dice el dicho.
Me incomodan algo menos las expresiones ambiguas que Francisco hace en cuestiones de fe y moral, que sus decisiones políticas. Por ejemplo, me preocupan mucho más las designaciones de Obispos que ha hecho en Argentina, o su creación de nuevos cardenales. El Papa Francisco, con todo eso, me parece que está actuando como si la Iglesia fuera la Compañía de Jesús y él no el Papa, sino el Papa Negro. Como si sólo él estuviera dirigiendo la Iglesia por sí solo, él sólo, sin nadie más.
ResponderEliminarLa incapacidad del papa Francisco es notoria, hombre de "pocas luces", sólo sagacidad práctica, que, lamentablemente, si no está conducida por una voluntad virtuosa... causa desastres, como está a la vista. Presten atención a sus repentinas expresiones de frustración, incluso sus rostros de enojo, o sus impulsos, sus arrebatos, sus improvisaciones airadas, cortando el texto de sus discursos... Todas esas actitudes no parecen estar controladas por la razón...
ResponderEliminarHay que recordar también que antes de que decidiera ingresar a los Jesuitas, estudió química, a nivel de técnico, según creo recordar. Téngase presente que el método científico experimental implica DUDAR como primer paso en la investigación. El método de la DUDA no es obviamente la virtud intelectual necesaria para un sano respeto y obediencia a la Tradición, la Patrología y la Escritura interpretada en obediencia al Magisterio.
ResponderEliminarVale en todo esto recordar un dicho dominico que, según una tradición que nace en Santo Tomás de Aquino, la "obediencia ciega" tiene tanto sentido como el "aprendizaje ciego". Para explicarlo, si tus superiores toman lo que tú piensas que es una mala decisión, Santo Tomás dice que si no hay más alternativa, debes hacerlo y ofrecerlo como penitencia, pero no tienes que fingir que "lo negro es blanco".
ResponderEliminarMe parece oportuno el recuerdo de Frà Girolamo. Habría que hacer como él y pedir la deposición del papa herético.
ResponderEliminarAnónimo 11:17:
ResponderEliminar¿Y a quién le quieres pedir la deposición de tal papa herético?
https://www.revuethomiste.fr/la-revue-thomiste/nos-publications/4407-article-vii-0-631-674 Vea el artículo del P. Hurtaud al respecto
EliminarMe parece que me perdí...
ResponderEliminar¿De qué Papa herético están hablando?
Quisiera aclarar lo de papa negro. La expresión viene de que en Roma hay 3 papas. El verdadero (blanco). Il papa rosso (prefecto de propaganda fide, porque es cardenal y viste ese color) y el prepósito de los SJ, el papa negro (porque viste ese color). Se los llama "papa" porque tienen mucho poder y manejan un gran presupuesto. Los colores son para identificarlos y darle colorido a las expresiones. Pero lo de papa negro no tiene otra connotación que la identificación.
ResponderEliminarEl prepósito general de los Jesuítas tiene las prerrogaivas de los demás superiores, según el espacio que le deja el derecho canónico.
Me parece que la reforma de la Curia ya ha empezado en estos años del papa Francisco, y una de esas reformas ha sido redimensionar la Secretaría de Estado, en detrimento de la tradicional primacía de la Congregación de la Doctrina de la Fe. En otras palabras: desinterés por la Fe, interés por la Política.
ResponderEliminar¿Cuando habla de la tradicional Congregación de la Doctrina de la Fe se refiere a la creada por S.S. San Juan Pablo II, El Magno, en 1988? Según usted,¿ese Instituto tiene una "tradicional primacía"?
EliminarMe pregunto cómo llamará Don Berengario al Santo Oficio..
Lo que hoy se llama Congregación para la Doctrina de la Fe, nació en 1542 bajo el nombre de Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición, creada como organismo de la Curia Romana por el papa Pablo III. En 1908, el papa san Pio X le cambió su nombre por el de Sagrada Congregación del Santo Oficio. En 1965, un día antes de finalizar el Concilio Vaticano II, el papa san Pablo VI redefinió las competencias y la estructura de la congregación, y además, cambio su denominación a Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. En 1988, con la constitución apostólica Pastor Bonus sobre la Curia Romana, san Juan Pablo II redefine nuevamente su estructura, especificando la función, la competencia y las reglas de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y excluye de su nombre y del nombre de las demás congregaciones el adjetivo de "Sagrada".
ResponderEliminarCuando yo dije "tradicional primacía" me refería a la primacía de este mismo organismo, el mismo desde 1542, que ha tenido primacía sobre las demás congregaciones (aunque ciertamente no en el sentido de poder o autoridad), sino primacía en cuanto a la importancia de sus fines y competencias. Por cierto, considero que, variando las formas, las estructuras y las competencias concretas, según los tiempos, desde 1542, este organismo curial (no hace falta decir que de institución humana, y no divina) ha tenido siempre los mismos fines. En la mencionada constitución Pastor Bonus sus fines están definidos en el artículo 48: "Es función propia de la Congregación de la Doctrina de la Fe promover y tutelar la doctrina sobre la fe y las costumbres en todo el orbe católico; por lo tanto, es competencia suya lo que de cualquier modo se refiere a esa materia", pasando luego a especificar sus competencias.
Creo que esta "primacía tradicional" de la Congregación de la Fe en la Curia Romana, ha comenzado a trastocarse en este pontificado, precisamente, como lo señala el padre Filemón, por desentenderse en gran medida de su misión docente y acentuar lo meramente político; lo cual ha tendido a producir una actual primacía de la Secretaría de Estado, que no es lo tradicional en la Curia Romana.