María es la más santa de todas las creaturas humanas y de los mismos ángeles. Por eso Ella es mediadora de todas las gracias y modelo de toda forma y grado de santidad, Omnipotentia supplex, mientras que cualquier otro santo o ángel es modelo e intercesor solo en un particular ámbito o campo de la vida cristiana, correspondiente a los dones y a las virtudes propios de aquel ángel o de aquel santo. También los ángeles son mediadores de salvación, a las órdenes de la Santísima Trinidad y, subordinadamente, de María. [En la imagen: fragmento de "Virgen de los Ángeles", témpera y pan de oro sobre madera, de alrededor de 1385, obra de Pere Serra, conservada y expuesta en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona, España].
----------El plan divino de la salvación comporta una serie de mediaciones divinas y creaturales jerárquicamente ordenadas descendentes y ascendentes, cada una con una precisa función, de modo tal que cada grado o nivel es necesario para cada uno de nosotros con el fin de obtener la salvación y para que la gracia descienda sobre cada uno de nosotros. Los dos extremos de la cadena de las mediaciones son Dios y el hombre. Como la mediación, para conjugar los extremos, debe tener algo de entrambos, he aquí que la mediación central, principal y decisiva, es la del hombre-Dios, nuestro Señor Jesucristo.
----------No necesariamente, en el plan de la salvación ideado por Dios Padre, entre dos mediaciones existe siempre un desnivel, porque existen mediaciones divinas, relativas a la Santísima Trinidad. Y Dios, por supuesto, no puede estar más que a la par de Dios. Por eso, como dice san Juan, Dios Padre ha creado el mundo "por medio del Verbo" ("per Quem omnia facta sunt"), el cual no es un dios inferior al Padre, como creían los arrianos, sino que es Dios de Dios (Deum de Deo), distinto del Padre como Hijo, pero, como Dios, a la par del Padre, igual al Padre, de la misma sustancia o naturaleza del Padre (consubstantialem Patri, homoúsios to Patrì).
----------El Espíritu Santo media la obra del Hijo, nuestro Señor Jesucristo, aunque, siendo Dios, no sea inferior a Cristo, sino igual, a la par de Cristo. El Espíritu Santo conduce a Cristo y es enviado por Cristo para la remisión de los pecados y la santificación de la Iglesia y de las almas. El Espíritu obra mediante sus siete dones santificantes y los dones ministeriales, jerárquicos y carismáticos.
----------El Espíritu Santo anima a la Iglesia y hace que la Iglesia sea instrumento universal de salvación, en vía ordinaria mediante los sacramentos, y en vía extraordinaria según medios que solo Dios conoce, porque Él quiere a todos salvos y en posesión de la gracia.
----------María es Reina de los Apóstoles no porque Ella esté en el vértice de la jerarquía eclesiástica, sino porque es Madre y Tipo de la Iglesia en cuanto Madre de Cristo, Aquel que gobierna a la Iglesia desde la diestra del Padre. María, a su vez, gobierna a la Iglesia no en modo jerárquico, sino materno y carismático, Reina de los Apóstoles en cuanto su Madre, sometida a los Apóstoles en cuanto discípula de Cristo.
----------La pura y sólo creatura mediadora más alta, inmediatamente por debajo de Cristo y en orden a Cristo, es María Santísima, esposa del Padre, fecunda por el Espíritu Santo, Madre del Hijo. María, entre todas las puras y solas creaturas humanas, tiene la mayor intimidad con los ángeles, habiendo tenido del arcángel Gabriel el anuncio de su maternidad divina.
----------María, entre todas las puras y sólo creaturas humanas, goza del privilegio de ser Reina de los ángeles, y esto por tres títulos: primero, en cuanto Madre de Cristo Rey de los ángeles; segundo, porque la virginidad de María la asimila a la pureza de los espíritus celestiales; tercero, porque Ella vive en una especialísima comunión con aquellos espíritus beatos, siendo fecunda del Espíritu Santo.
----------María, en el curso de su peregrinación terrena, vivió siempre entre los ángeles y en continua comunión y continuo contacto y diálogo con ellos, siguiendo su guía de mensajeros celestiales, como se puede imaginar muy bien, considerando la familiaridad que tenía con los ángeles san José, por no hablar de su Hijo Jesús, a cuya guía obviamente María se remitía sobre todo. Indudablemente, la santa Familia se alegraba de esta presencia y así era reconfortada en las penas y sufrimientos cotidianos, sobre todo los vinculados al ministerio de Jesús.
----------María tiene en torno a sí a todas las huestes angélicas que, exultantes y festivas, junto con todos los santos del cielo, la invocan, la escuchan, la alaban, la veneran, la honran, le agradecen, la asisten, la representan, la preceden, la preanuncian (véase, por ejemplo, el ángel que apareció en Fátima como precursor de las apariciones marianas), le acompañan, le obedecen en su misión de madre universal de la humanidad y de mediadora y anunciadora de salvación en nombre y por mandato de su Hijo.
----------Ciertamente, el Espíritu Santo mora en lo más íntimo de todos los ángeles santos. En cambio, por cuanto respecta al gobierno de los ángeles, se puede decir probablemente que mientras nuestro Señor Jesucristo gobierna a las superiores jerarquías angélicas, como es el caso de los siete Espíritus que están ante el trono de Dios (Ap 1,4), o los ángeles de las naciones y los ángeles del libro del Apocalipsis, María se ocupa de los ángeles custodios, especialmente de los pobres, de los que sufren, de los oprimidos, de los pequeños, de los dementes, de los embriones, de los penitentes y de los pecadores.
----------Da mihi virtutem contra hostes tuos. María es como un ejército desplegado en batalla. Ella es la Mujer del Apocalipsis que vence al Dragón, es la Mujer mesiánica que aplasta la cabeza de la serpiente. Ella es dulcísima para sus devotos y para los santos ángeles, mientras que Ella es terrible para el demonio y para los malvados, ayudando a los fieles a descubrir sus insidias y a vencer sus tentaciones.
----------María es la más santa de todas las puras creaturas humanas y de los mismos ángeles. Por eso Ella es mediadora de todas las gracias y modelo de toda forma y grado de santidad, Omnipotentia supplex, mientras que cualquier otro santo o ángel es modelo e intercesor solo en un particular ámbito o campo de la vida cristiana, correspondiente a los dones y a las virtudes propios de aquel ángel o de aquel santo. También los ángeles son mediadores de salvación, a las órdenes de la Santísima Trinidad y, subordinadamente, de María, la cual no hace otra cosa más que mediarnos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. En la escala de las mediaciones salvíficas los ángeles, como por ejemplo el ángel custodio, están en el escaloncito más bajo de la jerarquía celestial, mientras que en esta tierra disponemos de la mediación de la jerarquía eclesiástica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios sin debido respeto hacia la Iglesia y las personas, serán eliminados. Se admiten hasta 200 comentarios por artículo.