En el mandato dado a Abraham (del libro del Génesis capítulo 22), no podemos admitir en absoluto que Dios se haya expresado de manera ambigua, porque si hay un Ser que se expresa con inequívoca claridad y precisión de significado, este es precisamente Dios, dado que Dios es la Verdad subsistente y el principio de toda honestidad y lealtad del lenguaje, prohibiendo formalmente en Cristo mezclar el sí y el no. El Dios ambiguo no es en absoluto el Dios bíblico, sino más bien el Dios de Hegel o tal vez lo sea también el de Lutero, el cual es el Dios de la contradicción y de lo contradictorio, que quiere a la vez lo verdadero y lo falso, el bien y el mal, la justicia y el pecado. [En la imagen: fragmento del mosaico en el tímpano izquierdo del presbiterio de la Iglesia de San Vitale, en Ravenna, Itala, representando a Abraham recibiendo a los tres ángeles bajo el roble, en Mambré, y a punto de sacrificar a Isaac. En el sacrificio, el carnero vuelve la cabeza hacia Abraham, y la mano de Dios aparece entre las nubes mientras Isaac espera sobre el altar].
----------Nuestro lector, el padre Serafín Savelloni, me ha proporcionado por email más intervenciones sobre este tema importante y apasionante, que es el famoso episodio bíblico del sacrificio de Abraham, episodio que, ante la exégesis moderna, suscita delicadas cuestiones y estimula a indagar una importante temática concerniente a la naturaleza del sacrificio cultual, al modo en que Dios entiende el sacrificio, así como a la importancia de la buena fe y de la libertad de conciencia, siempre en el horizonte hermenéutico tradicional de la figura de Abraham como padre en la fe y ejemplo excelso de obediencia y de fidelidad a un Dios que nos promete una gran abundancia de frutos de vida eterna. A continuación el texto del lector, con mis respuestas.
----------1. Exégesis del sacrificio de Abraham propuesta por A. Wénin y D. Candido. En esta interpretación del relato genesíaco se sostiene que Dios habría formulado el mandato del sacrificio (Gén 22,2), de manera deliberadamente ambigua, tal para poder ser interpretado tanto como una petición de sacrificar a Isaac, tanto como una petición del holocausto de un animal, un ritual al que Isaac debería también estar presente. Abraham, aunque atormentado por la duda, habría sido libre de elegir, y cualquiera de las dos opciones que eligiera, no habría estado en desacuerdo con Dios, excepto que eligiendo la primera, habría sido detenido en el momento final pero siendo apreciado por la fuerza de su fe y por haber expresado así su voluntad de "restituir" a Dios el don-Isaac recibido, reconociendo así que el hijo amado no debía ser objeto de su exclusiva posesión.
----------Respondo. Observo que en estas palabras existe un grave equívoco: no es que Dios hable de modo ambiguo; es Abraham, quien, inconscientemente influenciado por concepciones religiosas que admitían sacrificios humanos, pensó en buena fe que el mandato de matar a su hijo viniera de Dios. Posteriormente el ángel le revela cuál es la verdadera voluntad de Dios.
----------Ahora bien, es oportuno citar aquí una enseñanza recurrente del papa Francisco, quien insiste en decir que Dios no quiere la muerte de nadie, que por tanto no se puede, en nombre de Dios o de cualquier religión, suprimir la vida humana, sobre todo si es inocente.
----------Si alguien debiera objetar que el Padre ha querido la muerte de nuestro Señor Jesucristo, está claro que esta voluntad del Padre no debe interpretarse en absoluto según el esquema de los sacrificios humanos, porque el sacrificio de Cristo comporta más bien la obediencia de Cristo al Padre, pero esto en nombre del inmenso amor del Padre y del Hijo hacia nosotros, los pecadores, a fin de que Cristo expiara por nuestros pecados y satisficiera al Padre por nuestras culpas.
----------2. Esta exégesis está sostenida por André Wénin, profesor de Exégesis bíblica en la Université Catholique de Louvain, que también ha enseñado en Roma en la Gregoriana, director desde 2016 hasta 2021 de la Revue Théologique de Louvain, fue también miembro del comité de redacción de Recherches de Science Religieuse.
----------En Italia fue retomada por el padre Dionisio Candido, docente de Exégesis del Antiguo Testamento en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Siracusa y el Estudio Teológico de Catania, así como responsable del Sector del Apostolado Bíblico dentro de la Oficina Catequística Nacional de la CEI.
----------Para las citas que seguirán, me referiré, respecto a Wénin, a la conferencia "Abraham sacrifica su paternidad", la cual fue ofrecida en 2018, en la Fundación Colegio San Carlo, que podemos seguir este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=dqB3tiuoj4I
----------Con respecto a la exégesis del padre Dionisio Candido me referiré a su texto "Le sette obbedienze di Abramo", editado San Paolo, en 2009.
----------Empezaré con una cita del padre D. Cándido: "El nudo está fundamentalmente ligado a la expresión verbal generalmente traducida por 'ofrecerlo en holocausto': Dios estaría pidiendo al patriarca ultra-centenario sacrificar a su hijo Isaac, ya jovencito.
----------Simplificando la cuestión textual, el problema está ligado sobre todo al verbo hebreo 'alah, que asume como primer significado literario el sentido de 'hacer subir' (la forma es la causativa: Hifil). Dado que las víctimas eran precisamente subidas al altar del sacrificio, esta forma verbal por extensión asume en el Antiguo Testamento también el sentido técnico y más específico de 'sacrificar', 'ofrecer en holocausto'. Pero si se permanece anclado al primer significado, Dios habría mandado a Abraham simplemente 'subir' a Isaac, es decir, llevarlo consigo, a la cima del monte indicado cerca del territorio de Mória. De este modo, Dios le estaría pidiendo solamente que hiciera participar a Isaac en un sacrificio, para que aprenda a ejercer el culto y a honrar a Dios".
----------Respondo. No hay dificultad en admitir que la raíz hebrea de sacrificar significa hacer subir. Y está claro que Abraham sube al monte; pero permanece el hecho de que ateniéndonos a la letra del texto bíblico, Dios manda formalmente sacrificar al hijo, tanto es así que Abraham toma consigo el cuchillo, el fuego y la leña para el sacrificio, y su hijo Isaac le pregunta dónde está la víctima para el sacrificio.
----------3. "El verbo hebreo es ambiguo y da lugar a la duda sobre el verdadero sentido del mandato divino: ¿enseñar a Isaac a hacer sacrificios por Dios o sacrificar a Isaac a Dios? No es de extrañar que la incertidumbre inherente a la petición de Dios no haya escapado a lo largo de los siglos a los comentaristas judíos medievales [cita de A. Wénin, Isacco o la prova di Abramo. Approccio narrativo a Genesi 22, Cittadella, 2005, p. 38-41]".
----------Respondo. Podemos admitir que la raíz hebrea puede suscitar un significado ambiguo a la palabra presente en el texto. Pero lo que absolutamente no podemos admitir es que Dios se haya expresado de manera ambigua, porque si hay un Ser que se expresa con inequívoca claridad y precisión de significado, este es precisamente Dios, dado que Dios es la Verdad subsistente y el principio de toda honestidad y lealtad del lenguaje, prohibiendo formalmente en Cristo mezclar el sí y el no.
----------El Dios ambiguo no es en absoluto el Dios bíblico, sino más bien el Dios de Hegel o quizás también el de Lutero, el cual es el Dios de la contradicción y de lo contradictorio, que quiere a la vez lo verdadero y lo falso, el bien y el mal, la justicia y el pecado.
----------4. No conociendo el hebreo no me permito dar juicios a nivel lingüístico-filológico, pero me viene espontáneo preguntarme por qué ese "primer significado literal" ha tenido, por cuanto me consta, tan poca fortuna a lo largo de los siglos hasta ahora...
----------Respondo. Por cuanto respecta al significado de la raíz hebrea "hacer subir", se puede comprender bien que tal significado ha permanecido en la sombra, porque si leemos con atención el sentido textual de la Escritura, aparece clarísimo que este "hacer subir" no es un vago hacer subir, sino que es el mandato a Abraham subir al monte para sacrificar a Isaac.
----------5. Pasemos ahora a las declaraciones de André Wénin: "Es necesario, pues, comenzar a leer el texto en una traducción deliberadamente literal.
----------Después de estas palabras, cuando Dios puso a prueba a Abraham, le dijo: '¡Abraham!' Y él dijo: 'Aquí estoy', y le dijo: 'Toma, por favor, a tu hijo, a tu único/único hijo, a quien amas, Isaac, y vete a la tierra de Moria y hazlo subir allí para un holocausto en una de las montañas que yo te diré' [...]"
----------Respondo. La traducción propuesta no corresponde a la auténtica del texto bíblico, el cual reza de esta manera: "toma a tu hijo, tu único hijo, al que amas, Isaac, ve al territorio de Moria y ofrécele en holocausto" (Gén 22,2). Por lo tanto, no se dice que ofrezca un sacrificio en un sentido vago, sino "ofrécelo en sacrificio". El pronombre "lo" evidentemente se refiere a Isaac.
----------Acerca de esta cuestión de la raíz hebrea del verbo sacrificar, el exegeta no puede sacar como pretexto de la simple raíz que significa "hacer subir" para excluir el concepto del sacrificar, porque el texto bíblico auténtico habla de un sacrificar y no de un hacer subir.
----------Uno podría objetar: pero el Magisterio de la Iglesia no ha dado una interpretación oficial de este episodio, por lo que el exegeta es libre de dar la interpretación que considera la mejor. Ahora bien, sin embargo hay que observar que un exegeta no puede partir de una concepción de Dios que ponga en duda la limpidez de su palabra, por tanto no puede hablar de un Dios ambiguo o de un Dios que admita sacrificios humanos, porque un Dios de ese género es un falso Dios y tal falsedad resulta sobre todo hoy que el papa Francisco insiste en el concepto de Dios, como Dios Verdad y que no quiere la muerte de nadie.
----------Por otra parte, es obvio que ante el mandato divino Abraham conserva el libre albedrío, pero este libre albedrío no debe ser entendido en el sentido que a Abraham Dios le proponga elegir entre matar a Isaac o matar a un carnero. Sin embargo, si nos atenemos al texto bíblico, Dios es muy claro y no es en absoluto ambiguo, sino que ordena formalmente a Abraham matar a Isaac y Abraham lo entiende muy bien.
----------El drama de fondo, como he dicho muchas veces, es que Abraham considera ser voluntad de Dios aquello que en cambio refleja una concepción errónea del sacrificio, por la cual Dios puede querer un sacrificio humano, lo que, en cambio, Dios no puede querer en absoluto y lo que hoy más que nunca está totalmente excluido en una sana teología.
----------¿Entonces cómo leer las palabras textuales? El mandato divino, con todos los detalles, expresa una concepción humana del culto debido a Dios, una concepción limitada por la ignorancia y por las consecuencias del pecado original. Es necesaria entonces una purificación, que se produce con la revelación del ángel a Abraham y en plenitud con la revelación del Nuevo Testamento.
----------6. "Esta palabra dirigida a Abraham es posible entenderla como orden de sacrificar a Isaac y hacer de él un holocausto, o bien como una petición de hacerlo ir allí para hacer subir un holocausto a fin de que Isaac sea educado al servicio del nombre de Dios [...]"
----------Respondo. Reitero lo que ya he expresado y argumentado: el mandato de Dios, ateniéndonos a la letra del texto, es muy claro y unívoco, de esto no hay ninguna duda.
----------7. "...si la orden de Dios contiene esta ambigüedad, tanto el personaje de Abraham como el lector se hacen la misma pregunta: ¿qué sentido dar a la orden de Dios? ¿Qué quiere Dios pedirle a Abraham con esta frase ambigua? Pero si ambos, el lector y Abraham, se preguntan sobre lo mismo, no lo hacen en los mismos términos ni con la misma intensidad".
----------Respondo. Reitero que en el mandato de Dios, no existe ninguna ambigüedad, porque el texto bíblico habla explícitamente de sacrificar a Isaac.
----------8. "El lector, de hecho, ha sido avisado desde el principio por el narrador que se trata de una prueba [...] Ahora bien, ¿qué es una prueba? Una prueba consiste en llevar a cabo un proceso para descubrir algo que se ignora. El profesor hace pasar por un test a un estudiante porque no sabe si el estudiante ha integrado las competencias que el curso se propone darle [...] pero cuando se ha verificado lo que se quería saber, el estudiante sabe o no sabe, el profesor ve si la hipótesis es correcta o no, y la prueba se detiene. Así que una prueba es siempre algo temporal [...]".
----------Respondo. Es necesario distinguir la prueba del test. Dios no somete a Abraham a un test, sino que le pone a prueba, que es otra cosa distinta.
----------Indudablemente, tanto en el test como en la prueba, la persona, que está sujeta al test o a la prueba, debe mostrar aquello de lo cual es capaz. Este es el elemento común que constituye el fin de someter a un test o de poner a prueba.
----------Sin embargo, hay una diferencia, que es la siguiente. El poner a prueba a una persona consiste en el hecho de que aquel que pone a prueba somete al probando a un cierto esfuerzo con el fin de reforzar la virtud de esa persona. Dios pone a prueba a Abraham, porque quiere fortalecerlo en la fe.
----------En cambio, el profesor que somete a un alumno al test se propone verificar la capacidad intelectual del alumno y si el alumno es capaz de demostrar ciertos conocimientos.
----------Ahora bien, es evidente que no es este el caso de la prueba a la cual está sometido Abraham. ¿De qué modo Dios pone a prueba a Abraham? Permitiendo que en la mente de Abraham se forme la idea, proveniente de una religión pagana, según la cual Dios puede pedir sacrificios humanos. Este hecho se integra en el fenómeno más general por el cual Dios permite la existencia del error, como consecuencia del pecado original.
----------Característica del poner a prueba, como he dicho, consiste en eñ someter la voluntad del sujeto a un esfuerzo meritorio, porque lo induce a un acto de virtud, que, en el caso de Abraham, es un acto de obediencia confiada o bien decimos sin duda un acto de fe en ese Dios que le había prometido una gran descendencia.
----------Ahora bien, es evidente que en un test está ausente toda esta dinámica psicológica, que se refiere a la voluntad y a la virtud moral, mientras juega en cambio la preparación cultural y en todo caso la virtud intelectual.
----------Por otra parte, existe también otra diferencia entre la prueba y el test. Y la diferencia es que la prueba implica un cierto sufrimiento en el probando, mientras que quien es sometido a un test está exento de este tipo de sufrimiento. Esto implica que el que es sometido a la prueba puede ser confortado o consolado por aquel que lo somete a la prueba.
----------En el caso de Abraham, Dios somete a Abraham a una prueba, pero al mismo tiempo lo conforta enviándole el ángel. El papa Francisco nos da un ejemplo de esta intervención consoladora de Dios en el momento de la prueba con el haber cambiado en la versión italiana de la oración del Padrenuestro las palabras "non indurci in tentazione" por "non abbandonarci nella tentazione" ("no nos dejes caer en la tentación", oramos en la versión española). ¿Por qué este cambio? Porque la nueva fórmula nos hace comprender mejor cómo Dios, junto con la prueba, nos da también la fuerza para superarla.
----------9. "...por lo tanto, para el lector que sabe que se trata de un test, la pregunta puede ser formulada en los siguientes términos: ¿cuál es este test? ¿Cuál es el objetivo del test al cual Dios somete a Abraham? ¿Qué es lo que Dios quiere saber que ya no sepa de Abraham? Y entonces, ¿cómo reaccionará Abraham, qué revelará el test de él? Esto para el lector, pero para Abraham la pregunta es otra, porque la orden de Dios despierta en él una crisis existencial: ¿qué espera exactamente Dios de él? ¿Qué debe hacer con su hijo amado y único, ofrecerlo en sacrificio o bien ofrecer un sacrificio junto a él? [... ] en realidad, solo en el versículo 9 es que [el lector] comprenderá que Abraham eligió la primera opción".
----------Respondo. Abraham en un primer momento no se hace ninguna pregunta, no se siente ante una elección y por tanto no se siente obligado a elegir, sino que simplemente obedece en buena fe y según conciencia y ya aquí demuestra saber superar la prueba obedeciendo y obteniendo el mérito de la fe.
----------Abraham en un primer momento cree saber aquello que Dios quiere y está dispuesto a ponerlo en práctica, por mucho que esto le pueda angustiar. Es solo con la intervención del ángel que Abraham entiende lo que Dios verdaderamente quiere: no la muerte del hijo sino el sacrificio del carnero. Y obedece con prontitud, aumentando el mérito de la fe, lo que le permite superar la prueba. Abraham, iluminado por el ángel, se da cuenta de que tenía un concepto inadecuado de Dios y acoge prontamente la verdad, que el ángel le comunica.
----------10. Aparte de todas las problemáticas relacionadas con el postular una ambigüedad en las palabras de Dios, sobre las cuales Wénin parece sobrevolar, esta última afirmación suya no me parece punto descontado.
----------El hecho de que Abraham, antes de partir, se preocupe por llevarse consigo la leña, que podemos imaginar encontrarse fácilmente en los paisajes de la época todavía sin cementificación... y en cambio, no tome consigo, desde el principio, un animal, más difícil de encontrar libre también porque constituía una fuente de sustento y un valor económico importante, es un fuerte indicio de que Abraham estaba convencido, desde el principio, de tener que sacrificar a su hijo.
----------Y esto viene confirmado por la pregunta que Isaac le hará (Gén 22,7), que suena precisamente como "hemos tomado la leña y el fuego y no el objeto que tendremos que quemar sobre esa leña". Si tal aparente olvido no hubiera resultado particularmente extraño, Isaac no se habría permitido hacer esa pregunta a su padre.
----------Respondo. Concuerdo con estas observaciones críticas hacia Wénin, ya que, aunque se admita que el mandato de Dios no fuera claro o inequívoco, todo el contexto, en especial aquello suscitado por Isaac, muestra a las claras que Abraham había entendido claramente lo que consideraba que Dios quisiera.
----------11. Volvamos al padre Dionisio Cándido, quien dice: "¿Pero por cual razón Dios habría de dejar a Abraham en la duda y no más bien pedir explícitamente una clara obediencia? En realidad, la duda, por más pesada que sea, deja espacio a la libertad del hombre. El Dios bíblico, en este caso, mostraría una delicadeza infinita: no quiere poner a Abraham contra la pared. No le pide una obediencia flagrante, sobre un asunto tan delicado como la vida de su hijo. Pero, al mismo tiempo, le ofrece la posibilidad de dar prueba de una obediencia y de una confianza incondicional [...]".
----------Respondo. Con respecto a estas palabras del padre Dionisio Candido, me parece que su tesis es similar a la de André Wénin, es decir, Dios tendría la delicadeza de ofrecer a Abraham una doble posibilidad: o de sacrificar al hijo o de sacrificar el carnero.
----------Sólo que, sin embargo, leyendo atentamente las palabras textuales de la Escritura, nos daremos cuenta de que Dios manda perentoriamente y, por lo tanto, no ofrece en absoluto a Abraham ninguna elección. En efecto, la decisión de sacrificar el carnero surge en Abraham solo en un segundo momento, cuando el ángel lo detiene en el momento en que iba a matar a su hijo y le indica cuál es la víctima para el sacrificio.
----------12. Me parece que aquí Cándido da una explicación, al menos en parte, contradictoria: si Dios hubiera querido "dejar espacio a la libertad" de Abraham, habría permitido que ambas opciones (sacrificio del animal con Isaac presente / sacrificio de Isaac) hubieran sido recibidas por Abrahán como ambas efectivamente viables; en cambio, el mismo Candido dice que a Abraham se le dejaría en duda, y que es precisamente esto que "por más pesado que sea, deja espacio a la libertad". Pero si uno está atormentado por la duda, no se encuentra propiamente en esas condiciones de serenidad y objetividad de valoración que pueden permitir una elección realmente libre.
----------Respondo. Dado que la hipótesis de la duda debe ser excluida, entonces, las consideraciones basadas en la existencia de tal duda no tienen ninguna razón de ser.
----------13. Y luego esta "delicadeza infinita" del Dios bíblico suena bastante antropomórfica: no quiere obligar a Abraham a sacrificar a su hijo, porque así lo pondría contra la pared, pero le plantea esta posibilidad (pero no como cierta) de modo que el patriarca, si la debiera elegir, podrá dar prueba de incondicionada obediencia y confianza. Cabe preguntarse: ¿pero en definitiva, está Dios mandando o no el sacrificio de Isaac?
----------Respondo. A todos nosotros en el curso de nuestra vida puede suceder que Dios nos ofrezca la posibilidad de seguir diferentes caminos. Pero el punto no es este. El punto es, y lo repito una vez más, que Dios no ofrece a Abraham una posibilidad de elección, sino que simplemente le ordena lo que debe hacer. Lo que sucede en cambio es que Abraham no comprende de inmediato cuál sea la verdadera voluntad de Dios, y a tal punto esto es verdad que debe ser iluminado por el ángel.
Estimado Padre Filemón,
ResponderEliminarhe encontrado importantes sus consideraciones que, destacando las diferencias entre "prueba" y "test", inclinan decididamente a favor del primero de los dos términos, por el significado del incipit de Génesis 22,1.
Considero que es correcto aclarar que Wénin (en la misma conferencia de 2018 citada) justifica su propensión a la palabra "prueba" con las siguientes palabras:
"A veces se traduce como 'prueba' pero prefiero evitar esta traducción que en nuestras lenguas tiene una connotación de punibilidad, de sufrimiento que de por sí la palabra hebrea no tiene".
De distinto parecer es Laura Carnevale, profesora de Historia del Cristianismo y de las iglesias en la Universidad Aldo Moro de Bari que, en un texto reciente, escribe al respecto:
"La acción de Dios respecto a Abraham, presentada como el primum movens de los acontecimientos que seguirán, en todas las versiones del texto está expresada por un verbo relativo a la esfera semántica de la tentación. En particular, aquí se utiliza el verbo hebreo 'nasah' en su forma intensiva (piel): 'nissah'. El verbo es un hapax para el libro del Génesis, pero está atestiguado en otros lugares, en particular en el Pentateuco [...] y en el libro de los Salmos. El verbo, con sus derivados, se utiliza siempre para recordar el concepto de 'prueba', a veces poniendo de relieve los aspectos pedagógicos de la prueba misma, en particular en la literatura sapiencial, cuando es Dios quien la impone al hombre.
Un ejemplo de esto son las pericopas como:
Ex 16,4 ('Entonces el Señor dijo a Moisés: He aquí que estoy a punto de hacer llover pan del cielo por vosotros: el pueblo saldrá a recoger cada día la ración de un día, para que yo lo ponga a prueba, para ver si camina según mi ley o no').
Ex 20,20 ('Moisés dijo al pueblo: No tengáis miedo: Dios ha venido para probaros y para que su temor esté siempre presente y no peques').
Dt 4,34 ('¿O ha intentado alguna vez un dios ir a elegirse una nación entre otra con pruebas, signos, prodigios y batallas, con mano poderosa y brazo extendido y grandes terrores, como hizo por vosotros el Señor, vuestro Dios, en Egipto, ante vuestros ojos?');
('Acuérdate de todo el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer en estos cuarenta años en el desierto, para humillarte y probarte, para saber lo que tenías en el corazón y si habrías observado o no sus mandamientos');
Dt 13,4 ('no tendrás que escuchar las palabras de aquel profeta o de aquel soñador, porque el Señor, vuestro Dios, os prueba para saber si amáis al Señor, vuestro Dios, con todo el corazón y con toda el alma');
Dt 33,8 (bendiciones de Moisés 'Da a Leví tus tummias y tus gritos al hombre fiel a ti, que pusiste a prueba en Massa, por lo que peleaste en las aguas de Mèriba')". (L. Carnevale, "Obbedienza di Abramo e sacrificio di Isacco", Il Pozzo di Giacobbe, 2022, pag.23).
Estimado padre Serafín,
Eliminarel término "prueba" puede tener varios significados. Entiendo que el término hebreo no implica de por sí la idea del sufrimiento; sin embargo, este sentido está muy claro por el contexto que nos hace comprender muy bien la angustia que Abraham debe haber sufrido al sentirse obligado a sacrificar a Isaac.