jueves, 25 de junio de 2020

La tradición litúrgica y el progreso en la liturgia (1/2)

Probablemente una nota sobre Liturgia puede causar malentendidos desde el inicio. El término liturgia, al igual que muchas palabras usadas en ámbitos católicos tan tensos como los actuales, quizás necesite ser explicado. Sin embargo, prefiero suponer que cuando digo Liturgia, hay en el lector promedio un básico sentido que debe ser suficiente como para plantear la pregunta: ¿Existe un progreso en la Liturgia?, que es precisamente a lo que en esta breve nota voy a referirme, y en particular a la Liturgia de la Misa.
  
----------La actitud de muchos católicos hacia la liturgia de la Santa Misa, tanto en ámbitos progresistas como conservadores, es pasible de razonables reproches. Por un lado, la actitud de no pocos católicos hacia la Misa del antiguo rito romano, llamada rito "extraordinario", o a veces vetus ordo, es verla como algo viejo y superado, ya no practicable, considerando que ha sido sustituida por una forma moderna, que por lo tanto les parece mejor y más avanzada, un poco como se piensa, con toda lógica, que ha sucedido en la práctica médica, por lo que a nadie hoy se lo curaría como eran curados los enfermos en el año 600 o en el 700, o como sucede con los modernos productos de la técnica, por los cuales nadie hoy iría desde Mendoza a San Rafael a caballo o cruzaría el océano en una carabela, a no ser para hacerse el original.
----------Pero, en el otro extremo de los ambientes católicos (y uso ahora este término en sentido más bien vago), ambientes en los que se celebra la Misa del antiguo rito romano, la actitud no es menos despectiva hacia la Misa de rito romano "ordinario" o novus ordo. De hecho, en algunos enclaves de tradicionalismo extremo, esa reprochable actitud es aún más grave, porque hasta llegan a considerar la llamada "Misa de Pablo VI", como algo "maligno", causa de todos los males del tiempo presente en la Iglesia, y cosas por el estilo; y hasta hay casos en que estas ideas son propaladas por el mismo clero de esas comunidades, aconsejando a sus fieles no asistir a la "Misa Nueva". Es obvio que actitudes de este tipo hablan por sí mismas del carácter cismático y herético que adquieren comunidades autodenominadas católicas.
----------Pero en el caso de la Misa tridentina, el mencionado rechazo es a menudo exasperado por una atmósfera de emotividad, que en ciertos casos yo no dudaría en llamar psicótica a causa de su irracionalidad, en una sociedad pluralista y libre como la moderna, en la cual conviven las religiones más diversas y también a veces los ritos religiosos más extraños, por no decir dudosos o peligrosos.
---------Para algunos católicos progresistas tocar el tema "Misa tridentina" suscita una irritación despechada, casi de repugnancia o de horror, similar a la que en el medioevo era provocada por el contacto con el apestado o el hereje. Paralelamente, para algunos católicos conservadores, tocar el tema "Misa de Pablo VI" suscita similares reacciones, agravadas en el caso de comunidades alejadas de la unidad católica, como se trata de los lefebvrianos. Naturalmente estoy hablando de casos extremos, pero hoy no infrecuentes. Tratándose de los progresistas, en los mejores casos se prefiere cubrir con un manto de pudor y silencio los eventos de las Misas antiguas, en los lugares donde se las celebra a modo de excepción o por pedido particular de grupos de fieles; y esto a pesar de haber transcurrido ya casi década y media del motu proprio Summorum pontificum del papa Benedicto XVI, que liberó la celebración de la Misa tridentina. Pero aún así, se prefiere ocultar casi su programación, con un embarazoso silencio, como si se tratara de una cosa vergonzosa o que puede crear disturbio o desorden o que de todos modos va contra el propio "moderno" estilo de vida tranquilo.
----------Y no basta que haya intervenido con autoridad el Papa con el mencionado documento en un intento de poner paz y tranquilizar a todos. En cambio, hay quienes se atreven a despotricar contra el Papa como si hubiera sido manipulado o presionado por quién sabe qué grupos conservadores o retrógrados que harían bien en desaparecer de la historia. Del otro lado, los grupos tradicionalistas extremos y lefebvrianos hasta dan la sensación de sentirse molestos con lo decidido por Benedicto XVI en 2007, y sus críticas a la que ellos llaman "Iglesia conciliar" se focaliza no sólo en la Misa del Novus Ordo, sino también en la Misa del Vetus Ordo cuando es celebrada por "el clero conciliar" como lo llaman estos cismáticos. Este clima belicoso, por ambos polos, ha producido, como bien sabemos, que muchos obispos se muestren contrarios a la celebración de la Misa tridentina en su diócesis. De hecho, sin embargo, también es necesario recordar a todos los obispos que trabajan sinceramente para asegurar que el decreto del papa Benedicto XVI sea respetado y exista entre los católicos auténtica libertad religiosa. Pero el ambiente sigue siendo tenso entre los católicos tratándose de este tema.
----------No busco explicar los motivos psicológicos -ciertamente anormales- del estado de agitación emotiva de los católicos contrarios a la Misa de San Pio V, cuando tal vez no tienen dificultades para mirar con simpatía o al menos con respeto a otros ritos, incluidos los ritos protestantes. Es difícil entender por qué se han fijado precisamente solo con la Misa de Pío V, completamente ortodoxa, con un pasado espléndido y perfectamente en línea, por propio reconocimiento de la Iglesia, con la Iglesia de hoy. Y tampoco busco explicar los motivos psicológicos y razones humanas que, desde el otro extremo del espectro, son tan belicosas y despreciativas las actitudes de los tradicionalistas extremos y abusivos (particularmente los lefebvrianos) hacia la Misa de Pablo VI cuando ella es celebrada con dignidad y piedad, lejos de los enormes abusos producidos en el post-Concilio. Pero, en la continuación de esta reflexión, trataré mañana de indagar algo más profundamente en estas dos expresiones que no son realmente católicas.

7 comentarios:

  1. Fr Filemón, aguardo con ansiedad la segunda parte de sus reflexiones; pero temo que en este caso no estoy tan de acuerdo con ud como otras veces.
    Usted pone casi en absoluto paralelismo las groseras actitudes de progresistas y conservadores a la Misa de signo contrario a su gusto. No creo que puedan ser calificadas igualmente.
    Soy mendocina y asisto (o asistía antes de la cuarentena) tanto a la Misa del priorato de Godoy Cruz de la fsspx como a varias parroquias de la ciudad de Mendoza. De modo que conozco ambos ambientes. Asisto a la Misa de los lefebvrianos sabiendo que si bien la situación de la fsspx no es lícita, es sin embargo completamente lícito para los católicos recibir sus sacramentos con tal que no compartan sus posiciones separatistas respecto a Roma.
    Pues bien, según mi experiencia, el desprecio por "la otra Misa" es mucho mayor en el ámbito de la fsspx que en el las comunidades que ellos llaman de la "Iglesia conciliar" (con desprecio, por supuesto).

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  2. La posición de la fsspx de encapricharse con una supuesta "Misa de siempre" es ridícula, porque simplemente se atienen a un capricho de su fundador, que "se plantó" en 1962.
    No tengo ningún problema con la decisión de Lefebvre, y me gusta más que la Misa de Pablo VI, pero no tengo ningún problema de respetar la validez absoluta de la Misa de Pablo VI (despojada de los abusos posconciliares, por supuesto). Por lo demás, estoy tranquilo en mi conciencia: es el único modo de seguir siendo católico.

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  3. Gracias, p. Filemón por escribir sobre Liturgia. Aguardo la continuación.

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  4. Estimados: habría que decir con más precisión que la Misa de Pablo VI no es la Misa del Concilio Vaticano II, sino la misa post-conciliar, en muchos sentidos afectada, aunque completamente válida, sancionada bajo la autoridad del Papa.

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  5. Con todo respeto, padre Filemón, una pequeñísima crítica. Ud daría a entender que los abusos sólo se producen en las Misas posteriores al Concilio Vaticano II. Le aseguro que no es así. Los abusos que se producen por ejemplo en las misas de la fsspx (sobre todo en las rezadas, y de otra manera también en las cantadas) serían para enumerar y hacer varias reflexiones sobre ellas.

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  6. La misa Tridentina es, la perfecta liturgia generada por el Espiritu Santo,
    como sacrificio propiciatorio de su HIJO al PADRE ETERNO.No puede compararse
    con Novus Ordo, entiendo yo
    La esconden como a la Cenicienta ,Pero el que la descubre o participo' de ella ( soy laico)se enamora de ella perdidamente, como si fuera un amor
    platonico perdido en la juventud .
    Introibo ad altare DEI
    Ad DEUM qui laetificat juventutem meam

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  7. Estimado anónimo de las 20:45:
    Puede repetir exactamente sus palabras, porque yo comparto 100% lo que Ud. siente. ¡Pero!... sólo agregar algo que a Ud. le ha faltado: PARA MÍ.
    PARA MI.
    PARA MI.
    Quiero comprenderlo bien a Ud., y por eso quiero comprenderlo que Ud. ha querido decir eso: PARA USTED la Misa Tridentina es "la perfecta liturgia" como Ud. dice, y creo entender que Usted es capaz de entender que para otros católicos "la perfecta liturgia" es la Misa de Pablo VI.

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