miércoles, 17 de junio de 2020

Charla de domingo en el convento

Ya dije que las visitas de mi sobrino al convento suelen ser productivas para este blog, y la conversación que tuvimos el domingo, tras el almuerzo, me ha dado material para contarles sobre varios temas. Lo hago desordenadamente, tal como fluyeron los asuntos (no me va privarme de la siesta, no pienso del todo bien sin siestar un rato, pero preferí aprovechar la visita). A pesar del desorden, supongo que los lectores podrán aprovechar la charla y comentar a su vez en el foro, si así gustan, con sus propias opiniones y matices.
   
----------Lo primero que hace Paolo cuando viene los domingos es mostrarme los mensajes que ha borrado del foro, al menos algunos, los más rescatables. Volvió a la carga con uno que ya me había mostrado, escrito por alguien a quien he terminado por junar bastante bien -creo- porque por su absoluto desarraigo de la Cátedra de Pedro, debe ser sedevacantista o lefebvriano, gente que sólo logra moverme a la caridad de la oración, no al diálogo, porque para dia-logar hay que tener logos, y ellos a veces demuestran ni siquiera tener lógica. Es cierto que a veces escribo sobre sus historias o incongruencias, pero es para ayudar a los fieles que van de buena fe a esas comunidades, y lo hago para que abran los ojos y se den cuenta que deben hacer todo lo posible por vivir la Pasión de la Iglesia, tal como hoy se presenta, con este Papa y con este Obispo (el papa Francisco y el Obispo de su diócesis), porque no vale irse de la Iglesia, no sirve de nada hacer rancho aparte y vivir en una burbuja, mientras la Iglesia sufre su Pasión, y está claro que el Señor, en el día del juicio, les pedirá cuentas de haber abandonado a la Iglesia, a la real, como los Apóstoles abandonaron a Nuestro Señor Jesucristo cuando asumió su condición de siervo, en la Cruz del Gólgota.
-----------Sin embargo, tío, alguna vez usted tendrá que escribir algo sobre el sedevacantismo, porque está visto que hay mucha gente que hoy vive así, como si el Papa no existiera, y siguen creyéndose católicos. Incluso piensan que son los mejores católicos. Y no hablo sólo de los sedevacantistas explícitos y formales, sino de los de todo tipo, sobre todo de aquellos que dicen ser católicos porque lo nombran al Papa en el canon, pero después ni lo mencionan en sus prédicas y discursos, a no ser para criticarlo.
-----------Paolo, hoy no tengo nada para decir al respecto; sólo que vuelvan al Catecismo, al de san Pío X si quieren, o al de las 93 preguntas y respuestas, si ése fue el de su Primera Comunión, y que repasen lo que significa ser católico, y lo que significa el Papa para la vida de un católico. Es muy sencillo. Muchos son los que deberían recordarlo de vez en cuando. Se trata de sufrir también la Pasión de la Iglesia, incluso viendo al Papa como victimario, si ése es el caso, pero no escurrir el bulto.
----------Como Paolo advirtió que por allí no iba a seguir la charla, apuntó los cañones hacia otro lado.
-----------Su nota sobre Karl Rahner, ha traído cola. Tuve que borrar varios mensajes con insultos, pero aquí le traje este que usted podría tener en cuenta. Por supuesto, no está en su misma posición, ya que, para él, Rahner es un mentor del Concilio, no su traidor. Lo borré porque no dialogaba, pontificaba...
-----------Sobre Rahner lo que hay que tener siempre en cuenta es su "error" de base, su error más peligroso y dañino: el jesuita alemán ha intentado proponer un nuevo modo de vivir el catolicismo, presentándolo como la realización de las indicaciones del Concilio Vaticano II. En realidad, Rahner ha malentendido en sentido modernista los impulsos del Concilio. El Vaticano II ha intentado proponer el Evangelio al mundo moderno y modernizar nuestro vivir católico, pero asumiendo de la modernidad sólo lo bueno, es decir, lo que es compatible con el Evangelio. En cambio, Rahner ha hecho una labor al revés: ha tomado del Evangelio sólo lo que es compatible con la modernidad. El resultado desastroso, aunque también seductor, ha sido el de asumir la modernidad en bloque, de modo a-crítico, como si la modernidad fuera el criterio absoluto de la verdad, olvidando que la verdad absoluta no es la modernidad sino Cristo. De este modo, su falso criterio ha conducido a Rahner a traicionar a Cristo, para ceder a los errores de la modernidad.
-----------¿Qué me dice de Viganò y sus últimas intervenciones? Ha habido varios comentaristas que se han sorprendido de que Ud. no haya comentado nada en el blog.
-----------Viganò se confunde el Concilio con el post-Concilio, y está a punto de afirmar que los errores doctrinales modernistas que padecemos no son errores del post-Concilio, sino de los mismos documentos del Concilio, lo que... a buen entendedor, lo haría caer en donde vos sabés que caería... Creo que don Roberto de Mattei se ha dado cuenta de que el ex-nuncio se está pasando de rosca. ¿Te diste cuenta que Corrispondenza Romana, una web tan solícita en publicar siempre todas las declaraciones de Viganò, no ha dicho hasta ahora ni media palabra sobre el asunto ventilado en su últimas histerias?... Te repito: en sus últimas declaraciones Viganò no parece distinguir lo que ha sido propio del Concilio de lo que es propio del post-Concilio, o sea, de los tergiversadores del Concilio; creo que De Mattei y otros empezaron a darse cuenta del "magisterio paralelo"...
-----------¿Cómo es eso del "magisterio paralelo"?...
-----------Bueno, esa expresión yo se la aplico a Viganò de un modo inusual, nada que ver con su sentido original. La expresión "magisterio paralelo" fue acuñada por el papa Pablo VI para significar una corriente de teólogos modernistas, los cuales, en lugar de estar sujetos al Magisterio oficial de la Iglesia y al Papa, pretendían avanzar por cuenta propia, no en obediencia al Magisterio, sino de modo paralelo al Magisterio, con el resultado inevitable que, descuidando los criterios de su labor teológica sobre la pureza de la doctrina evangélica, que sólo Roma puede asegurar, se permitieron (y se siguen permitiendo) ser seducidos por los errores de la modernidad. La obra del teólogo es muy valiosa, pero sólo en cuanto se mantiene en comunión con la Iglesia y con el Papa, dispuesto eventualmente a dejarse corregir por el Magisterio, en caso de caer en el error.
----------Yo no estoy diciendo que Viganò sea teólogo, no lo es por supuesto, pero desde hace rato viene "pontificando" en cátedra propia, y en la Iglesia hay una sola Cátedra infalible, la de Pedro. Me parece que se está pasando de rosca... Es otro modo de querer luchar por la reforma de la Iglesia desde afuera, una ilusión ya nacida con Lutero, y sabemos en lo que terminó. Yo que Viganò empezaría por darme cuenta de quienes son los que están muy solícitos por publicar sus declaraciones: has visto que entre sus seguidores no faltan los sedevacantistas, los benevacantistas, los lefebvristas, los de la resistencia lefebvrista, y todos los que no cesan de atacar al papa Francisco. De modo que habría que decirle a Viganò: mira con quien andas y... Yo que el ex-nuncio, reflexionaría acerca de quienes son los que me siguen. A la Iglesia se la reforma desde adentro, no hay otro modo y el primer paso es aceptar sufrir con ella, sufrir con ella su Pasión, sufrir con este Papa la parte que nos toque sufrir de la Pasión de la Iglesia, porque hoy estamos en el tiempo final, en los tiempos de la Pasión de la Iglesia, así lo ha dispuesto la Providencia.
-----------¿Viganò está cayendo en alguna herejía?... ¿En cual de ellas? Se dice que las herejías son siempre las mismas, pero que retornan con diversos nombres y máscaras... ¿Cuál es la de Viganò?...
-----------No me hagas decir lo que yo no dije. Sólo te dí mi parecer. En Viganò sólo advierto una especie de difuso "magisterio paralelo", que está teniendo eco en muchos sectores, y que Viganò parece re-alimentarse con sus seguidores y los co-firmantes de sus manifiestos. Nada de eso me huele a verdaderamente católico. Y respecto de las herejías, así es, como dices. Las herejías se asemejan a los males del cuerpo: así como los órganos son siempre los mismos y cada órgano está sometido a un cierto número de problemas, también las enfermedades son siempre las mismas. De manera parecida sucede con las herejías, en cuanto los variados aspectos de la vida del espíritu son siempre los mismos en todos. Sin embargo, como cada tanto sucede que se descubre una nueva enfermedad, de parecida manera sucede que surge alguna nueva herejía, causada por el surgimiento de un nuevo aspecto de la vida del espíritu. Por ejemplo, hoy que se sabe claramente que la Biblia enseña la igual dignidad del hombre y la mujer, sería herético que se la negase, mientras que en un tiempo en que de buena fe se creía de modo diferente, no nos dábamos cuenta de que íbamos contra la fe. Esto, por supuesto, no quiere decir que la fe haya cambiado, porque la Iglesia jamás ha declarado doctrina de fe la superioridad del varón, sino que se trataba de una simple opinión humana comúnmente difundida. ¿Qué quiero decir?... El subjetivismo antropocéntrico modernista, tan difundido a partir del post-Concilio, fruto sin duda de las ambigüedades de los textos conciliares (¡no errores!) ha contagiado incluso a los supuestos defensores de la Verdad y la pureza doctrinal. La Iglesia es Una por la Verdad, y la Iglesia se funda en la Fe de Pedro, que creyó en Aquel que es la Verdad en persona, y quien lo constituyó la Roca o fundamento de la Iglesia. Todo lo demás es subjetivismo antropocéntrico modernista que contagia a muchos más de lo que piensas.
-----------¿Ha contagiado a Viganò?
-----------"Tu dicis...", Juan 18,37. No pongas en mi boca lo que yo no dije. Y, por supuesto, descuento la buena intención del ex nuncio en los Estados Unidos. Pero ya el padre Faber lo decía en su "profecía", relativa a nuestros propios tiempos, en el sentido de que el fin del mundo se caracterizará por hombres que harán el mal mientras piensan que hacen el bien.
----------Viendo Paolo que por ese lado no iba a lograr que yo soltara prenda, pasó a otro tema:
-----------Hábleme un poco más del Concilio, tío, porque parece seguir siendo la manzana de la discordia, y los comentaristas en el foro no se cansan de discutir sobre el tema.
-----------¿Te parece poco lo que llevo escribiendo en el blog sobre el Concilio?
-----------¡Y todo lo que va a tener que seguir escribiendo!, me parece. Porque para los modernistas es un super-dogma, indiscutible, intocable. Y para los tradicionalistas es un super-conciliábulo, no vale nada, tiene valor: nulo. Para los católicos sin adjetivos, ¿qué significa el Concilio Vaticano II?
-----------En realidad, los modernistas no creen en los dogmas, porque niegan su inmutabilidad. Ciertamente, para ellos el Concilio es intocable, no se toca, pero sólo en cuanto ellos invocan para sí mismos la única interpretación, rechazando la interpretación hecha por el Magisterio. Por consiguiente, para ser más exactos, deberíamos decir que para los modernistas, más que un "super-dogma", es un ídolo que ellos, por otro lado, también manipulan como se les antoja y les gusta. Ellos no permiten que otros hagan ninguna observación al Concilio, pero ellos se permiten hacer las que reflejan su modernismo. Por el otro extremo, también herético, el Concilio causa horror a los tradicionalistas abusivos, a los lefevrianos por ejemplo, no a los sanos tradicionalistas, como sigue habiendo muchos, afortunadamente. La diferencia entre el malsano tradicionalismo y el sano está en el hecho que estos últimos saben armonizar la Tradición con las novedades doctrinales del Concilio, las cuales, como ha dicho y repetido Benedicto XVI (¡que Dios aún lo conserve en vida!), están en continuidad con la Tradición. El Concilio puede tener bastante criticable en las disposiciones pastorales, pero no en las doctrinales-dogmáticas, porque en ellas los Padres conciliares podrán haber sido todo lo ambiguos o confusos que quieras, pero no se equivocaron, la Iglesia no se equivoca en la doctrina.
-----------Ha habido un comentarista que mencionó al cardenal Kasper, que hoy aparece más bien poco en las noticias, pero que significó mucho en los primeros años del papa Francisco, y que él dijo que era su teólogo de cabecera. Un comentarista del foro despotricó diciendo que las ideas de Kasper son las directas responsables de las confusiones que vivimos en este pontificado. ¿Qué dice Ud. a eso?
-----------Te confieso que no he leido casi nada de Kasper últimamente, y desde hace años, ni siquiera lo leí cuando tuvo bastante que ver en los Sínodos sobre la Familia durante este pontificado. Yo ya estaba vacunado desde el seminario, cuando cayeron a mis manos aquellos primeros libros suyos que editaba la española Sígueme, así que pronto dejó de interesarme. Te puedo decir lo que recuerdo de aquello. Conozco bien la cristología de Kasper, la cual por desgracia no tiene suficientemente en cuenta la inmutabilidad de la verdad de fe, hasta el punto de afirmar que Dios al encarnarse ha "cambiado", lo cual es una verdadera y propia herejía. Algo de esto me parece que se le ha notado al papa Francisco cuando en alguna charla con Scalfari ha hablado en términos dudosos sobre la encarnación. Por lo demás, Kasper también es escéptico frente a algunos de los milagros de Cristo, como por ejemplo el de la multiplicación de los panes y el de los cerdos endemoniados. Y sí, también Francisco ha tenido sermones confusos sobre estos milagros. No es prudente. Además Kasper, en su prolongada labor al frente de las actividades ecuménicas de la Iglesia, siempre ha sido demasiado indulgente con los protestantes, como si sus herejías no se hubieran vuelto a difundir, y como si el Concilio de Trento se hubiera equivocado al condenarlas. Lo cual es absolutamente falso y ha provocado la cripto-conversión de muchos católicos al protestantismo, en lugar de conducir a Roma a los protestantes. Por lo cual no me sorprendería encontrar, como me ha sido señalado por algunos cofrades, este relativismo historicista también en sus últimas declaraciones y escritos. En suma, mantengo sobre Kasper mi opinión del tiempo de seminarista: es un teólogo peligroso, nada recomendable para estos tiempos de confusión.
----------La charla de domingo siguió un buen rato más, pues también hablamos de lo que dice el cardenal Angelo Scola en la nueva edición de su libro; expresiones que se conocieron estos días, en las que hace una fuerte defensa de lo que significa la Cátedra Petrina para un católico. Pero como eso me dará pie para una nota algo más larga, prefiero demorar ese tema para alguna próxima publicación.

9 comentarios:

  1. Fr Filemón: Comparto lo que Ud. dice, pero también comparto lo que Viganó dice. Creo que el arzobispo tiene razón. Lo que yo entiendo es que Viganó no se refiere a errores doctrinales en el Concilio (que no los puede haber) sino a ERRORES PASTORALES: esos errores son la causa del desastre que hoy vivimos en la iglesia, y que el desastroso pontificado del papa Francisco ha puesto en evidencia. Es lo que Ud. también viene diciendo desde hace tiempo.

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  2. Berengario de Tours17 de junio de 2020, 5:46

    Vergara: Tiene Ud. razón. Eso es lo que dice Viganó, y eso es también lo que dice el padre Filemón. Es el Concilio Vaticano II el que ha causado esta enfermedad terminal para la Iglesia, que ya se notaba en los pontificados de Pablo VI, Juan Pablo II Y Benedicto XVI, pero que el pontificado de Francisco ha puesto claramente en evidencia. Estos desastrosos años de Francisco han puesto en evidencia los errores pastorales indicados por el Concilio, agravados por un post-concilio motorizado por los modernistas y por la reacción tradicionalista que no aportó ninguna solución, sino que agravó las cosas.
    Claro que en su denuncia, Viganó no se anda con precisiones de teología, no le preocupa distinguir lo doctrinal de lo pastoral en el Concilio.
    El problema es que cuando Viganó dice que el desastre actual tiene por causa el Concilio, hay quienes quieren llevar agua para su molino: los tradicionalistas abusivos. Viganó no hace estas precisiones, pero, por supuesto, se refiere a errores pastorales del Concilio.
    No hay nada en la DOCTRINA del Concilio Vaticano II que no se pueda entender en armonía con la Tradición, y ese es el sano tradicionalismo (como dice en esta nota el padre Filemón), pero también hay que decirlo claramente: el Concilio tiene gruesos ERRORES PASTORALES, agravados por el post-Concilio tendencioso.

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  3. Si, pero no se olviden de Karl Rahner, el "gurú" del post-Concilio.
    No creo que los errores pastorales y disciplinarios del Concilio hubieran tenido los desastrosos efectos de estos cincuenta años, si no hubiera habido profetas como Rahner, que fueron seguidos por miles de sacerdotes, comenzando por los profesores de seminarios, que estaban a la espera de sus libros para comenzar a enseñar novedades en sus clases. De ahí salió todo.
    Tiene razón el padre Filemón en cargar las tintas contra Rahner. Pablo VI le dió vía libre, pero al finalizar el Concilio Rahner se aprovechó de su fama y popularidad para construir esa otra Iglesia Nueva, de la que habla mons. Viganó.

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  4. No tengo problemas con lo que dice Viganó, al contrario, comparto casi todo lo que dice, aunque me gustaría que fuera más preciso, como aquí se ha dicho.
    Tengo problemas con quien lo dice.
    Fíjense con todos los que hoy hablan en la misma línea de Viganó. Todos son "ex", todos han perdido algo, o han sido excluídos de sus puestos: Burke, Müller, Schneider (que llegará a sus 75 seguramente siendo obispo auxiliar), o para mencionar a los nuestros: Aguer, Basseotto...
    Todos hablan "después". Nadie habla "durante".
    Fíjense en Sarah, queriendo quedar bien con Dios y con el diablo. ¿Hablará ahora, cuando Francisco le acepte la renuncia?... Si habla, se confirmará la regla...

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  5. Se ve que Viganó tiene tiempo de sobra para seguir hablando y escribiendo cartas. Acaba de aparecer otra, a un colaborador de Tossatti en su blog.
    No tengo dificultades con lo que dice. Pero me gustaría que en vez de Viganó, o Lenga, o Burke, escribiera así el arzobispo de París, por ejemplo, y no los ex, que parecen sangrar por las heridas. En eso tiene razón Angel O.

    M.D.

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  6. Fr Filemón: Tiene razón lo que dice de De Mattei. Hasta ahora ni palabra de Vigano y su declaracion sobre los daños del Concilio. De Mattei acaba de publicar una nueva nota en su portal, y se refiere a... ¡la beatificación de Cristobal Colon!
    Me parece que algo ha cambiado en el concepto de De Mattei sobre Viganó, de lo contrario no se explica.

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  7. Ángel del Castillo17 de junio de 2020, 8:12

    Padre Filemón: En el papa Francisco es cierto que se nota la influencia de Kasper. En los dos casos que Ud. dice, en sus declaraciones sobre la encarnación del Verbo, y también cuando ha predicado sobre la multiplicación de los panes. Le faltó decir que también se nota en el papa Francisco su concepción ecuménica, por el acercamiento a los luteranos y a la figura de Lutero, que eso también nace de Kasper.

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  8. Fr Filemón: Es cierto lo que dice sobre De Mattei. Doy fe que soy un fiel seguidor del profesor Roberto de Mattei, y lee todos sus artículos, sin ni siquiera esperar las traducciones al español. Los leo directamente en Corrispondenza Romana o Radio Roma Libera, y doy fe que no pasa un día o dos que Corrispondenza Romana publicaba siempre todo lo que salía de Viganó. Pero ahora es muy evidente (hasta ahora, y ha pasado ya demasiado) nada ha dicho sobre su última carta en la que se refiere al Concilio.
    Muy extraño. Pero, por mi parte, espero ansiosamente que De Mattei se refiera a eso, para comprobar si nos ofrece alguna clave interpretativa.

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  9. El cardenal Kasper ha sido discípulo de Karl Rahner. En las homilías del papa Francisco, y en las alocuciones, se le notan ideas tanto de uno como de otro. No creo que Bergoglio haya leído ni menos estudiado, enteramente, ni a Kasper ni a Rahner. Apenas debe citar de oídas algunas de sus ideas (como parece evidente la idea del cristianismo anónimo, en Laudato si, y en Querida Amazonia). Pero no debe buscarse en el actual Papa profundidad teológica.

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