martes, 4 de abril de 2023

La teología acerca del sacrificio de Jesús (4/11)

En la nota de hoy seguimos examinando interpretaciones teológicas del sacrificio de Jesús, que en diverso grado y medida se apartan del dogma católico. Tras haber comentado las tesis del padre Alberto Maggi y las tesis del padre Carlo Molari, hoy examinaremos otras tesis gravemente alejadas de la doctrina católica, sustentadas por el padre Felice Scalia. [En la imagen: fragmento de "Cristo crucificado", óleo sobre lienzo de Pedro Pablo Rubens, obra de 1610-1611, conservado y expuesto en el Museo Real de Bellas Artes de Amberes, Bélgica].

El repudio del sacrificio de Cristo en el padre Felice Scalia
   
----------En días recientes hemos examinado las tesis del padre Alberto Maggi y del padre Carlo Molari acerca del sacrificio de Cristo. En la publicación de hoy y en la de mañana veremos algunos pensamientos del sacerdote jesuita Felice Scalia acerca del mismo tema, publicados en un artículo periodístico en marzo de 2017. Reproduciré algunos pasajes suyos, con mi correspondientes respuestas.
----------1. Comienza diciendo el padre Felice Scalia: "Llama la atención que el cristianismo esté también impregnado del fantasma y de la trágica realidad del sacrificio y de la sangre expiatoria de inocentes. Ese cristianismo que, sin embargo, presume referirse enteramente a Jesús de Nazaret, a ese 'Hijo del hombre' e Hijo de Dios que rechazó decididamente la misma idea del sacrificio y abolió su industria en el Templo, afirmando que el Padre quiere 'misericordia y no sacrificios'...".
----------Respuesta. Como he demostrado ampliamente en mis precedentes artículos, nuestro Señor Jesucristo de ninguna manera ha rechazado sacrificarse por nosotros para satisfacer al Padre ofendido por nuestros pecados, para expiar nuestras culpas, para reconciliarnos con el Padre, y obtenernos gracia, misericordia y perdón del Padre, para pagar al Padre con su sangre el precio de nuestro rescate y de nuestra redención, para arrebatarnos de la esclavitud del demonio.
----------Jesús fustigó en el templo a los mercaderes no tanto por su actividad permitida por la Ley de vender los animales para ser ofrecidos en sacrificio, sino por su codicia, por la cual ellos explotaban una actividad en sí legítima como la de los sacrificios del Templo, con fines de lucro deshonesto.
----------Cuando Jesús cita las palabras del profeta Oseas, cuando dice: "no quiero sacrificios", se está refiriendo a aquellos sacrificios de animales que fueron ofrecidos en forma prefigurativa respecto de su propio sacrificio, sacrificios que Él había venido a abolir y a sustituir. Y esto aparece evidente de las mismas palabras que el celebrante pronuncia in persona Christi al momento de la consagración del pan durante la Misa: "Este es mi cuerpo, ofrecido en sacrificio por vosotros".
----------2. Dice Scalia: "Entre el pueblo es común la idea de que algún mal terrible, las terribles consecuencias de algún accidente de tránsito, sean enviados por Dios para hacer "pagar" pecados cometidos en juventud. Y hoy en la Iglesia católica si se quita de la liturgia (misal, sacramentarios, liturgia de las horas...) la mentalidad sacrificial y la palabra 'sacrificio', es difícil predecir que es lo que permanecerá".
----------Respuesta. No es en absoluto impropio, sino más bien una actitud piadosa y saludable considerar que las desventuras sean enviadas por el Señor para pagar pecados de juventud. De tal modo, purificándonos de los pecados y descontando aquí las penas que de otro modo tendríamos que descontar en el purgatorio, evitamos el purgatorio y vamos directamente al paraíso del cielo.
----------En cuanto a la eventualidad que de las prácticas litúrgicas y sacramentales se elimine la palabra "sacrificio", es evidente que en tal caso se vería puramente y simplemente eliminada la actividad propia de la virtud de religión, cuyo acto fundamental es la ofrenda del sacrificio cultual y expiatorio, que constituye la base, la forma y la razón de toda la sacramentaria y la liturgia católica.
----------3. Continúa diciendo Scalia: "Perturba el hecho de que para recordar cada día, casi en modo obsesivo, a sacerdotes y pueblo, que el dolor debe ser recibido como gracia divina, 'en penitencia por los pecados propios y ajenos', ha sido permitido agregar en la misa, en el momento de la consagración, palabras que Jesús nunca ha pronunciado, como 'ofrecido en sacrificio por vosotros'...".
----------Respuesta. El dolor vivido por el fiel cristiano con Cristo en Cristo y por Cristo en penitencia por los pecados propios y ajenos es fácilmente soportado, porque pierde su esterilidad y se convierte en principio de redención, de expiación y de salvación. El dolor se transforma así de amigo de la corrupción y de la muerte, en fuente de vida, de consuelo, de esperanza y de alegría. ¡Bienaventurados aquellos que en la fe en Cristo saben vivir el dolor de este modo! Desgraciados los que se debaten desesperadamente en el dolor sin saber encontrar un sentido y un camino de salida. Dementes y masoquistas los que se revuelcan en el dolor como si el dolor fuera el destino y la norma de la vida.
----------En cuanto a la palabra "sacrificio" presente en las palabras de la consagración eucarística, es cierto que no deriva de las palabras relatadas por los Evangelios y por san Pablo, pero si la Iglesia la ha puesto, es evidentemente porque la Iglesia, cumpliendo su tarea de ser intérprete de las palabras del Señor, ha considerado que esa palabra esclarece lo que Jesús entendía decir. O es posible que efectivamente la haya dicho, pero que los hagiógrafos no hayan pensado en hacerlo y que en cambio esa palabra haya sido insertada por iniciativa de algún Apóstol presente en la Última Cena, en el momento de preparar el canon de la Misa.
----------O bien, dado que es de suponer que Jesús, durante los cuarenta días de su permanencia entre nosotros después de la resurrección, haya celebrado Misa varias veces, como probablemente ha hecho con los discípulos de Emaús, es posible que haya usado esa palabra en aquellas circunstancias. En todo caso, sería impío creer, como hace Scalia, que la Iglesia haya actuado arbitrariamente en una circunstancia delicadísima como la de la Cena del Señor, que pone en juego todo el sentido de la vida terrena de Cristo.
----------4. Dice seguidamente Scalia: "Toda voz disonante, toda toma de distancia de aquellas concepciones que corrían el riesgo de reducir la celebración de la 'Fracción del pan', a rito sagrado para vaciar el purgatorio, cada alarma lanzada para desconfiar de esa mentalidad que hacía de Dios un personaje cruel e increíble, ciertamente sideralmente lejano del Padre del cual ha hablado Jesús, cosas como estas han sido como mínimo tildadas como sospechosas, peligrosas, si no incluso francamente heréticas".
----------Respuesta. No hay duda de que la Misa es normalmente ofrecida por la liberación de las almas del purgatorio. El Dios que exige ser compensado y al cual se debe dar satisfacción y se deben ofrecer sacrificios y es necesario propiciar por la ofensa del pecado a fin de ser perdonados y poder reparar adecuadamente, no es para nada un Dios cruel, sino un Dios Dios justo y amantísimo, aunque justamente nos haya castigado con la muerte, porque precisamente uniéndonos a la pasión y muerte de su Hijo nosotros obtenemos el don inmenso de la filiación divina, que nos hace más allá de todo mérito partícipes de la vida de la Santísima Trinidad y herederos de la vida eterna en la tierra de los resucitados. Y este es exactamente el Dios Padre, del cual Jesús nos ha hablado. Es claro entonces que negar estas verdades salvadoras es herejía.
----------5. Dice Scalia: "Cómo a partir del 'gozo del evangelio' hayamos llegado a concebir la vida en la tierra como tiempo de expiación y de sacrificios; cómo si casi hemos llegado a dar a Dios el rostro terrible de la diosa Kali (diosa sobre los dioses, manifestación del rostro auténtico del cosmos), o el rostro terrible de las divinidades mesopotámicas, es objeto de serias investigaciones también en la historia de religiones ¿Debemos partir del equívoco sobre el sacrificio de Isaac pedido por un indistinto 'Eloim' a Abraham? No es fácil saber si la aquiescencia popular a la explicación común del intento de sacrificio de Isaac, se deba a la convicción obvia, arcaica, de que la vida exige la muerte del otro, aunque sea inocente, o bien a la creencia de que Dios es dueño de toda vida, que él está por encima de toda moral, que para poner a prueba a Abraham y 'ver' hasta qué punto le era fiel, podía tranquilamente tomar en cuenta el terror mortal de un niño, la agonía de una madre, la fiabilidad de un padre, la muerte de un inocente tratado como un animal para holocausto".
----------Respuesta. La alegría del Evangelio proviene exactamente de la alegría de dar y sacrificar nuestra vida por Dios y por el prójimo siguiendo el ejemplo de Cristo y de los Santos. Los sacrificios humanos, que eran típicos de los pueblos circunvecinos a Israel, vienen decididamente condenados desde el Antiguo Testamento. La exégesis moderna nos dice que Abraham se había formado la idea de que Dios quisiera verdaderamente el sacrificio del hijo precisamente porque estaba sugestionado por las ideas malsanas de aquellos pueblos crueles. A todos les pasa creer que sea voluntad de Dios lo que no lo es. Abraham estaba en buena fe y solo en el último momento Dios le abre los ojos haciéndole entender que estaba cometiendo un homicidio.
----------Es verdad que el sacrificio religioso conlleva la renuncia a algo precioso para ofrecérselo a Dios, y es verdad que un hijo es lo máximamente precioso que un padre puede tener. Pero la Carta a los Hebreos deja claras dos cosas: que sólo el sacrificio de Cristo puede ser eficaz y que el verdadero sacrificio debe ser el sacrificio de sí y por lo tanto debe ser un acto voluntario de obediencia a Dios. Sin embargo, Dios recompensa a Abraham porque estaba en buena fe. La fe no implica necesariamente una certeza objetiva. Dios es tan bueno que nos recompensa aun cuando cometemos errores sin darnos cuenta.
----------6. Continúa diciendo Scalia: "Pero existe una tercera hipótesis posible para explicar y, de algún modo, justificar la práctica sacrificial en el cristianismo. Ella se debe primero a san Pablo, y luego, hacia el 1050, a Anselmo de Aosta con su célebre diálogo 'Cur Deus homo'. Pablo es un judío-fariseo, y ante la muerte de Jesús en la cruz no sabe de verdad qué pensar. ¿Puede el Mesías esperado durante siglos, prometido por el Padre, morir como 'maldito'? ¿Como hombre fracasado, repudiado por el mismo Dios en cuyo nombre hablaba y cuyo rostro decía haber revelado? Pedro, que reprocha a Jesús su hablar de arrestos, castigos inauditos, flagelaciones y crucifixiones, algunos años antes, había sido presa de este mismo desconcierto: cosas como estas que dices, Maestro, no se piensan y mucho menos se dicen, porque son absurdas".
----------Respuesta. El padre Felice Scalia distorsiona el pensamiento de san Pablo. Para Pablo, Cristo aparece maldito y rechazado por Dios a los ojos de los incrédulos, mientras que en realidad Cristo es glorificado por el Padre que lo coloca en el vértice y en el fundamento de toda la creación y el recapitulador de todas las cosas, precisamente gracias a la cruz que ha padecido. En cuanto a Pedro, es claro que no había captado cómo Cristo debía alcanzar su gloria a través de la cruz.
----------7. Dice Scalia: "Entre los años 45 y 55 Pablo afronta el 'escándalo de la cruz' en una teología especulativa muy alejada de las narraciones evangélicas que transmiten palabras y gestos de un modesto carpintero galileo, portador de un proyecto de vida humana bajo la mirada benévola de un Padre que quiere la felicidad de los hombres. Además, Pablo no ha conocido en absoluto al 'Jesús según la carne', es decir, en carne y hueso. Ha conocido al Hijo de Dios, Mesías y Señor nuestro que es Cristo, el Resucitado que 'está sentado a la diestra del Padre' en el cielo. Sin duda, también para Pablo el Resucitado es aquel que antes ha sido crucificado; sólo que mientras para los evangelios la muerte de Jesús fue un asesinato querido por la autoridad religiosa y política, por los hombres en todo caso, para Pablo fue un sacrificio querido por el Padre".
----------Respuesta. Los Evangelios nos narran con claridad, como vemos en el episodio del huerto de Getsemaní y en varias declaraciones de Cristo, que su sacrificio ha sido querido por el Padre, si bien es cierto que Jesús fue asesinado por odio de sus enemigos. A tal respecto se puede decir que un significado de la muerte de Jesús ha sido el de ser la muerte del mártir que no se rinde ante la perspectiva de la muerte, para permanecer fiel a su testimonio en favor de Dios. Pero el reducir la muerte de Cristo a esto, como lo hace Schillebeeckx, quiere decir privar de su significado peculiar a la muerte de Cristo y reducirla a la de un puro hombre piadoso cualquiera, y pasar por alto el valor universalmente salvífico de la muerte de Cristo como sacrificio expiatorio de reconciliación con Dios para la remisión de los pecados.
----------Por lo demás, hay que recordar que nuestro Señor Jesucristo no ha sido simplemente asesinado como un malhechor cualquiera, sino que ha sido castigado con la muerte por las autoridades bajo la acusación de haberse hecho dios, pretensión impía que la ley mosaica castigaba con la muerte. Hoy los panteístas que se divinizan a sí mismos son cosa frecuente y tolerada o incluso admirada, como si se tratara de genios especulativos, pero en los tiempos de Jesús se tenían las ideas correctas y no se bromeaba con estas cosas. La tragedia ha sido que Jesús era verdaderamente Dios y no ha sido reconocido como tal, mientras que hoy los fanfarrones panteístas pululan y son honorificados.
----------8. Scalia: "Jesús de Nazaret, afirma Pablo, es el Salvador, aquel que libera al hombre del pecado, y para ello no hay otro camino que el sacrificio de sí, porque los pecados se expian con la sangre. Cristo, por tanto, debe soportar la ira de Dios desatada sobre todos los pecadores, hacer recaer sobre sí el juicio justo y tremendo de Dios. Precisamente con la muerte de Jesús, Dios ha condenado 'al pecado en la carne' y Jesús de Nazaret deviene 'maldición' y 'pecado' por nosotros. En compensación, 'con su sangre', con su muerte, Dios se ha 'adquirido la iglesia'. Dios 'con la sangre de Cristo ha vuelto a pacificar a los seres de la tierra y a los del cielo'.
----------La Carta a los Hebreos es aterradora: 'sin efusión de sangre no se hace remisión'. No menos aterrador es este Dios que ha tenido necesidad de tanta sangre y de tanta abyección para hacer justo al hombre y perdonarle sus pecados. La película 'The Passion of the Christ' de Mel Gibson del 2004 no sé si se haya alejado o acercado a este tipo de Dios sanguinario por misericordia".
----------Respuesta. San Pablo y la Carta a los Hebreos retoman la enseñanza de Isaías cap. 53: el Siervo de Dios "ha cargado con nuestros sufrimientos, ha llevado consigo nuestros dolores. Él ha sido traspasado por nuestros delitos, molido por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la salvación se ha abatido sobre él. Por sus llagas hemos sido sanados". Esto quiere decir Pablo cuando dice que la reconciliación viene de la sangre de Cristo y la Carta a los Hebreos cuando dice que sin efusión de sangre no hay remisión.
----------Presentar al Padre como un asesino sediento de la sangre del Hijo y del pecador es una horrible blasfemia. Dios no ha querido la muerte. Ella es castigo del pecado. Dios en el Hijo asume esa muerte que ha venido al mundo independientemente de Él y contra su voluntad, se la carga sobre sus espaldas aunque no la merezca y de ella, al precio de su sangre, nos obtiene el perdón, la reconciliación y la paz. Dios no quiere nuestra sangre, sino que nos da su sangre a fin de que al ofrecer nuestra sangre en Él a su vez, podamos tener la vida.
----------9. Continúa diciendo Scalia: "No nos sorprende tanto que los fieles cristianos hayan aceptado con facilidad las perspectivas esbozadas más arriba como dogma de fe de nuestra salvación. Sobre todo porque el sacrificio de Jesús en la cruz viene transformado en un sublime ejemplo de amor hacia nosotros, llamados a amarnos y a servirnos los unos a los otros, en el amor, hasta el extremo, 'como él nos ha amado'. La verdad es que tenemos a nuestras espaldas dos milenios de predicación basada en la teología paulina, y desde hace casi un milenio la 'versión' que de tal modo de ver las cosas ha hecho Anselmo de Aosta, agudo, riguroso, lógico, brillante filósofo-teólogo medieval. La teoría 'satisfactoria' o de la 'satisfactio vicaria' es suya".
----------Respuesta. Scalia demuestra no entender absolutamente nada de la sublimidad y de la especificidad sobrenatural del amor cristiano, de Aquel que, como enseña Cristo, da la vida por sus amigos siguiendo el ejemplo de Cristo mismo, es decir, del sacrificio de la cruz. La teoría de la satisfactio vicaria, elaborada por Anselmo siguiendo el impulso recibido de san Pablo, ha sido dogmatizada por el Concilio de Trento y es verdad de fe indispensable para nuestra salvación.

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