viernes, 30 de septiembre de 2022

De asinis theologicis (2/2)

Con la ignorancia religiosa que circula actualmente, ¡cuánta necesidad hay de Centros de investigación en ciencias de la religión, de enorme utilidad tanto para historiadores como para teólogos! Sin embargo, es necesario estar en plena comunión con la Iglesia y nutrirse de la sana doctrina. De poco vale la erudición, y de hecho sería peligrosa, sin este celo por la verdad. "Scientia inflat, caritas vero aedificat" (1 Cor 8,1).

La nota del papa Francisco sobre Rahner
   
----------Cuando hace dos años atrás fue publicada la encíclica Fratelli tutti, Alberto Melloni citó sumamente complacido la nota 67 de la encíclica, correspondiente al punto donde el papa Francisco cita una breve afirmación de Karl Rahner: "en cualquier caso el hombre tiene que llevar a cabo esta empresa: salir de sí mismo". La frase citada por el Santo Padre pertenece a un librito de Rahner, que se difundió mucho, incluso en Argentina, a fines de los años sesenta: El año litúrgico, una colección de homilías (editorial Herder, Barcelona 1966, p.28). Todavía ha permanecido en mi biblioteca. La frase citada es una afirmación que, tal como suena, es ciertamente aceptable, e incluso bella, pero que en Rahner puede tener y de hecho tiene otro sentido, como muchísimas de sus aserciones de doble sentido: uno edificante y otro engañoso.
----------Naturalmente, el Papa, en Fratelli tutti, con gesto magnánimo, la interpreta benévolamente, in meliorem partem: el hombre debe decidirse si salir de sí mismo, de su propio egoísmo, para saltar generosamente y con entusiasmo hacia los demás y hacia Dios ¿Quién desaprobaría un pensamiento de tal género?
----------Pero he aquí la trampa del significado rahneriano propiamente dicho: en el contexto de la antropología sobrenatural rahneriana, el "salir de sí" es visto, sí, como efecto de la gracia sobrenatural, pero lo sobrenatural rahneriano no es -por explícita declaración de Rahner- una vida divina que se añade a la naturaleza, sino que es un "existencial" necesario de la concreta existencia histórica de todo hombre, del hombre como tal, por lo cual el hombre "se auto-trasciende en Dios como horizonte de la autotrascendencia humana".
----------En suma: no se trata de un verdadero sobrenatural, sino que es un divino que corresponde a la misma concepción rahneriana del conocer humano, concebido sobre el módulo hegeliano, denunciado por Cornelio Fabro, de la identidad del conocer y del ser, que conduce a identificar el saber humano con el saber divino. De ahí el resultado panteísta de la antropología de Rahner, denunciado por el cardenal Ratzinger, en su acusación hecha a Rahner de equiparar la libertad humana a la libertad divina (cf. Joseph Ratzinger, Teoría de los principios teológicos, editorial Herder, Barcelona 1985, pp.194-204).
----------Ahora bien, ¿cómo evaluar esta citación de Rahner que hace el Santo Padre en la encíclica Fratelli tutti? ¿Se trata de una aprobación del rahnerismo? Eso es impensable, dado el contraste de los principios de Rahner con la doctrina de la fe. En efecto, el propio papa Francisco muchas veces ha tenido ocasión de corregir errores rahnerianos sin nombrarlo, tanto en gnoseología, como en ontología, en cristología, en teología de los sacramentos, en eclesiología, en el misterio trinitario, en la interpretación del Concilio Vaticano II, en la doctrina de la gracia y del pecado, en antropología, en moral, etc.
----------En la última parte de la encíclica, antes de la referencia al acuerdo de Abu-Dhabi, el Papa se lanza a elevadas y profundas consideraciones filosóficas y teológicas sobre la condena del relativismo y del subjetivismo, sobre la objetividad e inmutabilidad de la verdad y de los supremos valores, sobre la dignidad humana, sobre la dignidad de la conciencia, sobre los fundamentos teológicos y metafísicos de la moral, sobre la universalidad e intangibilidad de los derechos del hombre y de la ley natural, las cuales son todas aserciones que hacen limpieza general del relativismo, del idealismo y del historicismo rahnerianos.
----------Por consiguiente, de una simple frase de dieciseis vocablos no se puede deducir nada. Y nada impide a un Papa citar una frase aceptable de un determinado autor por lo demás condenable. Era asombroso, pero también significativo que el Pontífice, en siete años de pontificado hasta ese momento, no hubiera nunca citado nada de un autor como Rahner, conocidísimo y muy influyente, con miles de publicaciones en su haber, cuando Francisco no tiene problemas en citar autores, incluso herejes, como Lutero.
----------Entonces, ¿cómo se debe interpretar este silencio, que se mantiene, no obstante la insignificante citación de la nota 67 de Fratelli tutti? Ciertamente, el Papa ha sido sometido a fuertes presiones y súplicas por parte del fortísimo partido rahneriano. Su silencio, en mi opinión, es una sustancial desaprobación de los principios rahnerianos; mientras que al mismo tiempo no falta en el Papa sin duda la asunción de los aspectos válidos de su pensamiento. Pero como no lo cita por los errores, así tampoco lo cita en los aspectos buenos.
   
La cuestión de la guerra justa y de la pena de muerte
   
----------Por cuanto respecta al pensamiento del Papa acerca de la cuestión de la licitud de la guerra y de la pena de muerte, pensamiento del Santo Padre que se manifiesta también en pasajes de la encíclica Fratelli tutti, a los que se refiere Melloni, el publicista italiano los cita erróneamente como ejemplo de un cambio de doctrina. Sin embargo, no se trata de doctrina sino de leyes positivas. Vale decir, mientras que, en efecto, la doctrina moral de la Iglesia, teniendo relación con el dogma, no cambia, en cambio pueden mutar y de hecho mutan las leyes positivas. Es éste el caso de la guerra y de la pena de muerte, en un tiempo admitidas para ciertos casos, mientras que hoy la Iglesia tiende a oponerse en todo caso. Sin embargo, podemos preguntarnos cuál es el sentido que tenga el mantenimiento de las fuerzas armadas en los individuales Estados.
----------Tanto acerca de la cuestión de la guerra justa como de la licitud de la pena de muerte, ya hemos tratado extensamente en varios artículos de este blog, que hemos dedicado tanto a una como a otra cuestión. En referencia al tema de la guerra, venimos reflexionando incluso en los meses recientes, desde que ha estallado la guerra en Ucrania (y en los próximos días incluso tengo pensado agregar nuevas y breves reflexiones). De modo que no volveré aquí a considerar lo que en detalle ya hemos tratado largamente.
----------Sin embargo, y ya que he mencionado líneas arriba la encíclica Fratelli tutti, en la que el Papa también se refiere a estas cuestiones, es oportuno entonces aquí indicar, en contraste con lo erróneamente declarado por Melloni acerca de un "cambio de doctrina", que la tesis del Papa de que no pueden existir una guerra justa y una justa pena de muerte es una tesis respetable, pero no se la puede considerar una verdadera y propia obligación moral, porque no se la puede fundar sobre el derecho natural. Y por tanto los Estados no pueden sentirse obligados a aceptarla, así como en cambio están obligados a prohibir infracciones al derecho natural como el hurto o el homicidio o a imponer el respeto al derecho natural como el derecho a la libertad religiosa. Incluso la misma condena del aborto o de la eutanasia, aún estando fundada esa condena en el derecho natural, lamentablemente la Iglesia se esfuerza y lucha por introducirla en la ley civil.
   
Una lista de los que para Melloni son "asnos"
   
----------Melloni, una vez más saliendo de su rol de historiador para hacerse pasar por teólogo, con la típica arrogancia de los bravucones, al estilo de ciertos eruditos que, cuanto más eruditos son, tanto más miopes son, no ha tenido miedo de disparar munición gruesa con el descaro de ironizar sobre los críticos de Rahner, a los cuales él califica de "asinus germanicus". De hecho dice: "En la encíclica Fratelli tutti se destacan citas como las de... Karl Rahner (un autor siempre indigesto para algún asinus germanicus)...". Melloni no se da cuenta a quiénes estaba atacando con esa frase de tan necia ironía, que hace aparecer como asnos a los mismos críticos de Rahner que, fieles al Magisterio, vienen defendiendo desde hace décadas la verdad sobre el caso Rahner. Pero sucede siempre que, al necio que juzga al sabio, el sabio le parece necio. De modo que ahora seguiremos el precepto bíblico: "Responde al necio según su necedad" (Pro 26,5).
----------Se trata, de hecho, de lo mejor de la inteligencia filosófica y teológica desde hace sesenta años a esta parte, filósofos y teólogos que se han venido preocupando por advertir a la Iglesia de la peligrosidad del jesuita alemán, cada uno de estos estudiosos o pastores según su propia competencia, filosófica, gnoseológica, antropológica, metafísica, pastoral, moral, dogmática, teológica.
----------Hagamos una breve lista de los principales "asnos" a los que se ha referido Melloni:
----------1. San Juan Pablo II, encíclica Veritatis splendor de 1993, n.65. Condena la noción rahneriana de opción fundamental como libertad atemática irrevocable excluyente del libre albedrío.
----------2. Cardenal Joseph Ratzinger, Teoría de los principios teológicos, Herder, Barcelona 1985. Demuestra la equiparación que hace Rahner de la libertad humana a la libertad divina
----------3. Cardenal Giuseppe Siri, Getsemaní. Reflexiones sobre el movimiento teológico contemporáneo, Cete 1981. Demuestra la falsedad del sobrenatural rahneriano rebajado al nivel de la naturaleza.
----------4. Cardenal Pietro Parente, La crisi della verità e il Concilio Vaticano II, Rovigo 1983. Demuestra la estafa de Rahner de presentarse como intérprete del Concilio.
----------5. Hans Urs Von Balthasar, Seriedad con las cosas, Sígueme, Salamanca 1968. Entre otros temas, se realiza una firme crítica al historicismo hegeliano de Rahner.
----------6. Cornelio Fabro, La svolta antropologica di Karl Rahner, Obras Completas, Volumen 25, Milán 1974. Se demuestra la reducción rahneriana del ser al conocer.
----------7. Antonio Livi, Il metodo teologico di Karl Rahner, en Fides Catholica, 2, 2007, pp.269-276. Demostración de la relativización del dogma, desarrollada por Rahner.
----------8. Brunero Gherardini, Natura e grazia. L’equivoco di Karl Rahner, en Fides Catholica, 2, 2007, pp.277-288. Crítica a la concepción rahneriana de la gracia como vértice de la naturaleza.
----------9. Bernhard Lakebrink, Klassische Metaphysik. Eine auseinandersetzung mit der existencialen Anthropozentrik, Freiburg im Breisgau 1967. Crítica a la confusión entre naturaleza humana y condición humana.
----------10. David Berger, Commiato da un pericoloso mito. Nuovi studi su Karl Rahner, en Fides Catholica, 2, 2006, pp.81-106. El sistema idealista de Rahner.
----------11. Darío Composta, La nuova morale i suoi problemi. Critica sistematica alla luce del pensiero tomista, Ciudad del Vaticano 1990. La ética existencialista de Rahner.
----------12. Alberto Galli, Premesse filosofiche della teologia moderna, Studio Teologico Accademico Bolognese, 1974. El neomodernismo en la teología moral y la influencia de Rahner.
----------13. Daniel Ols, Le cristologie contemporanee e le loro posizioni fondamentali al vaglio della dottrina di San Tommaso, Ciudad del Vaticano 1991. La influencia hegeliana en la cristología de Rahner. Además, el fascículo: Cristología: Karl Rahner, E.Schillebeeckx, Centro de Estudios Institucionales OP, Argentina 1981, que es la guía de una de sus conferencias de aquel año en nuestro país (yo asistí a las del Seminario de La Plata).
----------14. Giuseppe Perini, Pluralismo teologico e unità della fede. A proposito delle teorie di K. Rahner, en Doctor Communis, 1979. El relativismo e historicismo dogmático de Rahner.
----------15. P. Eichert, Die Anthropogische Wende. Karl Rahners philosophische Weg vom Wesen des Menschen zur personalen Existenz, Frieburg, Schweitz 1970. El ser que se resuelve en el hombre.
----------16. Luίs Rodrigo Ewart, Autocomunicaciόne divina. Estudio crίtico de la cristologίa de Karl Rahner a propόsito de Gaudium et spes 22, Roma 1993. El panteísmo cristológico de Karl Rahner.
----------17. Paolo Siano, Karl Rahner massonico? Il pensiero di Karl Rahner e la cultura massonica a confronto, en Fides Catholica, 2.2007, pp. 315-360. La afinidad con el antropocentrismo masónico.
----------18. Tomas Tyn, Saggio sull’etica esistenziale di Karl Rahner, Verona 2011. Precisa exposición y crítica del subjetivismo moral de Rahner.
----------19. Giovanni Cavalcoli, Karl Rahner: Il Concilio tradito, Fede & cultura, Verona 2009. Acabada y detallada exposición de todas las falsas interpretaciones de Rahner a los textos del Concilio Vaticano II. También: Karl Rahner: Un eretico nel cuore della Chiesa?, Fede & Cultura; 2° edición, Verona 2018.
----------20. Autores varios, Karl Rahner. Un’analisi critica, Actas del congreso internacional promovido por los Franciscanos de la Inmaculada. Cantagalli, Siena 2009.
   
El historiador y el teólogo
   
----------Habiendo hablado de un historiador con veleidades de teólogo, como es el caso de Alberto Melloni, conviene decir al menos dos palabras acerca de la enorme distancia que existe entre la labor de un historiador y la de un teólogo, dos tareas que si bien son distintas y están ubicadas a dos diversas alturas del saber, dos jerárquicamente distintos "grados del saber", no tienen por qué constituir saberes y profesionales del saber que existan en desarmonía, sino que pueden y deben complementarse mutuamente.
----------El historiador indaga las empresas y los hechos del hombre en este mundo orientado hacia lo Eterno, es decir, el historiador trabaja en el tiempo. El teólogo indaga lo Eterno en sí mismo y en relación con el hombre, con el mundo, con la historia. El historiador parte de la experiencia de los hechos humanos y eleva su mirada hacia Dios, supremo Fin de la historia. Por lo tanto usa el método inductivo. Por una parte, el historiador ve la historia como obra del hombre, pero al mismo tiempo manifestación de la Providencia. Por otra parte, el teólogo, informado por la historia, se mantiene flotando en lo Eterno, y por lo tanto utiliza el método deductivo. Como moralista, desciende en la historia, la juzga y la hace progresar a la luz de Dios.
----------En consecuencia, el historiador debe mantenerse atento a no dejarse absorber y seducir por la historia y por el devenir, con lo cual corre el riesgo de perder de vista la luz del ser, de lo Eterno. Por su parte, el teólogo debe prestar atención a no perder los humildes contactos con la historia, y a no abstraerse de los hechos y acontecimientos, seducido por el placer del pensar, descuidado u olvidado de la naturaleza material y temporal del hombre. El historiador debe meditar en lo Eterno para no abandonar la historia a sí misma y para darle una guía. El teólogo debe mantenerse actualizado sobre los acontecimientos, para dar nutrimento y razón de ser a su investigación sobre Dios y a la regulación de la acción humana.
----------El misterio de la Encarnación ha dado un notabilísimo impulso a la colaboración entre el historiador y el teólogo. En efecto, en la única Persona de Cristo, el tiempo se une a lo Eterno, Dios al mundo, lo que pasa a lo que no pasa, el cambio a lo inmutable, lo estable a lo transitorio, lo corruptible a lo incorruptible, el devenir al ser, lo hecho al hacedor, el acontecimiento a aquello que acontece.
----------He mencionado en la primera parte de este artículo el Centro de Documentación para las Ciencias Religiosas, de Bologna, Italia, centro de investigación tan utilizado por innumerable cantidad de estudiosos, ya sea desde jóvenes historiadores y teólogos que hacen sus primeras armas elaborando sus tesis de grado en filosofía o teología, como hasta experimentados y sabios profesionales. El Centro está surtidísimo de fuentes y documentos. Me han dicho que están abonados a unas ochocientas revistas científicas. Probablemente también se ha formado y trabajado allí el profesor Melloni, cuya erudición admiro.
----------Con la ignorancia religiosa que circula actualmente, ¡cuánta necesidad hay de Centros de investigación como ése, fundado por el padre Dossetti y el cardenal Lercaro! ¡El bien que hacen! Sin embargo, es necesario estar en plena comunión con la Iglesia y nutrirse de la sana doctrina. De poco vale la erudición, y de hecho sería peligrosa, sin este celo por la verdad. "Scientia inflat, caritas vero aedificat" (1 Cor 8,1).

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