Tras las varias notas que he dedicado al análisis (no exhaustivo, pero extenso) de la exhortación apostólica postsinodal Querida Amazonia del papa Francisco, me siguen llegando correos, de todos los colores, aunque todos ellos me hacen suponer que mi posición acerca de este documento pontificio necesita aún de una última aclaración de cual es mi conclusión interpretativa y valorativa.
----------Lo primero que debo decir es que la Exhortación Apostólica Querida Amazonía, un documento que en estas semanas ha producido gran discusión, y que incluso ha sido analizado prejuiciosamente, y con frecuencia desde bases ideológicas afectadas por ambas corrientes que hoy causan mucho daño a la Iglesia, como son el modernismo y el ultratradicionalismo, es sin duda un texto pontificio que necesita de un adecuado discernimiento para descubrir su valor doctrinal y pastoral, a fin de discernir el grado de su carácter vinculante.
----------En segundo lugar, hay que tener bien en claro que en este documento, junto a la referencia a valores y verdades de fe, como por ejemplo el tratamiento que hace el papa Francisco sobre la esencia del sacerdocio o del sacramento de la Eucaristía, con la nota adjunta de que el sujeto del sacramento del Orden es exclusivamente el varón (es decir, verdades del primer nivel doctrinal), el Papa también recuerda algunas enseñanzas magisteriales del segundo nivel. Por supuesto, al hacer esta distinción de los dos niveles doctrinales, me estoy refiriendo a la graduación indicada en la Carta Apostólica de san Juan Pablo II Ad tuendam fidem (y a la Nota ilustrativa de la CDF en apéndice a la Carta Apostólica de san Juan Pablo II de 1998 Ad tuendam fiudem), como la doctrina de las cualidades propias de la mujer o el método de la inculturación o el deber de la evangelización o la función del laicado en la Iglesia o el deber de respeto a la naturaleza o el derecho de los pueblos a la autodeterminación, con referencia a los pueblos indígenas.
----------Pero también hay que decir con claridad que en Querida Amazonia, como en toda Exhortación Apostólica también se contienen verdades de índole práctico, valorables como pertenecientes al tercer nivel, verdades que son propuestas por el Magisterio auténtico, no necesariamente definitivas y por tanto reformables, que pueden contener directrices pastorales, para ser recibidas (siempre de acuerdo a los criterios de la Ad tuendam fidem), con religioso obsequio de la inteligencia. Entre estas, en Querida Amazonia, digna de destacar es la exhortación hecha a los Obispos de enviar sacerdotes misioneros a la Amazonía.
----------Al indicar estos tres niveles de contenidos doctrinales y pastorales presentes en Querida Amazonia, estoy señalando aspectos positivos, con distinto grado vinculante para todo católico obediente al Magisterio. Pero, como ya lo he mencionado cuando traté días atrás más detalladamente esta exhortación apostólica, existen pasajes criticables, sobre los cuales el católico tiene libertad y hasta derecho de disentir.
----------Personalmente, me parece pastoralmente dañosa la ausencia de un serio análisis de los cultos idolátricos y chamanísticos tradicionalmente practicados por los indígenas, con la necesaria indicación de los caminos más oportunos a seguir para remediar esta superstición y para educar a los indígenas no solo en el monoteísmo, sino en el culto del Dios cristiano. Junto a ello, considero que es demasiado apresurada e insuficiente en Querida Amazonia, la referencia a la idolatría al limitarse a señalar, por otra parte con razón, que de hecho las imágenes no deben considerarse necesariamente idolátricas, y que en cambio pueden expresar, debidamente adaptadas, el monoteísmo. Recalco los tres términos con los que estoy valorando esa concreta interpretación del papa Francisco: intervención verdadera, pero apresurada e insuficiente.
----------Por lo demás, otras opiniones o valoraciones del papa Francisco en la exhortación Querida Amazonia, en cambio, no me parecen atendibles algunos, o al menos me parecen criticables otros, y hay otros que pueden pasarse absolutamente por alto sin que esto afecte la fe del católico al Magisterio de la Iglesia. Entre los pasajes que lucen criticables, menciono los juicios severamente negativos acerca de la política forestal de los gobiernos de los países amazónicos, que el Papa acompaña de un apoyo sistemático de las posturas de oposición al gobierno en relación a la conducta a tomar frente a las poblaciones indígenas y a la gestión de la cuestión ecológica, tesis que parecen dictadas por una toma de partido, privada de esa independencia y ecuanimidad de juicio, que debería caracterizar la imparcialidad del Padre común. Además del hecho de que la cuestión de evaluar las causas del desorden climático divide a los estudiosos, por lo que no parece prudente que un Romano Pontífice, de por sí incompetente en estas complejas materias, tome posición por una parte contra la otra con el riesgo de equivocarse.
----------Por otra parte, parece exageradamente optimista el retrato de las poblaciones indígenas hecho por el Papa, las cuales parecen estar exentas de las consecuencias del pecado original y vivir una vida feliz y virtuosa, similar a la de nuestros progenitores en el paraíso terrenal.
----------Pues bien, creo que no es necesario abundar en pensamientos personales que ya he expresado. He querido volver a tratar algunos contenidos de la exhortación Querida Amazonía, a fin de que el lector tenga de mi parte una conclusión clara acerca de lo que personalmente he discernido en este documento pontificio. No hace falta aclarar que es mi posición personal, y que no tiene por qué ser la del lector.
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