sábado, 25 de febrero de 2023

Hegel, apologeta de la doblez (2/3)

Hegel, mediante su perverso mecanismo, su máquina de la mentira, reduce el ser al concepto, de modo que según él el concepto es contradictorio, porque lo real mismo es contradictorio. Y por tanto, así como el concepto es necesariamente contradictorio, se sigue que también el lenguaje o hablar podrá y deberá ser contradictorio. He aquí entonces la legitimación de la doblez y de la mentira. [En la imagen: detalle de una ilustración de Edmund Dulac al cuento de Hans Christian Andersen, "El traje nuevo del emperador", edición Hodder & Stoughton, New York 1910. Pie: Entonces el Emperador se paseó bajo un magnífico palio, y todos en las calles y desde las ventanas exclamaron: ¡Qué hermoso es el traje nuevo del Emperador!].

La concepción hegeliana de la contradicción
   
----------Como toda persona razonable, también Hegel, no obstante toda su repetitiva vociferación acerca de la logicidad de la contradicción y acerca de la contradictoriedad de la realidad, se preocupa, en algunas ocasiones, al menos de palabra, de evitar las contradicciones, de mostrar a sus adversarios que él no se contradice en sus escritos y, a la vez, de acusar a sus oponentes de contradecirse.
----------A pesar de todo ello, como es sabido, no rehuye el hacer declaraciones abiertamente y descaradamente contradictorias y absurdas, presentadas como verdades fundamentales y pilares de su sistema. Son las más famosas de todas sus definiciones del ser y del devenir y de la verdad. Pongamos algunos ejemplos: "En sí el mal es lo mismo que el bien" (Fenomenología del espíritu, FCE, México 1971, p.451).
----------Sobre la esencia del ser: "En el ser no hay nada en él que uno pueda intuir, si puede aquí hablarse de intuir; o bien él es sólo este puro, vacío intuir en sí mismo. Tampoco hay nada en él que uno pueda pensar, o bien éste es igualmente sólo un pensar vacío. El ser, lo inmediato indeterminado, es en realidad la nada, ni más ni menos que la nada. […] El puro ser y la pura nada son, pues, lo mismo" (Ciencia de la Logica, Ediciones Solar/Hachette, Buenos Aires 1976, p.77).
----------Sobre la esencia del devenir: "La nada, considerada como inmediatamente igual a sí misma, es lo mismo que el ser. La verdad del ser como de la nada es, pues, la unidad de entrambos. Esta unidad es el devenir" (Enciclopedia de las ciencias filosóficas en compendio, Alianza Editorial, Madrid 2005, p.190).
----------Sobre la verdad: "Lo verdadero no es ni el ser ni la nada, sino que el ser no es pasado, sino que pasa en la nada y la nada en el ser. Al mismo tiempo, sin embargo, lo verdadero no es su indiferencia, su indistinción; sino que de hecho ellos no son lo mismo, que ellos son absolutamente diversos, pero juntamente también separados e inseparables y que inmediatamente cada uno de ellos desaparece en su opuesto. La verdad del ser y de la nada es, por tanto, este movimiento consistente en el inmediato desaparecer de uno de ellos en el otro: el devenir, movimiento en el cual el ser y la nada son diferentes, pero de una diferencia, que se es al mismo tiempo resuelta" (Ciencia de la Lógica, op.cit., pp.77-78).
----------La verdad no reside en lo verdadero que se opone a lo falso y lo excluye absolutamente, sino que reside en la coexistencia de lo verdadero y de lo falso, o en el pasaje del uno al otro, y más precisamente en una oscilación o en un bambolearse, según las conveniencias, entre la oposición absoluta y la oposición relativa.
----------Por esto, deviene lícito afirmar de una misma cosa A y no-A, se puede expresar el propio pensamiento de modo que pueda ser entendido tanto como A y como no-A y se puede dar razón contemporáneamente a quien dice A como a quien dice no-A. Va bien el matrimonio, pero va bien también la convivencia; va bien la distinción varón-fémina, pero va bien también la homosexualidad; va bien la transubstanciación eucarística, pero va bien también la consubstanciación; va bien la fe, pero va bien también la incredulidad; va bien el teísmo, pero va bien también el ateísmo; va bien santo Tomás de Aquino, pero va bien también Lutero o Hegel o Severino; va bien Cristo, pero también va bien Mahoma y así sucesivamente.
----------Para Hegel la contradicción debe ser evitada en nombre del respeto al principio de identidad pero él entiende la identidad del ser no como ser idem, ser el mismo o lo mismo, sino como "identidad de la identidad con la no-identidad". Hegel concibe la identidad del ser no como simple identidad, opuesta a la no-identidad, es decir, como verdad opuesta a la falsedad, sino como identidad que se niega a sí misma, opone sí a sí, para volver a sí misma como "quitada" o "resuelta" o "reconciliada consigo misma, pero no como verdad que quita la falsedad en modo absoluto, sino sólo en modo relativo, porque la verdad es relativa a la falsedad, porque lo verdadero no puede existir sin lo falso" (veremos luego la explicación de Giuseppe Barzaghi).
----------Por otra parte, es posible que Hegel use los términos "contradicción" "contradictorio" en sentido impropio, para decir lo otro, lo diferente, lo diverso. Es posible que él se embrolle engañándose a sí mismo equivocándose sobre la frase "esto no es aquello", como si la negación de aquello significara que entre esto y aquello hay contradicción y exclusión recíproca. En cambio ese "no" remite simplemente a la analogía del ser, que es a un tiempo uno, múltiple y diversificado, sin necesidad de poner el ser en contraste consigo mismo y sin confundir el aut-aut con el et-et, dividiendo los diferentes y conciliando lo inconciliable.
----------Así Hegel tiende a confundir la diversidad con la conflictualidad, por lo cual lo diverso deviene con ello mismo un enemigo, o bien la conflictualidad, confundida con la diversidad, deviene cosa normal. No se debe intentar sedarla, porque sería como apagar el dinamismo de la vida social. En Hegel hay un pasaje sin solución de continuidad del "tú no eres lo que yo soy", al "tú eres diferente de mí" al "tú eres mi enemigo".
----------En efecto, la verdadera diversidad se funda sobre la semejanza, que a su vez está conectada con la analogía del ser, concepto ausente de la metafísica y de la lógica de Hegel, para quien sigue siendo desconocido el verdadero concepto del amor y de la amistad. Para él, el amor implica la identidad entre los dos amantes. No sabe concebir su distinción, porque para él distinción o diferencia quiere decir ya enemistad, conflicto. Hegel dice entonces: "o tú eres igual a mí o estás contra mí".
----------Y viceversa, la dialéctica hegeliana, reduciendo el mal al bien y reduciendo el enemigo a un simple diverso, amortigua la repugnancia hacia el mal y lo hace aparecer como productor de bien, mientras que el adversario no es el enemigo y el "hijo del diablo" (1 Jn 3,10), sino el interlocutor del diálogo. De Hegel surge tanto la ingenua visión buenista, tan extendida en nuestros días, como la sistemática conflictualidad de la lucha de clases marxista, tanto la demonización del adversario político, como la doblez socarrona y astuta duplicidad de las mescolanzas fraudulentas.
----------Romano Guardini, por su parte, rechaza la dialéctica hegeliana del acuerdo del bien con el mal; sin embargo, usa un modo de expresarse que le es cercana, cuando propone una concepción ética de la cual desaparece la victoria sobre el mundo y la lucha contra el enemigo, reconducido a las condiciones del simple "otro", con el cual dialogar, según la dialéctica de la "oposición polar".
----------Dice Guardini: "La esencia de este procedimiento consiste en el hecho de que el otro no aparece como adversario, sino como un 'opuesto polar', y los dos puntos de vista, tesis y antítesis, vienen llevados a la unidad. [...] La doctrina de la 'oposición polar' es la teoría de ese contraste, que se produce no a través de una la lucha contra un enemigo, sino gracias a la síntesis de una tensión fecunda, es decir, gracias a la construcción de la unidad concreta" (pasaje citado por Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz, en su libro: Romano Guardini. La vita e l’opera, Morcelliana, Brescia 2018, p.306).
----------Según esto, no existen enemigos, sino solo amigos con los cuales dialogar. Todos, en el fondo, son buenos. El diálogo, es decir, la dialéctica, lo resuelve todo, incluso los conflictos más radicales, porque entre bien y mal no existe una oposición absoluta, sino una relación recíproca.
----------Massimo Borghesi en un libro que narra el recorrido intelectual del papa Francisco en los años '70 del siglo pasado, cuando era Provincial de los Jesuitas, cita algunos pasajes del pensamiento del padre Jorge Bergoglio, donde es posible rastrear esta tendencia a confundir diversidad con conflictualidad.
----------Tratando de cómo ve el método del apostolado de los Jesuitas, Bergoglio escribe: "La concepción ignaciana es la posibilidad de armonizar los opuestos, de invitar a una mesa común conceptos que en apariencia no se podrían combinar, porque los sitúa en un plano superior en el que encuentran su síntesis. […] La historia de los Jesuitas está marcada por una unidad capaz de plasmar la síntesis de los opuestos. Unir reduciendo es relativamente fácil, pero no duradero. Más difícil es elaborar una unidad que no anula lo diverso, que no reduce el conflicto; es con esta unidad que la Compañía marcó su obra de evangelización" (Massimo Borghesi, Jorge Mario Bergoglio. Una biografia intelectual, Encuentro,  Madrid 2018, p.82).
----------Aquí no está claro de cuáles opuestos habla Bergoglio. De hecho, si se trata de opuestos relativos, contrarios o recíprocos, que ponen en juego la diversidad, como explicaré más adelante, entonces la síntesis es posible, debida y necesaria. Pero si los opuestos están en conflicto entre sí, es imposible eliminar la oposición y conciliarlos, a menos que se eliminen las causas del conflicto, asignando con equidad e imparcialidad a ambas partes en contraste razones y errores. Lo diverso es un valor y por lo tanto debe ser preservado y defendido. El conflicto es un defecto que impide la paz, la unidad y la concordia y por lo tanto debe ser eliminado.
----------En Hegel se puede tener un síntoma de esta confusión entre diversidad y conflictualidad a partir de frases como estas, las cuales de otro modo no tendrían sentido: "La determinación es la contradicción [...] La diferencia es la contradicción" (Ciencia de la Lógica, op.cit., pp.103 y 366). En Hegel falta un concepto analógico del ser, uno y múltiple, por lo cual, para fundar las diferencias y la diversidad de los entes y explicar el devenir, tiene a disposición sólo la negación del ser. Por tanto, para no negar la alteridad, las diferencias, la diversidad y el devenir, se ve obligado a negar el principio de identidad.
----------Para salvar la identidad del devenir sin absurdas identificaciones del ser con la nada, hubiera bastado que Hegel hubiera asumido las parejas conceptuales aristotélicas potencia-acto y materia-forma, relativos a la generación, o sea el "comenzar" (Propedéutica filosófica, ediciones de la UNAM, México 1984, p.88) y la corrupción, o sea el "cesar" (Ibid).
----------En cambio, se la agarra con el enunciado del principio del tercero excluido interpretado por otra parte a la manera parmenídea: "o el ser es o no es; no hay una tercera solución" (Ibid.), recordando la aclaración de Parménides, según la cual el devenir no existe, porque por una parte del ente no deviene el ente, porque ya es ente y por otra parte del no ente no puede devenir el ente.
----------Para Hegel, la superación de la contradicción no consiste en el rechazar lo opuesto, sino precisamente en asumirlo en sí en la síntesis dialéctica, cambiando lo negativo en positivo, porque de lo contrario, dice Hegel, en lugar de realizar la identidad, se es vencido por la contradicción.
----------Dice Hegel: "Cuando un existente no puede en su determinación extenderse positivamente hasta abrazar en sí al mismo tiempo la determinación negativa y mantener firme la una en la otra, es decir, no puede tener en sí mismo la contradicción, entonces él no es la unidad viviente misma, no es fundamento o principio, sino que sucumbe a la contradicción" (Ciencia de la Lógica, op.cit., p.387).
----------Es necesario mantener juntos a Cristo y a Beliar. Si no los pones de acuerdo, sucede que sucumbes a su contraste. "Sólo cuando han sido llevados al extremo de la contradicción, los múltiples devienen activos y vivientes el uno frente al otro y en la contradicción adquieren la negatividad, que es la pulsación inmanente del moverse y de la vitalidad" (Ibid., p.388).
----------"Toda determinación, todo concreto, todo concepto, es esencialmente una unidad de momentos distintos y distinguibles, que devienen contradictorios mediante la diferencia determinada, esencial. Esto contradictorio se resuelve ciertamente en la nada, vuelve a su unidad negativa. La cosa, el sujeto, el concepto, es ahora precisamente esta misma unidad negativa; es algo contradictorio en sí mismo, pero es también junto la contradicción resuelta; es el fundamento que sostiene y rige sus determinaciones" (Ibid., p.388).
----------Lo diferente, determinándose, deviene contradictorio, cae en la nada, pero con esto mismo se resuelve la contradicción y vuelve a su unidad negativa, la cual es el fundamento, que sostiene y rige sus determinaciones, es decir, es el sujeto productor de la polaridad positivo-negativo, que se resuelve.
   
Rechazo del principio de tercero excluido
   
----------El principio del tercero excluido, como bien sabemos, dice que toda cosa o es A o no-A. No puede ser simultáneamente A y no-A, porque se anulan mutuamente. Esta tercera posibilidad queda excluida. El hombre, por ejemplo, es un animal racional, por lo cual el hombre no puede ser un animal irracional. Por tanto, se excluye que pueda ser a un tiempo racional e irracional.
----------Para hacer funcionar el principio del tercero excluido y darle su irresistible fuerza de verdad, es necesario hacer referencia a definiciones de esencias, como en el ejemplo antes citado. Por eso, dado que en la definición un predicado es verdadero y el otro falso, el principio dice que no hay término medio, no hay una tercera posibilidad entre lo verdadero y lo falso. También podríamos llamarlo el principio del aut-aut. Este es el principio de la lealtad del lenguaje, contra la doblez, la cual, por el contrario, admite la tercera posibilidad de la conjugación de lo verdadero con lo falso, el doble sentido o el doble discurso.
----------Hegel, en cambio, malinterpreta este principio, al confundirlo incluso con lo contradictorio, porque ve en la alternativa que toda cosa o es A o es B el acoplamiento no relacionado de dos proposiciones que se contradicen entre sí, de las cuales una dice que una cosa es sí misma (una cosa es A), mientras la otra dice que toda cosa está relacionada con otra (no es no-A).
----------De ahí su arremetida contra el principio del tercero excluido, porque según él ofendería el principio de identidad y sería contradictorio. Dice: "Esta proposición de la oposición contradice del modo más explícito la proposición de la identidad. [...] La proposición del tercero excluido es la proposición del intelecto determinado, que quiere rechazar por sí la contradicción y, al hacerlo, incurre precisamente en la contradicción. Él presenta la alternativa "o A o no-A" como una "antítesis vacía" (Enciclopedia, op.cit., p.217), porque usa un ejemplo absurdo: "el espíritu es blanco o no es blanco, es amarillo o no es amarillo y así hasta el infinito" (Ibid.).
----------Por otra parte, Hegel, siempre con el fin de neutralizar la fuerza de un muy fastidioso principio, que socavaría desde la raíz su dialéctica de la contradicción, concibe el principio según esta fórmula: "No se puede dar nada que no sea ni A ni no-A" (Ciencia de la Lógica, op.cit., p.577). Lo establece de acuerdo con predicados negativos, aunque mutuamente excluyentes. Pero de tal modo el sujeto deviene ajeno a entrambos, por lo cual, aunque se contradigan, el sujeto sigue siendo el mismo.
----------Ahora bien, pongamos un ejemplo, según el esquema propuesto por Hegel: un gato no puede ser un león ni puede ser un no-león. Que un gato sea o no sea un león es indiferente. Por tanto, según Hegel, el tercero excluido sería "indiferente a la oposición" (Ibid.); pero si es indiferente, quiere decir que puede admitir la oposición. Y aquí es donde Hegel quiere llegar.
----------Domestica el principio del tercero excluido para ponerlo de acuerdo con su dialéctica. Desarrollemos de hecho el ejemplo propuesto. El gato no tiene nada que ver con el león o con el no-león. El gato mismo, por lo tanto, resulta ser, prosigue Hegel, "ese tercero, que debería ser excluido". De aquí concluye que el tercero, que debería ser un "algo muerto", debe ser "considerado, más profundamente, la unidad de la reflexión, en la cual la oposición vuelve como en su fundamento" (Ibid.).
----------Para Hegel, el así llamado tercero excluido no está excluido en absoluto, sino que es el sujeto existente dialécticamente estructurado. El tercero está por lo tanto incluído porque representa el devenir, la contradicción dialéctica del ser-no-ser, del decir-no-decir, representa la "diferencia", la "alteridad" y la "determinación", que para Hegel son el efecto del "inmenso poder de lo negativo". Todo ello para llegar a decir que el gato, como "todas las cosas", es una realidad "contradictoria" (Ibid.).
----------Pero si Hegel se hubiera tomado realmente en serio el principio del tercero excluido, no habría podido tener escapatoria para sus sofismas. De hecho, el verdadero principio del tercero excluido, no el adaptado por Hegel ad usum delphini, fundándose en el principio de no-contradicción (no se puede afirmar y negar simultáneamente la misma cosa de la misma cosa), que se funda a su vez sobre el principio de identidad (todo ente es lo que es y no otro distinto de sí), plantea una alternativa entre dos predicados opuestos, uno positivo (ser), el otro negativo (no-ser) recíprocamente excluyentes, referidos a un solo sujeto; no postula dos predicados negativos opuestos sin referencia al sujeto, de modo que él permanezca indiferente a ellos, sino al mismo tiempo predicables de entrambos.
----------Tomar en serio el principio del tercero excluido quiere decir por ejemplo: el gato tiene o no tiene cuatro patas. Se excluye una tercera posibilidad y es que el gato tenga y no tenga cuatro patas. Está claro que aquí es tan evidente la imposibilidad y la impensabilidad, que hasta Hegel te la concedería, para no parecer un demente. Pero no por esto él renuncia a su plan fraudulento, para tener el modo de engañarte posiblemente sin que te des cuenta. Y es el modo con el cual él concibe el principio en cuestión.
----------Entonces, para llegar a esa conclusión, Hegel inventa el mezquino expediente de falsificar el principio, para convencerte, se no tienes los ojos abiertos, que el gato, en cuanto ente deviniente (¿el devenir no es contradictorio?), es un ente contradictorio y por eso el ser gato, si quieres la verdad del gato, no excluye el tercero, esto es la contradicción, sino que la acoge y la "resuelve".
----------¿Entonces como? Simple: haciendo presente que el concepto de gato y de no-gato se reclaman entre sí. Y esto es cierto, en un plano lógico: para saber qué es el gato, también es necesario saber qué no lo es. Pero en realidad el gato es el gato. Funciona aquí el principio de identidad. Ahora bien, para tener la verdad sobre el gato, es necesario prestar atención a la realidad del gato, donde el gato es lo que es y no otro distinto de sí. No debemos detenernos en el plano de los conceptos, que es precisamente el de la dialéctica, sino que en cambio, por medio de los conceptos, debemos captar lo real por lo que es, tal como es, en su identidad única, irrepetible, precisa y determinada, sin confundirlo con otras cosas.
----------En efecto, identidad viene de idem, lo mismo, la misma cosa. La identidad es la mismidad de ese ente dado, de todo ente, incluso mutable. La identidad corresponde a la unidad y viceversa, solo que identidad dice "esto tal", mientras que unidad dice "indiviso". "Idéntico" rige el dativo: Juan es idéntico a Antonio. Son idénticos. La igualdad es la identidad en el plano de la cantidad: 2+2=4. Identificar puede regir o el acusativo o el complemento de compañía. "El asesino ha sido identificado", es decir, reconocido en su identidad. "En Dios, el ser se identifica con el pensamiento": son la misma cosa.
----------Excepto que aquí Hegel descubre su idealismo, que reduce el ser al concepto, de modo que según él el concepto es contradictorio, porque lo real mismo es contradictorio. Y por tanto, así como el concepto es necesariamente contradictorio, se sigue que también el lenguaje o hablar podrá y deberá ser contradictorio. He aquí entonces la legitimación de la doblez y de la mentira.
----------En la última parte de este artículo, veremos cómo el padre Barzaghi nos explica con su habitual agudeza, cómo funciona este perverso mecanismo, esta máquina de la mentira.

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