lunes, 20 de abril de 2020

El culebrón de todos los días

A juzgar por la gran variedad de significados que ha logrado en poco tiempo, da la impresión que la palabra culebrón (aumentativo de culebra) nos resulta de sumo agrado a quienes pertenecemos al mundo de habla hispana. El diccionario de la Real Academia señala junto a su primer significado de telenovela sumamente larga y de acentuado carácter melodramático, un segundo significado, esta vez despectivo, de historia real pero narrada con caracteres de culebrón televisivo, es decir, insólita, lacrimógena y extremadamente larga; pero el Real Diccionario no pasa por alto dos de los muchos significados coloquiales que se le han añadido: desde identificar al hombre muy astuto y solapado (el hipócrita, vamos) como el de señalar a esa molestísima enfermedad vírica conocida científicamente como herpes zóster. Dada esta libertad que se ha tomado nuestra lengua para con esta humilde palabrita, me permitiré añadirle otro coloquial más, para referirme a lo que experimentamos cuando, cotidianamente, contemplamos lo que en internet se publica acerca de la actualidad eclesial.

----------El culebrón nuestro de todos los días al repasar las páginas webs y blogs de internet dedicados a la actualidad intra-eclesial, es esa interminable disputa, invasiva y siempre proselitista, entre las dos tendencias, modernista y conservadora, en constante oposición, que desde hace cinco décadas dañan la unidad eclesial, excomulgándose la una a la otra, y a la vez queriendo captar para sí a los buenos católicos que sufren en el medio, acusados por ambos partidos de tibios y de jugar al doble juego, cuando lo que hacen esos católicos en realidad es acoger con humildad y obediencia la enseñanza del Magisterio.
----------En el breve tiempo que este blog lleva en la red digital, he recibido pedidos de enlaces en otros blogs e incluso solicitudes de permiso para reproducir mis modestas notas diarias. En la mayoría de los casos acepto el pedido sin vacilar, aunque otras veces no he tenido más remedio que rechazar lo solicitado o, incluso, pedir a mi vez que se me excluya de los elencos de enlaces en aquellos blogs que expresan un marcado partidismo, sea modernista o sea tradicionalista extremo. En otros casos, veo con cariño las iniciativas de amigos que inician blogs a modo de "directorios de blogs católicos" en los que se ha incluido el mío, aún cuando una rápida mirada al elenco de esos blogs, me permite darme cuenta de que todos esos blogs, o casi todos, pertenecen a la corriente conservadora, crítica con las doctrinas del Concilio. A casi todos los visito diariamente, aunque sea con una veloz mirada a sus titulares, pues siempre puede encontrarse algo rescatable, pero, hablando en general, a decir verdad, todos esos blogs partidistas hacen más mal que bien.
----------En todos esos blogs conservadores o directorios de blogs de tendencia conservadora, no queda nunca oculta la crítica, a veces más velada, y a veces más nítida, al Concilio y a los Papas del postconcilio.
----------La idea de llevar claridad acerca de lo que realmente ha sido el Concilio Vaticano II nunca será suficientemente alabada en estos tiempos, dada la enorme confusión, los espantosos malentendidos y equívocos, y el desafortunado conflicto intra-eclesial creado tanto por conservadores como por modernistas en permanente contraste entre sí y con intenciones opuestas: los primeros, con la intención de desacreditar al Concilio, los segundos, con la intención de instrumentalizarlo para su uso y consumo. Y en medio está, como lo he dicho líneas arriba, el pobre pueblo de Dios de los buenos católicos normales, fieles al Papa y a la Iglesia, sufrientes y cansados ​​de esta exasperante y desesperante situación, que registra casi todos los días ese interminable culebrón, esa interminable e implicante disputa, siempre con motivos proselitistas, pues los fieles se ven constantemente tirados de la chaqueta desde la derecha y desde la izquierda, y acusados ​​por ambos lados de jugar el doble juego, cuando en realidad no hacen más que usar, en la modestia y en la discreción, ese sentido crítico y ese discernimiento que les falta a ambos partidos extremistas.
----------En este momento, al azar, tengo ante mi vista un conocido blog católico del otro lado de los Andes, que en su elenco de "blogs, noticias y directorios" no acoge a ninguno de tendencia modernista, y con ello, si se ve con justicia, hace bien, ya que los modernistas llevan 50 años ensordeciéndonos con su falsa interpretación del Concilio, aunque en ella no todo está equivocado. Es cierto que también los conservadores (incluso hasta los extremistas) hacen al Concilio, en lo que respecta a sus directivas pastorales, críticas justas y señalan los males que en la Iglesia son efectivamente existentes y graves en la actualidad.
----------Pero, si esos listados de enlaces o directorios de blogs quieren hacer una presentación en verdad completa y equilibrada, ¿por qué acoger solo a blogs conservadores excepto al de Fr Filemón de la Trinidad? ¿Acaso se lo quisiera ubicar entre los conservadores? Si fuera así, significaría no haber entendido al autor de este modesto blog, o que se lo quisiera instrumentalizar. A lo cual, quien esto firma, no está de acuerdo.
----------Para conocer verdaderamente su posición, el autor de este modestísimo blog invita a repasar las notas que diariamente se vienen publicando, y que intentan reflejar aquella que es la correcta interpretación del Concilio, correcta por el simple hecho de que Fr Filemón de la Trinidad no hace más que seguir la única interpretación auténtica y segura que deriva del Magisterio pontificio postconciliar.
----------El mensaje que simplemente quiero transmitir en esta nota es que tengo muchas dudas y una gran perplejidad acerca del valor de lo que se quiere expresar en esos elencos de blogs católicos exclusivamente conservadores. Conozco el pensamiento de todos ellos, porque es absolutamente transparente, está a la vista. Lamentablemente, tienen la tendencia de interpretar las doctrinas del Concilio Vaticano II en sentido modernista, como si estuvieran influenciadas por Rahner. Pero comenzando por el papa san Pablo VI hasta el actual Pontífice, todos los Papas del postconcilio han desmentido esta tesis y nos han ofrecido la correcta interpretación del Concilio codificada en el nuevo Catecismo y en el nuevo Código de Derecho Canónico.
----------Desde el otro extremo del cotidiano culebrón, los modernistas, desde sus blogs a sus grandes portales en internet, se consideran a sí mismos como los herederos del Concilio. Pero para desenmascarar su impostura es necesario oponerles la verdadera interpretación sin más ni más ofrecida por el Magisterio pontificio, sobre todo la interpretación del papa san Juan Pablo II. Además, es necesario reconocer los frutos válidos de la reforma conciliar. Como se puede ver, la cuestión no es nada simple.
----------Por supuesto, el daño que produce el partido modernista es mucho más grave que el que produce el partido conservador, pues a diferencia de los cuatro gatos lefebvrianos, el modernismo está muchísimo más extendido en la Iglesia, y el daño que viene produciendo en estos cincuenta años es de una descomunal gravedad. Pero si esta realidad pueden verla los blogs católicos de legítima tendencia conservadora (que por supuesto no está prohibida en la Iglesia, como tampoco está prohibida la legítima y necesaria tendencia renovadora), entonces, ¿por qué no acoger también en esos blogs algunos discursos de san Pablo VI o de san Juan Pablo II o del papa Benedicto XVI acerca del Concilio? Esta es la dirección correcta y constructiva. De lo contrario, si esos blogs conservadores se ponen contra estos Papas, terminarán por asumir una línea cismática y no será creíble su intención de permanecer en la Iglesia, como les ha sucedido a los lefebvrianos y al padre Minutella, y fallarán en la buena intención de remediar el actual modernismo.
----------Aunque parezca paradójico, debo decirlo con pleno conocimiento de causa: para derrotar al demonio del modernismo el arma adecuada es precisamente el Concilio Vaticano II. Estimado lector, si el diablo te impide ver esto que digo, es precisamente porque quiere impedir el verdadero progreso de la Iglesia.
----------La actual crisis de la Iglesia no se debe al Concilio Vaticano II, sino a la invasión del modernismo, que comenzó inmediatamente después del Concilio, y que los Papas no han podido frenar, y mucho menos la alcanza a frenar hoy el papa Francisco. Sin embargo, el protestar y el recolectar firmas contra él no sirve de nada, es inútil y, de hecho lo irrita más. Es necesario insistir con sólidos argumentos, con amabilidad y respeto en proponer la solución al problema, como modestamente lo vengo haciendo en este blog.
----------Las webpages y blogs católicos legítimamente conservadores, sanamente tradicionales, sin las integraciones y añadidos compensatorios que acabo de sugerir, acabarán por llevar agua al molino del modernismo, y los modernistas seguirán en su camino burlándose de todas esas publicaciones no sin alguna razón. Si, por el contrario, hacen lo que aquí sugiero, darán (daremos) al modernismo un golpe mortal, ayudaremos al Papa y afirmaremos el verdadero catolicismo en la Iglesia. El Papa (este Papa y cualquier Papa, considerado en cuanto Romano Pontífice) no quiere el modernismo, sino la verdadera reforma de la Iglesia promovida por el Concilio Vaticano II.

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