----------Tengo el gran placer de publicar la carta que el Santo Padre escribió el 14 de diciembre al Director del Corriere della Sera, carta que contiene palabras muy útiles para todos nosotros, que queremos la paz tanto en Ucrania como en Israel.
----------Encuentro muy significativo el hecho de que el Papa se haya dirigido a un Director de periódico. Veo en esto un hecho simbólico, como decir que el Papa, dirigiéndose a un determinado diario, se dirige a todos los periodistas del Occidente y del Oriente para exhortarlos a asumir con valentía sus responsabilidades.
----------A este respecto, la expresión que más me ha impresionado es la siguiente: "Debemos desarmar las palabras, para desarmar las mentes y desarmar la Tierra".
----------Con esto el Papa nos hace comprender una vez más la importancia de la palabra como factor de paz. En efecto, así como hay palabras e ideas que provocan conflictos y guerras, así también hay palabras e ideas, sobre todo aquellas que podemos sacar del Evangelio, las cuales tienen la capacidad de identificar los términos de los conflictos, pueden disponer de los criterios de evaluación y, por tanto, pueden indicar a los beligerantes el modo de encontrarse para hacer la paz.
----------El Papa hace además hincapié, como lo ha hecho otras veces, en la importancia que las religiones tienen para crear fraternidad y colaboración en orden a la justicia y la concordia entre los Pueblos.
----------A este respecto me viene a la mente el ecumenismo y la importancia que puede tener para la realización de estos fines, que el Papa asigna a las religiones. Entrando más en lo concreto, considero que es muy importante, como estoy haciendo desde hace tiempo, poner de relieve en la guerra en Ucrania, junto a los aspectos políticos, étnicos, militares, económicos y territoriales, también el aspecto religioso, que de hecho influye mucho en la determinación del estado de ánimo tanto de los ucranianos como de los rusos.
----------Un discurso similar debe hacerse para la guerra en Israel. De hecho, los Musulmanes y los Judíos deben recordar que ambos son hijos de Abraham, adoradores de un solo Dios, y dejar a un lado cualquier voluntad de opresión recíproca.
----------El Santo Padre en su carta no cita a la Virgen, pero considerando sus palabras podemos ver en transparencia el influjo de la devoción mariana del Papa, sobre todo pensando en María como Reina de la paz.
----------A este respecto sabemos que la Virgen, perteneciente al pueblo judío, es objeto de culto no solo para los Católicos, los Ortodoxos y todos los Cristianos, sino también para los Musulmanes. Esta devoción común está ciertamente en el trasfondo del espíritu que ha animado la carta del Papa.
El texto de la Carta
----------Estimado Director,
----------quisiera agradecerle las palabras de cercanía con las que ha querido estar presente en este momento de enfermedad en el que, como he dicho, la guerra parece aún más absurda. La fragilidad humana, en efecto, tiene el poder de hacernos más claros sobre lo que dura y lo que pasa, sobre lo que nos hace vivir y lo que mata. Quizá por eso tendemos tan a menudo a negar los límites y a rehuir a las personas frágiles y heridas: tienen el poder de cuestionar la dirección que hemos elegido, como individuos y como comunidad.
----------Me gustaría animarle a usted y a todos aquellos que dedican su trabajo e inteligencia a informar, a través de las herramientas de comunicación que ahora unen nuestro mundo en tiempo real: sientan la importancia de las palabras. Nunca son sólo palabras: son hechos que construyen entornos humanos. Pueden conectar o dividir, servir a la verdad o servirse de ella. Debemos desarmar las palabras, para desarmar las mentes y desarmar la Tierra. Hay una gran necesidad de reflexión, de calma, de sentido de la complejidad.
----------Mientras que la guerra sólo devasta comunidades y el medio ambiente, sin ofrecer soluciones a los conflictos, la diplomacia y las organizaciones internacionales necesitan sangre nueva y credibilidad. Las religiones, además, pueden recurrir a la espiritualidad de los pueblos para reavivar el deseo de fraternidad y justicia, la esperanza de paz.
----------Todo esto exige compromiso, trabajo, silencio, palabras. Sintámonos unidos en este esfuerzo, que la Gracia celestial no dejará de inspirar y acompañar.
Francisco
Roma, Policlínico Gemelli, 14 de marzo de 2025
No hay rastro de catolicismo en la carta , sólo una vaga referencia de circunstancias a la Gracia celestial hacia el final, no antes de haber hecho referencia a las religiones (sic). Un mensaje centrado en la Tierra y que en la Tierra se está destinado a permanecer. Oremos...
ResponderEliminarEstimado Fernando,
Eliminartenga presente que el Corriere della Sera es un diario vinculado a la masonería. Trate de preguntarse: ¿por qué el Papa no escribió a Avvenire, que se proclama católico? La intervención del Papa tiene, por lo tanto, una razón bien precisa, que no tiene nada que ver con una especie de secularismo, que ignora a Cristo, sino que, por el contrario, se trata de una forma de enunciar a Cristo manteniendo un diálogo con un interlocutor, que se supone de buena voluntad y persona razonable, amante de la justicia y de la paz.
Dialogar con personas de este tipo puede ser una de esas obras de misericordia, que son recompensadas por Cristo en el fin del mundo (Mt 25) aunque quien las hizo no era consciente de servir a Cristo. Quiero decir que es posible anunciar a Cristo también sin nombrarlo, con el solo ejercicio de un diálogo entre hombres de buena voluntad.
Un discurso similar vale para el llamamiento que el Papa ha hecho a las religiones para trabajar con él para obtener paz y concordia en el mundo. También aquí, si el Papa no ha nombrado a Cristo, no debemos pensar que sus objetivos son puramente terrenales. Por supuesto, ha nombrado a la tierra, pero con la perspectiva, que usted misma reconoce, de que la Gracia divina salve la tierra. Y ¿cuál es esta Gracia, sino la que está eminentemente custodiada por la Iglesia Católica?
Estimado padre Filemón... ¡demos gracias a la divina Providencia que parece querer darnos un tiempito más al Papa Francisco! Hasta cuando Dios disponga...
ResponderEliminarMientras tanto, ... veo que los pasadistas son tan obvios como previsibles... Viven cismáticamente... creyéndose católicos..., pero son cismáticos (formal o materialmente), proclamando que no necesitan al Papa para ser católicos... y ahora se están preguntando "¿quién gobierna a la Iglesia?"... Tan inconscientes que no se dan cuenta del ridículo en el que caen...
Estimada Rosa Luisa,
Eliminarsí, agradezcamos a Dios por dar a su Iglesia al papa Francisco, y tratemos de buscar siempre en él, como lo hemos hecho en estos doce años, la voz de Cristo, de quien es su Vicario. Pidamos por su salud, pero sobre todo pidamos para que él sepa aceptar del Señor plenamente su divina voluntad.
Por cuanto respecta a los indietristas que ustes menciona, recemos por ellos, para que se conviertan a la recta fe.
Padre, se está convirtiendo en un papólatra ¿qué quiere demostrar? ¿Piense en el motivo de por qué recibe tantas críticas? Rezar por el Papa es justo y necesario, pero de aquí a hacer de él un santo o un héroe... ¡esto nadie lo necesita!
ResponderEliminarEstimada Roxi,
Eliminaryo no hago en absoluto del Papa un santo. ¿Cuándo he dicho tal cosa? Simplemente tomo todos los lados positivos de su personalidad y de su conducta y sobre todo me inclino a la infalibilidad de su magisterio. Más bien le aconsejo releer bien lo que he escrito, y si usted está libre de prejuicios hacia el Papa, verá la gran sabiduría que emana de esa carta que ha escrito.
Todo bien, sólo que existe el diablo y el pecado original, si un malo se arma, de todos modos los buenos ¿qué tienen que hacer? ¿Quién desembarca en Normandía?
ResponderEliminarEstimado Dino,
Eliminares necesario tener en cuenta que desde el siglo XX hasta hoy ha habido profundos cambios históricos relativos a la legitimidad del uso de las fuerzas armadas por parte de los Estados. Todos saben hoy que los Rusos y los Estadounidenses disponen de un arsenal atómico, y todos sabemos cuán grande es el riesgo de que una guerra librada con armas convencionales degenere en una guerra atómica.
Con todo, yo no soy contrario al uso de las armas convencionales, pero digo solamente que éstas, bajo el control de la ONU, sean utilizadas lícitamente por los Estados individuales no para guerrear entre ellos, sino como fuerza pública para mantener el orden interno o con fines de defensa. Además, los Papas desde hace décadas instan a las potencias atómicas a negociaciones bilaterales inmediatas para obtener el desarme atómico. Estos discursos deben repetirse todos los días acompañándolos con la plegari a Dios para que venga en nuestro auxilio. Por nuestra parte, comprometámonos de manera absoluta a hacer todo lo posible para vivir en paz con el prójimo, esperando de Dios mismo que sea el defensor de nuestros derechos.
Pero ¿a Avvenire nunca le escribe?🥲
ResponderEliminarEstimado Anónimo,
Eliminarno se entiende si su pregunta está referida al Papa, o a mí.
Si se trata de esto segundo, sé que en principio habría la posibilidad de enviar cartas al Director, pero no me apetece hacerlo, porque temo que mis críticas puedan ser incomprendidas o suscitar irritación o incluso ser ignoradas. De todos modos, como católico, tengo estima de este diario, que está patrocinado por la Conferencia Episcopal Italiana, y no dejo de alabarlo cada vez que encuentro artículos bien hechos.