miércoles, 5 de marzo de 2025

En duelo por la guía de la Iglesia: san Paulo VI y Rahner (3/3)

Están de tal manera y hasta tal punto difundidas hoy las herejías, ya sea de buena fe o de mala fe, que la intervención disciplinaria o punitiva de la autoridad eclesiástica en todo caso se ha vuelto materialmente y prácticamente imposible. Por consiguiente, la Iglesia hoy se limita a enseñar la sana doctrina, soporta, ofrece sacrificios, reza por los herejes e invoca al Espíritu Santo para que cambie los corazones. [En la imagen: San Paulo VI, en el fragmento de una acuarela de autor desconocido].

Las nuevas doctrinas del Concilio deben ser aceptadas, pero su pastoral puede ser discutida
   
----------Benedicto XVI ha tenido el mérito de aclarar que el Concilio, aunque no ha definido nuevos dogmas, no ha sido solo pastoral, sino también doctrinal, haciendo presente a los lefebvrianos la obligación de asumir las nuevas doctrinas y no considerarlas modernistas o rahnerianas. Sin embargo reconoció que la parte pastoral puede ser discutida, sin precisar en qué sentido.
----------Pero del examen global del pontificado de Benedicto se recaba la motivada convicción de que él, tanto en el campo de la liturgia como en el de la moral y de la teología, haya querido insertar la novedad y el innegable progreso realizado por el Concilio Vaticano II en el cuadro de la sustancial continuidad y por tanto inmutabilidad del dogma católico, según una orientación agustiniana y patrística más que tomista.
----------Fue, pues, este gran Pontífice quien nos dio esta importantísima indicación sobre cómo valorar el Concilio. En efecto, los Papas anteriores no habían hecho más que elogiar sus decretos como si todos ellos estuvieran carentes de defectos. Pero en realidad, a medida que pasaban las décadas después del final del Concilio aparecía cada vez más su defecto pastoral: un excesivo optimismo hacia el mundo moderno y en consecuencia una tendencia buenista y misericordista que termina por avalar las injusticias y favorecer a los totalitarismos, a los prepotentes y a los opresores así como a la relajación y corrupción de las costumbres con el pretexto de la "fragilidad" y de la obligación de la compasión y de la comprensión.
----------En todo caso, es evidente en Benedicto la voluntad de una recuperación de la teología sistemática y por tanto de la metafísica, siempre basada en la moderna exégesis histórico-crítica como remedio del modernismo del postconcilio y, aunque sin duda Ratzinger había colaborado estrechamente con Rahner en las labores del Concilio, apenas se percató del giro filo-hegeliano de Rahner disfrazado de tomismo, tomó netamente las distancias de Rahner acusándolo de idealismo panteista (como encontramos en las importantísimas páginas de crítica a Rahner que Ratzinger publicó en Les principes de théologie catholique, Téqui, Pars 1982, pp.178-190).
----------Si hubo un teólogo en el Concilio que haya sido progresista, colaborador de Rahner, éste es precisamente Ratzinger. Tanto más creíble y autorizado ha sido, por lo tanto, el llamado que nos hizo como Papa a la continuidad y a la tradición, sin por ello subestimar las conquistas innovadoras del Concilio. Al mismo tiempo es interesantísimo su rechazo de la visión rahneriana del progreso, para nada conforme a la concepción católica y tomista y, por el contrario, influenciada por la hegeliana, basada en la ruptura y la contradicción.
----------Valiéndome del permiso que nos ha dado Benedicto XVI para poner en discusión algunos aspectos de la pastoral conciliar, ofrezco ahora a los lectores algunas propuestas que considero aptas para corregir la tendencia buenista y permisivista, claros reflejos del liberalismo y relativismo moral de Rahner, precisando naturalmente que no se trata en absoluto de retornar a la situación precedente al Concilio, como algunos pasadistas quisieran, porque, en efecto, las conquistas hechas por el Concilio deben ser absolutamente mantenidas e incluso mejoradas y fortalecidas, sino que se trata de recuperar algunos valores cristianos que en el fervor de la acción innovadora los Padres del Concilio han dejado de lado. Presento a continuación un elenco:
----------1. Es necesario encontrar una liturgia que recupere el sentido y el respeto por lo sagrado. Es necesario encontrar el verdadero sentido y la verdadera práctica del culto divino, los gestos, los signos y los símbolos propios de lo que se refiere a la religión, que no es una praxis creativa o improvisada como el poetizar; religión que es, sí, rito codificado, oficial y público, pero no en el sentido de una simple práctica jurídica habitual y tampoco es una asamblea del pueblo en actividad sociopolítica o una fiesta comunitaria; no es la conmemoración de un acontecimiento pasado, sino que es elevación del espíritu, apertura de la mente, contrición del corazón, reconciliación fraterna y con Dios, silencio orante ante la Palabra de Dios, ofrenda de sí a Dios, agradecimiento por su perdón, alegría común por la gracia recibida.
----------2. Es necesario que la Iglesia recupere en materia moral o disciplinar el lenguaje preciso, unívoco y normativo o preceptivo, sin pedantería ni legalismo farisaico, y retome el uso de advertir que quien no acoge la doctrina, la enseñanza, la norma o el precepto de la Iglesia, se excluye de la pertenencia a la Iglesia, ya no puede llamarse católico: es lo que los Concilios del pasado llamaban "anatema".
----------3. Es necesario volver a condenar las herejías. Existe hoy una reticencia irrazonable e inoportuna en el uso del término "herejía". Es cierto que hay que sopesar bien antes de usarlo; pero una vez que la cosa es cierta y clara, hay que llamar a la cosa por su nombre, con justicia, caridad y franqueza, a fin de curar la enfermedad como buenos médicos. No solo hay que señalar los errores, sino corregirlos.
----------4. Es necesario que en el Pueblo de Dios y en el ámbito de la enseñanza doctrinal, se vuelva a valorar la teología especulativa. El Concilio nos pone en esta línea recomendando a santo Tomás de Aquino como modelo de teólogo y elogiando la importancia de la contemplación cuando, tratándose de la vida religiosa, habla de la vida contemplativa y monástica. El reducir toda la teología a teología pastoral es un grave error, y declarar cesada o extinta la teología escolástica como hace Rahner, es una enorme tontería, para nada querida por el Concilio, aunque hubiera podido recordar la importancia de la teología especulativa.
----------5. Por eso es necesario volver a dar importancia a la preocupación o al cuidado por la verdad especulativa y no solo por la práctica, volver a preocuparse por la rectitud de las proposiciones de fe y no solo por la de las acciones externas y del compromiso social.
----------La antipatía hacia las ideas abstractas no es cosa buena. ¿Acaso los artículos del Credo no son ideas abstractas? La abstracción es el clima normal del pensamiento y del espíritu. Lo concreto está ligado a la materia, aunque se pueda hablar de concretez de la persona y de su acción. Indudablemente es necesario evitar el riesgo de reificar lo abstracto como hace Platón o de hacer abstracto lo concreto como hacen los idealistas. Pero agarrársela con el abstracto como tal quiere decir agarrársela con el pensamiento y con la inteligencia y rebajar el conocer al nivel de la animalidad. Ciertamente la acción es algo concreto, pero ella no es justa ni recta si no es la aplicación de la ley que nosotros concebimos de modo abstracto y universal.
----------6. Es ridículo y es de necios agarrársela con la teología escolástica. No es para nada razonable. Teología escolástica significa simplemente la teología que se enseña y se aprende mediante la escuela. El problema no es el de abolir la escuela, sino el de saber enseñar y saber aprender. Se trata entonces de edificar una teología escolástica a la altura de los tiempos. El Concilio no pide en absoluto la abolición de la teología escolástica, si es cierto que recomienda a santo Tomás de Aquino.
----------El Concilio ha superado y corregido justamente un cierto escolasticismo cerrado, demasiado polémico, sordo a los problemas del propio tiempo, desconfiado respecto a las novedades, repetitivo y carente de espíritu de investigación. Pero el Concilio se guarda bien de despreciar la importancia de la escuela de teología, donde se aprende a hacer teología y se enseña cómo convertirse en teólogo.
----------7. Además, es necesario recordar que Dios perdona y salva siempre que el hombre se arrepienta y cumpla los mandamientos. Es necesario recordar que Dios castiga con el infierno a los que no se arrepienten. Es necesario recordar que en el infierno están los condenados.
----------8. Es necesario recordar que con el perdón divino el pecado es cancelado y no es verdad que permanece y Dios lo cubre y hace como si no lo viera. Es necesario recuperar el concepto de mérito sobrenatural y aclarar que si la gracia es gratuita, de lo contrario no sería gracia, esto no significa que las buenas obras no son necesarias y no tenemos el deber de expiar nuestros pecados y dar satisfacción al Padre en Cristo por medio del sacrificio de la Misa. Dios nos perdona en Cristo nuestras deudas, pero nosotros debemos corresponder en Cristo con las buenas obras. La visión beatífica es ciertamente gratuita como don de Dios, pero al mismo tiempo hay que adquirirla gracias a las buenas obras realizadas en Cristo.
----------9. Es necesario recuperar el concepto de Iglesia militante. Ella es la Mujer del Apocalipsis, que combate contra el Dragón. Es necesario recuperar el aspecto agonístico, combativo de la vida cristiana. Lo que no significa en absoluto ser belicistas, sino saber repeler la fuerza enemiga, con valentía y fortaleza.
----------Esto no contradice en absoluto el precepto evangélico del amor al enemigo, que quiere decir simplemente saber apreciar los lados buenos de los enemigos. El cristiano está llamado a vencer la carne, al mundo y a Satanás. Hay que recuperar esta famosa triada del ascetismo cristiano. "El reino de los cielos sufre violencia y los violentos se apoderan de él" (Mt 11,12).
----------La abolición de la pena de muerte se está revelando como algo cada vez más posible: pero es utópico creer que en la vida presente todos los contrastes puedan resolverse pacíficamente. Nosotros podemos ser pacíficos; pero no podemos pensar que no existan los violentos. Un uso moderado de la fuerza es a veces el único medio para hacer valer el derecho y la justicia y para defender a los oprimidos de los opresores. Es solo en la vida futura bienaventurada que todas las guerras habrán de desaparecer y habrá paz universal.
----------10. Sorprende, además, y desagrada que en un Concilio que se ha querido pastoral la figura del Obispo, pastor por excelencia, sea presentada de modo que parece no poseer toda esa energía y esa fortaleza que esperaríamos de él, y de la que hablan sobre todo las Cartas pastorales de san Pablo.
----------Me refiero al decreto Christus Dominus sobre el oficio pastoral de los Obispos, un tema al cual, en mi opinión, se debería haber dado mucha más importancia y extensión de las que se han dado. Debería haber sido un tema central del Concilio, porque cuando se dice pastoral episcopal, está claro que también se dice, mutatis mutandis, Papa, Cardenales, presbíteros, diáconos y, por participación, religiosos y laicos, padres y educadores, todos involucrados en esa pastoral sinodal, sobre la que hoy el Papa insiste en sus enseñanzas.
----------El mayor valor del decreto conciliar Christus Dominus es la puesta en luz en el Obispo de la virtud del servicio y de la misericordia del buen pastor que da su vida por las ovejas, con todo el conjunto de virtudes que le hace de contorno o de presupuesto: humildad, disponibilidad, dedicación, espíritu de sacrificio, delicadeza, dulzura, ternura, mansedumbre, paciencia, tolerancia, comprensión, escucha, actitud para el diálogo, aceptación de las diferencias. Sin embargo, este documento es deficiente por cuanto respecta a la justicia, a su oficio judicial y a su poder coercitivo y disciplinario.
----------Se ve que los Padres han estado demasiado impresionados por la llamada a la misericordia y a la atenuación de la severidad hecha por el papa Juan en el Discurso inaugural del Concilio. Pero así sucedió que para corregir un exceso del pasado, se ha caído en un exceso contrario.
----------Ahora el riesgo es el que aparezca una figura de Obispo que no caza al lobo para defender el rebaño y quizás ni siquiera se da cuenta de su presencia, un Obispo que no es capaz de "refutar a los que contradicen" (Tt 1,9), un Obispo que no interviene o hace como si no viera para no tener problemas y pasar por tirano, un Obispo ni caliente ni frío que el Señor, como dice el Apocalipsis, vomita de su boca.
----------También sería bueno que los pastores volvieran a infundir en el alma del fiel ese santo temor de Dios, que no es miedo o terror de un Dios airado, sino que es también don del Espíritu Santo, es decir, sagrado respeto y suprema consideración y reverencia hacia la divina majestad, por los cuales, impulsado por el amor de Dios, el fiel, recordando que existe la justicia divina, se abstiene del pecado conociendo atemorizado las consecuencias del pecado, y así lo evita y obtiene misericordia.
----------Están de tal manera y hasta tal punto difundidas hoy las herejías, ya sea de buena fe o de mala fe, que la intervención disciplinaria o punitiva de la autoridad en todo caso se ha vuelto materialmente imposible. Por consiguiente, la Iglesia hoy se limita a enseñar la sana doctrina, soporta, ofrece sacrificios, reza por los herejes e invoca al Espíritu Santo para que cambie los corazones.
----------Entre las herejías, la Iglesia elige hoy solo algunos casos, no necesariamente los más graves y peligrosos, no obstante evidentes y significativos, porque lamentablemente a veces tienen fuertes protecciones dentro de la misma Iglesia, como por ejemplo los rahnerianos, e interviene sobre todo con la excomunión o con la reducción al estado laical o con el traslado en caso de clérigos o con la expulsión del instituto en caso de religiosos o con la expulsión de la enseñanza o la prohibición de publicar en caso de docentes.
----------Tengamos presente que la Iglesia deja al Estado la tarea de castigar aquellas consecuencias sociales de las herejías en el plano de las relaciones interpersonales o comunitarias, consecuencias que constituyen crímenes contra el bien común y que comportan infracción a las leyes civiles.
----------Finalmente creo necesario hacer la observación que un Concilio que se ha querido pastoral, al final demuestra no tener suficientemente en cuenta el supremo modelo de pastor, que es Cristo, quien se inclina, sí, con compasión sobre los sufrimientos de los enfermos, libera ciertamente a los poseídos por el diablo, llora por la suerte de Jerusalén y por la muerte de Lázaro, perdona al buen ladrón y a la prostituta arrepentidos, relata la parábola del hijo pródigo, muestra ciertamente ternura hacia los niños, experimenta ciertamente misericordia por las miserias humanas, comprende ciertamente y excusa la fragilidad de los débiles, perdona ciertamente la ignorancia invencible, se entrega en rescate por muchos, pero también sabe en el momento oportuno lanzar invectivas y amenazas de eterna condenación a los fariseos, a los hipócritas, a los opresores, a los mentirosos, a los impíos, a los ladrones, a los asesinos, a los incrédulos.
----------¿Y acaso no es esta siempre la caridad? ¿Acaso podemos pensar que cuando nuestro Señor Jesucristo se enoja o alza la voz, es porque ha perdido el control, se ha encolerizado, y se deja llevar por la ira? Claro que no. Por tanto, la excesiva delicadeza y el excesivo respeto hacia los adversarios no son signos de caridad y de respeto hacia sus personas, sino que son signos de timidez, de oportunismo, de falta de preocupación y de incerteza acerca de nuestras convicciones. ¿Qué nos dice el profeta Isaías?
----------"¡Grita a voz en cuello, no te contengas, alza tu voz como una trompeta: denúnciale a mi pueblo su rebeldía y sus pecados a la casa de Jacob!" (Is 58,1). Si el Concilio hubiera levantado un poco más la voz, ¿quizás algunos sordos no habrían oído?

10 comentarios:

  1. ¿Dónde ve usted el PROGRESO producido por el Concilio Vaticano II?
    ¿En la demolición despiadada de la Liturgia Romana, realizada con la Misa de Pablo VI, que hizo perder la Fe Católica a tres generaciones de fieles que ya no creen en nada?
    Yo también, hace años, creía en la historia de la misa renovada.
    Entonces estudié el asunto y comprendí que la nueva misa, falsamente antigua, es una TRAGEDIA SIN PRECEDENTES EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA.
    Pablo VI de manera criminal, abrogó el Misal Verdadero Romano e hizo escribir otro en los escritorios, por pseudo expertos, los cuales han vendido sus hipótesis como liturgia antigua.
    El padre Louis Boyer, una persona seria y muy inteligente, confesó que nunca celebraba con el segundo canon, porque había sido escrito en las mesas de las tabernas de las Osterie del Trastevere durante las pausas del almuerzo.
    Trate de pensar cuál es la obra maestra criminal Pablo VI: intentó abolir la Santa Misa Romana desde San Gregorio Magno y San Dámaso en adelante, siempre venerada, defendida y enriquecida por los Sumos Pontífices Romanos, para establecer la Misa Modernista y filoprotestante de las Mesas del Trastevere.
    LA VERDAD CLAMA FUERTE ANTE DIOS.
    ¿Hasta cuándo apoyarán ustedes las falsedades que ha escrito el perito químico Bergoglio en el motu propio sobre la nueva encarcelación de la misa romana?
    Que solo hay un rito romano.
    El rito falsamente antiguo de Pablo VI, que debe abolirse lo antes posible.

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    1. Estimado Esteban,
      ante esta cuestión de la Misa es necesario que nosotros hablemos de manera muy clara. Le hago una pregunta: ¿usted se considera católico? Entonces, si se considera católico, ¿cómo es que maltrata de esta manera la Misa Novus Ordo? El Misal Romano de la Iglesia postconciliar fue promulgado por el Sumo Pontífice, quien ha recibido de Cristo el poder de regular el culto divino de la Iglesia. Por lo tanto, quien quiere ser católico, debe seguir el Magisterio de la Iglesia Católica. Si no, usted, ¿qué católico es?

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    2. El Papa no tiene el poder de inventar un nuevo rito para que lo llamen Rito Romano.
      El Papa es el primero en tener el deber de conservar la pureza de la Liturgia Romana, en la que se expresa eficazmente la Fe Católica Apostólica y Romana.
      No es suficiente el fideísmo con el que chantajean ustedes a los fieles desde 1969!
      Ya no es suficiente.
      Pablo VI debe responder ante Dios y la Iglesia de Cristo POR EL CRIMEN DE HABER ALTERADO EL RITO DE LA MISA, INTENTANDO SUPRIMIR EL VERDADERO RITO ROMANO Y SUSTITUIRLO POR UN RITO ESCRITO EN UN CUALQUIER ESCRITORIO Y AJENO A LA TRADICIÓN DE LA IGLESIA DE ROMA.
      Nunca antes en la historia de la Iglesia había ocurrido que un Pontífice se hiciera culpable del asesinato de la Liturgia Romana.

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    3. su presunción es intolerable. ¿Acaso pretende ser usted, en lugar del Papa, quien determine cuál debe ser el Rito de la Misa? ¿No sabe que el Papa es el Sumo Sacerdote, investido por Cristo de instaurar la disciplina en última instancia de la actividad litúrgica? ¿No sabe usted que Cristo dio a Pedro el poder de atar y desatar? ¿No sabe que le dio a Pedro las llaves del reino de los cielos? Entonces, quédese en su puesto y no pretenda sustituir al Papa, pues hasta prueba contraria el Papa no es usted, sino que es el Papa Francisco.

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    4. Padre Filemón: Por desgracia Pablo VI ha sido engañado, tan cierto es esto que el obispo Bugnini autor de la nueva misa fue en su momento exiliado a Irán. Basta comparar los textos x darse cuenta del desastre causado por esta Misa,... iglesias vacías.

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    5. Estimado Flavio,
      Bugnini fue alejado de sus precedentes funciones en la Curia Romana precisamente porque su posición hacía aparecer al Novus Ordo Missae como filo-protestante. Por eso la intervención del Papa san Paulo VI fue providencial para disipar el equívoco de los cismáticos lefebvrianos de que el Novus Ordo fuera filoprotestante.
      El Novus Ordo Missae tiene sin embargo un aspecto ecuménico, pero naturalmente en el surco de la Tradición.
      Por otra parte la Tradición Litúrgica es la conservación del aspecto esencial de la Misa (lex orandi divina), que sin embargo, con la profundización del misterio de fe a lo largo de la historia, recibe una conformación litúrgica y ceremonial (lex orandi eclesialis) que está sujeta a una pluralidad de modos que están regulados por el Ministerio Litúrgico de la Iglesia según los tiempos y los lugares.
      Si hoy las iglesias se están vaciando la culpa no es del Novus Ordo, sino de su falsificación o de su mala celebración o de sus abusos por parte de sacerdotes que no se adhieren a las actuales disposiciones de la Iglesia.

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  2. Estimado padre Filemón de la Trinidad. Aprecio mucho su artículo, con cuya lectura he disfrutado abundantemente. Un texto muy bello.

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    1. Estimado David,
      bienvenido de vuelta a este blog, me alegra verlo nuevamente en este foro de diálogo y crecimiento en la fe entre todos. Le agradezco sus buenas palabras, y quedo a su disposición por cualquier consulta que desee hacerme.

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  3. Perito conciliar del cardenal Franz König, el jesuita alemán desempeñó, entre bastidores, un papel crucial en el Vaticano II, hasta ser definido por el entonces decano de la Gregoriana, Juan Alfaro, "el máximo inspirador del Concilio".

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    1. Estimado Jorge,
      como ya he tenido ocasión de decir en mis escritos, Rahner ha desempeñado ciertamente un papel positivo en la preparación de los documentos del Concilio. Lo que no se puede tolerar es que se pretenda encontrar en el Concilio los errores de Rahner.

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