Como en cierto modo aparecía en la lectura evangélica de ayer, Domingo III de Cuaresma, la enseñanza y el ejemplo de Cristo, en ciertos casos, pueden parecer necios, escandalosos y contrarios a la razón. Parecen contradecir el principio de no-contradicción, pero no lo hacen. Comenzando por los Santos Padres, todos los grandes teólogos del catolicismo, todos los escritos de los Santos, toda la teología escolástica, sobre todo la teología de santo Tomás de Aquino, confirmados por el Magisterio de la Iglesia, nos ayudan a resolver las aparentes contradicciones que aparecen de vez en cuando en las enseñanzas de Cristo. [En la imagen: fragmento de "Tarde de invierno en Mendoza", acuarela de Oliver Lucas Fagnani].
El respeto de la lógica es indispensable para una vida humana digna de ser vivida
----------El enfrentamiento fundamental entre nuestro Señor Jesucristo y los fariseos se sitúa en el plano de la lógica, del razonar recto y honesto. Jesús pide limpidez y lealtad en el pensar y en el hablar; los fariseos se sirven de la astucia, de la doblez y de la hipocresía. La oposición entre creyentes y no creyentes presupone una oposición preliminar y más radical entre quien razona y quien no razona.
----------Santo Tomás de Aquino ha utilizado la lógica de Aristóteles, que es la lógica natural de la razón humana, para interpretar la lógica evangélica porque se ha dado cuenta de que el modo de pensar de Jesús, el Cristo, estaba basado en el fundamental principio lógico de no-contradicción, que ya había sido ampliamente justificado, ilustrado y demostrado por Aristóteles en el libro IV de la Metafísica contra la sofística de Protágoras, en la cual Tomás ha individuado correctamente la lógica de los fariseos.
----------El principio de no-contradicción dice que no se puede afirmar y negar simultáneamente de una cosa la misma cosa. Eso, en el orden del pensamiento, refleja lo que en la realidad es el principio de identidad: todo ente no puede ser y no ser simultáneamente y bajo el mismo aspecto.
----------Si no se respeta el principio de no-contradicción en nuestro pensar o hablar nos contradecimos, caemos en lo contradictorio, que, siendo un pensamiento que se destruye a sí mismo, es un pensamiento que no tiene sentido. Eso es el contradecirse.
----------También existe el contradecir. El principio de no-contradicción prohíbe no solo contradecirse, sino también contradecir, como ocurre por ejemplo en la desobediencia a un orden justo. ¿Pero en qué sentido? Contradecir lo que es verdadero. Si yo contradigo a una persona que dice lo falso, entonces hago bien. Pero si contradigo lo verdadero, o sea, si digo que es lo que no es, hago mal.
----------Una proposición contradictoria es ciertamente falsa, pero una proposición falsa no es necesariamente contradictoria o incoherente. Una proposición contradictoria es ininteligible. En cambio una proposición falsa puede ser perfectamente inteligible. Los empiristas dicen que las proposiciones de la metafísica no tienen sentido, no porque ellas realmente no tengan sentido, sino porque son ellos quienes no las entienden.
----------Es necesario distinguir, sin embargo, en el campo de la contradicción lo que es imposible de lo está prohibido. Contradecir a lo verdadero está prohibido precisamente porque es posible. Admitir como real lo que es contradictorio es imposible incluso queriéndolo. Creer que sea posible un círculo cuadrado o que el ser no sea, es vano. Puedo decirlo con palabras, pero no puedo pensarlo.
----------Además, hay que distinguir el contradecir teórico del contradecir práctico. La contradicción lógica o intelectual es un juicio auto-refutativo o auto-destructivo, cuya actuación práctica es imposible. La contradicción práctica, en cambio, es aquel acto de la voluntad con el cual ella quiere lo que está prohibido por Dios. Es la desobediencia a la ley divina. No es más que el pecado.
----------En este sentido Cristo es "signo de contradicción". Su conducta y su enseñanza de plena obediencia a Dios, dado que en Cristo solo existe el sí, suscita el odio de los enemigos de Dios, es decir, de aquellos que no quieren obedecer a Dios, sino que Lo contradicen y se Le oponen, haciendo lo contrario de lo que Él quiere.
----------Estos actos hostiles y contrarios a la voluntad de Dios no dependen de pensamientos contradictorios, porque éstos, siendo absurdos, son irrealizables. En cambio, el pecado es una intención del todo realizable. El pecado es una triste realidad, aunque el mal pertenece al horizonte de la privación y por tanto del no-ser. Los pecados, sin embargo, parten de intenciones inteligibles, que por lo tanto pueden ser realizadas.
----------Sin embargo, en el pecado siempre existe la hipocresía. En sí la hipocresía es un pecado, pero también es el aire que respiran todos los pecados. Basados como están en un juicio falso acerca de lo que es bueno, esta falsedad está ligada a la doblez. Vale decir, se basan en una lógica ternaria. Por lógica ternaria entiendo una lógica que no opone el sí al no, sino que pretende hacerlos estar juntos. El pecado es siempre la actuación en la práctica de una lógica ternaria, según la cual el sujeto sirve a dos señores, a dos amos.
----------En efecto, el pecado, en cuanto acto humano, no puede no orientarse hacia un fin último; pero así como el pecador hace fin último su propia voluntad y no la de Dios, he aquí que en la práctica el pecador toma una tercera dirección entre el sí a Dios y el no a Dios, y esta tercera dirección no es otra que su elección consistente en el acto de pecar. Por eso Cristo dice que el demonio es homicida porque es mentiroso.
La lógica binaria
----------La lógica de nuestro Señor Jesucristo es la lógica binaria, es decir, una lógica que en el pensar y juzgar admite solo dos posibilidades: o el sí o el no; o es así o no es así; o lo verdadero o lo falso. Aquí se trata de contrarios, donde el sujeto es el mismo. No es que este tipo de oposición no admita los matices, las gradaciones, el gris entre el blanco y el negro. Ese es otro discurso. Lo que no admite el principio de no-contradicción es que un matiz dado sea y no sea a la vez ese matiz dado.
----------El razonamiento correcto es de fundamental importancia para garantizar la felicidad y el bienestar de nuestra vida. La falta de respeto a este principio, sobre todo cuando están en juego los valores fundamentales de la vida y de la moral, provoca en el pensar y por tanto en el actuar los daños gravísimos que frustran con falsos bienes o falsos fines la consecución de aquellos fines verdaderamente constructivos y saludables.
----------Cristo expresa las exigencias en el pensar, en el razonar, en el juzgar y en el hablar del principio de no-contradicción con sus famosas palabras de extrema simplicidad pero de fundamental importancia: "que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. El resto pertenece al diablo", vale decir, al embustero, al mentiroso, a aquel que no ha perseverado en la verdad.
La lógica ternaria
----------La lógica ternaria, en cambio, ¿en qué consiste? Es aquella que rechaza este aut-aut o esta alternativa o ser o no-ser, o verdadero o falso, o bueno o malo, sino que sustituye el aut-aut con el et-et, como si los dos términos no fueran opuestos, no se excluyeran mutuamente, sino que pudieran estar juntos, como si pudiésemos asumirlos a ambos y fueran simplemente diferentes o si estuvieran recíprocamente conectados, como si el uno necesitara del otro, como si el ser no requiriera la exclusión del no-ser, lo verdadero no rechazara lo falso, y el bien pudiera estar junto con el mal.
----------En la lógica ternaria entre el sí y el no, no hay exclusión recíproca como en la lógica binaria, sino al contrario, hay una relación, hay una mediación, la cual es la síntesis que une tesis (sí) y antítesis (no). Sí y no son solo dos lados de la verdad: lo verdadero, como dice Hegel, es la "totalidad", lo "entero", o sea la síntesis de sí y de no. Ver o acoger el sí rechazando el no, para Hegel es una visión "unilateral", incompleta, parcial, y por tanto falsa. La verdad está solo en la asociación de lo verdadero con lo falso.
----------La lógica ternaria comporta tres momentos: la oposición entre la afirmación (sí) y la negación (no) es para Hegel no suficiente para establecer la verdad, puesto que cree que lo verdadero, como dirá claramente Hegel, está asegurado por la conjunción del sí y del no, la así llamada "síntesis". Entonces tenemos los tres famosos momentos de la dialéctica hegeliana de la tesis, de la antítesis y de la síntesis.
----------Esta lógica confunde al otro o diferente con lo opuesto, a lo contrario con lo contradictorio. Ciertamente lo falso es diferente de lo verdadero, es diverso a lo verdadero, pero no basta con detenerse aquí. La verdadera alteridad o diversidad o contrariedad implica la coexistencia de los diferentes, de los otros, de los contrarios. En cambio, los contradictorios son incomposibles: o existe lo uno o existe lo otro: no pueden existir juntos. Pueden coexistir el verano con el invierno, la justicia con la misericordia, lo máximo con lo mínimo, pero no pueden coexistir el hombre con el no-hombre, Dios con el no-Dios, el ser-esto con el no-esto. En los contrarios el sujeto es el mismo; en los contradictorios se niega a sí mismo.
----------Mientras que la lógica binaria es retomada por el Nuevo Testamento, la lógica ternaria reaparece en la Cabala y en la falsa mística. Por desgracia, se encuentra en Dionisio el Areopagita, maestro estimadísimo de espiritualidad durante todo el medioevo, pero que en la conclusión de su Teología mística, para expresar la mística trascendencia de la divina esencia utiliza expresiones contradictorias. Dice que la causa primera
----------"no es ni error ni verdad; de ella no se da ni afirmación ni negación, sino afirmando y negando las realidades posteriores a ella ni la afirmamos ni la negamos, porque la causa total y única de todas las realidades está también por encima de toda afirmación y la eminencia de lo que simplemente está desvinculado de todas las realidades y por encima de su totalidad está también por encima de toda negación" (Mistica teologia, y Epistolas I-V, Ediciones ESC-ESD, Bolonia 2011, p.263).
----------La lógica ternaria en la historia de la lógica se acompaña siempre con la lógica binaria, que es la lógica natural de la razón, mientras que la lógica ternaria corresponde a la lógica de la razón corrompida por el pecado original. La lógica ternaria aparece en Grecia con los sofistas y Protágoras, está presente también en la historia del hinduismo, por ejemplo con Nagarjuna. Es la lógica de la confusión entre la apariencia y la realidad, es la lógica de la reducción del en-sí al para-mí, del objetivismo al subjetivismo.
----------Nombres famosos que se podrían hacer en el camino de la lógica ternaria son los de Guillermo de Ockham, Nicolás de Cusa, Lutero, Giordano Bruno, Hegel y Nietzsche. Dionisio el Areopagita cae sin querer a causa de una preocupación exagerada de exaltar el misterio de Dios. Si resaltamos demasiado acerca de su trascendencia, oscuridad, infinitud, ininteligibilidad e inefabilidad, corremos el riesgo de decir todo y lo contrario de todo, y por tanto de no decir nada o de confundir el teísmo con el ateísmo o la mística con el nihilismo.
----------La lógica ternaria está implícita o subyace incluso cuando, como en Guillermo de Ockham, el bien y el mal no están fundados en la realidad, sino solo en la voluntad divina, por lo cual una cosa no es buena en sí misma o de por sí, como para excluir absolutamente que pueda ser simultáneamente mala, sino que puede ser buena o mala según la voluntad divina, la cual en su omnipotente libertad puede establecer por ejemplo que el adulterio sea un bien como que sea un mal, De modo que el adulterio desde un punto de vista absoluto es bueno y malo a la vez, y si de hecho es un mal es solo porque Dios de hecho lo ha querido así.
----------Todo el enfrentamiento de Cristo con los fariseos, los escribas y los doctores de la ley se resume y gira en torno a este punto fundamental que pone en juego en el fondo la cuestión fundamental de la esencia de la verdad y especialmente de la verdad sobre Dios.
----------La enseñanza y el ejemplo de Cristo, en ciertos casos, pueden parecer necios, escandalosos y contrarios a la razón. Parecen contradecir el principio de no-contradicción, pero no lo hacen. Comenzando por los Santos Padres, todos los grandes teólogos del catolicismo, todos los escritos de los Santos, toda la teología escolástica, sobre todo santo Tomás de Aquino, confirmados por el Magisterio de la Iglesia, nos ayudan a resolver las aparentes contradicciones que aparecen de vez en cuando en las enseñanzas de Cristo.
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