Para Edmund Husserl, por cuya filosofía Edith Stein se sintió al inicio atraída, mi yo no es simplemente un yo humano, sino que es sustancialmente un yo divino, del cual sin embargo al principio, llevado a considerar las cosas fuera de mí, no tengo conciencia. Pues bien, la fenomenología husserliana, similarmente al yoga indio, nos hace conscientes de que nuestro verdadero yo no existe porque haya sido creado por Dios, sino que existe por sí mismo. Por el contrario, es necesario decir que si se quiere hablar con fundamento de un yo puro que da sentido y constitución al hombre y al mundo, éste es Dios, no soy yo en absoluto, por mucho que yo ponga en luz mi yo en su pureza. Edith Stein, en un momento dado de sus estudios, se dio cuenta de ello, y fue este descubrimiento decisivo lo que la indujo a abandonar el "yo puro" de Husserl para abrazar al verdadero Dios, el Dios de Israel y de Jesucristo, el Dios de Aristóteles y de santo Tomás de Aquino.
La empresa de Husserl
----------La actividad filosófica de Husserl apareció a principios del siglo XX, con cuidadosos estudios de la lógica. Además él era un buen matemático. Tenía, por tanto, una forma mentis habituada al rigor racional, que mantendrá durante toda su vida, una mente meticulosísima en el razonar y en el describir los hechos interiores de conciencia, cosa que le atraería en el ambiente cultural de su tiempo un inmenso respeto.
----------Sobre la base de esta preparación científica le vino la idea de fundar una filosofía verdaderamente radical, incuestionable y rigurosa, considerando también el bajo nivel intelectual de su tiempo dominado por el positivismo, el empirismo, el subjetivismo, el cientifismo, el vitalismo, el materialismo, el psicologismo y el hegelismo.
----------Para remediar esta situación lanzó a los filósofos de su tiempo un llamamiento franco y valiente a la objetividad, a la visión de las esencias, al razonar riguroso, a constatar y experimentar lo que nos es dado o se presenta o aparece en la conciencia inmediatamente, ostensivamente e indiscutiblemente.
----------Este llamamiento a tener confianza en la posibilidad de establecer un saber verdaderamente como fundamento de todas las ciencias, Husserl lo justificaba con el anuncio de haber descubierto una nueva ciencia, que él llamó "fenomenología", cuyo objeto era un campo nuevo, vastísimo del ser, que hasta ahora había permanecido desconocido. Aquí él rastreaba esta ciencia radical que fundamenta todas las demás.
----------El campo de la fenomenología es lo que él llama el campo de la conciencia absoluta o del yo puro o del ser consciente. Excluye un ser fuera de la conciencia. Todo ser es inmanente a la conciencia.
----------De hecho, para Husserl el yo es aquello de lo cual tomo nota cuando pienso en mí mismo o tomo consciencia de mí mismo. Entonces me hago un concepto de mí mismo que designo con la palabra "yo". Según Husserl el yo en su pureza es el absoluto, la totalidad del ser, fuera del cual no hay nada.
----------Sucede en cambio según Husserl que en esta toma de conciencia no nos damos cuenta inmediatamente de este yo, sino que nos detenemos en nuestro yo humano, psicológico, en su materialidad, individualidad, en su limitación y en sus miserias, un yo que ve un mundo fuera de sí y un Dios que sería de él su causa creadora, creadora también de mi yo humano, hecho de cuerpo y alma.
----------El realista ingenuo por lo tanto, para Husserl, concibe su propio yo como superado por el universo que ve en torno a sí, y sobre todo trascendido por su causa, Dios, que concibe como supremo y primer ente, del cual todo depende, incluyendo su yo humano. Este yo humano, para Husserl, es el que aún no ha descubierto su puro yo, fuera del cual no hay nada, porque, como se ha dicho, el puro yo es todo el ser.
----------Lo que al yo humano le parece externo, en realidad es interno e inmanente al puro yo, el cual, a diferencia del yo humano, no depende en absoluto de una realidad externa, sino que existe por sí mismo y él es el principio de todo, que se constituye y se funda a sí mismo y a lo que al yo humano le aparece como mundo exterior.
----------El yo puro existe por sí mismo y en virtud de sí mismo, no es en absoluto creado, sino que es el yo humano formado o constituido por el yo puro. Todo el problema de la verdad, del fundamento de las ciencias y de la moral, reside en la capacidad del yo para despojarse de su humanidad empírica suspendiendo el juicio espontáneo pero engañoso sobre la existencia de una realidad externa y encontrar el puro yo, en el cual está todo y el principio de todo. A este concentrarse en el yo puro prescindiendo del resto Husserl lo llama "reducción trascendental".
----------Entonces para Husserl se trata de entender que ese mundo que al yo humano le parece externo y trascendente, en realidad es una construcción ideal de su yo puro que es la conciencia, en lo interno de la cual y sólo en lo interno de la cual existe todo lo que existe.
----------Es entonces ingenuidad y no es ciencia para Husserl creer que el propio yo dependa en su existencia de una realidad externa superior y trascendente, llamada "Dios". En efecto, para él este mundo que parece existir más allá del yo y dar existencia al mismo yo, en realidad es efecto de la actividad interior e intencional no ciertamente del yo humano, sino del yo puro. La existencia de Dios no es negada, sino solo como construcción del yo puro, en lo interno del yo puro. No hay mucha diferencia del Dios kantiano como idea suprema de la razón inmanente a la razón.
----------Husserl enuncia con claridad esta convicción suya, de marca estrictamente idealista, ya en su famosa obra Ideas para una fenomenología pura, que ciertamente Edith Stein debe haber leído, pero evidentemente sin comprender inmediatamente el alcance de las palabras de Husserl, que se expresa en estos términos:
----------"Ningún ser real en sentido estricto, ningún ser que se represente y se justifique consciencialmente mediante apariciones, es necesario al ser de la conciencia misma en el sentido amplísimo de corriente de Erlebnisse. El ser inmanente es, por tanto, indudablemente ser absoluto en el sentido de que por principio ninguna 're' indiget ad existendum" (Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires 1962, p.113).
----------Hago la observación que es cierto que yo produzco mis conceptos, pero esas cosas reales y yo mismo, que mis conceptos representan, ¡no las produzco yo! Aquí es evidente cómo Husserl, con el pretexto de poner en luz el valor filosófico de la conciencia, sustituye a Dios por el yo, a causa de la falsa distinción que hace entre yo humano y yo puro. Este yo puro, que no tiene necesidad de nada para existir, toma claramente el puesto de Dios, aunque parezca distinto del yo humano. Pero este yo humano no es mi persona que está delante de la persona de Dios. Es decir, el yo puro absoluto, auto-subsistente e infinito no es Dios, no es un otro distinto Yo trascendente y creador de mi yo, sino que soy siempre yo en el estado de pureza independientemente de mi modo humano de ser.
----------Yo en cuanto absoluto yo no necesito de ningún creador, porque existo por mí mismo. Está claro cómo aquí Husserl usurpa el nombre divino "Yo soy" de Ex 3,14. Parece increíble, pero Stein, en la inmensa esperanza que había puesto en Husserl, durante algunos años no se dio cuenta de esta tremenda impostura.
----------Es necesario decir que para Husserl, como en el fondo también para el hinduismo, mi yo no es simplemente un yo humano, sino que es sustancialmente un yo divino, del cual sin embargo al principio, llevado a considerar las cosas fuera de mí, no tengo conciencia. Pues bien, la fenomenología, como el yoga indio, nos hace conscientes de que nuestro verdadero yo no existe porque haya sido creado por Dios, sino que existe por sí mismo.
----------Por el contrario, es necesario decir que si se quiere hablar con fundamento de un yo puro que da sentido y constitución al hombre y al mundo, éste es Dios, no soy yo en absoluto, por mucho que yo ponga en luz mi yo en su pureza. Edith Stein se dio cuenta de ello en un momento dado y fue este descubrimiento decisivo lo que la indujo a abandonar el "yo puro" de Husserl para abrazar al verdadero Dios, el Dios de Israel y de Jesucristo, el Dios de Aristóteles y de santo Tomás.
----------De todos modos, es un hecho que el idealismo también le parecía falso a Husserl por su identificación del sujeto con el objeto, de lo ideal con lo real, del concepto con la cosa (Ding) y del pensamiento con el ser. Por lo tanto, Husserl quiso recuperar la noción del ser intencional para explicar el hecho del conocimiento, que no implica, decía él, una identificación ontológica del sujeto con el objeto, sino el hecho de que la conciencia intenciona el objeto o intuye o ve al ser entendido como esencia (Wesenschau), como "correlato de conciencia", por lo tanto no como ente real externo a la conciencia e independiente de la conciencia, sino como ser de conciencia, inmanente a la conciencia.
----------Husserl no pretendía con ello invalidar la actitud naturalmente realista de la mente humana, que concibe un real externo a la mente, sino que consideraba tal actitud una "ingenuidad" incapaz de dar fundamento primero al saber, como en cambio a su juicio era capaz de ello ésa que él presentó como una ciencia nueva, la fenomenología, descubierta por él, según la cual la certeza no se funda en el contacto con un ente externo a la conciencia, sino sobre la visión o intuición o experiencia interiores del ser de conciencia.
----------Husserl, en efecto, sabía que el acto del conocer es un acto del espíritu inmanente al espíritu, independiente del espacio, pero no comprendió que no obstante esto el intelecto en el conocer, sin salir de sí mismo en el espacio, alcanza y capta un real material que está fuera del intelecto, fuera en el espacio, pero también un real espiritual, la persona y Dios mismo, que no son entes espaciales, sino inmateriales y que por lo tanto están "fuera" en el sentido de que son realmente distintos e independientes de la conciencia, tanto que Dios es incluso el creador de la conciencia.
----------Para Husserl incluso el fuera es dentro, porque no es realmente fuera, sino que es pensado como dentro. Pero con esto mismo muestra entender el dentro como fuera, así como su espiritualismo se convierte en materialismo. De este modo, en efecto, como observa con agudeza el Maritain (Les degrés du savoir, Desclée de Brouwer, Bruges 1959, pp.197-198), él confunde el intelecto con una forma material, cuyo acto consistiría en llenarse del contenido dado por el objeto.
----------El conocer viene entonces a tener, como ya en Kant, una "forma" y una "materia". La primera, la forma del objeto, es el intelecto, y la segunda es la materia del objeto u objeto "material". En el acto cognoscitivo el intelecto no recibe immaterialmente la forma de un ente externo, sino que llena la forma con el contenido del objeto que es interno y que de material deviene formal.
----------Por eso, para Husserl la actividad cognoscitiva no comporta un contacto con lo externo, sino que se resuelve en una actividad puramente reflexiva en la cual el objeto no es presupuesto al conocer y extraído de lo externo mediante los sentidos, sino que se encuentra ya en lo interno de la conciencia, es ya sentido, por lo cual la conciencia no tiene nada más que hacer que tomar nota del objeto.
----------El ser para Husserl no es un ser externo a la conciencia, preexistente a la conciencia e independiente de ella, sino que es ser-por-la-conciencia, el ser es el ser que aparece a la conciencia, precisamente el ser fenoménico, el ser de la fenomenología, ese ser en el que, según como él dice, nadie había pensado y que él descubrió como un campo de investigación sin límites absolutamente cierto de la filosofía.
----------Así Husserl, más allá de su espiritualismo, muestra que está ligado a la concepción kantiana del conocer, para la cual el intelecto es una forma vacía que viene llenada con la materia del objeto, por lo cual no es el intelecto que está informado por la forma del objeto, sino que es el objeto el que está formado por la forma del intelecto, olvidando el hecho, como nos advierte Aristóteles, que no es la piedra la que está en el alma, sino la imagen de la piedra.
----------Es la piedra real la que está compuesta de materia y forma. Pero el aparecer de la piedra en el alma o bien la imagen o concepto o idea de la piedra es una pura forma. Esa forma que la piedra tiene en realidad es la misma forma que el intelecto percibe en su interior inmaterialmente. Este es el verdadero acto del conocer.
----------Cuando el intelecto conoce una piedra, abstrae de su materia y solo conoce la forma de la piedra, mientras que la materia permanece desconocida para él. En el conocer no se trata de llenar las formas vacías, sino de asumir intencionalmente y representativamente en los conceptos y en las ideas las formas o esencias o naturalezas de la realidad externa, ya sea tanto material como espiritual, mientras que su existir puede ser captado por la intuición intelectual, a través de los sentidos.
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