Los "diez secretos" de Medjugorje y un resurgido milenarismo

Es lamentable que en las interpretaciones que se vienen haciendo acerca de los acontecimientos de Medjugorje, se caiga en lo que patentemente se trata de una trampa del demonio, sobre todo en lo referente a los llamados "diez secretos" (de los cuales hasta ahora el Magisterio de la Iglesia nada ha dicho). Pero Dios permite estas cosas también en los Santos, a fin que se vuelvan más humildes y más vigilantes y por lo tanto más eficaces en el obrar ese bien que tienen la misión de obrar. [En la imagen: una fotografía de la Virgen Reina de la Paz de Medjugorje, durante una de las innumerables peregrinaciones al santuario mariano].

----------El año pasado el padre Livio Fanzaga publicó un libro titulado Apóstoles de María, que vio la luz en las Ediciones SugarCo de Milán, donde trata acerca de los famosos "diez secretos" de Medjugorje. El conocidísimo fenómeno de Medjugorje desde hace cuarenta años difunde en el mundo, indudablemente, una inmensa cantidad de bien y da una contribución valiosísima a la obra de la Iglesia para la realización de la reforma promovida por el Concilio Vaticano II en comunión con el Papa, y para la salvación del mundo, contrarrestando válidamente la obra destructiva realizada por los enemigos del cristianismo externos e internos a la Iglesia.

----------La sabiduría divina de los mensajes marianos, incesantemente repetidos para los duros de corazón y de oídos, la conducta loable de los videntes, el celo de los padres Franciscanos del lugar, la infinidad de las multitudinarias celebraciones litúrgicas, de las adoraciones eucarísticas, del sacramento de la penitencia y de los Rosarios que se rezan, los milagros y las liberaciones de Satanás que se producen de modo incesante, las innumerables conversiones, los infinitos gestos de caridad, la atmósfera de extraordinaria e intensa religiosidad, el maravilloso clima de recogimiento y de oración, que se respira en Medjugorje, el poder de haber atraído a decenas de millones de peregrinos, la irrisión, el desprecio, la desconfianza y la indiferencia provenientes de los ateos, de los incrédulos y de la gente del mundo, son todos señales sin duda convincentes de que en Medjugorje existe el dedo de Dios, y que el diablo tiene una inmensa rabia.

----------Correctamente las autoridades eclesiales locales y centrales se mantienen en una actitud de benévola pero prudente vigilancia crítica, pero es evidente, sobre todo por el reciente documento del cardenal Fernández, que el Papa está muy interesado en la cosa y quiere proporcionarnos criterios de discernimiento, porque, como demuestra la historia de los fenómenos sobrenaturales extraordinarios, allí donde actúa la Virgen, interviene también el demonio en su permanente tentativa de obstaculizar y falsificar su obra. El grandioso e impresionante acontecimiento de Medjugorje en estos decenios no es una excepción a este hecho y, por desgracia, el padre Fanzaga no se ha dado cuenta, como resulta de un análisis de su último libro.

----------¿De qué se trata? Sustancialmente el padre Livio Fanzaga no se ha dado cuenta de que los llamados "diez secretos" (de los cuales no dice una sola palabra el reciente documento de la Santa Sede) son una forma de milenarismo hábilmente escondido bajo expresiones que a toda primera vista parecen las de la normal predicación del adviento o de la cuaresma, en la cual la historia de la homilética católica de los dos mil años de vida de la Iglesia, está plena de ricos ejemplos. Basta con pensar en san Vicente Ferrer o en Girolamo Savonarola o en Jacques Monsabré o en Jean Baptiste Lacordaire, todos ellos dominicos, que jalonan una experiencia de ocho siglos en la Orden de Frailes Predicadores. Pero ¿de qué elemento en los "diez secretos" se trasluce el milenarismo? Digamos en primer lugar lo que es el milenarismo.

----------El término "milenarismo" viene del presunto inminente advenimiento de un reino de Cristo en la tierra de "mil años" antes de la Venida final anunciada por el Credo ("et iterum venturus est cum gloria iudicare vivos et mortuos"), reino que parece preanunciado en el capítulo 20 del Apocalipsis, donde parece preanunciada una inminente victoria de Cristo sobre Satanás ("primera resurrección"), a la cual precisamente debería seguir un reino de mil años en el curso del cual Satanás estará "encadenado", mientras que al término de los mil años será desencadenado de nuevo para la batalla final contra Cristo, en la cual sin embargo será definitivamente derrotado y Cristo realizará en plenitud la edificación del reino de Dios.

----------El Santo Oficio en 1944 ya ha intervenido para advertirnos de que esta interpretación del Apocalipsis es errónea. Desde los tiempos de san Agustín de Hipona ese pasaje ha llevado a engaño a muchos y el gran Hiponense lo explicó diciendo que la "primera resurrección" no es otra cosa más que el bautismo y los mil años son la historia de la Iglesia de aquí abajo, que termina con la "segunda resurrección", que no es otra cosa que la Parusía final de Cristo. Por consiguiente, no tenemos que esperar dos venidas de Cristo, dos períodos de prueba, dos derrotas del demonio, dos períodos de paz subsecuentes, sino uno solo: el de la Parusía de Cristo al fin del mundo con la resurrección de los muertos y el juicio universal.

----------Por consiguiente, existe una sola prueba final, una sola separación entre justos y malvados, una sola resurrección, un solo juicio, una sola Venida futura de Cristo, un solo período subsecuente de paz, el de la vida eterna después de la Parusía y el fin del mundo.

----------Todo esto es anunciado por el Apocalipsis de san Juan para el fin del mundo y por eso no existe otro Apocalipsis más cercano a nosotros que éste. Es imposible, por tanto, que la Virgen anuncie otro, preparatorio, inminente, similar a aquel Apocalipsis anunciado por Juan.

----------La Virgen nos prepara para el Apocalipsis, no tiene otros Apocalipsis para enseñarnos, sino el de la Biblia correctamente interpretada, la Virgen nos enseña cómo mantenernos preparados dispuestos para el Apocalipsis, nos enseña qué tenemos que hacer o no hacer, pero no quiere robar a san Juan lo que dice él. ¡Faltaría más! María es como la enfermera que nos prepara para una intervención quirúrgica: ¡nos dice lo que debemos hacer, pero no quiere operarnos por su cuenta antes de la operación del cirujano!

----------Ahora bien, los llamados "diez secretos" de Medjugorje huelen a milenarismo. ¿Por qué motivo? Porque se presentan como última advertencia de la Virgen antes del fin del mundo, un aviso o advertencia que debería ser percibida por toda la humanidad, la cual por lo tanto, delante de un signo milagroso evidentísimo y permanente, conocido por todos, que pronto se manifestará (tal cual expresa el "tercer secreto"), será llamada y obligada a convertirse, a decidirse de una buena vez y por todas a elegir o por Cristo o contra Cristo. Nadie podrá sustraerse, nadie podrá escapar, nadie se podrá abstener.

----------Después de eso, Dios enviará gravísimos castigos en todo el mundo (del "cuarto" al "décimo secreto") como supremos y últimos llamamientos para toda la humanidad. Nadie se escapará. Los buenos los soportarán y se salvarán. Los malos se rebelarán y estarán perdidos. Entonces la Iglesia tendrá un período de paz, libre del demonio y de los malvados, en la serena espera de la Venida final de Cristo.

----------Ahora bien, es evidente que todo esto es una especie de duplicado del Apocalipsis. Pero es imposible que la Virgen pretenda ponerse a la par de san Juan, como si sus mensajes, que siempre constituyen, como sabemos, revelaciones privadas, pudieran ascender al nivel de revelación pública.

----------María nos prepara, sí, al Apocalipsis, pero basándose en aquello que dice el Apocalipsis y sin añadir otro Apocalipsis de tono menor, es decir una venida intermedia de Cristo, como si fuera inminente un Apocalipsis inferior, interlocutorio, en preparación del Apocalipsis final y definitivo.

----------El Apocalipsis es uno solo: el del apóstol san Juan, la revelación joannea de la Venida final, último libro del Nuevo Testameto. En el entretiempo no existe ningún otro Apocalipsis, sino que simplemente debería existir nuestra preparación para el Apocalipsis. María no viene a anunciar duplicados, o copias prefigurativas del Apocalipsis, sino simplemente nos anuncia nuestro deber de prepararnos para el Apocalipsis de su Hijo, aquel que está contenido en la Escritura en la interpretación de la Iglesia.

----------Es lamentable, por lo tanto, que el padre Livio Fanzaga, celantísimo, utilísimo y laboriosísimo, docto y valiente promotor de la devoción a la Virgen de Medjugorje, haya caído en esta que patentemente es una trampa del demonio. Pero Dios permite estas cosas también en los Santos, a fin que se vuelvan más humildes y más vigilantes y por lo tanto más eficaces en el obrar ese bien que tienen la misión de obrar.

----------Por otra parte, me consta que el padre Livio Fanzaga tampoco está bien orientando en cuanto a la entidad de las apariciones marianas en Medjugorge. Como ya he expresado en repetidas ocasiones, también en este blog, mi opinión es que la aparición y la representación, ciertamente sobrenatural, de María Santísima vista por los videntes, no puede corresponder a la presencia sensible material ("palpable") de María en persona, en carne y hueso, en Medjugorje, después de dejar su morada celestial; un poco como el Papa deja Roma para ir a hacer una visita a Australia o a Filipinas. ¡Pensar así sería cosa ridícula!

----------La imagen prodigiosa de la Santísima Virgen María, como sugiere santo Tomás de Aquino, el "Doctor Angélico", que ciertamente era bien entendido en ángeles y demonios, está formada por los ángeles. Así también el demonio puede fingir falsas imágenes y falsos mensajes de la Virgen. La desconfianza de los Obispos de Mostar hacia las apariciones no es del todo injustificada.

----------Actualmente el cardenal Fernández está examinando precisamente este aspecto de los "diez secretos", de los cuales el reciente documento sobre Medjugorje no dice una sola palabra, precisamente porque la cosa debe ser aclarada. Pero si prestamos atención, nos daremos cuenta de que los "diez secretos", tal como el padre Livio Fanzaga los presenta en su libro, no pueden ser más que un engaño del demonio.

----------El padre Fanzaga, por desgracia, al sostener esta impostura, se está haciendo daño a sí mismo con sus propias manos. Ruego a María que lo ilumine a fin de que la gran misión que ella ha dado a este meritorio sacerdote resplandezca en toda su belleza y sean frustradas las insidias del antiguo Adversario.