martes, 28 de enero de 2025

¿Quién es el ateo?

Ningún hombre en este mundo ignora en buena fe que Dios existe, tal como para que pueda ser excusado en el día del juicio por no haberlo sabido, ya que la Biblia nos enseña claramente que todos venimos a saberlo con un razonamiento muy simple, al cual nos orientan el libro de la Sabiduría y san Pablo. [En la imagen: fragmento de "Aristóteles", óleo sobre lienzo, de 1811, obra de Francesco Paolo Hayez, conservado y expuesto en la Galería de la Academia de Venecia, Italia].

¿Qué queremos decir con la palabra "Dios"?
   
----------En una reciente entrevista al conocido arquitecto genovés Renzo Piano, hombre de la misma edad que el papa Francisco, el periodista le pregunta entre otras cosas: ¿cree en Dios?, y responde: "Soy alguien que se cuestiona las cosas. Pasé algún tiempo con el Papa Francisco. Él es unos meses mayor que yo, sólo unos meses. Uno de sus primeros recuerdos son las lágrimas de una vecina cuando la radio argentina anunció que la Segunda Guerra Mundial había terminado. Mi madre también lloró ese día. Nos llevamos bien entre compañeros de generación. Y hablamos de ello. El Papa dice que no hay verdaderos ateos. No hay ninguno. Nadie nace ateo. Somos necesariamente conscientes del misterio en el que estamos envueltos".
----------Se dice comúnmente que el ateo es quien niega que Dios exista. ¿Pero qué se entiende por la palabra "Dios"? Si miramos en el vocabulario, encontraremos: "ente supremo". Una vez que hemos aclarado el significado de la palabra, surge otra pregunta: ¿quién es Dios? ¿Cuál es el verdadero Dios? ¿A quién conviene el predicado "Dios"? ¿Cómo debe ser un ente para ser convenientemente llamado Dios? ¿Por qué merece el nombre de "Dios"? De hecho, existe la posibilidad de llamar "Dios" a lo que no es Dios.
----------El ateo, por lo pronto, se niega a usar la palabra "Dios", y así, en consecuencia, se cierra, se bloquea a sí mismo, a la comprensión de esta palabra. Para él es una palabra vacía de sentido, un término para designar algo que no existe y que por lo tanto no ofrece ningún interés. Otros asocian a esta palabra los significados más diversos: el hombre, la conciencia, el yo, el ser, el pensamiento, el mundo, el universo, lo absoluto, lo infinito, lo indeterminado, el misterio, la totalidad, la evolución, la historia.
----------Pero el caso es que el ateo, al rechazar lo que es verdaderamente absoluto y divino, termina por absolutizar lo relativo y lo creado. Su necesidad de absoluto, de eterno, de infinito, la satisface en vano con lo relativo, con lo finito, con lo temporal. Construye sobre la arena en vez de sobre la roca. Su Dios se convierte en el viento que sopla, la moda del día. Se apoya en lo que pasa como si no pasara.
----------El ateo no está sin Dios, sino que está contra Dios. El ateísmo no es una posición teórica, sino práctica. No depende del intelecto, sino de la voluntad. El ateo entiende las pruebas de la existencia de Dios, pero se niega a considerarlas. Sabe que Dios existe, pero no piensa en ello.
----------Una cosa es definir el sentido de la palabra Dios y otra es preguntarse ¿quién es Dios? La Biblia aquí se pregunta cuál es el "nombre" de Dios, porque por "nombre" se entiende la esencia de Dios. Entonces es como si se preguntara cuál es la esencia de Dios. ¿Se puede dar una definición de la esencia de Dios?
----------La palabra Dios no es necesaria para nombrar el ente supremo, para nombrar a Dios. En la lengua china, por ejemplo, Dios es nombrado con la palabra Tien, que significa "cielo". ¿Pero cómo sabemos que se refiere a Dios? Porque el cielo recuerda o señala a lo que es alto, grande, vasto, poderoso, inmutable, transparente, eterno, luminoso, atributos divinos. La misma palabra Dios deriva de la raíz sánscrita dib, que significa "luz", imagen del conocimiento o de la verdad.
----------El nombre más propio es el nombre hebreo Yahvé, contracción de ehiéh escer ehiéh, "Aquel Que Es". En la Biblia Dios se nombra a sí mismo y se define: "Yo Soy". Por tanto, concluye santo Tomás, Dios es "el mismo ser por sí subsistente" (ipsum esse per se subsistens).
----------Una vez que hemos llamado a Dios ente supremo, o bien, como hace san Anselmo: "aquello de lo cual nada se puede pensar de mayor" (id quo nihil maius cogitari potest), o, como lo denomina el Catecismo de San Pío X, "el ente perfectísimo", podemos entonces decir: ciertamente, un ente de tales características es imaginable, es hipotetizable, no es imposible.
----------¿Pero existe? ¿Cómo hacemos para saberlo? ¿Cómo ha sido obtenido este concepto? ¿Hay algo real, algo existente, a lo que podamos nombrar con el nombre de Dios? La respuesta es sí, porque, al interrogarnos sobre las causas de las cosas, descubrimos que existe efectivamente un ente supremo y perfectísimo, máximo, altísimo y óptimo, la causa primera.
----------Si, por lo tanto, llamamos a Dios al ente supremo y perfectísimo, entonces debemos decir que habiendo descubierto y demostrado la existencia de una causa primera, nos damos cuenta perfectamente que esta causa no puede ser sino aquello que llamamos Dios, el ente supremo. En efecto, decir ente supremo, altísimo o perfectísimo y decir causa primera es lo mismo.
----------Por eso santo Tomás de Aquino, después de haber demostrado que existe una causa primera, dice que ésta es Dios y la puede llamar Dios, partiendo del hecho de que con la palabra Dios entendemos el ente supremo y la causa primera es precisamente el ente supremo.
----------Tenemos, pues, la palabra Dios y el concepto de Dios. Con la palabra significamos el concepto y con el concepto la realidad de Dios. Pues bien, cuando el ateo dice que Dios no existe, intenta decir que Dios no es una realidad sino una simple imaginación, es un ente imaginario y puramente mental, sin correspondencia en la realidad externa, una entidad mental inventada por el hombre. Para el ateo, el teísta cree que existe algo que no existe, por lo cual confunde la realidad con la imaginación.
   
Todos saben que Dios existe
   
----------La razón humana, que normalmente funciona, espontáneamente y necesariamente, como tiene experiencia de las cosas, como se da cuenta de que ellas son causadas, es decir, tan pronto como percibe el efecto, se interroga sobre su causa suficiente y proporcionada, vale decir, desde el efecto asciende a la causa.
----------Kant no llega a demostrar racionalmente la existencia de Dios porque parte de un concepto equivocado de razón, esto es, una razón que no llega a ir más allá de los fenómenos, no sabe aplicar el principio de causalidad partiendo de la experiencia de las cosas y elevándose a la del espíritu, ya que Dios es espíritu.
----------Como dice en cambio san Pablo, nuestra razón, considerando las obras de Dios, desde éstas se remonta, asciende, a las perfecciones invisibles de Dios contemplándolas con el intelecto (cf, Rm 1,20).
----------O bien, como dice el libro de la Sabiduría, "por la grandeza y belleza de las creaturas se conoce al autor por analogía" (Sb 13,5). Se trata de ascender, de remontarse, "desde los bienes visibles a Aquel que es", es decir, de comprender que el ente visible es la prueba de la existencia de Aquel que existe por esencia. Se trata de ascender o remontarse desde las obras hasta el artífice.
----------Esto quiere decir que según Sb 13,5 todos saben aplicar el principio de causalidad en sentido analógico, de modo que, como por la consideración de una obra humana entienden que existe el artífice que la ha producido, así por analogía, de la consideración de las cosas entienden que son creadas por Dios. De este modo, según la Sagrada Escritura, todos saben que Dios existe y que deben rendirle cuentas a Él por sus obras para recibir el premio eterno o el castigo eterno.
----------En este pasaje la Escritura (Sb 13,5) aclara ante todo qué ente merece ser llamada "Dios": no basta el simple ente visible, no bastan el hombre, el mundo, los vivientes, la bóveda del cielo. Estos entes no son todavía Dios, no son el ente supremo, porque no son la causa primera.
----------La Biblia, en primer lugar, no habla de causalidad divina de la manera como lo hace Aristóteles, pero está claro que el verbo bará corresponde al concepto analógico de causalidad, que incluye tanto el causar creado (hacer) como el causar divino (crear).
----------En segundo lugar la Biblia nos hace entender que la causa primera, es decir Dios, debe ser concebido como espíritu, como persona dotada de intelecto y voluntad, persona que concibe una obra, quiere producir una obra, y la realiza con su libre voluntad.
----------En tercer lugar, la Biblia nos hace entender que el artífice divino produce la obra en su totalidad, es decir, de la nada, a diferencia de nosotros los hombres que producimos nuestras obras sirviéndonos de materiales precedentes o presupuestos, que no hemos producido nosotros.
----------En cuarto lugar, la Biblia hace presente que la obra del artífice tiene una analogía, es decir, se asemeja al artífice mismo. Por eso dice que Dios crea al hombre a su imagen y semejanza, por lo cual conociendo al hombre se descubre a Dios su creador.
----------Esto implica la posibilidad de un diálogo entre el hombre y Dios, así como dialogan entre sí dos personas. El ateo se encuentra dialogando con otros hombres solamente, y rechaza el diálogo con Dios. ¿Pero con qué sabiduría hace esto, si Dios es su creador y salvador?
----------Es necesario, sin embargo, no exagerar la estima por el hombre y no creer que él mismo sea Dios. El ateísmo, como por ejemplo el de Marx, puede configurarse como una falsa divinización del hombre.
----------Es un error gravísimo, que conduce al ateísmo, creer que Dios esté en contra del hombre, como que le impidiera con su ley el ser libre y el ser ley para sí mismo. El ateo no entiende que la verdadera libertad está precisamente en el obedecer a Dios, así como una máquina funciona bien cuando hace lo que ha establecido su constructor, aunque obviamente el hombre es un agente libre y no mecánico.
----------Santo Tomás de Aquino, para demostrar la existencia de Dios, introduce la cuestión del proceso al infinito (un tema que en este blog hemos desarrollado recientemente): la razón se pregunta sobre la causa de la causa y excluye que se pueda ir al infinito, por lo cual, como ya había observado Aristóteles, es necesario detenerse en una causa primera. Ahora bien -observa él- es cierto que los entes causados son causas, pero para explicar la totalidad de las cosas y de las causas, es necesaria una causa suficientemente explicativa, es decir, una causa primera no causada. Dios causa todo y no es causado por nadie.
----------El ateo pone solo causas causadas y se contenta con ellas, como si fueran suficientemente explicativas. Él detiene o bloquea su razón a mitad de camino, impidiéndole llegar hasta el término de su camino, que es el descubrimiento de Dios, donde solamente la razón encuentra paz y plena satisfacción.
----------En cuanto a la Escritura, no nos presenta la sutil cuestión del proceso al infinito, que no es estrictamente necesaria. La Escritura, que ciertamente está hecha para todos los hombres y no solo para los filósofos, va a lo esencial y nos muestra un camino que todos pueden y deben comprender y recorrer. Es decir, ella nos recuerda simplemente que el artífice produce una obra, por lo cual, al ver la obra nosotros comprendemos que debe tener un autor que la ha hecho. Todo está aquí. De ahí la primera proposición de la Escritura: Dios ha creado el cielo y la tierra, es decir todas las cosas, todo depende de él.
----------Una cuestión muy importante es saber quién es y cuál es, entre las propuestas de diversas religiones y filosofías, el verdadero Dios, aquel que solamente y plenamente merezca ser llamado con este nombre único y sagrado, este "nombre por encima de todos los otros nombres", como dice la Biblia.  Es la cuestión de los nombres o atributos divinos. ¿En base a qué criterio juzgar?
----------¿Qué es lo que conviene y qué es lo que no conviene a Dios? ¿Qué debemos o podemos decir de Él y qué no debemos o no podemos decir? Es la cuestión de la teología, del hablar de Dios. ¿O acaso es mejor callar, como dicen Dionisio el Areopagita, Heidegger y los budistas? Y si Dios hablara de Sí mismo?
----------¿Dios está solo en nosotros o también en sí, fuera de nosotros? ¿Dios muta? ¿Deviene? ¿Es solo espíritu o también materia? ¿Quiere solo el bien o también el mal? ¿Dios sufre? ¿Dios puede estar sin el mundo? ¿Dios se identifica con el mundo? ¿Produce necesariamente el mundo? ¿El mundo es el aparecer de Dios o Dios es distinto del mundo? ¿Se identifica con el hombre? Según cómo se responda a estas preguntas surgen conceptos más o menos correctos o más o menos defectuosos de Dios. El ateo es aquel que niega todos los atributos, porque niega el sujeto mismo.
----------Para la Biblia no existe el ateo en buena fe. El ateo no es alguien que no sabe en buena fe que Dios existe, ni tampoco es alguien que, por limitaciones intelectuales, no sabe darse cuenta mediante el razonamiento que Dios existe. Y tampoco es alguien que se equivoca involuntariamente en este razonamiento confundiendo sin querer, por error, la creatura con el creador. No; si lo hace, lo hace a propósito ("apposta", como dicen los italianos), porque le complace más la creatura que Dios.
----------Esto no significa que no existan errores relacionados con Dios. Sin embargo cada uno es capaz de corregirse por sí mismo para poderse presentar ante el juicio de Dios, donde lo reconocen en su identidad -Dios es perfectamente reconocible, identificable y distinguible de cualquier otro ente- sin riesgo de hacer confusión o de confundirlo con otra persona o entidad.
----------En la historia del pensamiento humano existen de hecho muchas doctrinas engañosas sobre Dios, muchas formas de ateísmo, el escepticismo, el idealismo, el materialismo, la idolatría, el politeísmo, el panteísmo, el panenteísmo, el agnosticismo. Pero en lo más íntimo de cada uno de nosotros, cada uno de nosotros está en relación con Dios, Lo ames o no Lo ames.
----------Una sutil pero importante cuestión de discernimiento de orden eminentemente práctico en el campo teológico es la de saber distinguir la inspiración divina de la diabólica. El diablo mismo puede sugerir la validez del ateísmo. El ateo cree que sigue su propia conciencia, pero en realidad puede suceder que él siga al demonio sin darse cuenta. Los dioses de los paganos, según la Escritura, son demonios, Daimon en griego significa tanto "Dios" como demonio. La idolatría, para la Escritura, es, sí, una adoración de la creatura en lugar del creador, pero está claro que detrás de esto existe la adoración del demonio.
----------El ateísmo no es tanto una convicción intelectual, cuanto más bien una elección práctica. El ateo es el primero en saber que su pretendida demostración de que Dios no existe no se sostiene. Lo que podemos hacer es solamente apartar de Él voluntariamente nuestra mirada, no quererlo ver ni querer encontrarse con Él. Su paraíso no le interesa al ateo. El infierno no es más que el lugar al que van aquellos que quieren estar lejos de Dios como se escapa de una persona odiosa.
----------Nadie ignora en buena fe que Dios existe, tal como para que pueda ser excusado en el día del juicio por no haberlo sabido, ya que la Biblia nos enseña, como hemos visto, que todos venimos a saberlo con un razonamiento muy simple, al cual nos orientan el libro de la Sabiduría y san Pablo.
----------Finalmente, es necesario distinguir un conocimiento explícito de Dios de un conocimiento implícito. Quien ama y sirve sinceramente al prójimo según sus reales necesidades, aunque no tenga una idea clara de Dios, es ya grato a Dios, como aparece evidente en Mt 25,31-46. A la inversa, uno puede saber muy bien que Dios existe y conocer todos los atributos divinos como los conocía santo Tomás, pero si no ama al prójimo, no solo eso no le sirve para nada, sino que es castigado con mayor severidad.
----------La figura más significativa de ateo es ciertamente Karl Marx. Su ateísmo se puede resumir en dos puntos. El primero es que el hombre no tiene necesidad de ningún Dios que le ayude a liberarse de sus miserias, sino que es perfectamente capaz de liberarse por sí mismo con sus propias fuerzas de su propia esclavitud, porque el hombre mismo es Dios, ser por sí subsistente ("el hombre es Dios para el hombre"). El ser absoluto, que la Biblia asigna a Dios, Marx lo asigna al hombre.
----------Y el segundo es la hipocresía de preocuparse de los oprimidos no por misericordia y compasión, sino porque para él el oprimido es el hombre oprimido por Dios, por lo cual su intención es liberar al hombre de Dios. El Dios de la religión, en efecto, para Marx, es una entidad ultraterrena, celestial, omnipotente pero inexistente e imaginaria, inventada por los opresores (sacerdotes y capitalistas) para mantener a los oprimidos en la condición de oprimidos, de modo que no se rebelen, sino que mantengan paciencia en la esperanza de ir al momento de la muerte al paraíso del cielo, donde serán consolados.

4 comentarios:

  1. Estimado Padre, reflexionando sobre lo que usted ha enseñado en su artículo, que el ateo en realidad no existe en buena fe, sino que es alguien que va contra los principios básicos de su razón natural, es decir, alguien que no piensa, recuerdo las palabras del cardenal Cantalamessa: "el creyente comparte la razón con el ateo; el ateo no comparte la fe en la revelación con el creyente", que él expresó el 1 de marzo de 2024, en una de sus predicaciones de Cuaresma. Se me hace difícil entender la frase, porque me da la impresión que Cantalamessa no diga la verdad, ya que con el ateo ni siquiera estamos en el campo del razonable.

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    1. Estimado Dino,
      es necesario distinguir el saber que Dios existe, respecto del obedecer a Dios. Todos, explícitamente o implícitamente, claramente u obscuramente, mediante el uso de la razón, saben que Dios existe y que deben rendir cuentas a Él de sus obras. Es posible negar que Dios exista, y esto razonando mal, es decir, aplicando mal el principio de causalidad. En tal sentido, la Biblia dice que el ateo es un necio (Sal 13,1; 52,1). Por otra parte, no se puede demostrar racionalmente que Dios no existe. Los motivos que los ateos aducen son inconsistentes.
      Pero no todos le obedecen a Dios.
      Ahora bien, ¿quién es el ateo? Es necesario ver qué se entiende por "ateo". Si por ateo se entiende quien niega que Dios existe o el agnóstico o aquel a quien saber si Dios existe no le interesa o considera que Dios sea una invención de los curas, entonces, ciertamente, hoy hay muchos ateos. Sin embargo, ellos saben de todos modos que Dios existe, está ahí, pero prefieren pensar de esa manera, porque les conviene, les viene cómodo. Pero nadie ignora en buena fe o por error que Dios existe, porque la razón, apenas comienza a funcionar, pasa de la consideración de las cosas al descubrimiento de la causa primera, que es el ente supremo, es decir Dios. En efecto, la palabra "Dios", si miramos el vocabulario o diccionario, significa "ente supremo".
      El ateo puede negar verbalmente, de palabra, que existe un ente supremo y, sin embargo, sabe que existe. Puede considerar como ente supremo a una criatura o a su propio yo, pero sabe que eso es falso. O quizás el ente supremo quiere ser él, y entonces se tiene el panteísmo. Por tanto, también quien niega la existencia del ente supremo o hace de sí mismo el ente supremo no es sincero, en el sentido que en realidad sabe que existe, pero no quiere reconocerlo, porque la cosa afecta su voluntad.
      ¿Se puede hablar, todavía, de ateos de buena fe, ateos no culpables? Sí, en el sentido de que lo que niegan no es el verdadero Dios, sino un concepto equivocado de Dios que creen, equivocadamente, que es Dios. Los mismos panteístas son en realidad ateos.
      Sin embargo, quien admite implícitamente a Dios creyéndose ateo por el malentendido mencionado, puede amar a Dios de forma implícita amando al prójimo (cf. Mt 25,31-46). Por otro lado, quien admite a Dios teóricamente, pero le desobedece en las acciones, es ateo en el sentido más pleno de la palabra. En este sentido, incluso un teólogo o un Papa pueden ser ateos.

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    2. Estimado Padre, le agradezco su respuesta y la generosidad y profundidad con que me ha explicado.
      Sin embargo, tengo una duda de su declaración final, que "en el sentido pleno del ateo" también puede ser un Papa.
      Yo había entendido, también porque lo ha enseñado usted repetidamente, que un Papa nunca puede pecar contra la fe.
      Esto me crea una especie de "cortocircuito" mental... ¿Cómo solucionarlo?

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    3. Estimado Dino,
      entiendo que mi afirmación de que incluso un Papa puede ser ateo puede sorprender, pero para evitar esta sorpresa es suficiente con leer atentamente qué es lo que he dicho.
      He hablado, en efecto, de una forma de ateísmo que Jacques Maritain define como "ateísmo práctico". Es claro que nunca puede suceder que un Papa niegue la existencia de Dios de modo teórico, precisamente por lo que tú has recordado, que el Papa no puede pecar contra la virtud de la Fe, que supone la razón, y la razón nos dice, a recta conciencia, que Dios existe. Ahora bien, si yo he dicho que todos sabemos que Dios existe, con mayor razón lo sabrá el Papa.
      Sin embargo, yo he señalado en el artículo que tenemos una posibilidad de negar la existencia de Dios en la práctica, apartando los ojos de su santa ley y desobedeciendo su voluntad. De esta manera nos ajustamos a nuestra voluntad, como si Dios no existiera o sin tenerLo en cuenta. En este sentido, Dostojevsky decía que si Dios no existe todo está permitido.
      Todo esto quiere decir que el "ateísmo práctico" del cual habla Maritain, ¿a qué es lo que se reduce? A la simple acción de pecar y de desobedecer a Dios. Desde este punto de vista todos podemos ser ateos, porque todos somos pecadores. De modo que también el Papa puede caer en este pecado.
      Quisiera entonces observar, sobre la base de cuanto he dicho, que ciertamente muchos que sostienen el ateísmo, lo hacen por razones de conveniencia y esto es por el hecho de que Dios manda cosas que no les gustan o prohíbe otras cosas que a ellos les gustan. Entonces, para tener la libertad de comportarse así, dicen que Dios no existe.

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