¿Existe un Dios creador del mundo? La respuesta es: sí, porque la ciencia demuestra hoy que el mundo ha tenido, hace un cierto tiempo, un inicio cuantitativo, increíblemente modesto, pero rico en inimaginables, innumerables, inmensas, ilimitadas y desmesuradas virtualidades, energías y potencialidades, que se está expandiendo a gran velocidad, pero está destinado a perecer en el futuro por el agotamiento de sus energías. [En la imagen: fragmento de "La creación del universo", óleo sobre lienzo de Montmuixi Valldosera].
"Infinitos mundos en el pensamiento me finjo" (Leopardi)
"Sus manos han plasmado la tierra" (Sal 95,5)
La física cuántica ha redescubierto a Dios
----------Me ha hecho muy felíz leer el interesante libro de los físicos Oliver Bonnassies y Michel-Yves Bolloré, Dios, la ciencia, las pruebas (Editorial Funambulista-Océano, Barcelona 2023). Me ha dado mucho placer, como filósofo y teólogo, que desde mi juventud me he esforzado por sostener, con la Iglesia católica, la demostrabilidad racional de la existencia de Dios. En particular me ha hecho muy felíz la afirmación de que la razón humana, a través de la física experimental, puede demostrar que Dios ha creado al mundo desde la nada. Este libro nos ofrece una buena retoma en clave de física moderna, de la demostración de la existencia de Dios, que Aristóteles ya ha dado en su Física y en el tratado El cielo y el mundo.
----------Estoy también muy contento de que esta obra haya tenido un gran éxito de público, lo cual es manifiesto signo de la capacidad de los Autores de saber hablar a nuestros contemporáneos, y de hacerse entender, sobre un tema tan arduo como el de la existencia de Dios y de la necesidad que siempre existe en el corazón humano de descubrir el porqué y el propósito del universo.
----------Lo cierto es que esta publicación, en el contexto de un clima cultural como el de la actualidad, infestado de materialismo, ateísmo y falsos teísmos, es una alegría también para la Iglesia misma, cuya misión es precisamente mostrar a los hombres que Dios existe y que en nuestro Señor Jesucristo, como Hijo de Dios, se ha encarnado Dios para la salvación de los pecados del hombre y para asegurarle la vida eterna.
----------He quedado sumamente sorprendido por esta franca afirmación de la creación en un clima como el de hoy, que registra la difusión de una concepción idealista de la creación en el campo católico, como en los actuales seguidores de Bontadini y de Rahner. Pero el hecho es que no se encuentran entre los físicos a los idealistas. Y ello porque el físico es necesariamente realista, porque se interesa por las cosas sensibles, las quidditates rerum materialium, diría santo Tomás, y no por pensamientos, por pensados o por pensables, así como por lo demás el idealismo no es capaz de fundar la física experimental, porque no busca el contacto con las cosas, sino con lo pensado, con el pensamiento y con lo pensable.
----------En efecto, si en filosofía, donde la razón trabaja con teorías no verificables en la experiencia, el idealismo puede tener buen juego y captar incautos, en física, en cambio, que trata solo de objetos experimentables, el idealismo no funciona, no tiene posibilidad de darse a entender. Es cierto que el físico se arriesga al materialismo. Pero cuando es honesto, como los Autores de este libro, sabe muy bien pasar de la física a la metafísica y de la metafísica a la teología. Por otro lado, le pediríamos demasiado al físico si le pidiéramos refutar el falso concepto de creación de los idealistas. Por eso, no nos extrañemos si toda la polémica de los Autores es contra el materialismo y no contra el falso Dios del idealismo.
----------Ciertamente, no es posible llegar al concepto de creación utilizando solo la física experimental, sino que hay que pasar por la metafísica, porque el objeto de la física experimental son solo los fenómenos regulados por las leyes de la naturaleza expresadas en fórmulas matemáticas. Los autores no se detienen en la argumentación metafísica, de la cual sin embargo he visto que tienen respeto. Por otra parte, el hecho de que, partiendo de la experiencia física concluyan en la afirmación de Dios creador, es signo de que han pasado de todos modos por la metafísica, aunque este paso queda implícito en su exposición. Es un poco como si nos encontráramos con un amigo con los cabellos cortados después de que lo vimos con el pelo largo. Debió haber sido necesariamente en la peluquería, aunque no lo vimos entrar en tal negocio.
----------Los Autores quieren sustancialmente rehabilitar el teísmo aristotélico y bíblico contra el materialismo ateo. Su tesis de fondo es que la física del siglo pasado y del actual ha hecho descubrimientos tan epocales como para asestar un golpe mortal y definitivo a la tesis materialista de la eternidad, de la infinitud y de la total materialidad del mundo, negando la existencia o, cuanto menos, la trascendencia de una realidad inmaterial y espiritual, sobre todo si ésta (Dios) fuera concebida como fuera del mundo y causa del mundo.
----------Los Autores, aunque no lo digan ni lo justifiquen explícitamente, utilizan implícitamente tres principios metafísicos indispensables para la demostración de Dios creador: primero, la noción analógica de causalidad eficiente o productiva u operativa; segundo, el principio según el cual lo finito es causado por lo infinito; tercero, el principio según el cual el espíritu es superior a la materia.
----------Los Autores demuestran también que no es posible admitir, como sucede en el teilhardismo, un espíritu que emerge de la materia, un Dios como vértice, nivel supremo y "punto omega" del mundo, sino que es necesario admitir un Dios espiritual, existente por sí antes del mundo, independiente del mundo, superior al mundo y creador del mundo desde la nada y del mismo proceso evolutivo que en el pasado ha salido por grados ascendentes desde la materia inicial no viviente a la materia viviente hasta llegar al hombre.
¿Estamos preguntando demasiado?
----------La pregunta de partida, en el fondo es precisamente ésta: ¿el mundo es finito o es infinito? Y además: ¿el universo es limitado o ilimitado? Existe desde siempre o ha tenido un inicio? Y si ha tenido un inicio, ¿qué era lo que había antes? Si ha tenido un inicio, ¿quién lo ha hecho iniciar? ¿Ha iniciado por sí solo? ¿Y por qué ha iniciado en ese momento y no en otro?
----------El ateo dice que el mundo es infinito, ilimitado, autosuficiente y eterno. No hay nada antes, ni más allá ni por encima. No hay que preguntarse por qué existe. Existe y basta. Nosotros conocemos una infinitésima parte del universo, así que contentémonos con descubrir las causas de los fenómenos individuales. El ateo dice que es una presunción insensata e inútil pretender saber cuál es la causa del mundo en su globalidad. Pero entonces, admitido y no concedido que pudiéramos saberlo, ¿de qué utilidad sería?
----------Pues bien, no, nos dicen los Autores del libro al que estamos haciendo referencia. El ateo se equivoca. No razona correctamente, no hace verdadera ciencia, sino ideología. No permite a la razón llegar hasta el fondo, sino que la bloquea a medio camino. Los ateos son frustrados mentales. Se han quedado atrás en el camino de la ciencia. Cierran los ojos a los descubrimientos modernos.
----------La física moderna nos da un concepto del mundo y demuestra que el mundo es finito. Ahora bien, está claro que solo lo infinito es absoluto y existe por sí mismo. Lo finito, en cambio, es relativo y su ser es causado. Por lo tanto, es necesario admitir su causa eficiente o productiva suficiente, causa que, como tal, no puede ser más que el verdadero absoluto e infinito, causa creadora del mundo. Ahora bien, este ser supremo, absoluto e infinito que ha creado al mundo de la nada es Dios.
----------La física moderna considera que el mundo ha tenido un inicio en un pasado mensurable y que cree poder mensurar: hace alrededor de 14.000 millones de años. Los Autores del libro deducen que si el mundo ha iniciado, ha comenzado a existir, ha sido iniciado o ha iniciado a ser, ha recibido un inicio; no puede haber iniciado por sí de la nada, no puede haberse sacado por sí de la nada, porque eso sería confundir el ser con la nada. Ahora bien, lo que comienza a ser, pasa del no-ser al ser. Y por tanto el mundo ha sido creado por Dios.
----------¿Quién por lo tanto ha dado inicio al mundo haciéndolo existir? Dios. Y para que Dios sea la razón suficiente de la existencia del mundo; es necesario que Dios mismo no haya iniciado a ser, sino que sea un ente sin inicio, un ente que no tiene necesidad de iniciar porque ya es todo, la absoluta perfección, es el infinito.
----------Los materialistas, observan los Autores, creían que este ser sin inicio perteneciera al mundo. Pero la física hoy ha descubierto que el mundo ha tenido un inicio, ha comenzado a existir; ha sido iniciado. Y por lo tanto, se impone la cuestión de saber quién lo ha iniciado, quién le ha dado inicio, quién lo ha hecho iniciar. ¿Por qué existe cuando habría podido no existir?
----------El libro, como corresponde a la ciencia física experimental, considera el mundo en el tiempo y en el espacio. Los Autores, por lo tanto, se plantean explícitamente o implícitamente las siguientes cuestiones: ¿en el conocimiento del mundo la ciencia progresa y avanza sin detenerse nunca en el conocimiento de lo cada vez más pequeño y lo cada vez más grande, del siempre más pasado y en el siempre más futuro, o podrá un día decir: he aquí que he encontrado la frontera, aquí está el término; he aquí que algo más pequeño no existe, que algo más grande no existe, que algo más lejano no existe?
----------Así que las preguntas que los Autores se plantean son: ¿el mundo existe desde siempre o ha tenido un inicio? ¿Es estático o está en expansión? ¿Sus dimensiones son limitadas o ilimitadas? ¿Posee límites o es ilimitado? ¿Durará para siempre o se acabará? ¿Existe solo la materia o también el espíritu? ¿Es creado por Dios o existe por sí solo? ¿Es efecto de una mente y de una voluntad o existe por fuerza propia?¿Habría podido no existir o existe necesariamente? ¿Es finito o infinito? ¿Es causado o es incausado? ¿Es Dios él mismo?
----------La pregunta más importante es aquella a la cual responde el título mismo del libro: ¿existe un Dios creador del mundo? Y la respuesta es: sí, porque la ciencia demuestra hoy que el mundo ha tenido hace un cierto tiempo un inicio cuantitativo increíblemente modesto pero rico en inimaginables, innumerables, inmensas, ilimitadas y desmesuradas virtualidades, energías y potencialidades: se está expandiendo a gran velocidad, pero está destinado a perecer en el futuro por el agotamiento de sus energías. La ciencia lo ve hoy como un brasero encendido hace tiempo, en el cual el fuego se está extendiendo, pero, siendo el combustible de cantidad finita, cuando el fuego haya terminado de quemarlo, el fuego se apagará y quedarán las cenizas.
----------De todas estas preguntas fascinantes, he elegido una, que por lo demás es conexa con todas las otras. Es la pregunta que hace de título al presente artículo: ¿el mundo es finito o infinito? ¿Por qué precisamente esta pregunta y no otras? Porque quisiera ilustrar, a este respecto, la controversia entre santo Tomás de Aquino y san Buenaventura, que quizás pocos conocen, pero que parece extremadamente actual, aunque ellos discutían, obviamente, sobre un material experimental extremadamente más atrasado respecto del cual disponemos hoy. Pero veremos cómo los términos del problema son los mismos y como también nosotros hoy debemos elegir entre la posición de Tomás y la de Buenaventura.
----------Es necesario, sin embargo, en forma de premisa, tener presentes los límites de nuestro saber y la oportunidad de nuestra pregunta, tanto en el campo de la física como en el campo de la metafísica. Es cosa del todo natural para nosotros el deseo de conocer las causas de las cosas, sean ellas materiales o sean ellas espirituales. Y es por lo tanto natural indagar y avanzar continuamente en el saber. Es natural la necesidad de buscar, de encontrar, de tener y dar pruebas seguras de lo que nos parece descubrir o tener que decir, la necesidad de verificar si aquello que nos parece haber encontrado es precisamente así o nos hemos equivocado. Sin embargo, tanto en física como en metafísica nosotros trabajamos en un horizonte o ámbito de realidad en el cual sentimos que nos movemos a gusto, conseguimos dar las respuestas, una realidad proporcionada a nuestra experiencia y razón que alcanzamos a entender, explicar, describir, comprender o imaginar.
¿Qué es lo que hay fuera de nuestra casa?
----------Ahora bien, en nuestra vida, en nuestro pensar, discutir, buscar, encontrar, demostrar y responder, disponemos de nuestros medios y métodos habituales, que para nosotros son ágiles, y también disponemos de un ambiente familiar propio, donde no tenemos excesivas dificultades, donde nos encontramos ante objetos que siempre podemos dominar, controlar, verificar, utilizar, disponer y organizar a nuestra voluntad, plenamente comprensibles. Sin embargo, nos damos cuenta que si ensanchamos o elevamos la mirada sobre lo real, entonces llegamos a un límite por el cual nos damos cuenta de que, a pesar de nuestro continuo avanzar en el saber, siempre hay algo más, siempre hay algo distinto, hay un más allá, que supera nuestra capacidad de comprensión, por lo cual ya no sabemos dar respuestas a nuestras preguntas.
----------La cuestión de la finitud o no finitud del mundo es una de ellas. Podemos plantearla; podemos alcanzar alguna certeza. Pero en muchos puntos nuestra mente se pierde, no llega ya a dominar y a tener aferrado al objeto y debe renunciar a saber. Sabe que existe algo real, pero este real se le escapa, permanece más allá sin poder entrar en nuestro pensamiento y sin que nuestro intelecto logre alcanzarlo; es demasiado amplio para su capacidad, por lo cual permanece ignoto. Puede conocerlo sólo Aquel que lo ha creado.
----------Podemos elevarnos desde la física a la metafísica. Podemos descubrir el espíritu más allá de la materia, la vida más allá de lo no viviente, lo biológico más allá de lo químico, lo sensitivo más allá de lo vegetativo, lo intelectual más allá de lo sensitivo. Podemos darnos cuenta que el mundo es finito y causado. Podemos demostrar que Dios existe y ha creado el mundo. Pero sobre otros enigmas de este universo y sobre todo sobre quién es Dios, debemos detenernos humildemente ante el misterio.
Lo creado: TESTIMONIO DE DIOS PADRE.
ResponderEliminarEstimada Rosa Luisa,
Eliminarconcuerdo sin más con sus palabras.
Estimado Padre,
ResponderEliminarYo leí el libro hace unos meses cuando apenas acababa de salir a la venta en español. Lo he querido leer también porque tengo una fuerte formación científica y siempre he sostenido que cuanto más avanza la ciencia en la comprensión del mundo, más evidente se hace la mano de Dios. ¿Cómo permanecer indiferentes a la precisión de las constantes universales, que si se apartaran de fracciones infinitesimales de su valor, el universo dejaría de existir. ¿Cómo permanecer indiferentes al pasaje de los no-vivientes a los vivientes?, fenómeno aún no explicado y quizás inexplicable desde el punto de vista material. En el libro se calcula la probabilidad de que la célula más simple conocida se forme por casualidad y el resultado es un increíble 1 dividido por 1 seguido de 300 ceros, un número que ni siquiera podemos comprender, este número pone a prueba las tesis de los científicos materialistas, que son lamentablemente la mayoría, que piensan que pueden explicar la vida a partir de un supuesto "caldo primordial" que por casualidad ha generado la vida. Me alegra que usted también hable de ello en su blog. Es un libro que debería ser leído por todos, especialmente por los no creyentes, que por naturaleza son resistentes al razonamiento metafísico, aquí encontrarían una exposición, que como dice usted, implícitamente implica la metafísica, pero que trae argumentos que los no creyentes, si son honestos, no pueden dejar de entender.
Ruego por usted,
José
Estimado José,
Eliminarel tema que usted propone me impulsa a encontrar un nexo aún más estrecho entre la narración bíblica y la teoría del Big Bang. Usted plantea el problema del origen de la vida. Ahora bien, sabemos cómo la vida es un grado superior al no-viviente. Para explicar este hecho se necesita una causa proporcionada. Debemos pensar en una causa capaz de educir la forma de la materia. Ahora bien, esta causa no puede ser sino Dios, Creador de la forma y de la materia, porque ninguna causa segunda es capaz de realizar una acción de este tipo. De hecho, solo Dios opera directamente sobre la materia prima.
La intervención creadora es necesaria también cuando aparece el hombre, porque aparece el alma espiritual, la cual solamente puede venir a la existencia gracias a un acto creador.
El relato bíblico de los siete días, como sabemos, es de carácter mitológico y simbólico, porque tal relato en realidad representa los grados del ser. Esto nos lleva a decir que podemos concebir el acto con el cual Dios ha creado el universo (cuerpos y espíritus) como un único acto, el cual en un instante creó todos los cuerpos y todos los espíritus angélicos.
En este punto podríamos encontrar una sorprendente coincidencia con el Big Bang, que prevé un núcleo original compacto y denso, cargado de intensísima y fortísima energía, la cual se lanza en el espacio y en el tiempo en todas las direcciones causando la expansión y evolución del universo.
Podemos preguntarnos en este punto, a nivel metafísico y de filosofía de la naturaleza, qué hace y qué ha hecho Dios con respecto a la materia y a las formas.
EliminarRetomando lo que he dicho en mi artículo, creo que se puede decir que Dios creó inmediatamente desde el principio toda la materia prima, la cual por tanto no puede aumentar.
Diferente es el discurso que se debe hacer con respecto a las formas. Aquí tenemos dos tipos de formas: las formas materiales y las formas espirituales. Las formas espirituales son las almas humanas y los ángeles, que son creados directamente por Dios. Los ángeles fueron creados inmediatamente desde el principio y no pueden aumentar, siendo formas puras; en cambio las almas humanas, siendo formas sustanciales del cuerpo humano, aumentan a lo largo de la historia.
Las formas materiales son las no vivientes, es decir, las químicas (principio de la energía física); las vivientes, es decir, las vegetativas (plantas) y las sensitivas (animales).
Estas formas materiales vienen educidas por Dios desde la materia prima a lo largo de toda la evolución, sirviéndose de las causas segundas. La causa segunda es la creatura, la cual tiene su propia acción, que viene movida por la causa primera, que es Dios.
EliminarDe esta educción, realizada por Dios, debemos excluir el origen del alma humana, la cual en cambio es creada inmediatamente por Dios. La conclusión de todo este discurso sería que la aparición de las diversas formas materiales a lo largo del curso de la evolución no es fruto del azar, sino efecto de la acción divina, que se sirve de causas segundas.
Gracias por sus oraciones y con gusto las retribuyo con las mías.
Estimado padre Filemón,
ResponderEliminartomando la imagen del mundo que usted sugiere, como un brasero encendido, en el que el fuego se está extendiendo, hasta consumirlo todo, hasta que su energía se haya agotado, ¿podría esto dar razón a las teorías climáticas sobre el calentamiento global? En ese caso, ¿el calentamiento sería irreversible y el hombre solo podría retrasar el agotamiento de la energía?
Estimado Dino,
Eliminaryo soy teólogo y filósofo, pero no soy climatólogo. Es bueno que usted dirija su pregunta a un especialista en la materia. Por mi parte, hablando de energía, me refería a la actividad del ente físico como tal, es decir, en el sentido de la filosofía de la naturaleza, pero no entro en el campo de la física experimental ni por tanto en el de la climatología.
Yo he tratado de la acción ontológica del ente físico y no de aquella fenoménica, en cuyo horizonte existe esa particular energía física que ha dado origen al calentamiento global.