sábado, 2 de agosto de 2025

¿Heidegger ha superado a Hegel? (2/3)

Al final, tenemos la sensación de que Heidegger nos está tomando el pelo, se está burlando de nosotros, o de que no habla en serio, o de que quiere desempeñar el papel de profeta, o de adoptar una actitud exhibicionista, de comediante, como si él encontrara placer en atraer hacia sí la atención tanto de los teístas como de los ateos para hacerlos discutir entre ellos si Heidegger es ateo o teísta; pero esto no es seriedad filosófica, y tiene un sabor a histrionismo. [En la imagen: fragmento de "Glowing Sunset", acuarela sobre papel, obra de Javid Tabatabei, del 27 de mayo de 2025].

¿Quién nos hace conocer mejor el ser?
   
----------El clima filosófico y teológico en el cual respiran y se mueven las diversas tendencias que caracterizan la teoresis moderna, cuando el pensar no está plenamente conforme a aquella plenitud y pureza de verdad que son dadas por el seguir el pensamiento de Cristo y por la sabiduría cristiana, es ciertamente todavía en gran medida, a veces inconscientemente, aquel horizonte de pensamiento que fue creado por Hegel a partir del cogito cartesiano pasando por Kant y por el fideísmo luterano.
----------Los mismos opositores de Hegel, de Kierkegaard a Comte, a Marx, a Bergson, a Sartre, al Círculo de Viena, a Husserl, a Heidegger, a Severino, se le oponen desde su mismo interior, incapaces de reencontrar aquel realismo gnoseológico que constituye la gloria de la sabiduría bíblica y cristiana, recomendada desde siempre por la Iglesia católica sobre todo en el realismo de la teología tomista.
----------Y tal y tanto es el encanto de aquel idealismo que va de Descartes a Hegel, que en los siglos pasados hasta hoy, algunos han intentado fundar un tomismo que estuviese de acuerdo con Hegel, para salvar, se diría con expresión popular, cabra y coles, olvidando la advertencia del Señor de que no debemos servir a dos señores. De nada valdría ser modernos -que en efecto debemos serlo- si esto fuese al precio de la verdad.
----------Ahora bien, el tema del ser es fundamental en Hegel y en esto él recuerda singularmente a santo Tomás de Aquino, aunque luego entre ambos se abre de inmediato un abismo, en cuanto que mientras Hegel identifica el ser con el devenir y con la nada, Tomás da el primado al ser sobre el devenir y opone el ser a la nada.
----------En cuanto que nosotros aún hoy vivimos en una atmósfera intelectual influenciada por el hegelianismo, debemos decir entonces que la metafísica no está en absoluto muerta como quisieran sostener tanto los modernistas, como los protestantes, los empiristas, los existencialistas, los nietzscheanos, los positivistas y los materialistas, sino que la metafísica sobrevive al menos como exigencia del espíritu, y naturalmente de otro modo no podría ser, si el hombre no quiere dejar de pensar y razonar.
----------Los idealistas como Bontadini querrían hablar de metafísica del ser, pero con el ser de Parménides se cae en una visión gnóstica que encierra al yo en sí mismo y le hace perder el contacto con Dios. También el querer sustituir la palabra "ontología" por metafísica, como hacen los heideggerianos, no nos da una mejor metafísica, sino que permanece siempre en la línea de la metafísica idealista de Descartes.
----------No había necesidad de Heidegger para saber que el objeto de la metafísica, más allá del ente, debe ser el ser. Los tomistas siempre lo han sabido. Fue Aristóteles quien se detuvo en el ente porque no conocía el ser subsistente, porque no comprendió las posibilidades del ser parmenideo. Hegel se acercó, pero lo echó todo a perder mezclándolo con el ser heraclíteo. En cambio los tomistas, que conocen Ex 3,14, y saben distinguir el ser del devenir y del pensamiento, conocen muy bien la primacía del ser sobre el ente.
----------De todos modos, un mérito ciertamente de la filosofía hegeliana es el de la amplitud de la mirada, de la profundidad, de la radicalidad y de la espiritualidad encarnada en la historia. Defecto es, sin embargo, su gnosticismo, por el cual lo racional se identifica con lo real y lo real con lo racional o en otras palabras el pensamiento con el ser y el ser con el pensamiento, de modo que Dios es Dios en el hombre, el ser deviene el ser divino y el hombre deviene Dios en un neo-pelagianismo aún más profundo y dañoso que el originado en Pelagio, porque éste al menos conservaba la trascendencia divina, mientras que Hegel termina en el panteísmo, que luego con Marx no tardará en invertirse en ateísmo, porque si el hombre como en Hegel se convierte en Dios y un Dios que no sabe de Sí mismo, por lo cual Dios toma conciencia de Sí en el hombre, entonces se entiende cómo Marx haya dicho que el hombre es Dios para el hombre.
   
¿Heidegger nos ha hecho redescubrir el ser o ya lo conocíamos?
   
----------Un pensador que se plantea como superación del idealismo hegeliano es Heidegger. Y efectivamente parece encontrarse en Heidegger un retorno al realismo, como ya había prometido Husserl, pero en forma más avanzada, porque Husserl sigue siendo sustancialmente cartesiano encerrándose en el mundo de la esencia pensada o de la propia conciencia.
----------En cambio Heidegger, con su llamada al ser olvidado por Hegel, al estar más allá de la idea, con su deseo de querer superar a Husserl, parece que ha sido capaz de recuperar el esse tomista, ofuscado por el idealismo nihilista hegeliano y puesto entre paréntesis por Husserl. Volviendo a Parménides, Heidegger se jactó de haber rencontrado el ser por encima del ente como nadie lo había hecho antes que él.
----------Los tomistas hicieron notar a Heidegger que Tomás ya antes de él había sostenido el primado del ser sobre el ente. Pero Heidegger replicó que el ser como él lo entendía no era el esse tomista, acto analógico culminante en el ser subsistente o sea Dios creador del ser contingente. El ser no es causa y no existe un ser causado. Sino que solamente el ser aparece al hombre y el hombre es apertura al ser.
----------Para Heidegger, el ser no puede ser sin el ente, sino que está esencialmente conectado con el ente, unido a la nada, en cuanto que el ente es nada de ser, finitizado y temporalizado como ser-ahí (Dasein) en el ser humano, constitutivamente abierto al ser, ser que no aparece en el concepto sino en el lenguaje poético, ser no como ser en sí, sino como "presencia del presente", como acontecimiento (Ereignis), como fenómeno o aparecer o desvelarse, por lo tanto con esencial referencia al hombre, por lo cual sin el hombre no se da ser. En definitiva, el ser es el ser humano.
----------En Ser y tiempo, Heidegger plantea la cuestión del ser notando que el ser humano está caracterizado por el plantearse la pregunta sobre el ser, la cual involucra, por tanto, también al que interroga. Sin embargo, estando el hombre involucrado en el tiempo, le escapa que el ser no es solo aquel temporal y finito, sino también y sobre todo aquel eterno e infinito. De este modo, Heidegger cae en una visión finitista, historicista y materialista, que le será reprochada por Edith Stein en su obra Ser finito y ser eterno. Para una elevación al sentido del ser.
----------Es interesante confrontar la trayectoria de estos dos metafísicos, ambos discípulos de Husserl, de los cuales, sin embargo, Heidegger, partiendo de una voluntad de extraer de la subjetividad idealista husserliana la experiencia del ser, desvió, como siervo del nazismo, hacia el ser nietzscheano como voluntad de poder; mientras que Stein, partiendo de la visión husserliana de la esencia, llegó, víctima del nazismo, al actus essendi tomista. De lo cual se puede ver cómo la metafísica no se detiene en el cielo de las abstracciones, sino que, poniendo en juego el sentido del ser y del no-ser, pone en juego asimismo el sentido de la vida y de la muerte.
----------Debemos, por tanto, notar con Stein que en Heidegger no hay un ser material y un ser espiritual, sino que en él el ser es espíritu temporalizado. No hay un ser eterno y un ser temporal, sino que el ser es historia. No hay un ser ideal y un ser real, sino que el ser es aparecer como real a la conciencia. No hay adecuación del pensamiento al ser, sino que el ser coincide con la verdad del ser. El hombre no depende en su existir de un ser subsistente, sino que es la existencia, es el pastor y la casa del ser. El hombre no tiene el ser, sino que es proyecto (Entwurf) de ser. La muerte no es cesación del ser, sino suprema libertad.
----------Para Heidegger, no hay ser fuera del tiempo y del mundo, y por lo tanto, siempre para Heidegger, es inconcebible un ser subsistente por sí sin el mundo y sin el hombre. El ser, a diferencia del ser tomista, no puede ser conceptualizado o representado, sino sólo experimentado de modo preconceptual, y descrito posteriormente en forma poética o metafórica.
----------El ser expresado en forma poética, para Heidegger, es lo "sacro" (Heilig). Es interesante que la lengua alemana no tiene la distinción entre lo sagrado (sacrum) y lo santo (sanctum). Se trata de dos conceptos ligados a la religión. Lo sacro es aquello que está junto a Dios, son aquellas cosas o prácticas que conciernen a Dios y al culto divino, lo que por tanto prepara e introduce al encuentro con Dios. Mientras que lo santo es Dios mismo o la gracia que Él otorga.
----------Ahora bien, por la manera en que Heidegger habla del Heilig, se entiende que habla de lo sacro, pero le falta el concepto de lo santo. En efecto, él habla del Heilig en los términos que he mencionado antes, por lo cual se ve y se comprueba que su "ser" (seyn) no alcanza, como el esse tomista, el puro espíritu, la pura persona, sino que es una mezcla de materia y espíritu, ser y devenir, tiempo y eternidad, pensamiento y ser, Dios y mundo. No va, por tanto, más allá del Dios de Hegel.
----------Contra y más allá de la concepción tomista de Dios como ser subsistente, esse per se subsistens, persona espiritual, Ente supremo y Causa primera, y por lo tanto contra el mismo Dios cristiano, ante el cual, según Heidegger, "es imposible danzar y cantar", Heidegger se jacta de conocer al verdadero "Dios divino", pero por más que estudiemos y volvamos a estudiar la inmensa producción filosófica y literaria de Heidegger, en vano intentaríamos entender cuáles son, según él, los atributos del verdadero Dios, e incluso si cree o no cree en Dios, tantos son los vaivenes, las idas y venidas, las alusiones y las negaciones, las menciones y las retractaciones, las aperturas y los cierres, de los cuales está sembrada su filosofía.
----------Él dice no ser ateo, pero no nos explica en qué sentido es teísta. Se acerca al teísmo, pero luego, apenas parece haberlo alcanzado, he aquí que retrocede en la duda o en la ignorancia o en el equívoco. Para él, Dios no tiene nada que ver con el ser. Parece presentarlo como Nada, pero luego arremete contra el nihilismo, que según él sería el error del creacionismo y de la metafísica cristiana. Aquí Heidegger se acerca al Dios de Hegel, que es síntesis de ser y no-ser. Sin embargo, Heidegger no acepta la dialéctica hegeliana, por lo cual en este punto regresa al respeto del principio de identidad propio de la gnoseología realista.
----------Al final de su vida, en una entrevista concedida al diario Der Spiegel, adoptó una postura en torno a la cual se ha encendido el interés de muchos: "ahora solo un dios puede salvarnos", como si hubiera pronunciado quién sabe qué oráculo o mensaje o palabra profética. En efecto, hay que señalar que Heidegger no habla nunca de Dios en sentido absoluto y monoteísta, sino que habla siempre o del dios o de los dioses, de modo que en él no está ausente el politeísmo. No habla nunca de Dios, sino de lo divino. En esto, Hegel demuestra ser claramente monoteísta, aunque caiga en el panteísmo y en el monismo. En el comentario al poema de Hölderlin llega incluso a comparar la divinidad con el daimonion griego.
----------De Dios no se puede hacer un concepto: pero entonces, ¿qué significa la palabra "Dios"? ¿Cómo hacemos para saber quién es Dios? ¿Cómo nos entendemos en teología? Dios es un misterio sin nombre: pero si no tiene nombre, ¿cómo hacemos para hablar de Él? ¿De qué misterio hablamos? Y así sucesivamente.
----------Tenemos la sensación de que nos están tomando el pelo, se están burlando de nosotros, o de que Heidegger no habla en serio, o de que quiere desempeñar el papel de profeta, o de adoptar una actitud exhibicionista, de comediante, como si Heidegger encontrara placer en atraer hacia sí la atención tanto de los teístas como de los ateos para hacerlos discutir entre ellos si Heidegger es ateo o teísta; pero esto no es seriedad filosófica, y tiene un sabor a histrionismo.
----------También Emanuele Severino ha recogido el llamado de Heidegger a Parménides, pero no ha logrado, como sí lo logró Heidegger, recuperar lo existente, que Heidegger llama "ontológico" o "existencial". Severino ha encontrado en Parménides lo eterno, lo absoluto, lo necesario, lo inmutable y lo infinito, pero el ser severiniano sigue siendo el ser idealista de Hegel mediado por el ser-para-la-conciencia, el ser "correlato de conciencia" o "ser de conciencia" de Husserl: el ser como aparecer o revelación a mi conciencia, por lo cual estamos de nuevo en el punto de partida: si no estoy yo que pienso, no existe nada.
----------Ciertamente ni Severino ni Heidegger retoman las nociones y los términos hegelianos de "idea" y de "concepto" para designar y representar el ser, sino que prefieren hablar, Heidegger, de experiencia o de "precomprensión", y Severino, de intuición o visión.
----------Pero más allá de las palabras usadas, tanto en Severino como en Heidegger no se sale de la autoconciencia o del conocimiento reflejo para alcanzar el conocimiento directo de lo real: el ser extramental está siempre excluido y el ser se reduce siempre a ser pensado porque, como en Hegel y como en Kant y Descartes, No soy yo que me relaciono con la realidad externa, sino que es aquella que a mí me parece realidad externa, que en realidad es realidad interna producida por mi pensarla, y que por tanto no tiene necesidad de ser explicada con un Dios creador, porque basto yo con el mi pensarla.
----------Ciertamente hay más realismo en Heidegger que en Severino: mientras que Heidegger acoge el llamamiento husserliano "vayamos a las cosas mismas", que supera así el kantismo, para Severino, como para Husserl, objeto de la filosofía son solo la identidad, la esencia y la forma.
----------Para Heidegger está también el tiempo, la historia y el devenir, que comporta la causalidad eficiente, y por tanto la posibilidad de admitir la creación, mientras que en Severino esta posibilidad está excluida porque no admite el ser contingente y la causa productiva, y por tanto la creación, de modo que él, detenido en la única causa formal termina por confundir el plano metafísico del saber con el de la matemática.

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