Desde el inicio de su pontificado, el papa Francisco ha sido víctima de falsas acusaciones por parte de sus enemigos frontales, los pasadistas, y de falsedades de sus enemigos enmascarados de admiradores, los modernistas. De ello los argentinos tenemos numerosos testimonios, pues entre nosotros han existido y aún existen falsos católicos, pseudo-periodistas, publicistas, blogueros, que durante doce años no han tenido más leit motiv para sus vidas que falsificar la imagen del papa Francisco ante el público. Pero que esto, a una semana de su fallecimiento, sea obra de un Obispo de la Iglesia, sedicente teólogo, nos llama a la reflexión. [En la imagen: el papa Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor, en una visita del 12 de abril de 2025].
"Calamum quassatum non conteret, et linum fumigans non extinguet" (Is 42,3). Blog de filosofía y teología católicas, análisis de la actualidad eclesial y de cuestiones de la cultura católica y del diálogo con el mundo.
martes, 29 de abril de 2025
Una falsedad sobre el papa Francisco
La cuestión de los valores no negociables
----------El diario italiano Avvenire (vinculado a la Conferencia Episcopal Italiana), del 23 de abril pasado, para recordar la enseñanza moral del difunto Pontífice, publicó un artículo de mons. Bruno Forte con el título: "Forte: más allá de los 'valores no negociables', fiel a la doctrina con palabras nuevas".
----------En él, mons. Forte afirma que el Papa en sus enseñanzas "nunca ha usado la expresión 'valores no negociables'". En apoyo de su tesis el actual arzobispo de Chieti-Vasto, cita una expresión del papa Francisco en una entrevista concedida al Corriere de la sera del 5 de marzo de 2014, donde él efectivamente dijo: "nunca he comprendido los valores no negociables".
----------Debo decir con toda franqueza y una pizca de amargura que aquellas palabras del Papa de hace más de una década, en su momento llegaron a sorprenderme extremadamente, por no decir que me llegaron a desconcertar. En efecto, al oír estas palabras me acordé con cuánta fuerza e insistencia el papa Benedicto, que desde hacía apenas un año había dado la dimisión, había querido subrayar en la ética natural y cristiana la existencia y la importancia de valores no negociables, una expresión metafórica de fácil y común entendimiento, extraída de las transacciones comerciales, con la intención de decir valores absolutos, inmutables e irrenunciables, no en venta, no comerciables, para conservar los cuales hay que estar dispuestos a pagar cualquier precio hasta la misma vida, valores fundacionales, sin los cuales la vida no tendría valor, valores supremos, insuperables e intrascendibles, más allá de los cuales nada existe moralmente válido.
----------Al leer aquellas palabras del Papa no logré comprender cómo el Pontífice no hubiera podido entender una metáfora tan clara y de uso común y no hubiera temido faltarle el respeto a su Predecesor aún vivo.
----------Ahora bien, por cuanto respecta a mons. Forte, es necesario decir que su afirmación es manifiestamente falsa, y lo es de modo grave, dada la grandísima importancia -los fundamentos de la moral cristiana- del tema al cual aquella metáfora se refiere, precisamente hoy que, si existe un problema que aflige a la Iglesia y a la sociedad es precisamente el de la venta y de la relativización de los valores absolutos en nombre de un relativismo, un evolucionismo y un historicismo modernistas, que quisieran darnos a entender que constituyen las exigencias del Concilio Vaticano II, cuando en verdad son una abominable falsificación, que induce a ciertos católicos tradicionalistas pero no iluminados a maldecir el Concilio, que, por el contrario, es la refutación del modernismo y la propuesta de una sana modernidad y del correcto sentido de la historia.
----------Pero he aquí que el papa Francisco, después de haber sido ciertamente aconsejado y instado por sabios colaboradores o haber escuchado las justas quejas o comprensibles lamentaciones de los fieles, nos ha dado un espléndido ejemplo de humildad y de honestidad: seis años después el desagradable episodio, en 2020, en la encíclica famosísima Fratelli tutti, el Papa, en un contexto de nobilísimas expresiones, se corrigió a sí mismo de aquella infelicísima expresión afirmando decididamente y con convicción, sin ninguna reserva, sino más bien con oportunas explicaciones, la doctrina de los valores no negociables.
----------Será útil entonces que recordemos sus importantísimas palabras, donde esta vez el esplendor del carisma de Pedro aparece con total claridad, como para remediar el desagradable episodio y borrar su memoria. Ciertamente un bellísimo gesto de un Papa, consciente de su humana falibilidad y dispuesto a reconocerla con sinceridad, y a remediarla en nombre de su infalibilidad petrina:
Las palabras del Papa
----------"211. Aceptar que hay algunos valores permanentes, aunque no siempre sea fácil reconocerlos, otorga solidez y estabilidad a una ética social. Aun cuando los hayamos reconocido y asumido gracias al diálogo y al consenso, vemos que esos valores básicos están más allá de todo consenso, los reconocemos como valores trascendentes a nuestros contextos y nunca negociables. Podrá crecer nuestra comprensión de su significado y alcance -y en ese sentido el consenso es algo dinámico-, pero en sí mismos son apreciados como estables por su sentido intrínseco.
----------212. Si algo es siempre conveniente para el buen funcionamiento de la sociedad, ¿no es porque detrás de eso hay una verdad permanente, que la inteligencia puede captar? En la realidad misma del ser humano y de la sociedad, en su naturaleza íntima, hay una serie de estructuras básicas que sostienen su desarrollo y su supervivencia. De allí se derivan determinadas exigencias que pueden ser descubiertas gracias al diálogo, si bien no son estrictamente fabricadas por el consenso. El hecho de que ciertas normas sean indispensables para la misma vida social es un indicio externo de que son algo bueno en sí mismo. Por consiguiente, no es necesario contraponer la conveniencia social, el consenso y la realidad de una verdad objetiva. Estas tres pueden unirse armoniosamente cuando, a través del diálogo, las personas se atreven a llegar hasta el fondo de una cuestión.
----------214. A los agnósticos, este fundamento podrá parecerles suficiente para otorgar una firme y estable validez universal a los principios éticos básicos y no negociables, que pueda impedir nuevas catástrofes. Para los creyentes, esa naturaleza humana, fuente de principios éticos, ha sido creada por Dios, quien, en definitiva, otorga un fundamento sólido a esos principios[203]. Esto no establece un fijismo ético ni da lugar a la imposición de algún sistema moral, puesto que los principios morales elementales y universalmente válidos pueden dar lugar a diversas normativas prácticas. Por eso deja siempre un lugar para el diálogo."
----------El verdadero pensamiento del Papa, que recogemos en este documento, no es en absoluto "ir más allá de los valores no negociables", lo cual no tiene ningún sentido, porque ellos, siendo los máximos y los más altos, no admiten nada más allá. No se puede ir más allá de lo óptimo, de lo absoluto, de lo supremo y de lo último. Todo el problema de la perfección moral, de la salvación y de la santidad está en cambio en poder custodiarlos y desarrollarlos o realizarlos lo menos imperfectamente posible, dispuestos a venderlo todo para conquistarlos, dispuestos a todo sacrificio para alcanzarlos, dispuestos a pagar cualquier precio para no perderlos y a no venderlos por un plato de lentejas.
Despreciar la metafísica cuesta caro
----------Una vez más Avvenire da prueba, no obstante su vínculo con la CEI y la declarada referencia al catolicismo, que no está a la altura de su tarea, que no es un verdadero y coherente diario católico, o que lo es, por así decirlo, a tropezones, y que se deja infectar por una difundida e influyente mentalidad modernista, aliada con la cultura positivista, historicista, masónica, protestante y marxista, llamada por algunos "pensamiento único", mainstream, "lenguaje de lo políticamente correcto", dictadura del relativismo, que es una emanación del poder del dinero y del sexo, fingida madre de los pobres y de la misericordia, experta en el circundar al Papa e instrumentalizarlo para sus propios intereses.
----------Mons. Bruno Forte -digámoslo con franqueza en el pleno respeto por su persona- cumple una acción deshonesta, la de querer tironear al Papa hacia su propia parte aprovechándose deslealmente de una debilidad, de la cual el Papa se ha liberado. Es imposible que mons. Forte no conozca la Fratelli tutti. ¿Cree acaso que el católico normal no ha descubierto su movida? ¿A quién quisiera darla a entender? Y entonces ¿cómo se ha atrevido a hacer una operación de tal género? ¿Se da cuenta de la gravedad de su gesto? ¿Qué es lo que cree obtener? ¿Y acaso Avvenire no es cómplice? ¿Pero cuáles son las fuerzas que están detrás de este infelíz cotidiano?¿En qué manos ha caído?
----------¿Sería ésta la fidelidad al Papa? ¿O no es acaso un descarado burlarse de él? Entonces, ¿cuál es la diferencia entre él y Viganò que le llama hereje al Papa? Negar la existencia, la absolutez e inmutabilidad de los valores morales, de los mandamientos divinos, de la ley moral natural y divina ¿no es una herejía? ¿No quiere decir socavar las bases de la convivencia humana y eclesial?
----------Conozco el pensamiento de mons. Forte desde el año 1981, cuando estaba haciendo ya mis estudios superiores de teología, y por entonces pude darme cuenta con claridad de su tendencia historicista y de su incapacidad para apreciar la metafísica. Recuerdo bien que en aquellos tiempos del pontificado de san Juan Pablo II, el cual se preocupaba muchísimo por los valores no negociables, le surgieron ya a Forte colegas teólogos que le rebatían lo que dieron en llamar "el pensamiento débil de Bruno Forte". Ciertamente, tanta perseverancia en el error, Forte habría hecho mejor emplearla en la verdad.
----------Su hermoso apellido, "Forte", en lugar de dejarse influenciar por la ideología del "pensamiento débil" de Gianni Vattimo, debería haberlo estimulado a un pensamiento firme, fuerte, sólido, bien fundado, fuente de certeza; debería haberlo impulsado a la percepción y estima de los valores inmutables, que son los más importantes y vitales, los valores filosóficos, metafísicos, espirituales, morales, religiosos, divinamente revelados y dogmáticos. Si la acción moral está en lo concreto, es imposible percibir el valor universal de la ley, del bien y de la voluntad divina sin la obra abstractiva del intelecto.
----------Por cierto, las ideas abstractas, cuando están bien fundadas, no son esas ideas vanamente lanzadas al aire, no son evasión de la realidad, sino penetración en su fondo y en su íntimo y ascensión a la cumbre de la realidad, y por tanto son el presupuesto de la acción moralmente recta, justa y santa. Es solo en el idealismo que la acción real se confunde con la acción pensada, por lo cual el idealista, cuando ha formado en su mente bellas ideas, cree ya haber cambiado el mundo.
----------Mientras que es precisamente el historicista, siempre prontamente dispuesto a negociar los valores para salvar su pellejo, ciego a la metafísica y hambriento de las cebollas de Egipto, aquel que no mira al cielo sino que está encerrado en las cosas de la tierra, aquel que relativiza lo absoluto, aquel que por consecuencia absolutiza lo relativo y se aferra a lo que perece, aquel que deja escapar de sus manos la vida inmortal, que construye sobre la arena y es como la caña azotada por el viento.
----------Una acción moral, pastoral, social, política y humanitaria, que verdaderamente se proclame en sostén de la paz y de la justicia y en favor de los pobres y de los oprimidos, pero que no se base en valores no negociables, que no honre al Dios inmutable, que está en los cielos más allá de la historia, y que no tenga una base de fundamentación metafísica, es meramente pura hipocresía, es puro fariseísmo, es pura impostura. La historia no es fin en sí misma, sino que tiene su meta última en el abrazo con lo Eterno. "Si no existiera lo Inmóvil -decía ya el sabio Aristóteles-, ni siquiera existiría el devenir".
----------El devenir histórico es ciertamente también una realidad vital, que sin embargo no debe ser puesta en el vértice de la realidad y sobre todo no debe ser atribuida a Dios (véase la postura contraria en el libro de Forte, Jesús de Nazaret historia de Dios, Dios de la historia. Ensayo de cristología como historia, Ediciones Paulinas, Milán 1985) y mucho menos a la Santísima Trinidad (véase la postura contraria, en el libro de Forte, Trinidad como historia. Ensayo sobre el Dios cristiano, Ediciones Sígueme, Salamanca 1988). Esto, además de ser un grave error metafísico-teológico, está explícitamente excluido por el dogma de Calcedonia, donde se dice que la naturaleza humana y la naturaleza de Cristo están unidas sin mutación (atréptos), sin mezcla (asynchytos), sin separación (acorístos), sin división (adiairétos). Existe la unión sin confusión y la distinción sin separación.
----------Con la Encarnación Dios ciertamente ha entrado en la historia, pero permaneciendo Dios. Si bien Él ha descendido a la tierra, no por ello ha abandonado el cielo. La naturaleza divina no se ha mutado en naturaleza humana, sino que ha permanecido divina e inmutable. Si bien Cristo ha asumido nuestros sufrimientos, esto no quiere decir que Dios sufra. La Iglesia ha condenado repetidamente la idea de que Dios pueda mutar o sufrir.
----------En efecto, ¿qué debe devenir o llegar a ser Dios, que no lo sea ya, Él que es Todo? Por tanto, con la Encarnación no deviene hombre, sino que crea una naturaleza humana, la de Cristo, que une a Sí en la unidad de la Persona del Hijo. ¿Y cómo hace Dios para sufrir, Él que no puede ser privado de nada? No está prohibido, sin embargo, imaginar a modo de metáfora que Él sufra, experimente compasión o disgusto, siempre y cuando recordemos que estas imágenes solo sirven para representar actos del espíritu, es decir, las cosas que nosotros no queremos. Porque en efecto, a estas cosas en Dios corresponde simplemente un acto de su no-querer. Dios puede querer el mal de pena pero no puede padecer Él mismo. Eso no quiere decir que no sepa lo que es el sufrimiento. Lo sabe infinitamente mejor que nosotros, pero sólo con su intelecto.
La teología de Bruno Forte
----------Bruno Forte le hace decir al Papa que no acepta valores no negociables porque Forte no acepta los valores no negociables, y esto porque Forte es un historicista enemigo de la metafísica, que quiere tironear al Papa para su lado y presentar también al Papa como un historicista. De hecho, preguntemos: ¿quién es el historicista? Y respondamos: es aquel para quien todo es historia. Retomando el pensamiento de Vico llevado a cumplimiento por Hegel, para el historicista la realidad es lo que hace el hombre, las obras del hombre, son las empresas históricas y los hechos humanos en el transcurso del tiempo.
----------Toda la realidad viene resumida por el historicista en aquello que hace el hombre, porque solo de esto, según el historicista, se puede conocer lo verdadero, lo verdadero que es concebido y realizado por el hombre, sean sus acciones o sean los productos de su arte y de su trabajo. Y dado que el pensar y el actuar humanos mutan en el tiempo, también el contenido del saber muta, por lo que lo que era verdadero ayer, hoy es falso y lo que es falso hoy será verdad mañana. No existen verdades inmutables y por consiguiente valores morales inmutables. Todos pueden ser negociados.
----------Para el historicista no conocemos con certeza de modo definitivo lo que no hacemos nosotros, por lo cual, del mundo y de Dios, que evidentemente no hacemos nosotros, solo sabemos lo que pensamos o hacemos respecto a ellos. También aquí vale el dicho de Vico, verum ipsum factum.
----------Por tanto, también el mundo y Dios, para poder tener una verdad para nosotros, deben ser concebidos como pensados por nosotros, en sustancia como nuestros pensamientos y además mutables, cambiantes en el tiempo. Entonces, así como el pensar del hombre cambia, se deriva que también Dios cambia. Desde este punto de vista el historicista llega al mutabilismo de Heráclito: todo cambia, todo deviene, empezando por Dios.
----------La realidad para el historicista no pertenece al horizonte del ser, concepto demasiado abstracto, sino del devenir, del tiempo y de la historia humana, realidades concretas y manejables. La realidad es historia, Dios es historia. Lo eterno es admitido; pero no como ser eterno, sino como eterno devenir. Lo eterno no trasciende el tiempo, sino que es una eterna temporalidad.
----------Si entonces el objeto de la metafísica es el ser, un ser que tiene primacía sobre el devenir, se entiende entonces cómo el historicista expulsa del campo del saber a la metafísica para sustituirla por la historia. Para él no se trata de indagar con método demostrativo o dialéctico una realidad permanente, supratemporal e inmutable, sino de narrar el desarrollo de una historia concreta, que es la misma historia de Dios en el mundo.
----------Una obra de Forte que, al menos por el título, parecería mostrar interés por la metafísica es Sobre los senderos del Uno. Metafísica y teología (Editorial Morcelliana, Brescia 2002). Pero si luego vamos a ver el contenido real, nos encontramos ante una reseña histórica de Autores de indudable interés y valor, pero que poco o nada tienen que ver con la metafísica, cuando no vienen a ser abiertamente hostiles, como Lutero, o ignaros, como san Cirilo de Alejandría, Joaquín de Fiore, el iluminismo y Kierkegaard, nombres que no encontraremos nunca en un tratado de metafísica, siendo sus intereses de carácter místico, teológico, moral, ascético, literario, espiritual, bíblico y eclesial. El tema del Uno y de la Totalidad, que sería efectivamente de interés metafísico, apenas es mencionado en ellos y no se desarrolla en absoluto.
----------En conclusión, ¿cuál es el servicio que le hace este artículo de mons. Bruno Forte al papa Francisco? Ninguno. Más aún, le hace quedar mal presentándolo como un semi-modernista en contraste con Benedicto XVI sobre el tema delicadísimo de la fundamentación de la moral. Conmemorar de este modo la desaparición de un Papa que ha tenido rasgos fuertemente originales, y que dejará una huella muy importante en la historia de nuestro siglo y del Papado, no es ciertamente el mejor modo, pues significa proporcionar argumentos polémicos a los pasadistas, enemigos de Francisco, y dar una vana esperanza a los modernistas, que ya se están organizando para intentar llevar al solio pontificio a uno de ellos, como ya lo intentaron con Francisco, el cual, en cambio, les ha amargamente decepcionado, cuando él, en vez de tejer las alabanzas de Rahner, como habrían deseado ardientemente, lo han visto elogiar y recomendar a santo Tomás de Aquino, proclamándolo nuevamente Doctor Común de la Iglesia.
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Sobre el aborto, la eutanasia, el género y el matrimonio el Papa Francisco ha sido bastante y hasta demasiado claro, y en total sintonía con las Escrituras y la doctrina.
ResponderEliminarEstimado Danilo,
Eliminarsobre los puntos esenciales de la fe, el Papa, asistido por el Espíritu Santo, no podía no ser claro.
Podemos discutir en cambio sobre algunas expresiones secundarias poco claras, sobre algunos aspectos de su pastoral y de su comportamiento humano.
como por ejemplo nombrar a un mons Paglia al dicasterio de la vida y la familia. En contradicción con su pensamiento contra el aborto...
EliminarEstimado Carlos,
Eliminarel nombramiento de mons. Paglia no fue una decisión doctrinal, sino una simple desición organizativa. El Papa no se equivoca en la doctrina, pero puede carecer de prudencia en la elección del personal de una institución eclesiástica.
¿Y cómo explica el nombramiento como camarlengo de Farrel que ha estado cerca durante años tanto de Mc Carrick como de Maciel, sin darse cuenta nunca de su depravación? Por no hablar de otros nombramientos de otras personas cercanas a esos dos...
EliminarEn sus nombramientos le ha faltado muy a menudo la prudencia. Y aquí me callo.
EliminarEstimado Carlos,
Eliminarlas noticias que usted reporta tratan de un asunto muy delicado. En primer lugar, le aconsejo que sea muy cauteloso en estas valoraciones y que haga una cuidadosa verificación de las fuentes de las cuales ha extraído estas valoraciones. En segundo lugar, incluso si lo que usted dice es cierto, hay que, como católicos y personas honestas, acompañar el juicio negativo con el deseo de que estas personas se arrepientan.
Estimado Manuel,
Eliminarjuzgar si un Papa es prudente o no prudente en principio no está prohibido, porque efectivamente puede un Papa carecer de prudencia. Sin embargo juzgar en una materia tan delicada no es fácil y el riesgo de ser imprudentes es más por nuestra parte que por la del Papa, ya que corremos el riesgo de ser imprudentes al juzgar.
¡Muy bien, Padre Filemón! Una excelente defensa frente a un mundo ya dividido.
ResponderEliminarEstimado Julio,
Eliminarcreo que hay que rezar sobre todo por los Obispos, porque me parece que la tentación opera sobre todo entre ellos, más que entre los teólogos, los sacerdotes y los laicos.
Me resulta difícil interpretar las afirmaciones de Bruno Forte, suponiendo que tenga buenas intenciones (quiero decir: que quiera tener una clara intención católica), debido a su estatus de teólogo, que no puede ignorar estas cosas, y porque ha publicado su artículo precisamente en este momento, cuando es tan fuerte el peligro de que el grupo de los cardenales modernistas intente imponer de nuevo un candidato en línea con sus diabólicos proyectos. No sé por qué, pero he asociado este artículo a la decisión tomada hace unos días por la Conferencia episcopal alemana de publicar un rito para la bendición de las parejas irregulares, justo ahora que está en vigor la sede vacante...
ResponderEliminarEstimado Dino,
Eliminarcomo ya he dicho en mi artículo, yo también creo que esta intervención del diario Avvenire es un movimiento de los modernistas para favorecer la elección de un Papa conforme a su línea.
Pero, como ya he dicho, como los modernistas son herejes, su empresa fracasará.
Estimado Padre Filemón, en algún lugar he leído de un obispo decir: "hay que tener mucho cuidado cuando se trabaja en el Vaticano, precisamente porque el Vaticano es el lugar más cercano a Dios, es allí donde más tenazmente intenta operar al demonio!" 😉
ResponderEliminarEn cuanto a la manipulación, mala comprensión e interpretación de la teoría de Vico por parte de "ciertos" exegetas actuales, he encontrado muy exhaustiva y clarificadora la lectura de la excelente monografía sobre A. Del Noce, escrita por Luciano Lanna, de la que, modestamente, recomiendo su lectura.
Estimado Juan,
Eliminarlo que usted me dice de ese Obispo que dijo lo que dijo, deduzco que ha sido un buen Obispo. En cuanto a la monografía sobre Del Noce, me alegro de que haya sacado provecho de ella.
Negociar la propia fidelidad a Dios es como negociar la propia identidad. A este respecto el Pontífice recordó el libro El amo del mundo de Robert Hugh Benson, hijo del arzobispo de Canterbury Edward White Benson, en el que el autor habla del espíritu del mundo y "casi como si fuera una profecía, imagina lo que sucederá. Este hombre, se llamaba Benson, se convirtió al catolicismo y ha hecho mucho bien. Vio precisamente ese espíritu de la mundanidad que nos lleva a la apostasía". Nos hará bien también a nosotros, sugirió el Pontífice, pensar en lo que cuenta el libro de los Macabeos, en lo que ha sucedido, paso a paso, si decidimos seguir ese "progresismo adolescencial" y hacer lo que todos hacen. Y también nos hará bien pensar en lo que sucedió después, en la historia posterior a las "condenas a muerte, a los sacrificios humanos" que siguieron. Y preguntando "¿Pensáis que hoy no se hacen sacrificios humanos?", y el Papa respondió: "Se hacen muchos, muchos. Y hay leyes que los protegen". Papa Francisco
ResponderEliminarEstimado Anónimo,
EliminarMe ha hecho muy feliz la cita de las hermosas palabras del Papa Francisco, palabras que que yono recordaba en absoluto.
Debo decir con disgusto que este nuevo testimonio del papa Francisco, que usted aporta, desmiente totalmente la falsa interpretación de Mons. Forte.
Estas palabras del Papa nos muestran con ulterior prueba cómo, por desgracia, Mons. Forte no nos ha referido el verdadero pensamiento del Papa.
https://www.vatican.va/content/francesco/it/cotidie/2013/documents/papa-francesco-cotidie_20131118_fedelta-non-negoziabile.html
Observó el Papa que se trata de una actitud típica de aquella "mundanidad espiritual que Jesús no quería para nosotros. Tanto que había rezado al Padre para que nos salvara del espíritu del mundo".
ResponderEliminarEsta mundanidad nace de una raíz perversa, "de hombres malvados capaces de una persuasión inteligente: 'Vayamos y hagamos alianza con los pueblos que nos rodean. No podemos estar aislados' ni aferrados a nuestras viejas tradiciones. 'Hacemos convenios porque desde que nos alejamos de ellos nos han ocurrido muchos males'...". Este modo de razonar, recordó el Papa, fue considerado tan bueno que algunos "tomaron la iniciativa y fueron al rey, a tratar con el rey, a negociar". Estos, añadió, "estaban entusiasmados, creían que con esto la nación, el pueblo de Israel se convertiría en un gran pueblo". Por supuesto, observó el Pontífice, no se plantearon el problema de si era más o menos justo asumir esta actitud progresista, entendida como un ir adelante a cualquier costo. Más bien decían: "No nos cerramos. Somos progresistas". Es un poco como sucede hoy, ha observado el obispo de Roma, con la afirmación de lo que ha definido "el espíritu del progresismo adolescencial" según el cual, ante cualquier elección, se cree que es mejor seguir adelante en lugar de permanecer fiel a sus tradiciones. "Esta gente - prosiguió el Papa volviendo al relato bíblico - ha tratado con el rey, ha negociado. Pero no negoció costumbres... negoció la fidelidad al Dios siempre fiel. Y esto se llama apostasía. Los profetas, en referencia a la fidelidad, la llaman adulterio, un pueblo adúltero. Jesús lo dice: 'generación adúltera y malvada' que negocia una cosa esencial para el propio ser, la fidelidad al Señor'. Quizás no negocian algunos valores, a los cuales no renuncian; pero se trata de valores, observó el Pontífice, que al final están tan vacíos de sentido que permanecen solo «valores nominales, no reales".
Estimado Anónimo,
Eliminarle agradezco también esta otra cita del Santo Padre, que se añade a aclarar su verdadero pensamiento.
Querido Padre, me sorprende que haya prelados, incluso arzobispos, como en el caso de Bruno Forte, que tratan de reclutar al Papa Francisco entre los modernistas, llegando incluso a la mentira. A propósito del arzobispo Forte recuerdo que en su arquidiócesis de Chieti-Vasto existe la obligación de recibir la eucaristía en la mano, cometiendo un abuso contra los creyentes que quisieran recibirla en la boca, violando palmariamente la Redemptionis sacramentum del 2004 [92]. Me pregunto: ¿cómo puede la iglesia aceptar estos comportamientos?, ¿no se puede hacer nada? ¿Se puede mentir impunemente sobre el Papa e ir en contra de las instrucciones litúrgicas sin consecuencias? ¿Qué ha pasado con la obediencia en la iglesia? Recuerdo que en el diario de santa Faustina Kowalska leí que Jesús en una aparición, para hacerle entender el valor de la obediencia, le dijo que si su confesor o su superiora le hubieran dicho de hacer algo que estuviera en contrario de lo que él le había dicho en una aparición, ella habría tenido que obedecer al confesor o a la superiora.
ResponderEliminarYo quisiera ver este espíritu de obediencia en todas las personas consagradas que deben ser ejemplo para nosotros, pobres pecadores.
Rezo siempre por usted,
José
Estimado José,
Eliminarciertamente la figura de mons. Bruno Forte nos deja profundamente turbados. Lo que yo me pregunto es por qué motivo en cincuenta años no ha habido nunca ninguna intervención de la autoridad eclesiástica a fin de advertir a este teólogo, que había caído en graves errores, y esto, como digo, ya desde hace décadas viene sucediendo.
De hecho, conozco bien también su cristología, que he criticado en mi docencia en años anteriores.
Lo que nos preocupa mucho es también el hecho de que el diario Avvenire haya elegido precisamente esta circunstancia tan delicada, que se refiere a la elección del nuevo Papa, casi como para presentar al papa Francisco como si fuera un modernista (lo que es dogmáticamente imposible).
Parece como que fuera una movida de los modernistas para proponer un Papa que sea según su línea. Pero podemos estar seguros de que esta maniobra será frustrada, porque no es posible que un Papa caiga en la herejía.
La categoría de la "no negociabilidad" surgió por primera vez en el Magisterio de la Iglesia en la Nota firmada por el cardenal Joseph Ratzinger, en calidad de prefecto de la Congregación y fue aprobada por el Papa Juan Pablo II. En el párrafo 3 de la Nota se reafirma que «no es tarea de la Iglesia formular soluciones concretas - y menos aún soluciones únicas - para cuestiones temporales que Dios ha dejado al juicio libre y responsable de cada uno».
ResponderEliminarPues bien, el Papa Benedicto XVI posteriormente en la nota doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y el comportamiento de los católicos en la vida política emanada el 24 de noviembre del 2002 por la Congregación para la doctrina de la fe sostenía que si el cristiano está obligado a «admitir la legítima multiplicidad y diversidad de las opciones temporales», es igualmente llamado «a disentir de una concepción del pluralismo en clave de relativismo moral, nociva para la misma vida democrática, que necesita fundamentos verdaderos y sólidos, es decir, de principios éticos que por su naturaleza y por su papel de fundamento de la vida social no son negociables».
Estos principios "no son negociables" porque están vinculados y se basan en la naturaleza humana. Por ejemplo, la vida humana que debe ser garantizada, sostenida y protegida desde el nacimiento hasta la muerte natural, refleja un principio ético y jurídico difundido en muchas culturas y tradiciones religiosas, que subraya la importancia y la sacralidad de la vida humana en todas sus fases.
"La inviolabilidad del derecho a la vida del ser humano inocente "desde el momento de la concepción hasta la muerte" es un signo y una exigencia de la inviolabilidad misma de la persona, a la que el Creador ha hecho el don de la vida". (Cfr. Congregación para la doctrina de la fe. El respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación n.4 año 2002)
EliminarAquí está en juego el bien integral de la persona cuestionada por las leyes civiles que se refieren al aborto, la procreación artificial, el suicidio asistido, el vientre en alquiler, la eutanasia con una recaída sobre la tutela y la promoción de la familia fundada en el matrimonio monógamo entre personas de sexo diferente a la que no pueden equipararse jurídicamente en modo alguno otras formas de convivencia.
Otros principios no negociables son precisamente la familia, la libertad de educación, la protección social de los menores, la libertad religiosa, la economía al servicio de la persona y la paz. Estos principios constituyen la base del derecho natural. Negociar estos principios implica cuestionar no opciones individuales para el bien (lo que siempre es, en principio, lícito), sino la existencia misma de un bien humano universal, al que todas las personas tienen derecho a acceder.
"Cada día" - denunciaba el Papa Ratzinger - una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida solo su yo y sus deseos'. Y durante todo su pontificado le hizo eco el Papa Francisco que en «Evangelii gaudium» había afirmado que el relativismo, con su «tremenda superficialidad» sobre las «cuestiones morales», no daña solo la religión «sino la vida social en general».
Estimado padre Vicente,
Eliminarle agradezco la cita de las palabras de Ratzinger, tanto como Cardenal como siendo Papa. En realidad el papa Francisco siempre ha sostenido con fuerza los valores no negociables, de los cuales usted hace la lista.
Además, me ha dado mucho gusto leer las palabras del papa Francisco contra el relativismo, contra el que se lanzaba también el papa Benedicto. Desde aquí vemos la sustancial continuidad doctrinal entre los dos Papas, y de otro modo no podría ser, más allá de algunas diferencias pastorales.
Debe ser el período porque Forte ha expresado grandes inexactitudes también sobre la forma de recibir la Eucaristía.
ResponderEliminarEstimado Mateo,
Eliminarla cosa ya es de dominio público y es ciertamente escandaloso, porque mons. Forte, de manera desleal, para sostener su tesis, ha apelado a la sabiduría del Papa acusando de orgullo a quien quiere la Comunión en boca, mientras que en realidad el orgulloso y desobediente es él, porque las disposiciones actuales de la Iglesia dejan la elección al fiel (véase la Introducción al Misal Romano n. 161).
Sin duda. Cuánto dolor inútil, cuánta sabiduría perdida.
EliminarEstimado Mateo,
Eliminarciertamente, si mons. Forte hubiera sido verdaderamente sabio, habría ahorrado tanto dolor en tantos católicos fieles al Papa y a la Iglesia. Sin embargo, usted, como creyente, sabe bien que todo dolor tiene un significado a la luz de la divina providencia. Por tanto, también este dolor debemos verlo como una ocasión para estar cerca de Jesús crucificado, realmente presente en la Eucaristía, y para ofrecerlo al Señor por el mismo mons. Forte, para que reflexione y cumpla bien sus difíciles deberes de obispo.
Gracias por su señalización y por sus tonos sosegados que ayudan mucho a la comprensión.
EliminarEstimado Mateo,
Eliminarme complace su consenso frente a mis apreciaciones, y que usted valore lo necesaria que es la serenidad y la moderación en el diálogo entre cristianos.
El único principio no negociable es la Realeza Social de Nuestro Señor Jesucristo. Por desgracia las "autoridades" conciliares han reducido su potestad, pero no es por eso que Él no la tiene de todos modos. Los compromisos de los conciliares son siempre un freno a los derechos de Dios en favor de los deseos humanos.
ResponderEliminarEstimado Sr. Castagna,
Eliminarlos principios no negociables son las verdades de fe, enseñadas por Cristo y transmitidas por la Iglesia. No hay duda de que entre estos principios está la realeza de Cristo sobre todo el universo. El Concilio Vaticano II reafirma esta realeza y la hace aún más comprensible por el hecho de que pone de relieve sus finalidades escatológicas y aclara la influencia que la fe cristiana debe tener en el progreso humano para la derrota de las injusticias y el advenimiento del Reino de Dios.
Por desgracia es un Obispo que no es la primera vez que experimenta resbalones de este género. Gracias a Dios en un año se va de la diócesis. Saludos 🙋
ResponderEliminarEstimado Aquiles,
Eliminarel caso de mons. Forte es emblemático en cuanto a la influencia que el modernismo tiene en el episcopado italiano desde hace cincuenta años. Muy probablemente tiene enormes protecciones, no excluyendo a los ambientes protestantes.
Por supuesto, su teología también presenta aspectos interesantes en cuanto a la importancia de la fe trinitaria en la vida cristiana en su desarrollo histórico. Tiene muy viva la percepción de la relación de Dios con la historia, pero lamentablemente termina en el historicismo, que olvida la inmutabilidad divina y hace mutable también la naturaleza de Dios.
Esperamos que la corriente que él representa, ahora, con ocasión de la elección del Papa, asuma una actitud de responsabilidad, evitando la tentación de promover un Papa que corresponda a su línea.
Confiamos en Dios. 🙌🙏
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