Afirmar que existe un solo Dios no quiere decir todavía estar en la verdad, si no se precisa que esto no quiere decir que exista solo Dios. Esto, en efecto, constituiría el error del monismo, estrechamente unido con el error del panteísmo. El monismo es necesariamente un panteísmo, ya que, si existe solo Dios, está claro que Dios será idéntico al mundo. En cambio, solo el monoteísmo es un verdadero teísmo, en cuanto comporta el reconocimiento, sí, de un solo Dios, pero de un Dios distinto del mundo y creador del mundo. [En la imagen: fragmento de "Retrato del papa Clemente VIII Aldobrandini", óleo sobre lienzo, hacia 1598, obra de Caballero de Arpino, conservado en la colección del Museo Diocesano de Senigallia, Italia].
Gnosticismo
----------El gnosticismo es aquella actitud mental por la cual el sujeto se considera de modo arrogante y dogmático en posesión del saber divino o de ser él mismo este saber, obviamente no en el sentido de conocer todas las cosas al detalle, sino que imagina que se identifica su saber o incluso se identifica él mismo con el saber divino. En estas condiciones el sujeto se convence de saber más que Cristo en materia de teología, por lo cual juzga su concepto de Dios como el correcto y el de la revelación cristiana como fruto de la imaginación.
----------El gnóstico, viviendo permanentemente ebrio de soberbia y auto-referencialidad, no cree que su limitada razón pueda ser informada por la revelación cristiana acerca de un conocimiento más elevado de Dios, sino que considera recibir la revelación metacristiana por su propia autoconciencia divina. La llame fe (Lutero) o la llame razón (Hegel), hable de revelación (hermetismo, Schelling, Heidegger) o no hable de revelación (Bruno, Fichte, Hegel, Severino), en cualquier caso el gnóstico considera que posee la ciencia divina no mediante la revelación cristiana, sino inmediatamente y atemáticamente en su autoconciencia, es decir, en la conciencia de su yo potencialmente o actualmente yo absoluto, Uno-Todo (Bruno, Fichte, Schelling).
----------Se debe tener presente que existe también un gnosticismo de la pura razón, que tiene su origen en la autoconciencia cartesiana, considera autosuficiente a la razón, rechaza una revelación supra-racional, presume de un saber divino atemático preconceptual y llega a Spinoza, a Kant, Fichte, Gentile, Husserl, Heidegger y Severino. Este gnosticismo es propugnado por la masonería.
----------El papa Francisco describe el gnosticismo como "experiencia donde el sujeto en definitiva queda cerrado en la inmanencia de su propia razón o de sus sentimientos. [...] Tenemos una mente sin encarnación, incapaz de tocar la carne sufriente de Cristo en los demás, enyesada en una enciclopedia de abstracciones. [...] El equilibrio gnóstico es formal y presume de ser aséptico y puede asumir el aspecto de una cierta armonía o de un orden que engloba todo. [...] Reduce la enseñanza de Jesús a una lógica fría y dura que trata de dominar todo. [...] El gnosticismo por su propia naturaleza quiere domesticar el misterio. [...] Quiere todo claro y seguro y pretende dominar la trascendencia de Dios. [...] Es una doctrina monolítica defendida sin matices... Crea una Unidad superior en la que desaparece la rica multiplicidad de nuestra historia" (Exhortación apostólica Gaudete et exsultate, del 19 de marzo de 2018, nn.36-41).
Monismo, monoteísmo, panteísmo, immanentismo, panenteísmo, ateísmo, idolatría
----------Todos estos temas de suma importancia filosófica se entrelazan, se enfrentan y se encuentran de diversos modos en el robusto y complejo, atormentado y contradictorio pensamiento bruniano, por lo cual es necesario detenernos en cada uno de ellos y ver cómo conviven e interactúan.
----------El monismo propiamente dicho es aquella doctrina que sostiene que existe solo el uno y que el ser es único y uno solo. Es la doctrina de Parménides. Es como si dijera que existe solo Dios, el cual es precisamente uno, único y ser subsistente. El ser para Parménides tiene un solo significado: es el ser uno, eterno e inmutable. Parménides confunde el ser con el ser divino. No reflexiona sobre el hecho de que el ser subsistente ciertamente tiene un significado único y unívoco, pero que el ser como tal tiene muchos significados, es decir, es plurivalente y pluriforme, es diversificado y múltiple. Tiene un significado analógico.
----------Ahora bien, el error del monismo conduce necesariamente al panteísmo, el cual sostiene que uno es todo y todo es uno; de lo que se sigue que, entendiendo este "todo" ya sea como "todas las cosas", ya sea como la totalidad del ser, entonces no existe nada fuera de Dios.
----------El Todo divino, sin embargo, en realidad es todo no en el sentido de que sea todas y cada una de las singulares cosas reales, sino en el sentido de que está en acto todo aquello que el ser puede ser, y todas las cosas están contenidas virtualmente en su esencia, idénticas con Él, ideadas por Él en cuanto es su creador.
----------Existen dos tipos de panteísmo: está el historicista de Hegel y el eternalista de Severino. Ambos parten del monismo de Parménides, solo que Hegel le añade a Heráclito para explicar el devenir, la causa activa, el tiempo y la historia, mientras que Severino no admite ninguna causa eficiente, sino solo la formal, por lo que el devenir, la causalidad, el tiempo y la historia no son realidades, sino sólo el aparecer y desaparecer sucesivo y espacial finito de lo eterno y de lo uno. Es una aplicación del método matemático en metafísica, y, por lo tanto, una confusión de la metafísica con la matemática.
----------Para Severino el devenir es contradictorio y por eso para él no es real. Hegel dice, en cambio: puesto que el devenir es real, es necesario aceptarlo en su contradictoriedad. Tanto Severino como Hegel consideran, de todos modos, poder resolver la contradicción, Severino afirmando que lo que parece devenir en realidad es eterno, Hegel, en cambio, entiende la identidad como identidad de lo contradictorio. Para Severino lo contradictorio no es real; es solo dialéctico.
----------Para Hegel lo contradictorio es real, pero justamente lo contradictorio se resuelve por sí mismo en la identidad. Para el italiano Emanuele Severino la identidad se obtiene quitando la apariencia; para Hegel volviendo al punto de partida de la circularidad dialéctica con la negación de la negación que es la mediación entre la tesis y la síntesis y así se cierra el círculo dialéctico.
----------El panteísmo tiene orígenes antiquísimos, sobre todo en Oriente, mientras que en Occidente ha prevalecido sobre todo el politeísmo. En la Sagrada Escritura el panteísmo no aparece, pero es claro que se esconde detrás del relato de la torre de Babel, la polémica contra la idolatría y los pecados de impiedad y de soberbia, severamente combatidos por los profetas, pecados que tienden a penetrar también en Israel. Y en efecto, la divinización de la criatura, típica del panteísmo, ¿qué produce si no la idolatría? La Biblia, más que la idea monista de que existe solo Dios, presenta un panteísmo antropológico del yo que se exalta a sí mismo o del hombre que quiere ser como Dios, sometiéndose quizás al demonio.
----------El monismo nace del concepto parmenídeo del ser: el ser es uno, único, unívoco, inmutable, eterno, necesario e infinito. Lo múltiple y el devenir son apariencia y son contradictorios. El uno es todo y el todo es uno. Todas las cosas son uno y el uno es todas las cosas. El uno es los muchos y los muchos son el uno. El uno es indivisible; la división es solo apariencia. La alteridad, las diferencias y las diversidades son solo apariencias.
----------Es claro que si Dios es uno, único, todo y absoluta unidad numérica y ontológica, simple e infinita, inmensa, indivisible e impartible e imparticipable, el mundo, toda la realidad, todas las cosas y cada cosa y cada cosa singular se identifican con Dios. Existe solo el todo, lo indiviso, lo indistinto, lo absoluto, lo infinito y lo eterno. La parte, lo dividido, lo distinto, lo relativo, lo finito, lo temporal son solo apariencia.
----------El monismo no admite una distinción entre el uno y los muchos: los muchos son solo el aparecer del uno. Los muchos son el uno y el uno es los muchos. Para el monismo no existe una verdadera multitud de entes, no existen colectividades, comunidades o sociedades compuestas de singulares y diversos individuos, cada uno con una propia subsistencia, sino que existe solo el ser, que es uno, engloba todo y es subsistente.
----------En el monismo el individuo o el singular no es una sustancia, sino que es una simple ruedecilla de la máquina, un simple elemento del sistema, un ente totalmente relativo o a la comunidad o al jefe, que es el absoluto y tiene un poder absoluto. El jefe no es un individuo que unifica la comunidad a él presupuesta, comunidad hecha de varias personas, sino que es la sustancia de la comunidad, que es solo emanación del jefe, y cada individuo no subsiste por sí, sino solo en el jefe y para el jefe.
----------En el monismo no existe una multiplicidad real fuera del uno, precisamente porque el uno es todo. Ciertamente, la multiplicidad no se unifica por sí misma si no está el uno que unifique la multiplicidad. Sin embargo, para el monismo el uno no precede a lo múltiple y no lo unifica desde lo alto, porque el uno, aunque simple como uno, es multiplicable y divisible en los muchos, como principio de los muchos, que son el aparecer del uno en cuanto divisible en los muchos.
----------Para el monismo no hay un universal distinto del singular, que es el uno-todo, sino que el mismo singular, el uno, es el universal. El universal no es versus unum, uno antes de los muchos (ante multa), en los muchos (unum in multis) y de los muchos (de multis), sino que es simplemente el uno, que es a un tiempo singular, muchos y universal. De tal modo vemos cómo el individualismo de Ockham se encuentra con el universalismo panteísta de Hegel. En efecto, tanto para Ockham como para Hegel existe el universal, que para Ockham es el nombre, mientras que para Hegel es el concepto.
----------La diferencia en metafísica entre los dos está dada por el hecho de que mientras para Ockham el ser es el ser singular, para Hegel el ser es el ser universal. Para Ockham el uno es singular; para Hegel es universal. Para Ockham el universal es la colección de los muchos, llamada con un solo nombre. Para Hegel es la unificación o la unidad de los muchos, pensada en un solo concepto. Pero al final, tanto para Ockham como para Hegel, el uno-muchos es el universal y el todo, con la diferencia de que mientras eso en Hegel es dicho explícitamente, en Ockham es una conclusión que se puede extraer de sus principios.
----------En el monismo los muchos no son unificados o unidos por el uno, sino que son sustancialmente el uno y simplemente diferentes expresiones del uno. El monismo en política no admite el pluralismo, porque rompería la unidad. Por esto los regímenes totalitarios no admiten la pluralidad de los partidos.
----------En el monismo falta la noción analógica de participación, que es entendida solo de modo cuantitativo. Aquí el ser por participación es confundido con el ser parte, y el ser por esencia es confundido con el ser todo. El ser subsistente es confundido con el ser.
----------Además, en el monismo el no-ser no existe, ni siquiera como pensado, con el pretexto de la oposición ser–no-ser. No comprende que la nada, aunque no-ser, es concebida, pensada y existe como si fuese ser (ad instar entis). Por lo tanto, en el monismo es negado el ser de razón, que es identificado con el ser real.
----------Se vuelve entonces imposible el ser creado de la nada. La negación, la privación, el mal ya no son ser de razón o ser ideal, sino que se vuelven reales o desaparecen. Lo ideal, de hecho, coincide con lo real, el pensamiento con el ser. Y por lo tanto he aquí el idealismo. Así pues, idealismo, monismo y panteísmo son inseparables y se reclaman mutuamente.
----------El panteísmo considera como si fuese continuo lo discontinuo. Existen, de hecho, dualidades donde hay paso continuo y gradual entre los dos términos. Se trata de los contrarios, donde cambian las propiedades, pero no cambia el sujeto de esas propiedades. Así, por ejemplo, una misma habitación puede pasar de estar fría a estar caliente. Calor y frío se excluyen recíprocamente, pero solo si son considerados simultáneamente. Y, además, existe un paso gradual del calor al frío y viceversa.
----------Y existen, en cambio, dualidades donde el pasaje de un término al otro comporta discontinuidad, so pena de contradicción. Se trata de los distintos, que se excluyen recíprocamente, en el sentido de que el uno no es el otro, sin que eso les impida coexistir y estar juntos. Este es el paso de lo finito a lo infinito, de lo contingente a lo necesario, de lo relativo a lo absoluto, del hombre a Dios.
----------Nada impide que sean convenientes, concordantes y unidos, pero no hay nada entre ellos que esté en medio. Ejemplo del primer caso: el paso del blanco al negro, del día a la noche, del niño al adulto, del calor al frío. Ejemplos del segundo tipo: el paso del no-ser al ser, de lo finito a lo infinito, de la naturaleza humana a la naturaleza divina, de la materia al espíritu, de lo no-viviente al viviente, de lo contingente a lo necesario, de lo relativo a lo absoluto. Aquí no se dan puntos intermedios, sino que hay un salto neto de un término al otro.
----------El panenteísmo es, en cambio, lo inverso del inmanentismo. Mientras para el inmanentismo Dios está en el mundo, para el panenteísmo (pan en theó) todo está en Dios. Ciertamente se distingue del panteísmo que identifica el mundo con Dios. Aquí se distingue Dios y mundo, pero es una distinción de razón, insuficiente porque se supone que Dios no puede ser sin el mundo.
----------Nace a este punto el concepto del Entero, que se encuentra ya en Hegel (Ganzheit) y reaparece en Bontadini; la integridad o la totalidad de lo real, la composición de Dios y mundo. En Bontadini el monismo parmenídeo aparece también en su concepto de "Unidad de la experiencia".
----------Con el concepto del Entero, que luego sería el Absoluto y Dios mismo, Bontadini precisa que el mundo no puede añadir nada a Dios, siendo ya Dios el Todo, y entonces se pone el mundo en Dios idéntico a la esencia divina. ¿Pero entonces el mundo no está, en cuanto creado, también fuera de Dios? ¿Entonces existe solo Dios? ¿Distinguir Dios y mundo, Dios, como querría hacer el panenteísmo, sin admitir el mundo fuera de Dios, evita el panteísmo? ¿Queda rastro de teísmo? ¿De trascendencia? Si el mundo en Dios es Dios, ¿qué diferencia hay entre el panenteísmo y el panteísmo? Una diferencia nocional, no real, porque mientras en el panenteísmo distinguimos la noción de Dios de la noción de mundo, afirmamos luego la identidad de Dios y mundo en Dios excluyendo el mundo fuera de Dios, y esto es panteísmo, aunque es verdad que el panteísmo en sentido fuerte es la identificación con Dios del mundo que está fuera de Dios.
----------Gérmenes de panteísmo se encuentran ya en la antigua India y en Grecia en Parménides y en Plotino. Los mitos de los Titanes, de Hércules, de Prometeo, de Ícaro y de Narciso subyacen a una antropología jactanciosa, altanera y panteísta en el sentido del hombre que quiere medirse con Dios. La misma gnoseología protagórea bien se casa con un egocentrismo panteísta, como aparecerá en la filosofía moderna a partir de Descartes. Apuntes panteístas se encuentran en la Cábala, al menos como presupuesto implícito de la magia. Temas panteístas están presentes en el gnosticismo de los primeros siglos cristianos.
----------La difusión del cristianismo en Europa ha impedido durante todo el Medioevo la difusión del panteísmo. Casos aislados son los de Juan Escoto Erígena, de David de Dinant y de Meister Eckhart. Pero con el surgir del Humanismo y del Renacimiento, he aquí un retorno del paganismo antiguo, que estimula al panteísmo, como por ejemplo en Nicolás de Cusa. El interés por el hermetismo y por la magia, la exagerada estimación por la dignidad humana en un Pico della Mirandola o en un Marsilio Ficino se desposan fácilmente con una visión panteísta del mundo y de Dios. Si se intenta encontrar puntos de contacto y fases intermedias se cae en contradicción, porque la distinción entre los dos términos procede por negación, no por un desarrollo o una explicitación.
----------Con el advenimiento de Martín Lutero y de René Descartes, aunque ellos ciertamente sean teístas, sin embargo, su modo egocéntrico de concebir la relación de la conciencia con Dios, ha dado un nuevo impulso al panteísmo egológico, que de esta manera se añadía al panteísmo ontológico de Erígena, de Plotino, de Eckhart y de Bruno, vale decir, el inmanentismo fundamentado sobre el Dios‑en‑mí‑y‑para‑mí de Lutero y sobre el "yo soy" cartesiano, reconducible al Yo soy de Ex 3,14.
----------El panteísmo egológico estaba destinado a un gran éxito con Fichte y Schelling y los románticos alemanes, hasta ser retomado por Husserl, mientras que el panteísmo ontológico continuaría con Spinoza, Hegel, Gentile, Severino, Teilhard de Chardin y Rahner.
----------El panteísmo, favorecido por el sentimentalismo de Schleiermacher, por el voluntarismo de Schopenhauer y por el romanticismo con su misticismo sensual, irracional y estético, con el sentimiento pánico de la naturaleza divinizada como por ejemplo en Goethe, goza de una inmensa fortuna en la Alemania de mediados del ochocientos con Hegel y Schelling, que provoca su imagen especular desdeñada e irónica en el ateísmo materialista y evolucionista de Feuerbach, Marx, Darwin, Spencer y Comte.
----------Nace de este panteísmo idealista o materialista un furioso ataque a la Iglesia y al cristianismo, al cual el Beato Pío IX respondió con una poderosa condena de enorme alcance metafísico, cosmológico, antropológico, teológico y moral, condena que él pronuncia describiendo la concepción panteísta en estos términos:
----------"No existe ningún Numen supremo sapientísimo y providentísimo, distinto de este universo de las cosas. Dios es la misma cosa que la naturaleza de las cosas y, por tanto, está sujeto a las mutaciones, y Dios realmente deviene en el hombre y en el mundo, y todas las cosas son Dios y poseen la mismísima sustancia de Dios; y una e idéntica cosa es Dios con el mundo y, por tanto, el espíritu con la materia, la necesidad con la libertad, lo verdadero con lo falso, el bien con el mal, lo justo con lo injusto" (un pasaje correspondiente a la encíclica Qui pluribus del 9 de noviembre de 1846, cf. Denz. 2901).
----------¿Por qué en el panteísmo se confunde lo verdadero con lo falso, el bien con el mal, lo justo con lo injusto? Porque estas oposiciones que se encuentran en el mundo son transferidas a Dios, si es verdad que el mundo es Dios y Dios es el mundo.
----------Monismo y panteísmo se implican recíprocamente: la necesidad de unidad de la totalidad de lo real es ciertamente relativa a la necesidad de Dios, porque Él es el Uno por excelencia que unifica y recoge todo en la absoluta simplicidad e indivisibilidad de su esencia. Pero si esta necesidad no es sabiamente moderada, conduce al panteísmo. Es preciso entonces recordar que Dios no es simplemente el ser, sino un Ser especialísimo, excelente entre los demás.
----------El ser como tal es común a todas las cosas. Si se confunde a Dios con el ser, se entiende entonces que todo se convierte en Dios. Por otra parte, Dios no es tampoco el único ser existente, como si el ser ut sic fuese el ser absoluto, porque existen con Dios y bajo Él también otros infinitos entes creados.
----------Cada uno de ellos, ciertamente, tiene una suya unidad por el simple hecho de que el ente, cada ente, es uno en cuanto no-dividido. Sin embargo, el ente creado es compuesto y divisible; es un todo compuesto de partes, al menos de esencia y ser. Es un todo, un entero. Es uno de número y numerable. Dios, por el contrario, no está compuesto de partes y por lo tanto no es un entero. Nada se puede distinguir en Él sino solo conceptualmente. Dios no es uno de número porque no puede ser contado con otros dioses.
----------El Concilio de Florencia de 1439 dice: "in Deo omnia sunt unum": en Dios todo es uno en el sentido de que Él incluye virtualmente en su esencia todas las perfecciones. Todas las cosas en Dios, en cuanto ideadas por Él, se identifican con su esencia. Son una sola cosa, son Dios. Esta es la parte de verdad del panteísmo.
----------Existe una diferencia entre monismo y monoteísmo. Ambos admiten a Dios como absoluta Unidad, pero mientras en el monismo existe solo Dios como único ente, en el monoteísmo existe un solo Dios creador del mundo. En ambos nada existe fuera de Dios que pueda ser igual a Dios. En ambos nada puede ser comparado a Él o se puede añadir a Dios de modo que lo mejore. En ambos casos a Dios no le falta nada, de modo que tenga necesidad de ser completado por algo distinto de sí.
----------Sin embargo, esto no quiere decir que no existan entes fuera de Dios, cuyo ser, sin embargo, no añade al ser divino, porque es un ser por participación. Con lo creado no hay más ser, pero sí hay más entes.
----------Tanto en el monismo como en el monoteísmo Dios es uno solo, existe un solo Dios, no existen más dioses como en el politeísmo. En el monismo no existe nada más fuera de Dios, que es todas las cosas; en el monoteísmo Dios existe como ente supremo por encima de las cosas y creador de las cosas. En el monismo Dios es el solo ente, mientras que en el monoteísmo Dios es el altísimo, el ente supremo e intrascendible, en la cima de la escala de los entes.
----------Ahora bien, el monismo supone la identificación del ser con el ser divino y del pensamiento con el ser, mientras que en el monoteísmo el ser es análogo, vale decir, se predica analógicamente de Dios y del mundo, y por consiguiente pertenece analógicamente a Dios y al mundo. En el realismo monoteísta el pensamiento es idéntico al ser solo en Dios, pero no en el saber creado.
----------Tanto en el monismo como en el monoteísmo Dios es inmanente a nuestra conciencia, pero en dos sentidos bien diferentes: mientras que en el monoteísmo esta inmanencia significa que Dios habita en nosotros, y por lo tanto consiste en el hecho de que Dios está ante nuestra conciencia objetivamente en su ser divino, inmanente por su puro libérrimo querer y por pura misericordia, en el inmanentismo Dios es concebido como una idea de la conciencia, como ser de conciencia, como inmanente por su propia esencia, ser interno a la conciencia y por lo tanto ser de conciencia sin trascender la conciencia. Esto comienza a aparecer en Kant, pero aparece en plena luz en Hegel y en Husserl.
----------El dicho agustiniano según el cual Dios es más íntimo a mí de lo que yo soy íntimo a mí mismo, malinterpretado por Bruno, no debe tomarse al pie de la letra, sino que es una expresión retórica para subrayar la intimísima unión del alma con Dios en el estado de gracia. No confundamos a san Agustín con Spinoza. Si hay un teólogo que tenga clara conciencia de la trascendencia divina, ese es precisamente san Agustín. La interioridad agustiniana, más allá de ciertas expresiones, no tiene nada que ver con el inmanentismo, de lo contrario la Iglesia, que de eso entiende y tiene un olfato mejor que el nuestro, no habría hecho a Agustín Doctor de la Iglesia ni habría puesto en el Índice las obras de Descartes en 1663.
----------Afirmar que existe un solo Dios no quiere decir todavía estar en la verdad, si no se precisa que esto no quiere decir que exista solo Dios. Esto, en efecto, constituiría el error del monismo, estrechamente unido, como hemos visto, con el del panteísmo. El monismo es necesariamente un panteísmo, ya que, si existe solo Dios, está claro que Dios será idéntico al mundo. En cambio, solo el monoteísmo es un verdadero teísmo, en cuanto comporta el reconocimiento sí de un solo Dios, pero de un Dios distinto del mundo y creador del mundo.
----------En definitiva, la admisión de la inmanencia divina en el sentido que he explicado líneas arriba no perjudica en absoluto a la trascendencia, con tal que se haga la precisión de que Dios no es inmanente por esencia, sino por libre elección, y no es inmanente como una idea es inmanente a la conciencia, sino como un huésped se encuentra en la casa de un amigo.
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