Aún cuando sólo haya transcurrido un mes desde el inicio de su pontificado, el papa León ya ha tenido ocasión de subrayar la enseñanza acerca de la naturaleza sinodal de la Iglesia, tal y como había iniciado a explicarla el papa Francisco, cuando dio convocatoria al último Sínodo de Obispos, el cual precisamente trató el tema de la sinodalidad. Sin embargo, contra la enseñanza de ambos Papas, no faltan hoy quienes pretenden encontrar una oposición entre la nota de apostolicidad de la Iglesia, con su devenir existencial sinodal. Tal postura podría tratarse sólo de un malentendido brotado de falta de formación teológica, o bien, en el peor de los casos, podría tratarse de una nueva confusión generada por tentación demoníaca para crear nuevas divisiones en el seno de la Iglesia, instrumentalizando el demonio el ánimo usualmente belicoso de los actuales pasadistas, siempre refractarios a la progresiva profundización del inmutable depósito de la fe. [En la imagen: fragmento de "Torres de la Catedral de Chiclayo", acuarela sobre papel, obra de Eduardo Zárate].
Falsa oposición entre apostolicidad y sinodalidad de la Iglesia
----------Puestos ante la errónea oposición que algunos han pretendido establecer en la Iglesia entre sus notas identificatorias de apostolicidad y de sinodalidad, debemos decir que, como no podía ser de otro modo, el papa León XIV, aún en lo breve de su magisterio, apenas a un mes de iniciado su infalible oficio docente, ya nos está enseñando que la Iglesia es apostólica (como también es una, santa y católica, según sus cuatro tradicionales notas esenciales) y que en su devenir histórico es, entre otras características de su perfil existencial, una Iglesia sinodal (lo cual se conecta sobre todo a la nota de catolicidad).
----------Por una parte, ¿qué duda puede caber que para el Santo Padre la Iglesia es apostólica? Él es hoy el primero entre los sucesores de los Apóstoles, como él mismo se ha reconocido en su primera Misa como Papa ante todos los cardenales electores: "Dios, de forma particular, al llamarme a través del voto de ustedes a suceder al primero de los Apóstoles, me confía este tesoro a mí, para que, con su ayuda, sea su fiel administrador en favor de todo el Cuerpo místico de la Iglesia". ¿A qué tesoro se refiere? Lo había dicho antes: "el patrimonio que desde hace dos mil años la Iglesia, a través de la sucesión apostólica, custodia, profundiza y trasmite" (Homilía del 9 de mayo de 2025). Vale decir, un tesoro que el Papa y todos los Obispos en comunión con él no sólo custodia (conservación), sino que a la vez profundiza (progreso), y que de este modo es transmitido: fielmente custodiado y progresivamente profundizado.
----------Al hablar de la característica apostolicidad de la Iglesia, yo subrayo el aspecto de progreso doctrinal y pastoral precisamente porque quienes han pretendido plantear la errónea oposición entre apostolicidad y sinodalidad, son algunos pasadistas. alardeando de que la Iglesia es apostólica y no sinodal, ellos precisamente, que no brillan por comunión de fe y vida cristiana con ningún obispo (sucesor de los apóstoles) que no sea cismático o cripto-cismático. La actitud de estos hermanos nuestros no es casual pues, pasadistas como son, anclados obstinadamente a un pasado ya superado, rechazan el progreso doctrinal y pastoral en la Iglesia, y no logran comprender la antigua nota de sinodalidad que caracteriza también a la Iglesia y que el papa Francisco ha vuelto a poner de relieve, y que el papa León, como no podía ser de otro modo, ha comenzado también él a explicar, como lo ha hecho, con insistencia y profundidad, este sábado 7 de junio por la tarde en la Vigilia de Pentecostés. Detengámonos unos momentos precisamente en este su reciente discurso.
La sinodalidad según el papa León XIV
----------El encuentro del papa León este sábado pasado, en la víspera del Domingo de Pentecostés, y durante el Jubileo de los movimientos, asociaciones y nuevas comunidades, que "representan frutos del Concilio Vaticano II" dijo el Papa, me ha traído a la memoria aquellos discursos del papa Pío XI a su querida Acción Católica, los cuales eran verdaderos discursos programáticos para la vida y la acción misionera sacerdotal y laical en todas las diócesis y parroquias del mundo. Pues bien, a casi un siglo de aquellas entusiastas clarinadas a los que actuaban la "estrecha participación en el apostolado jerárquico" (como decía Pío XI), en este su primer gran contacto con laicos comprometidos, sobre todo jóvenes, el papa León los ha impulsado a vivir la sinodalidad de la Iglesia, y les ha explicado claramente lo que quería decir con ello:
----------"La tarde de mi elección, mirando con conmoción al pueblo de Dios aquí reunido, recordé la palabra 'sinodalidad', que expresa felizmente el modo en el cual el Espíritu modela la Iglesia. En esta palabra resuena el syn -que quiere decir con- que constituye el secreto de la vida de Dios. Dios no es soledad. Dios es 'con' en sí mismo -Padre, Hijo y Espíritu Santo- y es Dios con nosotros. Al mismo tiempo, sinodalidad nos recuerda el camino -odós- porque donde está el Espíritu hay movimiento, hay camino.
----------Somos un pueblo en camino. Esta conciencia no nos aleja, sino que nos sumerge en la humanidad, como levadura en la masa, que la fermenta toda. El año de gracia del Señor, del que es expresión el Jubileo, tiene en sí este fermento. En un mundo quebrantado y sin paz el Espíritu Santo nos educa a caminar juntos. La tierra descasará, la justicia se afirmará, los pobres se alegrarán y la paz volverá si dejamos de movernos como predadores y comenzamos a hacerlo como peregrinos. Ya no cada uno por su cuenta, sino armonizando nuestros pasos con los pasos de los demás. No consumiendo el mundo con voracidad, sino cultivándolo y custodiándolo, como nos enseña la Encíclica Laudato si’.
----------Queridos hermanos y hermanas, Dios ha creado el mundo para que nosotros estuviésemos juntos. 'Sinodalidad' es el nombre eclesial de esta conciencia. Es el camino que pide a cada uno reconocer la propia deuda y el propio tesoro, sintiéndose parte de una totalidad, fuera de la cual todo se marchita, incluso el más original de los carismas. Miren: toda la creación existe sólo en la modalidad del existir juntos, a veces peligroso, pero aun así juntos siempre (cf. Carta enc., Laudato si’ 16; 117). Y esto que nosotros llamamos 'historia' toma forma sólo en la modalidad de reunirse, de una convivencia, frecuentemente en medio de disensos, pero aun así una convivencia. Lo contrario es mortal y desgraciadamente está ante nuestros ojos cada día.
----------Que sus agregaciones y comunidades sean entonces lugares donde se practique la fraternidad y la participación, no sólo en cuanto lugares de encuentro, sino en cuanto lugares de espiritualidad. El Espíritu de Jesús cambia al mundo, porque cambia los corazones. Inspira, en efecto, esa dimensión contemplativa de la vida que aleja la autoafirmación, la murmuración, el espíritu de controversia, el dominio de las conciencias y de los recursos. El Señor es el Espíritu y donde está el Espíritu del Señor hay libertad (cf. 2 Co 3,17). La auténtica espiritualidad nos compromete, por tanto, al desarrollo humano integral, actualizando entre nosotros la palabra de Jesús. Donde esto sucede hay alegría. Alegría y esperanza".
----------Francamente, no parece que pueda agregarse mucho más para ayudar a la claridad y a la contundencia con las cuales nos ha hablado el sábado pasado el Santo Padre sobre la sinodalidad. Sin embargo, le recordaré al lector algunas de mis reflexiones acerca de este tema tan importante para el hoy eclesial, y que ponen en claro que la naturaleza sinodal de la Iglesia en nada se opone a sus cuatro notas esenciales, una, santa, católica y apostólica, sino que viene a explicitarlas al nivel del devenir existencial de la Iglesia.
Unam, sanctam, catholicam et apostolicam Ecclesiam
----------En el Credo confesamos nuestra fe en la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica. Juzgará el lector si le conviene personalmente releer lo que nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica, entre los números 811-870. Es dogma de fe, o sea de fe definida, que Cristo instituyó la Iglesia para santificación de todos los hombres de todos los tiempos. Es doctrina cierta, vale decir, unánimemente enseñada por los teólogos, que la Iglesia es Cristo continuado, es el Cuerpo misterioso, místico, de Cristo. Y es también dogma de fe, es decir, definida, que la Iglesia es Una, Universal (católica), Santa y Apostólica.
----------La Iglesia, comunidad santa y santificante, que es el Cristo continuado en la historia, su Cuerpo místico y Pueblo de Dios, posee esas cuatro propiedades o "notas".
----------La iglesia es "una" porque es el Cristo continuado y forma con Él la unidad de un organismo, unidad que necesariamente debe manifestarse al exterior. La Iglesia es "santa", porque, nuevamente, ella no es más que el mismo Cristo continuado; su esencia es la santidad, su fin es la santificación de los hombres; y a esto no se opone el hecho ya registrado en el Evangelio, de que puedan pertenecer a la Iglesia terrena tanto los justos como los pecadores (Mt.13,24-30; 47-50). La Iglesia es "católica", es decir, universal, creada para todos los hombres, para todos los pueblos, y destinada para todos los tiempos. La razón es la misma: ella es el Cristo Redentor que sobrevive para todos y hasta el fin de los siglos. La Iglesia es "apostólica", porque fue fundada sobre los Apóstoles, lugartenientes de Dios, y se ha difundido y se difunde prolongándose en una cohesión y sucesión jerárquica jamás interrumpida hasta nuestros días.
Las Notas de la Iglesia y la naturaleza sinodal de la Iglesia
----------Tratemos ahora de indagar el modo cómo esas notas o propiedades de la Iglesia, una, santa, católica y apostólica, que indudablemente son sus notas "substanciales", deben manifestarse en el devenir histórico, en la existencia concreta, a través de su "naturaleza sinodal".
----------La sinodalidad o naturaleza sinodal de la Iglesia se vincula inmediatamente con la nota de "catolicidad" de la Iglesia. En efecto, sinodalidad quiere decir, como bien sabemos y como también nos acaba de enseñar el papa León, confirmando lo que ya sabíamos por la reciente doctrina católica, caminar juntos. Por lo tanto "naturaleza sinodal" implica la idea del todo o del conjunto. ¿Cuándo es que estamos juntos o en conjunto? ¿Cuáles son las condiciones para estar juntos? El compartir los mismos valores.
----------Entonces esto quiere decir que debe tratarse de valores universales. He aquí la universalidad. Por lo demás, ¿qué significa caminar juntos? Avanzar y progresar, tanto en el conocimiento como en la acción. Esto quiere decir que un Sínodo desarrolla en la Iglesia el conocimiento de la fe y hace progresar la conducta moral. No es raro entonces que haya tantas prevenciones hacia esta naturaleza sinodal de la Iglesia, que hoy es de tal manera percibida, en los ámbitos pasadistas, reducidos rígidamente a mantener creencias y prácticas que son meras tradiciones del pasado; apegados como están a lo pasado en cuanto pasado, se muestran incapaces de "caminar" juntos, de vivir la sinodalidad en cuanto avance o progreso en la fe y en la vida de la gracia.
----------Veamos ahora la vinculación con las otras tres notas. La sinodalidad se vincula a la nota o propiedad de "unidad" de la Iglesia. Lo universal es una unidad, que es siempre la misma en una multiplicidad. Por ejemplo, el ser católico es la misma cosa en todos los católicos. En la Iglesia, todos son católicos, aun cuando cada uno lo es de manera diferente al otro. Por eso, el ser católico tiene un valor universal respecto a la constitución de la Iglesia. He aquí que aparece la nota de la "unidad".
----------Pero esta unidad también se puede entender como unión y comunión, en el sentido de que nosotros los católicos estamos todos unidos en la caridad entre nosotros, en torno a un principio de unidad. ¿Cuál es este principio de unidad? Nuestra fe, como dice san Pablo: "Una sola fe" (Ef 4,5). Ahora bien, ¿quién es el que custodia esta fe? El Papa, Vicario de Cristo, Sucesor de Pedro, como Jefe del Colegio Apostólico, representado en nuestros Obispos, en el Colegio Episcopal. He aquí la nota de la "apostolicidad".
----------Sin embargo, nuestra unidad no es sólo una mera unidad teórica, sino también práctica, efectiva, existencial. Nuestros Pastores, bajo la guía del Romano Pontífice, Maestro de la Fe y Pastor universal, no se limitan a enunciar las teorías, sino que también nos dan las orientaciones prácticas para la vida de la gracia; la Iglesia no es una sociedad filosófica y teológica, sino que es una comunión de amor entre muchos hermanos, que se aman bajo la guía de Cristo y del Espíritu Santo. Ahora bien, ¿cuál es la función del Espíritu Santo? Producir la santidad en los corazones de los creyentes. He aquí, por consiguiente, la nota de la "santidad".
----------En definitiva, cuando hablamos de la "naturaleza sinodal" de la Iglesia, implicando esos dos elementos del concepto de sinodalidad de los cuales nos ha hablado el pasado sábado el papa León, el "caminar" y el "juntos", estamos hablando del aspecto existencial de la Iglesia, mientras que las cuatro Notas de la Iglesia se refieren a su sustancia, algo así como en la constitución dogmática Lumen gentium se habla del "subsistit in", para referirse también al aspecto existencial de la Iglesia, a diferencia de su aspecto esencial cuando se dice que la Iglesia de Cristo "es" la Iglesia católica.
----------De este modo, considero que se puede perfectamente hablar del aspecto existencial de la Iglesia, que resulta del "caminar juntos" (etimología de la palabra griega sín-odo, también explicada por el Papa). En otras palabras, el aspecto existencial de la Iglesia resulta de su aspecto sinodal, en cuanto lo existencial se refiere a su devenir o a su acción concreta en la historia. Por cuanto respecta a las cuatro notas, ellas, como he explicado precedentemente, se refieren también al aspecto sinodal. Ciertamente las cuatro notas tocan tanto la sustancia como la esencia de la Iglesia. La sustancia ciertamente se refiere al famoso "subsitit in" de Lumen gentium; la esencia equivale a la naturaleza de la Iglesia. En conclusión podemos decir que la Iglesia de Cristo subsiste en la Iglesia católica y es la Iglesia católica.
----------Para finalizar esta nota, hago referencia a una débil objeción que los pasadistas han planteado en días recientes sobre este tema, objeción que, una vez más, lamentablemente, brota de lo poco iluminados que suelen ser, y que se expresa más o menos en estos términos: algunos pasadistas, como he dicho, señalan que lo que a partir del papa Francisco se ha venido llamando "sinodalidad" se opone a la nota de "apostolicidad" de la Iglesia fundamentalmente por cuanto respecta al oficio de gobierno de la Iglesia. Por lo cual uno de ellos ha afirmado: "el ius regendi, o la potestad de gobierno, viene dada por el sacramento del Orden. Es decir, sólo los que han recibido ese sacramento puede realizar actos de gobierno válidos dentro de la Iglesia. Consecuentemente, ni los seglares ni las monjas pueden gobernar. Y no es una cuestión de modas; es una cuestión profundamente teológica que fue reafirmada con fuerza por Concilio Vaticano II". Y dicho esto, no hallan justificativo para los recientes nombramientos de laicos y religiosas a cargo de dicasterios de la Curia Romana.
----------La respuesta es más bien muy sencilla. El gobierno de la Iglesia es la acción preceptiva, organizativa y disciplinaria, que viene ejercida en la Iglesia por los que están revestidos de autoridad canónica. Ahora bien, es cierto que Cristo ha confiado la guía de la Iglesia y ha dicho de apacentar su rebaño a Pedro, príncipe de los Apóstoles. Sin embargo, gobernar la Iglesia no solo significa guiarla en el conocimiento de la divina Revelación y en la práctica de los Sacramentos, sino guiarla también en sus aspectos humanos tanto de tipo personal como de tipo comunitario, incluso en lo que se refiere a la vida espiritual, la educación, las relaciones con los Estados, las actividades ecuménicas, los institutos religiosos, las asociaciones católicas, la administración económica, etc. Ahora bien, está claro que estos tipos de gobierno no requieren necesariamente el sacerdocio, sino que pueden ser confiados también a laicos, tanto varones como mujeres.
Caminar junto a los alemanes, portavoces de todas las instancias únicamente mundanas, incluso las más caprichosas e insulsas posibles. Camino que deja atrás a muchas personas nunca interesadas en las consultas, quizás precisamente porque se consideran como "indietristas", por lo tanto no aptos para un "camino" progresivo.
ResponderEliminarTienen en mente una Iglesia ya no católica.
EliminarEstimado Esteban,
Eliminarusted no debería mantenerse al margen de las enseñanzas de los Papas. ¿Acaso quiere asimilarse a los ortodoxos orientales, a los luteranos o a los lefebvrianos, que pretenden ser cristianos sin tener en cuenta al Papa? NS Jesucristo ha fundado la Iglesia sobre Pedro. Si el papa Francisco ha hablado repetidamente de indietristas, y es indudable que con ello se ha referido a errores doctrinales y a defectos morales de ciertos católicos, debemos pensar que ha tenido razones para hacerlo, las cuales, por otra parte, él mismo ha explicado. Tarde o temprano, en algún momento, cuando la prudencia y justicia se lo indique, el papa León se referirá a ese tema.
Por eso estos hermanos nuestros, los católicos indietristas, en vez de enfadarse, deberían corregirse.
Al mismo tiempo, es ciertamente de desaprobar la actitud ofensiva de los modernistas. El último Sínodo de Obispos, ha estado hecho, como todos los sínodos, para encontrarse, aceptarse y corregirse recíprocamente y poner en común los dones recibidos de Dios. Es precisamente lo que nos indica la nota de "sinodalidad" que debe caracterizar la vida de la Iglesia. No existe otra Iglesia distinta a la sinodal, aunque indudablemente existen en ella defectos. Sin embargo, con la caridad, se soluciona todo.
Esteban: ¿Quiénes serían esas muchas personas que dice usted, que fueron dejadas de lado en las consultas antes del último Sínodo, calificables como indietristas?
EliminarEmilio: todos aquellos que no están alineados con el diktat de una Iglesia única y necesariamente sinodal
EliminarEsteban: tendría que ser más preciso. Nombres y apellidos de personas expulsadas de cada consulta sinodal por etiquetarlos como indietristas. Como usted dice que son "muchas", cuanto antes empiece la lista, antes la va a terminar...
EliminarMire, Emilio, ya que usted, en el más alto y noble estilo misericordioso que le viene bien a la iglesia en salida, utiliza esta santa inquisición, le respondo, en cumplimiento de la ley de privacidad . Para el pasado Sínodo, no se ha consultado a ningún fiel de mi parroquia como en la mayor parte de mi diócesis (San Luis). Luego, si quiere los nombres y apellidos, vaya a la oficina de registro de las comunidades interesadas.
EliminarNo entiendo bien, Esteban: ¿todos los fieles de su parroquia y de la diócesis de San Luis no fueron consultados porque se trataba de indietristas? ¿O simplemente no fueron consultados? ¿Pidieron a sus párrocos que se involucraran? ¿Usted lo pidió?...
EliminarAsí pasa en la Iglesia "sinodal" Emilio. Lo cierto es que no fueron consultados en la medida en que le dije. Resulta, en cambio, que se han consultado las "categorías protegidas", es decir, los que no discrepan de todas las nuevas dinámicas eclesiásticas, incluso las más extravagantes. Se necesita poco para ser definido indietrista. Tal definición es adoptada simplemente por quien no está alineado con las dinámicas sinodales, con todas. Haga un poco las cuentas. Mi párroco me conoce y conoce mis peticiones. Le corresponde a él llevarlas a las superiores autoridades. No ha habido ningún acto institucional ni ninguna iniciativa que haya favorecido esto.
EliminarEsteban: por lo que me ha dicho antes, entonces el párroco no ha implicado a nadie de su parroquia. ¿Son todos indietristas?
EliminarNo. El hecho es que objetivamente no se puede decir en absoluto que haya estado involucrado "el pueblo fiel" considerando los números irrisorios que emergen de los datos. Lo que es cierto, aún más a nivel mundial, es que el último sínodo de Obispos (que debería haber sido, supongo, modelo para esta Iglesia sinodal) estuvo dirigido a ciertas situaciones que se dice causan malestar en la iglesia y que han sido identificadas todas en la falta de acogida de determinadas categorías que se dicen "maltratadas". No hay casi nada más que eso.
Eliminarentonces debería decir que no hubo verdaderas consultas. NO que fueron expulsados o los llamados "indietristas" (como si entonces existiera un registro de indietristas para saber a quién no consultar....)
EliminarEmilio: el dato objetivo es que han estado interesados pocos fieles, más bien muy pocos. Soy yo en mi parroquia y todos los fieles que conozco en las parroquias cercanas y muchos otros en parroquias de todo el país. Esta es mi experiencia. Los indietristas ...repito..... son los que no están a favor de esta iglesia sinodal y creo que precisamente por eso, las consultas han sido seleccionadas. Repito de nuevo... las instancias que se han tomado en cuenta son las que se han dado a conocer en los documentos finales del Sinodo, y como podrá comprobar usted... no se ha dado ninguna queja debido a las restricciones de la Misa de San Pío V, y el resultado ha sido siempre el mismo, el de las consultas "democráticas" preliminares, pero la realidad de verdad es que los fieles están cansados de esta visión toda horizontal y antropocéntrica de la iglesia actual. Los portavoces de estas demandas que le he dicho, se consideran indietristas, por lo tanto, los indietristas no han sido consultados.
EliminarLo siento, pero no nos entendemos. Si han sido seleccionadas algunas personas para excluir a los indietristas, quiere decir que toda su parroquia y casi todos los fieles de su diócesis (que usted dice no haber sido consultados) son indietristas...
Eliminarninguna consulta oficial a través de cuestionarios y/o encuentros temáticos. El resto se lo he dicho en los posts anteriores
EliminarPadre Filemón: ¿Me está diciendo que no existe otra iglesia sino la del sínodo? ¿Se refiere a la Iglesia definida por los promotores del sínodo? .. ¿es entonces la Iglesia democrática y abierta, de fronteras indefinidas, estructurada a partir de la base, pluralista desde el punto de vista teológico, filosófico y doctrinal, que sustituye con la pastoral a la doctrina, que no evangeliza a nadie e incluso que ya no condena? ¿Por qué cada situación particular de la vida puede ser un buen punto de partida? ¿Esta es la Iglesia a la que debemos seguir obligatoriamente?..... ¿la Iglesia que, sin una verdad exclusiva para comunicar? ¿aquella deseada por Rahner? ¿La que tiene que convertirse al mundo? Pero, ¿en serio?!...
EliminarEstimado Esteban,
Eliminaren el anterior Sínodo de Obispos, todos los católicos del mundo han estado llamados a dar su contribución al trabajo del Sínodo. Es comprensible que en la masa de propuestas que llegaron al aula sinodal, ha habido cosas que el papa Francisco, en su momento, no ha aprobado, incluso porque se trataba de propuestas contrarias a la fe.
Esta actitud sinodal naturalmente tendrá continuidad en el pontificado del papa León, y esto no sólo lo suponemos por sentido común, sino porque la nota de sinodalidad es algo que pertenece a la vida de la Iglesia, por sí misma, y de hecho, sin ir más lejos, el papa León se lo ha dejado en claro a los jóvenes y asociaciones laicales reunidos en la plaza de San Pedro el pasado sábado, durante la Vigilia de Pentecostés. ¿Qué quiere decir actitud sinodal en la Iglesia?
Pues bien, que todas las tendencias dentro de la Iglesia están llamadas a hacer su parte. Claro que es el Papa el que discierne entre las instancias las que son conformes a la Fe y las que no. Tenga en cuenta, en relación a esto, que aquellos a los que el papa Francisco llamaba indietristas no son en absoluto fieles a la Tradición, sino hermanos que, como dice la palabra, en lugar de mirar hacia adelante, según las indicaciones del Concilio, querrían volver a la situación anterior al Concilio Vaticano II.
Estimado Esteban,
Eliminarquédese tranquilo. Es cierto que en la Iglesia existe esta presencia invasora de rahnerianos, y usted creo que sabe bien lo que pienso de Rahner. Sin embargo, es necesario que nos pongamos con toda buena voluntad a colaborar con el Santo Padre, quien seguramente conoce muy bien a los rahnerianos. Por otra parte, recuerde que en los últimos años de su pontificado, el papa Francisco ha recomendado a Santo Tomás de Aquino, que es el antídoto contra el rahnerismo. Seguramente en algún momento, el papa León se referirá a este problema, y es deseable que ponga en claro quienes son los rahnerianos y el peligro que ellos implican para la vida de la Iglesia. Así que no nos desanimemos y hagamos nuestra parte.
Esteban, la Iglesia es "una": no hay otra iglesia distinta de "la del sínodo" o de la "Iglesia sinodal". ¿Entonces por qué hay todo este terror de la democracia, bien entendida, claro? Tenga en cuenta que los padres sinodales, en cualquier sínodo convocado por el Papa, pueden hablar y escribir todo lo que quieran pero no deciden democráticamente nada: las reglas son que siempre es el papa quien aprueba o ratifica las elecciones. ¡El exacto contrario de la democracia! ¿Entonces cuál sería el problema en realidad? ¿Desconfianza hacia el Papa? ¿Miedo a la confrontación? Y luego escúcheme.... el pluralismo teológico siempre ha existido y en cuanto a la filosofía, no me parece que la Iglesia haya adoptado nunca una especificación... ¿por qué ahora la Iglesia no debería permitir un sano pluralismo?
EliminarEmilio: la "democracia" es aquella que ha condenado a Jesús.
EliminarEstimado Esteban,
Eliminarayer terminé el día pensando en nuestra conversación, y me quedó la duda: en sus análisis de la situación ¿usted se refiere al último período del pasado Sínodo? Supongo que sabe que el camino sinodal de las parroquias y diócesis comenzó en todo el mundo en 2021.
Padre, me refiero a todo el período.
EliminarEmilio, a ver, la Iglesia es una y es la que ha introducido el sínodo, no la fundada sobre el sínodo y conducida por él. El Papa Francisco, como se vió en el pasado Sínodo, no era contrario a muchas de las instancias border line producidas e incluso lo afirmó. El solo hecho de que tantos clérigos, en absoluta impunidad, propongan y ya pongan en práctica prácticas contrarias a la doctrina, debería hacernos interrogar sobre cuál es la autoridad del Papa en estos casos. No es suficiente expresarse contra ciertas derivas, especialmente hacia el clero alemán, sino que hay que poner orden y, en su caso, purgar. Resulta que ya la iglesia en Alemania, respecto al Magisterio, está en contraste y dentro de los límites de un cisma que si bien no se realiza todavía institucionalmente, lo es casi de hecho. Apoyar de nuevo estas peticiones, significa buscar un compromiso que ya en sí mismo es una solución indigna. ¿El Papa, y ahora me refiero al Papa León XIV, aprobará y ratificará las decisiones del sínodo alemán? Veremos cómo le va con las peticiones de la mayoría. Si las decisiones siguen las premisas, la mayoría podrá ser determinante también en decisiones consideradas un bien aunque no lo sea en la realidad. Por otra parte, ¿Qué es el pluralismo teológico? ¿Para qué sirve? Afirmar que es válido Kant así como Hegel así como Marx y Heidegger y compañía..., mientras que Santo Tomás de Aquino se considera superado? Este pluralismo no siempre ha existido, pero se ha manifestado en nombre de una modernidad que ha pretendido borrar el pasado. Del mismo modo la filosofía... o es cristiana o no lo es. El sano pluralismo solo ha llevado a fundar nuestra religión sobre dudas e inquietud cuando, en efecto, es la única Verdad y la única certeza.
EliminarEstimado Esteban,
Eliminaralgunas de sus consideraciones puedo compartirlas también yo, a condición de que usted tenga siempre presente que el papa Francisco nunca pudo haber compartido iniciativas sinodales que fueran contrarias al depósito de la Fe. En cuanto a las iniciativas pastorales o gubernativas o disciplinares, sí, es posible que un Papa sea tentado por decisiones imprudentes o injustas, porque en este ámbito él no es infalible. Pero no en el ámbito de lo doctrinal, donde el Papa, por asistencia del Espíritu Santo, goza de inerrancia.
La sinodalidad..., el camino sinodal de los católicos alemanes... Y todo lo que pasó en el pasado Sinodo... Me acuerdo perfectamente lo que narró el mismo Papa Francisco, que algunas hermanas del Carmelo le habían dicho «Santidad, tenemos miedo con el Sínodo, tenemos miedo de que nos cambie la doctrina». Y el Papa Francisco comentó este temor de esas monjas con estas palabras: «Hay esta idea. Pero si uno va a la raíz de estas ideas, encontrará ideologías ... defienden una "doctrina", entre comillas, que es una doctrina como el agua destilada, no sabe a nada, y no es la verdadera doctrina católica ...»
ResponderEliminarPero me pregunto: ¿Realmente sería ideológico el temor de esas monjas? Lamento que las haya maltratado así, en lugar de tranquilizarlas y explicar lo que debería haber sucedido en el sínodo; como lamento que haya ignorado los dubia al comienzo de su pontificado; san Pablo VI nunca habría descartado así a esas monjas...
Carlos: decir que esas monjas se equivocaban no significa abandonarlas. El Papa no tiene que darte razón a la fuerza...
EliminarEmilio: ni siquiera alguien que hubiera aprobado un solo examen de psicología diría que se equivoca a un temeroso que simplemente le expresa un miedo: trataría al menos de tranquilizarlo y de explicarle la eventual inexistencia de las razones de su temor; en cualquier caso haría una mala figura profesional si fuera a decir por ahí que esa expresión de temor era ideológica y que la doctrina subyacente no sabe a nada. ¿No es cierto?
EliminarEstimado Carlos,
Eliminaren aquella ocasion, indudablemente el papa Francisco habló para tranquilizar a esas monjas. Rechazando posiciones ideológicas, se ha referido al peligro de que éstas hubieran sido propuestas al Sínodo que aún estaba por celebrar su asamblea, cualquiera que sea la procedencia de esas ideologías, pero al mismo tiempo debería estar claro que tales ideas ideológicas no podrían nunca vencer la Verdad que la Iglesia siempre ha de defender, como nos lo ha garantizado NS Jesucristo.
Carlos, no me parece que aquella vez el Papa Francisco haya dicho cosas duras y tampoco me parece que las haya "maltratado", como dice usted. Quizás, como frecuentemente ocurria, el Papa se ha inventado una anécdota y no eran monjas. Pero quién sabe...
EliminarPadre Filemón, muchas gracias; y también a usted, Emilio. Si, puede ser como usted dice.
EliminarBueno, tengo entendido que este artículo se estaba refiriendo a la naturaleza sinodal de la Iglesia. Pero aquí se está hablando del pasado Sínodo de Obispos, el cual..., sin embargo no fue solo de Obispos, sino que también participaron los laicos... Por lo tanto, tengo una pregunta para hacer: si en este último sínodo votaron también los laicos y no solo los obispos, pregunto: los resultados del sínodo... ¿son vinculantes o no?
ResponderEliminarEstimado Nicolás,
Eliminarcomo usted debería saber, un Sínodo, a diferencia del Concilio, no puede tomar decisiones reales, ni siquiera desde el punto de vista pastoral. Puede presentar peticiones, hacer propuestas, plantear instancias, expresar dificultades, plantear preguntas, resaltar aspectos positivos, tomar iniciativas pastorales o incluso doctrinales para profundizar. Pero es igualmente claro que la última palabra corresponde al Papa o para aprobar o para confirmar o para desarrollar o para aclarar o para rechazar. A esta luz, está claro que solo es vinculante lo que el Papa decida.
Me parece que se está olvidando que con la última reforma del papa Francisco a los procedimientos del Sínodo, un documento sinodal final puede convertirse, si el Papa lo acepta, en DELIBERATIVO.
EliminarEstimado Luis,
Eliminarsuponiendo que en un Sínodo se traten temas relativos a la organización práctica de la Iglesia, que no pongan en juego la doctrina, el Papa puede perfectamente inclinarse por las decisiones de una mayoría. Para su información le aconsejo consultar este documento de la Santa Sede, que se refiere al método de los trabajos del Sínodo: https://www.synod.va/it/news/instrumentum-laboris-un-documento-di-tutta-la-chiesa.html
Padre Filemón, le agradezco por su artículo, claro y sintético. Reflexionar sobre la sinodalidad de la Iglesia no hace sino que profundicemos en la catolicidad de la Iglesia, en su carácter universal, comunitario. Claro que esta catolicidad no está reñida con la apostolicidad, y, en la vida concreta de la Iglesia, la sinodalidad no está reñida con la función de docencia y gobierno que ejerce la jerarquía. Mientras los modernistas, relativistas e historicistas como son, tienen problemas con esto último, y quisieran democratizar a tal punto la Igesia que no haya dogmas ni autoridad, los indietristas son fundamentalistas literales, y se asustan con la primera palabra nueva que ellos escuchan, creyendo que les están cambiando la doctrina. Roguemos por ambos grupos de extraviados hermanos nuestros.
ResponderEliminarEstimado Jorge,
Eliminarsus reflexiones son muy atinadas y las comparto plenamente.
Perfecto, padre Filemón. Su artículo me aclara muchas cosas. Como buen dominico, usted ha aportado mucha claridad a un tema hoy debatido.
ResponderEliminarEstimado Diógenes,
Eliminarle agradezco su consenso hacia mi artículo, y me complace que le haya resultado útil. Ahora bien, nunca he dicho que yo sea dominico.
Curioso: ahora, para denigrar al Papa Francisco, incluso después de muerto, también involucran a las carmelitas... No dejan una sola.... Son como los pitbulls, no sueltan la presa....
ResponderEliminarEstimada Rosa,
Eliminarsi, parece así como usted dice. Pero veamos el lado bueno de todo esto, y pensemos que en el fondo les anima un amor por Jesús y por la Iglesia. Al haber recordado al papa Francisco, aprovechemos para rezar por su alma, y tampoco estaría mal que, pensando que él está ya con Dios, ayude a la Iglesia, sobre todo al nuevo Papa, a avanzar por los caminos del Señor.
Una vez más se mostró a todos los ojos del mundo la indefectibilidad de la Iglesia: murió Francisco, el que pretendía destruirla.
ResponderEliminarEstimado Anónimo,
Eliminarno hay ninguna duda que para un católico la Iglesia es indefectible. Ese dogma está muy claro en Mateo 16,18.
En ese pasaje, para la doctrina católica, la expresión "las puertas del infierno" mencionada por Cristo, se interpreta de diversas maneras, pero generalmente se refiere a las fuerzas del mal que intentan destruir la Iglesia. Por cierto, la Iglesia es indefectible ante las fuerzas del mal.
Algunos teólogos y documentos eclesiásticos han identificado estas "puertas" con las herejías y los ataques doctrinales contra la fe cristiana. Por ejemplo, el II Concilio de Constantinopla (553) afirmó que las puertas del infierno representan las lenguas mortales de los herejes, es decir, las doctrinas falsas que intentan corromper la enseñanza de la Iglesia. Asimismo, el papa san León IX en el siglo XI señaló que estas puertas simbolizan las disputas de los herejes, que buscan desviar a los fieles.
Desde una perspectiva más amplia, la Iglesia enseña que esta promesa de Cristo garantiza la indefectibilidad de la Iglesia, es decir, que nunca será vencida por el mal ni desaparecerá, aunque pueda atravesar crisis y persecuciones. Santo Tomás de Aquino también interpretó esta expresión como la capacidad de la sabiduría divina para silenciar la insensatez de los herejes, asegurando que la verdad prevalecerá.
Ahora bien, ¿qué relación tiene esta indefectibilidad de la Iglesia con el Papa, el Sumo Pontífice o Vicario de Cristo?
Precisamente en el mismo pasaje de Mateo Cristo garantiza a Pedro (y por obviedad a sus sucesores) que Pedro será la garantía de esa indefectibilidad en lo doctrinal.
Es cierto que en el ámbito no de lo doctrinal, sino de lo pastoral-gubernativo-disciplinar, el Papa no goza de esa inerrancia o indefectibilidad o infalibilidad, sino que es falible y puede pecar.
Pues bien, ateniéndonos a lo que acabo de transmitirle como enseñanza de la doctrina católica, queda a la vista que su irónica apreciación es falsa, porque ni el papa Francisco, ni ningún Papa de la historia de la Iglesia, han podido querer destruir a la Iglesia en lo que hace precisamente a su unidad: la Fe. El Papa puede pecar contra todas las virtudes, a excepcion de la Fe.
Le animo a reflexionar sobre esto, y sobre todo a considerar si sus ideas, evidentemente no católicas, no le hacen situar en un ámbito de real excomunión, por propia decision de su voluntad.
Y yo te animo a que encuentres un texto de Tomás de Aquino o del Magisterio de la Iglesia que diga que el Papa no puede pecar contra la fe.
EliminarNo con razonamientos. Que diga: “el Papa no puede pecar contra la virtud de la fe”
Estimado Anónimo,
Eliminarla teología sirve para hacernos comprender el sentido de la doctrina de la Iglesia. Por otra parte, no podemos pretender encontrar en santo Tomás de Aquino todas las respuestas a las preguntas que hoy nos planteamos en el campo teológico y relativas a las verdades de fe.
Ten en cuenta también que en los tiempos de santo Tomás el problema del Papa herético no se planteaba, dada la convicción común entre los católicos de que el Papa es maestro en la fe.
Ahora bien, si reflexionas sobre lo que te he dicho, advertirás que me haces una propuesta que no tiene un fundamento razonable, es decir, avanzas la pretensión de que yo te proponga una sentencia o de la Iglesia o de santo Tomás, para que tú puedas tener buen juego con tu intención de sostener tu tesis de que el Papa puede pecar en la fe.
Por otra parte mi razonamiento es perfectamente correcto y fiable, porque se basa en el Magisterio y está en perfecto acuerdo con el pensamiento de santo Tomás de Aquino.
Y tú, ¿en qué te basas? ¿En lo que actualmente dicen Minutella o Viganò o Valli, o, aquí en Argentina, en lo que dicen Peretó Rivas o Sosa Laprida u Olivera Ravasi? ¿Acaso te basas en lo que decía Lefebvre y hoy dicen los lefebvrianos o De Mattei?
Mi tesis, en cambio, como he escrito varias veces, deriva directamente del hecho de que Cristo le ha garantizado a Pedro su asistencia como Maestro de la fe. Por eso, suponer que el Papa puede pecar contra la fe tiene como consecuencia la negación o la incredulidad respecto a la garantía que Cristo dio a Pedro.
Me da la impresión que quien quiere encontrar el fundamento de su fe en las palabras literales de la Escritura..., o las palabras literales de Santo Tomás..., o las palabras literales del Magisterio de la Iglesia..., no es más ni menos que un fundamentalista..., tal y cual como los Testigos de Jehová o los Adventistas del Séptimo Día, etc...
EliminarEstimada Rosa,
Eliminarusted ha comprendido muy bien el defecto de ese Lector que se opone a lo que he dicho sobre la virtud de la fe en el Papa. Lo que he notado en este lector es la dificultad para seguir mi razonamiento. Se ve que no está acostumbrado al razonamiento teológico. Esto es, efectivamente, un defecto del fundamentalismo, que cierra la mente en el camino de la verdad y le impide progresar.
Puede depender del orgullo, pero creo que a menudo depende de una falta de formación teológica y de la incomprensión de lo que es la tarea del teólogo.
Claro que no podés encontrar eso en Tomás de Aquino, pero tampoco en el Magisterio de la Iglesia. Es una invención tuya. Pura fantasía. No hay ningún fundamento en la Revelación para afirmar eso.
ResponderEliminarNo sigo a ninguno de los que mencionás. No soy sedevacantista.
Sigo el Magisterio de la Iglesia y los autores probados.
Estimado Anónimo,
Eliminarme pone muy contento que me digas que tú no sigues a ninguno de esos hermanos nuestros que te he nombrado, quienes necesitan mucho de nuestras oraciones, porque sus almas están hoy por hoy en grave peligro para su salvación.
Ahora bien, dado que no los sigues, ni eres sedevacantista, y, suponiendo que eres católico, deberías intentar no asemejarte a ellos con tus expresiones.
A este propósito, deberías tener en cuenta que el pensamiento católico no se agota en la simple consideración de lo que ha dicho santo Tomás de Aquino o el Magisterio de la Iglesia, sino que es una actividad viviente del espíritu, que recaba o extrae conclusiones a partir de las premisas.
Ciertamente, en esta operación es posible equivocarse. Pero tú, para tener el derecho de rechazar lo que digo, debes demostrarme que me equivoco en mi razonamiento.
Por cuanto respecta a la posibilidad de que un Papa peque contra la fe, yo me refería al Papa en cuanto Maestro de la fe, Sucesor de Pedro y Vicario de Cristo. Si Cristo ha asegurado a Pedro el asistirlo hasta el fin del mundo, ¿cómo es posible que un Papa, en el ejercicio de su ministerio petrino, pueda pecar contra la fe, es decir, engañarse o engañar o caer en la herejía?
Si, en cambio, tú, como ya he dicho tantas veces, te refieres a la posibilidad de que un Papa, fuera de su ministerio oficial, como doctor privado, peque contra la fe, esta posibilidad es real, aunque la cosa parezca bastante improbable.
¿Qué se entiende por "doctor privado"? Es el Papa cuando expresa una opinión discutible, como por ejemplo hizo Benedicto XVI cuando, publicando sus libros de cristología, dijo que aceptaba incluso ser contradicho.
En cambio, cuando el Papa ejerce su oficio público de Maestro de la fe, dirigiéndose a toda la Iglesia, es asistido por el Espíritu Santo de modo que es infalible en la enseñanza de la verdad de fe, en cuanto enseña desde la Cátedra de Pedro ("ex cathedra").
Este punto lo puedes encontrar directamente en el Concilio Vaticano I, del cual te adjunto el enlace:
https://www.vatican.va/archive/hist_councils/i-vatican-council/documents/vat-i_const_18700718_pastor-aeternus_it.html
Además, te recuerdo que el Papa, como Maestro de la fe, goza de tres grados de autoridad en los cuales el error es inexistente, y por lo tanto no puede pecar contra la fe, como puedes verificar en la Nota doctrinal de la CDF a la Carta Apostólica Ad Tuendam Fidem de san Juan Pablo II de 1998:
https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_1998_professio-fidei_sp.html
Estimado padre Filemón,
ResponderEliminarhace unas horas, el papa León, ha confirmado nada menos que ante la Conferencia Episcopal Italiana, la naturaleza sinodal de la Iglesia, dando otra prueba de lo que usted explica aquí en este artículo.
Señalo solamente un pasaje:
"Para concluir, quisiera dejarles algunas exhortaciones para el futuro próximo. En primer lugar: avanzar en unidad, sobre todo pensando en el Camino Sinodal. El Señor, escribe san Agustín, «para mantener su cuerpo bien estructurado y en paz, se dirige así a la Iglesia por boca del Apóstol: No puede decir con la vista en la mano: No te necesito; o de la cabeza a los pies: no te necesito. Si el cuerpo fuera todo ojo, ¿dónde oír? Si se escuchaba todo el cuerpo, ¿dónde estaba el olor? (Exposición sobre el Salmo 130:6). Permaneced unidos y no os defendáis de las provocaciones del Espíritu. Que la sinodalidad se convierta en una mentalidad, en el corazón, en los procesos de toma de decisiones y en los modos de actuar."
Estimado padre Serafín,
Eliminargracias por el aviso.
El discurso de hoy del Santo Padre es muy importante, porque no obstante que todavía no ha brindado a la Iglesia ningún documento programático de su pontificado o atinente a alguna específica cuestión doctrinal o pastoral que fuera su intención subrayar, sin embargo, ya nos esta dando alguna señal al respecto.
Sin duda es un discurso más importante que otros que ha impartido, no sólo por su extensión, sino también por sus destinatarios (la CEI en pleno, es decir la conferencia episcopal del país en el que él es el primado), y también porque señala sistemáticamente a los Obispos italianos los puntos doctrinales y pastorales sobre los que el Papa quiere que desarrollen su acción.
Como he dicho, me parece que aquí el Papa nos está dando algunas pistas de hacia donde dirigirá o enfocará su pontificado, al menos en sus primeros tiempos.
Si bien se acercan los meses menos activos del verano europeo, donde la actividad en la Santa Sede decae, no descarto que precisamente en este período el papa León haya puesto a trabajar a sus más cercanos colaboradores, como es el caso del cardenal Fernández y del cardenal Tagle (ambos han tenido con él reuniones semanales, y han sido varias ya), en la preparación de algún documento (probablemente su primera encíclica), responsabilizando a Fernández en el aspecto doctrinal, y a Tagle en el pastoral.
Me animo a pronosticar que si no llegara a tratarse de una encíclica programática, probablemente se refiera a la doctrina y pastoral acerca de la sinodalidad. De hecho es uno de los aspectos en los que el Papa se detiene en el discurso de hoy.