miércoles, 1 de enero de 2025

La Iglesia en 2025: análisis sociológico. Centro, periferias, cismas, excomuniones, obispos vagabundos y sacerdotes girovagos

Han sido escasos los análisis de sociología religiosa que hemos publicado en este blog. Y el que publico hoy, en este primer día del 2025, es un análisis parcial, porque sólo se refiere a una parte, y muy marginal, de la Iglesia, una porción del Pueblo de Dios que para describirla habría que recurrir a conceptos tales como: centro, periferias, cismas, excomuniones, obispos vagabundos y sacerdotes girovagos. No es, por cierto, la porción más importante de la Iglesia, pero es una porción real, a la que naturalmente también hay que tomar en cuenta [En la imagen: fragmento de "El Concierto en el Huevo", óleo sobre lienzo, de alrededor de 1561, que antiguamente se consideraba una copia de una obra perdida de Hieronymus Bosch, El Bosco y que actualmente se cree que está basada en uno de sus dibujos. Obra conservada en el Palais des Beaux-Arts de Lille, Francia].

----------Pese a la secularización global que afecta a todas las sociedades, es indudable que se mantienen algunas de ellas en marcada relación con la Iglesia. Una de esas sociedades es la de Italia, en donde tiene sede el Vicario de Cristo, el Papa. Incluso quien subrayara el carácter ya "laico" y los resultados a primera vista irreversibles del proceso de secularización, no puede menos que admitir, en general, que la sociedad italiana está marcada de manera profunda e irrenunciable por la presencia de la Iglesia católica en todos sus aspectos: desde el arte a la literatura, de la política a la actitud más general hacia la vida, la ética, las relaciones interpersonales. No obstante la presencia creciente de formas cristianas distintas del catolicismo, muchos italianos todavía hoy identifican en el lenguaje común "la Iglesia" con la Iglesia católica y "los cristianos" con "los católicos". Estas afirmaciones, mutatis mutandis, aunque no de modo tan marcado como en Italia, me parece que pueden hacerse también para la sociedad de Argentina, pues también aquí los argentinos en general identifican "la Iglesia" con la católica, y a los cristianos con "los católicos".
----------Desde el punto de vista estadístico, la Iglesia católica es todavía actualmente la mayor denominación religiosa organizada del mundo. Las estadísticas actualizadas difundidas por la Santa Sede mediante la Agenzia Fides el pasado 20 de octubre de 2024 le atribuyen a fecha de 31 de diciembre de 2022 el número de 1.389.573.000 bautizados (es decir, el 17,7% de la población mundial a finales de 2022, constituida por 7.838.944.000 personas), presentes en 3.036 circunscripciones eclesiásticas; los obispos son 5.353; los sacerdotes (diocesanos y religiosos) 407.730; los diáconos permanentes 50.159; los religiosos profesos no sacerdotes 49.414; las religiosas profesas 599.228; los miembros de los institutos seculares masculinos son 610, mientras que los femeninos son 18.955; los misioneros laicos en el mundo son 413.286, mientras que los catequistas son 2.849.582; los seminaristas mayores candidatos al sacerdocio son 108.481.
----------Si bien para la Iglesia son cismas tanto el protestantismo nacido del luteranismo, como la ortodoxia oriental y como, mucho más recientemente, el lefebvrismo (aunque este último obviamente de menor importancia históricamente y sociológicamente hablando), sin embargo, desde un plano estrictamente histórico y sociológico pueden considerarse como ramas diferentes y separadas del cristianismo. A diferencia del concepto de "cisma" que vige en la Iglesia, los sociólogos de la religión (por ejemplo Massimo Introvigne) prefieren reservar el término "cismas" de la Iglesia católica para fenómenos de origen más reciente y ciertamente no protestantes, que se han producido cuestionando algunos aspectos particulares del catolicismo (de hecho, desde este punto de vista, de las tres corrientes antes indicadas, aquí entraría el lefebvrismo).
----------De origen jansenista y del siglo XVIII, el movimiento vetero-católico de la Unión de Utrecht se organizó en torno al rechazo del Concilio Vaticano I [1869-1870] y en particular del dogma de la infalibilidad del Papa, proclamado en diciembre de 1869.
----------A este movimiento de la Unión de Utrecht han ido adhiriéndose progresivamente diversas "Iglesias nacionales" que han querido afirmar también una especificidad nacional y étnica, rechazando la dirección centralizada e internacional de la Santa Sede. Las principales denominaciones de este segundo tipo son la Iglesia Nacional Católica Polaca -fundada entre los polacos de los Estados Unidos, que impugnaban la preeminencia del clero y de los obispos de origen irlandés, por Francis Hodur [1866-1953], en 1898, y hoy difundida también en Polonia- y la Iglesia Filipina Independiente, creada por Gregorio Aglipay [1860-1940] en el contexto de la lucha por la independencia de Filipinas, que la jerarquía católica fue acusada de no apoyar.
----------No quiero seguir adelante sin llamar la atención del lector acerca de un hecho curioso. Así como la Unión de Utrecht se organizó a fines del siglo XIX en torno al rechazo del Concilio Vaticano I especialmente contra el dogma de la infalibilidad pontificia, hoy, el lefebvrismo y la marginalidad filo-lefebvriana aglutinados en torno al rechazo del Concilio Vaticano II, en estas últimas décadas, más allá de mantener las banderas de su apego al rito romano abrogado, esencialmente han focalizado hoy su rechazo a Roma también en su rechazo al dogma de la infalibilidad pontificia tal cual ha sido explicitada por el Concilio Vaticano II y por los Papas del postconcilio en continuidad con la enseñanza del Concilio Vaticano I.
----------Volviendo ahora a la inicial tarea de elencar algunos de los grupos periféricos nacidos en los siglos XVIII-XIX, históricamente, una actividad cismática de carácter antimoderno y "reaccionario" comienza con las vicisitudes de la Petite Église, nombre atribuido a un grupo de movimientos que rechazan el concordato entre la Santa Sede y Napoleón I [1769-1821] de 1801 y la consiguiente reorganización de las diócesis francesas. Después de 1801 nacen una quincena de petites églises independientes en Francia y en Bélgica; la mayoría es posteriormente absorbida por la Iglesia católica y hoy solo quedan las ramas de Lyon (unos trescientos fieles), Borgoña (otros trescientos), Bélgica  (unos ciento cincuenta "stevenistas", del nombre del vicario general de la Diócesis de Namur, Corneille o Cornelius Stévens, 1747-1828, que se encuentra en los orígenes del movimiento) y sobre todo Poitou (unos tres mil fieles).
----------Contrariamente a una opinión difundida, estos "disidentes" hoy en día no tienen en su mayoría ideas políticas monárquicas, y permanecen en sus respectivas petites églises -no obstante los intentos periódicos de reconciliación promovidos por la jerarquía católica- por razones de fidelidad a una tradición familiar, que los lleva (no habiendo querido ninguna petite église buscar ordenaciones sacerdotales ilícitas) a vivir su fe en simples ritos oficiados por laicos centrados en la oración y en la "comunión espiritual".
----------Ya más cerca de nosotros, y en una historia para nosotros bien conocida, después del Concilio Vaticano II, el episodio más relevante a escala mundial fue el relativo al obispo Marcel Lefebvre [1905-1991], que tuvo su momento de ruptura cismática en 1988 y que hoy vive una fase delicada en la tentativa de un saneamiento querido por algunos de sus miembros y rechazado por otros. Más allá de monseñor Lefebvre -en la radicalidad de la ruptura cismática con Roma- se impulsan otros grupos "integristas" o "sedevacantistas", los cuales (con explicaciones teológicas bastante diferentes entre ellos) consideran la sede de Roma al menos formalmente y a veces también materialmente "vacante", no reconociendo la validez de los pontífices que habrían perdido su legitimidad (o nunca la tendrían) aceptando reformas inadmisibles y alejándose de la verdad católica.
----------Es posible dar un paso más, pues algunos han llegado a pensar que, si la sede de Roma está "vacante", entonces hay que nombrar un nuevo Papa, o reuniendo a los representantes del pueblo católico "todavía fiel" (el "resto fiel") o siguiendo una designación "espiritual" por medio de revelaciones privadas que vienen directamente del Cielo. No faltan, desde el inicio del Concilio Vaticano II hasta hoy, un cierto número de personajes que afirman ser el "verdadero" Pontífice (y para los cuales, colectivamente, se puede resucitar el famoso apelativo (que fue frecuente en épocas pasadas) de "antipapas").
----------A decir verdad, fenómenos de este género -si bien han tenido un recrudecimiento en los años posteriores al Vaticano II- nunca han faltado en la historia de la Iglesia. Para limitarnos a Italia, podemos citar en el siglo XIX (a partir de 1842) el caso del párroco piamontés Francesco Antonio Grignaschi [1810-1883] que desde el Valle Anzasca hasta el Monferrato, rodeado de varios videntes, se proclamó mesías y nuevo Cristo; y en el siglo XX la "Iglesia de Voltago", nacida después de la condena en 1950 de una aparición mariana y de una espiritualidad mariana-milenaria nacida en la Arquidiócesis de Milán, y se dotó durante su efímera existencia (una decena de años) de encarnaciones del Cristo, de la Virgen e incluso de un pontífice.
----------El fenómeno de las revelaciones privadas y de las apariciones de la Virgen, de Jesús y de los santos, ha crecido considerablemente gracias a algunos factores que han favorecido su difusión, como la enfatización de los mass media, el aumento exponencial de las publicaciones destinadas a recoger las revelaciones privadas y los testimonios de milagros, la fundación de asociaciones, entidades e institutos religiosos destinados a difundir los mensajes, la itinerancia de los videntes que se desplazan continuamente a lo largo de los países europeos, y sobre todo en la península itálica. Este último elemento puede producir efectos diferentes: una especie de "conexión espiritual" entre varios videntes o, por el contrario, la contraposición de los videntes que reivindican unilateralmente la "autenticidad" de los mensajes recibidos.
----------No es raro, además, que los sacerdotes católicos acompañen y sostengan públicamente la autenticidad de los mensajes antes de que la autoridad eclesiástica se haya pronunciado. Las revelaciones privadas y las apariciones de la Virgen o de Jesucristo no reconocidas por la autoridad eclesiástica son muy numerosas. La falta de reconocimiento lleva en la mayoría de los casos a una simple desobediencia: se sigue frecuentando el vidente o el lugar de aparición no reconocido, a pesar de las amonestaciones eclesiásticas, pero no se separa formalmente de Roma ni se introducen nuevas doctrinas.
----------A veces la ruptura va más allá y nacen los fenómenos del llamado "catolicismo de franja" o "catolicismo de periferia" o "marginal". En estos casos, generalmente -pero no faltan excepciones- los fieles se consideran subjetivamente católicos todavía en comunión con la Iglesia de Roma, pero esta última -en sus diversas articulaciones- pone en duda la permanencia de dicha comunión. Se observa a veces que el intelectual, en cuanto tal, no puede simplemente aceptar el juicio de la jerarquía eclesiástica. Ciertamente no corresponde a los intelectuales ofrecer conclusiones de carácter exclusivamente teológico; sin embargo, cuando la jerarquía eclesiástica pronuncia un juicio de manera oficial, esta toma de posición -independientemente de cualquier valoración teológica- se convierte en un hecho relevante también desde el punto de vista sociológico. El juicio, en cuanto hecho, tiene su eficacia objetiva y crea una separación o al menos un principio de separación, provisional o definitiva. Se trata aquí, evidentemente, de juicios que conciernen a la sustancia de una identidad doctrinal, no simples divergencias de carácter disciplinario o político.
----------A menudo es muy difícil decir si las realidades "católicas de periferia" o "catolicismo marginal" o "comunidades de franja" están todavía unidas a la Iglesia de Roma, o si totalmente separadas o bien a medio camino. Algunos casos son claros, por su carácter cismático, y otros se sitúan en una "zona gris" difícil de evaluar, más aún en una reflexión meramente sociológica como la presente que -y esto debe ser aclarado- no tiene la intención de formular juicios teológicos.
----------La inclusión de una realidad en este análisis sociológico en la sección dedicada al "catolicismo de franja" o "catolicismo marginal", no implica, por tanto, ningún juicio de valor: se limita a tomar nota -como dato de hecho- de circunstancias objetivas que ponen al menos en duda la permanencia de una plena comunión entre cada realidad y la jerarquía católica, justificando así un tratamiento específico en sociología religiosa, que tiene un carácter meramente informativo. Diferente es el caso en que las nuevas doctrinas y prácticas no permiten un encuadramiento en el catolicismo, ni siquiera de franja, y se debe hablar de realidades totalmente diferentes: es el caso, por ejemplo, de Anima Universale, que por lo tanto no trataremos en esta ocasión.
----------Diferente respecto a los "cismas" origen católico y al "catolicismo marginal" es también el fenómeno de los "obispos errantes" y de las "pequeñas Iglesias", que no surgen -en la mayor parte de los casos- de una disidencia teológica (o "política"), claramente reconocible en su marco doctrinal, sino más bien por la búsqueda de un episcopado "autónomo" por parte de singulares personajes que generalmente logran reunir un número bastante modesto de seguidores, y que, por lo demás, van a buscar su legitimidad no solo en el mundo católico, sino también en el ortodoxo o bien en el anglicano. El extraño fenómeno de los obispos "errantes", "vagabundos" o "girovagos" nace de la doctrina prevalente en el mundo católico según la cual un obispo, incluso separado de la comunión con Roma, conserva la potestad de consagrar obispos y ordenar presbíteros. Estos obispos y presbíteros serán consagrados y ordenados ilícitamente, pero válidamente; y cada obispo consagrado ilícitamente podrá a su vez consagrar válidamente (e ilícitamente) a otros obispos y ordenar a otros presbíteros.
----------Los obispos "vagabundos" o "errantes", tal como lo documentan varios especialistas, son en el mundo varios miles, y ello puede sorprender al lector. Algunas cadenas datan del siglo pasado, otras son de origen más reciente. Es difícil, naturalmente, decir con certeza si un "vagabundo" de hoy, que se sitúa al final de una de estas cadenas, ha sido válidamente consagrado (desde el punto de vista de la teología católica prevalente): es necesario, en efecto, la validez de cada paso individual de la cadena, y en el mundo de los "vagabundos" no faltan irregularidades tales que excluyen tal validez, como consagraciones "por correo" y consagraciones episcopales de mujeres (por definición no solo ilícitas, sino también inválidas desde el punto de vista católico). Lo que es cierto es que para los "vagabundos" la validez -potencialmente susceptible de ser reconocida por la teología católica- de su consagración es un punto de honor sostenido con celo y con calor. Desde el punto de vista sociológico, los "vagabundos" son muy diferentes entre sí. 
----------Algunos de estos Episcopi vacantes son simples aventureros, farsantes, dispuestos a explotar la confusión del público (que normalmente no distingue entre un "vagabundo" y un obispo católico en comunión con Roma) con fines a veces meramente utilitarios (algunos "vagabundos" hacen comercio de ordenaciones sacerdotales, y a veces también de títulos caballerescos y de diplomas universitarios sin valor legal; dos actividades que se han convertido en típicas de una parte de este mundo y que en algunos países son ilegales, así que a veces se lee que la policía simplemente ha arrestado a un "falso obispo", aunque cuando uno se encuentra ante un "vagabundo" las cosas son en realidad más complejas).
----------En otros casos, los "errantes" son figuras románticas que sueñan con recrear formas antiguas y perdidas de cristianismo, a menudo en perfecta buena fe. Los "vagabundos" raramente dan lugar a verdaderos movimientos (generalmente son figuras aisladas) y por lo tanto su catalogación excede los propósitos que aquí se nos proponen, salvo los casos -raros- en los cuales los "vagabundos" logran reunir un efectivo aunque modesto seguimiento. Por separado, Dios mediante, trataremos en otras publicaciones, de las Iglesias gnósticas y otros fenómenos, como la Iglesia católica liberal, marcada por su encuentro con la Teosofía, y en la que predominan, al menos históricamente, elementos de tipo esotérico o neo-oriental.
----------Excede el objetivo de este breve artículo el tratar de los así llamados sacerdotes giróvagos, sarabaítas o goliardos, desvinculados de un Obispo, que de ninguna manera es una realidad desaparecida y remitida a la oscuridad de la Edad Media, sino que hay algunos casos de ellos en la actualidad. Sin embargo, es fácil advertir que si la fugacidad de la vigencia de los obispos vagabundos es evidente, mucho más previsible es la fugacidad en que se diluye la vida de estos sacerdotes alejados de comunión con un Obispo.

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