jueves, 6 de febrero de 2025

Un Obispo confundido acerca de la infalibilidad pontificia (2/2)

Contra el hipócrita subterfugio que los lefebvrianos utilizan como excusa para eximirse de seguir las nuevas doctrinas del Concilio Vaticano II, ha existido contemporáneo a nosotros un santo y sabio pontífice que recordó a la Iglesia universal lo que ella venía sabiendo desde siempre. Ha sido San Juan Pablo II, en 1998, quien con su carta apostólica Ad tuendam fidem y su Nota ilustrativa anexa, por un lado recordó lo que ya el Concilio Vaticano I había enseñado con valor dogmático y, por otro lado, lo explicitó y profundizó de modo más preciso. [En la imagen: el papa Francisco portando su báculo pastoral mientras preside la Misa dominical en el Estadio Rey Balduino, Bruselas, Bélgica, el 29 de septiembre de 2024].

Las opciones personales del papa Francisco
   
----------5. "La mariología del Papa es deficiente: cuando se le pidió que proclamase a la Corredentora, se negó con un pésimo argumento, alegando que no se la podía llamar Corredentora 'porque ella no es divina'. Se nota que no entiende el misterio de participación de María en la obra de la redención".
----------Respondo: El título dado a la Santísima Virgen María como "corredentora" no es doctrina de fe y, por lo tanto, no es vinculante para los católicos. Se trata de una respetabilísima opinión teológica, que en otras épocas ha sido sostenida por muchos, pero que hoy muchos no sostienen. La razón de esta controversia sobre el título de "corredentora" dado a María es su ambigüedad. Si con él se quiere decir que María es corredentora a la par de nuestro Señor Jesucristo, entonces el título es malinterpretado, precisamente porque María no puede redimir, en razón de ser una simple creatura, aún cuando sea la creatura más plena de gracia, inigualablemente plena de gracia entre todas las creaturas.
----------Es precisamente en tal sentido que el papa Francisco ha dicho que María no es corredentora, no sé decir si con las exactas palabras que ha citado mons. Aguer, pero sí con estas otras, equivalentes, que he encontrado: "Cristo es el único Redentor: no hay co-redentores con Cristo. [...] María es nuestra Madre [...] Jesús extendió la maternidad de María a toda la Iglesia [...] pero como Madre, no como diosa, no como corredentora: como Madre" (audiencia general, 24 de marzo de 2021).
----------Pero, en otro sentido, María puede ser llamada corredentora. Ahora bien, si en un mañana un Romano Pontífice define a María como "corredentora", entonces ese título ya no será una mera opinión teológica, y será dogma de fe, por lo que las controversias se habrán acabado, y ningún católico podrá negar el dogma. Ahora bien, ¿cuál es entonces el sentido correcto en el que María puede ser llamada "corredentora". Ya lo he explicado muchas veces, y no tengo dificultad en hacerlo otra vez.
----------Digamos, ante todo, que respecto a la mariología, se debe tener presente que el papa Francisco está preocupado, aunque quizás un poco excesivamente, de no ofender la sensibilidad de los hermanos cristianos Luteranos, y al mismo tiempo desaprueba ciertas formas exageradas de devoción mariana, de las cuales la misma Virgen no estaría contenta.
----------Ahora bien, la cuestión se refiere esencialmente a lo que podemos entender con el término corredentora. Efectivamente, a primera vista, parecería significar que la Virgen redime a la humanidad junto con su Hijo y a la par o al igual de su Hijo. Pero me parece un escrúpulo excesivo, porque ese "con" que precede a "redentora" es algo parecido a cuando hablamos de "colaborador" de alguien, que evidentemente no es su igual o no está a la par de él, sino que es sólo un ayudante suyo. Hay que tener presente además que este título de María en la Iglesia católica es antiguo de seis siglos y ha tenido la aprobación incluso de algunos Papas.
----------Sin embargo, habiendo dicho eso, no podemos dudar (tal como lo hace Aguer) de la teología mariana del Santo Padre. La del Papa es una preocupación ecuménica, aunque en mi opinión sea excesiva. Bastaría con explicar lo que verdaderamente significa el título, que es exactamente lo que ha dicho Aguer y es participación incomparable e imparejable en la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo.
----------Ahora bien, como mons. Aguer debe saber, por la metafísica que ha estudiado, existen diferentes grados de participación en una perfección, en este caso la obra de redención. En este ámbito de la redención, la Virgen María ocupa el grado máximo, pero en cuanto todos somos hijos de Dios podríamos decir que en cierto modo somos todos corredentores, es decir, en Cristo nos salvamos los unos a los otros.
----------Claro que debemos tener presente que, efectivamente, cuando el papa Francisco ha manifestado su desaprobación por el título de corredentora no ha ejercido su magisterio, sino que simplemente expresó una opción personal, vale decir, una opinión teológica propia suya, por otra parte compartida hoy por muchos. De hecho el uso de este título lo encontramos también en san Juan Pablo II, por lo que también en su caso no se trataba tampoco de magisterio sino de devoción personal del papa Wojtyla hacia la Virgen.
----------En cualquier caso, dado que este título tiene una larga historia ilustre, no se podría excluir que un día de mañana los mariólogos de la Corredentora promuevan su elevación a dogma, como ocurrió en los años 80s cuando trece Cardenales pidieron al Papa la proclamación del título como dogma.
   
----------6"El estilo de Francisco es populista, lo que le viene de su simpatía política con el fenómeno argentino del peronismo, movimiento al cual adhirió desde joven en el sector conocido como ‘Guardia de Hierro’.
----------La cuestión de la infalibilidad no se plantea; de hecho, él desarrolla su actividad valiéndose de la autoridad pontificia con toda naturalidad. Es bien consciente de ser el Papa y como tal lo consideran los fieles, salvo que muchos no aprueban sus opciones políticas, y reconocen muy bien que esa dimensión política es ajena a la función de Sucesor de Pedro".
----------Respondo: Si entiendo bien este pasaje -un poco más confuso que otros en el artículo- aquí mons. Aguer se está refiriendo al ámbito de lo pastoral, en el cual el Papa, como hemos dicho, es falible.
----------Respecto a ello, lo que puedo decir, tal y como me parece advertir, es que este Papa recurre con facilidad al uso de eslóganes, chistes o bromas o frases efectistas, que pueden afectar a la gente común. Algunos de ellos son de gran valor y han tenido una gran eficacia, como por ejemplo cuando ha hablado de "Iglesia en salida" o que el "Pastor debe oler a las ovejas". Ciertamente Francisco sabe utilizar muy bien el lenguaje de los políticos y a veces puede dar la impresión de estar demasiado inmerso en la política.
----------Por el contrario otros eslóganes de Francisco han sido menos felices y lamentablemente han provocado grandes equívocos, como por ejemplo el famoso "¿quién soy yo para juzgar?" o cuando ha dicho que "la Virgen no ha nacido santa" o que "el Padre ha hecho a Cristo pecado por nuestra salvación". Por supuesto, no hay error en ellos, pero pueden ser mal interpretados, y por eso entiendo que son expresiones imprudentes. Es claro que aquí el magisterio no entra para nada, y más bien el trabajo que nos compete hacer a los teólogos es el de explicar estas expresiones y de reconducirlas al dato doctrinal, también confrontándolas con las intervenciones del Papa en otras ocasiones, sobre todo en las ocasiones solemnes o litúrgicas.
----------Otras veces Francisco tiene expresiones que nos dejan perplejos, como aquella vez que dijo que "no hay explicación para el sufrimiento". ¡Porque está claro que el católico puede dar un sentido, una razón, una explicación al sufrimiento! Pero el caso es que en un segundo momento, seguramente tras seria y serena recapacitación, el Papa lo aclaró, precisando lo que había querido decir antes.
   
----------7. Finalmente, mons. Aguer termina su artículo diciendo: "El actual pontificado está empeñado en la agenda globalista y el diálogo interreligioso; no puede cumplir con el encargo de difundir el conocimiento y el amor de Jesucristo. Pero el mandato apostólico sigue siendo: 'Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio a todas las naciones; el que crea y se bautice se salvará, el que no crea se condenará' (Mc 16, 16). Vale para este mundo, que aguarda la recuperación del Sucesor de Pedro".
----------Respondo: Seamos benévolos en la interpretación de estas palabras. Cuando mons. Aguer dice que el Papa "está empeñado en la agenda globalista" ¿a qué se refiere? ¿Se refiere a que la actual corriente globalista de perfil masónico, anti-natural y anti-cristiana, lo tiene al Papa como uno de sus adalides y promotores? Ni siquiera podemos pensarlo, pues sería grave desvarío y en definitiva herejía.
----------Benévolamente se debe interpretar, entonces, que aquí mons. Aguer haga referencia a que el Papa tiene a la agenda globalista como una de sus primeras preocupaciones, al igual que al "diálogo interreligioso". Pero, si es así, entonces ¿por qué motivo Aguer empareja a la "agenda globalista" con el "diálogo interreligioso"? La primera parece surgida del espíritu mundano, antropocéntrico y ateo, mientras que el segundo es una inspiración dada por el Espíritu Santo al Concilio Vaticano II. ¿Acaso es que Aguer se está oponiendo por igual a la "agenda globalista" y al "diálogo interreligioso"? En la que me parece la más benévola de las interpretaciones, Aguer estaría opuesto tanto a la orientación masónica, anti-natural, anti-cristiana y atea de la "agenda globalista", como a las falsas interpretaciones (como la rahneriana) del "diálogo interreligioso" impulsado por el Concilio. Si es así, todo está bien. Sin embargo, Aguer no es claro en lo que pretende decir.
----------Yo sé que se discute mucho sobre el problema de si el Papa deba o no deba nombrar a Cristo en los numerosos discursos que propone a los no-cristianos. Es muy difícil para nosotros, los fieles comunes, que no tenemos la percepción de las circunstancias concretas, poder expresar un juicio seguro. Creo que, en principio o en línea de máxima, debemos confiar en estas decisiones del Papa.
----------En mi modesta aunque prolongada experiencia de sacerdote teólogo y predicador, desde hace cincuenta años, he experimentado repetidas veces esta incertidumbre de si hablar o no hablar de nuestro Señor Jesucristo. En efecto, en cada ocasión es necesario que el predicador sepa quién está delante, logre saber conocer a su interlocutor, y sepa prever la reacción posible a su anuncio evangélico. La sabiduría práctica de la Iglesia, con el paso de los siglos, ha sabido comprender que este ámbito pastoral del kerigma debe estar regido por la ley de la gradualidad, aunque su aplicación concreta sea responsabilidad del predicador.
----------Cristo mismo nos dice que no demos las cosas santas a los perros. Es lo que se llama el esoterismo cristiano. Pero, por otra parte, nos ordena gritar sobre los tejados lo que hemos oído en secreto. Esto no quiere decir que no debamos estar dispuestos para recibir oposiciones y para padecer sufrimientos a causa del nombre de Cristo, pero debemos estar atentos y tener cuidado de no provocar al adversario.
----------Por otra parte, los consensos que el Papa encuentra en sus discursos a no cristianos tienen una gran importancia y constituyen para ellos la ocasión de ser introducidos al conocimiento de Cristo.
   
Se trata de nuestra fe católica en el instituto del Supremo Pontificado
   
----------En definitiva, todo parece reducirse a una sola cosa: nuestra fe en la Iglesia católica tal y como ha sido divinamente instituida por nuestro Señor Jesucristo. En otras palabras, se trata del problema de, por citar algunos casos históricos, los griegos en el siglo XI, los husitas en el siglo XV, los luteranos en el siglo XVI, los vétero-católicos en el siglo XIX, y los modernistas y lefebvrianos en el siglo XX: la fe en la fe de Pedro. Vale decir: ¿creemos o no creemos que Cristo ha instituido a Pedro como garante de la fe para toda la Iglesia?
----------Mis habituales lectores saben que no han faltado en publicaciones anteriores en este blog intervenciones en el foro de comentarios, donde ha habido lectores exasperados que han manifestado su encendido apoyo a las expresiones de mons. Aguer contra el papa Francisco. Puedo comprender los motivos de los que pueden brotar tales apologías del error, habitualmente inargumentadas. Debe reconocerse, también, que en este blog hubo ocasión, repetidas veces, de citar con elogios al emérito obispo de La Plata, en razón de las muy válidas intervenciones suyas en pasados años acerca de la vida religiosa en nuestro país.
----------Por dar un ejemplo, cuando años atrás, con anteriores gobiernos se pretendía ejercer una "policía del pensamiento" y se cualificaba e incriminaba de "homofobia" a la predicación que la Iglesia desarrollaba acerca de la recta sexualidad humana, mons. Aguer proclamó valientemente los derechos de la Iglesia. A propósito, tengo la esperanza de que hoy, en que "las tornas han cambiado", y la homofobia parte de los mismísimos discursos de jefes de Estado, incluso aquí en Argentina, Aguer se constituya también como antes, defensor del recto orden natural y de los derechos de la Iglesia y de la sociedad civil.
----------Sin embargo en estos años hubiera podido citar a mons. Aguer prácticamente cada semana, pero no precisamente para elogiarlo, sino para señalar sus errores ante el eventual público pasible de quedar confundido con su prédica indietrista y acerbamente contraria al magisterio del actual Pontífice en ámbito doctrinal, sede en la que al fiel católico (laicos, sacerdotes, obispos) no le es posible criticar al Vicario de Cristo. Sin embargo, y a pesar de iniciar los borradores para tales artículos, no los he finalmente publicado, por benevolencia ante un Obispo muy confundido, pertinazmente confundido, y por motivos que entiendo son demasiado humanos y comprensibles, como me parece que están a la vista de todo honesto observador.
----------No ha faltado algún lector que me ha objetado: "usted no tiene derecho a escribir contra mons. Aguer". Pero el hecho es que ese derecho me lo da mi condición de teólogo, que me habilita para escribir sobre la fe católica rectamente entendida según razón. En uno de mis artículos de semanas atrás, referido a la concepción del magisterio en Karl Rahner, he tenido ocasión de indicar, una vez más, a aquellos que confunden (quizás en buena fe) o intencionalmente homologan (con expresa intención) dos conceptos que son distintos: "modernismo" y "progresismo". Y para ilustrar tal confusión, cité a mons. Héctor Aguer, quien frecuentemente expresa tal confusión de términos-conceptos que no deben ser confundidos.
----------Me hubiera gustado que mis objetantes argumentaran sobre este tema (la confusión que algunos hacen entre progresismo y modernismo), pero es raro que se aporten argumentos. Si dialogáramos de veras sobre este tema, es probable que mis objetantes se diera cuenta de los errores en los que (también sobre este tema como he dicho líneas arriba) obstinadamente ha caído mons. Aguer.
----------También se me ha objetado que, en alguna ocasión, yo haya cualificado al ex arzobispo de La Plata como "pobre obstinado ciego". Ahora bien, cualquiera puede entender que tal expresión conlleva adjetivos plena y rectamente comprensibles: "pobre" porque seguramente vive en un contexto personal que no lo vuelve del todo libre para poder darse cuenta de sus errores; "obstinado" porque salta a la vista de cualquiera que siga sus intervenciones públicas para advertir la pertinacia con la que machaca sobre dos o tres ideas pasadistas siempre las mismas; y "ciego" porque es obvio que su mirada está actualmente cerrada a la luz de la verdad que infaliblemente brota de la cátedra del Vicario de Cristo en su propio ámbito infalible: la doctrina de Fe (dejando de lado carencias y pecados humanos que los han tenido todos los Papas).
----------Quisiera finalmente cerrar esta publicación retornando al punto de partida, o sea mis respuestas a los dos primeros puntos del artículo de mons. Aguer. Ha quedado entonces del todo claro que ni los neo-modernistas ni los indietristas tienen razones válidas para oponerse al Magisterio (tanto extraordinario como ordinario) del Romano Pontífice. Los modernistas porque no creen en verdades absolutas, son historicistas y, por ende, no aceptan los dogmas. Los lefebvrianos (y quienes los siguen a la cola) porque desde su origen vienen repitiendo como loros lo que les ha enseñado Lefebvre: que el Papa solamente es infalible cuando solemnemente define una verdad como dogma y declara su intención de definirla tal.
----------Precisamente contra este hipócrita subterfugio que los lefebvrianos utilizan como excusa para eximirse de seguir las nuevas doctrinas del Concilio Vaticano II, un santo y sabio pontífice recordó a la Iglesia universal lo que ella venía sabiendo desde siempre. San Juan Pablo II, en 1998, con su carta apostólica Ad tuendam fidem y su Nota ilustrativa anexa, por un lado recordó lo que ya el Concilio Vaticano I había enseñado con valor dogmático y, por otro lado, lo explicitó y profundizó de modo más preciso.
----------Ha quedado claro que ya en el Concilio Vaticano I se enseña que el Papa es infalible tanto en el magisterio ordinario como en el extraordinario. Declara la Constitución dogmática Dei Filius, en su capítulo III sobre la Fe: "Deben creerse con fe divina y católica todas aquellas cosas que se contienen en la palabra de Dios escrita o tradicional, y son propuestas por la Iglesia para ser creídas como divinamente reveladas, ora por solemne juicio, ora por su ordinario y universal magisterio" (Denzinger 1792).
----------Ante esta tan clara y solemne definición del Concilio Vaticano I, es probable que algún lector pueda preguntarse: ¿por qué motivo antes del Concilio Vaticano II y aún durante mucho tiempo algunos teólogos, importantes y famosos teólogos, han enseñado que el Vaticano I cuando habla de infalibilidad se refiere solo al magisterio extraordinario? ¿Acaso no estudiaron los textos del Concilio de Pío IX? ¿Qué es lo que ha sucedido para que se difundiera semejante error? ¿Por qué motivo los lefebvrianos han estado engañando por décadas a sus seguidores, si salta a la vista que utilizan esa incorrecta interpretación de los textos del Vaticano I como excusa para eximirse de obedecer al Vaticano II por el mero hecho de que no contiene definiciones solemnes? ¿Cuál es el motivo para que mons. Aguer repita hoy el mismo error de los lefebvrianos?
----------Frente a tales preguntas, la más simple respuesta que puedo dar, lo único que con certeza alcanzo a darme cuenta, es que cuando se trata de la doctrina de la Iglesia, antes de consultar la interpretación de los teólogos, por importantes y famosos que sean, es mejor ir a leer personalmente los propios textos oficiales de la Iglesia, salvo que haya algún teólogo que nos ayude a aclararlos. Pero evidentemente Aguer ha encontrado a algunos teólogos que no se han ceñido a la enseñanza del Concilio Vaticano I, cosa que hoy desgraciadamente sucede con frecuencia. El hecho de que sean teólogos famosos no significa nada. El valor de un teólogo no está dado por el número de sus seguidores, sino por la adhesión a la doctrina de la Iglesia.
----------Entonces, si modestamente puedo expresar una hipótesis para explicar este hecho, diré que tengo la sospecha de que se trata de teólogos que, queriendo sustraerse a la obediencia debida al Papa en el campo doctrinal, restringen de manera exagerada su autoridad. Hay incluso quien llega a decir que después de la definición de 1950, relativa a la Asunción de María al cielo, las enseñanzas pontificias ya no han tenido el carácter de la infalibilidad. Pero en tal caso, ¿en qué han quedado las promesas de nuestro Señor Jesucristo? Jesús afirmó que Pedro y sus sucesores iban a ser los garantes de nuestra fe; afirmó que Él estaría con la Iglesia hasta el fin de los tiempos. ¿Acaso Jesús se ha equivocado, o nos ha engañado? ¡Sería blasfemo de sólo pensarlo!... Saque entonces el lector sus propias consecuencias.

80 comentarios:

  1. Si no me equivoco, San Pablo en los Hechos de los Apóstoles criticó a San Pedro por la circuncisión de los nuevos fieles del mundo pagano. Además, san Pablo aconseja a los cristianos que no adopten comportamientos que puedan escandalizar a sus hermanos en la fe. Por lo tanto, una actitud que no perturba a los propios hermanos, sino que los confirma en la fe debería ser tarea de todos los fieles, incluidos los miembros del magisterio y el propio Papa.

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    1. Estimado Pablo,
      san Pablo Apóstol se opuso a Pedro en cuestiones pastorales, algo por sí mismo lícito.
      En cuanto a no escandalizar, en mi opinión el Papa considera como fariseos a los buenos católicos que permanecen perturbados. Esto sobre todo sucedía años atrás; y en la actualidad ha logrado tener una mirada más equilibrada.

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    2. Francisco Pandolfini7 de febrero de 2025, 6:30

      En efecto. Llega a hacerte sentir culpable por tener certezas en materia de fe que no son fruto de sus propias elaboraciones sino de las enseñanzas recibidas de la Iglesia en su propia vida. Bueno, no sé cuánto puede servir este sistema en el presente momento.

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    3. Estimado Francisco,
      se podría decir que cuando el Papa reprende a los conservadores no siempre está claro a quién se refiere, si a personas que no aceptan el Concilio Vaticano II o a personas que lo aceptan.

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    4. Estimado padre: ¿la circuncisión es una cuestión pastoral?
      Y esta dicotomía doctrinal-pastoral es el resultado de la obra de Bergoglio ( por lo que sé ausente en la historia de la Iglesia de manera tan marcada) que al no tener suficiente competencia teológica expande en desmedida el aspecto pastoral hasta llegar a afectar la liturgia y la moral (viri probati, comunión a los divorciados etc.).

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    5. Francisco Pandolfini7 de febrero de 2025, 15:38

      Padre Filemón: IBIS REDIBIS...

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    6. Estimado Pablo,
      la circuncisión era sin duda una cuestión de pastoral, ya que se trataba de sustituir el Bautismo a la Circuncisión.

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    7. Un sacramento como el Bautismo ¿es una cuestión pastoral?

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    8. Estimado Pablo,
      el Bautismo como tal es un misterio de fe, que es objeto de la doctrina. La cuestión entre Pablo y Pedro no se refiere a la esencia del Bautismo. Por lo tanto, no es una cuestión doctrinal, sino que se refiere a la práctica del Bautismo, respecto a aquellos que todavía querían la circuncisión. Así que es una cuestión pastoral.

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    9. Tengo mis dudas... La doctrina toca la fe y la moral. Entonces, el Bautismo, además de lo que es en sí, su esencia, que entiendo que es estudiada por la teología dogmática, todo lo que se refiere al modo en que los fieles reciben el Bautismo, ¿no es una cuestión moral? No me queda claro que sea sólo una cuestión pastoral.

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    10. Estimado Pablo,
      precisamente, la teología pastoral es una parte de la teología moral, y, al igual que la teología moral, se refiere a los principios generales referentes a las leyes que deben regir la conducta humana, que, en el ámbito de su aplicación concreta, y en lo que se refiere al ámbito de la vida sacramentaria en la Iglesia, está regido por el llamado "poder de las llaves" del Papa.
      Es similar a lo que ocurre con la liturgia, que tiene un aspecto teológico doctrinal, que es el que se refiere a los sacramentos en sí, particularmente el sacramento de la Eucaristía, pero que en cuanto a su aplicación en la vida de la Iglesia también entra en el ámbito pastoral-disciplinar, regido también por el poder de las llaves.

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  2. En poco tiempo seremos liberados, señor Jesús, líbranos de él... Señor, libera y consuela a tus ovejas sin Pastor, porque los obispos hipócritas y sin valor, no tienen el coraje de la verdad y de la fe razón ,pero tú DIOS señor de los ejércitos estás por encima de los hombres satánicos perversos masones,tu señor nos liberarás

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    1. No juzguéis, para que no os juzguen (Mt 7,1) 🙏🙏🙏

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    2. Estimada Natalia,
      tenga presente que, si usted es católica, debe creer que el Señor Jesús libera a la Iglesia de los malvados precisamente por medio de su Vicario, que es el papa Francisco, aún con todos sus defectos.

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  3. ¡Impecable análisis y síntesis!... Pero... Quiero señalar que este Papa ha elegido más obispos y cardenales que nunca y que es obvio que han sido elegidos en compatibilidad con el pensamiento del mismo Papa Francisco: esto significa que tales obispos y cardenales, además de elegir al nuevo Papa cuando sea necesario, inculcarán en sus sacerdotes y en sus diócesis estas interpretaciones desviadas, llevando cada vez más a la deriva todo el catolicismo. Todo esto hace humanamente imposible una reconversión y hace, más que nunca, urgente y necesaria una intervención salvífica divina; que estoy seguro, porque ha sido prometida por Dios, y no tardará.

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    1. Estimado Genaro,
      es muy difícil dar este tipo de juicios, como los suyos, sobre los nuevos cardenales. Es cierto que el papa Francisco no brilla por imparcialidad, sin embargo, le confieso que yo no tengo suficientes elementos seguros para expresar una opinión documentada al respecto.

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  4. Ensayo interesante y, como siempre, ¡gracias al Padre Filemón! Añadiría una advertencia inicial, como si fuera el undécimo mandamiento: antes de "desconcertarse", "desorientarse" y criticar, leer bien y comprender. Por tantos comentarios leídos en estos doce años, tengo la impresión de que un alto porcentaje de críticas proviene de aquellos que no han leído bien (quizás confiando en extractos) o no tienen las debidas competencias para comprender. Los malentendidos de "quién soy yo para juzgar a un gay" -frase muy correcta- son emblemáticos de una cierta superficialidad y prisa por criticar, típica de personas dispuestas a dejarse manipular por malos maestros. Otro ejemplo: hace algunos días atrás un lector en otro blog escribió que el Papa sostiene que Dios perdona independientemente de cualquier cosa. Lamentablemente, el Papa nunca ha dicho esto, sino que él insiste mucho sobre la confesión y la vergüenza que debe sentir el penitente. Por lo tanto: perplejidad y críticas sí, pero solo después de una adecuada profundización y plena comprensión del problema.

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    1. Estimado Esteban,
      estoy plenamente de acuerdo con sus palabras. Nosotros, los teólodos, estamos específicamente formados, en la medida de lo posible, para que antes de dar un juicio, acudir a las fuentes y hacer una cuidadosa obra previa de interpretación.

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  5. Mons. Antonio Livi siempre afirmó sobre el papa Francisco, a pesar de sus reservas, como por otra parte las mías, que un Papa, como enseña la doctrina, no puede en ningún caso ser herético. Entonces, ¿cuál es la solución, ya que hay muchos elementos que se dirigirán en esa dirección, no menos, según mi punto de vista, la traducción del "Lodado si", un himno a Dios y alabanza a sus obras, con el culto, ahora entrado prepotentemente en la Iglesia, de la ecología y el ecologismo? ¿Es posible que ni siquiera las últimas advertencias del Señor hagan retroceder la razón del hombre y también del humanismo?

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    1. Estimado Bruno,
      por cuanto respecta a la ecología, yo soy de la opinión que se trata de una propuesta muy válida del Papa, porque él desarrolla un aspecto muy importante de la ética, que es la relación del hombre con la naturaleza. Además, hay que señalar que esta profundización de la ecología es una novedad respecto a todo el magisterio pontificio precedente.

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  6. Rezo todos los días por él... Por su conversión...

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    1. Estimado Juan,
      y lo bien que haces, porque todos los hombres, a excepción de María Santísima, hemos nacido pecadores y no podemos evitar cometer pecados, al menos los veniales. Por eso siempre necesitamos convertirnos, siempre estamos en proceso de conversión. De hecho el Papa continuamente pide que recemos por él. De modo que haces bien en acordarte de él en tu oración.

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  7. Está orientado a lo social ¿quizás más que a lo espiritual? Son muchos los que se preguntan...

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    1. Estimado José,
      me parece que el Papa se mueve muy bien en lo social. Donde encuentro deficiencias es en el campo doctrinal, no en el sentido de que no enseñe la sana doctrina, sino en el sentido de que se preocupa poco por corregir los errores, sobre todo de los modernistas.

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    2. En definitiva: un modernista confusionario. ¿En mala fe?

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    3. Padre, da pena también en el social, tal vez cree que todavía está en la pampa sin límites...

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    4. ...algún error modernista lo cometió también Bertgoglio...

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    5. Estimado Pedro,
      puede parecer modernista, sin serlo, y por eso es instrumentalizado por los modernistas.

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    6. Estimado Alejandro,
      no estoy de acuerdo. El modernismo es una herejía y un Papa no puede ser herético.

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    7. ...no he escrito que él deba ser considerado entre los modernistas, sino que precisamente ha caído en algún error modernista

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    8. Algunas de sus afirmaciones no ambiguas también las recuerdo: querer una Iglesia "inquieta"; "abrir procesos" y no defender dogmas; predominio del pastoralismo; minimalismo ético a base de cualquier acción ecuménica; devaluación de la teología a disciplina auxiliar y, ¿cómo decir? notarial; el uso constante de términos y expresiones deliberadamente ambiguas, pero que tocan los sentimientos más que la razón de los fieles, y producen inquietud y a veces consternación en los oyentes incluso los más devotos, en un mundo visto y vivido y descrito horizontalmente y no verticalmente... y aquí me detengo... pero podría continuar. Seguro que siendo ingenuo pero también un poco astuto, como ha tenido ocasión de definirse, nunca define nada y por cada afirmación "dudosa" pone una cierta, sobre la cual devotos exegetas normalistas puedan hacer una suposición, con mucha buena voluntad y mucho hilo blanco, una ortodoxia que, en esencia, me parece muy evanescente.

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    9. Estimado Pedro,
      usted se refiere a algunos defectos del Papa, sobre los cuales sin embargo es mejor no detenerse, de lo contrario perdemos la sustancia de su enseñanza, que nos guía por las vías del Señor.

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  8. Que vuestro hablar sea sí, no, no: todo lo demás sabemos de quién viene...

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    1. Estimado Fabio,
      las que citas son palabras de Jesús. ¿Cómo no podría yo estar de acuerdo con ellas?

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  9. Estimado Padre, en alguna ocasión, no hace mucho tiempo, presencié un video del padre Javier Olivera Ravasi acerca de la infalibilidad papal, y se expresó más o menos en los mismos términos que lo ha hecho mons. Aguer. Quiere decir que está entonces, tan confundido como Aguer. Y no creo que sean los únicos.
    Nadia Márquez

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    1. Sí, y por eso dice que "se tuvo que ir del país", que "lo expulsaron"... ¡Ojo, que no te la cuente!...

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    2. Se fue porque pudo irse, o sea, porque tiene plata, aunque también me parece que es porque no quiere obedecer a nadie.

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    3. D.B.: quédese tranquilo..., a mí ya no me la cuenta más...

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    4. Estimada Nadia,
      efectivamente, el padre Ravasi sufre la misma confusión acerca del tema de la infalibilidad pontificia que mons. Aguer. Pero se trata de un sacerdote aún joven y estudioso, y seguramente advertirá su error. Recemos por él.

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    5. He conocido un par de sacerdotes con el factor psicológico que juega, derivado -con evidencia- de la herencia cultural familiar, en el padre Olivera Ravasi. Y hablo de evidencia porque es una evidencia, dados la enorme cantidad de palabras, gestos, y hechos que demuestran ese factor en la personalidad de Olivera.
      Es un factor derivado de haber sido hijo de militares o civiles que han participado en mayor o menos grado en la acción de terrorismo de Estado en Argentina en los años 60-70 o principios de los 80.
      Pero en realidad son dos factores que juegan en estos hijos de terroristas de Estado.
      Uno es el que yo llamaría el "factor Mujica", por ponerle un nombre que haga más fácil la descripción y sin tener la intención de indagar sobre los méritos, virtudes y vicios de la actuación del padre Carlos Mujica. Pero él, de una familia aristócrata argentina, vinculada a la derecha nacionalista (aunque sólo eso, y no ligada al terrorismo de Estado), salió "al revés", por así decirlo, dirigido hacia la reivindicación de las libertades individuales y de los derechos humanos de los ciudadanos.
      Hay casos parecidos al de Mujica en el clero argentino actual, incluso un par de ellos llegados hoy a Obispos.
      Olivera salió al revés, perfectamente identificado con el terrorismo de Estado, incluso intentando darle una justificación filosófica y teológica.
      Esperemos que con el paso de los años no estemos hablando del "factor Olivera".
      Recemos por él.

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    6. Estimado Pedro,
      su análisis es interesante, pero se trata de opiniones de orden psicológico y sociológico, que no estoy en grado de compartir, no porque rechace lo que usted dice, sino porque no dispongo de los elementos informativos de los que usted parece disponer, para plantear una hipótesis como la que me presenta.
      Puedo sin embargo señalar algunos puntos que comparto con su análisis (no naturalmente referidos a casos particulares de personas, como las dos personas por usted mencionadas, sino que solo refiriéndome a lo general, en abstracto).
      Por ejemplo, comparto su mención a la categoría jurídica y moral o de ética política: "terrorismo de Estado", que es correcto usar para cualificar la acción militar-policial desarrollada por las dictaduras argentinas en el período por usted señalado. Frecuentemente se usa la expresión "delitos de lesa humanidad", la cual, sin embargo, es más ambigua y discutible, que genera polémicas, las cuales se evitan utilizando, como hace usted, la categoría de "terrorismo de Estado", que nadie honesto y sensato puede poner en tela de juicio, salvo quien es víctima precisamente de la ideología del terrorismo de Estado.
      Y también comparto que, hablando siempre de modo general, ha sido muy frecuente que, de padres o familias vinculadas a aquellos gobiernos totalitarios en Argentina, surgieran hijos con notorias actitudes opuestas y, de hecho, he conocido a algunos sacerdotes surgidos de esas familias, que han participado de agrupaciones como el movimiento de sacerdotes para el tercer mundo, el cual, al menos en una de sus secciones más extremas, malentendía el diálogo con el marxismo tal como fuera planteado por san Juan XXIII.
      Pero, en el lado opuesto, desconozco casos de hijos de familias ligadas al terrorismo de Estado de aquellos años, que mantengan la ideología de sus padres o incluso la promuevan o la traten de fundamentar filosóficamente o teológicamente, como dice usted. Pero puedo comprender que el caso es posible.

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  10. Y sufriremos cada vez más...

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    1. Estimada Soledad,
      como buena católica, si la divina Providencia dispone que en tu vida lleguen ocasiones de sufrimiento, debes aprovecharlas para sufrir voluntariamente en unión con Cristo, por tus pecados, por los del prójimo, por tu salvación y por la de tus seres más queridos.

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  11. ¿Cuáles son los documentos más importantes o de mayor compromiso doctrinal del papa Francisco?

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    1. ¿la que escribió Benedicto y la firmó Francisco, aquella en la que hace pasar bajo la alfombra la convivencia más uxorio...?

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    2. Juan, Pero qué carajo estás diciendo?, ¿Estás blasfemando?

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    3. Luis tranquilo.. el p.Filemón entiende de lo que hablo y si haces un pequeño esfuerzo tal vez también puedas..😀

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    4. Buen día. Si aquí se está pensando que Amoris Laetitia contrabandea la convivencia more uxorio o que Laudato Si trata solo de reciclaje..., temo que se haya leído solo algunos comentarios tomados de algún sitio-letrina que se ha esforzado mucho en difundir estas ideas. Les aconsejo que lean los documentos de los que ustedes hablan, porque así se entiende enseguida que hablan de oído...

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    5. Estimado Juan,
      por cuanto respecta a las Encíclicas, hay que saber encontrar en ellas las referencias a la Sagrada Escritura y a la Tradición, dejando de lado las opiniones discutibles.

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    6. De hecho, Esteban, en invierno a calefacción y ponerse la campera o en verano hay que renunciar al aire acondicionado, para mantener un grado más bajo en la casa. Yo hago todo esto, por lo tanto... estoy en perfecta sintonía con Laudato si... 😀... y no tirar bolsitas de polietileno, latas y plásticos en la calle y en los ríos...

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    7. Estimado padre, justamente, ¿quién me enseña a separar el buen trigo de la cizaña?

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    8. Gracias Juan. Como usted sabe, existe un corrector que corrige cuando no debe. Un poco como usted quisiera hacer... 🤣

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    9. Estimado Juan,
      en primer lugar, le aconsejo el hacer referencia al Catecismo de la Iglesia Católica y luego, examinando cuidadosamente los hechos, juzgarlos a la luz del mismo Catecismo de la Iglesia Católica.

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  12. Querido padre, permítame la siguiente síntesis de su reflexión acerca de la infalibilidad pontificia, y me dice, en su amabilidad, si es correcta. Cuando el Papa afirma verdades conformes a la Tradición y a la Sagrada Escritura, es asistido por el Espíritu Santo. Cuando afirma ideas que no están en línea con la Tradición y la Sagrada Escritura, son opiniones personales que es bueno no aceptar. Por tanto, es la adhesión al Magisterio perenne que permite afirmar la asistencia del Espíritu Santo. Gracias.

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    1. Esteban: la acción del Espíritu Santo en la Iglesia hace que no se pierda todo y Dios sabe sacar el bien de cada situación. La historia de la Iglesia está llena de papas que han combinado azúcar, pimienta y sal.

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    2. José: Estoy de acuerdo con usted. Aunque, por supuesto, es bueno no aceptar lo que nuestra conciencia nos dice que evitemos. Mi pregunta al padre Filemón es otra.

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    3. Disculpe, pero he puesto erróneamente mi comentario como respuesta al suyo. Perdóneme.

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    4. No importa. Gracias.

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    5. Estimado Esteban,
      su discurso está bien, pero con esta precisión que ahora paso a indicarle: que cuando hablo de Sagrada Escritura y Tradición me refiero a textos o claros por sí mismos o ya interpretados por el Magisterio precedente. Pero también el papa Francisco, en cuanto Papa, puede a su vez interpretar pasajes de la Sagrada Escritura y de la Tradición que aún no han sido interpretados. Una cosa a tener presente es que la interpretación de las fuentes mencionadas de la Revelación, hecha por cada Papa, está siempre en continuidad con la interpretación hecha por los Papas precedentes.

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    6. Estimado José,
      el Espíritu Santo hace que los Papas mantengan intacto todo lo que Cristo nos ha revelado. Por lo tanto, todo lo esencial de la Revelación es preservado y caen los elementos que no son parte de ella.

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  13. Permítanme una sola palabra: ¿qué habría dicho Santa Catalina de Siena o san Francisco de Asís, los verdaderos no los al agua de rosas y edulcorados hoy en día como aparecen en ciertos artículos, entonces rezar por el Papa y defenderlo cuando dice bien sobre el diablo, aborto, familia , gender, etc., y tratar de considerar con humildad y prudencia a la luz de la doctrina católica anterior aquellas tesis que son o parecen en contraste ( aparente o no) con la doctrina clásica.

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  14. Estimado padre Filemón, mientras que en su post avanza críticas más o menos veladas a ciertos comportamientos del Papa, en las respuestas a los comentarios de los lectores (entre los cuales el firmante) usted lleva a cabo una defensa a espada franca del Pontífice, replanteando de todas las maneras y con cada posible tecnicismo sofista cualquier forma de crítica al Pontífice por parte de nosotros, los pobres laicos. En otros términos tiene una actitud ambivalente que por otra parte comprendo ya que usted, como sacerdote, ha hecho voto de obediencia al Papa por lo que no puede permitirse discrepar abiertamente con las posiciones del Papa. Por consiguiente, intenta dar un golpe al círculo y un golpe al barril gracias al arte de la dialéctica sofista que usted conoce muy bien, reservando solo a sí mismo y no a otros el derecho de expresar dudas y perplejidades sobre las posiciones del Papa.

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    1. Estimado Pablo,
      le hago presente de inmediato que yo no tengo una carrera que defender, ni un salario que mantener ni un cargo que conservar ni tampoco intereses personales.
      En este blog, por las razones que ya he expuesto varias veces, he querido mantener el anonimato, y escribo bajo pseudónimo para que sólo se tenga en cuenta lo que escribo, en su valor de verdad o de error, en la atenta y objetiva mirada de los lectores honestos, y para que no se conozca mi nombre, que pudiera inclinarlos al favor o al disfavor subjetivos.
      No obstante eso, hay algunos lectores, que participan en el foro que me conocen bien y conocen bien mi pasado, y saben que yo no le he lamido los pies a nadie, incluso si es el Papa, en todo caso se los lavo.
      En la Orden a la que pertenezco, desde siempre estamos acostumbrados a unir en nuestra conducta hacia el Papa, cualquier Papa, la franqueza con la obediencia, el respeto con la sinceridad, el coraje con el espíritu filial, la lealtad con la prudencia.
      Yo he cumplido cargos de gran responsabilidad en la Iglesia, por lo tanto creo que puedo enseñarle cómo el buen católico debe comportarse con respecto al Papa. Intente leerse también las respuestas que doy a los lectores y verá que no le ahorro al Papa las críticas justas.
      No soporto a los lectores que, con insinuaciones, me quieren hacer decir que el Papa Francisco es un hereje. De mí no tendrán nunca esa satisfacción.

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    2. Estimado padre Filemón, nunca he dicho que el Papa es un hereje ni he exigido que usted sostuviera esto. Me sorprende que usted, como buen teólogo y filósofo, atribuya a su interlocutor (es decir, a mí) tesis que nunca ha presentado, artificio que remite al arte sofista o a la simple desatención hacia los argumentos de otros.
      Su respuesta confirma lo que he dicho en mi comentario. Es decir que usted, habiendo hecho voto de obediencia al Papa no puede criticar abiertamente las posiciones del Papa, sino que se limita a enviar mensajes subliminales del tipo "distingo, pero no disiento". Por otra parte, como ya he dicho, entiendo que no puede hacer de otro modo y por eso, como hermano en Cristo, siento su dificultad, común entre otros a muchos sacerdotes, obligados a poner "buena cara a malos naipes". Por esta dificultad suya (que está presente también en mí, aunque de manera menos aguda siendo simplemente laico) le expreso mi solidaridad y mi cercanía por la necesidad que usted debe sostener tesis audaces, al límite de la contradicción o de la verosimilitud lógica, para mantener de una parte la adhesión a las verdades inmutables de fe y de otra parte la obediencia a un pastor que parece conducir el rebaño por caminos peligrosos.

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    3. Estimado Pablo,
      como ya le he explicado en mi respuesta anterior, yo, como teólogo y ex oficial de uno de los dicasterios de la Curia Romana, tengo una competencia especial para evaluar aquellos que son los actos de un Sumo Pontífice. Por lo tanto, le reitero mi invitación a tener en cuenta las indicaciones que le he dado.

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  15. Serafín Savelloni8 de febrero de 2025, 9:11

    Estimadísimo Padre, si me lo permite, quisiera hacerle una modesta sugerencia, como de alguien que no pierde la ocasión de visitar su página diariamente, y aprender de sus enseñanzas, admirando su paciencia para dar respuesta a las objeciones, y repetir las cosas una y otra vez a sus lectores, aunque ya las haya explicado mil veces. Incluso soportando a algunos indietristas (los modernistas no dan señales de vida en su blog) que no desmayan en su necia pertinacia en el error.
    Mi sugerencia se refiere precisamente a este punto de doctrina que usted ha tratado en este artículo, es decir al tema de la infalibilidad pontificia.
    Observando que, además de los textos del Concilio Vaticano I, a los que usted se refiere, hace referencia también de manera fundamental y repetida, a la Carta apostólica Ad tuendam fidem del papa san Juan Pablo II, mi humilde sugerencia es que dedique una reflexión particular, a propósito de este documento y de su Nota adjunta, del Dicasterio de la Fe.
    Mi sugerencia se basa en el hecho de que, al reflexionar sobre todos los comentarios que reciben al respecto, no pocos lectores tienen dificultades para comprender el valor magisterial de Ad tuendam Fidem y en particular de la Nota explicativa adjunta, que ni siquiera consideran documento pontificio.
    En otras palabras, creo que dado el papel fundamental que tienen estos dos documentos en su argumentación sobre la infalibilidad pontificia, considero extremadamente útil que usted publique un artículo explicando su valor dogmático, su carácter vinculante para los fieles católicos y para el teólogo, y la importancia doctrinal de lo que se les enseña.
    Gracias

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    1. Estimado Padre Serafín,
      su requisitoria es muy interesante, esto es, saber si la Nota doctrinal ilustrativa adjunta a la Ad Tuendam Fidem tiene un valor de infalibilidad.
      Usted me propone que yo escriba un artículo sobre este tema, pero la respuesta se puede dar también con pocas palabras. Lo máximo que podría hacer es una nota para mis lectores.
      De todos modos aquí podría responderle diciendo que la enseñanza de la Nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe es ciertamente infalible, porque trata de materia de fe, en el sentido que precisa esos tres grados de autoridad de las doctrinas pontificias, según los cuales el Papa ejerce el don de la infalibilidad doctrinal.
      Si alguien objeta que la nota del Dicasterio de la Fe no es magisterio pontificio, y lo hace con el propósito de negar su infalibilidad, se responde a la objeción diciendo que hay que admitir esta infalibilidad en virtud de la materia tratada, como he explicado antes, y del hecho de que la Nota en este caso representa la autoridad del Papa.

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    2. “Es cierto que este texto, en su conjunto, fue elaborado por la Congregación, propuesto en sus distintas fases en presencia del Cardenal y finalmente aprobado por él. Recibió también la aprobación del Santo Padre. Pero se estaba de acuerdo en que este texto no debía ostentar una propia condición vinculante, sino que se ofrecería sólo como una ayuda para la interpretación y, por consiguiente, no debía publicarse en la forma de un documento con autoridad propia (…). Nadie ha de sentirse constreñido autoritariamente por este texto”
      Cardenal Ratzinger, respuesta a Ladislav Orsy, s.j. El texto completo aquí
      https://www.churchauthority.org/resources2/ratzing1.asp

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    3. Ludovicus: vengo leyendo sus intervenciones en este blog..., aunque me parece que son más los que le borran por su mala educación..., por lo que he visto... Respecto a lo que ahora dice, me resulta por lo menos sugestivo, que un indietrista como usted... extremo y fundamentalista..., dispuesto a rechazar cualquier documentos pontificio del Papa Francisco o de los Papas del postconcilio, ya se trate de una encíclica, una carta apostólica, un motu proprio, etc., se aferre a una mera conversación personal del entonces prefecto de la Fe, Ratzinger, con un canonista..., para poder sustentar sus sofismas acerca de la infalibilidad pontificia reducida a las definiciones solemnes y extraordinarias... ¿No le parece que cae en el ridículo con cosas como estas?... Creo que le borrarán de ahora en más sus comentarios, no sólo por su mala educación..., sino también por sus argumentos traídos de los pelos...

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    4. Estimado Ludovicus,
      me sorprende su insistencia en recurrir a este blog, cuando repetidas veces dijo que ya no lo haría, particularmente porque no le publicábamos sus comentarios. De hecho, supongo que lo seguiremos haciendo, dado que ya lo conocemos, y sabemos que usted no respeta los mínimos estándares de educación, modestia y respeto hacia los demás; aunque quien sabe, para la gracia de Dios no hay imposibles.
      Pero esta vez haré con usted una excepción.
      Confieso que las palabras del Card. Ratzinger, si es que fueran auténticas, me dejan bastante perplejo, porque denotan una actitud relativista, que no alienta la obediencia al Magisterio. Se observa un escrúpulo excesivo por evitar la severidad para favorecer la libre discusión y una libre adhesión a la fe.
      Es cierto que la Nota de la CDF es bastante farragosa y acumula muchos datos sin una verdadera claridad. He estudiado el documento durante mucho tiempo y he logrado poner en luz y de relieve elementos absolutamente vinculantes, que son los que he expuesto varias veces en mis escritos. Se trata de los tres grados de autoridad, en cada uno de los cuales el Papa dice la verdad y no puede equivocarse.
      En cuanto a la autoridad de esta Nota, como ya he dicho, dado que trata del criterio mismo para reconocer la autoridad doctrinal del Papa es impensable que haya errores, por lo que está claro que es un documento vinculante desde el punto de vista doctrinal.
      Es, en efecto, un principio de lógica que el criterio de juicio sea infalible. Uno puede equivocarse en el uso del criterio, pero si el criterio fuera incorrecto sería imposible distinguir lo verdadero de lo falso. Este principio, que vale a nivel filosófico, vale evidentemente más cuando se trata de discernir en las enseñanzas del Papa lo que es de fe y lo que no es de fe.

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    5. Estimada Rosa Luisa,
      veo que usted ha entendido muy bien el sentido de mi discusión con Ludovicus.
      Aprovecho la ocasión para expresar mi modesta opinión. Dada la importancia del tema tratado por la Nota, que no es menor que la doctrina de la infalibilidad pontificia, una materia tan importante debía ser tratada en un documento de mayor nivel, si no incluso por el propio Papa.

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  16. Serafín Savelloni9 de febrero de 2025, 7:58

    Estimado padre Filemón, tal como se lo decía... no debemos esperar demasiado tiempo para que surjan objeciones a la Nota Doctrinal ilustrativa. Pero me pregunto: ¿con qué intención lo hacen los opositores? ¿La intención de negar la infalibilidad del Papa en los dos grados inferiores? Esta cuestión ya fue resuelta por el Concilio Vaticano I, por lo tanto, no es posible dudar al respecto.
    Sin embargo, en respuesta a las observaciones del señor Ludovicus, me gustaría subrayar dos cosas:

    1. En el pasaje que él reporta faltan otras palabras importantes de Ratzinger: «Para mostrar que la Nota ilustrativa no es obra privada del prefecto y del secretario de la Congregación, sino una ayuda autorizada para la comprensión de los textos, se ha elegido una modalidad específica (extraordinaria) para su publicación». Por lo tanto, creo que "ayuda autorizada" debe significar algo. Y entiendo que esta es una "ayuda autorizada" porque está sancionada por la autoridad del Papa.

    2. En todo caso se trata de un simple coloquio privado entre el entonces prefecto Ratzinger y un canonista, por muy competente que sea. Además: ¿es esta fuente (el enlace citado) completamente fiable?

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    1. Creo que si el propio Prefecto de la CDF aclara el carácter de la nota doctrinal estamos ante una interpretación auténtica. Pero si se pretende saber más que Ratzinger acerca de los alcances de un texto que el.mismo redactó, estimado Savelloni, no hay más que hablar.

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    2. Estimado Ludovicus,
      le hago presente que Ratzinger, en su respuesta a Orsy, no habla como Prefecto de la CDF, donde está claro que expresa una doctrina infalible, sino que habla a título personal con tono pastoral y, a mi modesto juicio, con poca prudencia, en cuanto que, como se suele decir, se da la zappa en los pies por un excesivo escrúpulo de no presentar la Nota como una disposición legislativa sancionada por el Derecho Penal.
      Por tanto, no me pongo en el lugar de Ratzinger al interpretar la Nota, porque ésta, en su claridad doctrinal, no necesita comentarios, sino que es el Cardenal quien en esta ocasión deja de lado su papel oficial para asumir de manera discutible el papel de un consejero que no alienta ciertamente a obedecer al Papa, principal responsable de la Santa Sede, aunque no se trate de documentos pontificios.

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    3. Estimado padre Serafín,
      he leído con mucho interés sus notas.
      Es evidente que en la primera hay una referencia a la autoridad del Papa, aunque se quiere resaltar la intención de la Nota de proporcionar un simple auxilio para la interpretación de los textos.
      En cuanto a la segunda nota, comparto plenamente su observación de que el diálogo de Ratzinger dirigido a un teólogo tiene un carácter privado, por lo que nada impide que el Cardenal pueda faltar de algún modo a la prudencia.
      Por el contrario, es claro que la autoridad de la Nota, firmada por Ratzinger como prefecto de la CDF, es absolutamente vinculante.

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    4. Serafín Savelloni9 de febrero de 2025, 20:09

      Estimado Ludovicus, veo que ya el Padre Filemón le ha contestado por mí, de manera inmejorable.
      Sólo agregaría que no pretendo saber más que Joseph Ratzinger sobre el tema, sino tratar de establecer los criterios de valoración de un texto pontificia, como es esta nota nada menos que del Dicasterio de la Fe, el cual, como sabemos representa al Papa en el área de la Fe, y por lo tanto, participa, aunque de modo indirecto, en el carisma de infalibilidad del Papa.
      Por último, me llama la atención su actitud, y me hace sospechar que en realidad usted no tiene una verdadera actitud especulativa, teológica o, diría más bien sapiencial, sino francamente ideológica. ¿Qué quiero decir con esto? Que no me parece en absoluto que su interés sea el descubrir la verdad, acerca de la cual, para un católico, con fe catolica, no hay mucho que indagar, porque los elementos están ya dados para ser aceptados, incluso en el magisterio anterior (Concilio Vaticano I), sino que veo en usted una idea previa, un prejuicio, una idea que quiere defender a capa y espada, aún a costa de caer en herejía. Su interés es afirmar que el Papa no es totalmente infalible en el ámbito de lo doctrinal. Por consiguiente, quiere hacer ingresar de modo subrepticio la idea de que el Papa puede ser hereje. ¿No es cierto? No veo otra explicación para su obstinación.

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  17. Estimado padre Filemón,
    he seguido con atención este breve diálogo que usted ha tenido acerca de la Ad tuendam fidem y la Nota ilustrativa.
    Le diré que a mí no me ha sorprendido enterarme de las palabra de Ratzinger a Orsy (suponiendo que la transcripción de ese diálogo sea veraz). El tema de esta ambivalencia en el pensamiento de Ratzinger (no en el período de su pontificado, sino antes y después de ser Papa) es un tema que me interesa.
    Usted sabe de mi interés por la liturgia, y en otras ocasiones ya le he llamado la atención sobre algunas expresiones de Ratzinger, antes de ser Papa, que muestran su inclinación pre-conciliar por el viejo rito de la Misa, que demostraban en él una inclinación indietrista, contradictoria con la reforma litúrgica propuesta por el Concilio, ambivalencia en su personalidad que me parece que también puede enumerarse entre las raíces de las que surgió Summorum pontificum, que a mi entender es un documento afectado por aporías no sólo pastorales, sino también teológicas. No sé si en esto concordamos, pero para exponer nuestras opiniones está la posibilidad de la sana dialéctica, en el campo de lo que es de libre opinión.
    Me parece que, cuando el Papa Benedicto comenzó a publicar su cristología, y otros ensayos, con su preocupación por aclarar que ello no se trataba de Magisterio, sino de teología personal, como mero doctor privado, también estaría revelando una auto-conciencia, por la cual el propio Ratzinger reconocía sus debilidades intelectuales y sus prejuicios, que lo llevaban a ser muy precavido hacia lo que transmitía al Pueblo de Dios.
    Por otra parte, ya hemos conversado nosotros acerca de las expresiones que, luego de dimitir como Papa, ha tenido acerca del sacrificio redentor de Cristo en la cruz, expresiones con las que preocupantemente volvió a sostener posiciones no ortodoxamente aceptables. Pero ya no era Papa.
    Quizás algún biógrafo de Ratzinger-Benedicto, escribirá alguna vez algo de todo esto, y pueda explicarlo... Gracias por sus artículos.

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    1. Estimado Ross,
      las consideraciones que usted hace a propósito de Ratzinger son una contraprueba de la diferencia que hay entre un Cardenal, que no es Papa, y un cardenal que ha sido hecho Papa.
      En la historia del pensamiento de Ratzinger se nota esta evolución. De joven era amigo de Rahner y asumió una cierta tendencia de carácter idealista. Me refiero a la concepción de la persona como relación a Dios. Posteriormente Ratzinger se alejó de Rahner, porque se dio cuenta de la tendencia panteísta de Rahner.
      Durante su oficio en la CDF, apoyado por san Juan Pablo II, emanó una serie de documentos tanto contra el idealismo como contra el materialismo. Una vez hecho Papa naturalmente recibió el don de la infalibilidad, por lo cual es en vano que algunos de sus ácidos críticos quisieran encontrar en él herejías.
      Después de dejar el oficio petrino claramente perdió el don de la infalibilidad. De hecho se nota la falibilidad de su pensamiento teológico en algunas ocasiones, como por ejemplo cuando junto con el Card. Sarah sostuvo un supuesto valor absoluto del celibato sacerdotal, cuando debería estar claro que en realidad la Iglesia siempre ha precisado que el celibato no entra en la esencia del sacerdocio, sino que es solo un clima conveniente de su ejercicio.

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